viernes, 20 de febrero de 2015

DIOS NOS CONTESTA EN VOZ BAJA

LIBERTAD y Libre albedrio


La libertad es un concepto que hace referencia a muchos aspectos de la vida humana. Comúnmente se le define como aquella facultad natural que posee el ser humano de poder obrar según su propia voluntad. También es posible comprender la libertad como aquel estado en el que el hombre no está siendo esclavizado ni preso por otro. Se trata de un concepto que hace alusión a aquellos aspectos relacionados con la independencia, con la licencia para realizar aquello que se estime adecuado o conveniente. El concepto de libertad es algo que a lo largo de la existencia humana nos ha hecho reflexionar en múltiples sentidos, siendo uno de los temas fundamentales de la filosofía. Por lo tanto, la libertad de obrar según la propia voluntad puede terminar por hacernos perder la tan deseada libertad. Otro de los problemas y contradicciones con los que se enfrenta la libertad guarda relación con la necesidad de normar la vida humana en el mundo. Todas las naciones y sociedades formadas sobre el planeta poseen leyes y normas que rigen el comportamiento humano; podría pensarse por esto que no poseemos libertad alguna. Pero cabe preguntarse por la forma que adquiriría la vida en sociedad si no existiesen dichas normas y pautas de conducta. La libertad es un valor primordial, ya que permite que los demás valores existan. Aunque los medios de comunicación, los políticos o la escuela hablen sobre este valor, definirlo no es tan fácil pues existen distintas formas de concebirlo y ejercerlo. Para todos, la libertad tiene un valor muy importante, y muy amplio, y esto conlleva muchas obligaciones. La Libertad no es simplemente hacer lo que queramos hacer, y divertirnos; aunque algunos lo piensen así, al menos, por poco tiempo… La Libertad no puede ser considerada desde un punto de vista personal, ya que molestaríamos a los otros tratando egoístamente de perseguir nuestros deseos. La Libertad es ESTAR libre de ataduras y de explotación. Es un estado en el cual podemos crecer y aprender, ser nutridos, y en el cual podemos desarrollar nuestros talentos, y explorar la vida y el mundo en sus muchas dimensiones. Eso es lo que queremos para nosotros mismos, para nuestras familias, nuestros amigos y vecinos, nuestro país, el mundo… La Libertad es un ideal que en la mente de un número creciente de personas debe extenderse hasta los animales. Estamos entristecidos por la condición tan terrible en la que están algunas de esas criaturas, apenados de que sean coartados de su libertad y matados para proporcionar comida, consternados por la pérdida de su hábitat causada por las crecientes demandas de la población humana, y aturdidos por los muchos otros abusos infligidos sobre ellos en el nombre de la ciencia, el entretenimiento, etc. Este ideal existe en algunas tradiciones, o puede darse espontáneamente en el corazón de los individuos. Para cambiar las espantosas condiciones en las que están los animales se requiere cambiar nuestro estilo de vida. La reforma depende de nuestras acciones individuales, en las decisiones que tomamos cada día. Somos realmente afortunados al poder juntarnos para aprender de cada uno como poner nuestros ideales en acción. Somos afortunados de tener libros e información disponible. Somos bendecidos al poder obtener comida y comodidades para poder vivir de la manera que hemos escogido. Hay muchos que están restringidos por los hábitos de la sociedad en la que viven, por la falta de conciencia, o por su edad (los muy jóvenes o los muy viejos), por flaqueza, por depender de otros o de instituciones para su cuidado y sostenimiento. Ocurre una tragedia cada vez que un anciano se somete al cuidado de otros y es alimentado con carne cuando preferiría ser vegetariano. O cuando un adolescente esta desnutrido con una dieta vegana por la falta de información, apoyo, o falta de buena elección de alimentos. Valoren su libertad y úsenla bien, no sólo para el beneficio propio sino para hacer el camino más fácil para los otros en sus vidas, para aliviar el sufrimiento de los animales y de la tierra. Cuando parezca ser mucha la carga, acuérdense que tienen una opción, y la inconveniencia no es una excusa. Cuanto más lo hagamos, más fácil se nos hará. Estamos trazando un camino para que otros lo puedan seguir... Lo que hagamos impactará la vida de más de los que podamos imaginar. Debemos tomar responsabilidad, hacer algo de trabajo extra, ir un poco más allá si es necesario. Aún cuando al pasar los años nuestro entendimiento cambie y nos encontremos con la necesidad de revisar algunos de los conceptos tan duramente obtenidos, cuando sean puestos a prueba o con el cambio de los tiempos. Aún cuando haya veces en que el término medio sea la mejor opción. Debemos ser honestos al evaluar una situación. Debemos tomar la decisión correcta, no la más fácil. Es importante que fortalezcamos nuestro espíritu y hagamos lo mejor posible al ejercer la Libertad que tenemos, que es tan valiosa. Eso nos facilitará a todos el caminar más suavemente sobre la tierra con una mejor armonía con el medio ambiente y con las otras criaturas que comparten nuestro mundo. El mundo cuenta con nosotros para hacer todo el esfuerzo posible. Nadie puede vanagloriarse de gozar de una libertad absoluta, ya que tantos los grandes como los pequeños, necesitan unos de los otros. La libertad absoluta no existe desde el momento en que se reúnen dos hombres. El Ermitaño en el desierto seria enteramente libre. Pero desde el momento en que se reúnen dos hombres, tienen derechos que respetar, y por consiguiente no tienen libertad absoluta. La obligación de respetar los derechos ajenos no quita el derecho al hombre de pertenecerse a sí mismo, ya que es un derecho que procede de la Naturaleza. Las opiniones liberales de algunos hombres, pueden conciliarse con el despotismo que ciertos hombres ejercen en su casa y con sus subordinados, por el conocimiento que tienen de la ley natural; pero neutralizada por el orgullo y el egoísmo. Comprenden lo que debe ser, cuando sus principios no son una comedia hecha por interés, pero no lo hacen. Mientras más inteligentes somos para comprender un principio, menos somos excusables si no lo aplicamos en sí mismos. El hombre sencillo, pero sincero, está más adelantado en el camino de DIOS que el que quiere parecer lo que no es. Toda sujeción absoluta de un hombre a otro es contraria a la ley de Dios. la esclavitud es un abuso de fuerza, que desaparece con el progreso, como desaparecerán poco a poco conforme el hombre se perfeccione todos los abusos. La ley humana que consagra la esclavitud es contraria a la Naturaleza, puesto que asemeja el hombre al bruto y le degrada moral y físicamente. Cuando la esclavitud forma parte de las costumbres de un pueblo, los que se aprovechan de ellas son responsables, ya que lejos de combatir un mal se conforman con el pasando por alto, lo que la ley de Dios recrimina y condena. El mal siempre es mal, y los sofismas del hombre no lograran que una mala acción se trueque en buena; pero la responsabilidad del mal es relativa a los medios que se tienen para comprenderlo. El que saca provechos de la ley de esclavitud es siempre culpable por la abolición de una ley natural; pero en esto como en todo, la culpabilidad es relativa. Si en una ciudad se ejerce la esclavitud como cosa natural, desde el momento en que sus moradores adquieran desarrollo, y se ilustren por la luz del Cristianismo, comprenderán que es condenable y por eso no tendrán disculpa ante Dios. Muchos creen que la natural desigualdad de aptitudes, pone a ciertas razas humanas bajo la dependencia de las más inteligentes. Pero se olvida que es solo para ilustrarlas y no para embrutecerlas más aun con la servidumbre. Hay hombres que han considerado, durante mucho tiempo, a ciertas razas humanas, como animales trabajadores, dotados de brazos y manos, a quienes tenían derecho a vender como bestias de carga. Se creen de mejor sangre, porque en el fondo son unos insensatos que solo ven la materia. Olvidándose que no es la sangre la más o menos pura, sino el espíritu. Existen hombre que tratan a sus esclavos con humanidad; que no permiten que carezcan de nada, y que creen que si les dieran la libertad se expondrían a mayores privaciones. Estos hombres comprenden mejor sus intereses. Pero igual cuidarían de sus caballos y de sus bueyes, para que les rindieran más, o para que estén lustrosos para mejor venderlos. Estos hombres no son tan culpables como los que hemos mencionado (que los maltratan) pero no dejan de disponer de ellos como una mercancía, privándoles del derecho de pertenecerse. Lo ideal es que el elija por si mismo, si desea estar con ellos, bajo sus servicios, y si no lo deseasen pudieran irse, en paz y tranquilos, pues nunca debemos someter a las personas a nuestros intereses, caprichos y deseos. De la única forma que el hombre puede ejercer su libertad sin límites es por el pensamiento, puesto que no reconoce trabas. Puede contenerse su manifestación, pero no anonadarle. Sin embargo, no debemos olvidar que somos responsables por el pensamiento ante Dios, ya que todo lo ve y todo lo conoce en nosotros, lee en nuestro pensamiento como en un libro abierto, y siempre nos condena o nos absuelve según su justicia. La conciencia es un pensamiento íntimo que pertenece al hombre, como todos los otros pensamientos. Pero solo a Dios le pertenece el derecho de juzgarla. Si el hombre con sus leyes arregla las relaciones de los hombres entre sí, Dios con las leyes de la Naturaleza arregla las relaciones del hombre con Dios. Las trabas puestas en nuestra libertad de conciencia obligan a los hombres a obrar de otro modo que piensan, es hacer hipócritas. La libertad de conciencia es uno de los caracteres de la verdadera civilización y del progreso. Toda creencia es respetable, cuando es sincera y conduce a la práctica del bien. Las creencias censurables son las que conducen al mal. No debemos escandalizar en su creencia a aquellos que no piensan como nosotros, ya que sería faltar a la caridad y atentar a la libertad de pensar. Siempre podemos poner trabas a creencias que podrían perturbar a la sociedad, pero solo en reprimir los actos, porque la creencia intima es inaccesible. Se deben dejar que se propaguen doctrinas perniciosas con la pretensión de decir la verdad, pero para reconocer la que tiene derecho a presentarse como tal, será ineludiblemente la que haga más hombres de bien y menos hipócritas, en una palabra, aquellas que practiquen la ley de amor y de caridad en su mayor pureza y en su más amplia aplicación. En esto se conocerá que es una buena doctrina; porque toda la que produjese la consecuencia de sembrar desunión y establecer una demarcación entre los hijos de Dios, no deja de ser falsa y perniciosa. El hombre sin el libre albedrio seria como una máquina. Por eso Dios le concedió la libertad para pensar y actuar. Desde que tiene voluntad de hacer, en los primeros momentos de su vida, la libertad es casi nula, se desarrolla y cambia de objeto con las facultades. El niño al tener pensamientos conforme a su edad, aplica su libre albedrio a las cosas que le son necesarias. Las predisposiciones instintivas que trae el hombre son las que tenía el Espíritu antes de su encarnación. Según sea más o menos adelantado, pueden surgirle actos reprensibles, los cuales serán secundados por los Espíritus que simpatizan con dichas predisposiciones; pero no hay sugestión por parte de un espíritu que sea irresistible, cuando tenemos la voluntad de resistir. Recordemos que querer es poder. el hombre no es arrastrado al mal, los actos que realiza no están de antemano escritos; los crímenes que comete no son el resultado de una falla del destino. Como prueba y expiación, puede elegir una existencia en la que sentirá las solicitaciones del crimen, a consecuencia del medio en el que es colocado, o en virtud de las circunstancias que sobrevengan pero siempre es libre de obrar o no obrar. Sacamos en conclusión que el libre albedrio existe en el estado de Espíritu para la elección de la existencia y de las pruebas, y en estado corporal en la facultad de ceder o resistir a las solicitaciones a que voluntariamente nos hemos sometido. A la educación le toca combatir esas malas tendencias. Y lo haremos satisfactoriamente cuando esté basada en el estudio profundo de la naturaleza moral del hombre. Ya que mediante el conocimiento de las leyes que rigen esa naturaleza moral, se llegará, a modificarla, como la inteligencia por medio de la instrucción; y el temperamento por medio de la higiene Cuando estamos desprendidos de la materia, en el plano espiritual y estamos en estado errante, elegimos la existencia que queremos desarrollar corporalmente según nuestro adelantamiento, y según el grado de elevación. Pues al igual que en la tierra elegimos las amistades según nuestra afinidad y gustos, nunca un espíritu con conocimientos va a querer sumergirse en las sombras. Semejante libertad no queda anulada por la reencarnación; si cedemos a la influencias de la materia, es porque sucumbimos a las pruebas que hemos elegido, y para que seamos ayudados para dominarlas, podemos invocar la asistencia de Dios y de los Buenos Espíritus. Sin el libre albedrio el hombre no tiene culpa del mal que realiza, ni tampoco merito en el bien, por eso es reconocido sobradamente, que la intención, la voluntad o libertad en la elección, es lo que cuenta, para ser elogiada o censurada una cosa, por eso no podemos buscar excusa a nuestras faltas en la organización, sin abdicar de la razón y de la condición de ser humano, asimilándonos al bruto. Los Espíritus nos dicen que el hombre es libre de sacudir un yugo obsesor, como libre es de cerrar la puerta de su casa a los inoportunos; no es el hombre una maquina que obra por un impulso independiente de su voluntad, sino un ser dotado de razón que escucha, que juzga y escoge libremente entre dos opciones, o consejos. Añaden que a pesar de esto, el hombre no queda privado de iniciativa, y no deja de obrar por movimiento propio, pues en definitiva no es más que un espíritu encarnado, que aun no ha conseguido la superioridad moral a la que está destinado; pero que no carece por ello de libre albedrio. La vida corporal le es dada para que se purgue de sus imperfecciones por medio de las pruebas que sufre, precisamente las imperfecciones son las que le hacen más débil a las sugestiones del mal hecha por los espíritus imperfectos que se aprovechan de ellas para hacerlo sucumbir. Si sale de ellas victorioso se eleva, si sucumbe se queda como era, ni mejor ni peor. Habrá de empezar una nueva prueba, lo que puede prolongarse por mucho tiempo. Cuanto más se purifica, más disminuyen sus lados vulnerables, y menos cede a los que le incitan al mal. Su fuerza moral crece en proporción de su elevación, y los malos Espíritus se alejan de él. En conclusión, el hombre es, por naturaleza, dueño de si mismo, tiene el derecho de hacer todo cuanto crea conveniente o necesario para la conservación y el desarrollo de su vida. Sin embargo, esa libertad no es absoluta y no puede serlo, por la simple razón de que, conviviendo en sociedad, el hombre tiene el deber de respetar ese mismo derecho en cada uno de sus semejantes. Dicho esto, todo y cualquier costumbre, que haga que una persona esté completamente sujeta a otra, constituye una iniquidad contraria a la ley de Dios. El hombre encuentra cada vez menos dificultad conforme pasan los siglos de pensar sin impedimentos y, a cada generación que surge, más amplias son las garantías individuales en lo que se refiere a la protección del foro íntimo. El sistema del “cree” o “muere”, que algunos retrógrados desearían ver establecido, está definitivamente superado y no volverá jamás, de ninguna manera. Hoy en día existen ideas muy diferentes. En las disensiones religiosas, las llamas de las hogueras fueron sustituidas por las luces del esclarecimiento, y en la catequesis filosófica o política, en un futuro, es seguro, que se buscará emplear, cada vez más, la fuerza de la persuasión en vez de la imposición por la fuerza. Evidentes señales de esta evolución tenemos: a) en la orientación de Juan XXIII y Pablo VI, dieron a la Iglesia Católica, inclinándola al liberalismo y a la tolerancia, como lo prueban las decisiones tomadas en el Concilio Ecuménico recientemente clausurado, entre ellas , la extinción del famoso “Index Librorum Prohibitorum”, es decir, el papel de los libros prohibidos por la congregación del Santo oficio, en el cual eran incluidas todas las obras que, aunque fuesen edificantes, anulasen o contradijesen su doctrina . y otra es en la líneas adoptada por la Unión de las Republicas Socialistas Soviéticas al optar por la propaganda ideológica como el medio más eficaz de atraer a los pueblos hacia el socialismo, en lugar de la conquista por las armas, como se hacía hace algunos años. Sin duda estamos aún muy lejos de una vivencia mundial de integral respeto a las libertades humanas; aunque, ya las aceptamos como un ideal a ser alcanzado, eso es ya un gran paso, pues tal concordancia ha de llevarnos, antes o después, a ese estado de paz y de felicidad a que todos aspiramos. Trabajo realizado por Merchita

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DIOS NOS CONTESTA EN VOZ BAJA 

 Oraste, pediste. Pero deshazte, de cualquier inquietud y serénate para recoger las respuestas de la Divina Providencia. Innecesario aguardar demostraciones espectaculares para que te convenzas en cuanto a las indicaciones de lo Alto..... *** Como ocurre al Sol que no necesita descender a los campos para atender el tallo de hierba que le ruega calor, ya que le basta, para eso, la movilización de sus propios rayo, Dios cuenta con millones de mensajeros que le ejecutan los Excelsos Designios. Ora pide. Enseguida,presta atención. Algo vendrá por alguien o por intermedio de alguna cosa dándote, en la esencia, las informaciones a los avisos que solicites. *** En muchas circunstancias, la advertencia o el consejo, la frase orientadora o la palabra de bendición te alcanzará el alma, por el verbo de un amigo, en la página de un libro, en una nota sencilla de prensa y hasta en un simple cartón que se te atraviese en el camino. Más que eso. Las respuestas del Señor a tus necesidades y peticiones, muchas veces, te buscan, a través de los sentimientos propios a te subiren del corazón al cerebro o de tus propios raciocinios a te descenderen del cerebro al corazón. *** Dios responde siempre, sea por las voces del camino, por la prédica o por el esclarecimiento en tu casa de fe, en el diálogo con persona que te parezca providencial para el cambio de confidencias, en las palabras escritas, en los mensajes inarticulados de la Naturaleza, en las emociones que te florecen del alma o en las ideas imprevistas que te llegan al pensamiento, a te convidaren el espíritu para la observación del Bien Eterno. El propio Jesús, el Mensajero Divino por excelencia, nos guió en la búsqueda del Amor Supremo, cuando nos enseño a suplicar: "Padre Nuestro, que estás en el Cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, así en la Tierra como en el Cielo..." Y, dando énfasis al problema de la atención, nos recomendó escoger un lugar íntimo para el servicio de la oración, mientras él mismo demandaba la soledad para comulgar con la infinita Sabiduría. *** Recordemos al Divino Maestro y estemos convencidos de que Dios nos atiende constantemente; es imprescindible, entretanto, hacer silencio en el mundo de nosotros mismos, olvidando exigencias y deseos, no sólo para oír las respuestas de Dios, sino también a fin de acéptalas, reconociendo que las respuestas de lo Alto son siempre en nuestro favor, aunque, a veces, de momento, parezcan en contra de nosotros. 
Emmanuel. Francisco Càndido Xavier.

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Reflexionando con Merche 

 Hola buenos días, la obsesión es un tema que nos preocupa, y muchos son los estudios que se han realizado para tratar de erradicarla, ya que su panorama se agranda en los panoramas humanos de forma amenazadora. Son muchas las teorías fascinantes que la liviandad ha presentado, prometiendo curaciones milagrosas y resultados inmediatos, como si estuviesen ante una patología simple. Sin embargo olvidando que la obsesión tiene generatriz anterior y que asienta sus raíces en factores emocionales muy profundos, que no puede ser combatido sino a través de una cuidadosa terapia espiritual, en la cual ambos litigantes se decidan por el amor, por el olvido del mal y la construcción del bien, renovándose e iluminándose con el conocimiento de la realidad que dimana de Jesucristo, el Psicoterapeuta excelente, que liberó a innumerables enfermos de todos los tipos que a El se acercaron y decidieron cambiar el panorama intimo, adquiriendo salud moral. La psicoterapia desobsesivas exige cuidados especiales y solamente personas acreditadas por la conducta espiritual y por el conocimiento del Espiritismo, que estén habituadas al intercambio mediúmnico, particularmente con los espíritus mentirosos, embusteros obsesores, que son portadores de incontables habilidades en el arte de engañar y calumniar. Igualmente, es indispensable el cambio de comportamiento del enfermo, su adhesión a nuevos valores de vida, con natural alteración de actividades orales y mentales, de forma que recree el campo vibratorio en que practica con nuevas construcciones de energía saludable, rectificando las que se encontraban dañadas. La obsesión se inicia muy sutilmente, cuando no irrumpe con violencia incontenida, llevando precipitadamente los mejores proyectos existenciales, por eso mismo, exigiendo gran vigilancia de todas las personas que, de alguna forma, están incursas en el cuadro aflictivo de que las Soberanas Leyes se valen para recuperar delincuentes espirituales y desertores de la vida, que pensaban en despreciarla, enfrentándola, no obstante, después… Los Espíritus, no siendo otra cosa que las almas de los hombres, no poseen la plena sabiduría, ni la conciencia integral. El Espíritu puede comunicarse con el Hombre, con el puede intercambiar ideas, puede influenciar, por tanto, la vida de los llamados “vivos”. Las mayores causas de la obsesión, es porque un Espíritu perverso ataca a aquel a quien le tiene ojeriza, encarnado este, y por lo tanto menos libre, lo atormenta con más facilidad, atacándolo en sus intereses, o en sus más queridos afectos. Hay sin embargo casos especiales que presentan cierta gravedad, como los de subyugación y posesión. El obsesado y el poseso son, pues, casi siempre víctimas de una venganza anterior, a la que posiblemente han dado lugar con su conducta. Dios permite que tal cosa suceda para castigarlos por el mal que han cometido, o si no lo cometieron, por no haber tenido indulgencia o caridad y no haber perdonado. En consecuencia, importa, desde el punto de vista de nuestra tranquilidad futura, que reparemos lo antes posible las injusticias que hayamos hecho al prójimo, perdonando a nuestros enemigos, con el objeto de extinguir antes de la muerte todo motivo de disensiones, toda causa fundada de animosidad posterior.” Así pues, podemos tener enemigos entre los encarnados y los desencarnados. Los del mundo invisible manifiestan malevolencia por medio de las obsesiones y subyugaciones, a las cuales tantas personas se hayan expuestas, y que son una variedad dentro de las diferentes pruebas de la vida. Ese tipo de pruebas, como las otras, cooperan al adelanto del ser y han de aceptarse con resignación y como consecuencia de la naturaleza inferior del globo terrestre. “La obsesión por lo tanto es la acción persistente que un Espíritu malo ejerce sobre un encarnado. Presentando características muy diversas que van, desde la simple influencia moral – sin signos exteriores perceptibles – hasta la perturbación completa del organismo y de las facultades mentales. Perturba todas las facultades medianímicos. En la mediúmnidad psicograficas – por la escritura – se traduce en la obstinación de un espíritu por manifestarse – con exclusión de todos los demás. “La experiencia ha demostrado que aquellos médiums que no aprovechan los consejos que reciben de los buenos Espíritus, las comunicaciones, tras haber tenido algún brillo durante cierto tiempo, van poco a poco degenerando y concluyen por caer en el error, en la verborrea o la ridiculez, señal innegable de que los buenos Espíritus se han apartado de ellos. Obtener la asistencia de los buenos Espíritus, alejar a los frívolos y embusteros, tal debe ser el objeto de los esfuerzos constantes de todo médium serio. De lo contrario, la mediúmnidad se convierte en un don estéril, que incluso puede resultar perjudicial para el que la posee, puesto que podrá degenerar en peligro obsesión.” Amigos cuando intentamos conducir cualquier vehículo, pese a que este sea uno de los mejores y más sofisticados, si no poseemos el conocimiento total de las reglas de conducción, y la práctica en el manejo del vehículo, que nos facilite su conducción, seremos presos de grandes y graves accidentes. Procuremos estudiar la Codificación Espirita, para poder acceder con conocimiento de causa al mundo de los Espíritus y poder intercambiar con ellos experiencias constructivas, previniéndonos de ese modo de los espíritus ignorantes que siempre por nuestra inferioridad moral pululan a nuestro alrededor. Os deseo un feliz día, 

 Extraído del libro “Obsesión, Su Instalación y Su Cura” una obra coletanea de Manuel Filomeno de Miranda y de Divaldo Pereira Franco.

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