Navidad en tu interior
Navidad significa nacimiento, y el símbolo de la Navidad es una estrella, una luz en la oscuridad que sirvió de guía para encontrar al Salvador. No veamos más esta estrella fuera de nosotros, sino brillando en nuestro cielo interno y aceptémosla como símbolo de que ha llegado el tiempo del Cristo; el tiempo de reconocer nuestra verdadera identidad.
Dentro de cada uno de nosotros existe un Salvador que conoce nuestra totalidad, nuestra esencia. Es una sabiduría innata que, si la utilizamos como una guía, nos conducirá siempre a experiencias de paz, armonía y amor. Es algo muy especial que está en todos y es para todos. Si no sacamos el mayor provecho de ella es sólo porque no la podemos entender y mucho menos aceptar.
Esta esencia en nosotros es la que conoce nuestra totalidad o nuestra santidad. Pero como un amigo fiel, no llegará a donde no se ha le ha invitado. Por lo tanto, vamos a comenzar nuestras fiestas navideñas abriéndole la puerta a este invitado tan especial. No temamos abrirle la puerta y recibámosle sin expectativas. Él sabrá orientarnos, sin equivocarse y nos traerá regalos que no podremos encontrar en ningún lugar del mundo.
Tan pronto recibamos ese invitado tan especial, estaremos listos para preparar la gran fiesta. Pero, ¿cómo va a ser esta fiesta de Navidad? Nuestro amigo no pide nada. No exige sacrificios de ningún tipo. Por lo tanto, en esta Navidad, cerremos las puertas a todo sacrificio estéril, a la culpa, al miedo a la escasez y demos paso a lo único que tiene sentido en nuestras vidas, a ese regalo del cual derivan su existencia todas las cosas: el amor.
Para muchas personas, las estampas de la Navidad traen sentimientos de gozo y alegría. Para otras, esta época puede ser difícil, solitaria, aumentando los sentimientos de culpa y depresión.
Continuamente leemos artículos sobre cómo disfrutar las fiestas, sin embargo muchos no podemos imaginar cómo salir de ese estado de inmensa soledad en que algunos nos sumergimos. A veces podemos sentirnos atrapados entre lo que queremos hacer y lo que debemos hacer. Nos sentimos culpables porque deseamos quedarnos en casa en vez de salir a visitar familiares por compromiso.
También podemos sentirnos perdidos porque no tenemos la familia que quisiéramos tener. Muchos de nosotros, año tras año esperamos que la mágica Navidad nos regale una persona que pueda llenar el vacío del solitario corazón, causando honda desesperación cuando no sucede. Recuerda que no estás solo, que hay muchas personas compartiendo tus mismos sentimientos.
Ideas que pueden ser de gran ayuda para sentirte mejor contigo mismo durante la Navidad:
Acepta tus sentimientos sin juzgarlos como buenos o malos. Trabaja con ellos tratando de reafirmarte en el pensamiento más alto, el de Dios, en vez del dolor.
Busca disfrutar del amor que está disponible, aunque no sea exactamente lo que quieras. Si hay alguien a quien puedas extenderle tu amor, hazlo, verás como lo recibirás multiplicado.
No te conviertas en el mártir. Si la pasada Navidad no fue la mejor, según tu criterio, recuerda lo que aprendiste para no cometer los mismos errores. Aprende de ellos, levántate y sigue adelante. Recuerda que la alegría atrae la alegría y el dolor atrae dolor. Busca siempre atraer lo mejor.
En esta Navidad, deja que tu Ser se sane por completo del dolor y el sufrimiento y celebra tu liberación de las falsas cadenas que te han mantenido alejado del disfrute pleno de la felicidad..
El Príncipe de Paz ha nacido para restablecer la condición de amor que no puede separarnos del Padre. Ha venido para enseñarnos que el mejor regalo que podemos hacer en esta Navidad es reconocer que todos somos hijos de un mismo Padre y que no puede haber separación entre sus hijos.
No permitamos que el rencor opaque el gozo de la Navidad, porque el nacimiento de Jesús no tendría sentido si lo apartamos de este gozo. Unámonos a celebrar un nuevo despertar en nuestras conciencias. Tengamos fe, construyamos un mundo de esperanzas..
Perdona, porque el perdón libera el alma y un alma libre puede elevar sus alas hacia horizontes no explorados.
Autor Desconocido
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UNA BÚSQUEDA SUPERIOR
“Pedid y se os dará” “Buscad y hallaréis”. El ser humano en su recorrido evolutivo, tanto encarnado como desencarnado, tiene necesidades de todo tipo, carencias, dudas a resolver. Son las circunstancias propias del camino. Siempre estamos necesitados de algo y con el concurso del trabajo personal, del esfuerzo, de las pruebas, estas circunstancias se pueden ir supliendo con la ayuda permanente de lo Alto. Como nos indica el propio Allan Kardec: (*) “En la infancia de la Humanidad, el hombre solo aplica su inteligencia para buscar el alimento y los medios de preservarse de la intemperie y defenderse de sus enemigos; pero Dios le ha dado más que al animal; el deseo incesante de mejorar” Esa incesante búsqueda es la que le ha llevado al progreso en casi todas las facetas humanas; en el aspecto científico, tecnológico, filosófico; sin embargo, todavía no lo ha sido apenas, en el aspecto moral y espiritual. Es por ello que la búsqueda y la solicitud de ayuda es algo consustancial al propio ser. Es imposible caminar solos porque estamos destinados y preparados para vivir y compartir en sociedad. A través de la oración sincera, no mecánica, de corazón, podremos sintonizar con los planos que se encargan de ejecutar la Voluntad de Dios, una voluntad sabia, misericordiosa; llena de amor hacia todos sus hijos. De tal modo que, aquello que podamos solicitar nos vendrá del modo más adecuado a nuestras necesidades evolutivas, no siempre, del modo en que nos gustaría, puesto que la Sabiduría Divina conoce mejor que nosotros aquello que necesitamos en cada momento. Podremos pensar con la posible respuesta, varias opciones según los resultados: La primera: ¡Se ha resuelto felizmente!
La segunda: La ayuda es insuficiente para las expectativas que teníamos puestas.
La tercera: Parece que no nos han hecho caso, el problema o necesidad no se resuelve. En cualquier caso y escenario, la ayuda nos va a llegar. El problema se encuentra en la estrechez de miras, en nuestra incapacidad material para entender los procesos a los que estamos sometidos, en base a nuestras necesidades evolutivas del momento. Hay que valorar que no se nos pueden retirar siempre lo que consideramos como “males”. A todos nos gustaría gozar de perfecta salud, de poseer muchos bienes que nos aportasen tranquilidad, de un buen trabajo, una buena familia sin conflictos y que nos quiera incondicionalmente, etc., etc. Es posible que se tenga todo, o parte, o quizás nada; pero esto es consecuencia de muchos factores evolutivos, espirituales, que hay que aceptar serenamente, tratando de encontrar el mensaje, la propuesta de trabajo espiritual que lleva implícito nuestra situación actual. No existe el acaso, la suerte, tampoco un determinismo ciego y absoluto. Todo tiene una motivación, un porqué para trabajar espiritualmente con los elementos que la vida nos presenta. Si es con una enfermedad, para luchar para aceptarla y superarla; si es con la carestía material, para trabajar la paciencia, la fe, esforzarse más sin revelarse ni venirse abajo; si es por compañeros, familiares o conocidos conflictivos que nos hacen la vida difícil, para que sepamos perdonar, ser tolerantes; usar la inteligencia para analizar la forma de revertir la situación si fuera posible. Movilizar en definitiva, los recursos morales adecuados para actuar con sabiduría. Si por el contrario, se nos ha dado todo; una vida sin necesidades y en un ambiente confortable y privilegiado, no es para uso y disfrute exclusivo de uno mismo, sino también para actuar con sentido de la responsabilidad, sabiendo usar bien aquel legado que se nos concede para administrarlo con sabiduría, buscando el bien general y el usufructo adecuado, ya que se trata de una concesión provisoria que algún día tendremos que dejar aquí, en este plano físico, y del que tendremos que dar cuentas a quien se lo debemos todo. No es una prueba fácil puesto que muchos se dejan seducir por las pasiones, dejándose arrastrar por las tendencias materiales, cayendo en el abuso egoísta, pasando de “poseedores” a “poseídos” por esos mismos bienes. Por todo ello y tal como nos enseña la ley de la reencarnación; traemos al mundo un programa de realizaciones, de experiencias que necesitamos vivir.
Conocemos dicho programa antes de encarnar y nos preparamos para ello; normalmente es el que nos aconsejan los guías espirituales para un mayor y pronto progreso. Lo cual no significa que no podamos pedir ayuda, esclarecimiento, fuerza espiritual, luz a nuestro entendimiento para comprender y poder aceptar las vicisitudes, los retos que la vida nos propone, o para que nos sean suavizados. Todo es absolutamente transitorio, tenemos las herramientas del conocimiento espiritual, del legado moral que el Maestro Jesús nos confirió para aplicarlo en nuestras vidas, como guía indispensable para orientarse adecuadamente y de ese modo cometer los menores errores posibles; aplicando en nuestras vidas la ley universal del amor y la reforma interior fruto del autoconocimiento. Tenemos el discernimiento, la inteligencia pero también hemos de desarrollar la fe y la humildad para valorar y “buscar” las respuestas a los interrogantes que nos pueda plantear la vida, buscando su auténtico sentido.
La vida en sí, es un desafío maravilloso. Si somos capaces de encontrarle su significado profundo y podemos encontrar las respuestas a lo que somos, cual es el camino y el papel que nos toca jugar en este escenario evolutivo, podremos alcanzar la plenitud, la felicidad (relativa), para caminar seguros hacia la meta que nos propongamos. Tampoco se nos puede eximir del trabajo, del esfuerzo personal. No existe progreso, avance significativo si no viene secundado por la propia voluntad, por un deseo verdadero y un esfuerzo constante por mejorar. Por lo tanto, no estamos solos nunca ni desamparados, es por ello que el Maestro nos propone “buscar para encontrar y pedir para que se nos pueda dar.”
José M. Meseguer © 2016, Amor, Paz y Caridad
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CHACRAS
¿ Qué son los Chacras ?.-
Antes de definirlos, quisiera puntualizar que estos conceptos son bastante conocidos en otras culturas, sin embargo en la nuestra suelen ser considerados por unos casi un dogma de fe y por otros una superstición más, por no ser considerados hasta ahora, nada más que como teorías esotéricas procedentes de las religiones orientales. Sin embargo su popularidad ha crecido mucho en estas últimas décadas; son conceptos que están ahí, existiendo desde tiempos remotos, y su aceptación siempre resulta algo subjetivo que casi entra en el terreno de una fe religiosa , pero que como evidencia de su existencia real, estos tienen una relación directa con los puntos y meridianos de energía vital que circulan por nuestro cuerpo a través de invisibles canales de energía, así como su correspondencia con las glándulas endocrinas que se alinean en el cuerpo humano.
Los chacras demuestran a diario su existencia cuando se utilizan como se vienen utilizando desde la más remota antigüedad por la Ciencia milenaria de la Acupuntura China que pone de manifiesto la existencia de esta clase de energías, porque la acupuntura se basa precisamente en la estimulación de esos chacras o centros de fuerza y de los canales energéticos que circulan por nuestro cuerpo afectando a los diversos órganos físicos. Asimismo la existencia de estas energías (llamadas magnetismo por Mesmer, quien las estudió y experimentó en profundidad), es evidente en las personas que, teniendo cierta sensibilidad ¿?, al recibir bio-energía, (energía humana psíquica y física; magnetismo mesmeriano), perciben con sorpresa unas sensaciones de calor o cosquilleo a nivel de piel, que les evidencian el movimiento de las citadas energías.
Una vez hecha esta premisa, vamos a su definición: Los Chacras son centros de energía Psíquica y vital, y se hallan estratégicamente situados a lo largo del Cuerpo Espiritual, ( Periespíritu) y por tanto sobre los lugares correspondientes a los órganos del Cuerpo Físico, a los que afectan.. La posición de los chacras coincide con las siete glándulas endocrinas que se relacionan con los órganos vitales; estos son: Glándula Pinneal, Glándula Pituitaria, Glándula Tiroides, el del Corazón (Timo), del Bazo, del Plexo Solar (Supra-renales) y la Próstata.
Los chacras conectan los órganos equivalentes del cuerpo físico, sobre el cuerpo etérico y a su vez, estos centros del cuerpo etérico tienen sus equivalentes sobre el cuerpo físico, y estos son las glándulas endocrinas o de los órganos vitales. A través de los chacras, el Ser humano es afectado por las vibraciones de su propia mente o incluso de otras mentes y energías. La palabra Chacra, tiene su origen en el Sánscrito, y significa rueda, debido a que presentan una forma circular. Su tamaño normalmente es de apenas cuatro o cinco centímetros de diámetro, aunque pueden alcanzar dimensiones mucho mayores en Seres altamente evolucionados espiritualmente. El despertar de la energía de los chacras proporciona diferentes estados de consciencia, Estos estados son consumidores de diferentes grados de la energía kundalini que es la energía vital y básica que consumimos para el mantenimiento vital de nuestros órganos.
Los diferentes chacras varían de tamaño unos con respecto a otros, así como también de color y de ubicación a lo largo del organismo. Actúan como equilibradores de la energía vital y psíquica que desde el Periespíritu es distribuida al organismo físico al que vitalizan. Interactúan mutuamente entre ellos, y funcionan a modo de baterías o acumuladores de estas energías que captan del exterior, necesarias para el normal funcionamiento de nuestro sistema nervioso. Por esto, son susceptibles a las emociones, de modo que cuando estas son negativas, como los disgustos o enfados, causan un bloqueo energético en el funcionamiento de los mismos, lo que puede ser origen de la enfermedad física y psíquica.
Su mal funcionamiento da lugar a trastornos físicos y psíquicos.
Las funciones de los Chacras.-
Estos Centros de fuerza, o energía vital y psíquica, nos permiten mantener en estrecha unión y comunicación entre las energías vitales cósmicas y las propias de nuestro organismo y de nuestros procesos mentales. Gracias a ellos, somos canalizadores de estas energías, tanto para transmitirlas como para recibirlas.
Existen siete Chacras principales, de los que los tres primeros, comenzando desde abajo, actúan como centros de fuerza vegetativos . El 4º y el 5º actúan como centros de fuerza emocional. El 6º y 7º actúan como centros de fuerza espiritual.
Comenzando a considerar desde abajo, el primero es el Básico o Genésico,(1º) que está situado a la altura de los órganos genitales sobre el hueso sacro, y en la raíz de la médula espinal. Este chacra influye sobre toda la energía del cuerpo en general y sobre la energía sexual en particular; controla la energía física y el nivel de glóbulos rojos, así como el funcionamiento de los órganos genitales. Para su normal funcionamiento debe mantener una relación de equilibrio con el sexto Chacra.
El segundo es el Gástrico (2º) está situado en la zona inferior del estómago, detrás del ombligo sobre las vértebras lumbares, e influye sobre el sistema digestivo y los órganos adyacentes, como la vesícula, estómago, etc. Asimismo estimula la producción de glóbulos blancos, las defensas del organismo físico y la vitalidad. Este chacra tiene relación directa con la asimilación del alimento.
Entre los que son centros de fuerza vegetativos, se incluye también el Esplénico,(3º) que es el tercero y actúa a nivel del bazo.
Otros actúan como centros de fuerza emocionales; entre ellos está el cuarto chacra, llamado Cardiaco, (4º)que se localiza en la espalda, detrás del esternón, a la altura del corazón . Este chacra afecta al sistema circulatorio y al corazón, siendo el centro de los sentimientos de Amor, por lo que los sentimientos negativos de odio o de rencor lo bloquean y hacen que no funciones bien, dando paso a la enfermedad en estos órganos.
También actúa como centro de fuerza emocional, el quinto chacra llamado Laringeo, (5º) situado detrás de la tráquea a la altura de los hombros, y su función es la de control de la energía del aparato respiratorio, la piel y los órganos de los sentidos.
Por último los que actúan como centros de fuerza espirituales son: el sexto o Frontal (6º) que alimenta la fuerza mental y conecta el sistema nervioso con el Periespíritu. Es más conocido como el “Tercer Ojo” y es muy potente y poderoso; se localiza sobre la glándula Pinneal, situada unos dos dedos por debajo del entrecejo, en la parte inferior del cerebro. Su normal funcionamiento desarrolla la intuición, y junto con el chacra número siete también activa la memoria.
Y finalmente el séptimo chacra llamado “Coronario”,(7º) controla el sistema nervioso central y está localizado en el centro de la parte superior del cráneo, representando la parte superior del sistema nervioso
Además de estos siete principales, también poseemos otros cuatro cuya función es sobre todo emisora- receptora de la energía vital o prana, estando situados cada uno de ellos en las respectivas palmas de las manos y de los pies. Por los de las manos recibimos y transmitimos bio-energía. Estos se emplean instintivamente para calmar dolores o aliviar o sanar nuestro propio organismo o el de los demás cuando tendemos a acariciar o calentar tratando de aliviar con las palmas de la mano, la zona enferma o dolorida. Por los de los pies derivamos a la tierra las energías orgánicas acumuladas por los restantes chacras. Al respecto, en los rituales católicos hay algunos aspectos que indican su procedencia o inspiración en el yoga (*); recordemos al respecto como durante la misa hay un momento en que el sacerdote eleva al cielo las manos con las palmas abiertas hacia arriba, (pidiendo esta energía), o bien vemos como con una o ambas manos, las imponen sobre otra persona o elemento material, que así “consagran” o “bendicen” (lo bendecido, cuando está bien hecho por quien imparte la bendición, recibe esta energía cósmica de la que quedan temporalmente recargados o vitalizados). Estos gestos externos del sacramento católico que nos recuerdan tan claramente el proceso ritual del manejo de energías entre personas, sin duda tienen una simbología o una raíz esotérica, que, probablemente muchos sacerdotes la hacen rutinariamente, y sin embargo la ignoran.
(*).- El yoga une al tratamiento físico y orgánico, un tratamiento equilibrador de las energías bio-psíquicas, activando los chacras
¿ Se pueden activar los chacras?
Los chacras pueden ser activados mediante la actuación directa de otra persona, que imponga sobre ellos los chacras de sus manos transmitiendo desde su mente y de su voluntad energía vital. Esta imposición de manos con el deseo de sanar o aliviar, pone en movimiento esas energías con las que Mesmer experimentó y demostró largamente su existencia, y a las que llamó Magnetismo Animal, en referencia a la energía similar del magnetismo terrestre.
Se pueden activar imponiendo las manos con el buen deseo de aliviar; de modo que se aumenta su eficacia cuando el impositor visualiza mentalmente al mismo tiempo, un fluido de energía en movimiento giratorio como un remolino de color girando en sentido contrario a las agujas de un reloj, y según su matiz o tonalidad, actúa de una forma u otra . Los colores parece ser que también influyen sobre ellos, pues cada color emite una vibración de energía lumínica con diferente longitud de onda y como es bien sabido, inciden directamente sobre la tonalidad psíquica de las personas.
Bajo la dirección de la voluntad a través de los chacras de las manos, no solamente se puede recibir y acumular la energía exterior, sino que también se puede transmitir la energía propia , “pases magnéticos”, en donde los fluidos energéticos se movilizan, activando y equilibrando las energías (bio-energía o prana), que a veces pueden faltar o por el contrario, acumularse en determinados chacras, causando con ello problemas de salud por afectar tanto al cuerpo físico como al cuerpo vital y al cuerpo espiritual (periespíritu).
activando con ella los chacras de otra persona . Al pasar las manos en movimiento sobre el cuerpo o sobre una zona del mismo, entramos en la técnica de los
Aunque hay ya algunos estudios al respecto, parece ser que el aura de ciertos cristales naturales que han estado en el seno de la Tierra para su formación, durante millones de años, suponen un campo de energía magnética, particular y diferente de unos a otros, que también influyen y ayudan a activar determinados chacras, tal como sucede con todos los cristales de la familia de los cuarzos. Parece ser que podrían actuar como amplificadores de las energías que circulan a través de los mismos.
Por último, la energía sonora también los activa e influye, pues el sonido (música), supone una vibración que aporta diversas frecuencias con cada nota musical cuyas vibraciones afectan a cada chacra. Esto se comprueba si observamos el diferente efecto psicológico y hasta físico, que causan ciertos ritmos y notas de diversas músicas y melodías. Hay músicas que relajan, otras que animan y otras que excitan o alteran el humor. También se relaciona dentro de los sonidos musicales, el efecto
mental y psicológico que causan los “mantras” o sonidos repetidos y cadenciosos de los “yoguis” y meditadores budistas, que simultáneamente los estimulan también mediante ejercicios de respiración controlada , de concentración y relajación, obrando mentalmente y visualizando cada chacra, que podrá activar influyendo en ellos, siguiendo un orden ascendente o descendente en la configuración de los mismos sobre el cuerpo humano.
- Jose Luis Martín-
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FALSOS PROFETAS
Un hombre, indiano, buscaba con determinación su crecimiento espiritual. No en tanto, por segunda vez había caído en las garras de los falsos profetas. El creyó ciegamente en las garras de los falsos profetas. El creyó ciegamente en los falsos mentores y tuvo grandes decepciones.
Una vez más, resolvió procurar un gurú a quien decían ser un autentico maestro, y no un falso profeta. Procuró a este hombre, que vivía en la vera del rio Ganges, en la India. Se presentó y comenzó a conversar con él. Le dijo que quería encontrar un maestro de verdad y no un oportunista o aprovechador. Entonces preguntó:
-Maestro, muchos dicen que el señor tiene gran conocimiento a respecto de los hombres santos y de los líderes espirituales. ¿Sería posible al señor decirme cómo podemos identificar a los llamados falsos profetas?
-Sí, respondió el maestro. En la mayoría de las veces es una tarea difícil conseguir identificar a los falsos profetas, pues su discurso puede ser muy semejante al de los auténticos maestros. Sin embargo, existen algunas orientaciones generales a ese respecto, que todos deberían considerar.
-¿Qué orientaciones son esas, señor? Pregunto el hombre.
-En primer lugar, usted jamás debe perder de vista que el único maestro al que debemos seguir con toda nuestra dedicación es a nuestro maestro interior. El maestro externo no es nada más que un canal para la expresión de su maestro interno. El maestro externo funciona tal como un espejo que visa reflejar la sabiduría que ya existe latente en tu propio exterior.
-¿Hallo que lo entendí maestro, y que más?
-Más allá de esto, existen siete orientaciones generales que pueden ayudar a cualquier persona a reconocer o identificar a un falso profeta.
- La primera orientación, es tal vez la más importante, es procurar percibir si el maestro o líder religioso coloca su propia personalidad en destaque. Los falsos profetas siempre colocan su ego por encima de la sabiduría del mensaje que propagan. El maestro autentico expone, siempre la enseñanza en primer plano, y su ego queda siempre en segundo plano, o casi no aparece. Los falsos maestros siempre desean el culto al ego.
-Entendí maestro, respondió el hombre. ¿Y la segunda orientación?
- La segunda orientación dice respecto a la imposición de dogmas y al libre pensamiento. Un falso maestro siempre dirá que usted debe aceptar las verdades que el enseña de forma ciega y total. Su libre pensamiento no es respetado, y usted precisará adoptar la fe ciega, sin que pueda reflexionar sobre el dogma impuesto.
-¿Verdad maestro, y la tercera orientación?
- La tercera orientación dice respecto a la enseñanza y a su práctica. Los falsos maestros siempre enseñan una cosa, más en la práctica hacen otra. Sus actos no corresponden con sus enseñanzas. Ellos predican grandes verdades, más casi no las practican. Un maestro autentico enseña más por el ejemplo, por su forma de vida, que meramente por las palabras. Una vida de pureza y virtudes es el mejor tratado de sabiduría que una persona puede “escribir” y dejar registrado para las generaciones futuras.
- La cuarta orientación aborda sobre el respeto al libre albedrio del fiel o seguidor. Un falso profeta, siempre que puede, dirá al fiel lo que el debe hacer en su vida. un autentico maestro apenas orienta y deja al seguidor reflexionar y el mismo actuar como desee. Los falsos profetas les gusta mucho controlar a los seguidores, y una de las mejores formas para eso es siempre decir ellos lo que hacer y no hace y cómo comportarse. Más la elección del seguidor debe ser siempre respetada, pues el fiel es quien deberá recoger los frutos de las buenas o malas acciones que practique. Aunque puedan recibir orientaciones y recomendaciones, cabe apenas a la propia persona decidir cuáles serán sus acciones en el mundo.
El hombre oía atentamente las palabras del gurú. Este continúo:
- La quinta orientación dice respecto a la dependencia y la independencia. Los falsos profetas desean siempre que sus seguidores dependan de el. Ningún maestro debe crear una relación de dependencia entre el y su seguidor. El maestro verdadero desea que el fiel se torne independiente del propio maestro, y en un futuro breve pueda guiar solo su vida y su camino espiritual. Un motorista jamás aprenderá a conducir si el profesor condujese siempre el vehículo. El maestro ayuda al discípulo para que en el futuro el discípulo no precise más ser ayudado. Apenas los falsos maestros quieren mantener sus discípulos dependientes de él, pues esa es una excelente forma de dominación.
-La sesta orientación versa sobre la ilusión de exclusividad de un conocimiento. Los falsos profetas siempre dirán a los seguidores que ellos (los supuestos maestros) son los únicos detentores de una verdad, y que apenas ellos o la doctrina que ellos predican puedan conducir a los fieles a la verdad o a Dios. desconfie siempre de los falsos profetas que afirman ser los únicos canales de un conocimiento, y que aquella sabiduría es exclusividad de una persona o un grupo.
- Y finalmente la séptima es la última orientación, que habla sobre la responsabilidad y la culpabilidad. Los falsos profetas casi siempre colocan la culpa del sufrimiento del fiel en algo externo a el, sean demonios, entidades, familia, sociedad, etc. el maestro verdadero siempre coloca la responsabilidad de todo lo que ocurre con el seguidor en el mismo. En última instancia, somos responsables por el cielo o el infierno que vivimos, que no es nada más que una creación nuestra. Es verdad que existen millares de influencias en este mundo, más la forma como nos encaramos o enfrentamos las adversidades depende de nosotros mismos. Por tanto, todo lo que nos acontece tiene nuestra participación activa, aun mismo que no tengamos conciencia de las causas. Por tanto, todo lo que nos acontece tiene nuestra participación activa, aun mismo que no tengamos conciencia de las causas. Estas son las orientaciones generales para no dejarse llevar por los falsos profetas. Quien medita en estos puntos, difícilmente será engañado.
Enviado por Hugo Lapa
Traducido por M. C R
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EL ORGULLO DE LOS MÉDIUMS
En los médiums, el orgullo se pone de manifiesto a través de signos inequívocos, sobre los que hace falta poner la mayor atención, puesto que ese defecto es uno de los que deben inspirar mayor desconfianza en relación con la veracidad de las comunicaciones.
Al principio, los médiums orgullosos exhiben una confianza ciega en la superioridad de las comunicaciones que reciben, y en la infalibilidad del Espíritu que las transmite. De ahí surge un cierto desdén hacia todo lo que no provenga de ellos, porque creen que poseen el privilegio de la verdad. El prestigio de los nombres célebres,
con que se adornan los Espíritus que supuestamente protegen a estos médiums, los deslumbra, y como su amor propio sufriría si confesaran que han sido engañados, rechazan todos los consejos, e incluso los evitan, apartándose de sus amigos, así como de cualquier persona que pueda abrirles los ojos. Si se dignan a escucharlos, no toman en cuenta para nada sus opiniones, porque dudar de la superioridad del Espíritu que los asiste sería casi una profanación.
Se ofenden con la menor contradicción, con una simple observación crítica, y a veces llegan a odiar incluso a las personas que les prestan ese servicio. Los Espíritus que los arrastran a ese aislamiento –pues no quieren enfrentarse con contradictores– se aprovechan de esa situación para alimentar fácilmente sus ilusiones, hasta tal punto que les hacen tomar los más groseros absurdos por cosas sublimes. Así pues, confianza absoluta en la superioridad de las comunicaciones que obtienen, desprecio hacia las que no llegan por intermedio de ellos, importancia irreflexiva atribuida a los nombres venerables, rechazo de los consejos, enojo ante toda crítica, alejamiento en relación con las personas que pueden ofrecerles opiniones desinteresadas, y confianza en su propia habilidad, a pesar de la falta de experiencia, tales son las características de los médiums orgullosos.
También debemos admitir que, muchas veces, las personas que rodean al médium son las que fomentan su orgullo. Si tiene facultades de cierta trascendencia, lo buscan y lo alaban; entonces él se cree imprescindible y, cuando presta alguna ayuda, adopta aires de superioridad y desdén. En más de una ocasión hemos tenido motivo para deplorar los elogios que habíamos dispensado a ciertos médiums, con la intención de estimularlos.
con que se adornan los Espíritus que supuestamente protegen a estos médiums, los deslumbra, y como su amor propio sufriría si confesaran que han sido engañados, rechazan todos los consejos, e incluso los evitan, apartándose de sus amigos, así como de cualquier persona que pueda abrirles los ojos. Si se dignan a escucharlos, no toman en cuenta para nada sus opiniones, porque dudar de la superioridad del Espíritu que los asiste sería casi una profanación.
Se ofenden con la menor contradicción, con una simple observación crítica, y a veces llegan a odiar incluso a las personas que les prestan ese servicio. Los Espíritus que los arrastran a ese aislamiento –pues no quieren enfrentarse con contradictores– se aprovechan de esa situación para alimentar fácilmente sus ilusiones, hasta tal punto que les hacen tomar los más groseros absurdos por cosas sublimes. Así pues, confianza absoluta en la superioridad de las comunicaciones que obtienen, desprecio hacia las que no llegan por intermedio de ellos, importancia irreflexiva atribuida a los nombres venerables, rechazo de los consejos, enojo ante toda crítica, alejamiento en relación con las personas que pueden ofrecerles opiniones desinteresadas, y confianza en su propia habilidad, a pesar de la falta de experiencia, tales son las características de los médiums orgullosos.
También debemos admitir que, muchas veces, las personas que rodean al médium son las que fomentan su orgullo. Si tiene facultades de cierta trascendencia, lo buscan y lo alaban; entonces él se cree imprescindible y, cuando presta alguna ayuda, adopta aires de superioridad y desdén. En más de una ocasión hemos tenido motivo para deplorar los elogios que habíamos dispensado a ciertos médiums, con la intención de estimularlos.
*. En comparación con el cuadro que acabamos de describir,resaltaremos aquí las características del médium verdaderamente bueno, aquel en quien se puede confiar. Supongamos, ante todo, que ese médium posea una facilidad de ejecución que permita que los Espíritus se comuniquen libremente, sin el inconveniente de algún obstáculo material. Sobre la base de esas condiciones, lo que más interesa considerar es la naturaleza de los Espíritus que habitualmente lo asisten, y para eso no debemos atenernos a los nombres, sino al lenguaje. El médium nunca deberá olvidar que la simpatía que los Espíritus buenos le dispensen será proporcional a los esfuerzos que realice para alejar a los malos. Convencido de que su facultad es un don que se le ha otorgado para el bien, no intenta de ninguna manera aprovecharse de ella, ni atribuirse algún mérito por poseerla. Acepta como una gracia las buenas comunicaciones que se le transmiten, y sabe que para ser cada vez más digno de ellas debe esforzarse mediante su bondad, su benevolencia y su modestia. El médium orgulloso se envanece por sus relaciones con los Espíritus superiores; este otro se humilla, porque se considera siempre indigno de ese favor.
EL LIBRO DE LOS MEDIUMS
ALLAN KARDEC.
ALLAN KARDEC.
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