lunes, 13 de octubre de 2014

Leyes morales

         
Leyes morales

Las LEYES MORALES como su nombre lo indica, dictan las normas a seguir por los espíritus encarnados en el plano Tierra, con el fin de propender a su evolución, a su adelanto y a su perfección final.

Las LEYES MORALES emanadas de nuestro Padre y Creador están escritas en nuestras conciencias con caracteres indelebles; todos las sabemos, todos las conocemos, todos debemos someternos a ellas y todos indefectiblemente tendremos que cumplirlas un día hasta en sus menores detalles.

Las LEYES MORALES justificando su origen divino son inmutables, permanentes e inamovibles, han brotado del Señor para sus hijos y son tan maravillosas, tan exactas, tan perfectas que su comprensión, su aplicación y su ejecución se van realizando insensiblemente. La justicia divina establece sus leyes pero no las impone, cada uno las toma, las desglosa y las practica en la medidas de sus posibilidades, de su evolución y en la medida de su afán de perfección.

Las LEYES MORALES son un tejido sutil, una filigrana tan delicada y a la vez tan esclarecedora y justiciera, que no necesitan ejecutores, fiscales ni jueces.. Cada uno de nosotros somos los propios ejecutores del Señor, cada uno de nosotros somos fiscales de nuestros propios actos y cada uno de nosotros inevitablemente nuestros propios jueces. Tal es el sabio mecanismo establecido por estas sagradas leyes. Si bien es cierto que son leyes inmutables también es cierto que son elásticas y adaptables; esto que parece un contrasentido no es más que una demostración del amor del Padre por todos sus hijos por pequeños y pecadores que éstos sean. Es cierto que cada ser en la tierra tiene que ajustarse a las LEYES MORALES, pero se ajusta de acuerdo a su comprensión, a sus conocimientos, a su evolución. Dios juzga la intención más que los hechos. El lo puede hacer así porque a El no lo podemos engañar como nos engañamos entre nosotros y aún a la justicia terrenal.

La justicia terrena con sus leyes mutantes según las épocas, irá poco a poco asimilándose a las leyes divinas y llegará el día cuando en el plano Tierra el hombre haya alcanzado su completa comprensión y perfección; en que las leyes terrenas desaparecerán de la faz de la Tierra y una sola regirá: AMAOS LOS UNOS A LOS OTROS que es el compendio de todas las leyes morales, sublimes leyes que no están aisladas entre sí, todas tienen un común denominador EL AMOR, de cada una de ellas brota un eslabón que se entrelaza con el eslabón nacido del amor que la siguiente ley lleva en su seno y así van formando esa sutil trama que lenta y gradualmente nos va envolviendo a todos para conducirnos a la morada de Dios.

Estas LEYES son tan perfectas que no son necesarias que Dios las imponga, basta que las enuncie para que cada uno de nosotros a medida que la luz de la comprensión va iluminando nuestras mentes y nuestros espíritus vayamos lentamente a buscarlas y someternos mansamente a sus designios. En su inmensa sabiduría el Padre las ha elaborada dulce y sabiamente, que es para nosotros un placer poder, existencia por existencia, año por año, día por día, ceñirnos cada vez más a sus reglamentos.

El Espiritismo Cristiano comprendiendo que son necesarias reglas precisas, pues los preceptos generales dejan al hombre demasiadas puertas abiertas a la interpretación, las ha desglosado , analizado y finalmente nos la ha brindado en forma clara e inequívoca para que no tengamos ninguna duda y para que las practiquemos según nuestra evolución.

Las LEYES MORALES son la base para nuestra transformación y para la adquisición de los valores de la vida: la sabiduría y el amor. Son diez y de su aplicación depende la evolución y el progreso. Estas son:

LEY DE ADORACIÓN
LE DEL TRABAJO
LEY DE CONSERVACIÓN
LEY DE REPRODUCCIÓN
LEY DE DESTRUCCIÓN
LEY DE SOCIEDAD
LEY DE PROGRESO
LEY DE IGUALDAD
LEY DE LIBERTAD
LEY DE AMOR, JUSTICIA Y CARIDAD.

El maestro Allan Kardec analizó estas leyes en el libro tercero de "El Libro delos Espíritus", y después amplió su estudio en "El Evangelio según el Espiritismo" y otras importantes obras doctrinarias.

- Viviana Gianitelli-
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¿EXISTE DIOS?

Se cuenta que Buda, el gran líder religioso, estaba reunido con sus discípulos cierta mañana, cuando un hombre se aproximó y preguntó:

- ¿Existe Dios?

El maestro penetro en la mirada del desconocido por algunos segundos y respondió objetivamente:

- Si, Dios existe.

El tiempo pasó y, después del almuerzo, otro hombre se acercó al sabio y preguntó:

- ¿Existe Dios?

Buda miro al hombre rápidamente, y luego le respondió:

- No, no existe.

Al final de la tarde, entonces, una tercera persona llegó hasta él, y le hizo la misma pregunta:
- ¿Maestro, existe Dios?

El sereno y experimentado sábio buscó los ojos del preguntador, y explicó:

- Usted es quien irá a decidir.

El hombre se aparto pensativo y luego los discípulos de Buda le exigieron explicaciones:

¡Maestro, que absurdo! – dijo el más sorprendido de ellos - ¿cómo el señor da respuestas diferentes para la misma pregunta?

Con paciencia y tranquilidad, respondió entonces el iluminado:

- ¡Porque son personas diferentes! Y cada una de ellas se aproximará a Dios a su manera: a través de la seguridad, de la negación y de la duda.

El fundador del budismo estaba seguro: somos personas diferentes, almas que ya vivieron las más diversas experiencias a través de las numerosas existencias.

Así, cada uno de nosotros irá a aproximarse a la verdad a su forma.

Y esta es una de las razones por la cual encontramos en el mundo religiones diferentes, creencias distintas, y las más diversas formas de interpretar la verdad.

Cada una de esas interpretaciones se aplica a un grupo de espíritus, conforme sus necesidades en aquel momento de su evolución.

Es por esa razón que no podemos criticar las creencias que divergen de la nuestra, pues cada uno encontrará la verdad de una manera y cada uno encontrará la religión, la doctrina que le llenará el alma, que le complete, que le consuele.

No podemos jamás tener la pretensión de que la nuestra sea la mejor creencia.

Ella es la mejor sí, para nosotros, para nuestros anhelos, para nuestras necesidades personales, pero nunca tendremos el derecho de imponer, de convertir a alguien a la fuerza, a la doctrina que abrazamos.

Es muy importante recordar la lección de Buda, que nos invita a la reflexión, y al cambio de actitud en relación a la libertad de creencia.

Cada uno de nosotros se aproximará a Dios a su manera: a través de la seguridad, de la negación, o de la duda.

¿Usted sabía?

¿Usted sabía que Kardec, en la primera obra de la codificación, pregunta a los espíritus por qué señal se podrá reconocer la religión que realmente sea la expresión de la verdad?

La respuesta de los espíritus fue la siguiente:

“Será aquella que hiciera más hombres de bien y menos hipócritas, quiere decir, practicantes de la ley de amor y caridad en su mayor pureza y en su más larga aplicación.”

Texto del Equipo de Redacción del Momento Espírita, basado en el libro Maktub, de Paulo Coelho, 1ª edición y en “El Libro de los Espíritus”, Allan Kardec, pregunta 842.

( Texto enviado por Isabel Porras )
                             
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LA UNIVERSALIDAD DE LA REENCARNACION




La palabra "reencarnación", en Francés, fue creada por Allan Kardec en la segunda mitad del Siglo XIX, y traducida simultáneamente por sabios de la época, por "rencarnation", en Inglés, y, para el español, reencarnación, cuyo significado etimológico en todas esas lenguas es "acción de nuevo en la carne", esto es, el retorno del espíritu a un nuevo cuerpo. 
Hasta entonces, se utilizaba en general el termino renacimiento, entre casi todos los pueblos, para designar la idea de lo que entendemos hoy por reencarnación. Pero se empleaban también otros vocablos, para expresar ese fenómeno de la búsqueda de un nuevo cuerpo, por parte del espíritu desencarnado.
Y entre esos vocablos se destacan: trasmigración, metempsicosis, metensomatosis y resurrección. La metempsicosis, más común entre los Hinduistas, admite que el espíritu pueda volver reencarnado, en un ser biológico de otra especie no humana. 
Metensomatosis, palabra creada por  que quiere decir cambio de cuerpo, pues que, en realidad, el cambio es de cuerpo, y no del espíritu. 
Ya en el caso de la palabra “resurrección”, palabra muy usada en la Biblia, era de sentido ambiguo para los Judíos, pues ellos no sabían exactamente si la resurrección seria del espíritu o del cuerpo, aunque prevaleciese más el sentido de la resurrección del espíritu, mientras que el Cristianismo optó  por la  resurrección del cuerpo, cuando fue prohibida por el clero, la divulgación de la reencarnación.
Así fue que, en el Credo Católico, introdujo la expresión "creo en la resurrección de la carne", al lugar de "creo en la resurrección del espíritu", consecuente con la enseñanza y exégesis bíblicos racionales y no dogmáticos, pues en la Biblia y en el Nuevo Testamento, consta claramente que la resurrección es del espíritu. 
Ejemplifiquemos lo que estamos diciendo con una frase de Paulo Apóstol: "Hay dos cuerpos, uno natural y otro espiritual, y resucita el cuerpo espiritual" (1 Corintios 15: 44).
Nota de Cassio: Esta es una de las partes del nuevo testamento, que fue más alterada por nuestros hermanos evangélicos y católicos. La traducción que hace Jose Reis es del original de los primeros evangelios.
Así, quienes creen en la reencarnación, no niegan la resurrección, como lo afirman, frecuentemente, algunos anti-reencarnacioncitas.
Por el contrario, hay quienes creen en más de una resurrección, o sea, la resurrección del espíritu en el mundo espiritual, después de la muerte de su cuerpo, la resurrección del espirito en su nueva reencarnación, en un nuevo cuerpo que nace, y la resurrección definitiva del espirito en el mundo espiritual, cuando se libera de la materia carnal en nuestro Planeta Tierra.
Un espíritu en esas condiciones, solamente vuelve a reencarnar o resucitar en un nuevo cuerpo aquí en la Tierra, si por voluntad propia lo quiere, para, por ejemplo, cumplir una misión especial a bien de la Humanidad. 
Y quien creó la frase "creó en la resurrección de la carne" fue el reencarnacionista San Atanasio, la cual hace parte del retocado Credo de su autoría, rezado en las misas, no siendo ella, pues, de la Biblia.
San Atanásio debería haber querido decir pues, "creó en la resurrección en la carne", y no "DE LA CARNE". 
Y  podría  también haber querido expresar lo siguiente: Creó en la misericordia de Dios, que hará resucitar para mí una nueva carne, uno nuevo cuerpo carnal, para que Yo pueda continuar  mi evolución espiritual en mi peregrinación terrena. 
Jamás existió en la Historia de la Humanidad una creencia tan poderosa como la Doctrina de la Reencarnación, que algunos pesquisidores modernos prefieren llamar de Teoría de la Reencarnación.
Ella siempre existió en todos los Continentes, en todas las épocas y en todas las religiones. En el Occidente, con el fin de la represión inquisitorial, ella resurgió con toda fuerza, después de haber sido perseguida por la Iglesia durante cerca de mil años.
Y esto paso con el surgimiento del llamado Neo-Espiritualismo, un movimiento de nuevas ideas espiritualistas independientes, de la cual merece destacar el surgimiento del Espiritismo y de la Sociedad Teosófica, bien como el renacimiento de la Masonería y de los templarios, todos estos hechos pasados en el Siglo XIX, el "Siglo de las Luces".
Y fueron esos movimientos filosófico-religiosos que hicieron frente al materialismo representado por el Positivismo, el Darwinismo  y el Marxismo, entre otros, pues la Iglesia, con su Filosofía y Teología, estaba impotente para eso. Además, las enseñanzas dogmáticas de ella, estaban creando más ateos que adeptos para ella. 
Y la Iglesia procuró reorganizarse. Pero no puedo contener las nuevas ideas racionales, que pasaron a conquistar a los medios católicos, mereciendo destacar entre ellas la de la Reencarnación, que, en algunas partes del Occidente, principalmente en Brasil, llega a tener la adhesión de cerca de 70% de los católicos. En el Oriente, como se sabe, esa cifra alcanza prácticamente 100% de la población. 
Y, en la actualidad, la Teoría de la Reencarnación, va teniendo el respaldo de renombrados científicos de varios segmentos de la Ciencia, como de la Psiquiatría, Neurología, Psicología, Genética  e Física Quántica. 

La "Word Christian Enciclopedia" de la Iglesia Anglicana de Inglaterra, editada por la Universidad de Oxford (Time-Life nº 18), dice lo siguiente: "500 pesquisidores e 121 consultores, después de visitaren 212 países, concluirán en 100 relatorías que, en el año de 2000, la población de la Tierra alcanzaría 6.260.000.000 de habitantes, y que 2/3 de esa población, esto es, cerca de 4.000.000.000 de personas, serian reencarnacionistas". 
Estos datos son contundentes, y, por si solos, bastan para demosmostrarnos, con una claridad meridiana, el carácter de universal de la Teoría de la Reencarnación.
Solamente no lo ve, quien no lo quiere ver! Y esto es ser el peor ciego, según el Maestro de la Galilea. 

JOSÉ REIS CHAVES (Belo Horizonte, MG), escritor, conferencista, radialista, parapsicólogo, teósofo, biblista, ex-seminarista redentorista y  profesor de portugués y literatura.

Adaptación: Oswaldo E. Porras Dorta

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