Waldo Vieira |
En el
intercambio espiritual, encontramos un vasto grupo de compañeros
necesitados de especial atención - los médiums princiantes.
Muchas
veces, fascinados por el entusiasmo excesivo, delante del impacto de
las revelaciones espirituales que los visitan de lleno, solicitan el
entendimiento y el apoyo de los hermanos expertos, para que no se
pierdan a través de brillantes engaños (...).
Para cada
médium urge el deber de estudiar para discernir y, trabajar para
merecer, tanto cuanto para nosotros (...).
Admitido a
construcciones de orden superior, el médium es convidado al
discernimiento y a la disciplina, para que se le aclaren y
perfeccionen las facultades, cabiéndole apartarse de querer/o todo y
de todo quererlo hacer a lo que somos llamados todos nosotros, cuando
estamos aún inmaduros en la vida, por los que se acostumbran a la
rebeldía y a la perturbación.
Ayudemos a
los médiums principiantes a percibir que en la mediumnidad, como en
cualquier otra actividad terrestre, no hay conocimiento real donde el
tiempo no consagra aprendizaje, y que todos los encargos son nobles
donde la luz de la caridad preside las realizaciones.
Para ese
fin, conduzcámoslos a esclarecerse en los principios saludables y
libertadores de la Doctrina Espírita.
Médiums
para fenómenos surgen en todas partes y de todas las posiciones.
Médiums
para la edificación del perfeccionamiento y de la felicidad, entre
las criaturas, son sólo aquellos que se hacen auténticos servidores
de la Humanidad.
XAVIER, Francisco
Cándido y VIEIRA, Waldo. Estudie y Viva. Por el Espíritu Emmanuel.
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¿Sabes que nada nos pertenece?
¿Que los bienes de la Tierra son herramientas de trabajo, que Dios pone en nuestras manos para que las aprendamos a utilizar?
¿Sientes envidia, de lo que otros poseen?
¡Seguramente dirás que no! Es algo que cuesta reconocer.
¿Acaso cuando ves cruzar a tu vecino alegre y feliz, con un coche de ultima tecnología, y miras al pobre vehículo aparcado en tu puerta, que ocultas a los amigos para que no te vean en el, te hace sentirte desafortunado?
¿Acaso dejaste de invitar a tus amigos, porque ellos tienen una gran casa, y tú vives en una vivienda de alquiler mal estructurada, y con muebles muy viejos?
¿Acaso el compañero en el trabajo, está por delante de ti y temes que te quite el puesto?
A veces y sin tu darte cuenta, vives esperanzado en que algo malo acontezca a ese vecino que te martiriza, al cual quisieras verlo caer para así quitarte ese tormento de encima, y no es esa la solución, amigo, porque el que tiene una debilidad, cuando desaparece una causa que le tortura, y no ha intentado crecer en ella, otra enseguida aparece y ante ella nos vemos aun más debilitados, entonces despierta amigo, no está en ellos, está en ti superar esa debilidad, la envidia es la carrera del infierno, ella corroe el alma, la enferma, quita las ganas de vivir, siempre está taciturna malhumorado.
¿Piensas acaso que el hombre en todo lo que es y en todo lo que posee es el que tiene la última palabra?
Amigo que poco conoces de la vida, que lejos estás de imaginar, que somos como marionetas pendiente de un hilo, y que solo accederemos a aquello que nos ha de servir para desarrollar nuestras tareas, todos los vienes y entrando los hijos, la familia, todo lo que el hombre tiene en el mundo, son como los cuadernos y los lapiceros, los libros, materiales para estudiar, que una vez utilizados, desaparecen como el día, para adquirir otros, para avanzar y progresar en la vida.
¿Cuantos son los que creyéndose dueños del mundo, de la noche a la mañana todo lo que constituye, su poder, su grandeza, desapareció sin apenas haberse dado cuenta, por eso amigo, a que ese sufrimiento, que corroe tu alma.?
¿No te gustaría librarte de él?
Empieza hoy mismo, en este momento, ahora, agradece todo lo que tienes, a Dios, y trata de tasarlo en su justo valor, los bienes de la tierra son herramientas de trabajo, para obtener los bienes del espíritu, y cuantos hombres lo utilizan de forma que nada consiguen de lo que vinieron a hacer.
Empezaron a adorar el oro que Dios les concedió y empezaron a cavar su fosa, porque cuando todo se les fue de las manos, acudieron a la desesperación que les hizo ser cobardes, sin valor para afrontar la realidad, sin la humildad suficiente, para decir si Dios me lo dio, Dios también ha podido quitármelo, aprenderé en estos momentos a superar esta crisis, y voy a comenzar de nuevo, muchos desesperados acuden al suicidio, que pena verdad?
Amigo sonríe, alégrate de ver la vida con la realidad, ahora mismo, enfrenta tu lucha, no te concedas más esa aflicción, que te tiene malhumorado, escondiéndote de lo que representas en si.
Tu también eres hijo de Dios, y para El somos todos iguales, el te envió a un campo, con unos objetivos y con los frutos característicos de tu semilla, no pierdas tu cosecha, no permitas que el gusano de la envida, corroa todo lo que tienes sembrado, empieza por mirar con amor, tus pertenencias, límpialas, arréglalas, cuídalas con esmero, para que tu jardín, florezca, y en el sea la felicidad y la paz los objetivos a alcanzar, no permitas que la plaga de la envidia, te haga desmerecer tus frutos y tu planta, recházala, riega todos los día con alegría la semillita que se te dio.
Ella es la que más te conviene, la justa para conseguir tu salario, lo que necesitas, y cuando un día hayas conseguido que tu semilla florezca, recuerda, que enseguida otro jardín y otra planta, se te entregará, hasta conseguir dominar el espíritu imperfecto que seguramente eres, y alcanzar la perfección. Porque todos, estamos trabajando continuamente, en el campo que aun no hemos aprendido a dominar. Y del cual podemos sacar los atributos que nos son necesarios para avanzar y evolucionar.
Merchita
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Culpas y disculpas
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Redacción del Momento Espírita.
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