sábado, 28 de junio de 2014

El cambio plenetario



EL CAMBIO PLANETARIO


Por la mañana, al despertar, enciendo el aparato de televisión y las  primeras imágenes reflejan la crisis de la guerra,la terrible situación del desempleo en el mundo, la situación ambiental en el planeta,el hambre,
 las catástrofes y el aumento de la criminalidad en la Tierra.
Horas después, los periódicos transmiten las noticias del momento 
en una repetición monótona de lo que pasa en todas partes, 
destacando la guerra entre Judíos y Palestino que significa una injuria 
para nuestra civilización y considerada un nuevo holocausto.
Pronto antes en la meditación visualizo las multitudes descontentas de 
las ciudades, la violencia urbana en las chabolas de Brasil, en las 
escuelas, el aumento del consumo de las drogas consideradas ilícitas, 
la violencia entre las parejas y cada persona cargando con sus 
problemas, la libertad sexual, sus pasiones, odios y amores, victorias 
ilusorias y sufrimientos, pero también, veo a muchas personas 
sirviendo al semejante.
¿Esta crisis es en todo el mundo o en algún lugar específico? Decimos 
que es en todo el planeta, pues, es una nueva realidad que está 
ocurriendo, el mundo se está transformando y que nosotros, sus 
habitantes, no tenemos tiempo de percibir los profundos cambios en 
nuestras vidas y en nuestras ciudades.
En la hora presente es de muchas crisis, reflejándose en todas las 
actividades humanas, existiendo una generadora responsable por todo 
esto, la crisis moral que provoca el gran desajuste entre aquello a que 
el hombre aspira y la realidad en que él vive. Esta crisis moral es del 
Espíritu y no solamente de los intereses transitorios de la violencia 
y otros en la Tierra. El atraso espiritual del hombre responde por todas 
las consecuencias identificadas en la crisis general.
La corrupción moral genera la corrupción generalizada. La violencia 
agasajada en el interior del ser responde por la violencia exagerada 
y responde por la violencia individual y colectivamente.
El egoísmo y el orgullo están en la raíz de todos los males. Esos males 
del alma y son responsables por muchas manifestaciones negativas 
que prenden al hombre a la inferioridad moral. La crisis es sin duda, 
de fondo espiritual del hombre de hoy, el religioso materialista, que 
frecuenta los templos pero no se transforma para la vida 
espiritual superior.
Aprender a amar y a servir es tarea de auto-educación indispensable 
para todos nosotros en el despertar individual, de la era de 
regeneración, en este proceso evolutivo de la vida, como un farol 
iluminando los caminos de la vida espiritual.
Finalmente, recordemos que la Doctrina Espírita es dirigida para 
la educación del Espíritu y que puede transformar al hombre egoísta 
y orgulloso para un ser amoroso y solidario encaminando el Espíritu
 inmortal en el camino de la paz y felicidad. ¡Piense en eso!



   -João Cabral -

                                                      *******************


La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla. García Márquez

                                        ********************


Influencias negativas


Todos sabemos que no estamos nunca solos, que siempre estamos rodeados de espíritus afines a nosotros,  que buscan en cierto modo influenciar en nuestras vidas. Los que nos aman tratan de sugerirnos
buenos pensamientos, buenas inspiraciones, para que nos dirijamos bien, y logremos hacer el bien, que es la puerta que nos abre la entrada en el  reino de Dios. 
También lamentablemente existen espíritus que no nos aman, enemigos de otras existencias a los que les hicimos daño, y desean a toda costa apartarnos del camino recto, por eso incentivan todas nuestras tendencias inferiores, para hacernos caer, y llevarnos al sufrimiento, al dolor, a la desesperación, dando paso al desequilibrio emocional que hace pesarosa nuestra vida.
El principal enemigo lo tenemos dentro de nosotros, somos nosotros mismos, ya que al ser aun imperfecto, cada una de nuestras imperfecciones son puertas abiertas a las malas influencias, a las debilidades, que nos hacen caer y después sufrir las consecuencias de esa caída.
La mejor terapia para el enfermo, es la cura de sí mismo, es aplicar la moral de Cristo, porque si cumplimos los mandamientos de la ley de Dios,  y somos sanos no tendremos nada que temer, de esas influencias negativas, ya que nada que nos sugieran aremos, porque sabremos distinguir el bien del mal y aremos el bien que es el camino que más nos conviene para tener la conciencia tranquila y vivir en paz.
Cuando somos atacados, por los enemigos, por los espíritus mistificadores, embusteros,  viciosos, vanidosos, ellos tratan de que nosotros sintamos esos digamos apetitos que nos harán caer en sus redes, entonces la técnica más eficaz es llevarles la contra, hacer todo lo contrario de los que ellos nos digan.  
Si nos crean el deseo del alcohol, debemos procurar hacer desaparecer ese deseo, ocupando nuestra mente haciendo alguna cosa, como es en la lectura de un libro, en una tarea, en un trabajo, tratando de apartar de nosotros el recuerdo de ese deseo, hasta que a fuerza de hacerlo, vallamos poco a poco aminorando ese apetito que nos domina al principio, porque quizás hemos sido dados al alcohol, pero que insistiendo en nuestro tesón de no ceder a ese deseo, ellos poco a poco irán perdiendo su dominio sobre nosotros.
Así sucede con todas las debilidades en general, atacándolas conseguiremos  hacerlas cada vez más débiles en nosotros, hasta que un día consigamos hacerlas desaparecer.
A veces ellos ejercen un fuerte dominio sobre nosotros, porque nuestra debilidad es muy grande, el mal está muy arraigado en nosotros, entonces solos no podemos, necesitamos ayuda, y para obtenerla  lo más inmediato y de mejor resultado es acudir a la  oración, ella al ser dirigida con fe y sentimiento obtiene el beneplácito de los Buenos Espíritus, que se dedican al socorro de los más débiles, y que cuando ven nuestro deseo ardiente de superarnos, no dudan ni un momento en mandarnos su auxilio reparador, dándonos fuerzas para resistir.

Siempre es necesario adquirir conocimientos para saber la realidad de las cosas, por eso la Doctrina Espirita, basada en la moral de  Cristo, en su Evangelio de Amor, nos ofrece luz y esclarecimiento para saber  dónde está la solución para nuestros problemas, sean  de índole moral o material, de conducta, de urbanidad, de buenas maneras, hay muchas cosas que por nuestra inferioridad no alcanzamos a comprender a verlas con el verdadero sentido, el conocimiento nos hace libres, porque vamos dando la verdadera utilidad y el verdadero sentido a las cosas.
Lo que muchas veces nos parece razonable, cuando lo estudiamos bajo la luz del evangelio adquiere diferente sentido, pues no lo miramos egoístamente, ni con las miras de satisfacer a terceros, lo miramos con la luz del Maestro que es el camino la Verdad y la Vida, y con el no nos perderemos.
No podemos echar la culpa a los malos espíritus de su dominio sobre nosotros, es nuestra la culpa, porque somos débiles y cedemos, pero tenemos la libertad para decir no, si decimos sí, es porque nos apetece, porque aun impera en nosotros esa maldad que ellos tratan de incentivar, si les cerramos la puerta ellos no podrán hacer nada contra nosotros.
El verdadero cristiano no busca solo   socorrerse a sí mismo, para no caer y ser presa de los espíritus ignorantes, ha de buscar la forma de cambiar y hacerlos desistir de su empeño, tratando de que vean en el los beneficios que aporta ese cambio, la felicidad que da el ser fuerte y resistir cualquier sugestión que sabemos que nos domina, y que después de haberle dado paso, nos hace  sentirnos mal, por el peso de nuestra conciencia que nos acusa por haber cedido, entonces una vez que sentimos ese dominio sobre nosotros mismos, esa alegría ese regocijo nos anima y les anima también a ellos porque nos ven fuertes y cada vez más libres más contentos con nosotros mismos, cosa que ellos observan perfectamente.
Un alma obsesada es un alma enferma, un alma débil, que ha sucumbido y se ha dejado dominar, es difícil liberar a estos enfermo de los espíritus que la dominan, ellos actúan sobre ella con total libertad, la hace la mayoría de las veces desgraciada, infeliz, y  cuando les hablas del cambio, no lo aceptan se llenan de razón y no quieren dejar sus costumbres, solo a través del pase, la oración y la mucha entrega de los que están a su alrededor, pueden socorrerla, ya que no es fácil hacerle razonar.
Por eso hay que aprovechar los momentos de lucidez, que ellos tienen para poder hablarles, esclarecerlas, hacerlas razonar, bajo otras perspectivas, a las que ellas se entregan, y para ello el mediador debe ser muy comedido, hasta hacerla razonar y poder poco a poco ir cambiando de actitud frente al mal que las aflige. Pues todos sabemos que hay que crecer ante el dolor, que este no es eterno, y que tiene toda la fuerza que queramos darle.
Otra de las cosas que nos libera es el saber perdonar las ofensas, siempre que el rencor anida en nuestro corazón, abre la puerta al resentimiento, y un espíritu resentido, es un espíritu preso, que no puede hacer el bien, porque está enfermo, para liberarnos de las ataduras del rencor, hemos
de perdonar, y olvidar las ofensas, eso nos deja caminar y nos permite el acceso en todas partes, porque lo hacemos de corazón, mientras que con el resentimiento estamos predispuestos a caer en cualquier contrariedad.
Ya que la ofensa nos impide muchas veces ceder a cosas pequeñas, que adquieren un volumen grandioso cuando están animadas por el resentimiento de ofensas que no cicatrizaron y que cualquier pinchacito hace de nuevo abrir la herida y dañar al espíritu atribulado.
El amor es la mejor terapia para poder caminar libres, hagamos posible que este crezca dentro de nuestro corazón, y podremos comprender a todos los enfermos,  no esperemos a que ellos cambien para nosotros, somos nosotros los que hemos de cambiar para ellos, démonos de lleno en cualquier servicio, la nobleza de corazón nos abrirán muchas puertas que permanecen cerradas para el enfermo, es como si para caminar nos dieran unos zapatos, con los cuales no sintiéramos las piedras del camino, y gracias a esos zapatos, podríamos acceder a los sitios más agrestes, causando a nuestro alrededor mejor sintonía, mayor amplitud, porque dejamos a un lado todas las piedras del camino, para centrarnos solo en el caminar y hacerlo debidamente, sin miedo a los atavismos del camino, ya que los hicimos desaparecer, al superar los defectos que permitían la entrada a las sombras de nuestra propia sombra,  pues la culpa es solo nuestra por nuestras debilidades.
Esos zapatos son el amor, cuanto más desarrollado mejor material, más fuerza, menos riesgos ante los impedimentos, estos pierden intensidad al no ofrecerles resistencia, sino aceptarlos humildemente en bien de nuestros semejantes.
Mientras nos distraemos con las cosas materiales, muchas veces descuidamos  el patrimonio divino dentro de nosotros mismos, y los verdugos de la paz  rodean nuestra residencia carnal, amenazando nuestra felicidad.
Hemos de procurar despertar  si estamos enfermos hacia nuestra responsabilidad, y para ello, el autoanálisis  honesto, nos puede hacer romper  definitivamente con nuestras imperfecciones, reformulando propósitos  de salud moral, sumergiéndonos en la meditación, para que prosigamos renovados, en la marcha constante…
Frente a este esfuerzo sincero, el enemigo desencarnado, no tiene nada que hacer con nosotros, solo admirar nuestro comportamiento, ver su efecto, en muy raras veces dejan de sensibilizarse, con nuestra nueva forma de dirigirnos, al contrario reaccionan positivamente, por eso debemos utilizar la Doctrina Espirita como medida profiláctica.                                                                                                                                                                                                                        Al estar endeudados con ellos, debemos procurar adquirir riqueza espiritual por medio de ser virtuosos, caminando con rectitud, pese a los impedimentos, esto nos ayudará a liberarnos de las sombras y sicarios del ayer, resarciendo del fango y del lodo que nos mantiene en la retaguardia…
Gracias a la Doctrina Espirita, podemos resguardarnos y honrar nuestros días, elevándonos por el amor, trabajando infatigablemente en el bien de nuestros semejantes, auxiliándoles, y con la mente puesta en Jesucristo, comulgaremos con las esferas elevadas donde absorberemos las fuerzas necesarias para vencer todas las sugestiones de las que podamos ser víctimas, y sentiremos que orando y ayudando, la paz continua con nosotros.
Autor Merche
********************************
                                                   
Richard Simonetti
         FUGA

1-¿Por qué las personas se suicidan? Normalmente es un acto de fuga. El individuo quiere huir de determinada situación que lo atormenta, la muerte de un ser querido, el desastre financiero, la desilusión amorosa, la dolencia grave, como ya fue comentado. Dominado por la angustia, se dirige hacia la desesperación y pasa a ver en la muerte la solución para su problema, un viaje a la nada.

2-Aunque acobardado ante los desafíos de la existencia, ¿no está el suicida ejercitando el coraje de enfrentar lo desconocido? La tragedia del suicidio está en el hecho de que, con raras excepciones, las personas no desconocen que habrá consecuencias funestas. Aún así, hay tanta urgencia en huir de lo que les atormenta que acaban por cometer el acto insano.

3-¿Por qué ocurre esto? Las religiones tradicionales conciben que la vida continua. Enfatizan que responderemos en el Mundo Espiritual por lo que hicimos de nuestra vida; destacan la existencia regiones infernales o celestiales para donde irán las almas, de acuerdo con su comportamiento; conciben que el suicidio sea un pecado mortal, según sus dogmas, de imponen tormentos para toda la eternidad. Sin embargo, no ofrecen una visión más objetiva del Más Allá. Todavía permanecen en los dominios de la especulación, rozando la fantasía.

4-¿No son convincentes? Lo pueden ser para personas que aceptan los dogmas de su fe sin cuestionamientos, sin el cribo de la razón. Éstos pueden contener sus impulsos de autodestrucción, por miedo de castigos infernales. Pero no ocurre con la mayoría de los fieles, que navegan en la superficialidad de la creencia, sin una convicción sólida de inmortalidad.

5-¿Y cuál es la solución para convencer a los candidatos a la fuga de que, definitivamente, no es la mejor opción? Un joven, estimulado por compañeros, fumó marihuana. Al saberlo, el padre lo llevó a visitar un hospital para drogadictos, donde él observó, espantado, el cuadro dantesco de sufrimiento y desajuste de los viciados. Tomando conocimiento de lo que le esperaba, nunca más se mezcló con drogas. El Espiritismo, literalmente, nos lleva más allá, mostrando las consecuencias funestas del suicidio.

6-¿Es posible entrar en contacto con quien se suicidó? Ocurre en reuniones mediúmnicas. Manifestándose por intermedio de médiums preparados para ese tipo de contacto, los suicidas relatan sus tormentos. He conversado, en innumerables oportunidades, con esos infelices. Revelan, unánimemente, que ningún sufrimiento de la Tierra se compara al suyo.

7-¿Cuál es el resultado de ese contacto? El candidato al suicidio percibe que no es una buena opción. Solamente alguien que perdiese el uso de sus facultades mentales continuaría alimentando la idea de matarse, al tener conocimiento de que, literalmente, es saltar de la sartén al fuego.

8-¿Y cuando alguien, en virtud de una situación que le parece insoportable, intenta matarse, incluso conociendo las informaciones ofrecidas por el Espiritismo? Quien estudia la Doctrina Espírita y cultiva la reflexión sobre sus principios, difícilmente ejercitará tal desatino. Tiene conciencia de que las atribulaciones existenciales sl presentan como oportunidad de rescate de sus débitos kármico para un reajuste ante las leyes divinas, con vistas a un futuro de bendiciones.

Richard Simonetti - Extraído del libro "Suicidio todo lo que usted necesita saber para no cometer este terrible error"
                                                    **************************






No hay comentarios:

Publicar un comentario