Los espiritus elevados intentarán ayudarnos aconsejándonos por medio de la voz de la conciencia, esa vocecita que siempre nos habla y a la cual muchas veces no escuchamos.
Tengamos una buena aptitud, ante lo negativo lo mejor es la indiferencia, no involucrarnos es esta espiral negativa y malsana.
Intentemos todos los días tener unos minutos de quietud y escuchar la voz de la conciencia, lo que nos transmiten nuestros espíritus guía.
En cuantas ocasiones si fuese ahora, actuaríamos de muy diferente forma, tomaríamos diferentes decisiones o haríamos cosas con la experiencia y el progreso actual que no hicimos en su momento.
En ocasiones también podemos tener presentimientos.
El presentimiento es el consejo íntimo y oculto de un Espíritu que os quiere bien.
Estemos alerta, intentemos escuchar nuestra voz de la conciencia, recordemos que esta vocecita se quiere hacer oír y se trata de un espíritu que nos quiere bien, normalmente nuestro guía espiritual.
No la ignores, escuchémosla...
Angeles C. M.
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LA PLEGARIA SEGÚN EL ESPIRITISMO
IV.- De la oración
658. La plegaria ¿es grata a Dios?
- La oración siempre es agradable a Dios cuando ha sido dictada por el corazón, por cuanto la intención lo es todo para Él, y la plegaria que te surge del corazón es preferible a la que puedes leer,por bella que ésta sea, si las estás leyendo más con los labios que con el pensamiento. La oración es grata a Dios cuando se dice con fe,sinceridad y fervor. Pero no creas que Él escuche la del hombre vano, orgulloso y egoísta, salvo que se tratara de un acto de arrepentimiento sincero y de genuina humildad.
659. ¿Cuál es el carácter general de la plegaria?
- La plegaria es un acto de adoración.
Orar a Dios es pensar en Él. Acercarse a Él. Ponerse en comunicación con Él. Mediante la plegaria se pueden hacer tres cosas: loar, pedir, agradecer.
660. La oración ¿hace mejor al hombre?
- Sí, porque el que ora con fervor y confianza es más fuerte contra las tentaciones del mal, y Dios le envía Espíritus buenos para que lo asistan. Es una ayuda que jamás se rehúsa cuando ha sido pedida con sinceridad.
660 a. ¿Cómo se explica que algunas personas que oran mucho sean,a pesar de esto, de un carácter muy malo, celosas, envidiosas, avinagradas; que carezcan de benevolencia e indulgencia; que aveces, incluso, sean viciosas?
- Lo esencial no es orar mucho, sino hacerlo bien. Esas personas creen que todo el mérito estriba en la longitud de la plegaria y cierran los ojos antes sus propios defectos. La oración es para ellas una ocupación, un modo de emplear el tiempo, pero no un estudio de sí mismas. No es el medicamento el que sea ineficaz, sino la manera como se suministra.
661. ¿Podemos orar con buen resultado a Dios, pidiéndole que nos perdone nuestras faltas?
- Dios sabe discernir el bien del mal. La oración no oculta las culpas. El que pide a Dios el perdón de sus propias faltas sólo lo obtiene si cambia de conducta. Las buenas acciones son la mejor de las plegarias, porque los hechos valen más que las palabras.
662. ¿Se puede orar por otros con buen resultado?
- El Espíritu del que está orando obra por su voluntad de hacer el bien. Mediante la plegaria atrae hacia él a los buenos Espíritus, los cuales se asocian al bien que quiere realizar. En nosotros mismos poseemos, por el pensamiento y la voluntad, un poder de acción que se extiende mucho más allá de los lindes de nuestro ámbito corporal. La oración por los demás constituye un acto de esa voluntad. Si es ardorosa y sincera,podemos apelar en nuestra ayuda a los Espíritus buenos, a fin deque nos sugieran buenos pensamientos y nos otorguen la fuerza del cuerpo y del alma que necesitamos. Pero en este caso tambiénla plegaria del corazón lo es todo, y la de los labios nada vale.
663. Las oraciones que hacemos por nosotros mismos ¿pueden cambiar la índole de nuestras pruebas y desviar su curso?
- Vuestras pruebas están en manos de Dios, y las hay que deben ser soportadas hasta el final, pero en tal caso Dios siempre toma en cuenta la resignación. La plegaria atrae hacia vosotros a los Espíritus buenos, los cuales os dan fuerza para resistirlas con valor, y entonces os parecen menos duras. Lo hemos dicho ya: nunca es inútil la oración si ha sido bien realizada, por que otorga fuerza y este es, de por sí, un importante resultado. Ayúdate, que el cielo te ayudará, ya conoces eso. Por otra parte, Dios no puede cambiar el orden de la Naturaleza a gusto de cada cual, porque lo que es un gran mal desde vuestro mezquino punto de vista y del de vuestra vida efímera suele ser a menudo un gran bien en el orden general del Universo.
--- Sin embargo, los pedidos justos son satisfechos conmás frecuencia de la que creéis. Pensáis que Dios no os ha escuchado porque no ha obrado un milagro para vosotros, mientras que en realidad Él os está asistiendo por medios tan naturales que os parecen efectos del azar o de la fuerza de las circunstancias. A menudo también, incluso casi siempre, os inspira Él la idea adecuada para que os liberéis vosotros mismos de la dificultad.
664. ¿Es útil orar por los difuntos y por los Espíritus sufrientes?
Y en caso afirmativo, ¿cómo pueden nuestras preces llevarles alivio yabreviar sus padecimientos? ¿Tienen ellas el poder de hacer que ceda o se apiade la justicia de Dios?- La oración no puede tener por efecto el cambiar los designios de Dios, pero el alma por la cual se está orando experimenta alivio con ello, porque es un testimonio de interés que se le ofrece, y acausa de que el desdichado se alivia siempre que encuentra almas caritativas que se compadecen de sus dolores. Por otra parte,mediante la plegaria se le induce al arrepentimiento y al deseo de hacer lo necesario para ser dichoso. En este sentido se puede abreviar su pena, si por su lado ayuda con su buena voluntad. Ese deseo de mejorar, intensificado por la oración, atrae junto al Espíritu sufriente a otros Espíritus más evolucionados que acuden a instruirlo, confortarlo e infundirle esperanzas. Jesús oraba por las ovejas descarriadas. Con esto os mostró que seríais culpables si no lohicierais vosotros por aquellos que más lo necesitan.
665. ¿Qué pensar de la opinión que rechaza a la oración por los difuntos, debido a que no ha sido prescrita por los Evangelios?
- Cristo dijo a los hombres: Amaos los unos a los otros. Esta recomendación implica la de emplear todos los medios posibles para testimoniarles afecto, sin que por esto se entre en detalle alguno
[92 Decía SPINOZA que “Dios obra sólo según las leyes de su naturaleza, sin serconstreñido por nadie” (Proposición XVII de la Ética), y afirmaba la imposibilidad delmilagro, por constituir una violación de las leyes de Dios. Asimismo, en lo que toca alos males individuales, alegaba que éstos no existen en el orden general del Universo.[N. de J. H. Pires.]
acerca de la manera de poner en práctica esa máxima. Si es ciertoque nada puede desviar al Creador de la aplicación de la justicia que a Él es inherente a todas las acciones del Espíritu, no es menos verdad que las preces que hacia Él eleváis, en favor de aquella persona que os inspira afecto, constituyen para ella un testimonio de recordación que no puede sino contribuir a aligerar sus sufrimientos y confortarla. Tan pronto como dé muestras del menor signo de arrepentimiento, y solamente entonces, será socorrida. Pero no se le permitirá nunca ignorar que un alma simpática se ocupó de ella, y le queda la tierna creencia de que la intercesión de esa alma le ha sido útil. De lo cual resulta por fuerza, de su parte, un sentimiento de gratitud y de afecto hacia aquel que le ha dado esa prueba deadhesión o de piedad. En consecuencia, el amor que recomendaba Cristo a los hombres no ha hecho sino aumentar entre esas dos almas. Ambas han obedecido, pues, a la ley del amor y unión de todos los seres, ley divina que debe llevar a la unidad, objetivo y fin del Espíritu.
666. ¿Podemos orar a los Espíritus?
- Se puede suplicar a los Espíritus buenos en su carácter de mensajeros de Dios y ejecutores de sus mandatos. Pero su poder está en razón de su superioridad y depende siempre del Señor de todas las cosas, sin cuyo permiso nada se hace. De ahí que las oraciones que se les dirijan sólo sean eficaces si son aprobadas por Dios.
"El Libro de los Espíritus"
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La solidaridad
La solidaridad nace del ser humano y se dirige esencialmente al ser humano.
La verdadera solidaridad, aquella que está llamada a impulsar los verdaderos vientos de cambio que favorezcan el desarrollo de los individuos y las naciones, está fundada principalmente en la igualdad universal que une a todos los hombres. Esta igualdad es una derivación directa e innegable de la verdadera dignidad del ser humano, que pertenece a la realidad intrínseca de la persona, sin importar su raza, edad, sexo, credo, nacionalidad o partido.
La solidaridad trasciende a todas las fronteras: políticas, religiosas, territoriales, culturales, etc. Para instalarse en el hombre, en cualquier ser humano, y hacer sentir en nuestro interior la conciencia de una “familia” al resto de la humanidad.
La solidaridad implica afecto: la fidelidad del amigo, la comprensión del maltratado, el apoyo al perseguido, la apuesta por causas impopulares o perdidas, todo eso puede no constituir propiamente un deber de justicia, pero si es un deber de solidaridad.
Un análisis del concepto del valor de la solidaridad nos ofrece los siguientes componentes esenciales:
1º Compasión: porque la solidaridad es un sentimiento que determina u orienta el modo de ver y acercarse a la realidad humana y social, condiciona su perspectiva y horizonte. Supone ver las cosas y a los otros con los ojos del corazón, mirar de otra manera. Conlleva un sentimiento de fraternidad, de sentir la empatía por el dolor de los otros.
2º Reconocimiento: no toda compasión genera solidaridad, sólo aquella que reconoce al otro en su dignidad de persona. La solidaridad así tiene rostro, la presencia del otro demanda una respuesta.
3º Universalidad: “La desnudez del rostro”, la indefensión y la indigencia es toda la humanidad y simboliza la condición de pobreza de esfera intimista y privada.
¿Qué entendemos por solidaridad?
Su concepto ha experimentado un proceso de transformación que se refleja en todos sus ámbitos. Para algunos es la reivindicación de derechos fundamentales y para otros sólo una actitud de piedad centrada en la limosna y en la asistencia.
La solidaridad siempre implica los siguientes puntos:
La solidaridad nace del ser humano y se dirige esencialmente al ser humano.
La verdadera solidaridad, aquella que está llamada a impulsar los verdaderos vientos de cambio que favorezcan el desarrollo de los individuos y las naciones, está fundada principalmente en la igualdad universal que une a todos los hombres. Esta igualdad es una derivación directa e innegable de la verdadera dignidad del ser humano, que pertenece a la realidad intrínseca de la persona, sin importar su raza, edad, sexo, credo, nacionalidad o partido.
La solidaridad trasciende a todas las fronteras: políticas, religiosas, territoriales, culturales, etc. Para instalarse en el hombre, en cualquier ser humano, y hacer sentir en nuestro interior la conciencia de una “familia” al resto de la humanidad.
La solidaridad implica afecto: la fidelidad del amigo, la comprensión del maltratado, el apoyo al perseguido, la apuesta por causas impopulares o perdidas, todo eso puede no constituir propiamente un deber de justicia, pero si es un deber de solidaridad.
Un análisis del concepto del valor de la solidaridad nos ofrece los siguientes componentes esenciales:
1º Compasión: porque la solidaridad es un sentimiento que determina u orienta el modo de ver y acercarse a la realidad humana y social, condiciona su perspectiva y horizonte. Supone ver las cosas y a los otros con los ojos del corazón, mirar de otra manera. Conlleva un sentimiento de fraternidad, de sentir la empatía por el dolor de los otros.
2º Reconocimiento: no toda compasión genera solidaridad, sólo aquella que reconoce al otro en su dignidad de persona. La solidaridad así tiene rostro, la presencia del otro demanda una respuesta.
3º Universalidad: “La desnudez del rostro”, la indefensión y la indigencia es toda la humanidad y simboliza la condición de pobreza de esfera intimista y privada.
¿Qué entendemos por solidaridad?
Su concepto ha experimentado un proceso de transformación que se refleja en todos sus ámbitos. Para algunos es la reivindicación de derechos fundamentales y para otros sólo una actitud de piedad centrada en la limosna y en la asistencia.
La solidaridad siempre implica los siguientes puntos:
La solidaridad es una virtud contraria al individualismo y al egoísmo.
Se refleja en el servicio y busca el bien común.
Su finalidad es intentar o solucionar las carencias espirituales o materiales de los demás.
Requiere discernimiento y empatía –ponerse en el lugar del otro-
¿Por qué solidaridad?
Solidaridad, porque es lo justo, porque todos vivimos en una sociedad, porque todos necesitamos de todos, porque todos estamos juntos en este barco de la civilización; porque somos seres humanos, iguales en dignidad y derechos.
¿Por qué solidaridad?
Solidaridad, porque es lo justo, porque todos vivimos en una sociedad, porque todos necesitamos de todos, porque todos estamos juntos en este barco de la civilización; porque somos seres humanos, iguales en dignidad y derechos.
- Reinaldo Formoso-
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Kardec ante la calumnia y la falsedad...
A lo largo de los tiempos la estrategia de las sombras fue infiltrarse en el movimiento espírita.... "Id, que yo os mando como corderos entre lobos" - Jesús (Ev. Mateo)
¡ La calumnia ! diréis. ¿Podemos ver con indiferencia nuestra doctrina indignamente distorsionada por mentiras?. ¿acusada de decir lo que no dice, enseñar lo contrario de lo que enseña, producir el mal, cuando solo produce el bien?. ¿La propia autoridad de los que usan tal lenguaje no puede falsear la opinión y retardar el progreso del Espiritismo?
Incontestablemente, ¿ es su objetivo llegar a ella?. Es otra cuestión, y no vacilaremos en decir que llegarán a un resultado enteramente contrario: el de desacreditar su propia causa.
Sin duda, la calumnia es un arma peligrosa y pérfida, pero tiene dos filos y hiere siempre a quien de ella se sirve. Recurrir a la mentira para defenderse es la prueba más fuerte de que n se tienen buenas razones para dar, por cuanto que si las tuviesen, no dejarían de hacerlas valer.
Sin duda, la calumnia es un arma peligrosa y pérfida, pero tiene dos filos y hiere siempre a quien de ella se sirve. Recurrir a la mentira para defenderse es la prueba más fuerte de que n se tienen buenas razones para dar, por cuanto que si las tuviesen, no dejarían de hacerlas valer.
Decid que una cosa el mala si es esa vuestra opinión: gritadlo encima de los tejados, si fuese de vuestro agrado; al público cabe juzgar si estáis ciertos o errados.
Pero tergiversarla para apoyar vuestro sentimiento, desnaturalizarla, es indigno de todo hombre que se respete. En la crítica de las obras dramáticas y literarias, muchas veces se ven apreciaciones opuestas. Un crítico elogia sin reservas, y se lo estamos concediendo sin reservas. Un crítico elogia sin reservas lo que otro expone al ridículo; es derecho suyo.
¿ Pero qué pensar de aquel que para sustentar su censura, hiciese al autor decir lo que no dice y le atribuyese malos versos para probar que su poesía es detestable?
Así acontece con los detractores del Espiritismo. Pero las calumnias revelan la franqueza e su propia causa y la desacreditan, moostrando a que lamentables extremos son obligados a recorrer para sustentar. ¿ Qué peso puede tener una opinión fundada en errores manifiestos?. De dos, una: o esos errores son voluntarios y por tanto hay mala fe, o son involuntarios y el autor prueba su inconsecuencia hablando de lo que no sabe. En uno o en otro caso, él pierde todo el derecho a la confianza.
Item 4 - Allan Kardec.
Extracto de “Lucha entre el pasado y el futuro” - Revista Espírita, marzo de 1863
Extracto de “Lucha entre el pasado y el futuro” - Revista Espírita, marzo de 1863
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EL AURA
Es la fotoesfera coloreada que envuelve al cuerpo. Viene a ser como un halo de energía que nos rodea y aparece luminoso; este halo de luz lo emanamos de nuestro cuerpo todos los seres en mayor o menor grado de intensidad, aunque a simple vista la mayoría de las personas no lo apreciemos.
En realidad existen tres auras diferentes en el caso del aura humana, que se superponen conformando como una sola:
La primera es el Aura Vital, que corresponde al cuerpo vital que se interpenetra en el cuerpo físico, al que rodea y sobrepasa en dos centímetros aproximadamente. Se la conoce como el “Aura de la Salud”, porque de su observación y análisis se pueden captar y deducir dolencias físicas aun antes de que se manifiesten en el cuerpo físico. Esta aura se alimenta de las energías cósmicas o Prana que capta el cuerpo físico a través de los chacras, los cuales la reciben a través de la alimentación y de la respiración. Esta aura “orgánica” es susceptible de ser fotografiada mediante la “Cámara Kirlian”.
Como sabemos, el Cuerpo Vital es agente transmisor de energías entre el Cuerpo Psíquico y el Cuerpo Físico, lo cual está acreditado por la existencia de enfermedades psicosomáticas en las que un conflicto psíquico se transmite al organismo físico a través del Cuerpo Vital, y termina por generar una dolencia, tal como infartos de corazón, úlceras de estómago, cáncer, etc.
La segunda aura es la del Cuerpo Astral o del Periespíritu, que tiene forma ovoidal, rodeando al cuerpo de la persona y sobrepasando a la anterior, con una extensión de entre diez y cuarenta centímetros, siendo más luminosa por su parte superior que es de una tonalidad más intensa y varía de color dependiendo del estado emotivo de la persona a cada momento, así como de los sentimientos y los deseos que esté experimentando.
La tercera es el aura del Espíritu que sobrepasa a las anteriores y tiene tonalidades fijas que reflejan el estado espiritual evolutivo de la persona, según sea su grado de inteligencia, amor y fortaleza espiritual. En Seres altamente evolucionados, esta aura tiene una gran extensión, llegando a irradiar hasta varios metros alrededor de su cuerpo. El aura espiritual es la que se representa rodeando las imágenes de santos en los más antiguos libros sagrados, lo cual indica que la Videncia Psíquica, de la que hablamos en el próximo capítulo, es tan antigua como el ser humano.
Todas estas auras son susceptibles de ser vistas y descritas por personas con la facultad psíquica adecuada para captar esta clase de videncias, aunque la mayoría de los humanos, con el debido entrenamiento y práctica podemos desarrollar esta habilidad.
El contacto entre las auras de dos personas desconocidas cuando se encuentran por vez primera, posiblemente determina la inexplicable repulsión o atracción que experimentan entre ellas, según sea el grado de semejanza o afinidad de las emanaciones vibracionales de sus energías psíquicas respectivas .
Cuando el grado de aproximación es elevado, suele producirse una “interrelación de campos magnéticos”, por la que los sentimientos de atracción o de repulsión, según la afinidad entre ambos sujetos se intercambian instantáneamente. Esta interrelación afecta al “magnetismo animal” o “Aura Vital” del cuerpo físico, lo cual explica esos casos de personas que captan y sufren físicamente, incluso a distancia, las dolencias de otros que les están psíquicamente ligados por sentimientos afines o simplemente por compenetración psicológica.
En esta interrelación de campos, además de los sentimientos y los desequilibrios energéticos que afectan a un organismo, pasando sus sensaciones al otro, también a veces se dan casos de personas con un alto nivel de energía vital que a través de este proceso al entrar en contacto con otros que por cualquier causa, tal como una enfermedad física o psíquica, experimentan de modo brusco un “bajón vital” y se encuentran de repente con pocas energías, decaídos y hasta deprimidos. Esto es debido a que estas energías como cualquier fluido por un principio similar al de los vasos comunicantes, se transmiten normalmente desde donde hay más hasta donde hay menos, y tanto los enfermos físicos como los desequilibrados psíquicos,
suelen tener niveles de energía vital y psíquica, bajos o contaminados por vibraciones de energía negativa, por lo que, generalmente aun de modo inconsciente, actúan como vampiros de esta energía vital que les falta.
suelen tener niveles de energía vital y psíquica, bajos o contaminados por vibraciones de energía negativa, por lo que, generalmente aun de modo inconsciente, actúan como vampiros de esta energía vital que les falta.
En las auras espirituales y periespirituales se conserva el recuerdo grabado en la memoria subconsciente, así como los sentimientos e impresiones de vidas anteriores, por lo que de modo inconsciente se atraen o se repelen entre ellas, según que los recuerdos del subconsciente son de una relación grata o ingrata; si fueron de amor o de odio. Cuando más adelante hablemos de Reencarnación, se comprenderá mejor cómo el Ser reencarnante con su periespíritu, puede transmitir los valores, fobias, simpatías, y defectos a la nueva persona que lo reencarna.
-Jose Luis Martín-
“Si nuestras creencias estuvieren perteneciendo solamente a aquello que vemos y tocamos, a poca cosa quedará reducida nuestra forma de creer”.
- Allan Kardec -
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