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Estos síntomas resultan típicos ante la presencia cercana de espíritus que mediante la aproximación al aura espiritual del médium en desarrollo, le transmiten su desequilibrio o sus padecimientos por su deplorable estado en el plano del más allá en donde se encuentran; sin embargo otras veces estos síntomas no son causados propiamente por entidades espirituales, sino por la propia expectativa mental y anímica del médium.
También, como síntoma del desarrollo mediúmnico que supone una especial sensibilidad, pueden notar las sensaciones y dolores que sienten o padecen otras personas cercanas. El médium que desconoce esto cree estar enfermo, deprimido, etc, cuando en realidad solo está reflejando el estado físico o anímico de alguna persona o espíritu cercano.
En muchos casos estos mediums incipientes, cuando se concentran no saben diferenciar entre sus propias emociones y sensaciones, y las que experimentan ajenas a ellos, debido a no tener sus centros psíquicos lo suficientemente entrenados y disciplinados.
Todos estos síntomas, como se ha señalado, pueden significar que se están llevando a cabo aproximaciones de Seres espirituales que con su presencia afectan y estimulan la mediumnidad en desarrollo.
Esto se explica porque todas las personas tenemos alrededor el aura o campo de energía psíquica y física que se mezcla aun sin notarlo, con el de otras personas o Espíritus. En el caso del médium, este expande involuntariamente su campo de energías, facilitando así también el contacto psíquico con Seres espirituales, generalmente desencarnados, que sintonizan la vibración de sus auras con la de él. Cuando existe la suficiente afinidad vibratoria, esta relación y comunicación se establece a través del campo energético de los Periespíritus de ambos Seres: el del médium y el del Ser espiritual que se manifiesta. Por eso si un Espíritu en desarmonía se comunica con el médium, lo primero que le transmite es su vibración negativa, causándole sensaciones desagradables por este motivo.
Esto se puede evitar cuando el médium mantiene una tónica moral vibratoria elevada, y pidiendo auxilio, al menor síntoma, a su Ayuda Espiritual o espíritu guía que le protege durante toda su vida, porque si no se puede dejar vía libre para que cualquier Espíritu indeseado cree lazos con él.
Hay también otros síntomas de este despertar mediúmnico, como por ejemplo sentir presencias más o menos desagradables, o percibir interferencias en los pensamientos como si conversase alguien, e incluso oír voces en el interior, o sentir inclinaciones y deseos extraños, o ver fugazmente algo que desaparece al momento.
A veces se siente sobre el rostro o las manos, la expresión o los gestos de otra persona, hasta el punto de llegar a notar que sus pensamientos son de otro Ser. La persona que esto siente debe de intentar controlar su mente, pedir ayuda y no dejarse dominar por lo que siente, consciente de que eso no es de él.
El médium en desarrollo si no consigue saber dominar en cualquier momento las influencias negativas que le lleguen, no podrá ser un buen médium y los comunicados de los espíritus que a través de él se manifiesten serán poco fiables.
Existen casos en que el desarrollo de la facultad es bastante más rápido después de la liberación de un Espíritu obsesor que durante un tiempo haya estado ligado a la persona, perturbándola y haciéndola sufrir. Cuando hablemos de la Obsesión entraremos en más detalle; ahora basta añadir que estos casos de interferencias espirituales de una vibración inferior, suelen suceder con el propósito acelerar el desarrollo mediúmnico.
Al médium en formación se le puede ayudar también en su desarrollo, con la aplicación de “pases magnéticos” que reciba, recibiendo con ellos la necesaria energía vital y psíquica que facilita su desarrollo y activa los chacras, elevando su tónica vibratoria. Esto es especialmente útil en niños, que así se sienten más reforzados.
La mayor parte de las veces, la mediumnidad suele ser una prueba para el Espíritu del médium, lo cual le resulta también una expiación que al mismo tiempo le sirve para impulsar enormemente su propia evolución, porque con este valioso instrumento que es la mediumnidad, se puede ayudar a Entes desencarnados sufridores o ignorantes, lo que facilita el ejercicio de la caridad por parte del médium.
Por último, no envidiar a ningún médium por su facultad, pues casi siempre es señal de que con ella están saldando una deuda de su pasado como espíritu, y un pasado de errores y deudas no es precisamente envidiable, porque si se envidia su facultad, se envidia la causa que la motivó.
- José Luis Martín-
“Muchos sufrimientos derivan a veces del esfuerzo por forzar su prematuro desarrollo; quien así los posee es a menudo alucinado por engañosos espíritus, o llega a envanecerse y piensa que no puede equivocarse; y en cualquier caso, el tiempo y la energía que su adquisición requiere, podrían haberse empleado en trabajar por los demás”.
-Krishnamurti-
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EL CEREBRO DEL HOMBRE
Para transformar en un legitimo elemento de auxilio a los Espíritus sufridores, encarnados o no, no es imprescindible comprender la perversidad como locura, la rebeldía como ignorancia y el desespero como enfermedad.
La ceguera del Espíritu es fruto de la espesa ignorancia en manifestaciones primarias o de la obnubilación de la razón en los estados de envilecimiento del ser.
El verbo gastado en el servicio del bien es cimiento divino para realizaciones inmortales. Conversar, sirviendo a nuestros semejantes de modo sustancial, aumentará nuestro lucro. Después de la muerte, lo que hay de más sorprendente es el encuentro de la vida. El organismo periespiritual que condiciona al espíritu en materia más suave y más plástica, después del sepulcro, es fruto igualmente del proceso evolutivo. Como hijos de Dios y herederos de los siglos, conquistamos valores, de experiencia en experiencia, de milenio a milenio. No hay favoritismos en el templo Universal de Dios, y todas las fuerzas de la Creación se perfeccionan en el infinito. Somos creación del Autor Divino y debemos perfeccionarnos integralmente. Dios estableció como ley Universal que sea la perfección, obra del cooperativismo entre El y nosotros, sus hijos.
Desde la ameba en la fría agua del mar, hasta el hombre, venimos luchando, aprendiendo y seleccionando invariablemente. Las páginas de la sabiduría hinduista son escritos de ayer y la Buena Nueva de Jesucristo es materia de hoy, comparados a los milenios vividos por nosotros, en la jornada progresiva.
El hombre posee un cerebro que se divide en tres regiones distintas. En la primera, están los impulsos automáticos, simbolizando el sumario vivo de los servicios realizados; en la segunda situamos las conquistas actuales, donde se yerguen y se consolidan las cualidades nobles que se edifican; la tercera está las nociones superiores, indicando las culminaciones que tiene que alcanzar. En la primera mora el habito y el automatismo, en la segunda el esfuerzo y la voluntad y en la última demoran el ideal y la meta superior a ser alcanzada.
Estos departamentos son, el subconsciente el consciente y el súper consciente. Como vemos, poseemos en nosotros mismos, el pasado, el presente y el futuro. Todo el campo nervioso de la criatura constituye la representación de las potencias periespirituales, lentamente conquistadas por el ser, a través de milenios y milenios.
El cerebro es el órgano sagrado de manifestación de la mente, en tránsito de la animalidad primitiva hacia la espiritualidad humana.
El hombre actual representa la humanidad victoriosa, emergiendo de la bestialidad primaria.
El hombre en su estado actual no tiene la suficiente luz para descender con provecho a todos los ángulos del abismo de los orígenes, tal facultad la adquirirá más tarde, cuando su alma esté limpia de todo resquicio de sombra. No hay total olvido en la Corteza Terrestre, ni restauración inmediata de la memoria en las zonas de la existencia, que siguen , naturales, al campo de la actividad física, todos los hombres conservan tendencias y facultades que casi equivalen a efectivo recuerdo del pasado; y no todos, al atravesar el sepulcro, pueden readquirir , repentinamente, el patrimonio de sus reminiscencias. Quien se materializa, en el campo, de la materia densa, no puede volver a encender, de pronto, la luz de la memoria.
Interpretando de una manera simple las tres regiones de vida cerebral, Nervios, zona motora y lóbulos frontales, en el cuerpo carnal, traduciendo impulsividad, experiencia y nociones superiores del alma, constituyen campos de fijación de la mente encarnada o desencarnada. La demora excesiva en uno de esos planos, con las acciones que le son consecuentes, determina el destino del cosmos individual. La criatura estacionada en la región de los impulsos se pierde en un laberinto de causas y efectos, desperdiciando tiempo y energía; quien se entrega de modo absoluto, al esfuerzo maquinal, sin consultar el pasado y sin organización de bases para el futuro, mecaniza la existencia, destituyéndola de luz edificante. Para que la mente prosiga en dirección de lo alto, es necesario que se equilibre, valiéndose de las conquistas pasadas, para orientar los servicios presentes, y amparándose, al mismo tiempo, en la esperanza que fluye, cristalina y bella, de la fuente superior de idealismo elevado; a través de esa fuente ella puede captar del plano divino las energías restauradoras, construyendo así el futuro edificante.
Jesús nos recomendó el amor a los enemigos y la oración por los que nos persiguen y calumnian. Llegará el día, en que el amor, la fraternidad y la comprensión, definiendo estados del espíritu serán tan importantes para la mente encarnada como el pan, el agua, el remedio; es cuestión de tiempo. Aunque a veces parezca lo contrario, la mente humana de manera general, asciende para el conocimiento superior, a pesar que, a veces, parezca lo contrario.
- MERCHE- (Extraído del libro “En un Mundo Mayor” de Francisco Cándido Xavier)
Ricos – Pobres
Sabes que en la peregrinación en la tierra, conduces en ti una multiplicidad de riquezas con las cuales el Creador te honra la vida planetaria.
Tienes la preciosidad de la voz y de la visión. ¿Pero cuál es la importancia de semejante bendición, si no te tornas capaz de hablar nada que construya consolación, instrucción y alegría a tu alrededor? ¿Qué grandeza tendrá tu visión, si no consigues ver con claridad a tus amigos, a tu familia, tus trabajos, todo lo que te cabe realizar durante la jornada reencarnatória?
Gozas de buenas piernas y de pies potentes que te conducen para todos los lados. Con todo, ¿de qué te valen pies y piernas formidables, si no te desplazas al encuentro de quien puedas ayudar o llevar felicidad?
Disfrutas de excelente audición, que te bendice con los sonidos de la vida. Pero, ¿de qué valdrá tener buenos oídos y oír por oír, si no consigues escuchar las voces de los débiles ni los gemidos de los que padecen a tu alrededor, ni las voces de tantos que te quieren instruir para el bien?
Tienes el cuerpo sano y soberbio, que te ofrece posibilidad de llevar adelante la bendición de tu reencarnación. ¿De qué te sirve el cuerpo hermoso, si te tiras a los pantanos de los vicios, entristeciéndote profundamente, sin que lo aprecies, sin que lo respetes, sin colocarlo al servicio de tu evolución?
Conduces un cerebro exuberante, apto al interpretar el movimiento del universo, desde la flor que aparece en el charco, hasta el brillo de las estrellas, dándote oportunidad de decidir por ti mismo tus humanos caminos. ¿De qué te vale la bendición del cerebro y de la mente en esplendida actividad, si no logras discernir con provecho, manteniéndote en alma trastornada, irreflexiva, a comprometerse cada vez más con rutas equivocadas y actos mal guiados?
Eres, amigo, inmensamente rico delante del amor de Dios, en virtud de todo lo que te compone los implementos físicos y mentales, a fin de hacer la vida crecer en tus manos.
Aunque inmensamente rico, cuantas veces te presentas grandemente empobrecido, en verdadera mendicidad moral, cada vez que dejas de hacer buen provecho de todo lo que el Creador te entregó para tu evolución, toda vez que no te vales de todo lo que tienes para transformar el mundo a tu alrededor, dejando marcas de amor por donde pases.
De ese modo, querido corazón, aprende a utilizar los elementos de que fuiste dotado, haciendo que tu cuerpo, con todos los recursos que dispone, bajo el comando del alma inteligente que eres, sea puesto al servicio de tu propio avance, del progreso de tu semejante, en fin, al servicio de Dios.
Página del Espíritu Ivan de Albuquerque, psicografiada por J. Raúl Teixeira. Traducido por Jacob
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¿Hay diferencia entre los buenos y malos Espíritus con respecto a venir pronto al llamamiento que se les hace?
La hay muy grande; los Espíritus malos sólo vienen a gusto cuando esperan dominar y engañar; pero experimentan una viva contrariedad cuando están obligados a venir para confesar sus faltas; sólo desean marcharse, como cuando se llama a un estudiante para reprenderle. Pueden ser obligados por Espíritus superiores, como castigo, y para la instrucción de los encarnados.
La evocación es penosa para los buenos Espíritus cuando se les llama inútilmente por cosas de ninguna importancia; entonces no vienen, o bien se retiran.
Vosotros podéis decir que, en principio, los Espíritus,cualquiera que sean, no les gusta como a vosotros, servir para distracción de los curiosos. Muchas veces no tenéis otra idea evocando a un Espíritu que el saber lo que os dirá, o preguntarle sobre las particularidades de su vida que no desea haceros conocer, porque no tiene ningún motivo para haceros sus confidencias. ¿Creéis que va a sentarse en el banquillo para que os divierta? Desengañaos: lo que él no os hubiera dicho cuando vivía tampoco os lo dirá como Espíritu.
Observación. – La experiencia prueba, en efecto, que la evocación es siempre agradable a los Espíritus cuando se hace con un objeto formal y útil; los buenos vienen con placer para instruirnos; los que sufren encuentran consuelo en la simpatía que se les manifiesta; los que hemos conocido están satisfechos de nuestro recuerdo. Los Espíritus ligeros quieren ser evocados por personas frívolas, porque esto les proporciona una ocasión de divertirse a sus expensas; están poco a gusto con personas graves.
22. ¿Los Espíritus, para manifestarse, tienen siempre necesidad de ser evocados? No, porque se presentan muchas veces sin ser llamados y esto prueba que vienen espontáneamente.
23. Cuando un Espíritu se presenta por su propia voluntad,¿se está más seguro de su identidad?
De ninguna manera, porque los Espíritus mentirosos, emplean a menudo este medio para engañaros mejor.
24. Cuando por el pensamiento se evoca el Espíritu de una persona, aun cuando no haya manifestación por la escritura ni de otro modo cualquiera, ¿viene a nosotros?
La escritura es un medio material para que el Espíritu pueda atestiguar su presencia, pero el pensamiento es el que le atrae y no la acción de escribir.
25. Cuando un Espíritu inferior se manifiesta, ¿puede obligársele a que se retire?
Sí, no escuchándole. Pero, ¿cómo queréis que se retire cuando os divertís con sus torpezas? Los Espíritus inferiores se unen a los que les escuchan con gusto, como los necios entre vosotros.
26. La evocación hecha en nombre de Dios, ¿es una garantía contra la intervención de los Espíritus?
El nombre de Dios no es un freno para todos los Espíritus perversos, pero detiene a muchos; por este medio siempre alejáis a algunos y aun alejarías a muchos más si la evocación fuese hecha desde el fondo del corazón y no como una fórmula ligera.
27. ¿Podrían evocarse nominalmente muchos Espíritus a la vez?
Ninguna dificultad hay en esto, y si vosotros tuvierais tres o cuatro manos para escribir; tres o cuatro os responderían al mismo tiempo; lo que sucede cuando hay muchos médiums.
28. Cuando son evocados muchos Espíritus simultáneamente y sólo hay un médium, ¿quién es el que contesta?
Uno de ellos contesta por todos y manifiesta el pensamiento colectivo.
EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS. ALLAN KARDEC.
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