miércoles, 29 de junio de 2016

EQUILIBRIO DEL ESPÍRITU


ESPIRITISMO  Y RELIGIONES



Muchos compañeros, alegando que todas las religiones son buenas y respetables, consideran que las labores espiritas, simples y sencillas desde su mismo origen, no sufren desmerecimiento alguno aceptando el injerto de prácticas extrañas, siendo por ello que aceptan indebidamente la adulación a determinadas categorías y personalidades humanas, con la supuesta creencia de poder beneficiar así a los objetivos doctrinarios del Espiritismo.
Sin embargo, examinemos sin ninguna parcialidad la faz contradictoria de semejante actitud, haciéndolo con el rigor de la lógica.
Todos los seres que habitan en el vasto Universo son hijos del Creador y algún día llegarán a alcanzar la perfección total. Mientras tanto, en el grado evolutivo en el que nos hallamos, no nos es permitido estar con todos, aun cuando a todos respetemos, puesto que infinidad de ellos se encuentran viviendo experiencias diametralmente opuestas a los fines que nosotros nos hemos propuesto alcanzar.
No existen caminos que no sean transitables y todos nos pueden conducir a un determinado lugar del mundo .
Mas solamente los viajeros irresponsables y audaces elegirán los atajos peligrosos y las más oscuras cañadas, cruzarán montes y lagunas enfrentándose con los laberintos más inverosimiles a lo largo de la marcha difícil que escogieron.
Todos los productos expuestos en un mercado son útiles, sin excepción. Pero con el pretexto de estar ellos para la adquisición de todos, no podemos comer sin seleccionar los alimentos y sin una mínima noción de la higiene y una lógica consideración para con nuestra misma salud.
Aguas de cualquier lugar pueden calmar la sed. Pero a pesar de ello, y aun pensando en que todas tienen su valor, no es aconsejable que se beba cualquiera de ellas sin ninguna preocupación de su limpieza, a menos que la persona esté con un ansia irrefrenable de ella o con la amenaza de muerte en un desierto.
La legislación social establece la segregación de nuestros hermanos delincuentes para su dedicación a trabajos reeducativos; la policía de tránsito garante el orden de los automotores en las carreteras; los funcionarios municipales y estatales cumplen una fiscalización necesaria de la calidad y la higiene concernientes a los productos destinados al consumo público, así como vigilan constantemente la acción depuradora de los agentes y de los filtros para que las aguas no se constituyan en vehículos de endemias o de otras calamidades que arrasarían poblaciones indefensas.
Reflexionemos en eso y comprenderemos que preservar la sencillez de los principios espíritas en nuestras casas doctrinarias, para que en ellas podamos alcanzar la meta de la liberación espiritual de la humanidad, no es ni fanatismo ni rigorismo de ninguna especie, por cuanto actuar de otra manera seria lo mismo que destruir un atlas terráqueo después de largos siglos de esfuerzo y sacrificio por conseguirlo, o bien, si con el argumento de la fraternidad nos obligasen a desertar de nuestro hogar para convivir con los penitenciarios; a dejar el camino seguro por el cenagal; despreciar el alimento saludable para ingerir la refacción en mal estado y trocar el agua potable por líquidos de salubridad sospechosa.
En Doctrina Espirita, pues, es razonable afirmar que es preciso respetar todo y favorecer sin inconvenientes a cada uno de nuestros hermanos, donde quiera que se encuentren, pero por ello, no podemos aceptar todo ni abrazar todo, a fin de poder estar con la verdad.

Espiritu ANDRÉ LUIZ
Medium WALDO VIERA.
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Simpatías y antipatías terrestres 


. Dos seres que se han conocido y amado ¿pueden volver a encontrarse en otra existencia corporal y reconocerse? 

- Reconocerse, no. Pero sentirse atraídos recíprocamente, sí. Y a menudo ciertos lazos íntimos basados en una afección sincera no tienen otra causa que esa. Dos seres son acercados el uno al otro por circunstancias que en apariencia son fortuitas, pero que constituyen el resultado de la atracción de ambos Espíritus, que a través de la muchedumbre se buscan. 
a. ¿No sería más grato para ellos el reconocerse? 
- No siempre. El recuerdo de las pasadas existencias tendría inconvenientes más serios de lo que creéis. Después de la muerte se reconocerán y sabrán en qué tiempo han estado juntos. 
. La simpatía ¿tiene en todos los casos por motivo un conocimiento anterior? 

No. Dos Espíritus que armonizan se buscan naturalmente, sin que se hayan conocido como seres humanos. 
. Los encuentros que se han verificado a veces entre ciertas personas, y que se atribuyen al azar, ¿no serían el efecto de una especie de relaciones simpáticas?
Hay entre los seres pensantes lazos que todavía no conocéis. El magnetismo62 es la explicación de esa ciencia que más adelante comprenderéis mejor.
¿A qué se debe la repulsión instintiva que a primera vista experimentamos hacia ciertas personas? 

- Espíritus antipáticos, que se adivinan y se reconocen sin hablarse. 
. La antipatía instintiva ¿denota siempre una condición malvada? 

- Dos Espíritus no son por fuerza malos porque no simpaticen el uno con el otro. La antipatía puede nacer de una falta de similitud en la manera de pensar. Pero, a medida que se elevan, los matices se van borrando y la antipatía desaparece. 
. La antipatía entre dos personas ¿nace primero en aquella cuyo Espíritu es peor, o en la otra, cuyo Espíritu es mejor? 

- En una y en otra, pero las causas y efectos son diferentes. Un Espíritu malo siente antipatía por cualquiera que pueda juzgarlo y desenmascararlo. Al ver a una persona por primera vez, sabe que va a ser desaprobado por ella. Su distanciamiento se trueca en odio, en envidia, y le inspira el deseo de hacer el mal. El Espíritu bueno experimenta repulsión hacia el malvado, porque sabe que éste no le comprenderá y que no comparten iguales sentimientos. Pero, apoyado en su superioridad, no siente hacia el otro ni odio ni envidia. Se limita a evitarlo y compadecerlo. 

EL LIBRO DE LOS ESPIRITUS
ALLAN KARDEC

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JESÚS Y SU EVANGELIO DE AMOR Y LUZ

Jesús es el Ser más notable de la Historia de la Humanidad.

Su vida y Sus Obras, son las más comentadas y discutidas bajo cualquier aspecto. Su Testamento – El Evangelio – es el poema más bello de esperanzas y consuelos de que se tiene noticias.

Es un precioso tratado de psicoterapia contemporánea para los incontables males que afligen a la criatura y a la Humanidad.

Jesús separa el lado oscuro de la sociedad y de las criaturas, iluminando las conciencias con la propuesta de la liberación por medio del conocimiento de la Verdad e integración en los postulados soberanos del amor.

Incomprendido, asediado por la astucia y la perversidad, perseguido tenazmente, jamás se dejó atemorizar o desviar del objetivo para el cual había venido. Jamás la Humanidad volverá a vivir días como aquellos en los cuales “ÉL estuvo  con las criaturas, sufriendo con ellas amándolas, ayudándolas y entendiéndolas, al tiempo en que tomaba ejemplos de la Naturaleza y en su pauta incomparable cantaba la melodía extraordinaria de la Buena Nueva.

Su voz alcanza a los oídos de hoy en dia de todos aquellos que sufren o que aspiran por los ideales de belleza y de felicidad, ambicionando la plenitud.
El legado dejado por El a la Humanidad, porque nada escribió, sufrió rudas alteraciones a través de los tiempos.

No obstante, permaneció la esencia de Sus enseñanzas, que se encuentran sintetizadas en el “Amor a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como Asi mismo”

Jesús, el Hombre excelente, llegó a la tierra y enfrentó a la ignorancia predominante trayendo el mensaje de amor que jamás fuera presentado antes en la formulación de la cual Él era portador.

El amor era considerado un sentimiento femenino, propio de la fragilidad atribuida a la mujer, porque se ignoraba la fuerza existente en el ánimo que reside en todos los hombres, prepotentemente sometidos al férreo yugo de la brutalidad.

Jesús no vino a someter a la Humanidad ni a someterse a las leyes vigentes. Era portador de una revolución que tiene por base el amor en su esencialidad más excelente y sutil, y que al ser adoptado transforma los cimientos morales del individuo y de la sociedad.

El traía una nueva versión de la realidad, concentrado en el ser inmortal, procedente del mundo espiritual y que a el volvía, lo que alteraba la estructura de la justicia, que ya no mas debería ser primitiva destructiva, sino educativa rehabilitadota.

El trajo la Buena Nueva cuyos objetivos se centran en el futuro del Espíritu, en su emancipación total, en su incesante búsqueda de Dios.

Tornándose el Camino, la Suya es la Verdad que conduce a la Vida, a la plenitud, al acopio de la sabiduría y del amor.

Sus parábolas son discursos de todos los periodos del desarrolló socio psicológico de las criaturas. Y aunque hizo, grandes silencios en torno de verdades más transcendentes que podrían ser desnaturalizadas por falta de madurez evolutiva y psicológica de Sus contemporáneos, imposibilitados hasta registrar el pensamiento, que habría e sufrir, inevitablemente, mutilaciones, adaptaciones, adulteraciones de acuerdo con los intereses vigentes en cada estadio de la evolución.

En la perspectiva de la psicología profunda, la Ley de Amor está inserta en el ser legitimo, trabajando sin cesar; y es revelante y esencial significado, que aun delante de leyes injustas e imposiciones apasionadas, el ser lucido no debe crear dificultades o temer a los mandatos negativos, por cuanto, en su libertad interior, nada de fuera consigue alcanzarlo realmente, excepto la sabiduría de la Ley Natural, inserta en su conciencia.
Jesús en momento alguno levantó Su voz para maldecir al mundo, para condenarlo, por el contrario; proponía respeto y consideración por su estructura conforme Él mismo se comportaba, comedido y afable.

El vino para que los hombres conociesen la realidad, cuando decía que Su Reino no era de este mundo, transitorio, relativo, material, decía una gran verdad.

Y aunque se refería a las Esferas de donde procedía, Su reino también eran los paisajes y regiones del sentimiento, donde se pueden establecer las bases de la fraternidad y el amor uniese a todos los individuos como hermanos, conquista primordial para la travesía por el puente metafísico del mundo terrestre para aquel que es de Dios y nos aguarda a todos.

Si no existiese la vida futura, ningún significado tendría en Su vida – en todas las vidas – el esfuerzo hercúleo para erguir al ser humano del primitivismo, y recomendarle la incesante lucha por la transformación moral, por la adquisición de percepciones psíquicas, que son un elemento básico para la constatación de ese desideratum.

El desea conducir a sus ovejas al reino de donde Él vino como un Pastor gentil, que irá a presentarlas al Supremo Creador, es el amor que encierra las más completas aspiraciones existenciales del ser humano.

El vino a instalar en la Tierra el amor – de hay sus palabras: “Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad, que en su definición profunda y penetrante es Dios”

La  existencia terrena debe ser vivenciada con placer y emoción, frente a la riqueza de experiencias que ofrece, auxiliando al Espíritu a desprenderse de las fajas inferiores de las pasiones, experimentando el júbilo de los gozos que estimulan el avance y compensan los cansancios y desaires de los emprendimientos humanos.

Jesús Hombre no presentó métodos, técnicas, conductas especiales, para conseguir el reino. El es todo eso, vivió todas esas expresiones, señalando las muchas moradas que existen en la Casa del Padre. Refiriéndose a los mundos habitados que pueblan el Universo.

Jesús humanizado es el gran medico de las almas, que como las conoce profundamente, presenta la terapia recuperadora, al tiempo que ofrece la libertadora, que esita nuevos compromisos.

El cultivo del amor, sustentado por la oración que se convierte en canal de irrigación de la energía que procede de Dios y vitaliza a la criatura humana.

El ser humano es la suma de sus aspiraciones y necesidades, pero también es el resultado de cómo aplica esos recursos que pueden esclavizar o libertar.

Por medio de la oración se identifica con otras ondas psíquicas y se impregna de energías que saturan de paz, de enriquecedoras alegrías de vivir y crecer en el rumbo de la plenitud.

Toda la terapéutica propuesta por Jesús es libertadora, total y sin retrocesos. El no se detiene al borde del problema, sino lo identifica, despertando al problemático para que no reincida en el error, en el compromiso moral con la conciencia, a fin de que no le acontezca algo peor, tales como la amargura sin consuelo, la expiación sin alternativa, el impositivo del rescate compulsivo.

Jesús fue la Luz que vino al mundo y el mundo rechazó prefiriendo la densidad de la neblina envolvente y alucinante. Él demostró por medio del ejemplo como vivir equilibradamente y morir con sinceridad, aunque sea a través de cualquier flagicio impuesto.

El nunca se presentó como la solución de problemas, sino que invitó a todos a hacer su  parte, a responsabilizarse por los propios deberes, tornándose el Educador que siempre se hizo comprender. Diferente de todos los hombres, no se revistió de aspecto excéntrico, ni tampoco tomó actitudes aberrantes para llamar la atención, manteniéndose siempre el mismo, preservando el criterio de la selección natural por el merito de cada discípulo que se asociase a Su ministerio.

El permaneció fiel a su compromiso, sin alterarlo para ilusionar o congregar simpatizantes.

Vino a instruir y consolar mediante el ejemplo de dedicación, abriendo surcos nuevos en el suelo de los corazones para en ellos sembrar las palabras seguras y medicamentosas para la preservación de la salud y de la vida.

Por ser el camino, único además, para llegar a Dios, no tuvo otra alternativa sino afirmar Venid a mi, todos los que estáis afligidos y sobrecargados, que yo os aliviare.

Casi siempre el individuo inmerso en la sombra, de la que tiene dificultad de libertarse, disfraza sus imperfecciones proyectando la imagen irreal de un comportamiento que está lejos de poseer pero que se torna, comúnmente, severo pararon los demás y muy tolerante con los propios errores.

Establecida esa transferencia psicológica de conducta, pasa a vivir en un torbellino de pasiones y tormento de aflicciones que procura disimular con habilidad.

Cuando alguien se yergue para censurar y condenar sin autoridad moral el hecho también produce escándalo, por esconder la deficiencia y resarcirse en aquel en quien proyecta la inferioridad que le gustaría eliminar de si.

Todos debemos respetar las decisiones y acciones del `prójimo, y el que se levanta para impedir el desarrollo de otro, sea por el motivo que fuera, realiza un escándalo de agresión a su libre albedrío, envolviéndolo en su sombra, de la que no consigue liberarse.

Son bienaventurados los pacíficos, aquellos que trabajan con método y confianza tranquila a favor de la renovación del mundo y de sus criaturas, consiguiendo ser llamados hijos de Dios que representan toda la paz. La paz debe constituir la meta del ser pensante que lucha en continuas tentativas de adquirir la plenitud.

La paz es un tesoro que no puede ser afectado en circunstancia alguna, que la lleve a desaparecer.

Hay sufrimientos ocultos y revelados muy variados y complejos que son desafiantes de la sociedad. Algunos seres se encuentran tan enfermos moralmente y tan incrédulos de la caridad, que se tornan agresivos, difíciles de ser ayudados, exigiendo paciencia perseverante y desinteresada para alcanzarlos. Cuanto más enferma, mas atención paciente necesita el ave humana herida en su vuelo de crecimiento interior. No siempre es fácil entender la desesperación de otro, cuando no se sufrió algo semejante.

Jesús vino a ayudar a sus hermanos a enseñarles como podrían ser felices. No obstante, no anhelo que esa felicidad fuese lograda solamente después de la muerte, sino en el instante mismo de la renovación interior, que es el momento propicio para aspirar a la paz y a la armonía.

Dios es la meta, es el Medio, la vida es el camino que Él ilumina con ejemplos para que todos se encuentren y se engrandezcan.

Surgen, entonces, con la psicología profunda una nueva imagen de Jesús, el Hombre que ama, que sirve, que espera, que enseña y pacientemente intercede ante el Padre por todos aquellos que están en la retaguardia.

El deja de ser un recuerdo de la ortodoxia o de la teología para tornarse vivo y actuante, próximo siempre de quien Lo quiera escuchar y seguir Sus enseñanzas actuales y palpitantes.

Su propuesta no es para huir de este mundo enfermo, de la sociedad empobrecida moralmente, sino para que se consiga curar la dolencia con la conquista de la salud para cada miembro del planeta, y haya enriquecimiento moral de todas las criaturas miembros del organismo social. Tal empresa es un grave desafió que solamente los espíritus pacientes lo han de   conseguir y por eso, serán llamados hijos de Dios…

Las palabras de Jesús fueron:

“Y cuando yo sea elevado de la Tierra a todos atraeré hacia mi”. – Juan 12:23

Iluminado por una indefinible claridad Jesús ascendió lentamente ante las lágrimas de los compañeros y las esperanzas de redención por el trabajo del porvenir.

En Betania, la montaña disminuía, los horizontes del mundo se ampliaban y Sus ojos bañaban de ternura el fecundo campo de acción, donde las flores del amor deberían abrirse a través de los tiempos bajo Su inspiración.
Convivió entre aquellas gentes sencillas, donde estableció las bases de edificación fraterna para los espíritus.

Se olvidó de si mismo, para suministrar la lección máxima de la humildad, y descendió de lo Alto para servir mejor.

Para el cumplimiento de sus planes, dispensó intermediarios y ÉL mismo participó de los mínimos preparativos, demorándose diariamente y a cada instante, con el más esmerado desvelo, para infundir, por medio del ejemplo, las lecciones firmes del deber y de la abnegación.

Previendo las consecuencias políticas, sociales y espirituales de Su mensaje en la Historia de los tiempos, pudo vislumbrar desde entonces, las legiones de los que no titubearían en sacrificarse y sufrir los tormentos que fueran necesarios para permanecer fieles a los postulados de la Verdad, hasta alcanzar la muerte  infamante…

Y pensando así, el rabí se envolvió en una inusitada alegría.

Los conquistadores preparaban soldados y mercenarios infundiendo terror, combatían los cuerpos, despojaban ciudades, apagaban las aspiraciones de los pueblos debilitados…

Jesús llegó anónimo, y partió humildemente humillado. No obstante, legó a los que quedaron confiados, la armadura de la paciencia, las armas del amor y la estrategia del bien incesante e infatigable.

El campo tal vez, quedó muchas veces cubierto de cadáveres… cadáveres de sus legionarios que se entregaron al sacrificio, pero jamás sacrificaron a otro.

Les ofreció instrumentos hasta entonces desconocidos de concordia y mansedumbre, e inauguró un extraño y singular modo de combatir. El combate de la no- violencia.

Y sin embargo, por esa misma razón, no hubo lugar para El en la Tierra… y aun así, de Sus lecciones vivas e incorruptibles de amor, brotaron bendiciones, y el puñado de espíritus encarnados que quedaron en la retaguardia, alcanzaron paulatinamente los elevados e inamovibles objetivos que después tendrían que conquistar.
En lo infinito de las horas, habría de llegar el momento de la comunión final con los amados y el triunfo final sobre las miserias que convulsionan las mentes y los corazones.

Eran simple polen que a pesar de ello, fecundarían a la humanidad entera, venciendo las distancias y los tiempos. Eran hombres y mujeres arrancados de sus quehaceres diarios, para cumplir con la incomparable jornada del socorro fraternal. Ellos mismos no se percibieron de la profunda significación que encerraba el abandonar todo y seguirlo…… Durante meses, guardaron extrañas e ingenuas esperanzas; lucharon entre si, disputándose la supremacía, soñaron quiméricos triunfos, aspiraron tener honras banales…

Después, lentamente, aclarados los interrogantes que perturbaban su facultad de razonar y nublaban sus sentimientos vacilantes, pudieron presentir la elevada responsabilidad de la que estaban investidos.

Recorrieron la tierra como discreto perfume de poderoso aroma, y por donde pasaron, sin siquiera percibirlo, dejaron señales imborrables.

Los escogió de diversas procedencias, siendo todos ellos, corazones comprometidos con el quehacer diario y la rutina de sus vidas sencillas.

A una mujer habituada a los cojines de seda y a la seducción, le ofreció fuerzas y valor, para que renovada se convirtiese en ejemplo vivo de la victoria del espíritu sobre la carne perecedera.

Conmovió a un orgulloso “doctor de la Ley” enseñándole  la profunda interpretación del complejo mecanismo de los renacimientos purificadores.

Aun fiel administrador le enseñó las esperanzas del Reino, restituyéndole su hija enferma, en elocuente testimonio del valor de la salud espiritual.

Confundió con el verbo simple y las actitudes sencillas a los hipócritas y mentirosos, a los engañadores y a todos aquellos que se complacían en malversar los valores de cualquier naturaleza.

A los amigos – íntimos compañeros de todas las horas – los eligió de entre aquellos que cumplían las modestas funciones del pueblo, adiestrándoles en un régimen de austera disciplina e incesante dedicación, a fin de prepararlos para las luchas interminables sin límites…
Sabia que ellos llevarían Su voz cantando, sudorosos y sacrificados, pero también, resueltos y conscientes, a todos aquellos espíritus que la necesitaban, mitigando así las ulceras terribles que minaban el organismo de la humanidad.

El sabía también que las manos de la codicia y del crimen se levantarían y que habría toda clase de obstáculos. Que las armas más crueles serian utilizadas contra ellos mientras permanecieran fieles a su testimonio, recorriendo la tierra.

Vislumbró las crueldades sin par y las persecuciones implacables que organizarían contra ellos, sin disminuir su animo, ni quebrantar su coraje, puesto que se apoyaba en la Iglesia de la revelación que estaba asentada en la roca de la verdad con la argamasa de Su sangre y con el sello de su resurrección, quedando reservado al futuro el resultado de su sacrificio por amor…

El cordero confraternizaría con el lobo y la cizaña cedería lugar al trigo, floreciendo la gleba humana con las bendiciones de la paz integral.

Voces angélicas saludaban al rey Excelso diciendo: “Gloria a Dios en las alturas, paz  en la tierra a los hombres de buena voluntad” cuando llegaba al trono del Altísimo.

El Divino Amigo, lejos de las sombras donde quedaron los hombres, envueltos en sus pasiones y ansiedades, abriendo sus brazos con el espíritu lleno de confianza y, todo armonía, balbuceo pensando en aquellos que Lo seguirían a través de los tiempos:

“Padre nuestro que estas en el  Cielo” Retornando al seno de Aquel que lo Envió., sin apartarse, de los luchadores que quedaron en la retaguardia terrena hasta la “consumación de los evos”

Desde entonces el sufrimiento y el dolor encontraron amparo en manos débiles que se fortalecen con el contacto del trabajo cristiano.

Por donde pasa la hiedra de la guerra sembrando cadáveres y destrucción, corazones abnegados avanzan tras de ella atendiendo a la viudez, a la orfandad, al abandono y a la miseria.

La impiedad jamás volvió a instalarse en la tierra ni la persecución consiguió el triunfo total.

En todas partes, El estuvo presente y la simple pronunciación de Su nombre, es un vigoroso estímulo para la libertad y la paz espiritual.

A pesar de no haber triunfado en el mundo, Jesús venció las vicisitudes y estableció las balizas  del Nuevo Mundo de la Humanidad Feliz, en cuya construcción todos nosotros, encarnados y desencarnados, estamos unidos en el ejercicio de aprendizaje y la vivencia evangélica.

Por eso hermanos que Dios nos ilumine a todos e instale en nuestros corazones el amor porque el acrecentará nuestras virtudes y destruirá la imperfección que aun nos domina poco a poco.

Porque solo por el amor será salvado  el hombre.

Trabajo  Merchita  extraído de los libros:
(Las Primicias del reino) y (Jesús y el Evangelio)
Ambos de Divaldo Pereira Franco

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EQUILIBRIO DEL ESPÍRITU

Cada criatura recibe de acuerdo con las necesidades de la propia evolución, aunque hay que considerar  que ninguna existencia física es fruto del azar,  no está distante de cariñosa ayuda y de socorros providenciales

La franja  más ancha de las reencarnaciones ocurre a través de fenómenos automáticos, en una programática colectiva, esta no se da sin que los superiores encargados de los renacimientos, en la Tierra, tomen cuidadoso conocimiento y ofrezcan, a través de equivalentes hechos programados los medios para la selección  de las que conquistan y pierden individualmente…

Esas comunidades de Espíritus, aparentemente desvalidos y grupos sociales  menos atendidos, dan curso a sus asistencias, sincronizando con los mecanismos de acción automática, manipulados por especialitas  que los separan  por los valores adquiridos, para atenciones mejor cuidados, conforme las realizaciones de cada cual.

Cuando se objetivan realizaciones especiales, los Bienhechores  de la Vida Mayor, atienden  directamente  a los candidatos que se ofrecen para la aplicación de sus valores ético-morales, recuperándose de los dolorosos compromisos pretéritos, aceptando los impositivos severos que se hacen necesarios para sus edificaciones.

Para estas edificaciones, se organizan planes  que son sometidos a los interesados, que inmediatamente pasan a recibir conveniente atención, de forma a tornarse remoto el fracaso; que puede suceder, desde que el libre albedrío responde siempre por la opción de hacer o no, de elegir el bien o el mal para si mismo, el placer de ahora en vez de la felicidad de mañana, costando tormentoso tributo, pesada carga, para cuantos retornen, vencidos y fracasados, por falta de vigilancia, engaño o presunción.

Todos nos encontramos incursos en este procedimiento que es el de luchar  por el perfeccionamiento  intimo, aplicando todas las fuerzas para vencer, las malas inclinaciones y cincelar las tendencias  superiores tornándolas más sensibles para  relevantes conquistas espirituales. Este es el gran desafió de la reencarnación, el esfuerzo diario, constante y especial.

Las aflicciones que torturan a la criatura, no son solo las que hacen parte de su vida,  sino la suma de las experiencias, en las cuales, el bien predomina por medio de criaturas que se transforman  en ángeles tutelares, encargados de colocar belleza y color  en las sombras de los caminos…

Los ejemplos  de bondad y de absnegación son una cosecha de preciosas lecciones que quedan incorporadas en lo cotidiano, con relación a las futuras luchas que se tienen que enfrentar.

El Señor, que no nos regatea nada, suministra los preciosos recursos para los resultados dichosos que recogemos. El Espíritu se le abre, ante el futuro, nuevas oportunidades que le corresponde saber utilizar, no olvidando jamás la gratitud y el espíritu de servicio de que es objeto, en las donaciones que le llegan por parte  de muchos corazones bondadosos…

“El hombre puede escoger la prolongación de la felicidad si opta por la renuncia, o el sufrimiento inesperado, derivado de muchos desencantos, si prefieren las cosas mundanas.

La existencia es de lucha y redención, nunca de quimeras y futilidades. La inversión superior es muy alta para ser desperdiciada irresponsablemente.

“La vigilancia y la humildad constituyen derrotero seguro para la marcha. Renovados en la fe y adquiriendo resistencias para la ejecución del bien.

“El cuerpo es una escafandra  que amortigua  los recuerdos y. a veces, los confunde. En la meditación y en el servicio se encuentra la ruta y el equilibrio.

“El lujo lleva a la disipación y al poder, no pocas veces, conduce al crimen. Son raros los que vencen  las ásperas pruebas de la fortuna,  de la salud, del destaque social, ya que se hacen acompañar  de un sequito servil: mentiras, adulaciones, intrigas, calumnias, intereses subalternos que conducen a la locura…

 Todos estamos muy comprometidos con el pasado, en el cual muchos compañeros  gimen  y están desequilibrados, hermanos que fueron abandonados, en mazmorras infestadas, postrados por odios devoradores. Murieron si,  pero no se liberaron.  Encarcelados  en las reminiscencias infelices, vociferan y blasfeman, pidiendo justicia y se prometen hacerla, en la locura en que se sumergieron, amargados.

“Es indispensable rehacer caminos; se hace inaplazable  el deber de reparar. Tal vez no sean ellos los que se beneficien directamente, ya que las acciones de todos son anotadas en el Libro de la Vida.

“Cualquier bien o mal realizados la Vida, los soberanos códigos programan  el reajuste, el equilibrio… Solo el amor puro y la acción superior conseguirán modificar los cuadros íntimos del alma.

El olvido  es una llaga cruel, cuando baja su cortina sobre el bien disfrutado y las gracias recibidas.  Hay que  armarse de abnegación y elevarse para ayudar. Hay que saber ser fieles al deber, para que la luz bendiga las horas y el tormento so se arropes en los corazones, ni la duda encuentre campo en la mente de los hombres.

En el plano Espiritual  esta la familia espiritual, y ella se eleva cuando ascendemos y se aflige cuando nos caemos. La unión en el compromiso del bien es el impulso del éxito, y en el desvió, la separación aunque placentera, de hoy, es alarmante para mañana. En cualquier situación, no obstante, Jesús vela  y sigue esperando a sus hermanos menores.

Por penetrar en las causas anteriores  de los fenómenos psicológicos y humanos de las criaturas, el Espiritismo desata las ataduras  que limitan la comprensión de las soberanas leyes, haciendo que se establezcan generosas promesas, en forma de paz y cordialidad, al principio  entre sus miembros y después, generalizándose entre las demás personas.

El amor, siendo de sustancia divina, es el inspirador de ideales relevantes y de nobles sentimientos. Estructurador de renuncia personal, desarrolla la capacidad del sacrificio y de la abnegación, ofreciendo sustentáculo a los trabajos de gran porte. Vive el perdón y se convierte  en factor primordial para la acción  de la caridad, sin cuyo combustible esta se nublaría transformándole en filantropía  o apenas, solidaridad, que no dejan de revelar su procedencia elevada, todavía, emuladas por el tono divino del amor  logran explayarse como la virtud por excelencia.

Gracias a su génesis, el amor no se ensoberbece ni se consume, sabiendo diluir en el grupo social sus preferencias individuales y generalizando toda la gama de sus manifestaciones. Supera los límites de las formas y de los sexos de la posición social y de la situación económica, estableciendo normas de fraternidad y esparciendo  el polen del afecto puro y desinteresado por donde pasa  o el lugar donde se presenta.

Cuando los instintos agresivos, remanentes de la etapa primitiva por la que transito el espíritu, cedan lugar  a las expresiones del amor, se cambiaran los paisajes sombríos  de la Tierra y las aflicciones  existenciales cederán campo al imperio de la comprensión y de la tolerancia en un abrazo de auxilio reciproco… El crimen y sus secuaces dejaran de tener vigencia en razón  de la ausencia del caldo de cultivo en el cual se desarrollan, sustentados  por la ignorancia generada en las intimidades del egoísmo.

Cristo fue y continúa siendo el prototipo de ese amor que debe ser vivido por todos y la meta a ser alcanzada  lo antes posible en los días venideros…
La fraternidad cristiana, que deriva de ese amor, trascendente, viene modificando la Tierra y abriendo sus hábitos, abriendo espacios para la felicidad general.

Trabajo realizado por Merchita
Extraído del Libro “Cuadros de la Obsesión” de Divaldo Pereira  Franco.

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¿ NECESITA DIOS DE 

OFRENDAS Y REGALOS? 

Por supuesto que el Ser Supremo-Dios-Causa Primera- Gran Arquitecto, no necesita de nuestros halagos, ofrendas o ceremonias. 
Al igual que los padres, que aun siendo imperfectos dan sus vidas por sus hijos, sin esperar agradecimiento, sino por el solo hecho de verlos crecer y desarrollar sanamente. 
La necesidad del agradecimiento o reconocimiento a nuestra labor esta relacionada directamente con el ego humano. Imagino, que Dios no padece de ese mal nuestro y que por lo tanto no necesita de halagos, regalos y ofrendas. Pero, dicho esto, también opino lo siguiente: 

Que madre no se sentirá halagada y feliz de recibir de manos de su pequeño hijo o hija, una simple florecita silvestre que este arranco en un gesto de Amor para ella? 

Todo el Amor del Padre-Madre Creador se puede resumir en el deseo tan inmenso que Dios siente de que todos sus hijos e hijas sean felices. Dios esta por encima de las "formas y de las pequeñeces humanas". Sabe de nuestras necesidades psicológicas determinadas por nuestra edad evolutiva y así recibe de nosotros la ofrenda que con Amor y por Amor alguien desee ofrecerle. La necesita Dios? Con seguridad no! Que madre rechazaría el regalo de su pequeño hijo? 
Amor...ahí esta la clave del Conocimiento.

- Rey Formoso -
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