domingo, 12 de junio de 2016

Política y Espiritismo

 
Política y Espiritismo
Ante los disturbios que se están originando por todas partes, muchos nos preguntamos cómo actuar ante ellos, la política ha decaído mucho desde entonces, hoy en día el político, sirve antes a sus propios intereses, a los de sus amigos, o, en un exceso, a los de su partido (loable ejercicio de solidaridad) que a los de la sociedad que le eligió para defenderla, para abastecerla, para dirigirla; en resumen, para transformarla en esa polis idílica de la que nos hablaban Platón y Aristóteles.
El mismo Platón, en La República, abogaba por la aristocracia frente a la democracia. Aristocracia, como la misma palabra indica, es el gobierno de los mejores. Un sistema en el que los dirigentes son aquellos cuya preparación y capacidad les hace dignos de tal cargo.
Miguel Vives, nos esclarece en su libro “Tesoro de los Espiritas” entre otras cosas que el Espiritismo es la política del amor. Ligando los hombres entre si, en la Tierra, y los hombres con los espíritus, entre la Tierra y el Espacio, el realiza la mayor y más bella política de todos los tiempos, para la buena administración de las riquezas publicas del espíritu. Más, siempre que sea posible, el espirita puede y debe dar, a la política del mundo, la ayuda divina de la política del cielo.
El espiritismo es una política superior, aplicada no apenas a la ciudad del mundo, sino también a la ciudad celeste y a las relaciones entre las dos ciudades. El espirita, por tanto, es político, en el buen sentido de la palabra. Pero su política no es ni puede ser hecha de intrigas, de golpes, de negativas, de maniobras. Solo puede ser hecha de amor comprensión, fraternidad y luz.
Por eso los espiritas, en general, son extraños a la política del mundo. Detestan el ambiente de mezquindad interesada en que se procesan las maniobras políticas. Y no admiten que el Espiritismo sea envuelto en la política, cosa que hacen muy bien. Los pocos espiritas que se vuelven políticos mundanos, si son realmente sinceros y firmes en su fe, enfrentan duras dificultades y terribles sufrimientos. Porque no puede un espirita sincero respirar con naturalidad en el ambiente pesado y malsano de la política mundana. Los que se adaptan a ese ambiente son dignos de piedad, pues sacrifican la más ella oportunidad de perfeccionamiento espiritual que Dios les concede, en torno del plato de lentejas de los intereses mundanos. Brevemente pasa la vida presente de esos hermanos, pues breve es nuestra vida en la Tierra, y al entrar en la vida espiritual, ellos van a lamentar el tiempo perdido y la oportunidad desperdiciada.
El espirita debe evitar las infiltraciones políticas en las sociedades espiritas, particularmente en los Centros Espiritas, que deben ser casa de oración y de paz de amor y fraternidad. Los espiritas fascinados suelen argumentar que no deben entregar a los malos la dirección de la vida publica. ¿Más, quien les dio el derecho de juzgarse mejor que los otros? El simple hecho de que hayan aceptado el Espiritismo no les concede ese derecho. El espirita debe ser suficientemente humilde para no creerse capaz de reformar el mundo y transformar a la sociedad, simplemente por su participación en la vida política. Si no lo es, será expuesto a muchos engaños, y principalmente estará expuesto a la influencia mistificadora de espíritus perversos que se aprovechan siempre de nuestras pretensiones vanidosas, para transformarnos en sus instrumentos.
El espirita no debe abstenerse de sus deberes políticos. Muy por el contrario, esos deberes deben ser cumplidos escrupulosamente por los espiritas. Más cumplir los deberes políticos es cosa diferente a entregarse a la vida política. para cumplir aquellos nos basta observar las leyes, comparecer a los pleitos electorales, votando con pensamiento elevado y sin pasiones, apoyar , con buenos argumentos, y cuando sea posible con ayuda practica, a las buenas causas, , defender a los oprimidos, librarse siempre de apoyar las causas más injustas, perjudiciales a la colectividad y librarse principalmente de compromisos con los crímenes políticos, sea en beneficio propio o de otros, y más aun con la pretensión absurda de beneficiar el Espiritismo o instituciones espiritas. Para entregarse a la vida política, es necesario envolverse en todas sus complicaciones, en todas sus enmarañadas y confusas situaciones actuales. La política del mundo es hecha, aun, de la pasión por las cosas mundanas, particularmente la pasión de poder, que embriaga a la vanidad humana.
El espirita tiene otra política a ejecutar: la humildad, que identifica al hombre con los infelices, los sufridores del mundo, y no le lleva para las altas posiciones terrenas, más si para los puestos de socorro de la caridad cristiana. “En mi Reino, dice Jesucristo, los mayores son los que sirven” Y para servir el no precisa de cargos en partidos políticos, de cargos o puestos en la administración pública. Le basta el sentido espirita de caridad, en todas sus formas, según enseña el Espiritismo. Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo. ¿Qué mejor política pude existir que esa? Pues esa es la política espirita y, por tanto, la de todo espirita sincero.
El espirita, desde el momento que aceptó conscientemente el Espiritismo, se alistó en la política del amor universal;
Su único partido es el Reino de Dios, y su plataforma política es el Sermón de la Montaña; en el caso que sea llevado a cargos públicos, llamado a cualquier actividad política del mundo, no debe olvidar su cualidad de espirita, y ha de hacer todo porque la luz que hay en el, no se hagan tinieblas; amor y caridad deben constituir sus armas políticas, aun mismo que eso le cueste la oposición de los propios compañeros, pues es mejor estar solo con la Verdad que estar acompañado por la mentira.
Amigos, os deseo un buen inicio de la semana que Dios siga bendiciendo nuestras vidas. Merchita

Merchita
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SEXO, SEXUALIDAD Y REENCARNACIÓN

      Es difícil pensar en la reproducción sin hacer una asociación al papel del sexo.
     Es necesario comprender que por reproducción sexuada se entiende la unión de los gametos masculino y femenino, independientemente de tratarse de vegetales o animales.
     Con excepción de los Esponjarías y de los casos excepcionales donde se alternan la reproducción en sexuada y asexuada, todos los seres se reproducen exclusivamente a través del sexo.
     Entre los animales, incluido el hombre, el sexo es perfectamente característico y las uniones muy bien definidas.
     La reencarnación es necesaria para la evolución de los seres, por lo tanto existe  la necesidad  del sexo,  que es confundido bastantes veces con  prácticas no muy dignas. Pero lo que parece  ser olvidado por muchos, inclusive por algunos espiritas, es que fueron los propios hombres los que a lo largo de sus experiencias, se dejaron esclavizar  por el placer físico que les proporciona el sexo, tornándolo objeto de ese placer, y por extensión, asignándolo al  papel del otro.
     La ciencia viene realizando con pesar la llamada reproducción in vitro para parejas que encuentran dificultades en  quedar embarazadas, pero no por esto estas reproducciones son menos sexuadas.
     Para animales y hombres el contacto sexual es casi una necesidad fisiológica, y hay quien defiende la práctica sexual como una necesaria descarga energética. Hay  que remarcar que incluso entre algunos irracionales la práctica sexual  obedece por lo menos a un criterio: la simpatía.
     Dado que los hombres tienen más preguntas que les hacen aún más selectivos, en estos la afectividad está más desarrollada y tiene un papel decisivo en la búsqueda del ideal,  y con esto las relaciones se construyen mucho más solidas, imprimiendo una  responsabilidad mayor y más legítima en las prácticas sexuales. Así, estas pasan de ser una necesidad fisiológica a ser un armónico compartimiento de energias.
Al decir en “una afectividad más desarrollada” no siempre se quiere decir que las relaciones serán siempre solidas o debidamente responsables. Aun en  el medio espirita se encuentran personas con serias dificultades para establecer relaciones dentro de los  parámetros cristianos. Vemos el “quedar”, que atañe a los solteros convictos,  que no quieren abrir la mano en su condición de soltería, asumiendo relaciones definitivas.
     Como entre los otras factores, las disculpas son incluso muy parecidas: miedo, inseguridad… Pero lo que queda claro es que también  entre los espiritas, es muy difícil encontrar  el “por el ideal”, aunque para las uniones fortuitas, esto no represente dificultad. Hay, como se puede percibir, una contradicción muy grande, y tal vez parece natural entre los jóvenes espiritas, pero nunca entre los adultos ya experimentados.
     La educación sexual precisa ser instituida entre los espiritas, con el objetivo de formar seres realmente conscientes de su papel en la vida. La sexualidad está presente en cada obra de la Creación. Y negarla es afirmar que Dios de algún modo es impudente. Pero solo alimentarla fuera de los preceptos cristianos es faltar al respeto consigo mismo y con el otro.
     En el comentario de la cuestión 696 de El Libro de los Espíritus Kardec señala: “La unión fortuita de los sexos es un estado natural… “, y, como es sabido, el estado natural es el estado primitivo (776). O  sea,  en ese estado de evolución los seres son traídos para un apareamiento atendiendo a los instintos de que son dotados. El problema es que las reencarnaciones aseguran al hombre la educación de estos, con el aumento de la inteligencia, del sentido moral, y consecuentemente, de la responsabilidad.
     Tal vez el momento actual inspire a los espiritas a tratar de forma más humana  los problemas humanos, evitando la hipocresía,. pues  evidentemente se tiene que considerar el objetivo original del sexo, que no es exclusivamente proporcionar placer momentáneo en una esfera carnal.
     La reencarnación cuenta con este mecanismo para que se produzca, por lo menos en un principio;  y  los reencarnados  precisan de hogares cristianamente establecidos para dar enseñanza a sus jornadas. O es esto o es un caos…
     Se observan a muchos hermanos discutir defendiendo el planeamiento familiar, sin embargo, queda establecido tener el menor número posible de los hijos… Esto es  tan dicotómico que deja dudas en cuanto al real conocimiento entre estos  de algunos de los principios elementales de la Doctrina Espirita.
     No cabe hacer ningún juicio de estas formas de proceder,  porque cada cual goza de la libertad de pensar y actuar. Es por eso que la Casa espirita deberá comprometerse con la verdadera evangelización, y no, como diría Herculano Pires, con el catecismo eclesiástico, y toda su falsa moral, sus falsas virtudes, y, por lo tanto, de sus hombres hipócritas.


Por Maria Ribeiro.- Blog de los espiritas


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MENSAJE DE LOS SERES ESPIRITUALES, HERMANOS MAYORES : 

"TIEMPOS FINALES O COMIENZO DE UNA

NUEVA HUMANIDAD


"Extractos"     ( de lo que se nos avecina )

". El estruendo del carro beligerante de la guerra se hace oír en todas partes, acompañado por las amenazas de destrucción en masa: de las criaturas humanas, de los animales, de la Naturaleza... El ser humano, que desvaría, emite sus estertores agónicos en las convulsiones de la agresividad. 
Semidiós, que se hizo a sí mismo, a través de la arrogancia y del narcisismo perverso, ahora se levanta, soberbio con la clava de la destrucción erguida, exhibiéndola y amenazando con deferir su golpes sobre la sociedad debilitada por el miedo o desvariada por la irresponsabilidad. Las nubes borrascosas, que se vienen acumulando en los cielos plúmbeos, anuncian la llegada de la tormenta, que pronto se abatirá despiadada. 
Constituida por fuerzas indómitas, anuncia la presencia de una catástrofe jamás vista con antelación y de consecuencias imprevisibles. Las supermáquinas, irónicamente denominadas inteligentes, pero destituidas de sentimientos de compasión y de misericordia, están preparadas para la interminable matanza. Los nuevos dioses Marte, luego blandirán sus armas que dispararán los rayos mortíferos para que la calamidad se consuma. 
Poco después, sobre los despojos de las ciudades transformadas en ruinas y, sobre esos mismos escombros aún en combustión, los vencedores se presentarán triunfantes. Pero, en vez de ostentar los laureles en forma de una corona de gloria, serán marcados con un hierro candente, tal como ocurrió con el Caín bíblico y mitológico, para que nadie los extermine, oyendo, al mismo tiempo, la terrible interrogación: ¿Qué hicisteis de vuestros hermanos? 

La ley de destrucción, inscrita en la Naturaleza, pertenece a la Vida, para que todo se renueve en estructuras más perfectas y más complejas. Pero, la guerra es el resultado del primitivismo animal que predomina en la naturaleza humana. Cual salvajes, con ansias de arbitraria dominación, no pocos individuos enfrentan a otros, confiando en la supremacía de la fuerza de la que se creen poseedores dándole curso a su delirio. La locura del poder que los ensandece, los impele a la carnicería de otras vidas, contando con el triunfo, que siempre es de efímera duración, porque la muerte los aguarda y también los arrebata inexorablemente. 
Quieran o no, ellos serán transferidos para Más Allá del Túmulo y su memoria permanecerá odiada, envuelta en amargura y dolor....Y retornarán después, al carro orgánico, encarcelados en celdas sin paredes, experimentando vigorosas expiaciones pungentes e inenarrables, que soportarán en largos períodos de inevitable reparación. La Ley Soberana del Universo es la de amor, aquella que integra todo y a todos en la armonía cósmica, exaltando la gloria de la Creación. Esa misma legislación dispone de dispositivos apropiados para administrar todos los acontecimientos perturbadores e imposiciones desconcertantes, sin la interferencia humana, normalmente de efectos dañosos... 
Porque, inmaduro y precipitado, ese ser se cree predestinado a reescribir la historia de la Humanidad, y cae en el crimen, actuando con crueldad, cuando la Divinidad dispone de mecanismos edificantes para la corrección de todos los desvíos, sin incurrir en los mismos delitos. La guerra confirma el estado de primitivismo, en el cual, se encuentra aún expresiva parte de la sociedad.... 
Vendrá la paz, sí, sin duda, después de la tragedia de los odiosos combates que el ser humano engendra para su propia desdicha. Mantente en paz, piensa y actúa con paz. La convulsión colectiva resulta del trastorno individual. Tu voz, tus actos y tu pensamiento constituyen una fuerza poderosa, que no siempre sabes utilizar. Presérvalos al servicio de tu paz y de la paz de todos. Sé afable, pero sin adulación; dócil, sin servilismo; bueno, sin actitudes afectadas, generando simpatía, ternura y amor a tu alrededor, donde quiera que te encuentres. 
Lo que hagas se convertirá en valiosa contribución para el conjunto social, que siempre depende del individuo. Por tanto, ante el rugido de la tempestad, resguárdate en el amor de Nuestro Padre, ama y ora, transformándote en un polo de referencia para la armonía general. 
Por el Espíritu Joanna de Angelis 
(Página psicografiada por el médium Divaldo Pereira Franco, en la sesión de la noche de 17 de marzo de 2003, en el Centro Espirita Camino de Redención, en Salvador, Bahía) ANUARIO ESPIRITA. 2004.

                                         
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A mi buen amigo,
                          D.Francisco Ruet


Hoy es un día sagrado, porque hoy se conmemora
el hecho que dio vida a tu perdido ayer:
tu entrada en este mundo, en donde el hombre llora
desde el primer momento, quejándose al nacer.

Suceso que le sirve de prólogo a tu historia
que e alborozados todos debemos bendecir,
porque has embellecido la vida transitoria
de aquel que una vez sola tu, acento llegó a oír.

Sectario de Lutero, filósofo creyente,
seguiste su reforma del adelanto en pos,
diciendo como él, dijo, con entusiasmo ardiente:
la ciencia eterno efecto, su sola causa es Dios.

España que atesora gigantes catedrales
e imágenes hermosas en bronce y en marfil,
que aun tiene procesiones, divinos carnavales,
idólatra en su culto, fanática, y gentil.

Al escuchar tu acento, que la verdad decía,
¿qué había de hacer?, hundirte en lóbrega prisión,
porque aun no era llegado el venturoso día
que España conquistara su justa redención.

Lució una nueva aurora, volviste a tus lares
ansiando que imperara la ley de la igualdad,
y en bosques y en colinas, y a orillas de los mares,
dijiste que era Cristo la luz de la verdad.

Los hombres te escucharon, algunos te siguieron,
y yo también tus huellas entonces las seguí:
pues tus predicaciones la convicción me dieron
que el mundo había sido un desierto para mi.

Mas como dado un paso seguimos adelante,
que así debe cumplirse la ley de progresión,
yo no encontré en Lucero exactitud bastante
para fijar las leyes que rigen la creación.

Lutero fue un gran hombre, adelantó de un modo
que su recuerdo siempre el mundo guardará,
pero si se analiza su religión del todo,
decimos: esto es poco, sigamos más allá.

Y yo seguí buscando la irradiación suprema,
el foco en que brillara la inextinguible luz,
que para mí no estaba resuelto el gran problema,
Yo no divinizaba la historia de la cruz.

Y lógico encontraba el éxtasis profundo
del alma embebecida en sueño celestial,
cuando agitarse vemos segundo por segundo…
los átomos que forman el globo universal.

Las religiones todas nos pintan un paraje
en donde vive el alma en plácida quietud,
y en la inacción, ¿qué vale su célico homenaje?
¡Sin lucha y sin peligro, ser bueno no es virtud!

En la naturaleza nos dice el gran Descartes
que hallaba espacio y tiempo, lo mismo encuentro yo,
y necio ha sido el hombre, al dividir en partes,
el todo que el Eterno jamás lo dividió.

Por eso yo he buscado con incesante anhelo
la lógica esperanza que irradie la verdad,
y en el Espiritismo hallé para consuelo
progreso indefinido y eterna actividad.

En el Espiritismo no hay limite marcado,
eterna es la existencia y eterno el porvenir ;
nosotros no tenemos paraje prefijado,
y aun la postrer palabra no hemos llegad oír.

Tú sigues otra senda, creyendo que Lutero
resuelto el gran problema por siempre nos dejó;
en un error te encuentras, y demostrarte quiero
que al alfa y al omega ningún hombre llego.

Por eso infatigables, debemos a porfía
buscar la oculta fuente de inmenso manantial;
que no se magnetice la humana fantasía
que reconozca él hombre la ley universal.

Si tú tienes talento e ilustración bastante
¿por qué al Espiritismo lo miras con desdén.;
se encuentra convencido tu espíritu gigante
que niegas el infierno y aceptas el edén?

Los hombres de tu temple se encuentran obligados
a demostrar la causa que alienta su razón;
no hasta que tú niegues los hechos consumados,
sin pruebas…, ¿de qué sirve tu grave impugnación?

No basta que en tu templo nos digas que es locura
la ciencia espiritista, que es sana idealidad,
¿dónde no hay objeciones se puede por ventura
decir rotundamente es esta la verdad?

Es tu palabra fácil, tu entendimiento claro,
¿por qué no entras en lucha y en franca discusión?
Si a convencernos llegas, diremos sin reparo
que a ti hemos debido la luz de la razón.

Nosotros no aceptamos de viejas religiones
sus templos, sus altares, su culto y ciega fe,
mas siempre respetamos antiguas tradiciones,
porque existir debía la que en un tiempo fue.

En todas las edades buscó nuestra conciencia
un algo misterioso del cual fuimos en pos,
y el siglo diez y nueve, pretende por la ciencia,
llegas directamente a conocer a Dios.

La escuela espiritista, que juzga y que razona,
es hija de su siglo y busca clara luz;
los átomos uniendo, las vidas eslabona
y dice al fanatismo: ¡atrás con tu capuz!

¡Atrás con tus errores!, la ciencia se adelanta,
perfora las montañas, los mares desunió;
el globo hendió los aires y el hombre se levanta
en nuevos continentes que en sueltos contempló.

Se inquiere, se analiza, se busca en lo creado
la causa del efecto, el punto primordial;
y yo que siempre en mucho tu ciencia he respetado,
te digo: ven y acepta la lucha universal.

Adiós; que buenos genios otorguen en tu día
raudales de suprema, de santa inspiración,
y brote de tus labios sublime profecía
y brille eternamente la luz de tu razón.

Adiós; en tu camino hallé la santa huella
del hombre que muriendo salvó a la humanidad,
pues su memoria ha sido nuestra polar estrella;
¡feliz de aquél que imita su amor y caridad!
Amalia Domingo Soler
Extraido de su "Ramos de Violetas"
                                                               ***********************************

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