domingo, 14 de septiembre de 2014

EDUCACIÓN Y VIVENCIAS


EDUCACIÓN Y VIVENCIAS 


Redacción del Momento Espírita

Hay personas que defienden la idea de nivelar las condiciones de higiene de todos los seres en todos los rincones de la Tierra.
Pero, es preciso considerar que, no todos están en condiciones de 
limpiar y conservar limpia su casa, tanto física como mental.
Lo que queremos decir es que no podemos esperar ninguna gran 
modificación en los escenarios de la vida física, antes de que surjan 
profundas alteraciones en el mundo humano, y eso es una cuestión de educación.
Si pusiéramos a alguien sin educación a vivir en un palacio, pronto se convertiría en un tugurio.
Llevemos a alguien sin educación a vivir en un jardín y este será, en 
breve tiempo, transformado en un campo arruinado.
Entreguemos a alguien sin educación la custodia de criaturas inexpertas 
y es posible que, al poco tiempo, nos encontremos con delincuentes 
diversos, a raíz de los ejemplos degradantes de los que con ellos 
conviven.
Coloquemos deshechos en las manos de una persona sin educación y 
veremos como serán esparcidos, provocando enfermedades y otras 
molestias.
Por otro lado, si algún individuo distinguido por una feliz educación fuera obligado a vivir en un cuchitril, seguramente lo transformará en un 
ambiente limpio y agradable, aunque pobre.
Percibiremos, desde luego, que en aquella chabola humilde habita 
alguien higiénico. Veremos las latas viejas convertidas en jarrones de 
flores, la ropa limpia extendida en una simple cuerda, la claridad del sol 
inundar las habitaciones pequeñas y bien aireadas.
La persona educada que posea un pequeño y árido terreno y sin vida, en
 poco tiempo lo convertirá en excelente vergel.
Y si colocamos rehechos en manos bien educadas, serán luego 
transformados en adobo útil para conseguir abundantes cosechas.
Por fin concluiremos que si el individuo es educado, habrá armonía a su alrededor y no al contrario.
De nada vale querer higienizar nuestro planeta sin antes higienizar las 
mentes de sus habitantes con la verdadera educación, que es el conjunto
 de los hábitos adquiridos.
De ese modo, no nos olvidemos jamás que la mejora de la casa guarda 
relación directa con la mejora moral de su habitante. 
¡Piense en eso¡

Para que conozcamos la intimidad de las criaturas, basta que observemos
 sus reflejos exteriores.
Si la persona está en paz, extiende un aura de paz a su alrededor.
Si está con la mente atormentada, refleja en los gestos las inquietudes de 
la intimidad.
Si todavía no conquistó los verdaderos valores morales, camina luchando 
contra la indignidad, a pesar de los esfuerzos emprendidos para ser una persona de bien.

Así, 

Cada criatura lleva en la frente, pero principalmente en los 
actos, el sello de su grandeza o de su inferioridad.”



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                                                                  LA VIDA 

La vida te enseñara que las personas siempre fallan, que el amor nunca será perfecto y que realmente no existen los amores de novela. La vida te enseñara a caerte y volver a caer, pero tú le enseñaras a la vida que puedes levantarte mil veces más. Tu le enseñaras a la vida que puedes perseguir tus sueños y alcanzarlos para no dejarlos ir NUNCA y que aún cuando no existe el amor perfecto puedas ser perfectamente feliz a tu manera.
 ( Aportado por Rayen Urquiza ) 

                                                                   ***************


                                                                   AMISTAD 



El hombre es un ser gregario por naturaleza. El siente necesidad de convivencia y contacto con los semejantes. Justamente por eso, establece vínculos a lo largo de su vida. Muchos de esos vínculos son prácticamente automáticos, como los que ocurren en la estructura familiar. Con todo, algunas ligaciones se originan apenas por afinidad y simpatía. La amistad es una forma de afecto muy peculiar. Habitualmente, se afirma que los amigos son la familia que se eligiÓ. La nobleza de la amistad fue revelada por el propio Cristo. En determinado pasaje del Evangelio, el maestro afirmó que no llamaba a los apóstoles por siervos. Los llamaba amigos, pues les había dado a conocer lo que oyera del padre. Jesús ofreció a Sus discípulos lo que de mejor poseía: La Luz de Sus enseñanzas y el calor de Su afecto. Eso es lo que caracteriza la amistad: el compartimiento de lo mejor de nuestro ser. La amistad no implica posesión, exclusivismo o búsqueda de ventajas. Nada obliga a la manutención de los lazos de amistad. Es la expresión más fraterna de los sentimientos. Se procura estar próximo al semejante apenas por el placer de su compañía. Por ser un bien tan precioso, ese vínculo debe ser bien cuidado. Conquistar amigos puede ser más fácil que preservarlos. En la adquisición de afectos, el carisma personal auxilia bastante. Más la manutención del vinculo exige dedicación. Es necesario disponerse a gastar algún tiempo en el cultivo del afecto que se granjeo. Entre tanto, el comportamiento noble y leal también se hace imprescindible. La manutención de los amigos poco tiene que ver con las lecciones de etiqueta o buenas maneras. Tales recursos muchas veces apenas esconden el real carácter de quien aparenta afabilidad. Es pertinente incluso pulir su propia manera de ser, desenvolviendo nobleza y cordialidad. Considerando esa realidad, hay innumerables actitudes que deben evitar en el trato con los amigos. La agresividad, en palabras o gestos, sorprende negativamente nuestros afectos. La negligencia, consistente en dar poca importancia a la presencia y a la palabra de los compañeros, hace que no nos procuren más. La irritación continúa nuestra compañía aburrida. La lamentación constante también convierte nuestra presencia en un fardo pesado. Es preciso considerar que los otros también tienen problemas. Importa, pues, cultivar la jovialidad. Ocultar los propios dolores, para no afligir inútilmente a los semejantes, es una forma de caridad. 
    Reflexiona, así, sobre la importancia de los amigos en sus vidas. Piense como ellos le traen alegría y tornan su vivir más leve. Acuérdese del ejemplo de Cristo, que dio lo mejor de si a los compañeros que eligió. No gaste los preciosos momentos que pasa con sus amigos en futilidades, reclamaciones o bajezas. Deles lo mejor suyo. Torne su compañía en una fuente de equilibrio, alegría y bienestar. Muéstrese confiado y dispuesto, cuando necesiten de usted. Amelos, con pureza y desinteresadamente. Al final, los amigos leales y cariñosos son uno de los mayores tesoros que se puede conquistar.

 Redacción del Momento Espirita.


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DESPERTANDO A TRAVÉS DEL AMOR


Jesús estableció el amor a Dios  por encima de todo y al prójimo como así mismo, como la base, la razón y el fin de la vida, para crecer y elevar la realidad interior de la criatura, haciendo de ella  surgir en todas sus potencialidades,  que están es un estado latente en su interior.

Amar es un arte que exige madurez y sacrificio en el cual se deben invertir los valores del sentimiento y de la inteligencia para alcanzar la plenitud. Ese amor  sin cadenas, fomenta el sentido de la fraternidad, que produce una generosa tolerancia  para con las  faltas y limitaciones ajenas y perdona penetrando por detrás de las apariencias, no siempre agradables, que permanecen ocultas.

Para equilibrar al hombre el concepto de Jesús sobre el amor es el derrotero más seguro.

A medida que adquiere madurez el amor se hace más extenso, exteriorizándose y alcanzando a las demás personas interfiriendo las condiciones de vida del lugar donde marcha.

La necesidad de vivir en sociedad es manifestación del amor, en su más profunda expresión, impeliendo a los individuos hacia una comunión de sentimientos más plena, a través de la cual se realizan.

Las desdichas morales y angustias generadoras de sufrimientos variado alcance resultan de la visión destorcida sobre el amor que lleva a la criatura a las imposiciones egoístas, que disimulan con la apariencia del sentimiento noble.

Los antagonismos, los odios fulminantes, las amarguras de larga duración, los estímulos para la venganza, surgen por la ampliación arbitraria de la facultad de amar, sometiendo al projimo y explotándolo,  se impone y corrompe, cosa que debilita los tejidos sutiles de la organización espiritual, facultando el desencadenamiento de innumerables enfermedades.

El pasado es una sombra pesada, ocultando desdichas e impiedad, el futuro es poderosa luz a diluir todas las edificaciones de la perversidad y de la insania que medran y se desarrollan en los laberintos de la ignorancia y de la ilusión.

Todos somos víctimas de nosotros mismos, que devolvemos mal por mal, sin aprovechar el dolor como generador de bendiciones  y el infortunio como sumidero de moléculas e imperfecciones.

La vida no es administradora  de pasiones mezquinas ni campo de continuo barbarismo a sueldo de los impositivos egoístas de cada criatura.  El hombre ha de tener tiento, oir y meditar. El Señor escucha  las oraciones de arrepentimiento y se apiada de todos. Es tiempo de recomenzar.  
La vida no tiene limites en su extensión y su objetivo es la felicidad  de todos los que nos encontramos arrastrados por las corrientes de los acontecimientos que desencadenamos  a través de nuestros pensamientos, palabras y actos…

Cuando un enfermo pide la protección espiritual, casi siempre lo hace con la intención de recomponer el organismo, recuperar la salud, usufructuar de un periodo Más demorado en el cuerpo. Y extraña mucho que los resultados sean opuestos a los anhelados. Olvidando que la verdadera  vida es la del Espíritu, es muy natural que ante una permanencia  más prolongada en el cuerpo,  con gravámenes y peligros  que pueden perjudicar el proceso de elevación de la criatura, en muchos casos está  sea reenviada al hogar; del mismo modo que, tomando en consideración los beneficios que la reencarnación propicia, aun cuando bajo dolores y pruebas muy severas, se esfuercen los Mentores  por dilatar el plazo de permanencia. La función del sufrimiento no es punitiva, es rectificativa, educativa.

El hombre debe despertar para el examen de otros valores que quedan al margen y que necesitan ser considerados. Tan pronto funcionan sus objetivos, se diluyen las penosas imposiciones y el individuo marcha  con seguridad viviendo las experiencias  del bien y del amor. Es necesario romper el circulo del hierro en que se mueven las criaturas, implicadas en los vicios y crímenes, yendo  a la tierra y volviendo sin que hayan conseguido provecho y paz en las experiencias que se consideran malogradas.

Somos viajeros de los infinitos  caminos del tiempo, permanecemos, por capricho, en los valles desiertos y sombríos, cuando nos esperan las cumbres amplias y habitadas por la felicidad. Nos detenemos, por el momento, en el pantano, sufriendo la asfixia de las exhalaciones  de los cuerpos  y vegetales en putrefacción,  cuando estamos destinados  al altiplano de la paz donde la brisa perfumada del amor nos rocía, canta la balada de la perenne esperanza de victoria.

Caemos para levantar. Paramos para recobrar fuerzas y proseguir. Permanecer en la caída o persistir  en el descanso es matar el tiempo y retroceder en la conquista de la gloria.

“No relaciones dolores  ni anotes sinsabores. Quien se complace, en lamentaciones, de la retaguardia se opone al crecimiento y a la conquista que lo aguardan.

La existencia significa mucho para el espíritu, y almas ennoblecidas que nos aman, se empeñan para que no nos falte valor y oportunidad, servicio y realización. no obstante de nosotros depende la permanencia  en la vega, mirando las estrellas o en la ascensión, rumbo a los astros relucientes. ..

En la Biblia, el libro que narra el pueblo  hebreo, en la trama del Viejo Testamento, encontramos revelaciones espirituales y advertencias no siempre consideradas, premoniciones y profetismo, anunciando la llegada de Jesús a la Tierra. En el Nuevo testamento identificaremos al Maestro en contínua labor  invitando a seguirle, sufriendo por amor y entregándose en total donación. Su voz canta para nuestros oídos los poemas de las aguas, del aire, de los vegetales y de toda la Naturaleza, en el apogeo de las Bienaventuranzas que fascinan, abriendo los ojos, los oídos y el entendimiento. Meditar en sus nobles enseñanzas es fortalecer el ánimo. Se toman fuerzas para abandonar  la utopía y retornar al hogar, como el “hijo prodigo” de la parábola, donde esperan cariño y afecto. Conocedor del mundo  se puede elegir, para después, saber la directriz a tomar: ¡Dios, o las riquezas! Nuevos amigos nos presentaran nuevos rumbos y ampliaran, el entendimiento,  considerando la fe.

“No recelemos romper con el mal que todavía reside en nuestro mundo interior. No consiste en un acto simple lo que ha de seguir a nuestra decisión, por el contrario tendremos que invertir mucho para alcanzar la meta. Quien se niega  al avance  reposa, sin embargo, se candidata a la parálisis.

No posterguemos, por comodidad o negligencia, el momento de la felicidad. Entregándonos al Bien  estaremos amparados por donde caminemos. No nos serán regateados auxilios, sin embargo, tendremos que seguir con los propios pies, bajo el comando de una firme voluntad y de una robusta  decisión.

Las enfermedades expurgadoras invitan a la renovación y son las que ayudan a la liberación de los vicios.

Trabajo realizado por Merchita
Extraído del libro de Cuadros de la Obsesión de Divaldo Pereira Franco

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