jueves, 23 de enero de 2014

Trance mediúmnico

  1. DEFINICIÓN DE TRANCE

La palabra trance es entendida genéricamente como cualquier alteración en e estado de conciencia.

Etimológicamente, no obstante, significa momento crítico, crisis, lance (Contemporáneo de la Lengua Portuguesa, Caldas Aulete.)

Es un estado especial, entre la vigilia y el sueño, que de alguna forma abre las puertas de la subconciencia 

Puede ser entendido, también, como un estado de baja tensión psíquica (...), con el estrechamiento del campo de la conciencia y disociación. 

El estado de trance no significa la supresión, pero sí la interiorización de la conciencia. Incluso en los estados más profundos, "algo" no se extingue y permanece vigilante, a la manera de sistema secundario pero aún activo. 


2) GRADOS DEL TRANCE

El trance puede ser superficial o profundo. Son dos estados o grados extremos, debiendo haber una gradación entre uno y otro. El trance parcial sería una especie de heme sonambulismo (8), que estaría situado entre el trance superficial y el profundo.

En el trance superficial, no hay amnesia lagunar, el paciente se acuerda de todo y puede, inclusive, poner en duda el haber permanecido en trance. 

El trance profundo o sonambulismo se caracteriza por la extrema sugestibilidad y amnesia lagunar. 

Como en el trance profundo la persona queda inconsciente, algunos estudiosos creen que ella entre en sueño magnético o hipnótico . En esas condiciones, el cuerpo fluídico se exterioriza, se desprende del cuerpo carnal y el alma queda libre o emancipada. Naturalmente, no ocurre la separación absoluta, lo que causaría la muerte.

Sin embargo, un lazo invisible continúa prendiendo el alma al envoltorio terrestre.

Semejante al hilo telefónico que asegura la transmisión entre dos puntos, ese lazo fluídico permite al alma transmitir sus impresiones por los órganos del cuerpo adormecido. 

Otros estudiosos, no obstante, entienden que el trance no es un estado de sueño, independiente de ser superficial o profundo, natural o bajo acción magnética.

La dificultar en asociar el trance al sueño es el hecho de no estar la conciencia preservada en este último. En el trance, hay preservación de la conciencia. Incluso en el trance provocado por hipnosis, no hay como confundirlo con el sueño, sobre todo si el hipnotizador ordena al hipnotizado actuar normalmente, como si estuviese despierto. 

Acrecentamos que estudios electroencefalográficos señalan diferencias entre la actividad eléctrica del cerebro en la hipnosis (trance) y en el sueño , mostrando, por tanto, que son fenómenos distintos, a pesar de ser semejantes.

3) DURACIÓN DEL TRANCE


(...) puede ser fugaz e imperceptible para los circunstantes - un súbito sumergimiento en el inconsciente - o prolongado, con visibles alteraciones del estado psíquico. 

4) MECANISMOS DEL TRANCE

El mecanismo básico del trance consiste, posiblemente, en una onda inhibitoria que "barre" la superficie cerebral. (9)

El trance puede poner al individuo en contacto más íntimo consigo mismo, con su personalidad integral subconsciente. (9)

No es fácil comprender el mecanismo básico del trance. Se sabe, por ejemplo, que bajo cualquier forma y grado en que se manifieste, hay siempre un contenido anímico de la persona que está bajo su acción.

Es lo que ocurre cuando el trance es de origen mediúmnico. Incluso cuando el médium entra en trance profundo, no se acuerda después del contenido del mensaje espírita que él transmitió, se percibe que el Espíritu comunicante extrae de los archivos mentales de su intermediario encarnado los elementos necesarios para producir la comunicación.

La dificultad está en entender cómo tiene acceso el Espíritu a los archivos de la memoria. Como todo ocurre a nivel mental, sea del Espíritu comunicante, sea del médium, se pueden sólo tener hipótesis sobre la ocurrencia del fenómeno. Está claro que el periespiritu ejerce un papel en el proceso.

Ese acceso que los Espíritus hacen al inconsciente del médium, naturalmente con permiso de éste, es claramente observado en las comunicaciones mediúmnicas en lenguas extranjeras, lenguas en que, muchas veces, el médium no sabe expresarse en la actual encarnación.

5) FORMAS DE TRANCE

El trance puede manifestarse bajo las siguientes formas:

a) Aideico - palabra originaria de aideismo, que es la anomalía psíquica que se caracteriza por la completa ausencia de ideas o de procesos ideáticos. (19) Especie de confusión mental. No caracteriza el fenómeno mediúmnico o el animismo. Es considerado trance porque revela un estado alterado de conciencia.

b) Pasivo - es el estado psicofisiológico en que el paciente queda en la más completa pasividad, atendiendo a las sugerencias buenas o malas de los Espíritus o del magnetizador encarnado. (19) El médium sonambúlico, o aquél preso de obsesiones graves, entra en éste estado de pasividad.

c) Activo - es un estado psicofisiológico en que el médium queda en actitud más o menos activa, con conocimiento de lo que pasa a su alrededor y tomando pequeñas precauciones para la buena consecución del fenómeno_ (19)

6) TIPOS DE TRANCE

Para los fines de nuestro estudio, vamos a clasificarlo en tres tipos: a) trance patológico;

b) trance espontáneo;
c) trance provocado.

En el trance patológico, el factor mórbido actúa como desencadenante. Traumatismos, particularmente craneoencefálicos, estado de coma, delirio febril, período pre-agónico son algunas condiciones (situaciones) en que, suprimidas o modificadas las relaciones normales con el mundo exterior, surge eventualmente el trance (...). 

El caso más elemental ocurre en el llamado crepuscular de los epilépticos e histéricos. El individuo tiene la crisis convulsiva y después queda largo tiempo como embobado o desligado, hablando cosas sin nexo, sin noción de espacio y tiempo. 

El trance espontáneo, o aparentemente espontáneo, ocurre en individuos hereditariamente predispuestos (...), que no se distinguen del común de los hombres sino por esa particularidad - son médiums, sujetos dotados, sujetos metapsíquicos, sensitivos, metagnomos. 

También los casos de los sonámbulos que se levantan por la noche, andan, hablan, conocen a las personas y, cuando despiertan, no se acuerdan de nada de lo que hicieron. 

Las principales formas del trance provocado son: el hipnótico, el mediúmnico, el anímico y el químico. Vamos a estudiar cada uno de ellos.

a) El trance hipnótico es una variante del proceso del sueño. Es un sueño experimental, provocado, conducido, que camina y se profundiza dentro de los mismos procesos del sueño normal (...). 

La inhibición o bloqueo de la actividad cerebral, en el hipnotismo, lleva a la persona a dormir. En el hipnotismo, usándose, por ejemplo, estímulos luminosos repetidos, los cuales cansan la zona cerebral de la visión, se produce un área de inhibición de la actividad consciente de la persona que está siendo hipnotizada y, entonces, ella entra en trance. 

Todo esto dentro de la actividad que existe en todos los hechos de la Naturaleza, porque aunque la técnica del sueño sea la más corriente, existe el hipnotismo vigilante, en que el "sujet" obedece a las sugerencias, plenamente despierto - el hipnotizador no pronuncia la palabra sueño o equivalente, al llevarlo a la hipnosis. 

En la hipnosis, el hipnotizador usa la sugestión magnética, con el auxilio de objetos (péndulo, diapasón, focos luminosos, etc.). El paciente es llamado "sujet" (sujeto, individuo, ser).

La sugestión consiste, finalmente, en inocular en la subconsciencia de otro una representación, un sentimiento, un impulso, que le escapa al cribo racional y se cumple automáticamente, desde que no se choca con sus principios morales. Si el individuo se sugestiona a sí mismo, se trata de auto-sugestión; si otro le sugiere algo, se dirá hetero-sugestión. 

El fenómeno hipnótico es conocido desde la Antigüedad. El Egipto faraónico, a través de sus sacerdotes, que investigaban los más variados fenómenos psíquicos con los recursos de que disponían, dedicó diversos templos al sueño, en los cuales se realizaban las experiencias hipnológicas de expresivos resultados. Los taumaturgos caldeos lo practicaban con finalidades terapéuticas (...).

Se debe, no obstante, a Federíco Antonio Mesmer el gran impulso que lo trajo a los tiempos modernos. Merece ser considerado que Paracelso, autor del concepto y teoría del fluido, anteriormente ya se interesaba por las experiencias magnéticas, que serían posteriormente desdobladas por Mesmer. Este consideraba el fluido como el medio de una influencia mutua entre los cuerpos celestes, la Tierra y los astros, afirmando que ese fluido se encuentra en todas partes y llena todos los espacios vacíos, poseyendo la propiedad de recibir, propagar -y comunicar todas las impresiones del movimiento. 

El cirujano inglés James Braid fue quien introdujo la palabra hipnotismo, en sustitución a magnetismo.

b) El trance mediúmnico, provocado por un Espíritu, ofrece gradaciones, relacionadas al género de mediumnidad (en la sonambúlica y en la materialización, por ejemplo, el trance es más profundo), o por ocurrencia de la acción espiritual, es decir, hay Espíritus cuya manifestación induce a trances más profundos o, al contrario, más superficiales.

En la categoría de médiums escribientes, por ejemplo, hay médiums mecánicos. Lo que caracteriza ese fenómeno es que el médium no tiene la menor conciencia de lo que escribe. (1)

Están los médiums intuitivos - en esa situación, el médium tiene conciencia de lo que escribe, aunque no exprese su propio pensamiento. Y existe, también, el médium semi-mecánico - que participa de ambos géneros. Siente que le es dado un impulso a su mano, en su contra, pero al mismo tiempo, tiene conciencia de lo que escribe a medida que las palabras se forman. En el primero el pensamiento viene después del hecho de la escritura; en el segundo, lo precede; en el tercero, lo acompaña. 

En el médium mecánico, el trance es más profundo: en el intuitivo, más superficial.

c) El trance anímico, o sonambúlico, es provocado por la propia persona al desligarse parcialmente del cuerpo físico. Este tipo de trance favorece la manifestación de los fenómenos de emancipación del alma, tales como: bicorporiedad, doble vista, éxtasis, catalepsia, letargia, sonambulismo, transfiguración, etc.

d) El trance químico es el producido por la acción de sustancias químicas.

Desde la Antigüedad se recurrió al uso de ciertas drogas, durante los rituales religiosos. En Brasil, el alcohol es usado, asociado al trance, en algunos cultos africanistas, cultos esos que hacen parte del continuum mediúmnico. Los mexicanos usaban el cactus sagrado, el mescal. Los indianos consumían el soma, bebida inebriante.

Está también el trance provocado por narcóticos, psicotrópicos, excitantes, que llevan a la persona a estados de trance, conforme la dosis y el tipo de sustancia utilizada.

                                                               *****************

ANTE LOS OBSTÁCULOS· Francisco Cándido

La página que envió fue recibida en una reunión de amigos. Varios de ellos resaltaban los obstáculos que dicen afrontar en la vida. Obstáculos para encontrar tranquilidad, trabajo seguro, prosperidad y alegría de vivir.
¿Cómo actuar para acertar  con el verdadero camino del éxito? Hablamos sobre las muchas soluciones que la experiencia común nos sugiere para la liquidación de los problemas de la vida, cuando uno de los presentes recordó la oportunidad de orar en conjunto, buscando la inspiración de nuestros mayores.
Hicimos la oración  y enseguida buscamos amparo de El Libro de los Espíritus, que nos ofreció la cuestión 768 para estudio. Después de ligero dialogo, nuestro amigo André Luiz escribió, por nuestro intermedio, la pagina referida que envío, considerando la posibilidad de su publicación con el apoyo de sus comentarios.
Nota- La cuestión 768 Del Libro de los Espíritus trata de la necesidad de la vida social para el desenvolvimiento de las facultades del hombre. Kardec observa: “Ningún Hombre dispone de facultades completas  y es por la unión social  que ellos se complementan unos a los otros”

EL ÉXITO Y NOSOTROS · André Luiz

Usted es su propio pensamiento en acción.
Todos somos hijos de Dios, en cualquier lugar, todos estamos en la Presencia Divina.
*****
La Suprema Ley de la Vida es el bien de todos.
Concéntrese solamente  en el bien  y su imaginación funcionará como lente vigorosa, ampliando la visión de los bienes que enriquecen su vida.

************
La palabra es fuerza creadora.
Coloque bondad y comprensión en el verbo  que exponer  su modo de ser y su palabra realizará maravillas.
**********
Acepte la ley del progreso.
Observe el árbol que usted planta y verificará el imperativo de la evolución.
*****
Usted puede y debe conservarse fiel  a su amor y a su ideal, más no conseguirá ser feliz sin renovarse.
Aprendamos con la fuente que prosigue sin alteración, en la estructura esencial de la corriente, entretanto, avanza en movimiento  constante para sus propios objetivos.
*****************
La tarea en sus manos es semejante a la determinada empresa  con los clientes que se le agregan a los intereses.
Su éxito tendrá siempre el tamaño del servicio que usted preste.
***************
Apague su mente  y de su conversación toda idea o palabra que establezca imágenes condenatorias deprimentes.
Nuestra existencia  es comparable a la escalera  y todos somos capaces de utilizar los escalones que nos llevan a la cima.
*******************
Nunca desprecie a los otros, ni se desprecie a sí mismo.
Nadie existe sin utilidad  o sin importancia en la Obra Divina de la Creación.
***************
Auxilie  para el bien todo cuanto pueda, resguardando la conciencia tranquila.
De todo lo que demos recibiremos centiplicadamente.
Haga de Dios su mentor, su compañero, su amigo y su socio, reconociendo que es nuestro deber colocarnos en Dios, tanto como Dios, por Sus Leyes, está en nosotros.
Practicando el bien con olvido del mal, conforme evidencian las leyes de Dios, entreguémonos  a las obligaciones que la Divina Providencia nos confió, en los cuadros del día a día. Y, en materia de éxito y seguridad, paz y alegría, nuestro propio trabajo,  con la bendición de Dios Hará el resto.

LOS PASOS DEL BIEN· J. Herculano Pires (Hermano Saulo)
Es bastante conocida la frase de Sartre: “Los otros son el infierno.” Más André Luiz nos propone lo contrario: los otros son el cielo. Cuando comprendamos  bien la necesidad  de la vida social, aprenderemos que los obstáculos son pasos  de una escalera que tenemos que subir. Esos obstáculos están precisamente  en los otros. Porque son los otros  los que nos niegan  la felicidad que deseamos obtener, que procuran  apartarnos de su camino o utilizarnos como instrumentos para las realizaciones de ellos, en detrimento de las nuestras.
Más estamos en la vida para desenvolver nuestras facultades, para aprender a superar las dificultades, es claro que los obstáculos son los recursos de que disponemos para nuestro mejoramiento. Una corrida de obstáculos es un entrenamiento valioso para el atleta.  Y nosotros  nada más somos  que atletas del espíritu desenvolviendo en la vida nuestras habilidades.
El atleta desarrolla los músculos, la agilidad, el equilibrio. El Espíritu desarrolla la inteligencia, el pensamiento, la comprensión, el amor. Más sin los otros  al frente no tendríamos la posibilidad  de entrenar. En la proporción en que fracasamos  en las relaciones sociales iremos  siendo forzados a procurar nuevos medios de actuar. Y entonces percibiremos que encarando a los otros como hermanos  y no como adversarios conseguiremos superar los obstáculos.
Dios es el Bien Supremo. Los otros son los pasos de la escalera que nos lleva a Dios. Pensando en Dios y haciendo el bien al prójimo, estaremos subiendo la escalera del verdadero éxito. Hemos de anular en el presente las reacciones del mal  que hicimos en el pasado. Son esas reacciones las que nos obstaculizan. Aprendamos ahora a hacer el bien a los otros y Dios nos retribuirá  con el bien de los otros a nuestro favor.
Artículo publicado originalmente en la columna dominical “Chico Xavier pide licencia” del periódico Diario de S. Paulo, en la década de 1970




No hay comentarios:

Publicar un comentario