lunes, 20 de abril de 2015

La vejez- ( 2ª Parte )



          LA VEJEZ ( 2ª PARTE )

Continuación de artículo de León Denis sobre La Vejez

La vejez es visitada por los Espíritus de lo invisible; tiene iluminaciones instintivas; un don maravilloso de adivinación y de profecía: es la mediumnidad permanente y sus oráculos son el eco de la voz; de Dios. Es por eso que las bendiciones del anciano son santas dos veces; debemos guardar en su corazón los últimos acentos del anciano que muere, como el eco lejano de una voz querida por Dios y respetada por los hombres. La vejez, cuando es digna y pura, se parece al noveno libro de Sybille que él sólo, vale lo que todos los demás,porque los recapitula y porque resumiendo todo el destino humano, anula a los otros. Persigamos nuestra meditación sobre la vejez, y estudiemos el trabajo interior que se cumple en ella. «De todas las historias, se dice, la más bella es la de las almas.» Y esto es verdad. Es bello penetrar en este mundo interior y sorprender en él las leyes del pensamiento, los movimientos secretos del amor. La vejez contemplada en toda su realidad, devuelve al alma la verdadera juventud y el nuevo renacimiento en un mundo mejor. El alma del anciano es una cripta misteriosa, alumbrada por el alba inicial del sol del otro mundo. Lo mismo que las iniciaciones antiguas se cumplían en las salas profundas de las Pirámides, lejos de la mirada y lejos del ruido de mortales distraídos e inconscientes es parsimoniosamente, en la cripta subterránea de la vejez que se cumplen las iniciaciones sagradas que preludian a las revelaciones de la muerte. Las transformaciones o, mejor dicho, las transfiguraciones operadas en las facultades del alma por la vejez son admirables. Este trabajo interior se resume en una sola palabra: la sencillez. La vejez es eminentemente simplificadora de toda cosa. Simplifica primero el lado material de la vida; suprime todas las necesidades ficticias, las mil necesidades artificiales que la juventud y la edad madura habían creado, y que habían hecho de nuestra complicada existencia una verdadera esclavitud, una servidumbre, una tiranía. Lo diremos más alto: es un principio de espiritualización. El mismo trabajo de simplificación se cumple en la inteligencia. 
Las cosas admitidas se vuelven más transparentes; en el fondo de cada palabra encontramos la idea; en el fondo de cada idea divisamos a Dios. El anciano tiene una facultad preciosa: la de olvidar. Todo lo que fue fútil, inútil en su vida, se borra; guarda en su memoria, como en el fondo de un crisol, sólo lo que fue sustancial. La frente del anciano no tiene ya nada de la actitud orgullosa y provocadora de la juventud y de la edad viril; se inclina bajo el peso del pensamiento como  la espiga madura. El anciano baja la cabeza y la inclina sobre su corazón. Se esfuerza en convertir en amor todo lo que queda en él de facultades, de vigor y de recuerdos. La vejez no es pues una decadencia: realmente es un progreso; una marcha adelante hacia el término: a este título que es una de las bendiciones del Cielo.


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No olvides que la causa de tu presente es tu pasado, como la causa de tu futuro es tu presente.
Pablo Neruda


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REFLEXIONANDO CON MERCHITA


Allan Kardec abrió la era del espíritu, inserta en la Codificación y relacionadas con el Universo, la inmortalidad, la Comunicabilidad con los Espíritus, la Pluralidad de los mundos habitados, que la marcha del progreso es infinita.
Las dificultades con la luz de nuestra doctrina, nos son  más  llevaderas y más  fáciles de manejar.
Son muchos los espíritus que salen con expectativas ricas de esperanzas y proyectos de edificaciones libertadoras aspirando a la felicidad. Una vez inmersos en la niebla carnal,  los antiguos vicios y las malas inclinaciones que aun predominan, las atracciones  hacia el mal, los choques con los adversarios del pasado, los obligan a ceder  a los impulsos inferiores, y como efecto, caen después en las redes de los propios enredos perniciosos.
Aun proliferan  los preconceptos, la intransigencia religiosa y el fanatismo entre las criaturas, que prefieren la distancia de su prójimo a la amistad generadora de simpatía y de cordialidad y establecen el buen entendimiento.
El Espiritismo, tiene un papel de elevada relevancia a desempeñar en esta sociedad comprometida  y marcada por los efectos dañinos de las actitudes desvariadas, la educación moral y  espiritual, objetivo principal del Espiritismo Cristiano, tiene el objetivo de crear escuelas de educación, talleres promotores de acciones ennoblecidas, así como también ambulatorios dedicados a la salud física, mental y comportamental que los desvaríos obsesivos ultrajan.
A través de los tiempos, la conquista de sí mismo, la responsabilidad delante del prójimo y la madre Naturaleza, nunca deben salir  de la línea de conducta humana, puesto que en eso residen  las máximas aspiraciones del Espíritu para la conquista de belleza y plenitud.
Los débitos contraídos con relación a las Leyes Cósmicas no quedan sin la debida liquidación, cambiando solamente  los procesos liberadores, ya que el Padre no desea la muerte del pecador, y si la del pecado, como esclareció Jesús, el Psicoterapeuta  por excelencia. Como el amor libera del pecado, todo el bien que se realice a través de la salud comporta mental y psíquica se transforma en recurso terapéutico, liquidando las deudas  y compromisos infelices que pesan en la economía de la evolución.
El amor es el único instrumento para regularizar todas las situaciones penosas e infelices de la trayectoria humana. El espirita es, realmente, el constructor de sus emociones que varían de la desdicha a la plenitud. De acuerdo con su comportamiento mental y emocional, la conducta en lo cotidiano se construye proyectando en la dirección del futuro todo ese arsenal de realizaciones que constituyen su patrimonio existencial. El libre albedrio es una concesión divina que tiene carácter relativo y no puede ser  ejercido sin responsabilidad por el que lo utiliza.
La vida establece sus códigos y la transgresión de los mismos genera los acontecimientos que se transforman en infortunio para los imprudentes, sean  o no conscientes de la responsabilidad en la acción que practiquen. Es obvio, que siempre hay factores ponderables que son tenidos en cuenta, agravando o disminuyendo  las consecuencias, conforme la conciencia de cada uno.”
Nadie huye de las leyes de Dios que tienen vigencia  en todas partes y que están escritas en la conciencia de todos los hombres. Nadie huye  de sí mismo, ni de las escenas  escabrosas que cometa, del remordimiento que suele dominar por largo periodo. Eso sucede más tarde cuando el espíritu despierta y está dispuesto al rescate, y empieza el periodo de resarcimiento. La punición divina, el pecado mortal nunca se hace de manera destructiva del pecador, sino de forma que lo eleve,  invitándolo a reparar todos los daños  practicados, mediante acciones edificantes y restauradoras del equilibrio. Por eso es muy difícil juzgar correctamente, por el discernimiento de las causas profundas y la percepción de todo en los acontecimientos, que solo la Conciencia Cósmica penetra. Pero nadie se libera de la culpa, sin padecer sus efectos dañinos y crueles.
Procuremos hacer el bien, para que no tengamos que portar el peso de las culpas por nuestros malos hechos.  La VIDA ES UN HERMOSO POEMA DE AMOR, QUE MUY POCOS SABEN CANTAR, APRENDAMOS LA SINFONIA DEL AMOR, EL NOS GUIARÁ SIEMPRE POR BUEN CAMINO.
- MERCHITA -
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BREVEDAD DE LA VIDA·
Francisco Cándido Xavier

La página de versos de nuestro amigo espiritual Luciano De los Reis fue recibida en el cierre de nuestra reunión pública.

Ante el reinicio del tiempo, en el Año Nuevo,* las conversaciones que nos procedieron en las tareas versaron sobre la brevedad de la existencia humana.

Diversos compañeros se reportaban al pesar por ciertas oportunidades perdidas, mientras otros lanzaban indagaciones sobre el significado del tiempo en nuestras vidas.

Al comienzo de los trabajos, El Libro de los Espíritus nos ofreció la cuestión 992, dando motivo a las justas reflexiones.

*Año 1973.
VERSOS DEL TIEMPO· Luciano de los reyes
Enseño que la vida insiste
En componer y recomponer:
-El tiempo que hace el odio
Es el mismo que hace el amor.
La criatura sin tiempo,
Que no gasta el tiempo en vano.
En tiempo alguno haya tiempo
Para huir de la tentación.
Hay quien no roba dinero,
Ni ventajas parecidas,
Más hurta el valor del tiempo
Necesaria para la luz de la vida.
Filosofía del tiempo
En cualquier tiempo y lugar:
-Infeliz del corazón
Que no consigue esperar.
El tiempo recuerda a la gleba
Donde la mata se agiganta,
Recibe cualquier simiente,
Da todo de lo que se planta.
Bondad, apoyo, servicio,
Rescate, atención, deber…
Nota que el tiempo no para,
No hay momento que perder.
Acción es la mente por fuera,
Que nos pone la vida en tela,
Los otros nos fotografían,
Después el tiempo revela.
Para encontrar la justicia
Reflexiona en el eterno Bien…
Dios da igual el tiempo a todos,
No menosprecies a nadie.

                          TIEMPO DE VIVIR· 

J. Herculano Pires (Hermano Saulo)

Desde que el hombre comenzó a pensar, a tomar conciencia de sí mismo y del mundo, el problema del tiempo lo preocupo. Muchos caucionaron ese problema, más nadie lo resolvió. El primer aforismo de Hipócrates aparece en latín en la forma clásica de Ars larga, vita breves Camones repite en este verso: “Para tan corta vida, tan largo arte!”

El simposio espirita semanal de Uberaba habría también de enfrentar ese problema, más ahora disponiendo de la solución espirita.

Eclesiastés afirma que Dios hizo tiempo para todo. En la Génesis de Allan Kardec, tenemos una definición que nos muestra su relatividad. Esta concepción de la relatividad del tiempo se acentúa en la doctrina de las vidas sucesivas, de las existencias palingenésicas que son solidarias entre sí. Para cada existencia, un determinado tiempo – el tiempo necesario para la ejecución de las tareas que el espíritu trae como su incumbencia en la reencarnación.

Así, el aforismo Ars larga, vida breve corresponde apenas a una visión limitada de las cosas. Dios nos concede tiempo para todo, más no en los exiguos limites de una encarnación. Camoes vio la extensión infinita del arte, en que podría crear sin cesar, más se angustiaba con el tiempo exiguo de que disponía. No obstante, más allá de los limites de las existencias, el podría disponer del ilimitado de la vida que se amplía en la duración de la inmortalidad. Así como el día es corto para la ejecución de un trabajo, más podemos prolongarlo con el día siguiente, así acontece en la sucesión de las encarnaciones.

Las filosofías de la existencia nos reclaman atención para el aquí y el ahora, más el existencialismo espirita valorizando esas categorías en el momento que pasa, no se olvida de que ya dispusimosdel entonces y dispondremos del mañana. Anteriormente, en el entonces, acondicionamos el aquí y el ahora ala ejecución de determinadas tareas y Dios concede hoy el tiempo para eso. si lo aprovechamos bien el tiempo concedido, el no nos parecerá insuficiente. Si lo desaprovechamos, condicionaremos el mañana a nuevas angustias de tiempo.

Es así que podemos entender los versos finales de Luciano de los Reyes: “Dios da el mismo tiempo a todos/ no menosprecia a nadie. “Reclamamos del tiempo lo que deberíamos reclamar de nosotros mismos, pues lo que nos falta en este momento corresponde exactamente a lo que desperdiciamos aun hace poco. Si aprovechamos con inteligencia y cuidado cada minuto que pasa, veremos que Dios nos concedió tiempo para todo lo que tenemos que hacer realmente en esta vida.

Artículo publicado originalmente en la columna dominical “Chico Xavier pide licencia” del periódico Diario de S. Paulo, en la década de 1970
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MEDIUMS INTERESADOS.

El que no quiere tomarse el trabajo de estudiar, tiene más curiosidad que deseo real
de instruirse, y los espíritus no aprecian más que yo a los curiosos. Por otra parte, la codicia
les es esencialmente antipática, y no se prestan a nada que puede satisfacerla. Sería
preciso sería formarse de ellos una idea muy falsa para creer que espíritus superiores, como
Fenelón, Bossuet, Pascal y San Agustín, por ejemplo, se pongan a las órdenes de un
advenedizo, a tanto por hora. No, caballero, las comunicaciones de ultratumba son muy
serias y requieren mucho respeto para ser puestas en exhibición.
Sabemos, por otra parte, que los fenómenos espiritistas no marchan como las ruedas de un
mecanismo, puesto que dependen de la voluntad de los espíritus. Aun admitiendo la aptitud
medianímica, nadie puede responder de obtenerlos en un momento determinado. Si los
incrédulos son dados a sospechar de la buena fe de los médiums en general, peor sería si
se notase en ellos el estímulo del interés. Y con razón podría sospecharse que el médium
retribuido simularía el fenómeno cuando no lo produjese el espíritu, porque ante todo le sería preciso ganar su dinero. Puesto que el desinterés más absoluto es la mejor garantía
de sinceridad, repugnaría a la razón el hacer venir por interés a las personas que nos son
queridas, suponiendo que consintiesen en ello, lo cual es más que dudoso: en todo caso,
sólo se prestarían a este cálculo espíritus de baja ralea, poco escrupulosos acerca de los
medios e indignos de confianza, y aun éstos se gozan en el censurable placer de burlar las
combinaciones y los cálculos de sus panegiristas.
La naturaleza de la facultad medianímica se opone, pues, a que se la convierta en una
profesión, porque depende de una voluntad extraña al médium que podría faltarle en el
momento en que más la necesitase, a menos que no se la supliese por la astucia. Pero aun
admitiendo una completa buena fe, desde el momento en que los fenómenos no se obtienen
a voluntad, seria efecto de la casualidad el que, en la sesión retribuida, se produjese
precisamente el hecho deseado para el convencimiento. Bien puede usted dar cien mil
francos a un médium, seguro de que no obtendrá de los espíritus lo que éstos no quieran
hacer. Este cebo, que desnaturalizaría la intención, transformándola en un violento deseo de
lucro, sería, por el contrario, un motivo de que no lo obtuviese. Si se está bien persuadido de
la verdad de que el afecto y la simpatía son los más poderosos móviles de atracción para los
espíritus, se comprenderá que no pueden ser solicitados por el pensamiento de emplearlos
en el lucro.
Aquel, pues, que tenga necesidad de hechos para convencerse, debe probar a los espíritus
su buena voluntad con una observación seria y paciente, si quiere ser secundado por ellos.
Pero si es verdad que la fe no se impone, no lo es menos que tampoco se compra.
V. - Comprendo este razonamiento desde el punto de vista moral; ¿pero no es justo que el
que emplea su tiempo en interés de la causa sea indemnizado, impidiéndole aquel empleo
el trabajar para vivir?
A.K. - Ante todo, ¿lo hace precisamente en interés de la causa o en interés propio? Si ha
dejado su estado, es porque no estaba satisfecho de él y porque esperaba ganar más con el
nuevo oficio, o trabajar menos. Ningún mérito tiene emplear el tiempo cuando se hace para
lograr provecho. Esto es absolutamente como decir que el panadero fabrica el pan en
provecho de la Humanidad. La mediumnidad no es el único recurso, y de no existir ella, los
médiums interesados se verían obligados a ganarse la vida de otro modo. Los médiums
verdaderamente formales y desinteresados buscan los medios de vivir en el trabajo
cotidiano, y no abandonan sus ocupaciones cuando necesitan de éstas para subsistir: sólo
consagran a la mediumnidad el tiempo que sin perjuicio puedan ocuparle; si se dedican a ella en sus ratos de ocio y de reposo, existe entonces verdadero desinterés, por el cual se
les ve agradecidos y son objeto de aprecio y respeto.

QUE ES EL ESPIRITISMO. ALLAN KARDEC.

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