¿ QUÉ HICISTE EN LA VIDA ?
Mire los pájaros de nuestro país durante los meses de invierno, cuando el cielo está sombrío, cuando la tierra está cubierta con un blanco manto de nieve, agarrados unos a los otros, en el borde de un tejado, ellos se acarician mutuamente, en silencio. La necesidad los une. Con todo, en los bellos días, con el sol resplandeciente y la provisión abundante, ellos pián cuanto pueden, se persiguen, se baten, se machucan. Así es el hombre. Dócil y afectuoso para con sus semejantes en los días de tristeza, con la posesión de los bienes materiales muchas veces se torna olvidadizo e insensible.
Una condición modesta hace más bien al espíritu deseoso de progresar, de adquirir las virtudes necesarias para su progreso moral. Lejos del torbellino de los placeres fugaces, el juzgará mejor la vida, dará a la materia lo que es necesario para la conservación de sus órganos, sin embargo evitará caer en hábitos perniciosos, se torna presa de innumerables necesidades ficticias que son el flagelo de la humanidad. El será sobrio y laborioso, contentándose con poco, apegándose a los placeres de la inteligencia y a las alegrías del corazón.
Fortificado así contra los asaltos de la materia, el sabio, bajo la pura luz de la Razón, verá resplandecer su destino. Esclarecido en cuanto al objetivo de la vida y al porque de las cosas, quedará firme y resignado ante el dolor, que aprovechará para su depuración y su progreso.
Enfrentará la prueba con coraje, sabiendo que ella es saludable, que ella es el choque que rasga nuestras almas y que solo por este rasgón se derrama todo cuanto de hiel y amargura hay en nosotros.
Y si los hombres se ríen de él, si él es víctima de la intriga y de la injusticia, el aprenderá a soportar pacientemente sus males, alzando su mirada para vosotros; ¡oh! Nuestros hermanos más viejos, para Sócrates bebiendo la cicuta, para> Jesús crucificado y para Joanna en la hoguera. Habrá consolación en el pensamiento que los mayores, los más virtuosos y los más dignos sufrieron y murieron por la humanidad.
Después de una existencia bien completada, llegará la hora solemne y es con calma, sin disgusto que verá la muerte, la muerte que los hombres rodean con un siniestro aparato, la muerte, espantajo de los poderosos y de los sensuales y que, para el pensador austero, es la liberación, la hora de la transformación, la puerta que se abre para el imperio luminoso de los espíritus.
Ese pórtico de las regiones extraterrestres será penetrado con serenidad si la conciencia, separada de la sombra de la materia, se yergue como un juez, representante de Dios, preguntando: “¿Qué hiciste de la vida?” y el responde:“Luche, sufrí, ame! Enseñé el Bien, la Verdad y la Justicia; di a mis hermanos el ejemplo de lo correcto y de la dulzura; alivié los dolores de los que sufren y consolé a los que lloran. Ahora, que el Eterno me juzgue, pues estoy en sus manos!”
Hombre, mi hermano, ten fe en tu destino, porque el es grande. Confía en las amplias perspectivas porque el pone en tu pensamiento la energía necesaria para enfrentar los vientos y las tempestades del mundo. Camina, valiente luchador, sube la cuesta que conduce a esas cimas que se llaman Virtud, Deber y Sacrificio. No pares en el camino para coger las florecillas del campo, para brincar con los guijarros dorados. Para el frente, siempre hacia adelante.
Mira en los esplendidos cielos esos astros brillantes, esos soles incontables que cargan en su evolución prodigiosa, brillantes cortejos de planetas. Cuantos siglos acumulados fueron precisos para formarlos y cuantos siglos serán precisos para disolverlos.
Pues bien, llegará un día en que todos esos soles serán extinguidos, o esos mundos gigantescos desaparecerán para dar lugar a nuevos globos y a otras familias de astros emergiendo de las profundidades. Nada de lo que ves hoy existirá. El viento de los espacios habrá barrido para siempre el polvo de esos mundos, sin embargo tú vivirás siempre, prosiguiendo tu marcha eterna en el seno de una creación renovada incesantemente. ¿Que será entonces, para tu alma depurada y engrandecida, las sombras y lo cuidados del presente? Accidentes fugaces de nuestro caminar que solo dejaran, en el fondo de nuestra memoria, recuerdos tristes y dulces.
Ante los horizontes infinitos de la inmortalidad, los males del pasado y las pruebas sufridas serán cual nube pasajera en medio de un cielo sereno.
Considera, por tanto, en su justo valor, las cosas de la Tierra. No las desdeñes porque, sin duda, ellas son necesarias para tu progreso, y tu misión es contribuir para su perfeccionamiento, mejorándote a ti mismo, más que tu alma no se agarre exclusivamente a ellas y que busques, ante todo, las enseñanzas en ellas contenidas.
Gracias a ellas comprenderás que el objetivo de la vida no es el gozo, ni la felicidad, sin embargo si es el desenvolvimiento por medio del trabajo, del estudio y del cumplimiento del deber, de esa alma, de esa personalidad que encontrarás en el más allá del túmulo, tal como la hayas hecho, tú mismo, en el curso de esa existencia terrestre.
Fuente: Libro "El Progreso".
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No basta con interrogar a un espíritu para conocer la verdad. Ante todo, debemos saber a quién nos dirigimos, porque los espíritus inferiores, a consecuencia de la ignorancia en que se encuentran, tratan con frivolidad incluso las cuestiones más serias. Tampoco es suficiente que un espíritu haya sido en la Tierra un hombre importante para que en el mundo espírita posea la soberana ciencia. Sólo la virtud, que lo purifica, tiene el poder de aproximarlo a Dios y ampliar sus conocimientos.
EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS (267.23)
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Pérdida y suspensión de la mediumnidad
220. La facultad mediúmnica está sujeta a intermitencias y a suspensiones momentáneas, ya sea para las manifestaciones físicas, ya sea para la escritura. He aquí las contestaciones de los Espíritus dadas a algunas preguntas hechas con este objeto.
1. ¿Los médiums pueden perder su facultad?
Esto sucede a menudo, cualquiera que sea el género de esta facultad; pero muchas veces sólo es una interrupción momentánea que cesa con la causa que ha producido.
2. ¿La causa de la pérdida de la mediumnidad está en la extinción del fluido?
Cualquiera que sea la facultad del médium nada puede hacer sin el concurso simpático de los Espíritus, cuando ya no se recibe nada, no es porque le falte siempre la facultad; muchas veces los Espíritus son los que no quieren o no pueden servirse de él.
3. ¿Qué causa puede provocar en un médium el abandono de los Espíritus?
El uso que hace de su facultad es la más poderosa para los buenos Espíritus. Podemos abandonarle cuando se sirve de ella para cosas frívolas o con miras ambiciosas; cuando rehusa participar nuestra palabra o nuestros hechos a los encarnados que lo desean o que lo necesitan ver para estar convencidos. Este don de Dios no se concede al médium para que se divierta, y aun menos para servir su ambición, sino para su propia mejora y para hacer conocer la verdad a los hombres. Si el Espíritu ve que el médium no corresponde a sus miras y no aprovecha las instrucciones y las advertencias que le da, se retira para buscar un protegido más digno.
4. El Espíritu que se retira, ¿puede ser reemplazado y en este caso no comprenderíamos la suspensión de la facultad?
No faltan Espíritus que lo que más desean es comunicarse y están prontos a reemplazar a los que se retiran; pero cuando es un buen Espíritu el que abandona al médium, puede muy bien no dejarle sino momentáneamente y privarle por cierto tiempo de toda comunicación, a fin de que le sirva de lección y probarle que su facultad no depende de él y no debe envanecerse por tenerla. Esta impotencia momentánea es también para dar una prueba al médium de que escribe bajo una influencia extraña; de otro modo no habría intermitencia.
Por otra parte, la interrupción de la facultad no es siempre un castigo; acredita algunas veces el cuidado del Espíritu por el médium a quien estima; quiere procurarle un reposo material que juzga necesario y en este caso no permite que le reemplacen otros Espíritus.
5. Se ven, sin embargo, médiums muy meritorios, moralmente hablando, que no tienen ninguna necesidad de reposo, y son muy contrariados por las interrupciones cuyo objeto no comprenden.
Esto es con el fin de poner su paciencia a prueba y juzgar de su perseverancia; por lo mismo los Espíritus no señalan en general ningún término a esta suspensión; quieren ver si el medium se impacientará. Muchas veces también es para dejarles el tiempo de meditar las instrucciones que les han dado, y en esta meditación de nuestras enseñanzas reconocemos a los espiritistas verdaderamente formales; no podemos dar este nombre a aquellos que en realidad sólo son aficionados a las comunicaciones.
6. ¿En este caso es preciso que el médium continúe sus tentativas para escribir?
Si el Espíritu lo aconseja, sí; si le dice que se abstenga, debe hacerlo.
7. ¿Y habría un medio de abreviar esta prueba?
La resignación y la oración. Por lo demás, basta hacer cada día una tentativa de algunos minutos, porque sería inútil perder el tiempo ensayando infructuosamente; la tentativa no tiene otro objeto que el de asegurarse si la facultad se ha recobrado.
8. ¿La suspensión supone el alejamiento de los Espíritus que tienen la costumbre de comunicarse?
Nada de eso; el médium está entonces en la posición de una persona que perdiera momentáneamente la vista, y por eso no dejaría de estar rodeada de sus amigos, aun cuando no los viese. El médium, pues, puede y aun debe continuar conversando con el pensamiento con sus Espíritus familiares, y estar persuadido que se le oye. Si la falta de la mediumnidad puede privar las comunicaciones materiales con ciertos Espíritus, no puede privar las comunicaciones morales.
9. ¿Así es que la interrupción de la facultad mediúmnica no implica siempre una censura de parte de los Espíritus?
Sin duda que no, puesto que puede ser una prueba de benevolencia.
10. ¿Cómo podríamos conocer que esta interrupción sea causada por una censura?
Que consulte el médium su conciencia y vea el uso que ha hecho de su facultad, el bien que de ella ha resultado para los otros, el provecho que ha sacado de los consejos que se le han dado, y tendrá la respuesta.
11. ¿El médium que no puede escribir, tampoco puede valerse de otro médium?
Eso depende de la causa de la interrupción; muchas veces
sólo tiene por motivo el dejaros algún tiempo sin comunicaciones, después de haberos dado consejos, a fin de que no os acostumbréis a hacer nada sin nosotros; en este caso tampoco le servirá el valerse de otro médium; esto tiene también por objeto el probaros que los Espíritus son libres y no depende de vosotros el gobernarlos a vuestro gusto. Por igual razón los que no son médiums no siempre tienen todas las comunicaciones que desean.
Observación. – En efecto; debe observarse que aquel que recurre a un tercero para las comunicaciones, teniendo la cualidad de médium, muchas veces no obtiene nada satisfactorio, mientras que en otras ocasiones las respuestas son muy explícitas. Esto depende de tal modo de la voluntad del Espíritu, que nada se adelanta cambiando de médium: parece con respecto a ésto, que los mismos Espíritus se ponen de acuerdo, porque lo que no se obtiene de uno, tampoco se obtiene de otro. Entonces es preciso abstenerse, no insistir ni impacientarse, si no se quiere ser el juguete de los Espíritus mentirosos, que responderán si tanto se desea, y los buenos les dejarán hacer para castigar nuestra impaciencia.
12. ¿Con qué fin la Providencia ha dotado a ciertos individuos de la mediumnidad de una manera especial?
Es una misión que se les ha encargado y por lo que son dichosos; estos son los intérpretes entre los Espíritus y los hombres.
13. ¿Hay, sin embargo, médiums que no emplean su facultad sino con repugnancia?
Son médium imperfectos; no conocen la importancia del favor que se les ha concedido.
14. Si es una misión, ¿por qué no es el privilegio de los hombres de bien y no que se dé esta facultad a personas que no merecen ninguna estimación y que pueden abusar de ella?
Se les da porque tienen necesidad de su propio mejoramiento y a fin de que ellos mismos estén en disposición de recibir buenas enseñanzas; si no se aprovechan de ellas sufrirán las consecuencias. ¿Jesús no dirigía con preferencia su palabra a los pecadores, diciendo que es preciso dar a aquel que no tiene?
15. Las personas que tienen un gran deseo de escribir como médiums, sin conseguirlo, ¿pueden creer por esto mismo falta de benevolencia de los Espíritus hacia ellos, por alguna causa?
No, porque Dios puede haberles rehusado esta facultad, como puede haberles rehusado el don de la poesía o de la música; pero si no gozan de este favor pueden tener otros.
16. ¿Cómo puede perfeccionarse el hombre con la enseñanza de los Espíritus, cuando no tienen los medios de recibir esta enseñanza directa por sí mismo ni por otros médiums? ¿Acaso no tiene libros como el cristiano tiene el Evangelio?
Para practicar la moral de Jesús el cristiano no necesita oír las palabras de su boca.
- Del Libro de los Médiums-
Camilo Flammarión |
¿La Mediumnidad ha sido investigada científicamente ?
Ernest Bozzano |
Han habido científicos investigadores de la psique humana, que la han empleado en sus investigaciones y comprobaciones como herramienta de trabajo fundamental. No obstante hay que tener en cuenta que esta clase de facultades cuando se estudian resultan ser un proceso muy complicado, porque en este caso no están tratando con productos materiales que se prestan a cuantas comprobaciones idénticas o de cualquier clase, se deseen hacer.
Pero aquí las manifestaciones de las Entidades espirituales son libres, espontáneas y normalmente independientes de la voluntad del médium. La mediumnidad como el mundo espiritual, no es nada material que se pueda analizar en probetas, o que se pueda someter a reacciones físicas o químicas ni se pueda reproducir a voluntad en un laboratorio, lo que es condición indispensable para que algo pueda o quiera ser estudiado por la Ciencia actual. No tiene ninguna señal o característica exterior que permita el poder caracterizarla o identificarla a través de síndromes o manifestaciones que tipifiquen el comportamiento de un médium, por lo que su investigación solo ha podido ser realizada a nivel psicológico y neurológico.
Oliver Lodge |
En la actualidad aún hay investigadores científicos que investigan desde el campo de la Psiquiatría y la Psicología este tema, pero que todavía no han llegado a una conclusión que satisfaga y de celebridad en el mundo de la Ciencia oficial establecida, así como muchos parapsicólogos que se pasan la vida girando alrededor de los fenómenos que llaman paranormales o sobrenaturales, sin llegar a ninguna conclusión o dictamen que satisfaga a la sociedad en general y al mundo de la ciencia en particular.
- Jose Luis Martin -
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“La
Parapsicología es la ciencia que tiene por objeto los fenómenos
físicos o psicológicos producidos por fuerzas que parecen
inteligentes o por facultades desconocidas de la mente”.
-Rene
Sundre (Tratado de Parapsicología)
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