lunes, 26 de enero de 2015

Ineficacia del exorcismo


EN EL PROCESO DE DESOBSESIÓN

Son muchos los que llegan al conocimiento de la doctrina Espirita  por los látigos del sufrimiento, por perturbadoras  pruebas dentro del campo de la obsesión.

Poco a poco, despiertan para las realidades  de la vida, esforzándose por la propia iluminación y la de los adversarios  que los comprimen psíquicamente, en las dilatadas imposiciones perniciosas.

Los cooperadores adiestrados son deseados  para asegurar la mejoría del enfermo, pero lamentablemente no se encuentran  en lo general en el campo de acción del hombre terráqueo, ya que no merecen su convivencia y la mayoría de las veces no se cuentan con servidores ideales, solo se puede agradecer la mayoría de las veces  a obreros modestos;  caracterizados por el espíritu de servicio, con coraje suficiente para vencer los prejuicios y las conveniencias  de los grupos sociales  y de las personas negativas, afanándose en la distribución del bien.

La ignorancia y la mala fe siempre denigren lo que desconocen, presentando con colores fuertes de la propia incuria, aquello que no desea que se expanda ni alcance a otras áreas humanas.

La verdad no es patrimonio de individuos  ni de grupos. Tiene carácter universal. Es la misma en todas partes y en todos los tiempos, variando en la forma, en el vestuario, con lo que se presenta para ser ofrecida a los hombres. El Espiritismo  es una doctrina perfecta en su estructuración científica, filosófica y religiosa, teniendo mucho que ver con las diversas ramas del Conocimiento, que aclara, ya que investiga las causas, mientras que la Ciencia todavía  examina sus efectos. Allan Kardec debió penetrar  en el examen y estudio de la Doctrina Espirita para publicar “El Libro de los Espíritus”; comprendió que responde a las más diversas cuestiones complejas  y embarazosas del pensamiento, proponiendo soluciones  a los enigmas de las “ciencias del alma” bien como  de los conflictos de la fe que tanto han atormentado a religiosos honestos o no, que se debaten en aflictivas dudas.

Grandes desafíos surgen y embates  vigorosos, a fin de que poco a poco, el obsesado se desprenda del zarzal en el que se enredó a través de los tiempos.
La obsesión es el resultado de una demorada convivencia psíquica entre dos Espíritus afines, bien sea por el amor que desata las pasiones inferiores o a través del odio que galvaniza los litigantes,  imantándolos uno al otro con vigor.

Cuando son tomadas   las primeras providencias para la terapia de desobsesión surgen efectos inmediatos, que son consecuencia de esa aptitud: 1) la rebeldía del enemigo, que cambia la técnica de la agresión, reformulando, su programa de persecución no obstante atacando a la presa con el objetivo de desanimarla  2) propicia una falsa concesión de libertad, esto es, afloja el cerco, antes pertinaz,  permaneciendo,  sin embargo, en vigilia, aguardando la oportunidad para lanzar un asalto fatal, en el cual triunfen sus planes infelices. En la primera  hipótesis, la victima, no adiestrada en el conocimiento de la desobsesión, porque se siente empeorar, razona, equivocadamente, que la medicación le está siendo más perjudicial que la enfermedad e, inspirada por su semejante, planea abandonar el procedimiento nuevo; lo que, a veces, realiza, permitiendo a la astuta, Entidad liberarlo, momentáneamente, de las sensaciones  constrictivas para sorprenderlo, más tarde, cuando sus reservas de fuerzas  sean menores  y los recursos del equilibrio se hagan poco viables… En el segundo casi, sintiéndose menos oprimidos, el obseso se cree desobligado de los nuevos compromisos y vuelve a las actitudes vulgares de antes, cayendo, posteriormente  en la urdimbre  hábil, de su vigilante carcelero espiritual.

Jesús afirmo con razón, que el Espíritu inmundo al salir del hombre, anda por lugares áridos, procurando reposo, y no encontrándolo, dice: “Volveré para mi casa de donde salí; y al llegar  la halla barrida y adornada, después va y lleva consigo siete Espíritus más, peores que él. El ultimo estado de aquel  hombre acaba siendo peor que el primero, “Es siempre conveniente recordar que todo obseso de hoy es verdugo de ayer que pasó  sin la conveniente corrección moral, ahora cayendo en la maldad que él mismo cultivo. El vicio mental derivado de la convivencia con el huésped genera ideo plastias  perniciosas de las que se alimenta  psíquicamente  el hospedero. Aun cuando sea apartado el factor obsesivo, permanecen, por largo tiempo, los hábitos negativos, engendrando imágenes, perjudiciales que constituyen la psicoesfera enfermiza, en la cual se mueve el paciente. El más severo esfuerzo que el enfermo psíquico por obsesión debe movilizar, es el de la reeducación mental, adaptándose a las ideas optimistas, a los pensamientos sanos, a las construcciones edificantes. Las lecturas iluminativas, la oración inspiradora, el trabajo renovador, hasta que se creen hábitos morigerados, propiciadores de paisaje mental bendecido por la revitalización y por el equilibrio. Gracias a tales factores, no siempre la cura de la obsesión ocurre cuando son apartados  los pobres perseguidores, sino cuando compañeros de lucha instalan en el mundo intimo las bases del legítimo amor y del trabajo fraternal a favor del projimo, tanto como de si mismos, a través del recto cumplimiento de los deberes.

Los hombres esperan siempre  que se operen milagros, cuando le son impuestos el esfuerzo y la dedicación a través del tiempo, casi siempre desertan del compromiso o lo relegan al olvido,  afirmándose desencantados con los otros de quien exigen  una conducta superior, que así mismos no se permiten.  Se justifican sin justificar a los otros; se excusan, pero se tornan jueces rigurosos de aquellos con los cuales conviven,  o a quien recurren, buscando ayuda. Por eso la salud mental que se deriva de la liberación de las alineaciones obsesivas se hace difícil, porque  ella depende, sobretodo, del enfermo, en el máximo de su esfuerzo y no exclusivamente de su ánimo perturbador.

Nadie  espere   reposo y placer, ni anhele de inmediato, por comodidad y bienestar del que no sea merecedor. La tierra es madre generosa y la existencia  carnal constituye oportunidad reparadora, salvadas raras excepciones  cuando el Espíritu se encuentra en misión para propulsar el progreso de la humanidad, aun así, en esos casos, el dolor y la soledad, los testimonios de muchos tipos no les quedan al margen…

El crecimiento para Dios solamente se da a través de la mejoría intima, a través del trabajo fraternal verdadero entre las criaturas del camino de nuestra evolución, así   nos lo enseño Jesús que bendijo el trabajo y el deber con el propio esfuerzo.

Trabajo realizado por Merchita. Extraído del libro “Cuadros de la Obsesión” de Divaldo Pereira Franco
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"Acuérdate que el universo es el eco de nuestras acciones y de nuestros pensamientos." 
Dalai Lama 



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   INEFICACIA DEL EXORCISMO.

La ineficacia del exorcismo, en el caso de posesión, esta probada por la experiencia, y esta probado que la mayor parte de las veces en lugar de disminuir el mal, lo aumenta.
La razón de esto es que la influencia esta enteramente en el ascendiente moral ejercido sobre los malos Espíritus y no en un acto exterior, cuya virtud consiste en palabras y signos. El exorcismo consiste en ceremonias y formulas de las cuales se ríen los malos Espíritus, mientras que ceden ante la superioridad moral que se les impone; ven que se les quiere dominar por medios impotentes, que se figuran intimarlo con un vano aparato, y por lo mismo se empeñan en hacerse mas fuertes, y así redoblan sus esfuerzos; son como el caballo asombradizo que arroja por el suelo al jinete inhábil y se rinde cuando encuentra uno firme y experto; aquí pues, el fuerte es el hombre de más puro corazón, porque a él, le oyen mas los buenos Espíritus.


60. Lo que un buen Espíritu puede hacer sobre un individuo, muchos Espíritus pueden hacerlo simultáneamente sobre varios individuos y dar a la obsesión, un carácter epidémico. Una nube de Espíritus puede invadir una localidad y manifestarse en ella de diversos modos.
En una epidemia de esta especie se encontraban en Judea en tiempo de Cristo; pues Cristo, por su inmensa superioridad moral, tenía sobre los demonios, o malos Espíritus, tal autoridad que le bastaba mandarles retirar para que lo hicieran, y no empleaba para esto ni signos ni formulas.


61. El Espiritismo esta fundado en la observación de hechos, resultado de las relaciones entre el mundo visible y el invisible. Estos hechos, como están en la naturaleza, se han producido en todas las pocas; y donde sobre todo abundan, es en los libros sagrados de todas las religiones, porque han servido de base a la mayor parte de las creencias.
Si la Biblia y los Evangelios ofrecen tantos pasajes oscuros, es por falta de comprensión, los cuales han sido interpretados en sentidos tan diferentes; el Espiritismo es la clave que debe facilitar su comprensión.

OBRAS PÓSTIMAS. ALLAN KARDEC.


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Goethe
El alma del hombre es como el agua: viene del cielo, se eleva hacia el cielo y vuelve después a la tierra, en un eterno ciclo.
(Goethe )


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