Se llama así a la energía vivificante que pueden
transmitir unas personas a otras, sin que la distancia física entre
ellas sea un factor influyente en el que este proceso de transmisión
energética que está dentro de los márgenes de la Naturaleza, se
cumpla.
Mesmer |
Este “magnetismo” fue descubierto y experimentado
por Mesmer, que en un principio creyó que los fluidos invisibles que
se transmitían de unos seres a otros, era el mismo fluido que ejerce
la fuerza de atracción o repulsión de los imanes; de ahí su
nombre.
Esta energía actúa y se transmite como
un fluido llamado magnetismo animal que posee
propiedades eminentemente curativas.
Es el mismo fluido vital que ciertos magnetizadores,
capaces de almacenarla naturalmente en su organismo, la transmiten
bajo el nombre de bio-energía, o Prana, y en esta transmisión se
cumple,naturalmente,la ley física de los vasos comunicantes: El
fluido siempre circula desde el que tiene más hacia el que tiene
menos, hasta equilibrar los niveles de ambos.
Así acontece cuando se trata de la
bio-energía propia del magnetizador que mediante su voluntad trata
de transmitir estos efluvios imponderables hacia otra persona que
presenta un bajo nivel de su energía vital o algún desequilibrio
en la misma. Como en este caso “transmite” un fluido suyo, al
final puede quedar mermado de estas energías vitales él mismo,
porque cada persona tiene unos niveles o cantidades diferentes, y
cuando estos están desequilibrados en su distribución orgánica, o
son insuficientes en general, sobreviene la enfermedad física y
psíquica; por eso vemos que muchos de estos magnetizadores
necesitan tener a mano agua fluidificada para reponer muy a menudo
las energías que de ellos salen hacia sus pacientes u otras
personas, y explica también la necesidad de mantener la salud con
una vida saludable y sana, en la que no debe incluir ciertos
alimentos y bebidas algo tóxicos para su organismo, pues esas
energías que transmite para la curación y el restablecimiento de
otras personas, no deben llevar contaminación alguna, porque el
efecto de lo que se transmite podría no ser el deseado.
Sin embargo cuando el fluido transmitido a través de
un médium sanador, procede de los planos espirituales, al no ser
esta una energía acumulada en su organismo, no le afecta física o
psíquicamente la transmisión de la misma pues él solo actúa en
este caso como un canal transmisor de energías sanadoras que desde
un plano espiritual, los Espíritus encargados de esa función, con
permiso de Dios, transmiten a través de él.
Como responsable de lo que transmite, no deberá
contaminar esas energías que a él le trasmiten para a su vez
entregarlas a otra persona, para su mejora y sanación, por lo que
deberá llevar una alimentación sana, sencilla y equilibrada.
Este fluido es transmitido al enfermo por el
médium curandero o sanador durante el acto de sanación
o magnetización, dirigido con la fuerza de su fe, de su
mente y de su voluntad, de modo que este fluido lo transmiten
normalmente a través de los chacras de sus manos, a
veces masajeando sobre la zona enferma, y otras veces sin llegar
a rozar la piel del enfermo e incluso a notable distancia física.
Curiosamente quien recibe este fluído suele experimentar una
sensación física de “cosquilleo” o de calor sobre la piel de la
zona tratada.
Según definición de los espíritus de los
Doctores Demeure, Corvisant, etc, magnetizar es el acto de dirigir
sobre un enfermo o sobre el sitio del mal, este agente
fluídico, a fin de ocasionar calor o movimiento.
Siguen diciendo estos Espíritus:
“El
agente magnético puede penetrar en todo el cuerpo del enfermo y
producir en él numerosos fenómenos; sus efectos son una
aceleración en el movimiento tónico y también en la
circulación de todos los fluidos; por estos hechos manejar el
magnetismo animal es un arte y una facultad”.
Y añaden: “Todos
los hombres pueden aprenderlo y ejercerlo, según la energía de
su fuerza, de su voluntad y de su salud”.
Según
manifestó un médium en estado sonambúlico : “El
hombre lleva en sí mismo tanto fluido como necesita para
existir; pero no siempre tiene bastante para transmitirlo a los
demás. Este fluido es elemental, ligero, sutil, de color
blanquecino cuando emana de nuestro cuerpo y cuando es movido
con viveza resulta brillante. Los enfermos cuando se les
magnetiza, lo atraen según sus diferentes necesidades”
- Jose Luis Martín -
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“Imponed
las manos sobre los enfermos y sanarán.”
-Jesús
de Nazaret -
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Médiums curanderos
75. Hablaremos ahora ligeramente de esta variedad de médiums, porque este asunto exigiría explicaciones más extensas para nuestro cuadro; sabemos también que un médico, de nuestros amigos, se ha propuesto tratarlo en una obra especial respecto a la medicina intuitiva. Diremos solamente que esta especie de mediumnidad consiste principalmente en el don que ciertas personas poseen de curar con el simple tacto, con la mirada y aun con un ademán, sin ayuda de ningún medicamento. Sin duda nos dirán que esto no es otra cosa que el magnetismo. Es evidente que el fluido magnético hace en esto gran papel; pero cuando se examina este fenómeno con cuidado, se reconoce fácilmente que hay alguna otra cosa. La magnetización ordinaria es un verdadero tratamiento continuado, regular y metódico; pero hay una completa diferencia.
1. Las personas dotadas de potencia magnética ¿se pueden considerar como formando una variedad de médiums?
No lo podéis dudar.
2. Sin embargo el médium es un intermediario entre los Espíritus y el hombre; luego el magnetizador tomando la fuerza de sí mismo, no parece ser el intermediario de ninguna potencia extraña?
Esto es un error; la potencia magnética reside, sin duda, en el hombre, pero se aumenta con la acción de los Espíritus que llama en su ayuda. Si tú magnetizas con la mira de curar, por ejemplo, y evocas a un buen Espíritu que se interese por ti y por tu enfermo, aumenta tu fuerza y tu voluntad, dirige tu fluido y le da las cualidades necesarias.
3. Sin embargo, ¿no hay muy buenos magnetizadores que no creen en los Espíritus?
¿Piensas, acaso, que los Espíritus sólo obran sobre aquellos que creen en ellos? Los que magnetizan para hacer el bien son secundados por buenos Espíritus. Todo hombre que tiene el deseo del bien, los llama sin pensarlo; del mismo modo que cuando el deseo y las intenciones son malas, llama a los malos.
4. El que teniendo la potencia creyese en la intervención de los Espíritus, ¿obraría más eficazmente?
Haría cosas que miraríais como milagros.
5. ¿Ciertas personas tienen verdaderamente el don de curar por el simple tacto, sin el empleo de los pases magnéticos?
Seguramente; ¿no tenéis de eso numerosos ejemplos?
6. En este caso, ¿hay acción magnética o solamente influencia de los Espíritus?
Lo uno y lo otro. Estas personas son verdaderos médiums, puesto que obran bajo la influencia de lo Espíritus; pero esto no es decir que sean médiums escribientes como vosotros lo entendéis.
7. ¿Ese poder puede transmitirse?
El poder, no; pero sí el conocimiento de las cosas necesarias para ejercerlo si posee. Hay quien dudaría tener este poder, si no creía que se lo habían transmitido.
8. ¿Pueden obtenerse curaciones con sólo la oración?
Sí, algunas veces, si Dios lo permite; pero podría suceder que al enfermo le conviniese sufrir todavía, y entonces creéis que vuestra plegaria no es escuchada.
9. ¿Hay para esto fórmulas de oraciones más eficaces las unas que las otras?
La superstición solo puede dar una virtud a ciertas palabras y sólo los Espíritus ignorantes o mentirosos pueden concebir semejantes ideas prescribiendo fórmulas. Sin embargo puede acontecer que para personas poco ilustradas e incapaces de comprender las cosas puramente espirituales, el empleo de una fórmula contribuya a darles confianza; en este caso no es la fórmula la que es esficaz, sino la fe que se aumenta por idea adherida al empleo de la fórmula.
8. Médiums pneumatógrafos
177. Se da este nombre a los médiums aptos para obtener la escritura directa, lo que no se permite a todos los mediums escribientes. Esta facultad es hasta ahora bastante rara; probablemente se desarrolla con el ejercicio; pero, como lo hemos dicho, su utilidad práctica se limita a una prueba patente de la intervención de una potencia oculta en las manifestaciones. Sólo la experiencia puede hacer conocer si se posee; se puede, pues, ensayar y además puede pedirse a un Espíritu protector por los otros medios de comunicación. Según la mayor o menor potencia del médium, se obtienen simples rasgos, signos, letras, palabras, frases y aun páginas enteras. Ordinariamente basta colocar una hoja de papel doblado en un paraje cualquiera, designado por el Espíritu, durante diez minutos o un cuarto de hora, algunas veces, más. La oración y el recogimiento son condiciones esenciales; por esto se puede mirar como imposible el obtener nada en una reunión de personas poco formales, o que no estuviesen animadas de sentimientos simpáticos y benévolos. (Véase la teoría de la escritura directa, capítulo VIII, “Laboratorio del mundo invisible” (números 127 y siguientes) y capítulo XII, “Pneumatografía”). Trataremos de una manera especial de los mediums escribientes en los capítulos siguientes.
El Libro de los médiums- Allan Kardec
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BENDICIONES Y MALDICIONES.
557 – ¿La bendición y la maldición pueden atraer el bien o el mal sobre aquéllos a quienes les son lanzadas?
– Dios no escucha la maldición injusta, y el que la pronuncia es culpable ante sus ojos. Como tenemos dos genios opuestos, el bien y el mal, puede existir una influencia momentánea, hasta en la materia;pero esa influencia no ocurre sino por la voluntad de Dios y como añadidura de prueba para aquel que es objeto de ella. Por lo demás,a quien se maldice con frecuencia es a los malvados y a quien se bendice es a los buenos. La bendición y la maldición no pueden nunca desviar a la Providencia del camino de la justicia; ni alcanza al maldecido sino cuando es malo y su protección sólo cubre al que la merece.
EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS. ALLAN KARDEC.
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