domingo, 23 de julio de 2017

Anomalías congénitas



Hoy presentamos los siguientes temas:

- Pensamientos y conceptos del P. Teilhard de Chardín
-¿ Por qué los Espíritus no han enseñado en otras épocas lo que enseñan hoy?
- Las virtudes de la Caridad
-Anomalías congénitas




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Hermoso texto de Pierre Teilhard de Chardin (nacido en Orcines, 1 de mayo, 1881 - Murió en Nueva York 10 de abril de1955), que era un sacerdote jesuita, teólogo, filósofo y paleontólogo francés que intentó construir una visión integrada de la ciencia y la teología: 

"La religión no es sólo una, hay cientos. 
La Espiritualidad es una. 
La religión es para los que duermen. 
La Espiritualidad es para los que están despiertos. 
La religión es para aquellos que necesitan que alguien les diga qué hacer y quieren ser guiados. 
La Espiritualidad es para aquellos que prestan atención a su voz interior. 
La religión tiene un conjunto de reglas dogmáticas. 
La Espiritualidad invita a razonar sobre todo, a cuestionar todo. 
La religión amenaza y asusta. 
La Espiritualidad da Paz interior. 
La religión habla de pecado y culpa. 
La Espiritualidad dice, "aprender del error" .. 
La religión reprime todo, y en algunos casos es falsa. 
La Espiritualidad trasciende todo, te muestra la diferencia entre la realidad y la Verdad! 
La religión no es Dios. 
La Espiritualidad es todo y, por tanto, es Dios. 
La religión inventa. 
La Espiritualidad encuentra. 
La religión no pide ninguna pregunta. 
La Espiritualidad cuestiona todo. 
La religión es humana, es una organización con reglas. 
La Espiritualidad es Divina, sin reglas. 
La religión es la causa de las divisiones. 
La Espiritualidad es la causa de la Unión. 
La religión te busca para que creas. 
La Espiritualidad necesita que investigues que busques. 
La religión sigue los preceptos de un libro sagrado. 
La Espiritualidad busca lo sagrado en todos los libros. 
La religión se alimenta del miedo. 
La Espiritualidad verifica y se alimenta de la confianza y la fe. 
La religión está viviendo en el pensamiento. 
La Espiritualidad es vivir en la conciencia .. 
La religión se ocupa de hacer. 
La Espiritualidad tiene que ver con el ser. 
La religión se alimenta el ego. 
La Espiritualidad nos permite trascender. 
La religión nos hace renunciar al mundo. 
La Espiritualidad nos permite vivir en Dios, no se da a él. 
La religión es el culto. 
La Espiritualidad es la meditación. 
La religión nos hace soñar la gloria y el paraíso en el futuro. 
La Espiritualidad nos permite vivir la gloria y el paraíso aquí y ahora. 
La religión vive en el pasado y en el futuro. 
La Espiritualidad vive en el presente. 
La religión en-claustra nuestra memoria. 
La Espiritualidad libera nuestra conciencia. 
La religión cree en la vida eterna. 
La Espiritualidad nos hace conscientes de la vida eterna. 
La religión promete después de la muerte. 
La Espiritualidad es encontrar a Dios en nuestro interior durante toda la vida. 

"No somos seres humanos que pasan por una experiencia espiritual ... 
Somos seres espirituales que pasan por una experiencia humana ... ""
                                                                 

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¿ POR QUÉ LOS ESPÍRITUS NO ENSEÑARON EN OTRAS ÉPOCAS LO QUE ENSEÑAN HOY?

¿Por qué los Espíritus no han enseñado en todos los tiempos lo que hoy enseñan?
 
- Vosotros no enseñáis a los niños lo que a los adultos, como tampoco dais al recién nacido un alimento que no pueda digerir. Cada cosa a su tiempo. Los Espíritus enseñaron muchas cosas que los hombres no comprendieron o que tergiversaron, pero que ahora sí están en condiciones de asimilar. Mediante su enseñanza, aún incompleta, prepararon el terreno para recibir la simiente que hoy va a fructificar. 

EL LIBRO DE LOS ESPIRITUS 
ALLAN KARDEC 


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           LAS VIRTUDES DE LA CARIDAD

Si el orgullo es el padre de una multitud de vicios, de la caridad nacen muchas virtudes. La paciencia, la dulzura, la reserva en el hablar, dimanan de ella. Al hombre caritativo le es fácil ser paciente y dulce, y perdonar las ofensas que se le infieren. La misericordia es compañera de la bondad. Un alma elevada no puede conocer el odio ni practicar la venganza. Se eleva por encima de los bajos rencores, ve las cosas desde arriba. Comprendiendo que las sinrazones de los hombres no son más que el resultado de su ignorancia, no le infunde amargura ni resentimiento. Sabe que perdonar y olvidar los agravios del prójimo, es destruir todo genero de enemistad y borrar toda causa de discordia en el porvenir, así en la Tierra como en la vida del espacio. 
La caridad, la mansedumbre y el perdón de las injurias nos hacen invulnerables e insensibles a las bajezas y a las perfidias. 
Ellas provocan nuestro desprendimiento progresivo de las vanidades terrestres, y nos acostumbran a fijar nuestras miradas en las cosas en que no cabe decepción. 
Perdonar es deber del alma que aspira a los cielos elevados. ¿ Cuantas veces no hemos nosotros también necesitado perdón ? ¿ Cuantas no lo hemos pedido? Perdonemonos, para ser perdonados. No podríamos obtener para nosotros lo que negásemos a los demás. Si queremos vengarnos, que sea con buenas acciones. 
El bien hecho a quien nos ofende, desarma a nuestro enemigo.Su odio se cambia sorpresa, y su sorpresa admiración. Al despertad su conciencia dormida, esta lección puede producir en él una impresión profunda. 
Quizás por este medio hayamos conmovido, iluminado y arrancado un alma a la perversidad. 


LEÓN DENIS. 

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Bethany Jordán, una joven de la ciudad inglesa de Stourbridge, sufre del síndrome de Ivermark, caracterizado, también, por problemas cardiovasculares que es un síndrome  patológico de etiología desconocida. (1) Jordán nació con algunos de sus órganos invertidos, eso mismo! El hígado, el intestino y el bazo posicionados a tras para el frente. El fenómeno fue descubierto en examen de ultrasonido mientras ella aun estaba en el útero de Lisa su madre. En la época, los médicos dijeron que Jordán tenía pocas  oportunidades de sobrevivir al parto. La niña Bathany, más allá de tener los órganos mal posicionados, también nació con otros problemas de salud,  como los dos pulmones  que convergían  en un formato, apenas, del pulmón izquierdo, y un agujero  en el corazón. Sin embargo, los investigadores se sorprendieron al constatar que la niña sobreviviera hasta completar los seis años de edad.
El hecho nos induce a la reflexión sobre el periespíritu, a la Ley de Causa y Efecto, reencarnación, suicidio, entre otros temas que la Doctrina  Espirita  nos presenta. Antes de renacer, examinando nuestras propias necesidades de perfeccionamiento moral, muchas veces, rogamos la limitación psicomotora  en la nueva experiencia física, para que esa condición nos induzca a la elevación de sentimientos. Pedimos a los Benefactores la enfermedad de larga duración, capaz de educarnos los impulsos; esa o aquella lesión física que nos ejercite la disciplina; determinada mutilación que nos inhiba el arrastramiento a la agresividad exagerada. 
 Es la lógica de la justicia  de la Reencarnación, lo que nos remite a analizar las patologías por el  Principio de Causa y Efecto. En verdad, ya vivimos, aquí en la Tierra, innumerables veces y trajimos gravados los registros de nuestras adquisiciones anteriores y desatinos, como fulcros energéticos en núcleos de potenciación, y, en la ligación del periespíritu al ovulo, reflejamos, en esa célula femenina de reproducción, el nivel de nuestro proceso evolutivo.
Nuestro estado moral es el que determinará los renacimiento con anomalías congénitas o no. A partir de la fecundación del ovulo, bajo el comando de la ley, el espíritu que reencarna imprime, a través de la acción del periespíritu, la integración  de su propia herencia espiritual con el legado genético de los genitores. La formación del respectivo DNA individualizado – compuesto de génes dominantes y recesivos – conducido por las sagradas Leyes de la Hereditariedad, provenientes del Creador, configurará el nuevo cuerpo  físico de aquel particular espíritu inmortal, que “renacerá” conforme el programa, previamente, establecido y subordinado, inicialmente  y voluntariamente a factores como familia, raza, etnia, nacionalidad, predisposiciones para determinados estados de salud  o dolencias – físicas o espirituales – y otras innumerables especialidades individuales.
El maestro Chico Xavier opinó cierta vez: “sobre las reencarnaciones más difíciles, recordando que, muchas veces, encontramos determinados casos de suicidio, y, algunas veces,  el suicidio acompañado de homicidio, obligando al autor  a una angustiante complejo de culpa llevado para más allá de esta vida y, después, ese trauma de culpa renaciendo con el, a través de la reencarnación.” (2) 
El médium de Pedro Leopoldo explica lo siguiente: “Muchas veces, hemos encontrado hermanos nuestros suicidas que dispararon un tiro contra el corazón y que vuelven con una cardiopatía congénita o con determinados fenómenos que la medicina clásica dentro de la llamada Tetralogía de Fallow; nosotros vemos a compañeros  que quisieron morir por el ahorcamiento  y que vuelven con la Paraplejia Infantil; vemos muchos de aquellos que prefirieron el veneno y que vuelven con malformaciones congénitas; otros personas que violentaron el propio vientre y que vuelven, con las mismas tendencias y que, algunas veces, acaban desencarnando con el llamado infarto mesentérico. Vemos, por ejemplo, aquellos que prefirieron morir por el ahogamiento, en un acto de rebeldía contra las leyes de Dios y que vuelven con el llamado enfisema pulmonar. Vemos, aun, aquellos que dispararon tiros contra el propio cráneo y vuelven con fenómenos dolorosos, como, por ejemplo, la idiocia, cuando el proyectil alcanza la hipófisis, todas esas consecuencias, porque estamos en  nuestro cuerpo físico, pero subordinados a nuestro cuerpo espiritual. Entonces, principalmente los fenómenos provenientes del suicidio,  por un tiro en el cráneo, son muy dolorosos, porque vemos sordez, ceguera, mudez, y vemos ese sufrimiento en criaturas también,  lo que se nos figura incompatible con la misericordia de Dios, porque nosotros sabemos que Dios no quiere el dolor. (3)
Los investigadores, que reducen los fenómenos de la vida al exclusivo universo de la materia densa, insisten en explicar la vida como una compleja reacción química,  y nada más que eso, están prestos a penetrar en sus profundos misterios y propiciar  su creación por la mano del hombre, así como, hasta hoy, cree ser el pensamiento mera excreción del cerebro y que todas las funciones psíquicas mueren con el cuerpo físico. Los fenómenos vitales, no pueden ser atribuidos  a la exclusiva acción mecánica de la hereditariedad genética, en el comando del montaje de los tres billones de dos nucleótidos que constituyen los grados del DNA humano. Infelizmente, “no hay aun lugar para el espíritu en la ciencia  de la investigación académica, empírico-inductiva, la cual, por eso, continua  tomando como causa  lo que es efecto, haciendo de las leyes de la hereditariedad genética las únicas presentes al acto de la vida, jueces exclusivos e inconscientes del futuro patrimonio apolíneo y saludable, o deforme y enfermizo del ser humano, apenas concediendo algunas influencias a los efectos ambientales y al psicosomatismo, aunque cerebral, calcados en las predisposiciones genéticas.”(4)
Las matrices de las molestias tienen sus raíces en la estructura periespiritual. Aunque esté aparentemente saludable, una persona puede  traer en sus Centro Vitales (chacras para los hindús), disfunciones latentes, adquiridas en esta u otras vidas, que, más temprano o más tarde, vendrán  a la superficie  en el cuerpo físico, bajo la forma de dolencias  más o menos graves, conforme la extensión  de la lesión  y la posición mental del deudor. Somos herederos de nuestras acciones pretéritas, tanto buenas como malas. El “Carma” (5) o “cuenta del destino creada por nosotros mismos” está impreso en el cuerpo psicosomático.” (6) Esos registros fluyen por el cuerpo físico y culminan por determinar el equilibrio o el desequilibrio de los campos vitales y físicos. “Solo el reconocimiento – que un día llegará – de la primacía del espíritu sobre la materia, asociada esa primacía al principio reencarnacionista, esto es, a la integración de la herencia espiritual a la hereditariedad genética, comandada por el espíritu, vía periespíritu, regida por la Ley de Causa y Efecto, es que permitirá  que se identifiquen, en el espíritu inmortal, las causas verdaderas de los desequilibrios que aparecen en el cuerpo físico, que para él es, bajo el nombre de dolencias, se incluyen los disturbios de la psiquis humana.” (7)
Cuando sean  descubiertas las tecnologías mucho más sofisticadas, que nos posibiliten un examen profundo de la estructura funcional del periespíritu, la medicina se transformará, radicalmente. Los hospitales poseyendo instrumentos de altísima resolución, mucho más allá  de los que existen hoy, los diagnósticos serán, inequívocamente, precisos, lo que posibilitará la cura real de las dolencias. Los profesionales de la salud rebajaran mucho más de forma preventiva, evitando, así, por ejemplo, las intervenciones quirúrgicas alargadas, invasivas, realizadas, abusivamente, en los días de hoy. Los médicos tendrán oportunidad de conocer, con detalles, la estructura tridimensional del cuerpo periespiritual, comprendiendo mejor el modo como se   embrocan las complejas estructuras del psicosoma, en las llamadas sinergias, para auxiliar mejor  en la terapia y manutención de la salud mental-física- espiritual   de sus pacientes.
   -Jorge Hessen -                                                               *****************

                                                                                                                                                                                                                                                                                                           

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