LA GUERRA DE SIRIA Y LA NAVIDAD

           LA GUERRA DE SIRIA  Y  LA  NAVIDAD 

     Otra vez nos encontramos en vísperas de una celebración: La de Jesús de Nazaret, el Cristo de la Tierra-, que vino a enseñar a la humanidad los caminos correctos para  gozar de una felicidad de una meta que  solo puede ser la de la Paz y el de la verdadera y total fraternidad entre los seres humanos que habitamos y compartimos este planeta de expiaciones y de pruebas. 
     Mediante la palabra y el  ejemplo, ese fue su mensaje, pero por lo que parece, los seres humanos estamos todavía lejos de entenderlo, pues precisamente en la celebración de su aniversario, se sigue masacrando y asesinando en Siria  a las pobres gentes aisladas sin refugio ni alimentos, en medio de una ciudad destruida por las bombas y en donde quienes tienen el poder en este mundo para poner a salvo y respetar sus vidas, parecen empeñados, no comprendemos el por qué, en dejarlos morir bajo las bombas,  o por hambre  y por frio. Seres humanos indefensos, violados en todos los sentidos, abandonados y reos de una sentencia a muerte, no  decretada por ningún juez, pero si programada sin escrúpulos por alguna mano negra, poderosa, e interesada en este oscuro conflicto entre tantas partes, que actúa entre las sombras de unos motivos políticos  que llevan a querer conquistar el poder total  sobre los  demás, sin importar credos, razas o religiones; aquí , en el caso de Siria al que nos referimos ahora, parece ser que lo que prima es la demostración de ese poder ante el resto de humanos, demostrando que nadie tiene poder para impedir la consecución de esta guerra ni de ninguna otra, y haciendo que a estos pobres aislados en medio de una  guerra que no han provocado  ellos, se les deje morir cruelmente sin ninguna clase de escrúpulo, solamente como exhibición  de la poderosa maquinaria de la guerra, en donde las gentes inocentes e indefensas, ancianos, niños, enfermos...., no son nada a considerar ni a respetar.
 Hablamos de una zona de nuestro planeta, que lleva ya más de cinco años asolada por la guerra, en la que se han empleado medios de destrucción prohibidos internacionalmente en acuerdos que no sirven para nada, como son los de la llamada “guerra química” ; un conflicto  en el que ha habido, no solamente muchas muertes   ( unas 300.000 desde que se inició), sino muchísimas violaciones sistemáticas de  los llamados “derechos humanos” . Un escenario en el que los intereses en lucha, vienen de diversos frentes y grupos  interesados por mantener el poder en la zona, aunque sea a costa de la destrucción de tantos seres humanos, a los que no se consideran hermanos, sino enemigos.
No hay nada más que seguir diariamente las noticias internacionales a través de los medios de comunicación, para empezar a comprender lo que está pasando día a día en Siria, por ejemplo. Allí vemos el sufrimiento humano de esas víctimas y la crueldad sin límites de quienes no desean que ninguna de ellas se salve o que deje de sufrir. No se les permite la huída por los llamados “pasillos humanitarios”, se les devuelve a las ruinas de su ciudad devastada, como se puede devolver a los corrales de un matadero a las reses condenadas al irremediable sacrificio. A esa postura inhumana de matar sin compasión a quien menos culpa tiene, le llaman "daños colaterales", lo cual suena a la más grotesca de las burlas, porque permitir que estas personas se pongan a salvo, no supone nada más que la voluntad de permitirlo, pero por la razón que sea, parece ser que hay más interés en dejarlas morir así, que en permitirles la vida después de tanto horror.
     ¿ Realmente podemos seguir comiendo y cenando en estas fiestas “religiosas”, con la familia y amigos, festejando una tradición que une a las familias y a las personas y que habla de amor y paz, pero que sin embargo, ante esta cruel situación seguimos “mirando  para otro lado” sin hacer nada, ni tan siquiera informarnos de la realidad para que nuestra conciencia no se incomode por nuestra inactividad ante el dolor ajeno?. Al considerar este horror humano, a muchos, cuando nos sentamos ante los alimentos para comer y cenar, celebrando el nacimiento de Jesús,  se nos retira el apetito ante el pensamiento del  sufrimiento ajeno.
       ¿Pero, qué podríamos hacer?- se dirán muchos. Ciertamente que nadie tenemos en la mano un poder total como para enmendar de inmediato estas situaciones dramáticas y dolorosas; siempre pensamos que eso es cosa de otros, de los políticos o de las ONG, y nuestra incapacidad individual para hacer nada concreto, es nuestra mejor arma o excusa para seguir de brazos cruzados sin hacer nada y disfrutando de la vida, mientras la conciencia se quiere tranquilizar de este modo.  Sin embargo, los espíritas sabemos de nuestra relación permanente con Dios y con los planos espirituales, y sabemos también que Cristo nos enseñó que ante las dificultades y problemas, llamásemos al Padre con total confianza en su respuesta: “llamad y se os abrirá”. Pues bien, vamos a proponer acciones concretas aunque estas solo sean un pequeño “grano de arena en un desierto”, pero algún papel hacen, cuando las usamos para generar el bien a nuestro alrededor. Por ejemplo, y es muy importante, tomemos conciencia de  estas tristes realidades humanas y antes de las reuniones familiares para celebrar y degustar, hagamos por todas esas víctimas del dolor, una oración elevada al Padre, proyectando Luz y fuerza espiritual para estos, nuestros hermanos, para que en la medida de lo posible,  puedan recibir la ayuda necesaria para poner término a su cruel situación humana. También esa oración puede incluir la petición de Luz y ayuda a los demás seres humanos del planeta, para que comiencen a comprender en profundidad , que en efecto, todos somos hermanos, hijos de un mismo Padre-Madre, y que como dijo Jesús, todo lo que hagamos de bueno o de malo a cualquiera de nuestros hermanos, se lo estamos haciendo a Él también, porque todos somos Uno ante el Padre Creador. Ayudemos, colaborando en la medida y forma en que cada uno pueda, con asociaciones y ONG, legalizadas  e instituidas, que están con sus voluntarios y medios más o menos escasos, actuando ya, o tratando de actuar en la zona del conflicto, tal como Acnur, Cruz Roja, etc.
Tenemos una clase política ocupada en otros temas que también son muy importantes, pero les podemos hacer llegar nuestras masivas peticiones de que por encima de todo luchen por activar la salvación de esas pobres víctimas de la guerra, minimizando aspectos políticos, como es el qué hacer con ellos o en donde colocarlos una vez liberados de la muerte y de la guerra. Que se conciencien de que estamos hablando de salvar urgentemente a nuestros hermanos para los que  en esta situación “especial navideña”, siguen necesitando de nuestras voluntades porque se actúe y se les salve de un final de horror humanamente injusto. Ellos no han inventado esa guerra que padecen, ni ninguna otra.
      Ante la imagen del pequeño Jesús recién nacido, solo nos cabe unir nuestras manos y nuestros corazones, aunque sea mentalmente, y pidamosle  su mirada hacia estas víctimas del desamor.
      Y pidamos que el mundo cambie en general, y se comience a pensar que con más fraternidad y más amor y Caridad, tendríamos mayor seguridad y mayor grado de dicha y felicidad, lo cual ya es un anticipo de lo que va a suceder en  la nueva sociedad de Regeneración que se avecina ya inminente.
      Finalmente, para terminar este pequeño artículo cuya finalidad es hacernos reflexionar y ponernos en marcha, cito aquí la siguiente frase de Allán Kardec :

“ Cuando todos los hombres estén convencidos de que Dios es el mismo para todos ; de que ese Dios, soberanamente justo y bueno, nada injusto puede querer; que no es de Él, sino de los hombres, de donde viene el mal, todos se considerarán hijos del mismo Padre y se extenderán las manos los unos a los otros.”

PAZ para todos, (incluidos los que solo quieren guerras y muertes para los demás).
- Jose Luis Martín-

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ESPIRITISMO TRANSFORMADOR PARA UNA NUEVA HUMANIDAD

Si el espiritismo debe, así como está anunciado, conducir a la transformación de la humanidad, esto sólo será posible por el mejoramiento de las masas, y no llegará sino gradualmente y poco a poco por el de sus individuos, ¿Que importa el creer en la existencia de los Espíritus, si esta creencia no hace mejor, más benévolo, más indulgente para con sus semejantes, más humilde y más paciente en la adversidad ? ¿ Para qué le sirve al avaro el ser espiritista, si siempre es avaro ; al orgulloso, si siempre está lleno de si mismo; al envidioso, si siempre tiene celos? Todos los hombres podrían, pues, creer en las manifestaciones, y la humanidad quedar estacionada;pero no son estos los designios de Dios. Todas las sociedades espiritistas formales deben dirigirse hacia el objeto providencial agrupándose alrededor de ellas los que tienen unos mismo sentimientos; entonces habrá unión entre ellas, simpatía, fraternidad, y no un vano y pueril antagonismo de amor propio, de palabras más bien que de cosas; entonces serán fuertes y poderosos, porque se apoyarán sobre una base inalterable: el bien para todos;entonces serán respetadas e impondrán silencio al torpe sarcasmo, porque hablarán en nombre de la moral evangélica respetada por todos .
Tal es el camino por el cual nos esforzamos en hacer entrar al espiritismo. El estandarte que enarbolamos muy alto, es el del espiritismo cristiano y humanitario y nos consideramos felices al ver reunirse a su alrededor tantos hombres en todos los puntos del globo,porque comprenden que aquí está el áncora de salvación la salvaguardia del orden público, la señal de una era nueva para la humanidad. Invitamos a todas las sociedades espiritistas a que concurran a esta grande obra; que de una a otra parte del mundo se tiendan la mano fraternal y confudirán el mal encerrándole en confusas redes.

Extraido El LIBRO de los MEDIUMS Cap.XXIX.
ALLAN KARDEC.

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           INFLUENCIA DEL SUEÑO

Mercedes Cruz Reyes

La ciencia humana aún no sabe cuál es el poder que entorpece la mente durante el sueño, ni mucho menos, las leyes que lo regulan. Sabe, sin embargo, que existe una actividad mental, y que a través del sueño el cuerpo rehace sus energías.

El sueño es el recuerdo más o menos nítido de las experiencias que el Espíritu trae, al despertar, de su excursión por el Plano Espiritual. Constituye, por eso, una de las evidencias de la realidad del alma. Cuando el cuerpo reposa, el Espíritu libera un poco más sus facultades, al contrario de lo que sucede cuando se encuentra despierto, recordándose, muchas veces, del pasado y hasta penetrando el futuro.

El sueño influye más de lo que creemos en nuestra vida.

El sueño libera enteramente al alma del cuerpo. Cuando dormimos, quedamos en el estado en que, de manera definitiva, nos encontraremos después de la muerte. Los Espíritus que pronto se desprendieran de la materia por ocasión de la muerte, tienen sueño inteligente. Cuando estos duermen, reencuentran la sociedad de otros seres que les son superiores: viajan, conversan y con ellos se instruyen.

Trabajan hasta en obras que, al morir, hallan acabadas. Esto, debe enseñarnos una vez más que no debemos temer a la muerte, puesto que morimos todos los días conforme el decir de un santo.

Esto en cuanto a los Espíritus elevados. Mas para la masa de hombres, que con la muerte se quedan largas horas en esta perturbación, en esta incertidumbre, de que os hablaron, estos van a mundos inferiores a la Tierra, donde los llaman antiguos afecciones, y buscan placeres aún más bajos que los que tienen aquí. Van a aprender doctrinas aún más viles, más innobles y más nocivas que las que profesan en vuestro medio. Y lo que establece la simpatía en la Tierra no es sino el hecho de sentirnos, al despertar, aproximados por el corazón a aquellos con quien acabamos de pasar ocho o nueve horas de felicidad o de placer. Lo que también explica las antipatías invencibles es que, en el fondo del corazón, sabemos que esas criaturas tienen una conciencia diferente de la nuestra, pues las conocemos sin jamás haberlas visto con los ojos. Es también lo que explica la indiferencia, puesto que no buscamos hacer amigos, cuando sabemos que tenemos otros que nos aman y nos quieren. En una palabra, el sueño influye más de lo que pensáis sobre vuestra vida.

Por efecto del sueño los Espíritus encarnados están siempre en contacto con el mundo de los Espíritus, lo que permite que los Espíritus superiores, sin mucha repulsión, consientan en venir a encarnarse en vuestro medio. Dios quiso que, durante su contacto con el vicio, ellos pudiesen venir a rea-temperarse en la fuente del bien, a fin de no fallar, ellos que vienen para instruir a los otros.

El sueño es la puerta que Dios abre para los amigos del cielo; es el recreo tras del trabajo, la espera de la gran liberación, la liberación final que los debe reintegrar a su verdadero medio.

El sueño es el recuerdo de aquello que vuestro Espíritu vio durante el sueño; notad, empero, que no soñáis siempre, porque no siempre os recordáis de aquello que visteis o de todo cuanto visteis. No es vuestra alma en todo su desdoblamiento; muchas veces no es más que el recuerdo de la perturbación que acompaña a vuestra partida o a vuestra llegada, a lo que se junta el recuerdo de aquello que hicisteis lo que os preocupa en el estado de vigilia. Sin esto, ¿cómo explicar esos sueños absurdos, tanto de los más sabios, como de los más simples? Los malos Espíritus también se sirven de los sueños para atormentar las almas débiles y pusilánimes.

Por otro lado, dentro en poco veréis desenvolverse una nueva especie de sueños. Ella es tan antigua como la que conocéis, mas vosotros la ignoráis. El sueño de Juana, o de Jacob, o de los profetas judíos y o de algunos adivinos indianos: este sueño es el recuerdo del alma enteramente desprendida del cuerpo, el recuerdo de esa segunda vida de que os hablaba hace poco.

Procurad distinguir bien esas dos especies de sueños, en aquellos de que os recordáis, pues sin esto caeréis en contradicciones y en errores, funestos a vuestra fe.

Amigos este articulo, lo extraje de la Revista Espirita de 1858, espero que lo encontréis interesante, todo es interesante para el alma que quiere encontrar la luz, y la doctrina espirita está llena de conocimientos para iluminar a nuestros atribulado espíritu, que el Señor nos siga iluminando a todos.  

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    LOS VERDADEROS MILAGROS DE LA ORACIÓN

La oración no puede cambiar los decretos  de la Providencia. Con todo, cuando los Espíritus que sufren ven que nos interesamos por ellos, se sienten menos desamparados; no son tan desdichados.- La oración por ellos levanta su ánimo, estimula su deseo de elevarse mediante el arrepentimiento y la reparación, y puede apartarlos de la idea del mal.. En ese sentido la oración logra no sólo aliviar, sino también disminuir sus padecimientos. 


El Espiritismo en su más simple expresión 
Allan Kardec. 

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                    LA MAYOR LECCIÓN 

 La máxima lección de la vida es el amor. Sin él, los objetivos para alcanzar pierden su finalidad y dejan al ser humano a merced de sus pasiones inferiores. El amor diluye las sombras de los sentimientos negativos e imprime el sello de la mansedumbre en todos los actos. Entonces, ama todo y a todos. 

· Ejercítate en el amor a la Naturaleza, que se irradia en el sol, el aire, el agua, los árboles, las flores, los frutos, los animales y los hombres. Déjate enternecer por las invitaciones silenciosas que el Padre Creador te hace y dilata tus emociones sobre todas las cosas, dulcificándote interiormente. 

· Mientras más ames, menos serás alcanzado por las astillas del mal, pues tu comprensión dilatada abrirá espacios a la vida, al cosechar solamente los efectos de la paz. 
Joanna de Ángelis -(Vida Feliz)

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