miércoles, 14 de septiembre de 2016

El hombre y su cerebro


                                           Quemar las naves 

 

Antes del año 335 A.C., al llegar a la costa Fenicia, Alejandro Magno debió enfrentar una de sus más grandes batallas. 

Al desembarcar, comprendió que los soldados enemigos superaban en cantidad, tres veces mayor, a su gran ejercito. 

Sus hombres estaban atemorizados y no encontraban motivación para enfrentar la lucha; habían perdido la fe y se daban por derrotados. El temor había acabado con aquellos guerreros invencibles. 

Cuando Alejandro Magno hubo desembarcado a todos sus hombres en la costa enemiga, dio la orden de que fueran quemadas todas sus naves. 

Mientras los barcos se consumían en llamas y se hundían en el mar, reunió a sus hombres y les dijo: Observen como se queman los barcos… esa es la única razón por la que debemos vencer, ya que si no ganamos no podemos volver a nuestros hogares y ninguno de nosotros podrá reunirse con su familia nuevamente, ni podrá abandonar esta tierra que hoy despreciamos. Debemos salir victoriosos en esta batalla, ya que solo hay un camino de vuelta y es por mar… 

“Caballeros, cuando regresemos a casa, lo haremos de la única forma posible, en los barcos de nuestros enemigos”: 

Cuantas veces la falta de fe, el temor y la inseguridad, el estar atado a lo seguro nos priva de conseguir nuevos éxitos, nos hace renunciar a los cambios, nos hace renunciar a los sueños, nos hace negar los anhelos y las metas que están grabadas en lo mas profundo de nuestros corazones. 

Cuantas veces la seguridad de poseer algo nos hace renunciar a la posibilidad de conseguir mucho mas; cuantas veces lo que tenemos fácilmente a nuestro alcance nos impide crecer, haciendo que la seguridad se convierta en mediocridad, en fracaso, en monotonía. 

Debemos saber que perseverando todo puede lograrse. 

Que el amor y la fe nos dan la fuerza necesaria para obrar milagros en nuestras vidas si lo deseamos. Que las personas perseverantes inician su éxito donde otras acaban por fracasar. Que ningún camino es demasiado parra un hombre que avanza decidido y sin prisas, teniendo claro sus objetivos. 

Él ejercito de Alejandro Magno venció en aquella batalla, regresando a su tierra a bordo de los barcos conquistados al enemigo. 

Los mejores hombres no son aquellos que han esperado las oportunidades, sino quienes las han buscado y las han aprovechado a tiempo; quienes han asediado a la oportunidad, quienes la han conquistado. 

La conquista puede ser un amor, conocimientos, trabajo, riquezas materiales o espirituales. Todo esta a tu alcance. Tu puedes plantearte las metas y los objetivos que deseas. 

Las condiciones para lograr éxitos no son siempre fáciles. 

No hay otro método que trabajar duro, ser tenaz, soportar, tener fe, luchar, creer siempre, no rendirse y jamás volver la espalda. 

Santiago Pont Lezic

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¿El desarrollo mediúmnico  puede acompañar  con  síntomas  físicos ?






























Son muchos y variados los síntomas que presenta la mediumnidad en cada caso. Hay quien es médium sin saberlo, pero sin embargo para muchas personas este desarrollo  supone toda una serie de trastornos físicos y mentales, sufrimientos, desarmonías, cambios emocionales, desequilibrios, escalofríos, malestares, taquicardias, síntomas de resfriado, colapso, ansiedad y hasta enfermedades y dolores  físicos punzantes e intermitentes en muy diversas partes del cuerpo, y sin tener una causa aparente.
      Estos síntomas resultan típicos ante la presencia  cercana de espíritus que  mediante la aproximación al aura espiritual del médium en desarrollo, le transmiten su desequilibrio o sus padecimientos por  su deplorable estado en el plano del más allá en donde se encuentran; sin embargo otras veces estos síntomas no son causados propiamente por entidades espirituales, sino por la propia expectativa  mental y anímica del médium.
También, como síntoma del desarrollo mediúmnico que supone una  especial sensibilidad,  pueden notar las sensaciones y dolores que sienten o padecen otras personas cercanas. El médium que desconoce esto cree estar enfermo, deprimido, etc, cuando en realidad solo está reflejando el estado físico o anímico de  alguna persona o espíritu cercano.
En  muchos casos estos mediums incipientes, cuando se concentran  no saben diferenciar entre sus propias emociones y sensaciones, y las que experimentan ajenas a ellos, debido a no tener sus centros psíquicos lo suficientemente entrenados y disciplinados.
Todos estos síntomas, como se ha señalado, pueden significar que se están llevando a cabo aproximaciones de Seres espirituales que  con su presencia afectan y estimulan  la mediumnidad  en desarrollo.
Esto se explica porque todas las personas tenemos alrededor el  aura o campo de energía psíquica y física  que se mezcla  aun sin notarlo, con el de otras personas o Espíritus. En el caso del médium, este expande involuntariamente su campo de energías, facilitando  así también  el contacto psíquico con Seres  espirituales, generalmente desencarnados, que sintonizan la vibración de sus auras  con la de él. Cuando existe la suficiente afinidad vibratoria, esta relación y comunicación se establece a través del campo energético de los  Periespíritus   de ambos Seres: el del médium y el del  Ser espiritual que se manifiesta.  Por eso si un Espíritu en desarmonía se comunica con el médium, lo primero que le transmite es su vibración negativa, causándole sensaciones desagradables por este motivo.
Esto se  puede evitar cuando  el médium mantiene una tónica moral vibratoria  elevada, y pidiendo auxilio, al menor síntoma,  a su Ayuda Espiritual o espíritu guía que le protege durante toda su vida, porque si no se puede dejar vía libre para que cualquier Espíritu  indeseado cree lazos con él.
Hay también otros síntomas de este despertar mediúmnico, como por ejemplo sentir presencias más o menos desagradables, o  percibir interferencias en los pensamientos como si conversase alguien, e incluso oír voces en el interior, o sentir inclinaciones  y deseos extraños, o ver fugazmente algo que desaparece al momento.
A veces se siente sobre el rostro o las manos, la expresión o los gestos de otra persona, hasta el punto de llegar a notar que sus pensamientos son de otro Ser. La persona que esto siente debe de intentar controlar su mente, pedir ayuda y no dejarse dominar por lo que siente, consciente de que eso no es de él.
El médium en desarrollo si no consigue saber  dominar en cualquier momento las influencias negativas que le lleguen, no podrá ser un buen médium y los comunicados de los espíritus que a través de él se manifiesten serán poco fiables.
Existen casos en que el desarrollo  de la facultad  es bastante más rápido después de  la liberación de un  Espíritu obsesor que durante un tiempo haya estado ligado a la persona, perturbándola y haciéndola sufrir.  Cuando hablemos de la Obsesión entraremos en más detalle; ahora basta añadir  que  estos casos de interferencias espirituales de una vibración inferior, suelen suceder   con el propósito acelerar el desarrollo mediúmnico.
Al médium en formación  se le puede ayudar  también en su desarrollo, con  la aplicación de  “pases magnéticos” que reciba, recibiendo con ellos la necesaria energía vital y psíquica que facilita  su desarrollo y activa los chacras, elevando su tónica vibratoria. Esto es especialmente útil en niños, que así se sienten más reforzados.
         La mayor parte de las veces, la mediumnidad suele  ser  una prueba para el Espíritu del médium, lo cual le resulta también una expiación que al mismo tiempo le sirve para impulsar enormemente su propia evolución, porque con este valioso instrumento  que es  la mediumnidad, se puede ayudar a Entes desencarnados  sufridores  o  ignorantes, lo que facilita el ejercicio de la caridad por parte del médium.
         Por último, no envidiar a ningún médium por su facultad, pues casi siempre es señal de que con ella están saldando una deuda de su pasado como espíritu, y un pasado de errores y deudas no es precisamente envidiable, porque si se envidia su facultad, se envidia la causa que la motivó.
- José Luis Martín-

“Muchos sufrimientos derivan a veces del esfuerzo por forzar su prematuro desarrollo; quien así los posee es a menudo alucinado por engañosos espíritus, o llega a envanecerse y piensa que no puede equivocarse; y en cualquier caso, el tiempo y la energía que su adquisición requiere, podrían haberse empleado en trabajar por los demás”.
                                                          -Krishnamurti-

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             EL CEREBRO DEL HOMBRE


Para transformar en un legitimo elemento de auxilio a los Espíritus sufridores, encarnados o no, no es imprescindible comprender la perversidad como locura, la rebeldía como ignorancia  y el desespero como enfermedad.


La ceguera del Espíritu es fruto de la espesa ignorancia en manifestaciones primarias  o de la obnubilación  de la razón en los estados de envilecimiento del ser.

El verbo gastado en el servicio del bien es cimiento divino  para realizaciones inmortales. Conversar, sirviendo a nuestros semejantes de modo sustancial, aumentará nuestro lucro. Después de la muerte, lo que hay de más sorprendente es el encuentro  de la vida. El organismo periespiritual que condiciona al espíritu en materia más suave y más plástica, después del sepulcro, es fruto igualmente  del proceso evolutivo. Como hijos de Dios  y herederos de los siglos, conquistamos  valores, de experiencia en experiencia, de milenio a milenio. No hay favoritismos  en el templo Universal de Dios, y todas las fuerzas de la Creación se perfeccionan en el infinito. Somos creación del Autor Divino y debemos perfeccionarnos integralmente.  Dios estableció como ley Universal  que sea la perfección, obra del cooperativismo entre El y nosotros, sus hijos.

Desde la ameba  en la fría agua del mar, hasta el hombre, venimos luchando, aprendiendo y seleccionando  invariablemente. Las páginas de   la sabiduría hinduista son escritos  de ayer  y la Buena Nueva de Jesucristo  es materia de hoy, comparados a los milenios vividos por nosotros, en la jornada progresiva.

El hombre posee un cerebro que se divide en tres regiones  distintas. En la primera, están los impulsos automáticos, simbolizando el sumario vivo de los servicios  realizados; en la segunda situamos  las conquistas actuales, donde se yerguen y se consolidan las cualidades nobles  que se edifican; la tercera está las nociones superiores, indicando las culminaciones que tiene  que alcanzar. En la primera mora el habito  y el automatismo, en la segunda el esfuerzo y la voluntad y en la última demoran el ideal y la meta superior a ser alcanzada.

Estos departamentos son, el subconsciente el consciente  y el súper consciente. Como vemos, poseemos en nosotros mismos, el pasado, el presente y el futuro. Todo el campo nervioso de la criatura constituye  la representación  de las potencias periespirituales, lentamente conquistadas  por el ser, a través de milenios y milenios.

El cerebro es el órgano sagrado de manifestación de la mente, en tránsito de la animalidad primitiva hacia la espiritualidad humana.

El hombre actual representa la humanidad  victoriosa, emergiendo de la bestialidad primaria.

El hombre en su estado actual no tiene la suficiente luz para descender con provecho a todos los ángulos del abismo de los orígenes, tal facultad  la adquirirá  más tarde, cuando su alma esté limpia de todo resquicio de sombra. No hay total olvido  en la Corteza Terrestre, ni restauración inmediata  de la memoria  en las zonas de la existencia, que siguen , naturales, al campo de la actividad física, todos los hombres conservan tendencias  y facultades  que casi equivalen a efectivo recuerdo del pasado; y no todos, al atravesar el sepulcro, pueden readquirir , repentinamente, el patrimonio  de sus reminiscencias.  Quien se materializa, en el campo, de la materia densa, no puede volver  a encender, de pronto, la luz de la memoria.

Interpretando de una manera simple las tres regiones  de vida cerebral, Nervios, zona motora y lóbulos frontales, en el cuerpo carnal, traduciendo impulsividad, experiencia y nociones superiores del alma, constituyen campos de fijación de la mente encarnada  o desencarnada. La demora excesiva en uno de esos planos, con las acciones  que le son consecuentes, determina el destino del cosmos individual. La criatura estacionada en la región  de los impulsos se pierde en un laberinto de causas y efectos, desperdiciando tiempo y energía; quien se entrega de modo absoluto, al esfuerzo maquinal, sin consultar el pasado y sin organización de bases para el futuro, mecaniza la existencia, destituyéndola de luz edificante. Para que la mente prosiga en dirección de lo alto, es necesario que se equilibre, valiéndose de las conquistas pasadas, para orientar los servicios presentes, y amparándose, al mismo tiempo, en la esperanza que fluye, cristalina y bella, de la fuente superior de idealismo elevado; a través de esa fuente ella puede captar del plano divino las energías restauradoras, construyendo así el futuro edificante.

Jesús nos recomendó el amor a los enemigos y la oración por los que nos persiguen y calumnian. Llegará el día, en que el amor, la fraternidad y la comprensión, definiendo estados del espíritu serán tan importantes para la mente encarnada como el pan, el agua, el remedio; es cuestión de tiempo. Aunque a veces parezca lo contrario, la mente humana de manera general, asciende para el conocimiento superior, a pesar que, a veces, parezca lo contrario.

 - MERCHE- (Extraído del libro “En un Mundo Mayor” de Francisco Cándido Xavier)

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     Ricos – Pobres

Sabes que en la peregrinación en la tierra, conduces en ti una multiplicidad de riquezas con las cuales el Creador te honra la vida planetaria.
Tienes la preciosidad de la voz y de la visión. ¿Pero cuál es la importancia de semejante bendición, si no te tornas capaz de hablar nada que construya consolación, instrucción y alegría a tu alrededor? ¿Qué grandeza tendrá tu visión, si no consigues ver con claridad a tus amigos, a tu familia, tus trabajos, todo lo que te cabe realizar durante la jornada reencarnatória?
Gozas de buenas piernas y de pies potentes que te conducen para todos los lados. Con todo, ¿de qué te valen pies y piernas formidables, si no te desplazas al encuentro de quien puedas ayudar o llevar felicidad?
Disfrutas de excelente audición, que te bendice con los sonidos de la vida. Pero, ¿de qué valdrá tener buenos oídos y oír por oír, si no consigues escuchar las voces de los débiles ni los gemidos de los que padecen a tu alrededor, ni las voces de tantos que te quieren instruir para el bien?
Tienes el cuerpo sano y soberbio, que te ofrece posibilidad de llevar adelante la bendición de tu reencarnación. ¿De qué te sirve el cuerpo hermoso, si te tiras a los pantanos de los vicios, entristeciéndote profundamente, sin que lo aprecies, sin que lo respetes, sin colocarlo al servicio de tu evolución?
Conduces un cerebro exuberante, apto al interpretar el movimiento del universo, desde la flor que aparece en el charco, hasta el brillo de las estrellas, dándote oportunidad de decidir por ti mismo tus humanos caminos. ¿De qué te vale la bendición del cerebro y de la mente en esplendida actividad, si no logras discernir con provecho, manteniéndote en alma trastornada, irreflexiva, a comprometerse cada vez más con rutas equivocadas y actos mal guiados?
Eres, amigo, inmensamente rico delante del amor de Dios, en virtud de todo lo que te compone los implementos físicos y mentales, a fin de hacer la vida crecer en tus manos.
Aunque inmensamente rico, cuantas veces te presentas grandemente empobrecido, en verdadera mendicidad moral, cada vez que dejas de hacer buen provecho de todo lo que el Creador te entregó para tu evolución, toda vez que no te vales de todo lo que tienes para transformar el mundo a tu alrededor, dejando marcas de amor por donde pases.
De ese modo, querido corazón, aprende a utilizar los elementos de que fuiste dotado, haciendo que tu cuerpo, con todos los recursos que dispone, bajo el comando del alma inteligente que eres, sea puesto al servicio de tu propio avance, del progreso de tu semejante, en fin, al servicio de Dios.
Página del Espíritu Ivan de Albuquerque, psicografiada por J. Raúl Teixeira. Traducido por Jacob
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¿Hay diferencia entre los buenos y malos Espíritus con respecto a venir pronto al llamamiento que se les hace?
La hay muy grande; los Espíritus malos sólo vienen a gusto cuando esperan dominar y engañar; pero experimentan una viva contrariedad cuando están obligados a venir para confesar sus faltas; sólo desean marcharse, como cuando se llama a un  estudiante para reprenderle. Pueden ser obligados por Espíritus  superiores, como castigo, y para la instrucción de los encarnados.
La evocación es penosa para los buenos Espíritus cuando se les llama inútilmente por cosas de ninguna importancia; entonces no vienen, o bien se retiran.
Vosotros podéis decir que, en principio, los Espíritus,cualquiera que sean, no les gusta como a vosotros, servir para distracción de los curiosos. Muchas veces no tenéis otra idea evocando a un Espíritu que el saber lo que os dirá, o preguntarle sobre las particularidades de su vida que no desea haceros conocer, porque no tiene ningún motivo para haceros sus confidencias. ¿Creéis que va a sentarse en el banquillo para que os divierta? Desengañaos: lo que él no os hubiera dicho cuando vivía tampoco os lo dirá como Espíritu.
Observación. – La experiencia prueba, en efecto, que la evocación es siempre agradable a los Espíritus cuando se hace con un objeto formal y útil; los buenos vienen con placer para instruirnos; los que sufren encuentran consuelo en la simpatía que se les manifiesta; los que hemos conocido están satisfechos de nuestro recuerdo. Los Espíritus ligeros quieren ser evocados por personas frívolas, porque esto les proporciona una ocasión de divertirse a sus expensas; están poco a gusto con personas graves.
22. ¿Los Espíritus, para manifestarse, tienen siempre necesidad de ser evocados? No, porque se presentan muchas veces sin ser llamados y esto prueba que vienen espontáneamente.
23. Cuando un Espíritu se presenta por su propia voluntad,¿se está más seguro de su identidad?
De ninguna manera, porque los Espíritus mentirosos, emplean a menudo este medio para engañaros mejor.
24. Cuando por el pensamiento se evoca el Espíritu de una persona, aun cuando no haya manifestación por la escritura ni de otro modo cualquiera, ¿viene a nosotros?
La escritura es un medio material para que el Espíritu pueda atestiguar su presencia, pero el pensamiento es el que le atrae y no la acción de escribir.
25. Cuando un Espíritu inferior se manifiesta, ¿puede obligársele a que se retire?
Sí, no escuchándole. Pero, ¿cómo queréis que se retire cuando os divertís con sus torpezas? Los Espíritus inferiores se unen a los que les escuchan con gusto, como los necios entre vosotros.
26. La evocación hecha en nombre de Dios, ¿es una garantía contra la intervención de los Espíritus?
El nombre de Dios no es un freno para todos los Espíritus perversos, pero detiene a muchos; por este medio siempre alejáis a algunos y aun alejarías a muchos más si la evocación fuese hecha desde el fondo del corazón y no como una fórmula ligera.
27. ¿Podrían evocarse nominalmente muchos Espíritus a la vez?
Ninguna dificultad hay en esto, y si vosotros tuvierais tres o cuatro manos para escribir; tres o cuatro os responderían al mismo tiempo; lo que sucede cuando hay muchos médiums.
28. Cuando son evocados muchos Espíritus simultáneamente y sólo hay un médium, ¿quién es el que contesta?
Uno de ellos contesta por todos y manifiesta el pensamiento colectivo.
EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS. ALLAN KARDEC.                                        
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