miércoles, 22 de octubre de 2014

Magnetismo animal


                 
        ¿Qué es el magnetismo animal?.-

Se llama así a la energía vivificante que pueden transmitir unas personas a otras, sin que la distancia física entre ellas sea un factor influyente en el que este proceso de transmisión energética que está dentro de los márgenes de la Naturaleza, se cumpla.
Mesmer
Este “magnetismo” fue descubierto y experimentado por Mesmer, que en un principio creyó que los fluidos invisibles que se transmitían de unos seres a otros, era el mismo fluido que ejerce la fuerza de atracción o repulsión de los imanes; de ahí su nombre.
Esta energía actúa y se transmite como un fluido llamado magnetismo animal que posee propiedades eminentemente curativas.
Es el mismo fluido vital que ciertos magnetizadores, capaces de almacenarla naturalmente en su organismo, la transmiten bajo el nombre de bio-energía, o Prana, y en esta transmisión se cumple,naturalmente,la ley física de los vasos comunicantes: El fluido siempre circula desde el que tiene más hacia el que tiene menos, hasta equilibrar los niveles de ambos.
Así acontece cuando se trata de la bio-energía propia del magnetizador que mediante su voluntad trata de transmitir estos efluvios imponderables hacia otra persona que presenta un bajo nivel de su energía vital o algún desequilibrio en la misma. Como en este caso “transmite” un fluido suyo, al final puede quedar mermado de estas energías vitales él mismo, porque cada persona tiene unos niveles o cantidades diferentes, y cuando estos están desequilibrados en su distribución orgánica, o son insuficientes en general, sobreviene la enfermedad física y psíquica; por eso vemos que muchos de estos magnetizadores necesitan tener a mano agua fluidificada para reponer muy a menudo las energías que de ellos salen hacia sus pacientes u otras personas, y explica también la necesidad de mantener la salud con una vida saludable y sana, en la que no debe incluir ciertos alimentos y bebidas algo tóxicos para su organismo, pues esas energías que transmite para la curación y el restablecimiento de otras personas, no deben llevar contaminación alguna, porque el efecto de lo que se transmite podría no ser el deseado.

Sin embargo cuando el fluido transmitido a través de un médium sanador, procede de los planos espirituales, al no ser esta una energía acumulada en su organismo, no le afecta física o psíquicamente la transmisión de la misma pues él solo actúa en este caso como un canal transmisor de energías sanadoras que desde un plano espiritual, los Espíritus encargados de esa función, con permiso de Dios, transmiten a través de él.
Como responsable de lo que transmite, no deberá contaminar esas energías que a él le trasmiten para a su vez entregarlas a otra persona, para su mejora y sanación, por lo que deberá llevar una alimentación sana, sencilla y equilibrada.
Este fluido es transmitido al enfermo por el médium curandero o sanador durante el acto de sanación o magnetización, dirigido con la fuerza de su fe, de su mente y de su voluntad, de modo que este fluido lo transmiten normalmente a través de los chacras de sus manos, a veces masajeando sobre la zona enferma, y otras veces sin llegar a rozar la piel del enfermo e incluso a notable distancia física. Curiosamente quien recibe este fluído suele experimentar una sensación física de “cosquilleo” o de calor sobre la piel de la zona tratada.
Según definición de los espíritus de los Doctores Demeure, Corvisant, etc, magnetizar es el acto de dirigir sobre un enfermo o sobre el sitio del mal, este agente fluídico, a fin de ocasionar calor o movimiento. Siguen diciendo estos Espíritus:

El agente magnético puede penetrar en todo el cuerpo del enfermo y producir en él numerosos fenómenos; sus efectos son una aceleración en el movimiento tónico y también en la circulación de todos los fluidos; por estos hechos manejar el magnetismo animal es un arte y una facultad”. Y añaden: “Todos los hombres pueden aprenderlo y ejercerlo, según la energía de su fuerza, de su voluntad y de su salud”.

Según manifestó un médium en estado sonambúlico : “El hombre lleva en sí mismo tanto fluido como necesita para existir; pero no siempre tiene bastante para transmitirlo a los demás. Este fluido es elemental, ligero, sutil, de color blanquecino cuando emana de nuestro cuerpo y cuando es movido con viveza resulta brillante. Los enfermos cuando se les magnetiza, lo atraen según sus diferentes necesidades”

- Jose Luis Martín -


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Imponed las manos sobre los enfermos y sanarán.”
                    -Jesús de Nazaret -

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Médiums curanderos

75. Hablaremos ahora ligeramente de esta variedad de médiums, porque este asunto exigiría explicaciones más extensas para nuestro cuadro; sabemos también que un médico, de nuestros amigos, se ha propuesto tratarlo en una obra especial respecto a la medicina intuitiva. Diremos solamente que esta especie de mediumnidad consiste principalmente en el don que ciertas personas poseen de curar con el simple tacto, con la mirada y aun con un ademán, sin ayuda de ningún medicamento. Sin duda nos dirán que esto no es otra cosa que el magnetismo. Es evidente que el fluido magnético hace en esto gran papel; pero cuando se examina este fenómeno con cuidado, se reconoce fácilmente que hay alguna otra cosa. La magnetización ordinaria es un verdadero tratamiento continuado, regular y metódico; pero hay una completa diferencia.
Casi todos los magnetizadores son aptos para curar si saben conducirse convenientemente, mientras que en los mediums curanderos la facultad es espontánea y aun algunos la poseen sin haber oído jamás hablar de magnetismo. La intervención de un poder oculto, que constituye la mediumnidad, viene a  ser evidente en ciertas circunstancias; sobre todo cuando se considera que la mayor para de las personas que podemos con razón calificar de médiums curanderos, acuden a la oración, que es una verdadera evocación. (Véase el número 131.)
176. He aquí las respuestas que han dado los Espíritus a las siguientes preguntas que les hemos hecho con este objeto.

1. Las personas dotadas de potencia magnética ¿se pueden considerar como formando una variedad de médiums?

No lo podéis dudar.

2. Sin embargo el médium es un intermediario entre los Espíritus y el hombre; luego el magnetizador tomando la fuerza de sí mismo, no parece ser el intermediario de ninguna potencia extraña?

Esto es un error; la potencia magnética reside, sin duda, en el hombre, pero se aumenta con la acción de los Espíritus que llama en su ayuda. Si tú magnetizas con la mira de curar, por ejemplo, y evocas a un buen Espíritu que se interese por ti y por tu enfermo, aumenta tu fuerza y tu voluntad, dirige tu fluido y le da las cualidades necesarias.

3. Sin embargo, ¿no hay muy buenos magnetizadores que no creen en los Espíritus?

¿Piensas, acaso, que los Espíritus sólo obran sobre aquellos que creen en ellos? Los que magnetizan para hacer el bien son secundados por buenos Espíritus. Todo hombre que tiene el deseo del bien, los llama sin pensarlo; del mismo modo que cuando el deseo y las intenciones son malas, llama a los malos.

4. El que teniendo la potencia creyese en la intervención de los Espíritus, ¿obraría más eficazmente?

Haría cosas que miraríais como milagros.

5. ¿Ciertas personas tienen verdaderamente el don de curar por el simple tacto, sin el empleo de los pases magnéticos?

Seguramente; ¿no tenéis de eso numerosos ejemplos?

6. En este caso, ¿hay acción magnética o solamente influencia de los Espíritus?

Lo uno y lo otro. Estas personas son verdaderos médiums, puesto que obran bajo la influencia de lo Espíritus; pero esto no es decir que sean médiums escribientes como vosotros lo entendéis.

7. ¿Ese poder puede transmitirse?

El poder, no; pero sí el conocimiento de las cosas necesarias para ejercerlo si posee. Hay quien dudaría tener este poder, si no creía que se lo habían transmitido.


8. ¿Pueden obtenerse curaciones con sólo la oración?

Sí, algunas veces, si Dios lo permite; pero podría suceder que al enfermo le conviniese sufrir todavía, y entonces creéis que vuestra plegaria no es escuchada.

9. ¿Hay para esto fórmulas de oraciones más eficaces las unas que las otras?

La superstición solo puede dar una virtud a ciertas palabras y sólo los Espíritus ignorantes o mentirosos pueden concebir semejantes ideas prescribiendo fórmulas. Sin embargo puede acontecer que para personas poco ilustradas e incapaces de comprender las cosas puramente espirituales, el empleo de una fórmula contribuya a darles confianza; en este caso no es la fórmula la que es esficaz, sino la fe que se aumenta por idea adherida al empleo de la fórmula.

8. Médiums pneumatógrafos

177. Se da este nombre a los médiums aptos para obtener la escritura directa, lo que no se permite a todos los mediums escribientes. Esta facultad es hasta ahora bastante rara; probablemente se desarrolla con el ejercicio; pero, como lo hemos dicho, su utilidad práctica se limita a una prueba patente de la intervención de una potencia oculta en las manifestaciones. Sólo la experiencia puede hacer conocer si se posee; se puede, pues, ensayar y además puede pedirse a un Espíritu protector por los otros medios de comunicación. Según la mayor o menor potencia del médium, se obtienen simples rasgos, signos, letras, palabras, frases y aun páginas enteras. Ordinariamente basta colocar una hoja de papel doblado en un paraje cualquiera, designado por el Espíritu, durante diez minutos o un cuarto de hora, algunas veces, más. La oración y el recogimiento son condiciones esenciales; por esto se puede mirar como imposible el obtener nada en una reunión de personas poco formales, o que no estuviesen animadas de sentimientos simpáticos y benévolos. (Véase la teoría de la escritura directa, capítulo VIII, “Laboratorio del mundo invisible” (números 127 y siguientes) y capítulo XII, “Pneumatografía”). Trataremos de una manera especial de los mediums escribientes en los capítulos siguientes.

El Libro de los médiums- Allan Kardec

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BENDICIONES Y MALDICIONES.


557 – ¿La bendición y la maldición pueden atraer el bien o el mal sobre aquéllos a quienes les son lanzadas?
– Dios no escucha la maldición injusta, y el que la pronuncia es culpable ante sus ojos. Como tenemos dos genios opuestos, el bien y el mal, puede existir una influencia momentánea, hasta en la materia;pero esa influencia no ocurre sino por la voluntad de Dios y como añadidura de prueba para aquel que es objeto de ella. Por lo demás,a quien se maldice con frecuencia es a los malvados y a quien se bendice es a los buenos. La bendición y la maldición no pueden nunca desviar a la Providencia del camino de la justicia; ni alcanza al maldecido sino cuando es malo y su protección sólo cubre al que la 
merece.

EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS. ALLAN KARDEC.


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