jueves, 26 de junio de 2014

Estudiemos la arrogancia


ESTUDIEMOS LA 
ARROGANCIA

“De todas las imperfecciones humanas, el egoísmo es el más difícil de desenraizar, este deriva de la materia y porque el humano está más cerca a su origen, y para que esta se mantenga, creo leyes, organismos sociales, educación”  “El abuso de las pasiones es la fuente del mal”    Libro de los espíritus Preg. 907
 Casi todos los problemas emocionales, y en esta clase veremos LA ARROGANCIA, son ocasionados por el egoísmo y la subjetividad al analizar la vida.
 Necesitamos posesiones para vivir en la tierra y el ansia de tenerlas, crecer, amar, comer, ser felices, o el encanto por los desafíos, el coraje, la osadía, entre otros factores buenos, nos llevan a las más altas esferas del liderazgo, pero el exceso de estas ansias, sin inteligencia moral, (tema posterior) nos lleva a apasionarnos y si perdemos del control de dicha pasión,  la convertimos en un enemigo implacable, que nos lleva a hacer cosas que sabemos  están mal sin poder evitarlas, generando vicios, uno de esos vicios o trastornos emocionales es la arrogancia.
 Arrogancia = “Cualidad de quien, por supuesta superioridad moral, social, intelectual o de comportamiento, asume una actitud prepotente o despreciativa con relación a los otros, orgullo ostensivo,  altivez”
 Disgreguemos el concepto de arrogancia

  1. Exacerbada estima de sí mismo, ya sea porque sufrió mucho y opta por la auto OBSECION, cuenta como sufrió y surgió de las miserias humanas, o porque se supone haber nacido en cuna noble, entre otros.
  2. Súper valorización de sí mismo, que toda pequeña injuria lo hace llevar al otro al campo del duelo a muerte, ya sea, (en muchos casos)  detestando en el fondo al sexo opuesto, machista o feminista aduciendo que sufrió mucho por la causa del sexo opuesto o progenitor malvado.
  3. Deseo compulsivo de imponerse a los demás, por supuesta baja estima o alta estima.
 Produce cuadros críticos de rigidez de pensamiento, que nos impide encontrar en los demás algo bueno, al sentirnos heridos por causas que luego analizaremos (patrones mentales) actuamos insanamente, atacando a quien nada nos hace, produciendo rivalidades y por muchos siglos.
 Nosotros los arrogantes, perdemos la cordura,  somos obstinados, intolerantes, rebeldes sin causa, intentando empañar el brillo del otro, osados no respetamos ni tememos los limites y desembocamos en la necesidad de control o domino de los demás, tener poder intelectual, espiritual, económico el PODER (valor más importante que el sexo)  nos disfrazamos de humildes,  nos creemos buenos, nos creemos sufridores y por lo mismo mejores que los demás,  no nos damos cuenta que actúanos como INCOMPETENTES (tema posterior) sociales, familiares, sexuales, etc.
 Esto nos lleva a los más severos trastornos psiquiátricos, psicológicos y espirituales, no vemos la realidad, solo lo que suponemos que es la realidad, de acuerdo a nuestra mente enferma.
 La arrogancia dirigida al pasado, repasamos todo lo malo (coleccionamos recuerdos negativos o solo los positivos) para justificar nuestra conducta sucia, baja o vil frente a nosotros o los demas, o justificarnos por ser “buenitos” ya que vivimos cosas “bellísimas”. Produciendo depresión.
 La arrogancia al futuro, llenos de ideas sobrevaloradas de nuestro futuro, sintiéndose héroe de ficción, marcando objetivos lejos de nuestras capacidades, talentos o habilidades y por lo mismo destinados al fracaso. Produciendo ansiedad cuando no psicosis.
 Arrogancia en el presente, soledad,  angustia, stress, y usando el tiempo como TIEMPO MUERTO jugando en el PC hasta esperar que el día le traiga nuevas esperanzas. Sin embargo el arrogante nunca se reconoce así.
 En la erraticidad de maldad existe un libro llamado “PUERTA ANCHA, CAMINO DE LA PERDICION HUMANA”; es usado en las escuelas de maldad espiritual; está en la biblioteca del HOSPITAL ESPERANZA, cuando su autor fue rescatado por EURIPIDES BARSALNULFO, y cuyo propósito es destruir a la humanidad y la obra de Cristo basada en la humildad verdadera como nos explica el espíritu Ermanence Dufaux, por mano del medim Wanderley Soares.
Pedro Echeverría B.



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"La codicia de los bienes ajenos es un mal que se generaliza.
Lentamente, las personas se muestran insatisfechas, al codiciar las pertenencias que no poseen y de las que no tienen real necesidad.
Si cada uno se bastase con los recursos de que dispone, la vida se convertiría más rica de belleza y de experiencias.
Existe una falsa propuesta de felicidad muy propagada en estos días, que llamaremos de "posesión por igual".
Todo el mundo desea las mismas cosas que el prójimo posee y la imitación de las fantasías y quimeras producidas por la imaginación, pasó a ser la meta que debe ser alcanzada.
Quien no consigue la "posesión por igual" se siente rechazado e infeliz.
No codicies nada de nadie.
Realízate en ti mismo y goza de la paz."

(Vida Feliz -- Joanna de Angelis)

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 REFLEXIONES CON MERCHE
Todos cultivamos muchos hábitos, pero todos sabemos  reconocer que no los hacemos del todo bien, por eso acostumbramos a desear mejorarnos, ir más lejos en nuestras acciones hasta perfeccionarlas.
La perfección es el fin del hombre, pero lamentablemente tardamos muchos en hacerlo, porque si nos perfeccionamos en algunas cosas, otras en cambio van muy despacio, lo cierto es que una existencia es muy poco tiempo para evolucionar, es imposible que en una sola existencias logremos la moral y la sabiduría.
Hay momentos en la vida, que nutrimos el alma, es cuando estamos angustiado y nos refugiamos en la doctrina de Cristo sea la que sea, nuestra alma enferma se apoya en sus lecciones y se alimenta, se reconoce, e intenta poco a poco hacer cambiar sus malos hábitos.
En otras ocasiones, el concurso en los logros materiales, son tan necesarios, que no conseguimos preocuparnos de las cosas del cielo, vivimos en solitario y nada queremos hacer para que todo a nuestro alrededor cambie. Trabajamos y a veces sin descanso, porque las circunstancias lo requieren así, y solemos dejar aparcadas las lecciones del cielo, por considerarlas secundarias.
La verdad y lo cierto es que ambos concursos son necesarios y hablan por sí mismos, pero no podemos quedarnos estacionados, dejando todas nuestras tareas y deberes aparcados sin remisión, la vida es bella, todos lo sabemos, pero también es un saco de sorpresas que nunca sabemos dónde nos va a llevar. Por eso el hábito de hacer el bien en todas partes es la mejor medicina.
No podemos ir aparcando todo, es mejor solucionarlo todo, no podemos dejar a las personas porque no son como nosotros, todos tenemos el derecho de pensar y decidir para  que los resultados nos identifiquen por cómo hemos obrado ante ellos.
Si intentamos cambiar, hemos de hacerlo para mejor. Si evaluamos  nuestro ser basándonos  en sus virtudes interiores de caridad, compasión, bondad, empatía y buen humor, alcanzaremos  una satisfacción verdadera. Esto nos permitirá crear y producir con libertad y alegría, sabiendo que aún cuando cometamos  todos los errores del mundo, seguiremos siendo valiosos. La perfección no importa cuando usted está feliz por sus logros internos, y no preocupado por controlar lo que los demás piensan y sienten sobre usted.
Cuando usted abra su mente a la idea de que existe una autoridad interna para valorar sus acciones, y sepa apreciar la maravilla y la belleza de su esencia humana, dejará de pensar en la perfección, en su "rendimiento" y en las opiniones que los otros tienen sobre usted. Sabrá que usted es casi perfecto en su esencia, y que no hay nada que probar ante los demás.
Cuando reconozca que su trabajo es intrínseco pero basado en manifestaciones externas, la vida se tornará mucho más fácil y menos agotadora. En lugar de permitir que su adicción a ser perfecto lo inmovilice, será libre de expresarse libremente y manifestar sus dones y talentos. ¡La expresión personal creativa causa alegría, no miedo!
   El Señor, nos dejó dicho: “Sed perfectos como mi Padre celestial es perfecto” (Mt 5,48). Tanto en el orden espiritual como en el material, no es más perfecto el que mejor se comporta, sino el que más ama. Y si queremos amar de verdad al Señor, tenemos que tener en cuenta, tal como Él nos manifiesta, que más le ama el que más y mejor cumple sus mandamientos y aquí hay un mandamiento muy esencial que nos dice que seamos perfectos.
           La perfección material, está subordinada a la perfección que hemos de alcanzar en el orden espiritual, pero sino empezamos por ser perfectos en lo material, no comenzaremos nunca con buen pie, la búsqueda de la perfección en el orden espiritual. Así como en lo humano, el que o la que, desea a otra persona, quiere que esta sea perfecta en sus modales, en sus expresiones, en sus gustos, en su apariencia, etc. Así también el Señor desea la perfección humana en lo material, con respecto a nosotros. Desea que seamos perfectos en las dos vertientes y que esa perfección tenga su punto de apoyo y mira en la perfección de nuestro Padre celestial.
           Alcanzar la perfección en sus vertientes, es un algo que aquí abajo nunca lograremos alcanzar, porque un ser humano nunca es perfecto hasta que no se funde con la divinidad.
Sigamos adelante, busquemos perfeccionarnos, siempre haciendo el bien en todas las cosas.
Merchita
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Siempre ten presente que...

La piel se arruga, el pelo se vuelve blanco, los días se convierten en años..., pero lo importante no cambia; tu fuerza y tu convicción no tienen edad.

Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña. Detrás de cada línea de llegada, hay una de partida. Detrás de cada logro, hay otro desafío.

Mientras estés viva, siéntete viva.

Si extrañas lo que hacías vuelve a hacerlo. No vivas de fotos amarillas...

Sigue aunque todos esperen que abandones. No dejes que se oxide el hierro que hay en ti. Haz que en vez de lástima te tengan respeto...

Cuando por los años no puedas correr, trota. Cuando no puedas trotar, camina. Cuando no puedas caminar, usa el bastón. Pero nunca te detengas!!!!

Teresa de Calcuta
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