jueves, 23 de noviembre de 2017

Unión infeliz- Separación


 Para hoy tenemos:

- El futuro del Espiritismo
- El Principio Espiritual
- Deficiencia mental
- Unión infeliz- Separación



             
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EL FUTURO DEL ESPIRITISMO

El Espiritismo será lo que hagan los hombres. ¡Similia similibus! Al contacto de la Humanidad se velan y alteran muchas veces las más altas verdades. La gota de lluvia según donde cae, continúa siendo perla o se convierte en fango.... 
Para nosotros es una causa de inquietud la tendencia de ciertos adeptos a descuidar la parte elevada del Espiritismo, fuente de las enseñanzas puras y de las altas inspiraciones, por a confinarse en la experimentación vulgar, en la indagación exclusiva del fenómeno 
físico..... 
Se quisiera sujetar al Espiritismo en el angosto lecho de la ciencia oficial,pero a ésta, enteramente impregnada de las teorías materialistas, le repugna esta alianza.... El estudio del alma, ya de por sí difícil y profundo, ha continuado siendo para ella letra muerta. ... 
Sus indigentes métodos no se prestan tampoco al estudio más vasto del mundo de los espíritus....La ciencia de lo invisible irá siempre más allá de los limites de los métodos humanos....Hay en el Espiritismo una parte, y no lo es menor, que escapa a la comprobación y al análisis; ésta es la aligación del espíritu libre en el espacio, es la naturaleza de las fuerzas de que dispone--- 
De los estudios espiritistas se desprende lentamente una ciencia nueva, pero al espíritu de investigación científica debe unirse la elevación de los pensamientos, el sentimiento, los arranques del corazón... 
Sin esto, la comunión con los seres superiores se hace irrealizable, no puede haber por su parte auxilio ni protección eficaz.... 
Ahora bien, en la experimentación, esto es el todo.No hay éxito posible ni resultado seguro sin la asistencia y la protección de arriba. .. 
Sólo se obtiene con la elevación mental y una vida pura y digna .--- 
Todo adepto debe saber que la regla por excelencia de las relaciones con lo invisible es la ley de la afinidades y de las atracciones.. 
En este terreno, el que busca las cosas bajas las encuentra y se rebaja con ellas, el que aspira a las altas cimas las alcanza tarde o temprano y hace de ellas un muevo medio de ascensión....Si queréis manifestaciones de orden elevado, esforzaos por elevaros vosotros. 
Lo más bello y más grande de la experimentación es la comunicación con el mundo superior, y ésta no la logra el más sabio sino el más digno, el mejor, el que tiene más paciencia, más conciencia, más moralidad. 
LEÓN DENIS 

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              El principio espiritual 


1.* La existencia del principio espiritual es un hecho que, por decirlo así, no necesita más demostración que el de la existencia del principio material. Es, en cierta forma, una verdad 
axiomática: se confirma por sus efectos, como la materia por los que le son propios. 


De acuerdo con este principio: “Dado que todo efecto tiene una causa, todo efecto inteligente debe tener una causa inteligente”, no hay quien no haga la distinción entre el movimiento mecánico de una campana agitada por el viento, y el movimiento de esa misma campana para dar una señal, un aviso, lo que demuestra por eso mismo que obedece a un pensamiento, a una intención. 


Ahora bien, como a nadie se le puede ocurrir la idea de atribuir el pensamiento a la materia de la campana, se debe concluir que la mueve una inteligencia a la cual le sirve de instrumento para que se ponga de manifiesto. 


Por esa misma razón, nadie tendrá la idea de atribuir el pensamiento al cuerpo de un hombre muerto. Si cuando está vivo, el hombre piensa, se debe a que hay en él algo que ya no existe cuando está muerto. La diferencia que hay entre él y la campana consiste 
en que la inteligencia que hace que esta se mueva está fuera de ella, mientras que la que hace obrar al hombre está en él mismo. 


2. El principio espiritual es el corolario de la existencia de Dios. 


Sin ese principio, Dios no tendría razón de ser, puesto que no se podría concebir que la soberana inteligencia reinara durante toda la eternidad únicamente sobre la materia bruta, como no se podría concebir que un monarca terrestre reinara durante toda su vida exclusivamente sobre piedras. Puesto que no se puede admitir a Dios sin los atributos 
esenciales de la Divinidad: la justicia y la bondad, esas cualidades serían inútiles si Él sólo pudiera ejercitarlas sobre la materia. 


3. Por otro lado, no se podría concebir un Dios soberanamente justo y bueno, que creara seres inteligentes y sensibles, para arrojarlos a la nada luego de algunos días de padecimientos sin compensaciones, y que se recreara en esa sucesión indefinida de seres que nacen sin haberlo pedido, pensando por un instante apenas para que sólo conozcan el dolor y se extingan definitivamente después de una efímera existencia. 


Sin la supervivencia del ser pensante los padecimientos de la vida serían, de parte de Dios, una crueldad sin objetivo. Por ese motivo, el materialismo y el ateísmo son consecuencia uno del otro: al negar la causa, no pueden admitir el efecto; al negar el efecto, no pueden admitir la causa. El materialismo es, pues, coherente consigo mismo, aunque no lo sea con la razón. 


4. La idea de la perpetuidad del ser espiritual es innata en el hombre; se encuentra en él en estado de intuición y de anhelo. 


El hombre comprende que solamente ahí reside la compensación de las miserias de la vida. Esa es la causa por la que siempre ha habido y habrá cada vez más espiritualistas que materialistas, y más deístas que ateos. 


A la idea intuitiva y al poder del razonamiento, el espiritismo agrega la sanción de los hechos, la prueba material de la existencia del ser espiritual, de su supervivencia, de su inmortalidad y de su individualidad. Especifica y define lo que aquella idea tenía de vago y abstracto. Muestra que el ser inteligente actúa fuera de la materia, tanto después como durante la vida del cuerpo. 

EL GENESIS. 
ALLAN KARDEC 


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                       Deficiencia Mental

  El Centro Espírita Renacimiento es una Institución que se nortea por la filosofía espírita kardeciana y por eso presentamos  la visión sobre la deficiencia mental llegada a nosotros a través de la literatura espírita específicamente.
 ¿Quién es el deficiente mental? En el libro “Recordaciones de la Mediumnidad” el Dr. Bezerra de Menezes nos muestra que muchos casos de retardación mental y problemas epilépticos profundos son ocasionados por el suicidio. El entorpecimiento de los músculos, nervios y hasta de la médula espinal es provocado generalmente por un trauma violento en el cual el periespíritu es lesionado severamente. La predisposición a la locura y a la epilepsia son nada más que vínculos mentales reviviendo encarnaciones pasadas.
 Sobre el remordimiento, que juega un papel importante en este campo, en el libro “Evolución en Dos Mundos” Andrés Luiz nos habla sobre “predisposiciones mórbidas”, generando anomalías muy grandes en el cuerpo físico y explica: “Los recuerdos de esa o de aquella falta grave que quedan calcadas en el espíritu sin que haya tenido oportunidad de corrección crean en la mente un estado anormal que clasificamos de zona de   remordimiento, provocando disfonías diversas de una encarnación para otra”.
 En el libro “Mundo Mayor”, del mismo autor, encontramos la historia de un joven con crisis de epilepsia, provocadas apenas por la percepción de la proximidad de los obsesores a pesar de estar al lado de antiguos amigos espirituales en su cuarto. La ligazón y la sintonía con esos espíritus por causa del crimen, del odio y del remordimiento provocan la manifestación de la enfermedad.
 Manuel Filomeno de Miranda, en el libro “Grilletes Partidos” relata la historia de una joven epiléptica que en su reencarnación anterior asesinó al marido y al amante, teniendo que vivir el resto de sus días mintiendo y escondiendo su crimen. Con eso lesionó los centros periespirituales que alteraron el nuevo cuerpo afectando el metabolismo endocrino.
Además cuando las lesiones son causadas por traumatismo craneal, sífilis o tumores, el espíritu ya tiene la predisposición para la enfermedad.
 El Dr. Jorge Andrea, en el libro “Psicología Espírita” aborda la temática del deficiente mental hablando de la participación del espíritu en la formación de su propio cuerpo.
“Los genes responsables por los factores de la herencia, tendrían en su intimidad las influencias de los vórtices del psiquismo profundo que comandan, orientan y dictan normas en el mecanismo de la vida”. Esa cita completa lo que Andrés Luiz nos demuestra sobre la zona de remordimientos.
 La epilepsia congénita, muy común en el excepcional, sería también un disturbio ligado a una causa anterior. El deficiente mental congénito no escapa a esa regla. Otro punto importante es cuando él dice: “El espíritu reencarnante con sus deficiencias buscando la futura madre se sintoniza, se afina más fácilmente con las células sexuales que cargan deficiencias y desajustes en sus estructuras íntimas, esto es, aprovechamiento de la ley para que el espíritu no escape a su destino doloroso, más necesario”.
 El deficiente mental que presenta disturbios múltiples no puede ser interpretado como una casualidad biológica, inclusive el aspecto hereditario que la filosofía espírita nos demuestra como relativo. En “Misioneros de la Luz” Luiz nos narra incontables experiencias donde el espíritu reencarnante pide que sean alteradas ciertas condiciones físicas para poder vencer sus pruebas. En “Evolución en Dos Mundos” él señala: “...en el ser en formación toda permuta entre los cromosomas es presidida por agentes magnéticos ordinarios (ley de herencia) o extraordinarios (por la intención de los organizadores del progreso). En razón de eso y atendiendo los objetivos finales del universo, no será posible despreciar el plano divino cuando se trate de cualquier inmersión más profunda en la genética, aunque ello contradiga a los proponentes de la ciencia materialista”.
 La ayuda espiritual y la prevención de estas condiciones consiste en entender que sólo el cuerpo está atrofiado,  incluyendo el cerebro. Por la respuesta que los Espíritus dan a Kardec en “El libro de los Espíritus” sobre la lucidez de la conciencia, la terapia espiritual debe ser con vibraciones, oraciones, conferencias o charlas, pues oyen y entienden. El pase en algunos casos de más rebeldía debe ser aplicado dos o tres veces en la semana y además la espiritualización ética debe ser provista a los que tienen un poco más de entendimiento.
 Como terapia preventiva, la divulgación filosófica intensa,las charlas en los centros, los cursos de la filosofía espírita, los programas en las emisoras demostrando la Ley de Causalidad, las consecuencias oriundas de los errores, del egoísmo, etc., son la única manera de evitar nacer en el futuro como deficientes mentales.
 Tomado de:   Revista Espírita                                                                        Instituto de Cultura Espírita Renacimiento, Mayagüez .
Vol.1 Núm.12 . Sociedad de Estudios Espíritas Amor al Bien,

Cabo Rojo, Puerto Rico
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UNIÓN INFELIZ – SEPARACIÓN


Pregunta: ¿Cual es el fin objetivado con la reencarnación?
Respuesta: Expiación, mejoramiento progresivo de la Humanidad. ¿Sin esto, donde está la justicia?
Ítem nº 167, de “El Libro de los Espíritus”.


Sin duda, es dolorosa la unión considerada infeliz. Está, claro, que no existe obligatoriedad para que alguien soporte, contra su gusto, la truculencia o el peso de alguien, considerando que todo espíritu es libre en pensamiento  para definirse, en cuanto a sus propias resoluciones.

Indiscutiblemente, los débitos que abrazamos son anotados en la Contabilidad de la Vida; todavía,  antes que la vida los registre por fuera, los graba en nosotros mismos, en toda la extensión, el montante y las características de nuestras faltas. La piedra que tiramos  al prójimo tal vez no vuelva a nosotros en forma de piedra, pero  permanecerá con nosotros en la figura de sufrimiento. Y, aunque no se remueva la causa de la angustia, los efectos de ella perduran siempre,  tanto como no se extingue la molestia, en definitiva, si no eliminamos el origen del mal. En las uniones terrenas, encontramos grandes alegrías; sin embargo, es también dentro de ellas donde somos habitualmente enfrentados a las más duras pruebas. Será así porque, sin embargo no percibimos de inmediato, recibimos, casi siempre, en el compañero o en la compañera en la vida intima, los reflejos de nosotros mismos. Es natural que todas las uniones  afectivas en el mundo se nos figuren como  encantados jardines, enaltecidos de belleza y perfume, iluminando libros de educación, cuyo prefacio nos eleva con exaltación a los objetivos por atender.

   
La existencia física, entre tanto, es un proceso especifico de evolución, en las áreas del tiempo, y así como el alumno ninguna ventaja obtendrá de la escuela si no pasa de los ornamentos exteriores del  curso en que se matricula, el espíritu encarnado ningún provecho recogerá del casamiento, en el caso de que pretendiese inmovilizarse en el éxtasis del noviazgo. Los principios kármicos se deshacen con las horas, pruebas, tentaciones, crisis salvadoras  o situaciones expiatorias que surgen en la ocasión exacta, en el orden en que se nos recapitulan oportunidades y experiencias, como ocurre a la simiente que,  debidamente plantada, ofrece el fruto, en el tiempo debido. El matrimonio puede ser procedido de dulzura y esperanza, pero eso no impide que en los días siguientes, en su marcha incesante, traigan a los cónyuges los resultados de las propias creaciones que dejaron atrás. El cambio espera a todas las criaturas en los caminos del Universo, con el fin de que la renovación nos alcance. La joven suave que hoy nos fascina, para la unión afectiva, en muchos casos será tal vez mañana la mujer transformada, capaz de imponernos dificultades enormes para la consecución de la felicidad; no en tanto, esa misma joven suave fue, en el pasado,- en existencias ya pasadas -, la victima de nosotros mismos, cuando le inflingimos  los golpes de nuestra propia deslealtad o inconsecuencia, convirtiéndola en la mujer temperamental o infiel que nos cabe ahora relevar o rectificar. El rapaz distinto que atrae en el presente la compañera, para los lazos de la comunión más profunda, bastantes veces será probablemente después el hombre cruel y desinteresado, susceptible de obligarla a cargar con todo un calvario de aflicciones, incompatibles con las ansias de ventura que le palpitan en el alma. Ese mismo rapaz distinto, sin embargo, fue en el pretérito – en existencias que ya pasaron – la victima de ella misma, cuando, desarreglada y caprichosa, le desfiguró el carácter, metamorfoseándolo en el hombre vicioso o fingido que le compete tolerar y reeducar. Toda vez que amamos a alguien y nos entregamos a ese alguien, en el ajuste sexual, ansiando por no desligarnos de ese alguien, para después solamente después descubrir en ese alguien defectos y manchas que antes no veíamos, estamos ante la criatura anteriormente dilapidada por nosotros, para herirnos justamente  en los puntos en donde la perjudicamos, en el pasado, no solo para cobrarnos el pago de ciertas cuentas, sino , sobre todo, para mendigarnos comprensión y asistencia, tolerancia y misericordia, para que se rehaga ante las leyes del destino. La unión supuesta infeliz deja de ser, por tanto, una cárcel de lágrimas para transformarse en un reformatorio bendito, donde el espíritu equilibrado y afectuoso, lejos de abrazar la deserción, acepta, siempre que le es posible, al compañero o a la compañera que mereció lo que necesita, con el fin de quitarse con los principios de causa y efecto, liberándose de las sombras de entonces  para elevarse, en silenciosa victoria sobre si mismo, para los dominios de la luz.

EMMANUEL (Libro Sexo y Vida,  9. FCXavier, FEB)

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