FENÓMENOS PARANORMALES
LA PUERTA DEL FENÓMENO
La
inquietud por saber de estos temas profundizando en ellos, viene suscitada la
mayoría de las veces por la curiosidad que normalmente nace en las personas
ante hechos extraordinarios o “raros”, llamados “Paranormales”, siempre y
cuando su curiosidad sea mayor que los
temores y prejuicios que siempre
suscitan. La primera cuestión a despejar
es si realmente existen o solo son bulos o fantasías.
El querer descubrir la realidad que pueda
existir tras unos hechos extraños, una vez establecida su
realidad, nos lleva a la curiosidad por
saber sobre qué es lo que los ocasiona y
por qué se producen; qué misterio se oculta tras ellos, y esto nos lleva a todo un mundo de
deducciones filosóficas y a unas
consecuencias morales que se deducen de
estas y que pasan a formar parte de nuestra propia conciencia individual, y nos
comprometen e impulsan finalmente a dirigir más
libre y conscientemente nuestras
vidas. Por eso comenzamos con este tema,
siempre inquietante, que suele ser la
puerta de entrada a un conocimiento
esotérico y espiritual muy amplio.
Quien alguna vez ha presenciado algo extraordinario, se ha
sentido inclinado a pensar y
analizar lo que son estos fenómenos y a lo que nos conduce el conocerlos.
Por esa puerta de acceso al
conocimiento de lo trascendente, entramos la mayoría en un comienzo de nuestra
andadura espiritual. El propio Kardec, Codificador de la Doctrina Espírita,
comenzó sus indagaciones tras presenciar
el fenómeno imposible de las “mesas danzantes”, sobre todo cuando comprobó que
a través de un número de golpes convenidos previamente, se podía entablar con
ellas un breve intercambio de palabras. De ese fenómeno, enseguida dedujo que
considerando los golpes dados por las mesas como un efecto inteligente, la
causa que los producía forzosamente tenía que ser una causa inteligente.
Son aquellos sucesos extraños que a veces ocurren en determinadas circunstancias, y que suelen ser poco frecuentes y de carácter extraordinario, porque en sí mismos extralimitan lo que se considera como fenómenos "normales" u ordinarios , y que son provocados por causas más o menos desconocidas. Están constituidos por diversos tipos de sucesos en los que intervienen energías de carácter psíquico generalmente, pero que no tienen nada de mágico ni de milagroso, de modo que aunque poco frecuentes y extraordinarios, no están al margen de lo que es natural, por lo que tampoco entran en el ámbito de lo que se entiende por "sobrenatural".
El Espiritismo, tan denigrado por la ignorancia y la malicia de quienes se declararon sus enemigos, así como la Parapsicología que estudia e investiga estos fenómenos que van más allá de lo que explica la Psicología los clasifican en dos grandes grupos: Los “Anímicos”, cuyas causas son psíquicas o mentales causadas por un sujeto que en sí mismo es la causa que los origina, y los “Espiríticos” o Mediúmnicos, cuyo origen y causa son energías inteligentes, que proceden generalmente de la manifestación de los Espíritus de personas que fallecieron pero que sin embargo se manifiestan por mediación de personas que actúan como canales o intermediarios, llamados médiums por el Codificador del Espiritismo, Allan Kardec, acreditando así que los Espíritus de las personas que murieron, de alguna forma continúan existiendo realmente tras la muerte de su cuerpo físico .
- Jose Luis Martín -
“Tales fenómenos, basados en
una ley de la naturaleza, no poseen nada de maravilloso ni de sobrenatural, en
el sentido que vulgarmente se atribuye a estas palabras”
Allan Kardec-
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EL ENEMIGO DEL ESPIRITISMO
" El que tenga ojos para ver, que vea. Es que tenga oídos para oír, oiga "
- Jesús de Nazaret -
¿Quienes son los que más guerra hacen al Espiritismo?
Esta pregunta nos hemos hecho varias veces, y siempre, siempre, nos hemos contestado,lleno el corazón de amarga pena, que el mayor enemigo que tiene el Espiritismo son los mal llamados sus adeptos, es decir, aquellos que no se encuentran suficientemente preparados para entrar en posesión de la verdad espírita; verdad que produce en ellos el mismo efecto que la luz muy intensa ante quien acaba de salir de las tinieblas: les ciega, corroborando, una vez más, las frases del naturalista Gohete: "Luz, más luz, produce tinieblas". acidad más que suficiente para despreciar a los materialistas y a los adeptos de todas las religiones, mientras ellos se entregan, con temerario fanatismo, a la dirección poco garantizada de cualquier espíritu. Envanecidos por haber presenciado algunas sesiones espiritistas, se lanzan con marcada impremeditación a propagar aquello mismo que no han comprendido, o dan publicidad a comunicaciones que desvirtúan y ridiculizan las sublimes verdades que el Espiritismo entraña, desatendiendo también, algunos en grado máximo, su parte moral.
Y es que como no hacen uso de la facultad de pensar que todos poseemos en mayor o menor desarrollo, se dejan llevar tan solo de las impresiones y con la mejor buena fe, inconscientemente, se constituyen en verdaderos enemigos de una doctrina que está llamada a ser la base de la sociedad del porvenir, siend en realidad ls que pueden dañarla, ocasionando, sin su completo desprestigio, el alejamiento por mas o menos tiempo, de la realización de sus sanos propósitos, que como es sabido, tienden a la moralización y a la felicidad humana.
" El espiritista ha de ser racionalista, o dejar de serlo"; es decir, aquel que se sienta conmovido ante las hermosas y regeneradoras verdades que preconiza el Espiritismo, ha de procurar seguir, con arrogante decisión, las huellas luminosas de las que con justicia, son reputados como apóstoles de creencia tan sublime.
¿Qué es lo que esas lumbreras del saber nos aconsejan?. Lo siguiente:
Estudiar para ser sabios,
Ser sabios para ser buenos,
Ser buenos para ser dichosos.
He ahí, en bien pocas palabras trazado, el derrotero que debe seguir quien quiera ostentar el título de espiritista.
¿Se lleva a la práctica con la debida escrupulosidad esta sabia recomendación, por todos aquellos que hacen verdadero alarde de ser discípulos de Kardec?
¡ Triste es confesarlo!. Bastantes son los que sin más norma que su capricho, ni más ilustración que la que sus guías espirituales-como ellos dicen-les prestan, a cada momento,ensordecen los vientos haciendo Espiritismo a todas horas.
De ahí que muchos, muchísimos que acudirían a saciar con verdadero afán su abrasadora sed de saber en las límpidas y cristalinas aguas del Espiritismo, y muchos viven muriendo en este planeta Tierra, sin esperanza alguna que mitigue sus acerbadas penas, llevando un mundo de dudas en su cerebro; al ver la grotesca caricatura de lo que para ellos sería el complemento de su ser, la indestructible convicción del más allá, huyen de él con el corazón destrozadoo por la más cruel decepción.
Por eso repetimos:
Los que más cruda guerra hacen al Espiritismo son muchos de los que a sí mismos se llaman espiritistas.
"El Espiritismo no ha nacido para cierta clase de personas". Compadéceseles:"¡Porque n saben lo que hacen!....
Covirael Ropen
La Luz del Porvenir enero 1929
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MÁXIMAS EXTRAÍDAS
DE LA ENSEÑANZA DE LOS ESPÍRITUS.
El objeto esencial del Espiritismo es el mejoramiento de los hombres. No es necesario procurar sino lo que puede ayudar al progreso moral e intelectual.
36. El verdadero Espírita no es aquel que cree en las manifestaciones, sino aquel que aprovecha la enseñanzas dadas por los Espíritus. Pues de nada sirve creer, si la creencia no le hace dar un paso al frente en el camino del progreso y si no le torna mejor hacia su prójimo.
37. El egoísmo, el orgullo, la vanidad, la ambición, la codicia, el odio, la envidia, los celos, la maledicencia, son para el alma hierbas venenosas de las cuales es necesario arrancar cada día algún pie y tienen como antídoto: la caridad y la humildad.
38. La creencia en el Espiritismo no es aprovechable sino en aquél de quien se puede afirmar: Soy mejor hoy que ayer.
EL ESPIRITISMO EN SU MÁS SIMPLE EXPRESIÓN. ALAN KARDEC.
DE LA ENSEÑANZA DE LOS ESPÍRITUS.
El objeto esencial del Espiritismo es el mejoramiento de los hombres. No es necesario procurar sino lo que puede ayudar al progreso moral e intelectual.
36. El verdadero Espírita no es aquel que cree en las manifestaciones, sino aquel que aprovecha la enseñanzas dadas por los Espíritus. Pues de nada sirve creer, si la creencia no le hace dar un paso al frente en el camino del progreso y si no le torna mejor hacia su prójimo.
37. El egoísmo, el orgullo, la vanidad, la ambición, la codicia, el odio, la envidia, los celos, la maledicencia, son para el alma hierbas venenosas de las cuales es necesario arrancar cada día algún pie y tienen como antídoto: la caridad y la humildad.
38. La creencia en el Espiritismo no es aprovechable sino en aquél de quien se puede afirmar: Soy mejor hoy que ayer.
EL ESPIRITISMO EN SU MÁS SIMPLE EXPRESIÓN. ALAN KARDEC.
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PUNTUALIZACIONES APARTE
La importancia que el hombre da a los bienes temporales está en razón inversa de su fe en la vida espiritual: es la duda sobre el futuro lo que le lleva a procurar sus alegrías en este mundo, satisfaciendo sus pasiones, inclusive a expensas del prójimo.
40. Las aflicciones en la Tierra son los remedios del alma, pues ellas la salvan para el futuro como una operación quirúrgica dolorosa salva la vida de un enfermo y le devuelve la salud. Por eso dijo Cristo: “Bienaventurados los afligidos porque serán consolados.”
41. En vuestras aflicciones mirad a los que están por debajo y no encima; pensad en aquellos cuyo sufrimiento es todavía mayor que el vuestro.
42. Es natural la desesperación en aquél que cree que todo acaba con la vida del cuerpo, pero carece de sentido en aquél otro que tiene fe en el porvenir.
43. El hombre, frecuentemente, es el artífice de su propia infelicidad en este mundo; que se remonte a la fuente de sus infortunios y verá que son, para la mayoría, el resultado de su imprevisión, orgullo y avidez y, por consiguiente, de su infracción a la ley de Dios.
ALLAN KARDEC.
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EL NO, NUESTRO DE CADA DÍA
¿ Cuantas veces nos encontramos con situaciones en que, por gentileza o por timidez, dejamos de hacer aquello que nos gustaría?.
No se trata solo de hacer algo por el otro, sino de hacer siempre por el otro, en detrimento de nosotros mismos.
Muchas veces injuriamos mentalmente, a la persona que llegó justamente a la hora de la novela, o de aquel conocido que pide algo pesado para traer de viaje. Pero incluso así, usted deja de ver la novela y realiza el pedido.
¿ Qué nos impide decir: Puedo llamarte más tarde ?
E incluso dejarle claro al amigo que realmente no se le va a traer lo que él quiere?.
¿ Por qué preferimos ignorar nuestras voluntades y someternos a los anhelos ajenos?
Las concesiones sirven para vivir de forma civilizada, en sociedad.
Cada persona posee una frontera, un reloj interno que nos avisa cuando debemos ceder o no.
Cuando este mecanismo no funciona directamente, perdemos la noción del límite.
Surge un permiso para dejar invadirse.
La persona en cuestión no desarrolló la capacidad de posicionarse ante las situaciones y de decir ¡ NO !
Y, en el caso de que no acontezca, viene acompañado de culpa, arrepentimiento e inseguridad.
Saber negar algo a alguien no es tan fácil como parece.
Negarse a hacer el trabajo de los otros, siempre es negarse a asumir papeles que usted no quiere, negarse a respirar el humo del cigarro en un área de no fumadores, decir que no va a comprar nada a aquella vendedora que queda empujando mercancías y arriesgarse a encarar reprobaciones
Y saber donde comienzan y terminan sus derechos.
Para adquirir esa noción de límites es preciso tener formación. Eso mismo,formación.
Imagínese en situaciones que parecen difíciles para usted.
Pensar en las mejores respuestas, imaginarse hablando, actuando,colocándose.
Decirle a su cuñada que no quiere comer nada más que un pedazo de aquel dulce maravilloso que ella hizo; pedirle a su enamorada que divida las cuentas con usted, decirle a su jefe que usted no podrá hacer aquella noche extraordinaria, pues es la presentación de su hijo en la escuela...
Es experimentar el NO
Si tal palabra le parece pesada, se puede utilizar otras formas de negación. Comience de forma gradual. Por ejemplo, a usted no le gusta el plátano. Su suegra o adora e insiste en hacerle una torta de plátano cuando usted ya se marcha. Y usted no aguanta más el tener que comerlas. Usted puede comenzar con un simple estoy sin voluntad, evolucionar hacia un tal vez después y terminar con un ¡no me gusta el plátano, pero aquellas obleas parecen deliciosas !
Así, cada día, a cada respuesta, usted puede perder la vergüenza, la culpa, el miedo de contrariar a quien a usted le gustaría que le aceptase.
Es importante destacar que no siempre la persona que dice NO, sabe sus límites.
Y los límites del otro.
Saber sus límites es defender sus derechos sin ofender.
No estoy haciendo apología del egoísmo.
Es saber equilibrar sus emociones y pensar lo que pasa dentro de usted en aquel momento.
No se trata de decir siempre si o siempre no, pero aquí puedo hacer una concesión o aquí no.
Está sin la mínima voluntad de ir a comer a casa de la prima, de la hermana o de su marido, pero ellos tienen en cuenta su presencia?. Negocie. Cada uno cede un poco. Puede quedar menos tiempo y después hay que ir al cine.
Saber tener juego de cintura es una habilidad más que puede ser desenvuelta con buenas dosis de amor propio, seguridad y autoconocimiento.
40. Las aflicciones en la Tierra son los remedios del alma, pues ellas la salvan para el futuro como una operación quirúrgica dolorosa salva la vida de un enfermo y le devuelve la salud. Por eso dijo Cristo: “Bienaventurados los afligidos porque serán consolados.”
41. En vuestras aflicciones mirad a los que están por debajo y no encima; pensad en aquellos cuyo sufrimiento es todavía mayor que el vuestro.
42. Es natural la desesperación en aquél que cree que todo acaba con la vida del cuerpo, pero carece de sentido en aquél otro que tiene fe en el porvenir.
43. El hombre, frecuentemente, es el artífice de su propia infelicidad en este mundo; que se remonte a la fuente de sus infortunios y verá que son, para la mayoría, el resultado de su imprevisión, orgullo y avidez y, por consiguiente, de su infracción a la ley de Dios.
ALLAN KARDEC.
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EL NO, NUESTRO DE CADA DÍA
¿ Cuantas veces nos encontramos con situaciones en que, por gentileza o por timidez, dejamos de hacer aquello que nos gustaría?.
No se trata solo de hacer algo por el otro, sino de hacer siempre por el otro, en detrimento de nosotros mismos.
Muchas veces injuriamos mentalmente, a la persona que llegó justamente a la hora de la novela, o de aquel conocido que pide algo pesado para traer de viaje. Pero incluso así, usted deja de ver la novela y realiza el pedido.
¿ Qué nos impide decir: Puedo llamarte más tarde ?
E incluso dejarle claro al amigo que realmente no se le va a traer lo que él quiere?.
¿ Por qué preferimos ignorar nuestras voluntades y someternos a los anhelos ajenos?
Las concesiones sirven para vivir de forma civilizada, en sociedad.
Cada persona posee una frontera, un reloj interno que nos avisa cuando debemos ceder o no.
Cuando este mecanismo no funciona directamente, perdemos la noción del límite.
Surge un permiso para dejar invadirse.
La persona en cuestión no desarrolló la capacidad de posicionarse ante las situaciones y de decir ¡ NO !
Y, en el caso de que no acontezca, viene acompañado de culpa, arrepentimiento e inseguridad.
Saber negar algo a alguien no es tan fácil como parece.
Negarse a hacer el trabajo de los otros, siempre es negarse a asumir papeles que usted no quiere, negarse a respirar el humo del cigarro en un área de no fumadores, decir que no va a comprar nada a aquella vendedora que queda empujando mercancías y arriesgarse a encarar reprobaciones
Y saber donde comienzan y terminan sus derechos.
Para adquirir esa noción de límites es preciso tener formación. Eso mismo,formación.
Imagínese en situaciones que parecen difíciles para usted.
Pensar en las mejores respuestas, imaginarse hablando, actuando,colocándose.
Decirle a su cuñada que no quiere comer nada más que un pedazo de aquel dulce maravilloso que ella hizo; pedirle a su enamorada que divida las cuentas con usted, decirle a su jefe que usted no podrá hacer aquella noche extraordinaria, pues es la presentación de su hijo en la escuela...
Es experimentar el NO
Si tal palabra le parece pesada, se puede utilizar otras formas de negación. Comience de forma gradual. Por ejemplo, a usted no le gusta el plátano. Su suegra o adora e insiste en hacerle una torta de plátano cuando usted ya se marcha. Y usted no aguanta más el tener que comerlas. Usted puede comenzar con un simple estoy sin voluntad, evolucionar hacia un tal vez después y terminar con un ¡no me gusta el plátano, pero aquellas obleas parecen deliciosas !
Así, cada día, a cada respuesta, usted puede perder la vergüenza, la culpa, el miedo de contrariar a quien a usted le gustaría que le aceptase.
Es importante destacar que no siempre la persona que dice NO, sabe sus límites.
Y los límites del otro.
Saber sus límites es defender sus derechos sin ofender.
No estoy haciendo apología del egoísmo.
Es saber equilibrar sus emociones y pensar lo que pasa dentro de usted en aquel momento.
No se trata de decir siempre si o siempre no, pero aquí puedo hacer una concesión o aquí no.
Está sin la mínima voluntad de ir a comer a casa de la prima, de la hermana o de su marido, pero ellos tienen en cuenta su presencia?. Negocie. Cada uno cede un poco. Puede quedar menos tiempo y después hay que ir al cine.
Saber tener juego de cintura es una habilidad más que puede ser desenvuelta con buenas dosis de amor propio, seguridad y autoconocimiento.
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