lunes, 15 de diciembre de 2014

No eres una molestia

   
Manuel Uceda

                 


La verdadera caridad
(Psicografía)


    Dios nos proteja a todos, queridos hermanos:

Habéis dialogado sobre si, cuando hacéis una obra de caridad en pre­sencia de alguien, porque no podéis hacerla sin testigos, cumplís o no con las máximas de «no hacer el bien con ostentación» o la «que no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha».

Os voy a dar mi opinión para que vosotros, si la estimáis acertada, os sirva de ejemplo: Supongamos un hogar muy triste donde transidos por la necesidad, extenuados por la constante miseria y con las caras demacradas por la falta de alimentación, hay una pobre madre con sus hijos. Llaman a la puerta y se presenta un caballero que dice: «Tomad, hermanos, alimentos y vestidos de parte del Conde X.»

Aquellos seres desgraciados (desgraciados a la vista de aquel hombre, pero afortunados a la vista de Dios), haciendo un esfuerzo, se arrodillan, y la madre, apretando contra sus escuálidos senos a sus hijos, dice: «Déle usted muchas gracias al Conde X y que Dios se lo pague.» Ahí tenéis una caridad que hizo el Conde X, ignorándose quien fuese ese Conde.

Otro día, un ser también caritativo, se entera de aquel horroroso cuadro y se dice: «Dios mío, ¿qué podría yo hacer en favor de esos necesitados?» Esta súplica la ha hecho sincera, sin preocuparse si a él le ha de faltar mañana o pasado, sino con el deseo de cubrir aquella necesidad. Se acerca al mísero lugar y, anónimamente, sin ser descubierto, echa por una rendija de la puerta su socorro.

La madre, que no puede conciliar el sueño, siente el ruido. Mira y dis­tingue un papel con unas monedas. No sabe quién se las ha echado y, en­tonces, se arrodilla y exclama: «Gracias, Padre mío, que me habéis soco­rrido.»

Las dos son benditas limosnas, pero en la primera las gracias fueron hacia el Conde X, y en la segunda hacía DIOS. Y Dios, que todo lo ve, gratifica en mucho a aquel anónimo que dio lo poco que tenía desintere­sadamente. Sacar las conclusiones que veáis más adecuadas y proceder en conse­cuencia.

Adiós, queridos hermanos.

Extraído del libro “Desde La Otra Vida” de Manuel Uceda Flores
GRUPO ESPIRITA LUZ CIENCIA Y AMOR, de Jaén


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TIERNO CONSUELO · Francisco Cándido Xavier

Diversas personas que nos visitaban por primera vez habían perdido seres queridos. Dos señoras lloraban intensamente, solicitando algo que las consolase por la desencarnación de hijos amados.

Abierta la reunión, los estudios cayeron en el ítem 21 del capítulo V de El Evangelio Según el Espiritismo, cuya lectura e interpretación fueron tierno consuelo en auxilio de todos nosotros.

Al término de las tareas indicadas para la noche, nuestro amigo espiritual de siempre, por nuestro intermedio escribió el mensaje que a continuación se cita:


MUERTOS AMADOS · Chico Xavier, Emmanuel

En la Tierra, cuando perdemos la compañía de seres amados, ante la visita de la muerte, nos sentimos como si nos arrancasen el corazón como un tiro en el corazón.

Desean rever las sonrisas que se extinguieron, hambre de oír las palabras que silenciaron.

Y muchas veces todo lo que nos resta en el mundo intimo es un valle de lágrimas estancadas, sin recursos de evasión por las fuentes de los ojos.

Comprendemos, si, en este otro lado de la vida, el suplicio de los que vagabundean entre las paredes del hogar o se movilizan en el espacio exiguo de un túmulo, preguntando por que.

Si vieras semejantes sombras de añoranza y distancia, si el vacio te atormenta el espíritu, serénate y ora, como sepas y como puedas, deseándola paz y la seguridad de los entes inolvidables que te antecedieron en la vida mayor.

Recuerda a la criatura querida que no comparte más las experiencias en el plano físico, no como persona que desapareció para siempre y si caracterizada como criatura invisible, más no del todo ausente.

Los que rumbearon para otros caminos, más allá de las fronteras que marcan la desencarnación, tambien luchan y aman, sufren y se renuevan.

Recuérdalos en tu memoria con las mejores recordaciones que consigas animarles y busca tranquilizarles con el apoyo de tu conformidad y de tu amor.

Si te dejas vencer por la angustia, al recordar su imagen, siempre que se vean en tu sintonía mental contigo, ve que ellos soportan una mayor angustia, una vez que pasan a cargar las propias aflicciones sobrecargadas con las tuyas.

Compadécete de los seres queridos que te precedieron en la peregrinación de la gran renovación.

Llora cuando no puedas evitar el llanto que se te derrama del alma; no en tanto, convierte cuanto te sea posible las propias lágrimas en bendiciones de trabajo y oraciones de esperanza, por cuanto todos ellos escuchan tu corazón en la vida superior, ansiosos de reunirse contigo para el reencuentro en el trabajo del propio perfeccionamiento, a la procura del amor sin adiós.


TODOS ELLOS TE OYEN· J. Herculano Pires (Hermano Saulo)



El ítem 21 del capítulo V del Evangelio Según el Espiritismo es un mensaje mediúmnico del Sr. Sansón, dado en Paris en 1863, y tiene por título “perdida de las personas amadas y muertes prematuras”. Como vemos en las reuniones con Chico Xavier, las lecciones de ese libro, que es siempre abierto al azar por uno de los presentes, caen en un tema siempre en la mayor preocupación de los presentes. Sansón, ex materialista que se convirtió al espiritismo leyendo el Libro de los Espíritus, fue compañero constante de Kardec en la Sociedad Parisiense de Estudios Espiritas.


En su mensaje, como en este de Emmanuel, Sansón advierte que nuestros muertos amados necesitan de nuestros buenos pensamientos de nuestras oraciones, más no de nuestro desespero, que solo sirve para hacerlos sufrir, y acentúa: “Madres, sabed que vuestros hijos bien amados están cerca de vosotros”. Emmanuel exclama: “Todos ellos te oyen el corazón en la vida superior”.

A lo largo de más de un siglo, los principios espiritas se confirmaron y continúan afirmándose a través de los mensajes de los espíritus que siempre nos asisten. Hoy la parapsicología, en el capítulo de las investigaciones sobre la telepatía y últimamente sobre las comunicaciones mediúmnicas (fenómenos theta), comprobó científicamente la relación mental entre vivos y muertos, respaldando la comprobación ya hecha anteriormente por la metapsíquica y por la ciencia psíquica inglesa.

Estamos todos en la Tierra para una breve experiencia en la vida material, más nuestra verdadera vida es la espiritual. los que parten antes de nosotros concluyeron su tarea y están libres de los tormentos de la vida terrena. Más como nos aman, continúan ligados a nosotros por el pensamiento, por el sentimiento, por el amor que nos dedican. Ya no se trata más de una cuestión de creencia, más si de una certeza millones de veces comprobada. Precisamos comprender eso para no perturbarnos en la vida espiritual con el desespero de nuestro amor egoísta. Ellos viven y nos esperan para el reencuentro.


Artículo publicado en la columna dominical “Chico Xavier pide licencia) del jornal Diario de San Paulo, en la década de 1970
Traducido por. M. C. R
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¿ QUÉ ES DIOS ?

              Dios es la inteligencia suprema, causa primera de todas las cosas. Dios es eterno, único, inmaterial, inmutable, todopoderoso, soberanamente justo y bueno. Debe ser infinito en todas sus perfecciones, porque si supusiésemos imperfecto uno solo de sus atributos, no sería ya Dios.
EL ESPIRITISMO EN SU MÁS SIMPLE EXPRESIÓN (1) ALLAN KARDEC

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"NO ERES UNA MOLESTIA"

No llamas a un amigo porque no quieres molestar.
No realizas determinada pregunta por qué piensas que puedes molestar.
No pides ayuda porque temes molestar.
No te acercas a alguien en una reunión porque supones que vas a molestar.
¿Te pusiste a considerar la cantidad de veces que se te dispara este tipo de creencias?
¿Cómo llegaste a desarrollar este patrón de pensamiento?
Quizá fue porque te enseñaron a “no molestar” a papá porque llegaba cansado del trabajo.
Quizá colaboró el hecho de recibir algún desprecio entre tus compañeros del colegio. El alejamiento de parte de ellos te invitó a considerarte como una “molestia”.
Alguna que otra vez percibiste que estabas aburriendo a los demás y te sentiste un “molesto”.
¿Será cierto lo que supones?
No sé si siempre será cierto.
Pudiste haber resultado molesto para el otro, es cierto.
Hay padres que viven fastidiados y molestos. Si fuiste hijo de un padre así, pudiste haberlo molestado. En realidad, había muchas pero muchas cosas que le molestaban. Quizá estuviera molesto con él mismo. Por lo tanto, no eras tú “un molesto”. Sentirse molestado era un problema de tu padre.
Pudiste haber aburrido a alguien. ¡Bienvenido al club! Existen personas que se aburren contigo. Quizá tú también te aburras con alguien. No puedes resultarle interesante a toda la gente. Cuando aprendes esta lección, aprendes a acortar conversaciones forzadas y te propones conocer a otras personas con las que fluya una mutua edificación.
También puedes estar pasando por una etapa donde te las ingenias para resultar molesto. Les cuentas a los demás con lujos de detalles tus “achaques” y todo lo que te dicen los médicos. Repites hasta el hartazgo tus dramas. Aquí sí no te tengas dudas: ¡estás molestando! Aún así no significa que tengas que seguir siendo una molestia. Simplemente cambia de actitud. Piensa que tus amigos no siempre tendrán el deseo de escuchar todos tus problemas.

¿Qué pretendo expresar en esta breve reflexión, entonces?

Que le hayas resultado molesto a alguien, no significa que seas una molestia para la humanidad.
No tienes por qué esforzarte por caerle bien a todos. Alguien se aburrirá contigo. Y tú te aburrirás con alguien.
¿Por qué no cambiar la perspectiva y considerar que puedes ser bien recibido en lugar de pensar que producirás rechazo?
Tu sentido de misión hacia los demás sería saludable que esté por encima de tu imagen personal. Hay demasiada necesidad a tu alrededor como para inhibir nuestra vida social considerando que podremos molestar a alguien.
Amigo, Dios te creó y Él no crea seres molestos e insignificantes. Que nadie te convenza que eres una molestia. Valora lo que eres independientemente de la simpatía o antipatía de turno. Saca a relucir todo ese encanto y atractivo que ya hay en ti. Bueno, te dejo porque no quiero seguir molestándote…

                                                         - Autoría descoocida -

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