¿Qué ha que hacerse para recibir ayuda del mundo espiritual?
* Es muy fácil. Sólo hay que pedirlo. Se trata de intentar enviar un mensaje telepático desde el sentimiento a través del pensamiento al mundo espiritual, y esperar a ver qué sucede. Simplemente se trata de exponer lo que a uno le pasa y lo que uno necesita, y pedir ayuda. Los espíritus guía están ahí para captar esos mensajes y actuar en consecuencia. Si lo que pedís lo hacéis de forma sincera, de corazón y lo hacéis con la intención de lograr vuestra mejora espiritual, no tengáis duda de que obtendréis una repuesta. Esta es la autentica forma de orar, y no el repetir una y otra vez un motón de frases con alabanzas a Dios, Jesús, o la Virgen que no tienen ningún significado ni para vosotros ni para el mundo espiritual.
- ¿Y cómo se contacta con el o los espíritus guía? Es decir, cómo es esa ayuda que viene del mundo espiritual.
* Si la ayuda que recibís no es evidente para vosotros es porque esta ayuda se da de manera muy sutil, para no interferir en vuestro libre albedrío, y sólo se da cuando el espíritu lo necesita y esta receptivo para recibirla. El espíritu guía se comunica con vosotros mentalmente, a través de la voz de la conciencia. También el resto de espíritus os hablan mentalmente y os sugieren ideas dependiendo del tipo de inquietudes que tengáis. Por tanto, en la voz de la conciencia de cada uno hay una parte que viene el mundo espiritual, tanto de los guías como de los hermanos espirituales.
Pero también hay una parte de nuestro propio yo espiritual, que alberga la sabiduría de incontables encarnaciones. En cualquier caso, esa voz intenta aconsejaros y ayudaros a resolver vuestros problemas, para que de cada circunstancia de la vida, sea ésta dolorosa o feliz, saquéis el mayor provecho posible para vuestra evolución espiritual, para que os sirva en vuestro proceso de eliminación del egoísmo y en vuestro aprendizaje de lo que es el amor incondicional. Para poder percibir esta ayuda hace falta creer que es posible, estar dispuesto a hacer las preguntas que necesitáis responder y estar dispuesto a hacer caso de las respuestas que os llegan desde la voz de la conciencia.
- ¿Tiene que ver esto con la meditación?
* Sí. Desde el punto de vista espiritual, meditar es intentar desconectar de los problemas diarios para alcanzar un estado de serenidad que permita escuchar la voz del interior que nos ayude a mejorarnos, a ver nuestros defectos y a empezar a vivir desde el sentimiento. Meditar implica analizarse a uno mismo para conocerse a uno mismo, descubrir cuándo actúa uno con el egoísmo y cuando por lo que siente. No importa qué método utilicemos para conseguirlo, si es más o menos estético, porque ya no es lo que se hace sino con la intención con la que se hace, y a veces nos quedamos con la apariencia pero no con el fondo. Lo digo porque hay mucha gente muy flexible y que tiene gran habilidad para colocarse y aguantar en posición de loto durante horas, que respira profundamente, dejando su mente en blanco, pero que una vez sale de la relajación continúa con sus malos hábitos espirituales y que se convence a sí misma de que es espiritual sólo porque practica una técnica de relajación determinada. Esto último no es meditar, sino sólo aparentar.
- ¿Cómo oír la voz de la conciencia? A mí eso me parece muy difícil. Es decir, ¿cómo distinguir entre un pensamiento que viene de la conciencia y cualquier otro pensamiento común de nuestra mente?
* Para que podáis oír claramente la voz de la conciencia tenéis que intentar acallar por un rato el parloteo de vuestra mente, liberarla durante esos momentos de las preocupaciones cotidianas. Buscad un
momento de tranquilidad al día para estar con vosotros mismos, para meditar sobre vuestros males y vuestras actitudes del día, y entonces, si lo hacéis sinceramente, se os ayudará a encontrar las respuestas que
necesitáis y se os reconfortará para que afrontéis con mayor entereza vuestras pruebas. La voz de la conciencia no es complaciente, no es parcial, no miente, y dice cosas que pueden molestar a nuestro egoísmo. Hay personas que tienen el canal de comunicación espiritual más abierto, porque confían en esta forma de percepción y han puesto su voluntad para mejorarla, y pueden distinguir entre una respuesta conseguida por reflexión propia o una dada por los espíritus guía, pudiendo establecer un diálogo consciente con ellos.
- ¿Esta es la única forma en que se nos ayuda desde el mundo espiritual?
* No. También recibís todos una ayuda más directa durante el sueño.
Mientras el cuerpo duerme, el espíritu se despega por unos momentos del plano físico para acceder al plano espiritual, encontrándose con sus guías y seres queridos que le echarán una mano para resolver los problemas del día a día y darle fuerzas para continuar. Es decir, que todos realizáis viajes astrales durante la noche, aunque no de manera consciente. En la mayoría de gente, este contacto con el mundo espiritual vivido durante el sueño no se recuerda con total claridad, sino que sólo aparece en forma de imágenes y recuerdos más o menos nítidos, los sueños, que contienen en sí mismos ayudas espirituales encriptadas que ayudan a ver más claramente lo que cuesta tanto ver en estado de vigilia. Por esto es tan importante dormir bien para estar bien anímicamente, porque cuando la persona no duerme se impide a sí misma entrar en contacto directo con el mundo espiritual y recibir la ayuda y el aliento que necesita para afrontar las pruebas del mundo físico.
( Aportado por Angeles Calatayud )
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Desánimo Espiritual
Cuando entramos en contacto con un ideal filosófico y/o espiritual que nos toca la razón y el convencimiento, y por afinidad nos sentimos identificados con sus preceptos, es natural (y de hecho, coherente) que pasemos a incorporarlos a nuestro día a día., al menos si estamos interesados en “educar” ciertas áreas personales, mejorar nuestro patrimonio espiritual o, en definitiva, crecer como individuos. La Doctrina espirita, que es claramente evolucionista, evidencia notablemente esto de que hablamos, ya que la auto-reforma de la persona es su fin más característico.
Es común que en los primeros momentos de adhesión a este ideal filosófico (como ocurre cuando se abrazan otros ideales del mundo), la ilusión y el entusiasmo marquen los primeros pasos... Este estado es normal (y hasta positivo), pero no durará mucho tiempo si no incorporamos, a la vez, otros aspectos que den mas seguridad y madurez a la trayectoria moral o doctrinaria que hemos elegido por afinidad de espíritu...
Ilusión, proyectos de auto-crecimiento, ganas de hacer cosas, etc... Aparquemos por un momento todo esto a un lado: vamos a situarnos.
Como en todos los proyectos de vida que iniciamos, el saber situarnos previamente, resulta un paso de especial importancia.., y lleva intrínseca una trascendencia q, en general, no valoramos; no solo por lo que vale, sino por las repercusiones que tendrá mas tarde, en nuestra trayectoria espiritual... Decimos esto porque, infelizmente, esto no ocurre así, y normalmente pasamos rápidamente a incorporar nuevas perspectivas espirituales y a adoptar hábitos morales nuevos sin un planteamiento previo, sin una auto-evaluación de nosotros mismos (ese “situarse”, acoplarse...de que estamos hablando).
Pero, ¿qué significa saber situarse? Pues básicamente, meditar cual es nuestra condición interna (y global) como individuos en evolución, y tener clara nuestra realidad psicológica verdadera (sin enmascarar nada, con total honestidad)..es decir: nuestras inclinaciones afectivas, nuestras adquisiciones morales, pero sobretodo; nuestros miedos, inferioridades y pequeñas o grandes miserias, aquellas que nos encadenan al sufrimiento, pero, a la vez, nos definen como humanos..seres de luz en arduo tránsito hacia la Perfección...
Una vez hecho este “inventario” moral y psicológico (una acción que tiene que ser valiente y sincera, pues se trata de reconocer nuestra porción de sombra ..), el paso siguiente e igualmente imprescindible es aceptar todo esto que somos... plenamente.
TOMA DE CONTACTO INTERIOR
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RECONOCIMIENTO MORAL
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ACEPTACIÓN
Recordamos que toda esta especie de “sondeo” personal es para un mejor rendimiento de nuestro potencial, una puesta a punto para ofrecer lo mejor de nosotros mismos a la causa que abrazamos... conscientes de lo que somos y de las cosas que aún tenemos que trabajarnos.
Sin la auto-aceptación consciente de nosotros mismos, tal como estamos en este momento de nuestra existencia, poco adelantaremos en nuestra singladura evolutiva y poco podremos ofrecer al campo elegido de nuestros ideales (ya sean estos sociales o espirituales). No existe auto-conocimiento pleno ni reforma moral sin auto aceptación ...de que somos criaturas aún frágiles, marcadas por nuestro pasado milenario, llenas de pequeñas o grandes virtudes, pero igualmente, de grandes o incluso graves defectos. Pero no obstante, es desde esta imperfecta realidad de nosotros mismos, que el Padre de todos nos ama... y si El nos acepta tal como somos, no hay ningún motivo para que no lo hagan los demás, pero sobretodo nosotros mismos.
Llamamos la atención de todos aquellos compañeros que leen este artículo sobre la importancia de SITUARSE y AUTO-ACEPTARSE. Porque si no tenemos en cuenta todo esto, antes o después, nuestra ilusión y fuerza inicial dentro del Espiritismo (o en cualquier otra doctrina o ideal), se irá transformando en apatía y desilusión; al no haber “sincronizado” adecuadamente nuestro caudal de defectos y viciaciones (tan de la humana naturaleza, ya dijimos) con la propuesta de auto-educación y reforma de la doctrina de los Espíritus..., es como empezar la casa por el tejado, pues la auto reforma y el acoplarnos a las leyes espirituales no se hace en un solo paso, es un proceso gradual, en el que no se recomiendan pausas excesivamente largas y acomodadas, cierto es, pero desde luego sin acelerones que, además, excluyan la reflexión de lo que somos antes de ponernos en funcionamiento. Todas las cosas del cielo y de la tierra tienen su tiempo...
Si no omitimos este analizarse y auto aceptarse (sin reservas), sin enmascaramientos morales ni falsos testimonios; de forma inconsciente, el peso de nuestra realidad como necesitados espirituales (que en mayor o menor medida somos todos) se nos irá haciendo cada vez más pesado, tanto que nos irá pareciendo, cada vez con más frecuencia, mucho más “consolador” el abandonarnos a nuestras inferioridades que a trabajarlas, perdiendo así un excelente medio de hacerlo mediante el estudio de la Doctrina y el apoyo espiritual que esta conlleva.
Y es que el optar por el opuesto de todo esto que estamos exponiendo, es la aparición de los primeros “agentes” del desánimo, producto de desproporcionadas auto-imposiciones y las sutiles mortificaciones de conciencia que resultan al compararnos ,desproporcionadamente, con Espíritus superiores o los grandes bultos del Progreso (y reconocer cuanto camino nos queda para esto), acción esta que provoca el “resaltamiento” de nuestras inferioridades y, seguidamente, el no considerarnos como dignos elementos humanos que mucho tienen aún que ofrecer, pese a nuestra humana imperfección.
El no hacer todo esto que nos puede parecer tan pueril, en los primeros momentos de abrazar determinada causa en la que ponemos confianza y proyectos, determina en gran medida la trayectoria que proyectaremos en la misma. Es por esto que observamos de cuando en cuando, como determinados compañeros del camino (detentores de excepcionales posibilidades internas), terminan cayendo en una especie de ansiedad moral que en nada ayuda y que, más tarde o más pronto, termina conduciendo a la desilusión, la falta de fe y el consecuente tirar la toalla que acaba tristemente con las nobles aspiraciones de muchos.
Por ello: AUTOACEPTACION de lo que somos y sentimos, como primer paso... y PERSEVERANCIA, como herramienta de todos los días.
Paz, Luz y Trabajo para todos.
Un compañero de todos. (FEE)
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En la luz del trabajo
Virtud es también agradecer el trabajo ajeno y caminar construyendo.
Cuando transites por las veredas, dirige un pensamiento de gratitud hacia quienes fabricaron las baldosas con las que están hechas; alimentándo-te sentado a la mesa, acuérdete de los sacrificios del labrador que trató la semilla que hoy, transformada en pan, te llevas a la boca; en el hogar, recuerda a quienes levantaron el techo que te cobija, tal vez arriesgando sus proprias vidas; en una simple copa de agua que aplaca tu sed, puedes meditar en cuántos brazos se unieron en múltiples tareas con el fin de que tú la recogieras pura del grifo ...
En todas partes se inclina la vida frente a nosotros con el fin de que aprendamos de ella el don de servir, amparándonos con su permanente atención.
No hay fruto que aparezca ya maduro.
El humilde haz de leños que te proporciona fuego, exigió una prolongada actividad de la Creación.
Todo lo que existe de útil demandó humildad, disciplina, constancia, paciencia.
La Sabiduria Divina todo lo ha dispuesto para que los grandes y los pequeños se mancomunen en la sustentación del bien eterno, conservándose cada cual en su nivel característico.
El sol engendra las larvas. Las larvas fertilizan la tierra.
La planta nutre al sabio. El sabio erige la escuela.
Por más que brille en el firmamento, la estrella no comple con la función de la flor que perfuma, así como el oceano imponente no substituye al riacho que baña las entrañas de la tierra para que el valle se corone de verdor.
Todo se esfuerza junto a nosotros para que la alegría nos regocije hasta límites más allá de los necesarios.
Si ya alcanzaste el discernimiento iluminado por la convicción de la inmortalidad, posees ya bastante resonancia en el raciocinio para oír el llamado constante que te hace la vida: ¡ Trabaja, trabaja ! ...
Si ya sabes que otros mundos con distintos grados de evolución están eslabonados a éste, no desconoces que tu merecimiento, aquí y en todas partes, será valorado por las obras que realices.
Es por ello que no debes dejarte invadir por el desánimo, ni tampoco confiarte al falso placer de la haraganería.
Meditemos en las fuerzas del Universo que nos sirven infatigablemente sin preguntarnos nada, y para que la virtud se nos instaure genuinamente dentro del corazón: ¡ Trabajemos, trabajemos ! ...
(Del libro "Opinión Espírita", por los espíritus Emmanul y André Luiz, médiuns Francisco Cândido Xavier y Waldo Vieira, traducción de Héctor Centrón, Instituto de Difusão Espírita)
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Las virtudes para el aprendizaje del Amor
Aunque en este ensayo teórico parezca muy fácil amar, lo cierto es que se necesita de mucha educación, práctica y voluntad para llevarlo a cabo. Para ello, a lo largo de los tiempos, las religiones, en su papel de educadoras de las almas, nos han enseñado la práctica de las virtudes.
La mayor de ellas es la bondad y, como en si misma no lleva nada malo, debe conducir forzosamente al amor. La caridad es otra virtud fundamental, pues sirve para reparar injusticias o carencias en los seres necesitados y también para neutralizar el egoísmo de los seres más favorecidos, que al practicarla dan a los recursos que poseen la utilidad que la Providencia espera de ellos. En la humildad y en la sencillez siempre ha encontrado el hombre de bien su resguardo frente a las agresiones exteriores. Son estas virtudes las que un beneficio más inmediato aportan al ser.
La laboriosidad, aunque menos apreciada actualmente por los hombres, constituye un gran mérito delante de la Justicia Divina, pues todo trabaja en la Creación, constituyendo la ociosidad un estado de enfermedad del alma. Finalmente, la sobriedad y la modestia colocan a la criatura humana en la posición exacta que le corresponde ante Dios, pues dan la visión de la pequeñez humana al mismo tiempo que le muestran sus caminos de crecimiento.
Todas las virtudes son hijas del amor y se encuentran en aquellos que aman. De la misma forma que los colores agregados forman la luz blanca, podemos decir que la suma de todas las virtudes constituyen el amor. Este es el motivo por el que aquellos iniciados o personajes religiosos esclarecidos han puesto su énfasis en el desarrollo de las virtudes, para que ellas nos ayuden a no errar y para que nos fortalezcan el carácter. Dichas criaturas, un poco más sabias que el resto, eran y son conocedoras de aplicamos al amor.
Es muy fácil y de una belleza sublime el decir que nos amemos, el mismo Jesús nos sintetizó su Doctrina de este modo. No obstante, a muchas criaturas les resulta muy difícil de aplicar. A ellas, les aconsejamos que se apliquen a la virtud, que en caso de duda se inclinen al máximo de bien posible y de este modo aprenderán a amar.
Capítulo X — De la Paz interior.
Al aplicarnos a la práctica del bien y al cultivo del amor, recibiremos la Paz interior como recompensa de lo Alto a nuestros esfuerzos. Dicha Paz formará parte de nuestras conquistas y podemos poseerla desde el momento en que nos iniciemos en nuestra auto-reforma y autoconocimiento, cualquiera que sea nuestro grado de evolución. Por eso, Cristo derramó a manos llenas la Paz, para que la criatura humana supiese y sintiese el resultado de la aplicación de su Doctrina, la cual a su vez pertenece al mundo espiritual.
Como ya hemos advertido en nuestra introducción, la Paz forma parte de las características de los mundos más adelantados que el vuestro, siendo emitida al Universo para el auxilio de los seres y planetas en vías de regeneración. Al estar la Tierra aún en transición hacia este estado, todavía no goza de la paz necesaria a tal propósito. Cuando todas las criaturas humanas abracen el ideal de Cristo y tengan conocimiento pleno de las Leyes Espirituales, entonces la Paz reinará absolutamente en el planeta y se verá cumplida la promesa del Cristo de «instaurar su reino en la Tierra».
Las Facultades Del Espíritu
David Estany Prin
Dictado por espíritus Hermanos de la Caridad.
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