EL SOCORRO ESPIRITUAL
Para transformar en un legitimo elemento de auxilio a los Espíritus sufridores, encarnados o no, no es imprescindible comprender la perversidad como locura, la rebeldía como ignorancia y el desespero como enfermedad.
La ceguera del Espíritu es fruto de la espesa ignorancia en manifestaciones primarias o de la obnubilación de la razón en los estados de envilecimiento del ser.
El verbo gastado en el servicio del bien es cimiento divino para realizaciones inmortales. Conversar, sirviendo a nuestros semejantes de modo sustancial, aumentará nuestro lucro. Después de la muerte, lo que hay de más sorprendente es el encuentro de la vida. El organismo periespiritual que condiciona al espíritu en materia más suave y más plástica, después del sepulcro, es fruto igualmente del proceso evolutivo. Como hijos de Dios y herederos de los siglos, conquistamos valores, de experiencia en experiencia, de milenio a milenio. No hay favoritismos en el templo Universal de Dios, y todas las fuerzas de la Creación se perfeccionan en el infinito. Somos creación del Autor Divino y debemos perfeccionarnos integralmente. Dios estableció como ley Universal que sea la perfección, obra del cooperativismo entre El y nosotros, sus hijos.
Desde la amiba en la fría agua del mar, hasta el hombre, venimos luchando, aprendiendo y seleccionando invariablemente. Las páginas de la sabiduría hinduista son escritos de ayer y la Buena Nueva de Jesucristo es materia de hoy, comparados a los milenios vividos por nosotros, en la jornada progresiva.
El hombre posee un cerebro que se divide en tres regiones distintas. En la primera, están los impulsos automáticos, simbolizando el sumario vivo de los servicios realizados; en la segunda situamos las conquistas actuales, donde se yerguen y se consolidan las cualidades nobles que se edifican; la tercera está las nociones superiores, indicando las culminaciones que tiene que alcanzar. En la primera mora el habito y el automatismo, en la segunda el esfuerzo y la voluntad y en la ultima demoran el ideal y la meta superior a ser alcanzada.
Estos departamentos son, el subconsciente el consciente y el súper consciente. Como vemos, poseemos en nosotros mismos, el pasado, el presente y el futuro. Todo el campo nervioso de la criatura constituye la representació n de las potencias periespirituales, lentamente conquistadas por el ser, a través de milenios y milenios.
El cerebro es el órgano sagrado de manifestación de la mente, en tránsito de la animalidad primitiva hacia la espiritualidad humana.
El hombre actual representa la humanidad victoriosa, emergiendo de la bestialidad primaria.
El hombre en su estado actual no tiene la suficiente luz para descender con provecho a todos los ángulos del abismo de los orígenes, tal facultad la adquirirá más tarde, cuando su alma esté limpia de todo resquicio de sombra. No hay total olvido en la Corteza Terrestre, ni restauración inmediata de la memoria en las zonas de la existencia, que siguen , naturales, al campo de la actividad física, todos los hombres conservan tendencias y facultades que casi equivalen a efectivo recuerdo del pasado; y no todos, al atravesar el sepulcro, pueden readquirir , repentinamente, el patrimonio de sus reminiscencias. Quien se materializa, en el campo, de la materia densa, no puede volver a encender, de pronto, la luz de la memoria.
Interpretando de una manera simple las tres regiones de vida cerebral nervios, zona motora y lóbulos frontales, en el cuerpo carnal, traduciendo impulsividad, experiencia y nociones superiores del alma, constituyen campos de fijación de la mente encarnada o desencarnada. La demora excesiva en uno de esos planos, con las acciones que le son consecuentes, determina el destino del cosmos individual. La criatura estacionada en la región de los impulsos se pierde en un laberinto de causas y efectos, desperdiciando tiempo y energía; quien se entrega de modo absoluto, al esfuerzo maquinal, sin consultar el pasado y sin organización de bases para el futuro, mecaniza la existencia, destituyéndola de luz edificante. Para que la mente prosiga en dirección de lo alto, es necesario que se equilibre, valiéndose de las conquistas pasadas, para orientar los servicios presentes, y amparándose, al mismo tiempo, en la esperanza que fluye, cristalina y bella, de la fuente superior de idealismo elevado; a través de esa fuente ella puede captar del plano divino las energías restauradoras, construyendo así el futuro edificante.
Jesús nos recomendó el amor a los enemigos y la oración por los que nos persiguen y calumnian. Llegará el día, en que el amor, la fraternidad y la comprensión, definiendo estados del espíritu serán tan importantes para la mente encarnada como el pan, el agua, el remedio; es cuestión de tiempo. Aunque a veces parezca lo contrario, la mente humana de manera general, asciende para el conocimiento superior, a pesar que, a veces, parezca lo contrario.
Merchita
**************¿ Camino sin fin ? |
¿Podría ocurrir que cuando nuestro espiritu estuviera muy evolucionado y cerca de Dios se fusionara con éste?
El espíritu, al evolucionar, se acerca a Dios, pero no se fusiona con él, es decir, no pierde su individualidad, ya que perder la individualidad sería casi como morir. Más bien su voluntad se vuelve cada vez más afín con la del Creador y se integra voluntariamente en el plan divino.
¿Me podrías dar una visión general o algún ejemplo para que podamos entender de manera global el proceso de evolución espiritual?
Sí. La evolución individual de los espíritus se asemeja a la del ser humano en una sola vida. El niño recién nacido únicamente desarrolla por sí mismo y de manera biológicamente programada las funciones vitales para el mantenimiento de la vida orgánica. No tiene capacidad de decisión propia y depende totalmente de los padres para subsistir. A medida que el niño crece, va adquiriendo progresivamente cierta autonomía y cada vez es menos dependiente de los padres. Llegada la etapa de la adolescencia, el individuo siente cada vez más la necesidad de experimentar por sí mismo, de sentirse libre e independiente para tomar sus propias decisiones. Esto muchas veces le enfrenta con sus padres. A pesar de que éstos le intenten aconsejar con la experiencia que les da el haber vivido más tiempo, el adolescente lo toma como una intromisión en su vida. Muchas veces toma decisiones erróneas, a pesar de haber recibido advertencias de los padres.
Pero le resulta necesario experimentarlo por sí mismo a pesar de que esto le pueda hacer sufrir. En la medida en que va experimentando y aprendiendo del resultado de sus propias decisiones va madurando hasta llegar a la etapa adulta, donde alcanza la independencia
completa de los padres.
El proceso de evolución espiritual es semejante al del niño que se vuelve adulto. Inicialmente, el principio espiritual primigenio es totalmente dependiente de otros seres espirituales más avanzados, que dirigen su evolución por completo. La encarnación en estas etapas sirve para
adquirir experiencia y para que se desarrollen ciertas cualidades como la inteligencia y las emociones, que serán la base sobre la que se desarrollará la voluntad propia del futuro espíritu, como al niño pequeño le sirve la interacción con el mundo para desarrollarse, aprender a hablar y a caminar, aunque no sea capaz todavía de tomar decisiones importantes por su cuenta. A medida que el ser espiritual evoluciona, se le permite participar en la toma de decisiones, es decir, adquiere cierta autonomía. Llegado cierto momento, cuando el ser espiritual está suficientemente maduro, adquiere el libre albedrío, que es la capacidad
de decidir su destino por sí mismo. Es decir, adquiere su independencia y toma sus propias decisiones respecto a su evolución. Los espíritus tutelares ejercen en ese momento un papel semejante al de esos padres que aconsejan y advierten de los peligros que conllevan ciertas
actitudes, pero que no obligan, y permiten que el espíritu elija su propio camino, que se equivoque una y mil veces, que aprenda por experiencia propia, y que sea él mismo el que a raíz de sus vivencias decida variar o no el rumbo de su evolución.
V.G
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Manuel P. de Miranda |
“El sexo es un departamento divino para la preservación de la vida en la Tierra. Inherente a todas las criaturas, el mecanismo de la reproducción es comandado por la Mente Suprema, que genera automatismos iniciales hasta el momento de la conquista de la razón, la Humanidad, cuando el discernimiento establece la ética del comportamiento saludable para la dignificación de los seres, arrancándolos de los impulsos meramente instintivos para las elecciones del amor, en ascesis trascendente.”
“Frente a las finalidades elevadas a que se destina, tales como la encarnación y las reencarnaciones, las hormonas físicas y psíquicas, la unión de los sentimientos y la fijación de los afectos, cualquier infracción a sus finalidades superiores se tornan factores de desequilibrios, de desajustes, de perturbaciones, generando odios innombrables, rudos embates, sufrimientos dolorosos, secuelas espirituales demoradas...”
“En el sexo se encuentran las matrices de muchos fenómenos que se transfieren de una existencia para otra, atando o libertando a los Espíritus conforme la pauta de la utilización que se le posibilite.”
“De esa forma, cuando más lúcido es el ser, más responsable se torna por la función, conducta y ejercicio sexual.”
“Lamentablemente, en razón del placer que proporciona en todas las épocas y particularmente hoy, el sexo ha sido instrumento de vicios indignos, de explotaciones sórdidas, de crímenes inimaginables, convirtiéndose en vehículo de promoción social, comercial, artística y cultural, con graves e imprevisibles consecuencias”.
“Combatido tenazmente por los preconceptos religiosos durante más de mil años, finalmente se liberó bajo el estandarte de las conquistas humanas, empero, envileciéndose, corrompiéndose, agotando vidas y transformándose en factor esencial al que casi todos aspiran.”
“Conducido correctamente y dignificado por el amor, se torna en fuente de alegría, generando felicidad, armonizando y produciendo belleza junto a las creaciones que proporciona.”
“La verdadera castidad y la noble conducta sexual no se restringen al uso o no del aparato genético, sino a la actitud mental y al comportamiento emocional. La simple abstención física, acompañada del tormento interior, es solamente una fuga de la realidad, una transferencia en el tiempo.”
“Se hace indispensable considerar y comprender que el sexo es un departamento del cuerpo -como el estomago u otro órgano cualquiera- que cumple una función. La conscientización debe caracterizarte por la disciplina mental, verbal, superando las fantasías eróticas muy del agrado de las mentes viciosas. Habituándose el individuo a los pensamientos equilibrados, los llamados orgánicos son fácilmente bien dirigidos y tranquilizados.”
“Lo importante no es el ejercicio de su función, el acto en si mismo, por cuanto los líderes del placer normalmente se encuentran cansados de su uso, empero, nunca satisfechos.”
“Toda función se expresa a través de su respectivo órgano, como es evidente. De ese modo, no solo mediante el ejercicio funcional en las relaciones orgánicas, indispensables a la creación, sino también en la canalización de las fuerzas genéticas hacia los ideales del bien, de lo bello y de lo noble, la función sexual se manifiesta y enriquece al ser, armonizándolo y facilitándole amplias posibilidades en las áreas psíquicas, emocionales y físicas.”
“Su desvalorización por medio de la vulgaridad constituye un grave impedimento al equilibrio del ser humano, que arde en falsas necesidades y variantes, distante del respeto por sí mismo y por su pareja.”
“Fue por esa razón que los Espíritus Nobles, respondiendo a la pregunta de Allan Kardec, en torno del efecto que tendría sobre la sociedad humana la abolición del casamiento, fueron concisos, esclareciendo que esto sería una regresión a la vida de los animales, con el agravamiento del uso de la razón perturbada e insaciable.”
“En esa, como en otras áreas y particularmente en ella, en razón de sus poderosas hormonas y sus vibraciones en el campo de la emoción, merece ser considerado el intercambio con los Espíritus, respectivamente aquellos que se encuentran aprisionados en las fajas grotescas de la animalidad, de las pasiones viles.”
“Atraídos por las mentes encarnadas, se fijan a ellos produciendo fenómenos obsesivos de largo curso y vampirizando a sus presas atormentadas. Otras veces, necesitados de proseguir en las manifestaciones tormentosas, inspiran a los inadvertidos y pasan a utilizarlos, volviendo a disfrutar el placer voluptuoso, en cuanto el ser orgánico se siente frustrado, insatisfecho, cual ocurre también en el alcoholismo, en el tabaco, en la toxicomanía, etc. La muerte no libera a aquellos que se convirtieron en esclavos por libre opción, de las pasiones degradantes.”
“En cualquier circunstancia y especialmente en el análisis de ese fenómeno, como en la acción sexual, debe consultarse al amor y el dirá que no se debe hacer al prójimo lo que no nos gustaría que aquel le hiciese.”
“Y cuando sea necesario dirimir cualquier dificultad, se debe recurrir a la oración, que es el tónico de la vida y el hilo invisible de luz que liga al individuo a las dínamos generadoras de fuerza vital y de paz.”
(FRAGMENTO) MANUEL FILOMENO DE MIRANDA – DIVALDO P. FRANCO
LIBRO: “SENDEROS DE LIBERACIÓN”
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MÉDIUMS PÚBLICOS
PREGUNTA DIRIGIDA A ALLAN KARDEC.
Los médiums desinteresados no están a la disposición de todos, y no puede uno permitirse incomodarlos, mientras que no se tiene reparo con los retribuidos, porque se sabe que no se les hace perder el tiempo. La existencia de médiums públicos sería una ventaja para las personas que quisieran convencerse ?.
- CONTESTACIÓN DE A.K.
- Pero si los médiums públicos, como usted los llama, no ofrecen las garantías apetecidas, ¿qué utilidad pueden prestar para el convencimiento? El inconveniente que usted señala no destruye los otros más serios que yo he presentado. Se recurriría a ellos más por diversión o por conocer la buenaventura que para instruirse. El que verdaderamente desea convencerse, tarde o temprano encuentra medios si tiene en ello perseverancia y buena voluntad; pero, si no está preparado, no se convencerá con asistir a una sesión. Si a ella acude con impresión desfavorable, con peor impresión saldrá, y quizá se sentirá disgustado de proseguir un estudio en el que nada formal habrá visto, hecho probado ya por la experiencia.
Pero al lado de las condiciones morales, los progresos de la ciencia espiritista nos patentizan hoy una dificultad material en la que no se pensaba al principio, haciéndonos conocer mejor las condiciones en que se producen las manifestaciones. Esta dificultad se refiere a las afinidades fluídicas que deben existir entre el espíritu evocado y el médium.
Paso por alto los pensamientos de fraude y superchería, suponiendo la más completa lealtad. Para que un médium de profesión pudiese ofrecer perfecta seguridad a las personas que fuesen a consultarle, sería preciso que poseyese una facultad permanente y universal, es decir, que pudiese comunicarse fácilmente con cualquier espíritu y en cualquier
momento, para estar así constantemente a disposición del público, como un médico, y
satisfacer a todas las evocaciones que se pidieran. Y esto no sucede con ningún médium,
tanto en los interesados como en los otros, por causas independientes de la voluntad del espíritu, causas que no puedo desarrollar en este momento, porque no estoy dando a usted
un curso de Espiritismo. Me limitaré a decirle que las afinidades fluídicas, que son el
principio de las facultades medianímicas, son individuales y no generales, que pueden existir
de un médium para con tal espíritu y no para con tal otro; que sin esas afinidades, cuyos
matices son muy variados, las comunicaciones son incompletas, falsas o imposibles; que,
con mucha frecuencia, la asimilación fluídica entre el espíritu y el médium no se establece
más que con el tiempo, y que sólo una de cada diez veces se establece completamente
desde el primer momento. La mediumnidad, como usted ve, caballero, está subordinada a
las leyes, hasta cierto punto, orgánicas, a las cuales obedece todo médium, y no puede
negarse que no sea esto un escollo para la mediumnidad profesional, ya que la posibilidad y
exactitud de las comunicaciones se relacionan con causas independientes del médium y del
espíritu.
Si rechazamos, pues, la explotación de la mediumnidad, no es por capricho ni por sistema,
sino porque los mismos principios que rigen las relaciones con el mundo invisible se oponen
a la regularidad y a la precisión necesarias al que se pone a la disposición del público, y
porque el deseo de satisfacer a una clientela que paga, conduce al abuso. No deduzco de
aquí que todos los médiums sean charlatanes, pero digo que el cebo de la ganancia
conduce al charlatanismo y autoriza, si no justifica, la sospecha de fraude. El que quiere
convencerse debe buscar ante todo elementos de sinceridad.
QUE ES EL ESPIRITISMO. ALLAN KARDEC.
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