El Dios Baco (Mitología) |
El hombre naturalmente busca el placer y el bienestar.
Se trata del reflejo del instinto de conservación, cuyo objetivo es asegurar la existencia física por el máximo de tiempo posible.
La vida terrenal es imprescindible para la evolución intelectual y moral de los Espíritus.
Ella apenas deja de ser necesaria en estados superiores de la existencia inmoral.
Así, el gusto por el placer atiende a naturales imperativos de evolución.
El sexo es placentero y mediante el la especie se perpetua.
En el caso de que no hubiese alguna satisfacción envolviendo nuestros actos procreativos, la Humanidad estaría extinguida hace largo tiempo.
La alimentación también la envuelve el placer.
El cuerpo físico necesita recibir combustibles adecuados para su estructura.
El atendimiento de esa necesidad no se da apenas por la fuerza del hambre, más también la envuelve la satisfacción.
El descanso igualmente trae una cierta voluptuosidad.
El atendimiento de todas las necesidades naturales, sean físicos o emocionales, engloba determinada dosis de placer.
Como el ser humano no fue hecho para vivir solo, el se regocija en el contacto con sus amigos y amores.
La necesidad de contacto y del reconocimiento por los semejantes, cuando es atendido, produce dulces sensaciones.
Evidentemente, la sabiduría reside en el equilibrio.
Negar los placeres comunes a la existencia, sin cualquier objetivo noble, nada tiene de elogiable.
La madre que se priva del pan para alimentar a los hijos da muestra de abnegación y nobleza.
Mas alimentarse menos de lo que es necesario para la manutención de la salud apenas para el auto flagelo no es recomendable.
Los objetivos superiores de la existencia no son incompatibles con pequeñas alegrías terrenas.
Jesús señalizó esa verdad, al afirmar que no es lo que entra, más si lo que sale de la boca del hombre lo que contamina.
Si la voluntaria privación de los bienes de la vida no es buena, lo mismo se da con el abuso.
La glotonería provoca dolencias y disminuye el tiempo de vida.
El uso desvirtuado de las fuerzas genéricas produce desequilibrios físicos y emocionales.
Dormir demás o descansar en exceso constituyen desperdicio de tiempo.
Así, lo relevante es guardar el equilibrio ante los gustos y placeres terrestres.
Si ellos no son condenables, tampoco constituyen el objetivo de la existencia.
Nadie nace solo para comer, beber dormir y procrear.
Entender el placer en su real valor ayuda a no demonizarlo o endiosarlo.
Vivir correctamente no presupone abstenerse de las alegrías y satisfacciones a la condición humana.
La pureza no reside en la abstención de los dones de la vida, más si a utilizarlos con el equilibrio y discernimiento, sin perjudicar al prójimo.
La sabiduría reside en utilizar todo con moderación, sin tornarse esclavo de los hábitos, cosas o sensaciones.
La finalidad de la existencia terrena es propiciar la evolución intelectual y moral de los Espíritus.
Todos renacen para vencer antiguos vicios, para abandonar el egoísmo y vivir el amor.
No se trata de piedad sentimental, más si de la vivencia de la fraternidad y de la compasión.
No se desvié de esa meta por una comprensión equivocada de la vida.
En el contexto de su existencia inmortal, poco adelantaría el tornarse un asceta.
También será indigno de su condición de Espíritu inmortal vivir como un animal irracional, en la búsqueda incesante de placeres.
Empéñese en ser equilibrado, bondadoso y solidario.
Es en verdad trabajoso, mas constituye el objetivo de su venida a la Tierra.
Piense en eso
Redação do Momento Espírita.
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El terrible adversario de la humanidad es el orgullo. Si Cristo prometía el Reino de los Cielos a los más pobres, es porque los grandes de la Tierra se figuran que títulos y riquezas son recompensas que se han concedido a su mérito, y que su esencia es más pura que la del pobre. Creen que todo eso se les debe, de ahí que cuando Dios se lo quita lo acusen de injusto. ¡ Oh, irrisión y ceguera! ¿ Acaso hace Dios distinción entre vosotros por el cuerpo? La envoltura del pobre, ¿ no es la misma que la del rico? El Creador, ¿ ha hecho dos especies de hombres? Todo lo que Dios créo es grande y sabio. No debéis atribuirle nunca las ideas que acunan vuestros orgullosos cerebros.
¡Oh, rico! mientras tú duermes bajo un cielo raso con adornos dorados, a cubierto del frío, ¿ no sabes que millares de hermanos tuyos, que valen tanto como tú, yacen en jergones? El desventurado que padece hambre, ¿no es acaso tu igual?
Ante esta palabra tu orgullo se subleva, bien lo sé.
Consentirás en darle una limosna, pero jamás le estrecharías fraternalmente la mano. ¡Qué! exclamás . ¡Yo, nacido de noble casta, uno de los grandes de la Tierra!, ¿ puedo ser el igual de ese miserable que viste andrajos? ¡Vana utopía de presuntos filósofos! Si fuéramos iguales, ¿por qué lo puso Dios tan bajo y a mí, en cambio, tan arriba? Cierto que las ropas que uno y otro vestís no se asemejan mucho, pero si ambos os despojáis de ellas,¿que diferencia habrá entre vosotros?
"La nobleza de sangre ", alegarás. Pero la química no ha encontrado ninguna diferencia entre la sangre del gran señor y la del plebeyo, entre el amo y la del esclavo. ¿ Quien puede asegurarse que no has sido miserable e infeliz como él ? ¿ Qué pedías limosnas ? ¿ O que no la pedirás algún día, a ese mismo a quien hoy menosprecia? ¿Son eternas las riquezas? ¿No concluyen junto con el cuerpo, envoltura perecedera de tu espíritu? ¡ Oh, vuelve a la humildad! Pon al fin los ojos en la realidad de los asuntos de este mundo, en lo que constituye la grandeza y la humillación en el otro.
Piensa que la muerte no dejará de alcanzarte, igual que a los demás, y que tus títulos no te preservarán de ella. Que puede herirte mañana mismo, hoy, dentro de una hora. Y si te amortajas en tu orgullo, ¡oh, entonces lo siento por ti, pues serás digno de piedad!
¡Orgullosos ! ¿ Qué erais antes de ser nobles y poderosos?
Quizá estabais más abajo que el último de vuestra servidumbre. Inclinad, pues,
vuestra altiva frente, que Dios puede bajarla en el momento mismo en que más
alta la ponéis .
El Evangelio según el Espiritismo.
Allan kardec.
vuestra altiva frente, que Dios puede bajarla en el momento mismo en que más
alta la ponéis .
El Evangelio según el Espiritismo.
Allan kardec.
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OBSESIÓN Y EVANGELIO
A quien dijese que el Espiritismo creó las obsesiones en el mundo actual, le respondemos con los mismos Evangelios.
En los versículos 33 al 35, capitulo 4 del Evangelio según Lucas, se observa el caso de un hombre que se encontraba en el santuario poseído por un Espíritu en sufrimiento, el cual, al ver a Jesús, le gritó lo siguiente: "¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Y el Maestro, luego de reprenderlo, consiguió retirarlo, restaurando el sano juicio al compañero que sufría su asedio.
Tenemos ahí la obsesión directa.
En los versículos 2 al 13, capitulo 5 del Evangelio según Marcos, nos encontramos con el auxilio prestado por Cristo al pobre gadareno, tan horrorosamente torturado por Entidades crueles que lo llevaban a asemejarse a un animal feroz refugiado en los sepulcros.
Tenemos ahí la obsesión, seguida de posesión y vampirismo.
En los versículos 32y 33, capitulo 9 del Evangelio según Mateo, leemos la noticia de que el pueblo llevó al Divino Benefactor un hombre mudo que estaba bajo el dominio de un Espíritu en profunda perturbación que, retirado el extraño huésped por la bondad del Señor, el enfermo recuperó el habla.
Tenemos ahí la obsesión compleja, abarcando el alma y el cuerpo.
En el versículo2, capítulo 13 del Evangelio según Juan, leemos la palabra positiva del apóstol aseverando que un Espíritu perverso había colocado en el sentimiento de Judas la idea de la negación del apostolado.
Tenemos ahí la obsesión indirecta, en que la víctima padece la influencia perniciosa sin perder su propia responsabilidad.
En los versículos 5 al 7, capitulo 8 Hechos de los Apóstoles, nos informamos de que Felipe, transmitiendo el mensaje de Cristo entre los samaritanos, consiguió que muchos cojos y paralíticos se curasen de inmediato con el simple alejamiento de los Espíritus inferiores que los trababan.
Tenemos ahí la obsesión colectiva, generando múltiples molestias.
Vemos, pues, que el Nuevo Testamento trata, de cabo a rabo, el problema de la obsesión con el mismo interés humanitario que lo hace la Doctrina Espírita.
No nos detengamos frente a los críticos contumaces.
Extendamos el servicio de socorro a los procesos obsesivos de cualquier procedencia, dado que los principios de Allan kardec reviven las enseñanzas de Jesús en la antigua batalla de la luz contra las tinieblas, o del bien contra el mal.
Espíritu Emmanuel.
Médium Francisco Cândido Xavier.
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PROFUNDIZANDO EN NUESTRAS VIDAS…
En el mundo espiritual, igual que sucede en la tierra, el sufrimiento y la expectación pulen el alma, disciplinando, perfeccionando, reconstruyendo… cuando atravesamos las fronteras de las cenizas, nos enfrentamos realmente a la responsabilidad inevitable, ante el reencuentro con nuestra propia conciencia.
En la tumba dejamos la envoltura carnal y transportamos con nosotros a otras esferas, en la misma ficha de identificación personal, los ingredientes espirituales que cultivamos y atrajimos.
Encontramos criaturas que se separan de la envoltura carnal, entrando en largos procesos obsesivos, los cuales se mueven a costa de fuerzas extrañas, al lado de otras que, de pronto, se elevan primorosas y bellas, hacia planos superiores de la evolución. Y entre las que se aferran profundamente a las sensaciones de la naturaleza física y las que conquistan la sublime ascensión para estadios edificantes, en el más allá, surge una gama infinita de diferentes niveles.
Emergiendo en la espiritualidad, después de la desencarnación, se sufre al principio el desencanto para todos los que esperaban un cielo teológico, fácil de ganar.
La verdad aparece con potencia renovadora. Padeciendo todavía una espesa amnesia con relación al pasado remoto, que descansa en los poros de la memoria, aparecen los viejos preconceptos que chocan en nuestro interior, cayendo destrozados. Suspiramos por la inercia que no existe. Exigimos una respuesta afirmativa a los absurdos de la fe convencional y dogmática que reclaman la integración con Dios para uno mismo, excluyendo pretenciosamente de la Paternidad Divina a los que no compartan su estrecha visión.
Hay momentos, en los cuales sería preciso profundizar en nuestras vidas y analizar el pasado para extraer de él la verdad, solamente la verdad…
¡Meditad, vosotros que en el mundo consideráis para los desencarnados la indiferencia de la ceniza! Más allá de la tumba, el amor y la tristeza muchas veces se transforman en sentido llanto.
Después de la desencarnación, nos encontramos en la segunda fase de nuestra propia existencia y nadie en la Tierra imagina las nuevas condiciones en que nos encontramos… De entrada, renovamos la vida.
Equipos salvadores, apoyo en la oración, estudio de las vibraciones, escuela de caridad. Ensayamos, felices, el culto de los grandes sentimientos humanos… Después, cuando volvemos al trabajo más íntimo en el entorno doméstico, que suponíamos barrido para siempre de la memoria, Equipos salvadores, apoyo en la oración, estudio de las vibraciones, escuela de caridad. Ensayamos, felices, el culto de los grandes sentimientos humanos… Después, cuando volvemos al trabajo más íntimo en el entorno doméstico, que suponíamos barrido para siempre de la memoria, es preciso exprimir la sangre del corazón para confirmar lo que nos dicta nuestra cabeza…
La medicina es una ciencia luminosa, llena de puro raciocinio; pero muchas veces se ve obligada a descender de la alta cultura para diseccionar cadáveres… Nadie aplaude la enfermedad, ni alaba el desequilibrio…
La sublimación progresiva del sexo, en cada uno de nosotros, es un horno candente de sacrificios continuos. No nos cabe condenar a nadie por faltas en las que quizá podamos incidir o de las que hayamos sido culpables en otras ocasiones. Comprendamos para que podamos ser comprendidos.
En el cuerpo físico o actuando fuera del mismo, el espíritu es dueño de sus actos, la responsabilidad no es algo que pueda alegremente cambiar. Todos somos libres para sugerir o asimilar esto de aquello.
La hipnosis es un tema complejo, que reclama un examen de todos los ingredientes morales. La alienación de la voluntad tiene límites, los llamamientos se producen en todos los caminos y las experiencias son lecciones y nosotros somos todos aprendices. Aprovechar las enseñanzas de un maestro o, por el contrario, seguir a un malhechor, es una decisión nuestra, y los resultados dependerán de ella.
La responsabilidad va pareja al conocimiento. No disponemos de medios precisos para impedir que un amigo se ahogue en deudas escabrosas o se pierda en desatinos deplorables, aunque nos sea lícito dispensarle todo el auxilio posible, con el fin de que se proteja contra el peligro, siendo notorio que las autoridades superiores de la Espiritualidad lleguen a suscitar medidas especiales que imponen grandes aflicciones y dolores a determinadas personas, con el objetivo de liberarles de desastres morales inminentes, cuando merezcan ese amparo excepcional. En la Tierra la justicia apenas corta las manifestaciones de alguien, cuando ese alguien compromete el equilibrio y la seguridad de los otros en el área de la responsabilidad que la vida le marca, dejando a cada uno la facultad de proceder como mejor le parezca.
Teniendo en cuenta que la responsabilidad de alguien se encuadra en el conocimiento superior que ese alguien ya adquirió, es fácil de admitir que los compromisos de la conciencia, asuman las dimensiones de autoridad que le fue atribuida. Una persona con mucha autoridad puede conducir a extensas comunidades a la cima del progreso y la perfección o hundirles en la decadencia. Eso en la medida exacta de las actitudes que tome para el bien o para el mal. Naturalmente, gobernantes y administradores, en cualquier época, responden por lo que hacen. Cada cual da cuenta de los recursos que le han sido confiados y de la zona de influencia que recibió, pasando a recibir automáticamente, los bienes o los males que haya sembrado.
Un grupo familiar se define como una máquina constituida por piezas diferentes, aunque ajustadas entre sí para realizar su función. Cada uno de aquellos que lo integran es parte de las realidades engranadas en el conjunto.
Para el hambre física, todo alimento es válido, pero en el amor… en el amor, la felicidad es semejante al aro en que el hombre posee una mitad y la mujer la otra. Para que la euforia vibre perfecta en el círculo, es imprescindible que las mitades sean de la misma sustancia. Nadie consigue la fusión de un trozo de oro con otro de madera. Paganini tocó con sólo una cuerda, mientras la cuerda se armonizaba con él. Jamás hubiese alcanzado la fama con cuerdas hechas de un material de mala calidad. Cada hombre, para realizarse en los dominios de la vitalidad y de la alegría, ha de encontrar la mujer magnética que le corresponde, compañera en afinidad absoluta, capaz de ofrecerle la plenitud interior, trascendiendo convenciones y formas…
La carne es flor que brota en la tierra del espíritu, sólo eso. El labrador no sabe lo que compone realmente la tierra ni lo que está en el fondo de la planta. Decía Salomón que “todo es vanidad”, pero en realidad puede ser que todo sea ignorancia. Más en la superficie de las cosas, es posible distinguir claramente. Flor que nadie coge, es perfume que se pierde. Una hora de amor desaprovechada viene a ser como un pétalo en el estiércol. Rosa marchita, adorno para el suelo.
Enviado por Merchita
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