sábado, 28 de marzo de 2015

Los Pases


¿Qué son los pases?

Los pases, como transfusiones de fuerzas psíquicas, en que preciosas energías espirituales fluyen de los mensajeros de Cristo para los donadores y beneficiarios, representan la continuidad del esfuerzo del Maestro para atenuar los sufrimientos del mundo.
Así como la transfusión sanguínea significa una renovación de las fuerzas físicas, el pase magnético es una transfusión de energías psíquicas, con la diferencia de que [...] los recursos orgánicos se extraen de un depósito limitado, y [...] los elementos psíquicos son extraídos del depósito ilimitado de las fuerzas espirituales.
El pase es una transfusión de energías que altera todo el campo celular. [...] En la asistencia magnética la ayuda espiritual se opera mediante el ensamble armónico de la emisión y la recepción, ayudando a la criatura
necesitada para que ella se ayude a sí misma [...].
Los movimientos que se hacen con las manos sobre el cuerpo del enfermo, con el pensamiento y la voluntad de curarlo, son llamados pases.
LOS PASES SON, POR LO TANTO, TRANSFUSIONES DE ENERGÍAS psíquicas. La mente desempeña un papel central en los pases y establece el nivel de la sintonía del pasista con la espiritualidad. Respecto a la importancia del papel de la mente del pasista y a la cuestión de la sintonía, el orientador Áulus explica que:
[...] El pensamiento influye de una manera decisiva en la donación de los principios sanativos. Sin la idea iluminada por la fe y por la buena voluntad, el médium no conseguiría el enlace con los Espíritus amigos que actúan sobre estas bases.
Al observar un servicio de aplicación de pases, André Luiz relata que las energías transmitidas por los amigos espirituales pasan primeramente por la cabeza de los médiums:
Los médiums pasistas se nos figuraban como dos pilas humanas esparciendo rayos de variedad múltiple, los que fluían de sus manos después de recorrer sus cabezas, al contacto del hermano Conrado y de sus colaboradores [equipo de trabajadores desencarnados].
El desánimo, la tristeza, la insatisfacción y la rebeldía favorecen las molestias del cuerpo. Reflejan desequilibrios de la mente, los cuales, a su vez, facilitan la instalación de procesos obsesivos.
Las energías psíquicas transmitidas por los pases actúan sobre la mente del paciente, que, una vez reanimada, “vuelve a levantar las vidas microscópicas que la sirven en el templo del cuerpo, edificando valiosas reconstrucciones”. Es la mente del paciente que, con el auxilio de las energías psíquicas transmitidas por los pases, actuará para armonizarlo.
Por ello, los pases ayudan al paciente a ayudarse a sí mismo. En ese sentido, se puede afirmar que los pases constituyen “un equilibrante ideal de la mente y un apoyo eficaz de todos los tratamientos”, “uno de los más legítimos complementos de la terapéutica corriente”

Simoni Privato Goidanich  y Carlos Roberto Campetti
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"Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" ( San Mateo, )

Prefacio. Para estar reunidos en nombre de Jesús no basta hallarse juntos físicamente, sino que es preciso estarlo también en lo espiritual, por la comunión de intenciones y pensamientos dirigidos hacia el bien. Entonces sí se encuentra Jesús en medio de la reunión: Él, o los espíritus puros que lo representan. El Espiritismo nos permite comprender de qué manera pueden los espíritus hallarse entre nosotros. Están ahí con su cuerpo fluídico o espiritual, y con la apariencia que nos permitiría reconocerlos si se hicieran visibles. Cuanto más elevados se hallan en la jerarquía espírita, tanto mayor es su poder de irradiación. Así poseen el don de ubicuidad y pueden encontrarse en varios lugares simultáneamente. Basta, para ello, un rayo de su pensamiento.

Con las palabras citadas en el parágrafo anterior quiso Jesús mostrar el efecto de la unión y la fraternidad. No es la mayor o menor cantidad de personas la que le atrae, puesto que en lugar de dos o tres hubiera podido decir diez o veinte, sino el sentimiento de caridad mutua que a esas personas anima. Ahora bien, para esto es suficiente que haya dos. Pero si esas dos oran cada cual por su lado, aunque ambas se dirijan a Jesús, no habrá entre ellas comunión de pensamientos, sobre todo si no son movidas por un sentimiento de benevolencia recíproca. Y si se miran con malos ojos, con aborrecimiento, envidia o celos, entonces las corrientes fluídicas de sus pensamientos se rechazan en vez de unirse por un común impulso de simpatía, y en tal caso, no están reunidas en nombre de Jesús, el cual no es más que el pretexto de la reunión y no su verdadero motivo.....
Esto no implica, en modo alguno, que Él permanezca sordo a la voz de una sola persona. Si no dice que acudirá a cualquiera que le llame, es porque ante todo exige amor al prójimo, del cual podemos dar mayores pruebas cuando estamos en compañía de otros, que encontradonos solos, y también a causa de que todo sentimiento de tipo personal lo aleja. De ello se sigue que sí, en medio de una nutrida asamblea, sólo dos o tres personas se unen de corazón mediante el sentimiento de una auténtica caridad, en tanto el resto de los asistentes se aíslan y se concentran en pensamientos egoístas o de carácter mundano, Jesús estará con aquéllas y no con estos otros.
Así pues, no es la simultaneidad de los presentes en las palabras, en los cánticos o en los actos litúrgicos lo que constituye una reunión en nombre de Jesús, sino la comunión de pensamientos acordes con el espíritu de caridad personificado en Él.
Tal debe ser el carácter de las reuniones espíritas serias, de aquellas en que se desea con sinceridad el concurso de los buenos espíritus.

El Evangelio según el Espiritismo.
Allan kardec

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¿Dónde está el espíritu reencarnante durante la gestación de su cuerpo ?

Desde luego no es “dentro de la madre” en donde habita. En el cuerpo de la madre solamente existe un Espíritu, que es el suyo propio de ella misma.
El concepto de “dentro” o “fuera “, solamente es aplicable a nuestra dimensión física, y el Ser reencarnante, aunque ya está ligado al plano físico mediante lazos fluídicos que se establecen entre su periespíritu y el útero de la madre durante la formación y desarrollo de su cuerpo físico sigue siendo un Espíritu que pertenece aún al plano espiritual. El matiz diferenciador de otros espíritus desencarnados, es que durante el embarazo, el Ser reencarnante aunque sigue perteneciendo al plano espiritual, se encuentra ligados por lazos de energía etérea al plano físico, más concretamente a su cuerpo en formación. Después de la concepción, una vez se ha iniciado con la gestación el proceso reencarnatorio, el espíritu del futuro ser humano permanece muy próximo a su madre, pero solamente queda ligado al feto por los lazos de energía ya citados.
El Espíritu reencarnante, antes de la gestación, efectúa como un desdoblamiento de su propio cuerpo espiritual, de modo que esto le permite permanecer muy cerca de la madre, como envolviéndola, transmitiéndole la propia influencia vibratoria y recibiendo la misma influencia de su madre; mientras tanto su periespíritu experimenta gradualmente un proceso de reducción desde el tamaño de una persona normal, hasta un tamaño celular que se concentra en el óvulo fecundado e impregna con su energía el interior del útero, actuando dentro del mismo como un molde de energía que impulsa la formación de los órganos físicos y demás características que irán apareciendo gradualmente en el cuerpecito del feto en desarrollo.
Durante el proceso de repliegue en sí mismo, para llevar a cabo este proceso, es cuando gradualmente van entrando en un estado de turbación o sopor cada vez más pesado o intenso,a medida que más integrado va estando con la materia, lo que le lleva a adormecer su propia identidad espiritual y a emborronar los recuerdos de sus vidas humanas y de su estancia en los mundos espirituales.

- Jose Luis Martín-

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... yo y vosotros hemos tenido muchos nacimientos. Los míos no son conocidos sino por mí, pero vosotros no conocéis siquiera los vuestros”.
- Krishna -
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