FORMACIÓN DE LOS SERES VIVOS.
43 – ¿Cuándo comenzó a ser poblada la Tierra?
– Al principio todo era caos; los elementos estaban en confusión. Poco a poco, cada ...cosa fue ocupando su lugar, y entonces aparecieron los seres vivientes apropiados al estado del globo.
44 – ¿De dónde vinieron los seres que viven en la Tierra?
– La Tierra contenía los gérmenes, que esperaban el momento favorable para desarrollarse. Los principios orgánicos se congregaron desde que cesó la fuerza que los tenía separados y formaron los gérmenes de todos los seres vivientes. Los gérmenes permanecieron en estado latente e inerte, como la crisálida y la simiente de las plantas, hasta que llegó el momento propicio al nacimiento de cada especie, y los seres de cada especie se reunieron y se multiplicaron entonces.
45 – ¿Dónde estaban los elementos orgánicos antes de la formación de la Tierra?
– Se encontraban en estado de fluido, por decirlo así, en el espacio, entre los Espíritus, o en otros planetas, esperando la creación de la Tierra para comenzar una nueva existencia en un
globo nuevo.
La química nos muestra las moléculas de los cuerpos inorgánicos uniéndose para formar cristales de regularidad constante, según cada especie, desde que estén en condiciones propicias. La menor turbación en estas condiciones basta para impedir la reunión de los elementos, o por lo menos, la disposición regular que constituye el cristal. ¿Por qué no ha de suceder lo mismo en los elementos orgánicos? Conservamos durante años simientes de plantas y de animales que no se desarrollan más que a cierta temperatura y en un medio
propicio, y se han visto simientes de trigo germinar después de varios siglos.
Hay, por lo tanto, en esas simientes un principio latente de vitalidad que solo espera para desarrollarse una circunstancia favorable. Y lo que pasa diariamente a nuestra vista, ¿no puede haber ocurrido desde el principio del mundo? Esta formación de los seres vivientes saliendo del caos por la misma fuerza de la Naturaleza, ¿quita algo a la grandeza de Dios? Lejos de eso, responde mejor a la idea que nos formamos de su poder ejerciéndose en mundos infinitos por leyes eternas. Es verdad que esta teoría no resuelve la cuestión del origen de los elementos vitales; pero Dios, que tiene sus misterios, ha puesto límite a nuestras investigaciones.
46 – ¿Existen aún seres que nacen espontáneamente?
– Sí; pero el germen primitivo existía ya en estado latente. Cada día sois testigos de ese fenómeno, pues, ¿acaso los tejidos del hombre y de los animales no encierran los gérmenes de una multitud de gusanos, que aguardan para nacer, la fermentación pútrida necesaria a su existencia? Es un pequeño mundo que dormita y que se forma.
47 – ¿Se encontraba la especie humana entre los elementos orgánicos contenidos en el globo terrestre?
– Sí, y llegó a su tiempo; lo que llevó a decir que el hombre fue hecho del barro de la tierra.
48 – ¿Podemos conocer la época de la aparición del hombre y demás seres vivientes en la Tierra?
– No; todos vuestros cálculos son quiméricos.
49 – Si el germen de la especie humana se encontraba entre los elementos orgánicos del globo, ¿por qué no se forman hombres espontáneamente como al principio?
– El principio de las cosas es uno de los secretos de Dios; no obstante, puede decirse, que una vez diseminados los hombres por la Tierra, han absorbido en sí mismos los elementos necesarios a su formación para transmitirlos según las leyes de la reproducción. Lo mismo ha sucedido en las diferentes especies de seres vivientes.
EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS. ALLAN KARDEC
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ANTE LOS DESAJUSTES ACTUALES
Fco. Cándido Xavier
Reproducimos aquí el artículo titulado Ante los desajustes actuales, publicado en la columna dominical “Chico Xavier pide licencia” del jornal Diario de S, Paulo, en la década de 1970.
El presenta el mensaje Presidiarios del alma, dictado por Chico Xavier por el espíritu Emmanuel, que Herculano Pires (con el seudónimo Hermano Saulo) comenta por medio de su texto La Rebelión de los mendigos .
Varios grupos de amigos y simpatizantes de la doctrina espirita nos honraban con su presencia y participación en nuestra reunión habitual. Antecediendo a las tareas programadas, el asunto central de las conversaciones era la necesidad de encontrar recursos que nos ayuden, en la actualidad, a aliviar o socorrer a los compañeros de la humanidad que nos procuran, muchos de ellos en desarmonía y sufrimiento espiritual.
Hablamos sobre los problemas de la obsesión, del desencanto, de la descreencia y del desequilibrio, cuando la reunión fue iniciada. EL Evangelio Según el Espiritismo nos ofreció el examen del ítem 14 del capítulo V referente a la locura y al suicidio. Diversos comentaristas hablaron sobre el tema. Y nuestro Emmanuel nos dio el mensaje Presidiarios del alma, que aquí adjuntamos, con el deseo de verlo publicado con sus elucidaciones doctrinarias.
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Cuando los compañeros en aflicción se aproximen a ti, compadécete de ellos, antes de oírlos.
Acógelos en la condición de presidiarios del alma, que soportan conflictos íntimos que tal vez desconozcas.
Prisioneros del sufrimiento: será esa designación probablemente la más adecuada para definir la condición de los que buscan socorro, situados en las últimas rayas de la resistencia al desespero…
Este se enlazó a los problemas de la culpa cuando se suponía conquistando la felicidad e ignora cómo encontrar la tranquilidad perdida; aquel recuso la provocación en que se redimiera y se esposo a los compromisos difíciles de rescatar; otro desperdició el tiempo, cayendo en las redes del desgaste orgánico que le exige cuidado y conformación; aquel otro tiene el espíritu encadenado al frio de un túmulo en que se le guardan los recuerdos finales de un ser amado!...
Encontrarás los desalentados y los tristes, los encarcelados en el desanimo y acritud y aun aquellos otros que la rebeldía encerró en las celas de angustia, y te pidieron amparo y liberación…
A ninguno desconsideres ni hieras con advertencias inoportunas
Recordemos que nadie se arroja en volcanes de llanto simplemente porque lo desee.
Los que te rodean, implorando socorro, habitualmente ya lucharon bastante para concienciarse ante la propia situación.
Construye el puente de la misericordia entre la fe que te ilumina y el dolor de los hermanos que te presentan el corazón herido, y dales el abrazo salvador a fin de que se transfieran de las tinieblas para la luz.
Cuantos se extraviaron en los caminos del mundo, tantas veces engañados por ellos mismos, no precisan tanto de la interferencia basada en nuestros recursos de austeridad y conocimiento
Todos ellos esperan de nosotros, por encima de todo, un gesto de simpatía y una bendición de amor.
LA REBELIÓN DE LOS MENDIGOS· Hermano Saulo
Asistimos hoy en el mundo, la rebelión de los mendigos. Millones de criaturas que pidieron reencarnaciones de prueba, viniendo a la Tierra para descargar sus conciencias atormentadas, se rebelan contra las condiciones que ellas mismas solicitaron. Al sumergirse en el plano de la materia densa, en sus escafandros carnales, esos espíritus sufridores reencuentran el clima de sus antiguas pasiones, de sus ansias frustradas, de sus ilusiones deshechas y desean repetir las tentativas del pasado. Más la verdad es que ahora están ligados al carro de las pruebas, con la finalidad de liberarse de las ansias egoístas, preparándose para la civilización del atruismo que ya comienza a arborecer en el planeta.
Estamos en una hora de transición. Hemos de dejar nuestros errores en el pasado y avanzar corajosamente hacia el futuro. No es fácil aligerar por el camino el fardo de las viejas pretensiones. Por otro lado, la vida de hoy ofrece nuevas facilidades, perspectivas que en el pasado eran imposibles y que ahora hacen renacer las tentaciones antiguas con mayor violencia. Son los juros de la antigua deuda, exigiendo mayor esfuerzo de los deudores que, embriagados con el regreso a la condición corporal, se olvidan de los compromisos espirituales para esa experiencia.
Les falta la capacidad de comprender de pronto la nueva situación. No obstante, todos ellos traen en su interior las advertencias del plano superior, prontas a brotar del inconsciente por los principios renovadores del espiritismo. Es por eso que procuran intuitivamente el socorro espirita. Mas, si en vez de comprensión, encontraran en nuestro medio el rechazo y la reprimenda, sentirán aumentar la rebeldía y el desespero que los afligen.
De ahí la recomendación de Emmanuel en el sentido de que los recibamos con atención y cariño, compadeciéndonos de ellos, aun antes mismo de oírlos. Tenemos que tener comprensión para ayudar a los que no comprenden. Si fuéramos capaces de amarlos, en vez de censurarlos, podremos darles la ayuda que nos piden. Y lo Alto secundará nuestros esfuerzos de fraternidad. Contengamos las bromas, la ironía, la las burlas que nos desafían. Toleremos sus impertinencias, como otros ya nos toleraron. Encaremos a todos ellos como hermanos que nos piden amor, atención y cariño, pues solo así los ayudaremos, ayudándonos a nosotros mismos.
Está claro que no debemos acogerlos para incentivarlos al apego de las viejas pasiones. Todos necesitamos – sin excepción -, en la vida terrena, de apoyo afectivo y la corrección. La acción doble del freno y de la espuela, como enseña Lázaro, es la que nos lleva a saltar los obstáculos de la prueba.
La rebelión de los mendigos exige de los padres, de los educadores, de los orientadores religiosos – y sobre todo de los espiritas – una actitud de permanente disponibilidad afectiva, de corazón abierto, y al mismo tiempo de mente vigilante. No podemos, por amor, sin control, auxiliarlos en la rebelión.
Esa actitud no es fácil de ser mantenida, pues los mendigos rebeldes nos acusaran de crueldad y atraso, siempre que nos opusiéramos a sus abusos. Y tendrán a su lado familiares que los apoyan. Más si tenemos amor en nuestros corazones, venceremos, pues nuestro amor despertará en la conciencia rebelada el recuerdo de los compromisos asumidos en el mundo espiritual.
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LAS ESFERAS CELESTES
El Cielo está por todas partes; por todas partes se encuentra lo inconmensurable, lo insondable y lo infinito en todas partes hay un hormigueo de soles y de esferas, en medio de las cuales la tierra no es nada más que una diminuta unidad.
En el seno de los espacios, no hay más que moradas circunscritas a las almas. Siendo libres y puras, estas recorren la inmensidad y van a donde les llevan sus afinidades y sus simpatías. Los espíritus inferiores, grávidos por la densidad de sus fluidos, permanecen como aferrados al mundo donde han vivido, circulando por la atmósfera y mezclándose con los humanos.
Los goces y las percepciones del espíritu no resultan del ambiente que ocupa, sino de su estado personal y de los progresos realizados. Un Espíritu retrasado, de periespiritu opaco y envuelto en tinieblas, puede encontrarse con el alma radiante cuya forma sutil se preste a las sensaciones más purificadas. Cada uno lleva en si su gloria o su miseria.
La condición de los Espíritu en la vida de ultratumba, su elevación, su felicidad todo depende de su facultad de sentir y de percibir, que es proporcional a su grado de adelanto.
Los Espíritus de orden inferior son como ciegos en medio de la Naturaleza llena de sol y como sordos en un concierto, permanecen indiferentes e insensibles ante las maravillas del infinito.
Estos Espíritus, envueltos en fluidos espesos, soportan las leyes de gravitación y son atraídos para la materia. Mientras el alma purificada recorre la vasta y radiante extensión, mora a su voluntad en los mundos y apenas ve los limites de su impulso, el espíritu impuro no puede alejarse de los mundos materiales.
Entre estos estados extremos, numerosos grados intermediarios permiten a semejantes Espíritus agruparse y constituir verdaderas sociedades celestiales. La comunidad de ideas y de sentimientos, la identidad de gustos, de opiniones y de aspiraciones atraen y unen a estas almas que forman grandes familias.
La vida del espíritu avanzado es esencialmente activa, aunque sin fatigas. Se transporta con la rapidez del pensamiento. Su envoltura sutil es invisible para los Espíritus inferiores. Ve, oye, percibe, no ya con los órganos materiales, sino directamente, sin intermediarios, con total integridad de su ser. El Espíritu elevado nada en el seno de las sensaciones deliciosas. El queda libre de todas las necesidades del cuerpo.
La alimentación y el sueño no tienen para el ninguna razón de ser. Todas las inquietudes de la tierra han desaparecido para el. En cambio en Espíritu inferior lleva consigo, más allá de la tumba, sus costumbres, sus necesidades, sus preocupaciones materiales. No pudiendo elevarse por encima de la atmósfera terrestre, vuelven a participar de la vida de los humanos, a intervenir en las luchas, en sus trabajos en sus placeres. Sus pasiones y sus apetitos, siempre vivos, les abruman, y la imposibilidad de satisfacerlos supone para ellos una tortura.
Los espíritus no necesitan de la palabra para comprenderse. Se refleja en su Espíritu cada pensamiento como si se tratase de un espejo, cambian sin esfuerzo sus ideas con una rapidez vertiginosa. El espíritu elevado puede leer en el cerebro del hombre y discernir sus más secretos designios. Nada le queda oculto. Escruta todos los misterios de la Naturaleza y puede explorar a voluntad las entrañas del planeta. Atraviesa los cuerpos más densos y ve abrirse ante si dominios impenetrables para el pensamiento de los hombres.
La humanidad nos e constituye de generaciones transitorias, y si de Espíritus eternos, caminando hacia un glorioso destino.
El Sol es la divina matriz de la vida y la claridad que irradia proviene del Autor de la creación. La muerte del cuerpo no conduce al hombre a situaciones milagrosas. Todo proceso implica gradación. Hay múltiples regiones para los desencarnados, tal y como existen innumerables y sorprendentes planos para las criaturas envueltas en la carne terrestre. Almas y sentimientos, formas y cosas, obedecen a principios de desenvolvimiento natural y justa jerarquía.
Los espíritus que no han podido vencer sus pasiones llevan una vida errante, vagabunda, sin ser una causa de sufrimientos, les hace inseguros e indóciles. La mayor parte de los Espíritus que han vivido en la Tierra, son errantes, ni malos, ni buenos, sino débiles e inclinados a las cosas materiales. Van en busca de un estado mejor, que se les escapa. Indecisos entre lo justo e injusto, la verdad y el error, la sombra y la luz.
La ignorancia, el egoísmo, los defectos de todo tipo, reinan aun en la erraticidad, y la materia ejerce siempre, influencia sobre tales Espíritus. Todas las regiones del Universo están pobladas por Espíritus atareados. La ausencia de preparación religiosa, en el mundo da lugar a dolorosas perturbaciones.
El Cielo, el Infierno y el purgatorio han sido las estancias que el hombre al principio creía eran su lugar de destino cuando partían al más Allá, la Doctrina Espirita nos ha descubierto el velo que ocultaba la visibilidad de la vida espiritual, a través de la Doctrina Espirita y Médiums de renombre como es el caso de Chico Xavier, Divaldo Pereira Franco, León Denis, y muchos otros, han informado muy bien cual es la situación del espíritu al desencarnar, al igual que es el Cielo y que es el Infierno, la vida en el mundo Espiritual.
Una de las zonas descritas por Andre Luíz a través del médium Francisco Candido Xavier en el libro “Nuestro Hogar” es el Umbral, que comienza en la superficie de la tierra. Es la zona oscura de todos aquellos que en el mundo no resolvieron atravesar las puertas de los deberes sagrados a fin de cumplirlos, demorándose en el valle de la indecisión o en el pantano de los numerosos errores.
Es espíritu al reencarnar, promete cumplir, un programa de servicios del Padre; pero es muy difícil hacerlo, y cae siempre por su egoísmo e indecisión. Siguen manteniendo el odio a sus adversarios y la misma pasión por los amigos. Pero, ni el odio es justicia, ni la pasión amor. Todo lo que excede sin aprovechamiento, perjudica a la economía de la vida. Los desequilibrados permanecen en las regiones nebulosas que siguen a los fluidos carnales. El deber cumplido es una puerta que atravesamos en el infinito, rumbo al continente sagrado de la Unión con el Señor.
El umbral es una región de profundo interés para quien está en la Tierra. Allí se concentra todo lo que no tiene finalidad para la vida superior. El Umbral está repleto de desesperados. Al desencarnar no encuentran al señor a disposición de sus caprichos. Allí nunca falta la protección divina. Cada espíritu permanece en el solo el tiempo necesario. Por eso el señor permitió que se erigiesen colonias, como es el caso de Nuestro Hogar, consagradas al trabajo y al socorro espiritual.
Todo espíritu donde se encuentre, es un núcleo radiante de fuerzas que crean, transforman o destruyen exteriorizadas en vibraciones, que la ciencia terrestre aun no puede comprender. Quien piensa, está haciendo algo más que eso. Por el pensamiento los hombres encuentran en el Umbral los compañeros cuya afinidad con las tendencias de cada uno los atrae. Toda alma es un imán poderoso. Hay una extensa Humanidad invisible, que sigue a la Humanidad visible. Las misiones más laboriosas del Ministerio de Auxilio están constituidas en el Umbral por abnegados servidores, los misioneros de allí encuentran fluidos pesadísimos emitidos sin cesar por millares de mentes desequilibradas, en la practica del mal, o terriblemente flageladas en los sufrimientos rectificadores. Es necesario mucho valor y mucha renuncia para ayudar a quien nada comprende del auxilio que se le ofrece.
Nuestro Hogar es una Colonia espiritual, donde innumerables servidores ayudan a espíritus no propiamente victoriosos, los planos vecinos a la esfera terrestre poseen su naturaleza específica. Nuestro Hogar es una fundación de distinguidos portugueses, desencarnados en Brasil, en el siglo XVI. Al principio la lucha fue enorme y exhaustiva, según consta en los Ministerios de esclarecimiento.
Nuestro Hogar está constituido, por amplias avenidas adornadas por árboles frondosos, aire puro y atmósfera de profunda tranquilidad espiritual. Allí no existe la ociosidad o la inercia, las vías públicas están repletas (según descripción de André Luíz) Numerosas entidades circulan por sus calles, hay numerosos ministerios uno de ellos es el de Auxilio, está constituido por edificios y casas residenciales, representando Instituciones y refugios adecuados a la tarea de jurisdicción. Allí residen orientadores, operarios y otros servidores de la misión. En esa zona se atiende a enfermos, se oyen rogativas, se seleccionan oraciones, se preparan reencarnaciones, se organizan grupos de socorro para los habitantes del Umbral o para los que lloran en la Tierra, y se estudian soluciones para todos los procesos que originan sufrimientos.
Los Ministerios de Nuestro Hogar, que es una colonia de trabajo y realización, se dividen en seis Ministerios, orientado cada uno por doce ministros. Están los Ministerios de Regeneración, de Auxilio de Comunicaciones, de Esclarecimiento, de Elevación y de Unión Divina. Los cuatro primeros aproximan a la esfera terrestre y los dos últimos, unen al plano superior, pues es una zona de transición. Los servicios más ordinarios se localizan en el Ministerio de Regeneración y los más sublimes en el de la Unión Divina.
Las colonias espirituales no son todas iguales, cada agrupación presenta particularidades esenciales. Cuando los desencarnados del Umbral, se revelan aptos para recibir la cooperación fraternal, se demoran en el Ministerio de auxilio; pero cuando se muestran refractarios, son encaminados al Ministerio de Regeneración. Si revelan provecho, con el correr del tiempo son admitidos en los trabajos de Auxilio, Comunicaciones y Esclarecimiento con el fin de que se preparen, con eficiencia, para futuras tareas planetarias. Solo algunos consiguen una actividad prolongada en los Ministerios de Elevación; siendo rarísimos los que, cada diez años alcanzan permanencia en los trabajos de Unión Divina.
Las tareas de auxilio son laboriosas y complicadas, los deberes en el Ministerio de Regeneración constituyen testimonios pesadísimos, los trabajos en Comunicación exigen alta noción de responsabilidad individual, los campos de Esclarecimiento requieren capacidad de trabajo y valores intelectuales profundos, el Ministerio de Elevación pide renuncia e iluminación, las actividades de Unión Divina requieren conocimiento justo y sincera aplicación del amor universal. La Gobernación, a su vez, es una sede activísima de todos los asuntos administrativos y de numerosos servicios de control directo, como, por ejemplo, el de la alimentación, la distribución de energías eléctricas, transito, transporte, y otros. Allí la ley de descanso es rigurosamente observada, para que determinados servidores no estén más sobrecargados que otros; pero la ley de trabajo es también rigurosamente cumplida. En lo que concierne al reposo, la única excepción es la del propio Gobernador, que nunca aprovecha lo que le toca, en ese terreno. El nunca se ausenta de la Gobernación. Solo en las ocasiones en que el público así lo exige.
Una música armoniosa se escucha mientras se trabaja en Nuestro Hogar, pues ella intensifica el rendimiento en el servicio, en todos los sectores del esfuerzo constructivo, nadie trabaja allí sin estimulo de alegría
Animo a todos los compañeros a que leáis, este libro, el os enseñará que la vida del más allá, es prometedora para todo espíritu, siempre que sepa elevarse por encima de sus imperfecciones, y adquirir las alas a través del bien, y de sus buenas obras, para instalar en si el Cielo que Dios promete a todos sus hijos, buenos y files.
-Merchita-
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CREACIONISMO RELIGIOSO
O EVOLUCIONISMO
CIENTÍFICO
Camilo Flammarión
Observando la Humanidad en su actual estado, nos sentimos inclinados a creer, que siempre fue como es ahora, y sin embargo, somos testigos de su evolución.
El hombre se ha hecho por si mismo, lo que es hoy, como en la actualidad, se hace lo que será mañana.
La cuestión del origen del hombre, es sin duda alguna, la más interesante, la de mayor importancia de todas cuantas cautivan nuestra atención.
El hombre creado por la voluntad directa de un dios, en virtud de un milagro; o el hombre descendiente de los animales que le han precedido en la evolución de la naturaleza. He ahí los dos términos del dilema. Las dos únicas hipótesis posibles, no puede haber tres.
La primera implica el milagro y el origen sobre natural, no sólo del hombre sino también de todos loa animales, de todas las plantas y de todos los minerales.
La segunda es el producto de la deducción científica. Todas las especies se han formado de un modo natural, derivando las unas, de las otras, por un lento progreso, una lenta diferenciación, entre los individuos y variedades.
¿Cuál es el medio para conocer la verdad?
1º Tener el espíritu libre
2º Observar lo que sucede en la naturaleza
Examinemos, pues, al hombre con la más completa independencia de espíritu, y la imparcialidad más absoluta.
Empecemos por la vida embrionaria. En los comienzos de su formación, en el seno de su madre, el hombre es una simple célula. El ovario humano es esencialmente parecido a los de los demás mamíferos; no solo en su forma y estructura, sino también en su diámetro.
Es absolutamente imposible reconocer en el primer estado, distinción alguna entre el embrión del hombre y el de algunos mamíferos, pájaros o reptiles.
Hay fases primordiales del desarrollo humano, que corresponden a ciertas conformaciones que persisten toda la vida, entre los peces inferiores, luego se convierte en anfibia; y sólo mucho más tarde es cuando aparecen los caracteres particulares a los mamíferos.
El embrión del niño en la cuarta semana y de de un perro de la misma edad, de una tortuga de igual fecha o de un polluelo de cuatro días, se parecen hasta el punto de poderlos confundir.
La misma naturaleza, responde la pregunta con la embriogenia actual, pero cuando ya estamos totalmente formados, nos sobran órganos rudimentarios o atrofiados, que bajo el punto de vista fisiológico son totalmente inútiles y que no pueden ser más que un legado de nuestros antecesores.
Si el hombre o cualquier otro ser, hubiesen sido hechos desde el comienzo, con un objeto determinado, si hubiesen sido llamados a la vida por un creador, la existencia de esos órganos, no tendrían ninguna razón de ser.
La teoría de la descendencia, por el contrario, da con mucha sencillez la explicación y nos enseña que los órganos rudimentarios son partes del cuerpo, que a través de los siglos han quedado fuera de servicio.
El mismo testimonio ofrece también la anatomía comparada: el cuerpo del hombre aparece formado exactamente, como el de los animales que le precedieron.
Haeckel en su obra sobre la creación natural, presenta una lámina muy instructiva representando las extremidades anteriores, de nueve mamíferos diferentes: hombre, gorila, orangután, perro, foca, delfín, murciélago, topo y ornitorrinco. En estas nueve extremidades se encuentran siempre los mismos huesos, en un número igual, en la misma posición y agrupadas de un modo análogo.
Puede parecer muy natural que la mano del hombre, difiera poco de la del orangután y del gorila, pero ha de parecer más sorprendente, que de la misma manera que ella, esté constituida, la pata del perro y la aleta pectoral de la foca, y del delfín, y la sorpresa subirá de punto, al ver los mismos huesos en el ala del murciélago, la pata del topo y la extremidad anterior del más imperfecto de los mamíferos, el ornitorrinco. Han variado en volumen, pero no en posición, agrupamiento y número.
Todas estas conclusiones están confirmadas por la Geología y Paleontología. Vemos pues, que todas la ciencias antropológicas, se unen para afirmar que el ser humano desciende, de una serie de diversos antepasados mamíferos.
Quién fue el precursor inmediato? No pudo serlo ninguna de las razas humanas inferiores que hoy existen, ni tampoco ninguna de las razas de monos que aun viven. Los hombres de los primeros tiempos de la edad de piedra, eran monos, antropoides, pero su raza no ha sobrevivido.
Han ido desapareciendo los tasmanianos, esquimales, polinesios, etc.
La Tierra gira y el progreso transforma al mundo.
Hay algunos hombres que prefieren ser descendientes de un Adán perfecto, que haberse elevado desde el simio progenitor.
Extracto de la obra “Noches de Luna”
Adaptación: Oswaldo E. Porras Dorta
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