Programado para hoy :
- Planificación reencarnatoria
- Eutanasia: Piedad Asesina
- Lo más importante
- El Perdón (2)
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Planificación Reencarnatoria
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Toda vida y cada individuo son producto de una planificación biológica y espiritual. No venimos al mundo por azar sino, antes bien, por el más puro determinismo. Partimos del constructor filosófico y espiritual que nos dice que la vida no es un proceso aleatorio o casual que surja por una especie de combustión biológica espontánea, sino de un continuum existencial que se configura en una serie de etapas en nuestro mundo, adonde vamos y venimos no por cómputo fortuito, sino en la proporción directa a nuestras necesidades evolutivas. Es por eso que el vivir es tan relevante, y no precisamente porque dispongamos de una sola existencia carnal, sino por lo que significa de aprovechar el tiempo en la adquisición de virtudes y llevar a cabo las experiencias previamente planificadas. Teniendo esto en cuenta, no se trata de apurar la vida como si de algo para gastar y/o consumir se tratase, sino de procurar alcanzar su sentido profundo, y, con el mismo, poner en práctica las tareas y compromisos que cada hombre y mujer trae.
Somos hijos/as del Más allá
Espiritualmente no “nacemos” en este mundo (en este lado de la realidad), sino que renacemos; es decir, nuestro ser (eterno) busca una envoltura biológica (temporal) que le da cuerpo, apropiada a nuestro programa de vida y las experiencias que debemos sortear…, experiencias más o menos dolorosas, más o menos probatorias, que son el producto kármico exacto de los abusos y/o desatinos que cometimos en las pasadas etapas reencarnatorias.
Encarnados o desencarnados (es decir, con envoltura somática o como entidades espirituales) somos individualidades eternas vinculadas a la Divinidad y destinadas a la luz y la felicidad, aunque estos estados de dicha y realidades superiores no se hacen sino con el esfuerzo propio, desarrollando los campos del intelecto y la renuncia, y para esto, con asesoramiento de los Espíritus superiores, se diseña/planifica todo un organigrama de rutas principales,estrategias a seguir, estudio de antecedentes kármicos (negativos y ennoblecedores) que cada cual tiene; todo en vistas a una nueva incursión carnal que nos permita ir “depurando” instintos (agresivos, ególatras, etc.),dependencias, etc., que atan al ser a la animalidad, haciendo que con cada existencia seamos un poco menos imperfectos, más evolucionados.
Nuestra misma biología se configura en respuesta exacta a las necesidades kármicas que cada cual necesita, agregándose desde el espíritu el diseño
de cada fisiología, el campo molecular requerido, la carga genética concreta, la predisposición a determinadas enfermedades, etc. El Espiritismo nos instruye en la serenidad de saber que no existen caprichos de la naturaleza, buenos o malos destinos, y (menos aún) castigos divinos. Un cuerpo sano, uno tullido, otro con predisposición a la esquizofrenia, etc., no son sino valiosos campos de experiencia para cada alma encarnada, algo ya pactado en los espacios superiores.
de cada fisiología, el campo molecular requerido, la carga genética concreta, la predisposición a determinadas enfermedades, etc. El Espiritismo nos instruye en la serenidad de saber que no existen caprichos de la naturaleza, buenos o malos destinos, y (menos aún) castigos divinos. Un cuerpo sano, uno tullido, otro con predisposición a la esquizofrenia, etc., no son sino valiosos campos de experiencia para cada alma encarnada, algo ya pactado en los espacios superiores.
Salud, equilibrio o desequilibrio mental, patologías varias, herencia genética, etc., son necesarios campos de expresión del alma, que toman la forma de transitorios reajustes que nos auxilian tanto en la eliminación de impurezas como en el saneamiento de los injustos comportamientos del pasado. Y es que necesitamos librarnos de exceso de “equipaje”, en nuestro milenario caminar hacia más altas cuotas de la existencia y de la felicidad felicidad que, en su acepción plena, no es de este mundo.
Las pruebas y expiaciones nunca son algo impuesto…responden a códigos de merecimiento y justicia, siendo su objetivo la instrucción de nuestros espíritus y jamás el castigo (como suelen interpretar las religiones oficiales).
Conciencia: comprendiendo y aceptando
Un signo de estar en el camino del despertar de conciencia, o ejecutando una labor que nuestra alma asumió antes de encarnar (la elección de determinada actividad laboral, compromiso con algún ideal que persiga la justicia social y el progreso, el apoyo a un familiar conflictivo, el afrontamiento de una enfermedad,etc.) es comprender que estamos en el lugar exacto del universo, con la familia adecuada y ante los problemas y desafíos que más nos ayudarán a crecer.
No es que se planifiquen todas las circunstancias y actos (pues éstas pueden variar según nuestra manera de reaccionar y utilizar nuestro libre albedrío), pero si que se trazan las líneas maestras.
Y después de comprender… el otro signo de una espiritualidad despierta es la aceptación (que en términos espirituales nada tiene que ver con la rendición o el no luchar), que es esa especie de madurez y temple que nos hace sentir que todo marcha como debe marchar (con aquello que nos gusta y con lo que nos gusta menos, con los que nos motiva y lo que nos da miedo, etc.) y que nos hace no exigir nada de nadie y nos convierte en seres serenos y agradecidos.
Si espontáneamente pudiésemos recordar el tiempo empleado en el mundo espiritual en compañía de nuestros guías… la dedicación y el esfuerzo empeñados, el cariño invertido para cada renacimiento en la Tierra… de seguro, aprovecharíamos cada minuto de nuestra existencia para poner en práctica los valores superiores, así como las tareas asumidas en aquellas áreas (afectivas,sociales, etc.) que dejamos desatendidas en otras existencias y que hoy forman parte de nuestro presente. Aprovecharíamos el tiempo que nos resta antes de regresar a la patria espiritual y no malgastaríamos con tantas lamentaciones y/o escapismo moral.
Reflexionemos en esto: Uno de los mayores sufrimientos de las almas en el otro lado de la vida es la conciencia del tiempo perdido y las oportunidades desperdiciadas entre las invitaciones y los falsos valores del mundo.
Se hace, por lo tanto, primordial acallar nuestro ego caprichoso e invertir prioridades dejando a un lado aquellas que nos estén apartando del sendero. Muchos pensarían que quizá sería oportuno disponer de ese recordatorio súbito para no apartarnos de las tareas asumidas antes de nacer, pero en realidad no se hace preciso, puesto que todos tenemos la guía de nuestra conciencia, ese sabio guardián que nos habla desde nuestro templo interno y auxilia nuestro desarrollo espiritual como una “alerta” que pulsa cada vez que no estamos haciendo lo correcto. En nuestra conciencia reside el más efectivo manual de instrucción para nuestra correcta trayectoria en la Tierra… sin olvidar todos los “recordatorios” que vienen en forma de sueños, intuiciones y señales cotidianas.
Todos los días, un contingente expresivo de la humanidad regresa al mundo espiritual una vez finalizada su etapa en la Tierra, habiendo malgastado el tiempo que se le concedió en perseguir los placeres mundanos y fugaces, anestesiados por los reclamos de la sociedad del bienestar. Es duro regresar al otro lado y descubrir que lejos de asumir ideales y proyectos ennoblecedores, desviamos o paralizamos nuestros recursos internos a golpe de materialismo, vanidad y fuga de los sentidos.
Aunque sean nuestros hermanos menores, nos diferenciamos de los animales en nuestro mayor grado de conciencia y compromiso ante la ley de progreso.
No sólo aparecemos en el mundo para ocuparnos de la alimentación y la procreación, sino para construir entre todos una civilización más humana, auxiliando al progreso y prestando el apoyo a aquellos con menos recursos que nosotros. Es para esto que nos preparamos antes de (re)nacer, por lo que regresamos una y otra vez a los escenarios del mundo, llevando con nosotros los recursos suficientes para encarar los desafíos y problemas que nos salgan al paso.
No sólo aparecemos en el mundo para ocuparnos de la alimentación y la procreación, sino para construir entre todos una civilización más humana, auxiliando al progreso y prestando el apoyo a aquellos con menos recursos que nosotros. Es para esto que nos preparamos antes de (re)nacer, por lo que regresamos una y otra vez a los escenarios del mundo, llevando con nosotros los recursos suficientes para encarar los desafíos y problemas que nos salgan al paso.
¡Qué valioso es escuchar la voz de nuestra conciencia! Es sensato, prudente y dichoso el que logra apartarse un momento del ruido y las mil distracciones vanas que nos atan a las sensaciones inferiores, aquel que escucha las señales íntimas de su ser hablándole de que existen otros motivos que expresan su presencia en los escenarios de esa escuela de almas que es la Tierra.
Juan Manuel Ruiz
Revista Espírita de la FEE núm. 2
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EUTANASIA:Piedad
Asesina
La eutanasia es una cuestión de lógica. Si partimos de la premisa de que la muerte es el fin, llegamos naturalmente a la conclusión de que matar a un enfermo incurable o a una criatura, es un acto de piedad. Pero si partimos de la premisa de que la muerte solamente es el final de una existencia naturalmente llegamos a la conclusión de que es un asesinato. Una falsa premisa nos lleva a un razonamiento criminal. Para razonar de manera adecuada necesitamos disponer de unos datos ciertos sobre el problema con que nos enfrentamos. El materialismo solo considera el cuerpo y no tiene en cuenta la existencia del alma. Ignora por completo el sentido de la vida. Su razonamiento sobre la eutanasia se fundamenta en la ignorancia.
El espirituaista sabe que el alma sobrevive al cuerpo, pero no todo espiritualista conoce el proceso de la vida. Su razonamiento sobre la eutanasia puede llevarlo a un sofisma. Pero el espírita sabe que la vida es un proceso de evolución y que cada existencia corpórea es el resultado de las fases anteriores de ese proceso.
El espírita dispone de datos seguros y precisos sobre el fenómeno biológico de la muerte. Esos datos, obtenidos de las experiencias científicas del Espiritismo, están hoy siendo confirmados por las investigaciones parapsicológicas y físicas sobre el trance de la muerte.Basta el descubrimiento del cuerpo bioplamático por los físicos y biólogos para advertir a los espíritus sistemáticos de que pueden estar engañados.
Los inquisidores medievales quemaban a los supuestos herejes en nombre de la caridad, para librarlos del fuego eterno del infierno. Los materialistas actuales pretenden abreviar la muerte en nombre de la piedad racional-Ellas por ellas, tenemos el dogmatismo de la ignorancia tripulando sobre los derechos de la vida.
El mensaje de EMMANUEL es una advertencia de la razón esclarecida y debe ser meditado en todos los términos. No basta leerlo, es preciso estudiarlo.
(Hermano Saulo)
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LO MAS IMPORTANTE
Más que nunca estamos viviendo unos momentos que nos hacen ver con claridad la enorme necesidad que esta humanidad tiene de transformar muchos moldes, preconceptos, formas de comportamiento y, en definitiva, todo aquello que entorpezca la evolución hacia actitudes más correctas y beneficiosas para todos.
Hay una constante búsqueda de soluciones para los problemas de hoy en día, para una sociedad que todavía se debate entre la violencia, hambre, las guerras, la ambición, etc. Son muchas las personas que intentan poner remedio a estas circunstancias perniciosas pero la causa de éstas, está en el propio hombre y somos reacios ante el cambio, preferimos el egoísmo y el bienestar propio antes que el desinterés y el altruismo, y por ello seguimos aferrados a nuestras pertenencias negando nuestros esfuerzos en pro de los demás.
Sólo hay una solución y todos en nuestro interior la sabemos: el Amor que nos ejemplificó Jesús; pero son pocos los que comprenden lo positivo que encierra su puesta en práctica. Con nuestro actual comportamiento estamos caminando hacia la propia destrucción, es urgente que comprendamos la raíz de este problema para ponerle efectivos remedios. Está claro que el mundo entero no va a cambiar de repente, se necesita de un proceso y en él se transformarán aquellas personas que, de verdad lo entiendan y alcancen a vislumbrar la importancia de reunir al ser humano bajo un estandarte universal: El Amor fraterno. Es algo que cada uno ha de conseguir en su interior para después compartirlo con aquellas personas que sientan como él,aunque tengan otras ideas o pensamientos, a pesar de que existan diferencias externas o internas.
En estos momentos críticos hay una llamada Universal a todas las personas de buena voluntad, a aquéllas que sientan que hay algo en lo que merece la pena trabajar, cual es la unión de todos los hombres.
Necesitamos con urgencia estar seguros de que nuestras obras y actuaciones son correctas. A tal fin, sería preciso abrir nuestra mente y corazón ante la Vida, hacia todas aquellas ideas, doctrinas o formas de pensar que nos orienten hacia el bien. No se trata de decir cual de ellas es mejor, todas cumplen su papel y a cada uno toca escoger aquélla que le ha de servir de guía. No olvidemos que toda idea que predique la importancia de llevar el Amor a nuestra vida, es positiva y si la seguimos nos ayudará.
Es vital que todos caminemos hacia esa unión, a fin de mejorar las condiciones de vida de nuestra humanidad. Olvidemos por un momento a qué confesión religiosa o ideológica pertenecemos y, valoremos la realidad que nos evidencia la importancia de establecer en el mundo un símbolo en el que todos estemos amparados; él es la verdadera salvación para todo aquél que lo lleve a su realización: el Amor.
Son instantes para reflexionar y analizar hacia dónde nos conduce nuestro actual comportamiento. Debemos demostrarnos a nosotros mismos la realidad de los beneficios que nos da una conducta basada en la moral y en la convivencia fraterna con los demás, sin distinciones. Así, nos decidiremos a trabajar denodadamente, sin escatimar esfuerzos. Es preciso que conozcamos en la práctica las dos actitudes, la egoísta que sólo tiende al propio beneficio y la altruista que ofrece a los otros aquello que deseamos para nosotros. Si nuestras intenciones son de ayuda y entrega desinteresada, hemos de llevarlas a nuestra vida sin reservas. Aquéllos que todavía no sientan en su interior un ideal de fraternidad, observen lo que más le falta a este mundo, analicen concienzudamente lo que ellos esperan de la Vida y verán como es esto también, precisan del Amor. Siendo así, luchemos todos por lo mismo, no caben las excusas, todos, la humanidad entera, comprendemos que eso es lo que más necesitamos.
Por tanto, olvidemos las diferencias, incluso las ideológicas, sepamos renunciar a nuestros deseos egoístas, ofrezcamos nuestro corazón a los demás sin distinciones, ayudémonos a seguir adelante, a rectificar aquellos errores que nos distancian unos de otros, que impiden que la verdadera paz anide en nuestro interior y que la felicidad y alegría engalanen nuestros actos con buenas obras para con todos.
Quizás pensemos que esto es una utopía indefinida, imposible de conseguir, pues no todos estarán dispuestos a aportar su granito de arena. Pero no por ello se ha de abandonar la lucha. Los que comprenden hacia dónde ha de caminar el hombre, aquéllos que crean en algo más que en lo físico, en lo puramente material, que crean en definitiva en los nobles sentimientos que acercan de verdad a las personas, sabrán con certeza que han de esforzarse por ese elevado ideal. Así, con su ejemplo, contagiarán a muchas personas y éstas a su vez trabajarán por lo mismo.
Es labor de todos y por eso es preciso conjuntar los esfuerzos. Son muchas las trabas,es cierto, pero si intentamos corregirlas indudablemente conseguiremos mayores logros que si sólo nos conformamos con conocerlas sin más. A lo largo de sucesivos comentarios intentaremos valorar todos los entorpecimientos que nos puedan alejar de ese objetivo común de unión entre todos los hombres. A tal fin siempre hemos de ver qué es lo más importante para acercarnos mejor unos a otros suprimiendo cualquier dificultad que nos aleje.
F.M.B.
( Extraido de Amor,Paz y Caridad)
El segundo de los puntos abordados por el Maestro Galileo se refiere a perdonar siempre. La respuesta que dió a Pedro en cuanto a que debíamos perdonar setenta veces siente veces, establece que el perdón debe ser una praxis del ser humano que no tendrá límites. El perdón no puede ser una puerta que se abra
o se cierre según nuestros caprichos. El perdón es de índole trascendente, espiritual, y forma parte de los cánones de la ley divina. Aunque una sola vez omitiéramos perdonar, eso produciría una intensa energía rencorosa, suficiente para destruir la armonía de la mente. Perdonar significa siempre el haber convertido al perdón en un hábito sano de higiene espiritual. Significa estar abierto a la compasión y no considerar que el perdón sea un acto reservado exclusivamentee a los espíritus elevados. Jesús lo enseñó y eso indica que tenemos plenas condiciones para perdonar y ser perdonados.
c) A quien perdonar
Jesús no hacía distinciones entre los seres humanos. Sabía que la ignorancia de las leyes de Dios era la tónica de aquella época en que predominaba la pena del Talión: "ojo por ojo y diente por diente". El perdón a los enemigos era inadmisible. Sin embargo su propuesta consistía en perdonar tanto a los amigos como a los enemigos.Él mismo dio ejemplo en ese sentido, al disculpar las indecisiones de Pedro, el acto irreflexivo de Judas y a quienes lo calumniaron y persiguieron hasta matarlo, Incluso en los instantes finales de su existencia humana rogó a Dios: "Padre, perdónalos, no saben lo que hacen".
Tan importante como perdonar a los otros es que nos perdonemos a nosotros mismos. Nos referimos al autoperdón de nuestros errores . Desde el punto de vista psicológico el autoperdón evita que lleguemos a penetrar en la terrible zona del remordimiento, capaz de provocar la destrucción absoluta del sistema del equilibrio psíquico. Como consecuencia de los sentimientos de culpa intensos aparecen las peligrosas psicosis, enfermedades reales como la esquizofrenia y otros trastornos del comportamiento. Lógicamente se debe evitar la repetición de un error que, sin embargo,podrá ser reparado mediante un trabajo sustancial en la dirección del bien. La bondad repara las faltas; el remordimiento, destruye el alma.
d) Cuando debemos perdonar
Jesús nos recomendaba perdonar mientras estuviéramos en camino, Estamos en camino, en este viaje de perfeccionamiento. Por lo tanto el perdón debe ser realizado ahora, no después. Eso significa que este es el momento de perdonar y si no perdonáramos, estaremos sometidos a nuevas encarnaciones depuradoras en el futuro, porque es imposible crecer espiritualmente mientras se conserva rencor en el corazón. Emmanuel nos ha recomendado sabiamente que "expulsemos del corazón todos los resentimientos". Esa advertencia tiene un significado psicológico, porque perdonar equivale a liberarse de las cadenas forjadas por la intranquilidad y el sufrimiento guardados en el archivo de la mente.
La escritora Robin Casagian sufrió por largo tiempo los tormentos interiores que le produjo un estupro del que había sido víctima en su juventud. Se transformó en una persona amargada,intranquila, prisionera del resentimiento que se había perpetuado en su alma. Su vida estaba desprovista del colorido de la alegría, hasta cierta vez en que escuchó una conferencia acerca del perdón. A partir de entonces se interesó por el tema y dio comienzo a un trabajo con la finalidad de erradicar los sentimientos de rencor que había archivado en su corazón. Poco a poco fue constatando que el perdón ganaba espacio en su interior, y no volvió a separarse de él. Aprendió a perdonar al hombre que la había violado y, de tal modo,pudo liberarse de las cadenas que la hicieron desdichada durante tantos años. "Perdonar es liberarse", manifestaba con el corazón renovado. Ofreció numerosos seminarios sobre el perdón: publicó además sus experiencias en una obra que tituló: El Libro del Perdón
-Jason de Camargo- Educación de los Sentimientos
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o se cierre según nuestros caprichos. El perdón es de índole trascendente, espiritual, y forma parte de los cánones de la ley divina. Aunque una sola vez omitiéramos perdonar, eso produciría una intensa energía rencorosa, suficiente para destruir la armonía de la mente. Perdonar significa siempre el haber convertido al perdón en un hábito sano de higiene espiritual. Significa estar abierto a la compasión y no considerar que el perdón sea un acto reservado exclusivamentee a los espíritus elevados. Jesús lo enseñó y eso indica que tenemos plenas condiciones para perdonar y ser perdonados.
c) A quien perdonar
Jesús no hacía distinciones entre los seres humanos. Sabía que la ignorancia de las leyes de Dios era la tónica de aquella época en que predominaba la pena del Talión: "ojo por ojo y diente por diente". El perdón a los enemigos era inadmisible. Sin embargo su propuesta consistía en perdonar tanto a los amigos como a los enemigos.Él mismo dio ejemplo en ese sentido, al disculpar las indecisiones de Pedro, el acto irreflexivo de Judas y a quienes lo calumniaron y persiguieron hasta matarlo, Incluso en los instantes finales de su existencia humana rogó a Dios: "Padre, perdónalos, no saben lo que hacen".
Tan importante como perdonar a los otros es que nos perdonemos a nosotros mismos. Nos referimos al autoperdón de nuestros errores . Desde el punto de vista psicológico el autoperdón evita que lleguemos a penetrar en la terrible zona del remordimiento, capaz de provocar la destrucción absoluta del sistema del equilibrio psíquico. Como consecuencia de los sentimientos de culpa intensos aparecen las peligrosas psicosis, enfermedades reales como la esquizofrenia y otros trastornos del comportamiento. Lógicamente se debe evitar la repetición de un error que, sin embargo,podrá ser reparado mediante un trabajo sustancial en la dirección del bien. La bondad repara las faltas; el remordimiento, destruye el alma.
d) Cuando debemos perdonar
Jesús nos recomendaba perdonar mientras estuviéramos en camino, Estamos en camino, en este viaje de perfeccionamiento. Por lo tanto el perdón debe ser realizado ahora, no después. Eso significa que este es el momento de perdonar y si no perdonáramos, estaremos sometidos a nuevas encarnaciones depuradoras en el futuro, porque es imposible crecer espiritualmente mientras se conserva rencor en el corazón. Emmanuel nos ha recomendado sabiamente que "expulsemos del corazón todos los resentimientos". Esa advertencia tiene un significado psicológico, porque perdonar equivale a liberarse de las cadenas forjadas por la intranquilidad y el sufrimiento guardados en el archivo de la mente.
La escritora Robin Casagian sufrió por largo tiempo los tormentos interiores que le produjo un estupro del que había sido víctima en su juventud. Se transformó en una persona amargada,intranquila, prisionera del resentimiento que se había perpetuado en su alma. Su vida estaba desprovista del colorido de la alegría, hasta cierta vez en que escuchó una conferencia acerca del perdón. A partir de entonces se interesó por el tema y dio comienzo a un trabajo con la finalidad de erradicar los sentimientos de rencor que había archivado en su corazón. Poco a poco fue constatando que el perdón ganaba espacio en su interior, y no volvió a separarse de él. Aprendió a perdonar al hombre que la había violado y, de tal modo,pudo liberarse de las cadenas que la hicieron desdichada durante tantos años. "Perdonar es liberarse", manifestaba con el corazón renovado. Ofreció numerosos seminarios sobre el perdón: publicó además sus experiencias en una obra que tituló: El Libro del Perdón
-Jason de Camargo- Educación de los Sentimientos
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sus perdonar perdonar
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