DESARROLLO MEDIÚMNICO
En el sentido espiritista- cristiano,desarrollar mediumnidad es perfeccionar nuestra capacidad de relacionarnos con los Espíritus, incorporándonos a los servidores del Evangelio que trabajan para a regeneración de los aprendices de la escuela terrena.
Es nuestra educación psíquica.
Debemos fijar en nuestro pensamiento que la facultad mediúmnica se liga íntimamente a nuestro comportamiento moral.
Para relacionarnos con los Espíritus superiores no es suficiente con querer,es preciso mas que una intermitente y fugaz aspiración,en un determinado momento de nuestra vida.Es fundamental crear un interés recíproco y efectivo,haciéndonos dignos de la presencia y de la orientación de almas que,por elevadas,desarrollan innumerables tareas.
Un Espíritu mayor solo se aproxima al aprendiz cuando éste posea condiciones para absorber las lecciones y ajustarse al esquema de servicios.Sería una pérdida de tiempo util si atendiese a todos los que le solicitan la presencia,olvidados de aprovechar las lecciones que ya gravitan a su alrededor.
Un espíritu elevado es un maestro.
Comparémoslo,pues,con nuestros maestros.
Entre nosotros los profesores de nivel universitario no se dedican a enseñar a alumnos que están cursando las primeras letras del alfabeto en nuestras escuelas primarias.Aguardan a que los pequeños sufran una selección recorriendo la escala gradual del conocimiento hasta que,después de vencer las pruebas preliminares,tengan a traves de la frecuencia a las aulas nociones mas profundas de Ciencia,Arte,de Filosofía y toda gama de valores culturales atesorados en milenios de evolución.
Es el ritmo de la auto-selección natural.
Educándonos moralmente,o sea ampliando nuestra visión del bien y del mal,optando por la práctica del bien,elevaremos nuestras vibraciones fluídicas individuales y estableciendo un vínculo con las esferas mas altas .
Tomando éste camino,estaremos ajustados a los esquemas de trabajo de Jesús y seremos movilizados para el sector en que mas produzcamos.
En ese ajuste de nuestras aspiraciones a las actividades superiores de los mentores de la vida,está el objetivo del desarrollo mediúmnico.Difiere,pues,de la simple práctica mediúmnica,Y no se realiza,por la naturaleza del ejercicio a que nos impele,sólo en las mesas intercambio y socorro espirituales.Sale del ámbito estrecho de las paredes de una agrupación humana,para transformarse en una necesidad permanente en nuestra existencia.
Tales ejercicios,con el objetivo de conseguir condiciones íntimas para el intercambio cristiano,se realizan en todos los minutos y en todos los segundos de nuestra vida:
En el clima familiar.
En el círculo de amigos y compañeros.
En la proximidad de nuestros vecinos.
En las cercanías espirituales de nuestros enemigos.
En la mira de nuestros perseguidores gratuitos
En la calle por donde caminan los que sufren.
Bajo el techo de las familias pobres.
En los grupos de estudio.
En los templos de nuestra fe.
ROQUE JACINTO:DESARROLLO MEDIÚMNICO
*****************************
La Decisión de Ser Feliz
Empéñate al máximo para hacer tu vida agradable a ti mismo y a los otros.
Es importante que todo lo que hagas presente un significado positivo, motivador de nuevos estímulos para proseguir tu existencia, que debe estar caracterizada por experiencias enriquecedoras.
Si las personas que te rodean no concuerdan con tu opción de ser feliz, no te descorazones y, sin agresión alguna, continúa generando bienestar.
Eres la única persona con la que contarás para estar contigo desde la cuna hasta el túmulo, y después de el, como resultado de tus actos.....
Generar simpatía y producir estímulos optimistas en ti mismo, representa un crecimiento emocional significativo: la madurez psicológica en pleno florecimiento.
Es relevante que tu comportamiento produzca un intercambio agradable y cariñoso con las demás personas. No obstante, de no complacerte, se transformará en un tormento que te inducirá a actitudes perturbadoras, deshonestas.
Tus cambios y actitudes afectan a aquellos con quienes convives. Por lo tanto, es natural que, a medida que te acercas a la plenitud, te brinden a cambio más recursos para que generes tu propia alegría.
Juana de Angelis/Divaldo Franco, Libro Momentos de Salud
*****************************
UN CONCEPTO DEL ALMA
Aquí nos encontramos en presencia de una teoría, de una concepción susceptible de reconciliar a las doctrinas materialistas y espiritualistas, las que durante tanto tiempo se han combatido sin poderse conmover ni destruir recíprocamente. Según esta teoría, el alma ya no sería una vaga abstracción, sino un centro de fuerza y de vida, inseparable de su forma sutil, imponderable, aunque material. Hay en eso una base positiva para las esperanzas y aspiraciones elevadas de la humanidad. No acaba todo en esta vida: el Ser, perfectible siempre, recoge en su estado físico, sin cesar afinado, el fruto de los trabajos, de las obras y los sacrificios de todas sus existencias.
La queja dolorosa, el llamamiento que sube hacia el cielo desde las profundidades de la humanidad, no queda sin respuesta. Aquellos que han vivido entre nosotros y prosiguen en el Espacio, bajo formas más etéreas, su evolución infinita, éstos no se desinteresan de nuestros sufrimientos ni de nuestras lágrimas. De las cimas de la vida universal descienden sin cesar hasta la Tierra corrientes de fuerzas y de inspiración. De ahí vienen los rasgos del genio, los soplos potentes que pasan sobre las multitudes en las horas decisivas; de ahí llegan las fuerzas para quienes se doblegan bajo el duro peso de la existencia.
Un lazo misterioso une a lo visible con lo invisible. Nuestro destino se desarrolla en la cadena inmensa de los mundos y se traduce en engrandecimientos graduales de vida, inteligencia y sensibilidad.
Pero el estudio del Universo oculto no se nos presenta sin dificultades. Allí, como aquí, el bien y el mal, la verdad y el error se mezclan, según el grado de evolución de los Espíritus con los cuales entramos en relación.
De ahí la necesidad de abordar el terreno de la experimentación con una extrema prudencia, después de los estudios teóricos preparatorios. El Espiritismo es la ciencia que regula estas relaciones. El nos enseña a conocer, atraer y utilizar las fuerzas bienhechoras del Mundo Invisible, a apartar las malas influencias y, al mismo tiempo, a desarrollar las potencias ocultas, las facultades ignoradas que duermen en el fondo de todo ser humano.
DIOS Y EL UNIVERSO
LEÓN DENIS
********************
Médiums sensitivos o impresionables
164. Designamos de este modo a las personas capaces de sentir la presencia de los Espíritus por medio de una vaga impresión,una especie de roce sobre todos los miembros, que ellas mismas no pueden comprender. Esta variedad no presenta un carácter bien definido.
Todos los médiums son necesariamente impresionables, de modo que la impresionabilidad es más bien una cualidad general que especial. Se trata de la facultad rudimentaria indispensable para el desarrollo de todas las otras. Difiere de la impresionabilidad puramente física y nerviosa, con la cual no debe ser confundida; porque hay personas que no tienen los nervios delicados, pero que sienten con mayor o menor intensidad el efecto de la presencia de los Espíritus,
al paso que otras, muy irritables, no los sienten en absoluto.
Esta facultad se desarrolla con el hábito, y puede adquirir tal sutileza que aquel que la posee reconoce, por la impresión que experimenta, no sólo la naturaleza buena o mala del Espíritu que está a su lado, sino incluso su individualidad, del mismo modo que el ciego reconoce por un no sé qué la aproximación de tal o cual persona.* El sujeto se convierte, en relación con los Espíritus, en un verdadero sensitivo. Un Espíritu bueno produce siempre una impresión suave y agradable. En cambio, la impresión producida por un Espíritu malo es penosa, angustiante y desagradable. Tiene como un cierto olor a impureza.
EL LIBRO DE LOS MEDIUMS
ALLAN KARDEC
**********************
SUFRIMIENTO Y CALAMIDADES
Mercedes Cruz Reyes
Las calamidades son pruebas que proporcionan al hombre ocasión de ejercer su inteligencia de probar su paciencia y resignación a la voluntad de Dios, y le pone en condición de desplegar sus sentimientos de abnegación, de desinterés, y de amor al prójimo, si no está dominado por el egoísmo.
Al hombre le es dado evitar las calamidades por una parte pues muchas son consecuencia de su imprevisión y a medida que adquieren conocimientos y experiencia, pueden evitarlas, es decir, si sabe buscar sus causas. Pero los males que afligen a la humanidad los hay generales que pertenecen a los secretos de la Providencia y cuyos efectos afectan más o menos a todos los individuos. A estos el hombre no puede oponer más que resignación a la voluntad de Dios; pero estos mismos males aún pueden ser agravados más por la incurría humana.
El espiritismo nos explica perfectamente la causa de los sufrimientos individuales, como consecuencias inmediatas de las faltas cometidas en la existencia presente o expiación del pasado. Pero dado que nadie ha de ser responsable más que de sus propias faltas, nos son menos explicables las desgracias colectivas que abrazan a las aglomeraciones de individuos como a veces a toda una familia, ciudad o nación, raza, desgracias que comprenden así a los buenos como a los malos, a los inocentes como a los culpables.
Cada hombre reúne tres caracteres; el de individuo o ser en sí mismo, el de miembro de familia y el de ciudadano. Bajo cada una de estas fases puede ser, criminal o virtuoso, es decir, puede ser virtuosa como padre de familia y criminal al mismo tiempo como ciudadano y viceversa y de aquí las situaciones especiales en que se encuentra en sus existencias sucesivas.
Salvo algunas excepciones puede admitirse como regla general que los que en una existencia están unidos en una empresa común ha vivido ya juntos trabajando en el logro de lo que hoy resultan y que volverán a encontrarse juntos en el porvenir hasta que hayan expiado su pasado, o cumplido la misión aceptada.
Gracias al espiritismo comprendemos la justicia de las pruebas que no derivan de los actos de la vida presente, pues nos decimos que son el pago de deudas pasadas. En las pruebas colectivas suele ser igual, el inocente de hoy puede ser el culpable del ayer y si es castigado individual o colectivamente, es porque lo merece. Además, hay faltas del individuo y del ciudadano como ya hemos dicho antes y las expiaciones del uno no absuelven al otro pues toda deuda ha de ser pagada hasta él último óbolo.
Las virtudes de la vida pública no son las mismas que las de la vida privada y el que es un excelente ciudadano, puede ser un mal padre, y aquel que es un buen padre de familia probo y honrado en sus negocios puede ser un mal ciudadano, haber atizado el fuego de la discordia oprimido al débil y manchado sus manos, con crímenes a la sociedad.
Estas faltas colectivas son las que expían colectivamente los individuos que a ellos han concurrido, las cuales vuelven a encontrarse para sufrir juntos la pena del talión, o tener ocasión de reparar el mal que han hecho probando su amor a la cosa, socorriendo y asistiendo a los que maltrataron en otro tiempo.
A menudo se renace en la misma familia para reparar culpas reciprocas. Se renace en el mismo centro, en la misma nación, en la misma raza, ya por simpatía, para continuar con los elementos que se han elaborado y proseguir trabajos empezados y que la brevedad de la vida, o las circunstancias no permitieron concluir.
La reencarnación en el mismo centro es la causa del carácter distintivo de los pueblos y de las razas pues mejorándose progresivamente, conservan, sin embargo, el matiz primitivo, hasta que el progreso los transforma completamente.
Los franceses de hoy son los de la Edad Media los de los tiempos druídicos, son los exactores y las víctimas del feudalismo; los que esclavizaron a los pueblos y han luchado por emanciparse, los cuales se halla en la Francia transformada, donde unos expían en la humillación el orgullo de raza, los otros disfrutan del producto de su trabajo.
Cuando se piensa en los crímenes de aquellos tiempos en que no existía respeto a la vida de los hombres y al honor de las familias, en que el fanatismo levantaba hogueras en honor a la divinidad, cuando se piensa en todos los abusos del poder, en todas las injusticias que se cometían con mengua de los más sagrados derechos naturales.
No hay duda de que hay familias, ciudades, naciones, y razas culpables; porque dominadas por el orgullo, el egoísmo, la ambición y la codicia, van por el mal camino y hacen colectivamente lo que aisladamente un individuo. Se ve que una familia se enriquece a expensas de otra, que un pueblo subyuga a otro pueblo llevando la desolación y la ruina y que una raza quiere anonadar a otra. He aquí porque hay familias, pueblos, ciudades y razas sobre las que pesa la pena del talión.
Para el espiritismo, la solidaridad es un hecho que descansa en una ley universal de la naturaleza, que enlaza a todos los seres del pasado, del presente y del porvenir, a cuyas consecuencias nadie puede esquivarse. Cuando todos los hombres conozcan el espiritismo comprenderán la verdadera solidaridad y en consecuencia la fraternidad verdadera. Luchar contra la adversidad es un deber, sufrir sin reaccionar ante los males de la vida seria una cobardía. Las dificultades que han de vencer los hombres ejercitan y desarrollan su inteligencia. Sin embargo, cuando los esfuerzos son superfluos, cuando se interpone en el camino lo inevitable, llega para el hombre la hora de la resignación.
Ningún poder puede lograr apartar del hombre las consecuencias de su pasado. Solo un loco puede tratar de luchar contra la naturaleza inmutable de las cosas, en tanto que el Espíritu sensato encuentra en el padecimiento un medio de reconfortarse y de fortificar sus cualidades viriles. El alma intrépida acepta los males del destino pero, con el pensamiento, se eleva por encima de ellos y hace de los mismos un pedestal para alcanzar la virtud.
Las aflicciones más crueles y más profundas cuando son aceptadas con la sumisión que supone el consentimiento de la razón y del corazón indica generalmente él término de nuestros males, el pago de la última fracción de nuestra deuda. El dolor reina siempre como soberano en el mundo, y, sin embargo, la voluntad divina ha graduado sus efectos.
Si pudiéramos elevarnos con el pensamiento, esas calamidades no nos parecerían más que huracanes pasajeros en el destino del mundo, pues a pesar de los males que ocasionan cambian el estado de una comarca y el bien que de ello resulta, no es apreciado con frecuencia más que por las generaciones futuras.
************************
No hay comentarios:
Publicar un comentario