miércoles, 28 de enero de 2015

Hombres de genio

                     
El Camino de la Vida


Hace tiempo que la cuestión de la pluralidad de existencias preocupa a los filósofos, y más de uno ha visto en la anterioridad del alma la única solución posible a los más importantes problemas de la psicología, sin cuyo principio se han enredado en el más intrincado laberinto, no pudiendo salir de él más que con el auxilio de la hipótesis de la pluralidad de existencias.
La más fuerte objeción que puede hacerse a esa teoría, es el olvido de las existencias anteriores. En efecto, "una sucesión de existencias, inconscientes las unas de las otras; dejar un cuerpo para tomar otro en seguida, sin memoria del pasado, equivaldría a la nada: porque esto sería la nulidad del pensamiento; sería una porción de nuevos puntos de partida sin enlace con los precedentes; sería una ruptura incesante de todas las afecciones que forman el encanto de la vida presente y la más dulce y consoladora esperanza del porvenir; sería, en fin, la negación de toda responsabilidad moral”. Semejante doctrina sería tan inadmisible y tan incompatible con la justicia y la bondad de Dios, como la de una existencia con la perspectiva de una absoluta eternidad de penas por algunas faltas temporales. Se comprende, pues, por que los que se han formado semejante idea de la reencarnación, la rechazan, pero no es este el modo como nos la presenta el Espiritismo.
La existencia espiritual del alma, nos dice, es su existencia normal, con recuerdo retrospectivo indefinido; las existencias corporales solo son intervalos, estaciones cortas en la existencia espiritual, y la suma de todas esas estaciones es una pequeñísima parte de la existencia normal, absolutamente como si en un viaje de muchos años, se detuviese uno de vez en cuando algunas horas. Si durante las existencias corporales parece haber solución de continuidad por la ausencia del recuerdo, el enlace se establece durante la vida espiritual que no tiene interrupción; la solución de continuidad, en realidad, solo existe para la vida corporal exterior y de relación; y en este caso, la ausencia del recuerdo prueba la sabiduría de laProvidencia, que no ha querido que el hombre se desviase demasiado de la vida real, en que tiene deberes que cumplir; mas cuando el cuerpo descansa durante el sueño, el alma vuelve a tomar en parte su vuelo, y entonces se restablece la cadena que solo se halla interrumpida mientras se esta despierto.
Aun puede hacerse a esto una objeción: al preguntar el provecho que podemos sacar de las existencias anteriores para nuestro mejoramiento, si no nos acordamos de las faltas que hemos cometido. En primer lugar, el Espiritismo contesta, que el recuerdo de las existencias desgraciadas, uniéndose a las miserias de la vida presente, haría que esta fuese muy penosa. Dios ha querido con esto ahorrarnos mayor número de sufrimientos; sin ello, ¡cuál no sería nuestra humillación, pensando muchas veces en lo que hemos sido! En cuanto a nuestro mejoramiento, ese recuerdo sería inútil. En cada una de nuestras existencias damos un paso más, adquirimos algunas cualidades y nos despojamos de algunas imperfecciones; de este modo, cada una de ellas es un nuevo punto de partida, en a que somos lo que nos hemos hecho, en la que nos consideremos como lo que somos, sin cuidarnos de lo que hemos sido. Si en una existencia anterior hemos sido antropófagos, ¿qué nos importa si ya no lo somos? Si tuvimos un defecto cualquiera del que ni quedan reliquias, es una cuenta saldada de la que no debemos ocuparnos. Por el contrario, supongamos un defecto del cual, no nos hayamos corregido sino a medias, el resto se encontrará en la vida siguiente y será preciso poner mucho cuidado en acabarse de corregirse de él. Pongamos un ejemplo: Un hombre fue asesino y ladrón, por cuyo crimen fue castigado, bien en la vida corporal, bien en la espiritual; se arrepiente y se corrige de su primera inclinación, pero no de la segunda; en la existencia siguiente, solo será ladrón,puede que un ladrón de fama, pero ya no será asesino; un poco más y no será mas que ratero; un poco mas tarde ya no robará, pero podrá tener inclinación al robo,que su conciencia neutralizará; con un esfuerzo más, habiendo desaparecido todos los síntomas de la enfermedad moral, será un modelo de probidad. En este caso,¿que le importa lo que fue? El recuerdo de haber perecido en un cadalso, ¿no sería para él un tormento y una perpetua humillación? Aplicad este razonamiento a todos los vicios, a todas las faltas y podréis ver cómo se mejora el alma, pasando y repasando por los tamices de la encarnación. ¿Acaso no es Dios mas justo en haber hecho al hombre arbitro de su propia suerte por los esfuerzos que puede hacer, para mejorarse, que no habiendo hecho nacer su alma al mismo tiempo que el cuerpo, y condenarla a tormentos perpetuos por errores pasajeros, sin haberle dado los medios de purificarse de sus imperfecciones? Por la pluralidad de existencias, el porvenir esta en sus manos; si tarda mucho tiempo en mejorarse, sufre las consecuencias: es la justicia suprema, pero nunca se le niega la esperanza.
La siguiente comparación puede ayudar a que se comprendan las peripecias de la vida del alma.
Supongamos un largo camino en el que, de distancia en distancia, pero aintervalos desiguales, se encuentran bosques que es preciso atravesar; al entrar en cada bosque se interrumpe la hermosa y ancha carretera, que reaparece a la salida. Un viajero sigue este camino hasta entrar en el primer bosque; ya noencuentra en él ni camino, ni vereda, sino un laberinto intransitable en medio del cual se pierde; la luz del sol desaparece bajo la espesura de los copudos árboles; anda errante sin saber a donde va; al fin de muchas fatigas llega al extremo del bosque, abatido por el cansancio, destrozado por los matorrales, entumecido por los cantos. Entonces encuentra otra vez el camino y la luz y prosigue su viaje procurando curarse de sus heridas.
Más lejos encuentra otro bosque, en donde le esperan las mismas dificultades, pero, más práctico, sabe evitarlas en parte y sale de él con menos contusiones. En uno de ellos encuentra un leñador que le indica la dirección que debe seguir, sin que pueda perderse. Cada vez que debe cruzar el bosque aumenta su destreza, de tal modo, que con la mayor facilidad allana los obstáculos,tiene la seguridad de volver a encontrar a su salida el buen Camino, y esta confianza le sostiene, y después sabe orientarse mejor para encontrarlo con más facilidad. El camino conduce a la cumbre de una alta montaña y desde allí descubre todo el espacio que ha recorrido desde el punto de partida; ve también todos los bosques que ha atravesado y se acuerda de las vicisitudes que ha sufrido, pero este recuerdo nada tiene de penoso, porque ha llegado al fin; es como el veterano que, en la calma del hogar doméstico, recuerda las batallas en que estuvo. Estos bosques diseminados en el camino son para él como puntos negros en una blanca cinta; dice entonces: "Cuando estaba en aquellos bosques,sobre todo en el primero, ¡cuán pesado se me hacía atravesarlos! Creía no llegar al fin; todo a mi alrededor me parecía gigantesco e intransitable. ¡Cuando pienso que sin aquel leñador que me puso en el buen camino, aun estaría allí!... Ahora que desde aquí considero aquellos mismos bosques, desde el punto en que estoy, ¡cuan pequeños se me presentan! Me parece que hubiera podido salvarlos de un solo salto; aun más, los penetro con mi vista y distingo sus más pequeños detalles; hasta veo los pasos que he dado en falso".
Entonces un anciano le dice: Hijo mío, has llegado al término de tu viaje, mas un descanso indefinido te causaría muy pronto una tristeza mortal y echarías de menos las vicisitudes que experimentaste, las cuales dan actividad a tus miembros y a tu Espíritu. Desde aquí, ves un gran número de viajeros en el camino que has andado y que, como tu, corren riesgo de desviarse; tú tienes experiencia, ya no temes nada; ve a encontrarlos y procura guiarles con tus consejos para que lleguen
más pronto.
Allá voy con gusto, contesta nuestro hombre, pero, añade, ¿Por qué no hay un camino directo desde el punto de partida hasta aquí? De este modo los viajeros evitarían el pasar por esos bosques abominables.
Hijo mío replica el anciano, mira bien y verás cómo muchos evitan cierto número de ellos; esos son aquellos que, habiendo adquirido más pronto la experiencia necesaria, saben tomar un camino más recto y corto para llegar; mas esa experiencia es fruto del trabajo que se necesita en las primeras travesías, de tal modo, que no llegan aquí sino por su merito. Tú mismo, ¿qué sabrías si no
hubieses pasado por ellos? La actividad que debiste desplegar, los recursos de tu imaginación que te han sido necesarios para abrirte un camino, han aumentado tus conocimientos y desarrollado tu inteligencia; sin eso serías tan novicio como lo eras a tu salida. Además, mientras te has esforzado en salir del apuro, tú mismo has contribuido a la mejora de los bosques que has atravesado; lo que tú has hecho es muy poca cosa, imperceptible, pero debes pensar que son muchos los viajeros que hacen lo mismo y que trabajando para ellos, trabajan, sin saberlo, para el bien común. ¿No es justo que reciban el salario de sus penalidades con el descanso que gozan aquí? ¿Qué derecho tendrían a un descanso si no hubieran hecho nada?
Padre mío responde el viajero, en uno de esos bosques encontré a un hombre que me dijo: En la pendiente hay un abismo inmenso que es preciso salvar de un solo salto; pero de mil, apenas uno lo logra: todos los otros se precipitan en el fondo de un horno ardiente y se pierden sin esperanza de volver. Ese abismo no lo he visto.
Hijo mío, es porque no existe, pues de otro modo, eso sería un abominable lazo tendido a todos los viajeros que vienen a mi casa. Se muy bien que necesitan allanar muchas dificultades, pero también se que tarde o temprano las allanarán; si yo hubiese creado imposibles para uno solo, sabiendo que debía sucumbir, hubiera sido una crueldad, con mayor motivo si los hubiese hecho para el mayor número.
Ese abismo es una alegoría, cuya explicación te voy a dar. Mira el camino en el intervalo de los bosques; entre los viajeros, los ves que marchan con lentitud, con aspecto alegre; ves aquellos amigos que se han perdido de vista en los laberintos del bosque: ¡cuán felices son al encontrarse otra vez a la salida! Mas, al lado de aquellos hay otros que se arrastran penosamente; están estropeados e imploran piedad por las heridas que por su falta se han hecho, cruzando las zarzas; mas ya curarán y será para ellos una lección que les aprovechará en el primer bosque que tengan que atravesar, y del cual saldrán menos lisiados. El abismo es la figura de los males que sufren y diciendo que de mil solo se salva uno, aquel hombre tuvo razón, porque el número de los imprudentes es muy grande, pero no ha tenido razón en decir que una vez en él no se sale mas: hay siempre una salida para llegar a mí. Ve, hijo mío, ve a enseñar esa salida a los que están en el fondo del abismo; ve a sostener a los heridos en el camino y a enseñar la senda a los que
cruzan los bosques.
El camino es la figura de la vida espiritual del alma, en cuya ruta es uno mas o menos feliz: los bosques son las existencias corporales en las que se trabaja para el adelantamiento y al mismo tiempo para la obra general; el viajero que llega al fin y vuelve para ayudar a los rezagados, es la figura de los ángeles guardianes,misioneros de Dios, que encuentran su felicidad en su vista, pero también en la actividad que despliegan, haciendo el bien y obedeciendo al supremo Señor

Tomado del libro OBRAS POSTUMAS -Allan Kardec-

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EMANCIPACIÓN DEL  ALMA (émancipation de l’âme).

 Estado particular de la vida humana durante el cual el alma, al desprenderse de sus lazos materiales, recobra algunas de las facultades del Espíritu y entra más fácilmente en comunicación con los seres incorpóreos. Este estado se manifiesta principalmente a través del fenómeno de los sueños (rêves), de la somniloquia (somniloquie), de la doble vista (double vue), del sonambulismo natural (somnambulisme naturel) o magnético (somnambulisme magnétique) y del éxtasis (extase).

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HOMBRES DE GENIO

La mediúmnidad, bajo los diversos nombres que ha tenido, se nos parecerá como lo que ha habido en el mundo de más grande y sublime. Casi todos los privilegiados: profetas, videntes, misioneros, mensajeros del amor, de verdad y de justicia, casi todos han sido verdaderos médiums, ya que se han comunicado con lo invisible, con lo infinito.

Se podría decir, desde muchos puntos de vista, que el genio es una de las formas de la mediúmnidad. Los hombres de genio son hombres inspirados en el sentido trascendental y fatídico de esta palabra; son los mensajeros del pensamiento superior. Su misión es necesaria. Por medio de ellos conversa Dios con el mundo; por medio de ellos llama y atrae a la humanidad. Sus obras son faroles que enciende para alumbrar el largo camino de los siglos.

El genio, antes que nada, es, el resultado de pacientes estudios seculares, de una lenta y dolorosa iniciación, que ha desarrollado en el ser inmensas aptitudes, una profunda sensibilidad que le abre las puertas de las más elevadas influencias. Dios reserva la luz a aquel que, durante largo tiempo, la ha buscado, la ha deseado, y la ha pedido.

Los genios son hombres en lo que se refiere a su naturaleza terrestre, a sus pasiones, a sus debilidades. Sufren todas las miserias de la carne, las enfermedades los deseos materiales. Pero son más que hombres por lo que en ellos constituye el genio, por la inmensa acumulación de riquezas del pensamiento, por esta lenta elaboración de la inteligencia y del sentimiento a través de innumerables caminos, fecundado todo por el influjo y por la inspiración de lo alto, por esta comunión constante en las esferas superiores del Universo.

El genio, bajo sus mil formas, es una colaboración con lo invisible, una verdadera ascensión del alma humana hacia Dios, son enviados del cielo, los ejecutores de los designios de Dios en el mundo. Orfeo, Hermes, Crisma, Pitágoras, Zoroastro, Platón, Moisés son los grandes iniciados del mundo antiguo, más tarde Juan Bautista, Cristo y todos los apóstoles vendrían después.

En los bosques, en las montañas, en el desprendimiento de todas las cosas sensibles, en la meditación y en la plegaria, es como el vidente y el inspirado se prepara para su obra. Lo invisible no se rebela más que al hombre solitario y recogido. Platón recibía las grandes inspiraciones en la cima Imite; Mahoma en las montañas del Irá; Moisés en el Sinai; Jesús celebra la comunión con su Padre, en medio de plegarias y lágrimas, en el Monte de los Olivos.

Durante veinte siglos, la exégesis católica desnaturalizó el fenómeno, creía que todo se explicaba con una sola palabra: milagro.

El Espiritismo ha penetrado el misterio de las cosas; proyecta claridades del más allá sobre la teología que completa y sobre la experimentación que ilumina.

Los profetas Israelitas fueron médiums inspirados, la historia de Israel es el más famoso poema medianímico, la epopeya espiritualista por excelencia. Un día la exégesis científica afirmará estos conceptos y con ello quedará disipadas las oscuridades de los libros sagrados, todo se explicará, todo será simple y a la vez grande.

Moisés eligió un día a 70 ancianos y los colocó en torno al tabernáculo. Jehová se muestra entonces, en forma de nube, y enseguida las poderosas facultades de Moisés se comunican a los ancianos, los cuales “profetizaron”.

El tabernáculo hace aquí el oficio de acumulador o condensador fluídico; es un medio de exteriorización, como lo son los espejos del metal bruñido, y contemplándolo se provoca el trance. En cuanto a la manifestación de Jehová en la nube, es un comienzo de materialización. Pues esta siempre comienza por un punto nubloso, vago primeramente, en el cual va precisándose y dibujándole la aparición. Jehová es uno de los Elohin, espíritus protectores del pueblo judío y de Moisés en particular. Bajo su influencia, el poder espiritual de Moisés se transmite a los setenta ancianos, como el poder de Cristo se transmitió más tarde a los apóstoles en el Cenáculo, e igual en nuestros días vemos, en muchos casos, transmitirse la mediúmnidad de una a otra persona, por medio de pases y toques magnéticos. Así comenzó la mediúmnidad sagrada en Israel. Desde entonces, la mediúmnidad profética se hizo permanente en la raza judía, aunque algo intermitente en sus manifestaciones. Estuvo subordinada a ciertos estados psicológicos, que no siempre son constantes, ni en los individuos ni en los pueblos.

En la vida de las naciones, hay apocas de turbación intelectual y de depresión moral que obligan al espíritu a alejarse momentáneamente.

En tiempos de los Jueces, la mediúmnidad era cosa rara; reaparece con Samuel, brillando con nuevos resplandores. Samuel comprendió, que la mediúmnidad trascendental está subordinada a las disposiciones morales de los individuos y de las sociedades, instituyo escuelas de profetas, agrupaciones en las cuales se iniciaba a los neófitos en los misterios de la comunicación fluídica.

Estas escuelas estaban en determinadas ciudades, pero principalmente en los valles solitarios, o en los repliegues de las montañas. El estudio, la contemplación del infinito en medio de la belleza y del silencio de las noches estrelladas, o en la luz de los días clarísimos de Oriente, preparaban al discípulo profeta para recibir el espíritu de lo alto.

La naturaleza entera, penetrada por la sustancia divina, es un médium, un verdadero intermediario entre el hombre y los Seres superiores. Una cadena magnética relaciona entre si a todos los seres, a todos los mundos.

Samuel fue profeta desde la infancia estando dormido en el templo, con frecuencia es despertado por voces que le llaman, le hablan durante la noche y le comunican las cosas futuras.

Esdras, reconstituye la Biblia entera, que se había perdido y esto lo hace en condiciones de diferentes géneros de mediumnidad.

Job tuvo una visión que es el tipo perfecto de la materialización espirita. Todo el libro de Job está lleno de iluminaciones y de inspiraciones medianimicas. Su vida atormentada por malos espíritus, es asunto de estudios muy sugestivos.

La Biblia menciona varios casos de Obsesión, entre otros los de Saúl, que frecuentemente se siente poseído por un poderoso espíritu colérico, es un fenómeno de inspiración bien caracterizado. Saúl fue primeramente un Médium “del Señor” pero a consecuencia de faltas graves y una vida desordenada perdió sus facultades. Esto son frecuentes en los que se dejan invadir por las malas pasiones.

Esos médiums inspirados tuvieron que sufrir humillaciones y sufrimientos además de luchas contra los impostores. Siempre ha habido falsos profetas, médiums movidos por espíritus perversos, cuyo único objeto es contrariar la acción de los verdaderos profetas, sembrando discordia en sus medios habituales.

Muchos grupos espiritas se han deshecho y disgregado bajo la influencia de espíritus inferiores. He aquí porque el gran arte del espiritualismo ha de consistir en preservar a los lugares que asisten de esas influencias nefastas que hayan placer en detener el paso de los misioneros de la paz y de la verdad.

La obra de los profetas hebreos ha sido considerable. Sus predicaciones monoteístas y moralizadoras prepararon el advenimiento del cristianismo y la evolución religiosa de la humanidad. Los médiums israelitas que eran hombres de meditación, de recogimiento, de plegaria, sabían y enseñaban que el comercio con lo invisible es un principio regenerador.

Los profetas combatían con energía el formalismo farisaico de la ley y decían a plena voz que la circuncisión del alma valía muchísimo más que la de la carne. Del mismo modo, en nuestros días, los Espíritus condenan las prácticas materiales y el fariseísmo estrecho de los falsos devotos y de todos aquellos que, bajo el pretexto de la religión, reemplazan preceptos del Evangelio por prácticas supersticiosas.

La virtud que los videntes de Israel recomendaban siempre más, era la Justicia. La palabra “justo” significaba el conjunto de todas las virtudes: “Dar a Dios lo que es de Dios y a los hombres lo que es de los hombres”.

Después del pecado de la idolatría, el de oprimir a los débiles y despreciar a los pobres, era el más duramente condenado por ellos.

Tres grandes revelaciones medianímicos dominan la historia: a los profetas de Israel siguió el médium divino Jesús. El Espiritismo es la última revelación, la difusión espiritual anunciada por Joel.

La acción psíquica del más allá ha de transformar el mundo futuro en una humanidad de videntes y auditivos. La mediúmnidad será el estado último de la raza humana caminando hacia el término de sus destinos.

En los actuales momentos una grandiosa labor se está cumpliendo en este sentido; una obra, potente se está elaborando. El estudio constante y profundo del mundo invisible, que es también el mundo de las causas, ha de ser el grandioso mar y la fuente inagotable de la que se alimenten el pensamiento y la vida del hombre sobre la tierra, y la mediumnidad será su llave. El hombre llegará a la ciencia que no se excluyen la una a la otra, sino que se unen para mutuamente fecundarse; se establecerá UNA MÁS INTIMA COMUNIÓN ENTRE LOS VIVOS Y LOS MUERTOS y se obtendrán más abundantes auxilios que descenderán de los espacios sobre la humanidad. El hombre del mañana sabrá mejor comprender y bendecir la vida; ya no temerá a la muerte… entonces realizará, con su propio esfuerzo, el reinado de Dios sobre la tierra, de paz y de justicia y al final del camino, su día postrero será luminoso y tranquilo, como el ocaso de las constelaciones celestes en los momentos en que el alba matutina apunta el horizonte.

Trabajo realizado por Merchita
Extraído del el libro “En lo Invisible de León Denis.

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NO TE ALTERES CON LOS OTROS

Siempre cuando nos contradicen solemos alterarnos, hasta a veces y sin apenas darnos cuenta, perdemos las debidas composturas. Esto hace que cuando estemos más tranquilos y meditemos en la forma en que hemos actuado, nos avergoncemos y deseemos que el tiempo no hubiera pasado, pero ya lo hecho, hecho está, y ya no podemos desdecir los improperios que hemos dicho sin frenos en la lengua, que ahora nos pica, y nos afecta psicológicamente el haberla dejado actuar fuera de sí.
 En el momento de las conversaciones procura no alterarte con nadie, aun mismo cuando seas ofendido. Acúrdate de que el reaccionar de mala manera  no resuelve tu problema  dejándote en paz solamente el Amor garantiza la tranquilidad.
Ayuda a quien quiera que sea. El ejercicio de la caridad beneficia  más al que hace la caridad y la recompensa mayor es de quien ofrece. No nos hacemos ningún beneficio por ser buenos, justos y honestos. Cumplimos solamente un deber, a respecto de las leyes  del Amor y Justicia. Quien no se altera con los otros comienza, por esa vía, a alcanzar  los principios de la comprensión. Quien perdona las ofensas siente, en su interior, una tranquilidad indecible. Quien ama sin distención, conoce la libertad, aquella que  prenuncia  la verdadera serenidad de la conciencia.
Levantar una tempestad contra nuestro hermano es invalidar los propios recursos de servir mejor y querer anular el mandamiento cedido por Jesús a la humanidad de Amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
Toda intención de modificar la vida de los otros es violencia que lanzamos al reino ajeno. Si quieres realmente cooperar con tus semejantes, hadlo por la fuerza poderosa del ejemplo, usando la palabra con parsimonia, cuando seas solicitado. Casi siempre  las palabras se transforman en imposición, a no ser que se filtren por iluminada educación, en la fuerza de la disciplina.
El  hombre, altamente inteligente, conoce el Amor, habla poco, porque ejemplifica mucho. Asegúrate de la inferioridad de las palabras al reconocer la grandeza de las vibraciones.  Ten plena certeza de que Dios actúa constantemente por los procesos de la vida recta.
Difícilmente sabemos dar consejos, por estar acostumbrados a saber  particularmente de las cosas  que solo nos interesan y nunca somos iguales a los otros.  Es lo que no acontece por la vivencia, donde el observador  retira lo que le agrada y lo que comparte su conciencia.
¿Entre dos personas agitadas, que podemos esperar? Cuanto más hablan, más se desentienden,  crecen el orgullo y la falsa honra, y el raciocinio pierde poder, en este caso.  Seamos inteligentes para saber cortar  en las primeras ansias del desentendimiento, sin que el ofensor piense que se trata de crítica o de  burla.  Quien está con el Bien en el corazón, encuentra salida para todas  las horas de graves problemas. La intuición no falla, por estar  con la serenidad en su interior y el discernimiento en la mente.
No procures  contradecir las cosas hechas por otro,  deshacer lo que está hecho a la vista de quien lo hizo, provocando irritación en quien aun no alcanzó la comprensión.
Has lo cierto, si lo puedes hacer, que mucha gente está viendo tus actos y la verdad es siempre copiada en el propio automatismo de la vida.
La  Tierra está pasando por  un estado de  probaciones  con la humanidad que en ella mora, y,  aun las almas que están acordadas para la luz encontraran muchas dificultades para ceder totalmente al Bien, en virtud de los entrevieses del propio ambiente  y de las compañías que siempre se suceden en su vida.  Aun mismo así no debes desistir   en tu mejoramiento espiritual. Estas en una escuela donde el Bien  es la meta para la felicidad de todas las criaturas.
Tu buen comportamiento con los otros es la marca de renovación que crece ante los siglos, en la búsqueda de la paz de conciencia.

-Mercedes Cruz-

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