martes, 20 de junio de 2017

La vida en otros planetas





Sumario de la publicación de hoy:

-Leyes Morales y Mediumnidad
-No se debe ser pesimista
-Advenimiento del Paráclito
-La vida en otros planetas

                                         




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                              LEYES MORALES Y MEDIUMNIDAD

   La mediumnidad es un fenómeno natural que nos acompaña desde el inicio de la humanidad, prueba de ello es que la creencia en los espíritus y la vida después de la muerte se han encontrado prácticamente en todas las culturas. Fue con la llegada del Espiritismo de Allan Kardec, y en particular de la publicación de su tratado "El Libro de los Médiums", cuando se desveló y desmitificó la comunicabilidad con los espíritus, poniendo este conocimiento al alcance de todo el mundo.
    Estudiando "El Libro de los Médiums" podemos entender que si bien todos somos médiums de alguna forma, normalmente de inspiración, la facultad de mediumnidad ostensible, menos común, es una característica puramente fisiológica que "depende del organismo; es independiente de la moral." (1), puesto que es encontrada en personas de muy diversos tipos, caracteres y formas de ser.
    A pesar de que la moral del médium no tiene efecto sobre la facultad fisiológica de la mediumnidad, es el aspecto más importante para su práctica pues determina con precisión el tipo de comunicaciones que se le van a permitir realizar, livianas, serias o incluso mistificaciones (engañando al médium), en virtud de la aplicación de los principios de afinidad y sintonía. Podemos decir que la moral del médium, cuando sea elevada, será la llave que de acceso a la comunicación con los buenos espíritus, su sabiduría y amor universal. Por el contrario, cuando la moral del médium sea inferior, o sintonice con conciencias inferiores, entregará entonces en bandeja la llave de su psiquismo al plano espiritual más próximo a su condición, quedando desprotegido frente a posibles influencias psíquicas inferiores que podrán adueñarse de su psiquismo mediante la obsesión.

La moral

    Etimológicamente el término moral viene del latín "moralis", que significa costumbre. La moral de los hombres va ligada a sus costumbres y creencias que establecen los actos permitidos en su sociedad y que conforman sus leyes temporarias. Tenemos por tanto una moral temporal para cada conjunto de creencias, social, religiosa e individual, quedando únicamente fuera del tiempo y de las creencias, la Moral Universal o Divina basada en las Leyes Universales.

     Siendo la mediumnidad un fenómeno completamente natural únicamente va a verse influenciado por leyes naturales y por tanto solo por la Moral Divina asociada al cumplimiento o no de las Leyes Universales. La moral de los hombres tendrá mayor o menor influencia sobre la mediumnidad en la medida en que se asemeje a la moral divina. Por tanto todo desarrollo de la mediumnidad deberá ser precedido antes por una apropiada educación de la moralidad según las leyes universales.

Educación moral

     Hablamos en términos de educación y no únicamente de desarrollo para incidir en la importancia del esfuerzo voluntario que necesita la sublime tarea de superarse a sí mismo. Educar implica estudiar, esforzarse y practicar lo aprendido. El examen será la vida y los resultados no se harán esperar porque todos cosechamos continuamente los frutos de aquello que anteriormente sembramos.
     El estudio necesario para la educación moral puede resumirse en tres grupos: estudio de las leyes universales a través de la ciencia, a través de la filosofía y a través de las consecuencias morales que conlleva su práctica.

a) Estudiar ciencia y en particular la ciencia espírita nos acercará al conocimiento de las Leyes Universales más próximas al plano físico. El libro "La Génesis" de Allan Kardec nos abre la puerta de la ciencia espírita y junto a "El Libro de los Médiums" son compendios básicos para todo trabajador de la mediumnidad que quiera entender la fenomenología mediúmnica.

b) Estudiar la parte moral del Espiritismo a través de las palabras de Jesús explicadas por los espíritus superiores en el libro "Evangelio según el Espiritismo" de Allan Kardec. Jesús normalmente hablaba con metáforas que encerraban verdades universales independientes de toda época de forma que hoy son igualmente actuales, pero para alcanzar su comprensión es necesario abordarlas desde una perspectiva espiritual con conocimientos espirituales.

c) Estudiar filosofía espírita principalmente a través del estudio de "El Libro de los Espíritus" de Allan Kardec nos acercará al conocimiento de las Leyes Universales aplicadas más allá de la física, llevándonos conceptualmente a planos superiores del conocimiento transcendiendo el tiempo, la vida, la materia aproximándonos al mundo espiritual desde donde los seres inmortales nos contemplan y a donde nosotros mismos pertenecemos.

     Todo el saber espírita recogido en su filosofía y ciencia tiene claras consecuencias morales en base al cumplimiento o no de las Leyes Universales y su comprensión impulsa a la transformación de las personas, despertando en primer lugar necesidades semimorales y posteriormente completamente morales.

    Según "La Génesis" podemos distinguir tres grupos de personas en función del carácter moral de sus necesidades. En las primeras etapas de nuestra evolución despertamos a la "conciencia de sí" únicamente con necesidades materiales. Conforme progresamos moralmente pasamos a otra etapa donde van apareciendo y desarrollándose nuevas necesidades semimorales y finalmente emprenderemos una tercera etapa, donde únicamente tendremos necesidades morales.
Comprendemos fácilmente la inconveniencia de la práctica de la mediumnidad para todos aquellos que mediante un autoanálisis se consideren dentro del primer grupo.

    Por otro lado, los miembros del tercer grupo, que por sus méritos morales han abandonado toda necesidad material, han llegado a la recta final de su estancia como encarnados en la Tierra y posiblemente solo permanecerán en ella únicamente mientras dure su misión.

    Centrémonos por tanto en el prometedor trabajador espiritual que habiendo conquistado ciertos avances morales despierta una nueva concepción de la vida en sí mismo y se pone al servicio de los demás a través de la mediumnidad salvadora. En este grupo vamos a distinguir tres etapas relativas al trabajo mediúmnico:

1º- Etapa de trabajo de donación fluídica y vibración, dentro de un grupo bien formado, en trabajos de atención a espíritus sufrientes, considerando que a la vez que auxilia es auxiliado mediante experiencias ejemplificadoras de máxima utilidad para su desarrollo moral. En esta etapa descubre la gran ayuda que resulta de la lectura y comprensión, diarias, de las palabras de Jesús, del Espíritu de Verdad y de los buenos espíritus en el "Evangelio según el Espiritismo", y de la importancia de trabajarnos la afinidad y sintonía con los buenos espíritus. Afinidad en el día a día a través de tener buenos pensamientos, buenos sentimientos, lecturas edificantes, controlando nuestras emociones y mejorando nuestros defectos morales que nos separan de ellos. Y sintonía como ejercicio mediúmnico, ayudados por la oración sincera, a través de la cual nos conectamos con ellos periespíritu a periespíritu recibiendo sus inspiraciones que nos sirven de guía fiel.

2ª- Etapa de trabajo en grupo mediúmnico preparado para atención de espíritus endurecidos. Este tipo de espíritus es muy variado, pero generalmente, sin estar inclinados completamente al mal no hacen tampoco ningún bien por nadie. No tienen ninguna motivación por mejorarse porque no tienen ninguna fuerza moral que les impulse a empezar el camino de reforma moral que necesitan. Su sufrimiento les ayuda a intuir que no están haciéndose ningún bien a sí mismos en la posición y actitud en que se encuentran pero además de no ver posible salida, temen más al futuro incierto ante cualquier cambio que permanecer en su estado por tiempo indefinido. Se ven desprovistos de cualquier posibilidad de ayuda y no confían en nada ni en nadie.

     La atención a este tipo de espíritus requerirá más vigilancia, autodominio de sí y pureza de sentimientos que el ciclo anterior. Vigilancia para no caer bajo los ataques de conciencias arraigadas en el mal que quieran retrasar nuestro trabajo en el Bien. Autodominio de sí mismo para vencer las imperfecciones y ser ejemplo vivo de lo que decimos en la mesa mediúmnica. Es común que un espíritu endurecido en fase de tratamiento acompañe durante unos días a los participantes de la mesa mediúmnica para observarlos y concluir si son de confianza y plenamente sinceros con lo que le dicen en la reunión. La confianza la ponen muy cara pero es requisito indispensable para todo trabajo posterior. Y finalmente pureza de sentimientos como única forma de generar los fluidos espirituales necesarios para que, proyectados por impulso de la voluntad durante las reuniones mediúmnicas, penetren en las capas endurecidas del periespíritu del espíritu ayudado, le remuevan por dentro, le conmuevan y le ayuden a transformarse.

3ª- Etapa de trabajo en grupo mediúmnico preparado para atención de espíritus obsesores. La atención a espíritus obsesores requiere la máxima preparación del grupo en los aspectos doctrinarios y morales, alcanzando elevados niveles vigilancia y autocontrol de uno mismo, sublimación de sentimientos por el prójimo siguiendo el Evangelio de Jesús y plena sintonía con los buenos espíritus a través del desarrollo de toda virtud elevada, renuncia, paciencia, templanza, gratitud, caridad, humildad y Fe.

Leyes morales, emociones y centros de fuerza

    Profundizar en el desarrollo moral de la persona y en particular del médium, implica profundizar en el conjunto de leyes morales que nos enseña "El Libro de los Espíritus", su relación con los instintos, necesidades básicas, emociones, sentimientos y su correspondencia con los centros de fuerza sutiles que gobernando el cuerpo psicosomático influyen en nuestro psiquismo.

1º- En el primer nivel tenemos la Ley de Destrucción, la Ley de Reproducción y la necesidad básica de supervivencia (instinto de supervivencia), del individuo y de la especie. Varias emociones básicas trabajan en este nivel como son el miedo y la ira, principalmente como respuestas naturales a peligros reales o imaginarios. El centro de fuerza relacionado con este nivel es el centro genésico, responsable, por tanto, de la voluntad de vivir y de afirmar su capacidad delante de las tribulaciones naturales de la vida. Es el centro preponderante en la conciencia del hombre primitivo.
   Los desequilibrios principales del centro genésico son debidos a excesos y adicciones que pongan en peligro nuestra vida, conflictos que nos lleven a vivir con miedo e ira, o por lo contrario pensamientos que nos lleven a no querer vivir. Todo apego que integremos como necesidad básica será fuente de sufrimiento, estrés (miedo e ira) y en ocasiones incluso enfermedad.
El equilibrio del centro de fuerza genésico impondrá la necesidad al médium de llevar una vida sencilla y sin apegos materiales, alejada de excentricidades, reduciendo las necesidades básicas poniendo más la mirada en el bienestar de los demás que en el de uno mismo.

    En la reunión mediúmnica este centro de fuerza proveerá de fluidos vitales esenciales para el tratamiento de las capas periespirituales más densas de espíritus sufrientes, como por ejemplo los suicidas, los cuales dañaron físicamente su periespíritu mediante en el acto desgraciado de quitarse la vida.

    Este centro de fuerza, en estado de congestión o sobreexcitación, "irá a generar la temeridad, en la cual el individuo no siente miedo de nada"(2), siendo víctima fácil de vicios y pasiones que le pondrán en sintonía con la espiritualidad inferior que intentará aprovecharse de él y de sus fluidos vitales.

    La inhibición o bloqueo del centro genésico será síntoma de grave inseguridad ante la vida, "miedo de todo y de todos"(2), y dependencia psicológica en relación a la aprobación de otros, siendo una puerta abierta a influencias obsesivas externas que le inhabilitarán para el trabajo mediúmnico, como ocurre igualmente en el estado congestivo.

2º-En el segundo nivel tenemos la Ley de Conservación y la necesidad básica de protección y conservación (instinto de conservación) del individuo, de la familia, su sociedad, etc. La emoción natural es la preocupación que vela por nuestra seguridad, y que moviliza a la inteligencia hacia la Ley de Trabajo para el bien común de todos. El derecho al placer surge en este nivel como recompensa al trabajo realizado. El centro de fuerza relacionado con este nivel es el centro gástrico.
     El egoísmo, que tiene también su origen en instinto de conservación según "Obras Póstumas" junto al deseo y a la pereza son los principales factores de desequilibrio de este centro de fuerza. El centro gástrico es preponderante en la conciencia del hombre común.
      En estado de congestión tendremos como consecuencia el apego al placer y sensualismo, perjudicando la salud y desperdiciando energías sutiles que podrían ser utilizadas en cometidos más elevados, como es la práctica mediúmnica y la donación de fluidos vitales en este caso.
      Cuando está inhibido por la hipoactividad, "puede generar una disminución, o abolición completa, del propio placer de vivir" y tendencia al estado depresivo. En este estado será incapaz de donar nada y tenderá a robar la energía de su entorno puesto que no es capaz de generarla por sí mismo. Por su estado mental asociado sintonizará por el pensamiento con los espíritus inferiores y estará expuesto a posibles problemas con la obsesión. Ambos estados inhabilitan a todo médium para la práctica mediúmnica.

3º-En el tercer nivel tenemos la Ley de Progreso (instinto de progreso) y la necesidad básica de reconocimiento y bienestar en la interrelación con los demás, la sociedad y con uno mismo (autoestima). Las emociones básicas relacionadas son la alegría y la tristeza fruto de las victorias y derrotas que nos trae el progreso. El centro relacionado con este nivel es el centro esplénico.
      El mayor escollo para el desarrollo de este centro es el orgullo que nos lleva a sobrevalorarnos por encima de los demás alejándonos de la gran Ley de Unidad que rige la Creación. El orgullo deja al hombre sólo frente a las consecuencias de la Ley de Acción y Reacción como mecanismo necesario de reajuste.
      En el tercer nivel de la conciencia tenemos el autoamor que despierta en nosotros la sensación de poder y libertad para llevar a cabo todo lo que nos propongamos, ayudados de la Providencia Divina que siempre nos provee de todo lo que realmente necesitamos en el momento justo en que lo necesitamos. El centro esplénico es preponderante en la conciencia del hombre emprendedor.
      Cuando la mediumnidad despierta el orgullo se agita y una gran dosis de humildad es necesaria para admitir que solamente se es un intermediario, un servidor al servicio de la espiritualidad superior.
      Este centro, cuando está congestionado alimenta el orgullo de energías estancadas que aíslan a la persona de la realidad mostrándose superior, dominante y prepotente, idealizando su inteligencia y capacidad por encima de los demás y de sus derechos.
      Cuando este centro se encuentra inhibido, no es raro ver caer al orgulloso en el agujero de la negatividad, sensación de incapacidad, impotencia y de falta de autoestima, porque todo orgullo encierra en su interior un grave complejo de inferioridad e inseguridad psicológica del que intenta huir y ocultar.
       En este estado el médium está completamente expuesto al peligro de la fascinación por mediación de la estimulación de su orgullo. En estado de inhibición es presa fácil al halago que alimenta y sobreexcita el orgullo llevando a este centro a la congestión donde la fascinación quedará fuertemente arraigada y aislada de toda ayuda exterior.

4º-En el cuarto nivel tenemos la primera parte de la Ley de Amor, Justicia y Caridad, el amor y la necesidad de amar y ser amado. Es la puerta que separa el reino de las emociones básicas del de los sentimientos elevados. El centro de fuerza relacionado es el cardíaco.
     Si bien el mayor escollo de este centro es el odio, con consecuencias gravísimas a nivel energético y para el desarrollo de la conciencia superior, el factor más frecuente y preocupante es justamente la falta de desarrollo del sentimiento del Amor que mucha veces termina en el estado de endurecimiento del corazón, que al desencarnar generará grandes sufrimientos en el individuo, pasando a recibir la calificación de "espíritu endurecido".
      El centro cardíaco y superiores se corresponden con niveles que hay que trabajar y desarrollar, no sólo equilibrar. El equilibrio del centro cardíaco lo habilita para amar pero solo su desarrollo le permitirá florecer y dar fruto. Solamente sustentando en el autoamor del  centro esplénico, el amor brotará incondicional y altruistamente hacia los demás. El centro cardíaco es   preponderante en la conciencia del hombre de bien.
      El desarrollo de la capacidad de amar es una de las principales pruebas de la humanidad en su actual estado evolutivo y en particular de todo médium. Para el médium, todo trabajo mediúmnico serio será una oportunidad de desarrollo de los sentimientos de amor, compasión y empatía como preciosos instrumentos de ayuda y autoayuda.
      En estado de inhibición de este centro "tenemos la indiferencia, en la cual el individuo tiene una actitud egoista". No seremos capaces de amar y nos embargará la indiferencia, potenciando el orgullo y egoísmo, desarmonizando los centros inferiores generando poco a poco el endurecimiento del corazón empeorando cada vez más la situación. Negándonos a dar amor terminaremos por dejar de recibirlo, entrando así en el mecanismo de reparación de este conflicto mediante el sufrimiento emocional y psicológico.
      En estado de congestión llevaremos el apego, característico del centro gástrico, hasta nuestro corazón en el centro cardíaco, esclavizándonos con el amor posesivo que fomentará los celos, la envidia, etc. impidiéndonos vivir nuestra vida libremente. Recordemos que Jesús nos dijo: "donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón" .
      Ambos cuadros, congestión e inhibición serán condiciones que desarmonizarán el resto de centros inferiores incapacitándonos para el trabajo mediúmnico y poniéndonos en grave peligro de obsesión.

5º-En el quinto nivel tenemos la segunda parte de la Ley de Amor, Justicia y Caridad, la caridad, la compasión y la necesidad de expresar, enseñar, comunicar y crear. El centro de fuerza relacionado es el laríngeo.
     Este centro se desarmoniza con la mentira y la manipulación verbal en lo relativo a la comunicación y con la excentricidad inarmónica que sobrexcite la imaginación, en lo relativo a la creatividad.
     Para el médium es indispensable equilibrar este centro adquiriendo y transmitiendo conocimientos superiores, predicando con el ejemplo y siendo coherente con lo que se hace, se dice y se piensa. No solo hay que desarrollar amor por los demás sino que además hay que expresarlo, mantenerlo y demostrarlo mediante la caridad. Para todo ello es necesario indagar en el autoconocimiento.
     La práctica de la caridad desde el centro laríngeo es la puerta a estados de conciencia superiores una vez que hemos purificado suficientemente los sentimientos mediante el estudio y examen de conciencia diario. Este centro es preponderante en la conciencia del hombre caritativo.

Este centro se congestiona cuando abusamos del conocimiento con el fin de adquirir poder sobre los demás, manipulando, imponiéndonos de alguna manera o influyendo en su voluntad. Estas actitudes obviamente influyen en el orgullo desequilibrando también el centro esplénico y en menor medida el gástrico.
     El médium que busca el conocimiento espiritual pero que sigue viviendo una vida materialista no puede tener muy desarrollado este centro por la ausencia de esfuerzo y voluntad de cambio. Según nos dice "El Libro de los Espíritus", preg. 646: "El mérito del bien reside en la dificultad. No hay mérito en hacerlo sin trabajo y cuando nada cuesta". Son los que se llaman médiums improductivos.

6º-En el sexto nivel tenemos la tercera parte de la Ley de Amor, Justicia y Caridad, la Justicia y la necesidad de alcanzar la sabiduría y conocimiento superior de la creación y las Leyes Universales. El centro de fuerza relacionado es el centro cerebral.
     Este centro se desarmoniza principalmente cuando utilizamos la inteligencia para la práctica del mal y con fines egoístas. Por el contrario, cuando está equilibrado es el centro de la inspiración y la intuición como auxiliares para alcanzar el conocimiento superior sintonizando con los buenos espíritus. Este centro es preponderante en el hombre justo y sabio.
     Considerando que todos en menor o mayor medida somos médiums de inspiración, todos tenemos acceso al auxilio espiritual en función de nuestros méritos morales y sintonía.
     Este centro desarmonizado alimenta lo que podemos llamar orgullo espiritual, que nos lleva a creernos más espirituales que los demás. "Congestionado en la hiperactividad, tenemos el misticismo, en el cual el individuo cree que está todo el tiempo siendo orientado por seres espirituales superiores, que direccionan su vida"(4), a creernos "enviados" con grandes misiones espirituales o a pensar que todo el tiempo estámos siendo orientados por seres espirituales superiores, lo cual es una gran puerta hacia la fascinación.
     Por el contrario, en estado de inhibición tendremos desprecio por las intuiciones e inspiraciones superiores que podamos tener viendo la vida desde una óptica materialista y negando incluso las verdades espirituales. Por otro lado quedaremos al alcance de inspiraciones e intuiciones inferiores que poco a poco podrán ganar terreno en nuestro psiquismo con gravísimas consecuencias.

7º-En el séptimo nivel tenemos la Ley de Adoración (instinto de adoración) y la necesidad de autorrealización, de trascender más allá de uno mismo y sentirse integrado dentro de la gran Ley de Unidad que rige la Creación. El centro de fuerza relacionado es el centro coronario.
     Este centro se desarmoniza congestionándose por "el abuso de las funciones psíquicas" "...en el cual el individuo utiliza sus potenciales mediúmnicos para hacer el mal a otras personas y adquirir provecho propio".
     Para el médium esto significa que no debe practicar la mediumnidad con fines interesados ni mucho menos utilizar su facultad para ganar influencia o seguidores para satisfacer el orgullo.
     Otra desarmonía común de este centro es su inhibición a través de la negación de la mediumnidad "cuando la persona percibe que trae los potenciales mediúmnicos, pero, por miedo de buscar lo transcendente, por el desconocimiento de lo que irá a encontrar, bloquea las funciones psíquicas del centro coronario."
     También inhibimos este centro cuando, aunque no negamos la mediumnidad, carecemos de renuncia y entrega necesarias para el trabajo mediúmnico. Nos conformamos con sesiones "light" que no exijan mucho de los presentes y que no nos compliquen la vida dedicándonos a donar fluidos apenas cargados de buena voluntad y deficientes espiritualmente.
     Por otra parte, el centro coronario, cuando está equilibrado y desarrollado nos lleva a la transcendencia, mientras, es el responsable del impulso por la búsqueda espiritual y de la búsqueda de la conexión con Dios y la gran Ley de Unidad. Este centro es el preponderante en el hombre espiritual autorrealizado.
     Aunque un nivel de conciencia particular conlleve la preponderancia de un centro de fuerza determinado, todos los centros a su vez, están interconectados y dirigidos principalmente por nuestro Espíritu a través del centro coronario, el primer centro en importancia. Es por esto que la oración es el gran antídoto armonizador que nos da Dios para el reequilibrio interno. La oración, a través del centro de la transcendencia, el coronario, tiene el poder de armonizarnos a través de todos los centros, de arriba abajo, alcanzando todo nuestro sistema orgánico.
     Estas correlaciones, tomadas como hipótesis de trabajo, nos permitirán mejorar en gran medida nuestro autoanálisis y conocimiento personal, recordando siempre que en el orden moral, ante todo, estamos obligados al estudio y práctica del Evangelio de Jesús.

José Ignacio Modamio
Centro Espírita "Entre el Cielo y la Tierra"

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                            NO SE DEBE SER PESIMISTA

    Nunca te apoyes en el pesimismo para dejar de luchar. 
Lo que los otros consiguen a través del trabajo, lo obtendrás también, si tuvieras paciencia y perseverancia. 
No pretendas iniciar la vida por donde otros la están concluyendo. 
El éxito depende de muchas tentativas que no salieron bien. 
El fracaso siempre enseña el modo de cómo no se deben hacer las cosas. 
Insiste en tu trabajo con optimismo y avanza con lentitud en la dirección de tu victoria. 
Cada día vencido son veinticuatro horas que ganaste. 

Vida Feliz. Por el Espíritu Joanna de Ângelis, médium Divaldo Pereira Franco

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ADVENIMIENTO DEL PARÁCLITO 


En la sec. XVI en la Era de la Razón, del antropocentrismo, la retórica materialista gana fuerza debido a las transformaciones sociales, políticas, económicas y religiosas que se fueron operando en Europa. La fe se extinguió en su propia fuente; el ideal religioso desapareció. En esa coyuntura, la única realidad concreta es la materia en movimiento, a la cual, dada su riqueza, es capaz de producir ciertos efectos sorprendentes que llamamos psíquicos o mentales. A rigor, el Cristianismo vigente y aceptado por la mayoría de los hombres no tenía respuestas adecuadas para las mezclas de la civilización. 

¿Actualmente, después de dos milenios de fermentación histórica, de dolorosa maduración del hombre, de criminosas deformaciones del mensaje cristiano, al final será posible el restablecimiento de las enseñanzas fundamentales en su pureza primitiva? En el Evangelio Según el Espiritismo Kardec y los Espíritus Superiores revelan ser el Espiritismo “El Consolador Prometido por Jesús”, “El Espíritu de Verdad”, el “Paracleto”, conforme el Evangelio de Juan. “Si me amáis, guardad mis mandamientos; y yo rogaré a mi Padre y El os enviará a otro Consolador, a fin de que quede eternamente con vosotros: - El Espíritu de Verdad, que el mundo no puede recibir, porque no ve y absolutamente no conoce. Más, en cuanto a vosotros, lo conoceréis, porque quedará en vosotros y estará con vosotros. – Sin embargo, el Consolador, que es el Espíritu Santo, que mi Padre enviará en mi nombre, os enseñará todas las cosas y os ara recordar todo lo que yo os tengo dicho”. 

Si, por tanto, el Espíritu de Verdad debía venir posteriormente a enseñar todas las cosas, es porque Cristo no había enseñado todo en la época. Se venia a recordar lo que Cristo había dicho, es porque lo habíamos olvidado o mal interpretado. Conforme su asertiva, Sus enseñanzas estaban incompletas, ya que anunciaba la venida de aquel que os debería completar. Mientras tanto, si Cristo no puede desenvolver su enseñanza de una manera completa, es que faltaba a los hombres conocimientos que no podían adquirir sino con el tiempo, y sin los cuales no podrían comprender; cosas que podrían parecer contra sentido en el estado de conocimiento vigente de entonces. 

Algunos hermanos afirman que son muchas las doctrinas que consuelan. ¿Por qué seria solo el Espiritismo consolador? Preguntamos: ¿las otras doctrinas ofrecen al hombre las herramientas [de la reencarnación, del intercambio con los desencarnados, la pluralidad de los mundos habitados etc.] que el Espiritismo presenta? ¡Ciertamente que no! . Porque la Doctrina Espirita no es un conjunto de ideas, dichas por un pensador o por un grupo cualquiera. Se trata de las manifestaciones del Espíritu de Verdad, que lo hizo utilizando el sistema de la universalidad, justamente para que opiniones personales de grupos no viniesen a colocar en riesgo el futuro del mensaje libertador. 

La Tercera Revelación [o Consolador Prometido], se fundamenta en la opinión de un conjunto de inteligencias [Espíritus], que se manifestaron en más de mil grupos espiritas en todo el mundo, en la época de la Codificación.  Fueron esas inteligencias las que establecieron los principios morales y filosóficos de la Doctrina Espirita y que no pueden ser cambiados por la voluntad de este o aquel pensador discordante. 

Es la razón por la cual se constituye en una revelación y no en una doctrina común, venida para ser modificada o interpretada como la filosofía humanas de todos los tiempos. Sino, veamos, El Libro de los Espíritus es considerado por muchos estudiosos como la obra más avanzada de la Filosofía de que se tiene noticia, tratando de asuntos que tocan todas las ramas del conocimiento: Dios, el alma, el hombre y su inmortalidad, la justicia divina, la reencarnación, la pluralidad de los mundos habitados etc. Con el se inaugura la “era del espíritu y de la Fe razonada”, ¡no más fe ciega! El espíritu Becerra de Meneses dice: “El Libro de los Espíritus, si fuese estudiado cariñosa, ininterrumpidamente y sistemáticamente, durante cien años, no seria totalmente penetrado”.

Cristianos contemporáneos dicen que la comunicación con los espíritus no es posible, pues fue prohibida por Moisés, por tanto, se trataría de demonios,  que intentan engañar a los hombres. ¿Sin embargo, porque solamente los espíritus malos podrían comunicarse con nosotros? ¿Los buenos Espíritus no tendrían ese derecho? ¿Y los llamados Ángeles, que revelaban las profecías, acaso no son Espíritus también? 

Por otro lado, Jesús también dijo: “es necesario nacer de nuevo”.  ¿Admitiendo que Dios, es infinitamente Bueno y Justo, porque existirán tantas criaturas con deficiencias innatas? “Dirán, por causa de los pecados de los padres”. ¿Mas seria justo Dios al “castigar” a una inocente criatura por causa de los errores de los padres? Reconociendo en los Estatutos de Dios no hay espacio para las injusticias, solo podemos concluir que esa criatura no es tan inocente como se supone, visto que ciertamente ella erró mucho en su existencias anterior. 

Además, no concebimos esas tragedias como punición o castigo, más si como una enseñanza de corrección en beneficio futuro del propio individuo. 

¿Y en el caso de las extraordinarias criaturas superdotadas o genios pequeños? Una de dos, o se admite a un Creador caprichoso, que privilegió a esas almas, o entonces, inevitablemente, estas inteligencias muy por encima de la media son el resultado del vasto caudal de conocimientos acumulados en la vida pretérita, manifestando en la infancia el talento que traen del pasado. 

     También en las huestes espiritas hay aquellos que quieren separar la parte científica, filosófica y religiosa de la Doctrina, y Chico Xavier comentando el asunto al respecto recordó que “La Doctrina Espirita es ciencia, filosofía y religión. ¿Si rechazamos la religión, lo que queda que es? (…) queda un cuerpo sin corazón, si tiramos la ciencia queda un cuerpo sin cabeza y si tiramos la filosofía queda un cuerpo sin miembros.  

    Por tanto, no olvidemos que El Consolador asume tres aspectos: Científico, Filosófico y Religioso. Como ciencia comprueba a través de la lógica y de la experimentación. Como filosofía opera el trabajo del raciocinio en busca del conocimiento y de la sabiduría. Como religión elucida y clarifica, buscando elevar a las almas, ligando a las personas unas a las otras y a Dios, edificando e iluminando los sentimientos, promoviendo la reforma intima. 

Lo que intentamos demostrar aquí, en líneas generales, es que la Doctrina de los Espíritus es la Tercera Revelación, a guisa de complementación de las dos anteriores, pues si la Primera , con Moisés, trajo la noción de la justicia a la barbarie y la Segunda, con Jesucristo, trajo la noción del Amor Excelso al pueblo aun rudo, ella vino a traer al hombre la noción consoladora del Deber, conforme prometió el Maestro cuando dijo: “Muchas cosas tengo aun que deciros, más no las podéis soportar ahora , Mas el Paráclito, el Espíritu Santo , que el Padre enviará en mi nombre, os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que os tengo dicho ".  
Jorge Hessen
Traducido por: Merchita

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LA VIDA EN OTROS PLANETAS


Cuando hablamos de otros mundos en donde hay vida física más o menos parecida a la nuestra, significa que sus humanidades, a través del tiempo y como es normal, llegarán a una evolución humana, científica y moral  que les permitirá mejorar sus condiciones de vida tanto particular como en general.
Debemos suponer que en todos los planetas habitados los procesos primarios, primitivos, han debido de ser muy similares a los nuestros, es decir, la manifestación en su origen de los instintos en el ser,  para ir lenta pero progresivamente desarrollando con el tiempo, el intelecto y una moral hasta alcanzar cotas, que en nuestro actual nivel evolutivo no podríamos entender, aunque quizás si vislumbrar un poco . Nos estamos refiriendo, claro está, a humanidades mucho más antiguas y evolucionadas que la nuestra.
Como decíamos, si partimos de la base de que existen galaxias mucho más viejas que otras, con sus respectivos sistemas solares, etc., esto nos hace pensar que su evolución no ha podido ser la misma en todos los lugares. Y aunque las necesidades físicas imponen un trabajo y esfuerzo por la supervivencia y el bienestar, a fuerza de acontecimientos y de experiencias, el progreso siempre es inevitable. En unos llega antes que a otros, en base al libre albedrío y del esfuerzo tanto personal como colectivo, pero al final de todos los procesos existenciales se alcanza una madurez que aumenta la evolución de las humanidades y que repercute en unas pautas o reglas sociales más justas admitidas por la generalidad. Algo parecido a nuestro progreso social. Por poner un símil, las costumbres sociales que tenemos en la actualidad poco se parecen al hacer y a  la mentalidad de otras épocas, por ejemplo la edad media. Cosas que en aquellos tiempos se consideraban normales e incluso como virtudes necesarias, ahora las observaríamos como comportamientos reprobables y primitivos. En definitiva, hemos ido cambiado la perspectiva, el orden de valores morales y sociales.
Pues bien, del mismo modo, intentemos imaginar unas sociedades que, en su desarrollo, nos llevaran de adelanto, siglos, o quizás miles de años. ¿Podemos hacernos una idea de cómo vivirán esas humanidades? ¿Sus relaciones sociales, la convivencia entre ellos será igual a la nuestra? ¿Habrán erradicado la pobreza, el hambre, las desigualdades humanas? ¿Habrán sido capaces de vivir en armonía y en verdadera fraternidad? Si miramos hacia nuestro interior; ¿de verdad creemos que hay cosas que son imposibles de cambiar? No olvidemos que ante la estrechez de miras, cualquier cambio nos parece una quimera, como ya nos lo  ha demostrado la historia repetidas veces. Si miramos atrás comprobaremos como algunas comunidades científicas y religiosas en otros tiempos consideraban que habíamos llegado al cenit del progreso y que era imposible avanzar más, sin embargo la fuerza de los acontecimientos y el trabajo de seres audaces y preclaros desmentían una y otra vez esas sentencias erróneas con nuevos descubrimientos y nuevas ideas que aportaban avances significativos para la humanidad.
Por lo tanto, no es ninguna quimera afirmar que existen civilizaciones más avanzadas que la nuestra, por un simple cálculo matemático de probabilidades, tanto en el tiempo como en el espacio; atendiendo a las miles de  millones de galaxias y diferentes edades entre unas y otras.
Nuestra estrechez de miras ya no puede soportar una evidencia como esta,  hasta no hace mucho cuestionada, pero en la actualidad admitida por la mayoría. Pongamos un ejemplo; si el universo lo comparamos con una playa, y cada grano de arena es un planeta, ya no digamos una galaxia¿Es posible, por pura lógica, que se haya podido desarrollar, no sólo la vida en estado latente, sino la vida inteligente en un solo grano y en el resto de granos que componen la inmensidad de la playa no?
Esto es comparable a cuando se creía en la teoría geocéntrica, es decir, que la Tierra era el centro del universo, y que el sol y las estrellas giraban alrededor de él. Idea sostenida durante siglos, y que todavía hoy en día, es sostenida por algunos religiosos creacionistas fundamentalistas.
Volviendo al tema del desarrollo de esas humanidades, e imaginando un progreso, ya no sólo científico sino sobre todo moral en el devenir de muchos siglos, ¿cómo vivirán en la actualidad? ¿Habrán desarrollado sus capacidades mentales y espirituales? ¿Habrán desechado las pasiones, las taras morales, a saber: orgullo, vanidad, egoísmo, etc.,  y vivirán en perfecto equilibrio unos con otros,  en armonía con la naturaleza? ¿Nos podemos imaginar una sociedad con unos valores de fraternidad, caridad, paz, respeto y sobre todo de amor? ¿A que debe de ser realmente maravilloso?
No, no es una quimera. Existen informaciones históricas (escritos, tradiciones orales, grabados, etc.) que hablan de “seres superiores”, “dioses”, que es así como los llamaban, venidos del exterior, que contactaban con pueblos de todo el mundo en un pasado remoto; demostrando, según cuentan dichas tradiciones, una sabiduría y una moral muy superior.
En nuestra época, a través de las facultades extrasensoriales y mediúmnicas hay personas que los han visto, han visitado sus humanidades por la facultad de desdoblamiento. También se han recibido comunicaciones a través de médiums sobre esas civilizaciones, aportando informaciones valiosas recogidas, sobre todo, en la codificación espirita. Y por último tenemos su testimonio visual; los avistamientos, dejando constancia de una realidad que está haciendo pensar y cambiando el modo de ver las cosas, ya sin tantas limitaciones y abriéndose a nuevas posibilidades que nos permitan entender que no estamos solos ni desamparados.
El tiempo corre a favor de las evidencias, las tenemos delante de nuestros ojos, pero  hasta ahora muchas personas no se han parado a analizarlas. En general, el ser humano ve y observa aquello que le preocupa y le interesa, en base a sus creencias; lo demás, lo ignora o lo rechaza sistemáticamente. Pero la realidad es tozuda, y poco a poco la luz se abre paso a través de las tinieblas para dar paso a una nueva aurora de posibilidades como son las respuestas a los interrogantes que hemos planteado más arriba. ¿Es una utopía o una realidad? Crean que lo es, una verdadera realidad;  y llegará un día, que no está muy lejos, en que será aceptado por una inmensa mayoría. Tiempo al tiempo.
José Manuel Meseguer Clemente
© 2014 Amor, paz y caridad 

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