sábado, 11 de abril de 2015

Sobre las religiones


                                                   EL SEXO

El sexo en el organismo del ser, es un departamento divino del cual deberemos rendir cuentas, del huso que hicimos de él.

El cómo debemos regirnos en el, es un tema delicado, que no siempre dice a gusto de todos. Pero como en todas las demás cosas, siempre existe una dirección  que debemos seguir para sentirnos eficientes dentro de su buen funcionamiento.
Ignorar el sexo en nuestra edificación espiritual seria ignorarnos.

Urge, no en tanto, situarlo al servicio del amor sin que el amor se le subordine.

Imaginémoslo ambos, en la esfera de la personalidad como el rió y el dique en la largura de la tierra. El rió fecunda. El dique controla. El rió esparce fuerzas. El dique  le detiene la expansión. En el río, encontramos la naturaleza. En el dique sorprendemos la disciplina. Si la corriente amenaza la estabilidad de construcciones dignas, comparece para canalizarla provechosamente en otro nivel. Con todo,  superado el dique, aparece la destrucción toda vez que la masa liquida se dilata en volumen.

Igualmente el sexo es energía creativa, más el amor necesita estar junto a el, para funcionar  por dirección segura.

Si la simpatía sexual pronuncia la disolución de obras morales respetables, es imprescindible que el amor le norteé los recursos para manifestaciones más altas, por cuanto, siempre que la atracción genérica es más poderosa que el amor, surge las crisis de largo curso, retardando el progreso y perfeccionamiento  del alma, cuando no le embargan las pasiones en la locura o en la frustración, en la enfermedad o en el crimen.

Tanto como el dique precisa erguirse en defensiva constante, en el gobierno de las aguas, debe guardarse el amor en permanente vigilancia en la paralización del impulso emotivo. Fiscaliza, así, tus propios deseos.

Todo pensamiento alentado tiende a expresarse en acción.

Casi siempre los que llegan al más allá del túmulo sexualmente depravados, después de largas perturbaciones renacen en el mundo, tolerando molestias insidiosas, cuando no se corporifican en desesperadora condición inversiva, amargando las pesadas pruebas como consecuencias de excesos delictuosos a que se enredaron.

A la manera de enfermos difíciles, en el lecho de la contención, padecen, inhibiciones oscuras o embargan  señales morfológicas en desacuerdo con las tendencias masculinas o femeninas en que aun practican en el elevado intento de optar a la propia caída en nuevos desmanes sentimentales.
  
Ama, pues, y ama siempre, porque el amor es la esencia de la propia vida, más no pienses en ser amado.

Ama por hijos del corazón aquellos de quien por momento, no puedes repartir la convivencia mas intima, aprendiendo el puro amor eterno que Jesús nos legó

Más, si la inquietud sexual te golpea las horas, no te decidas a aceptar el consejo de la irresponsabilidad que te inclina a partir livianamente “al encuentro de un hombre” o “al encuentro de una mujer”, muchas veces en peligroso agravio de tus problemas.

Antes de todo, procura a Dios, en el corazón, según la fe que cultivas, y Dios que creó el sexo en nosotros, para el engrandecimiento de la criatura, en la carne y en el espíritu no enseñará a dirigirlo.
Merchita
 Por el  Espírito Emmanuel - do Libro "Religión dos Espíritus" - Psicografiado por Francisco C. Xavier.

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           SOBRE LAS RELIGIONES:Reflexión

Creo que el decir que el espiritismo es una religion, además de no ser cierto, perjudica seriamente la Doctrina espirita.
Las personas se alejan cada vez mas de las religiones, pues las personas cada vez son mas inteligentes y se dan cuenta de la irrecionalidad y escaso o nulo razonamiento que contienen.
Temas, entre otros, como el demonio, el infierno, las penas eternas, misas pagadas, etc, etc, etc, se haria muy largo enumerar todas las Incoherencias, fuera de razonamiento que nos presentan.
Creo que es un deber moral explicar el error en el que estan incurriendo y exponer la verdad.
Lo ilogico frente a la logica y el razonamiento.
   De no ser asi, entonces, cuando alguien diga que el espiritismo es una religion, ¿ digo que si ? 
   Cuando digan que la biblia es la palabra de Dios y que todo lo que en ella hay es verdad, ¿me callo y lo acepto ?.
 Cuando digan que existe el Demonio, el infierno y las penas eternas,¿me callo y lo acepto ?
 Cuando digan que los espiritas se comunican con Satanás ( QUE NO EXISTE ) etc, etc. 
¿Me callo y lo acepto?
Cuando digan todas estas erroneas cuestiones sin logica ni razonamiento, ¿me callo, lo acepto? 
¿Y que la gente continúe pensando que todos estos absurdos son verdad ?.
Pues no me callo. Con educación y sin faltar el respeto se tiene que instruir, explicar y razonar todas estas erróneas mentiras inventadas por los religiosos, que esto no es la palabra de Dios ni de Jesus.
No seré yo la que continue con todas estas mentiras.
Las creencias e ideas que no sirven, deben desaparecer y dar paso a las nuevas ideas que sean razonables y nos ayuden a nuestra evolución y no que la paralicen.
No me callo ante la mentira y la falta de razonamiento; toda idea tiene que ser razonada, entrar de frente a la razón.
Se debe instruir y a la vez instruirse también uno, pero no con mentiras y manipulaciones.
La verdad te hará libre.
Los religiosos se aprovechan de la ignorancia de las personas.
Por esto hay que instruir y dar a conocer la verdad.
Angeles C.M
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LA FE, NO SE ORDENA



Se dice vulgarmente que la fe no se ordena, de ahí que muchas personas aleguen, que no es culpa suya si no tienen fe.
No cabe la menor duda de que la fe no se ordena, y lo que es todavía  más justo: La fe no se impone.
No, no se ordena, pero se adquiere, y a nadie se le impide adquirirla, incluso entre los más refractarios a ella. 
Estamos hablando de las verdades espirituales básicas y no de tal o cual creencia en particular.
No corresponde a la fe ir hacia los seres humanos, sino que éstos deben anticipársele y marchar a su encuentro, y la hallarán si la buscan con sinceridad.
Tened, pues, la certeza de que quienes afirman: "nada nos agradaría más que poder creer, pero no podemos ", están diciéndolo de labios para afuera y no con el corazón, porque al expresar eso se tapan los oídos.
Con todo, abundan las pruebas a su alrededor. ¿Por qué, entonces, se rehúsan a verlas?
En unos es por despreocupación; en otros, por temor de verse obligados a modificar sus hábitos, y en la mayoría, a causa del orgullo, que elude reconocer la existencia de un poder superior, pues en tal caso debería inclinarse ante él.
En algunos la fe parece, en cierto modo, innata. Basta una chispa para encenderla. Esa facilidad para asimilar las ideas espiritistas, constituye un signo evidente de progreso anterior.
En otros, a la inversa, tales ideas no penetran sino con dificultad, señal no menos notoria de una naturaleza retrasada. 
Los primeros creyeron y comprendieron ya. Traen al renacer la intuición de lo que sabían: su educación está consumada.
Los segundos, en cambio, tienen que aprenderlo todo: su educación está por hacerse, pero se hará, y si no se completa en la vida actual, lo será en una futura.  
Hemos de convenir sin embargo, en que la resistencia del incrédulo, muchas veces no se debe a él mismo, sino a la forma en que le son presentadas las cosas.
La fe requiere una base, y esa base es la comprensión acabada de lo que se debe creer. Para creer no basta ver, sino sobre todo comprender.
La fe ciega no es ya de este siglo. Precisamente, el dogma de la fe ciega, es el que produce en la hora actual mayor número de incrédulos....
Porque quiere imponerse y exige al hombre que abdique de una de sus más valiosas prerrogativas; el razonamiento y el libre albedrío.
A esa clase de fe sobre todo, se resiste el incrédulo, lo que pone una vez más de relieve la verdad, de que la fe  no se ordena.
Puesto que tal fe no acepta presentar pruebas, deja en el espíritu un vacío, del que nace la duda.
Contrariamente, la fe razonada, es aquella que se apoya en los hechos y en la lógica, no deja tras de si ninguna oscuridad: en tal caso, se cree porque se está seguro, y sólo se tiene esa seguridad cuando se ha comprendido.
He aquí por qué la fe razonada no cede. Porque sólo es inquebrantable aquella fe que pueda mirar frente a frente a la razón en todas las edades de la humanidad.
El Espiritismo conduce a ese resultado, de ahí que triunfe sobre la incredulidad todas las veces que no encuentre una oposición sistemática e interesada.

El Evangelio según El Espiritismo.

Comentario. Si la fe ciega no era del siglo pasado, mucho menos de este, por mucho que se resistan las fuerzas contrarias,  esta mundo camina hacia la transformación.
Muchos son  los que están despertando de un letargo espiritual, comprendiendo, que Dios es justicia sabiduría y poder, y todo es sostenido por el Amor.

Marco Antuan
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PERDIDA DE ENTES QUERIDOS

        De vez en cuando tomamos conocimiento de una tragedia, involucrando a padres, hijos y otras personas de nuestro relacionamiento o incluso desconocidas. Siempre acontecen en estas ocasiones de las muertes prematuras de niños y jóvenes en plena flor de la edad, en cuanto otros mas viejos y enfermos quedan hasta el final de la existencia en una cama,necesitando la ayuda de personas que les presten asistencia,hasta que un buen día desencarnan, o sea, salen de la carne o mas popularmente , la muerte de su cuerpo.

      La muerte hasta hoy, es temida y detestada, principalmente cuando es a causa de un acto de violencia, una enfermedad aguda o por accidentes de tránsito, que tienen una gran incidencia, matando mas que el sida, las enfermedades cardiacas o masrecientemente, el maremoto de Asia que segó muchas vidas con mucho sufrimiento.
     
     Solo podemos entender este fenómeno se recurrimos al conocimiento de la vida espiritual, esto es, las Leyes que rigen nuestras vidas, como: La Ley de la reencarnación; la de Causa y Efecto, o la de Justicia Divina, que estructuran e impulsan nuestra evolución, ya que el Espíriitu, esta realidad eterna del ser inteligente de la creación, existe de toda la eternidad,no nace ni tampoco muere. Muere solo el cuerpo que se estructura en trillones de células, cuyos elementos químicos que las componen, se van a descomponer y a retornar a la naturaleza,, que por cierto, dará origen a un nuevo cuerpo.
   
     Pero, ¿finalmente por qué suceden estas tragedias?. Tenemos que explicar por dos razones que fueron estudiadas por el eminente educador y Codificador de la Doctrina Espírita, el maestro Allan Kardec: La primera es el mal uso del libre albedrío, asentado en la Ley de Libertad, que nos proporcionala oportunidad de sembrar, pero también de cosechar. Si fuimos invigilantes o tratamos de perjudicar a alguien, tendremos resultados normalmente desastrosos, para nuestra vida y la de otras personas. La segunda, ¿Cómo entender los casos que acontecen sin poderlos evitar, cuando no fueron intencionadamente planeados, fuera del alcance de nuestra voluntad?, - ahí la Ley de la Reencarnación o de las Vidas sucesivas, nos permite volver a la Tierra muchas veces para evolucionar, sino también, para rescatar las faltas graves cometidas en el pasado, de otras vidas, favoreciendo su comprensión.
  La Doctrina Espíirita nos enseña que en la mayoría de las veces, antes de llegar a la Tierra, por la Ley de Causa y Efecto, el Espíritu, comprometido con el pasado,lleno de remordimientos, viviendo en el mundo espiritual la verdadera morada, pide renacer en la escena terestre, sujeto a los sufrimientos, incluso  la muerte prematura. No quedan dudas de que muchos solo consideran una vida única, nacer  y morir una vez, todo en el estrecho espacio de una existencia: la cuna y la tumba, después del juicio. La vida en la Tierra es todo. La vida material que conocemos es la única razón de existir. En este caso, el cielo, el infierno y el purgatorio, son los lugares escogidos de acuerdo a la creencia religiosa de la familia y de las tradiciones que, lamentablementeson aún enseñadas por los líderes religiosos.
     Normalmente, en otras vidas pasadas, usando mal el libre albedrío, llevamos a personas a las muertes prematuras, al suicidio, a los crímenes más diversos, que por cierto, no fueron debidamente rescatados, pidiendo así, retornar en un nuevo cuerpo, pero con la deúda debidamente anotada en los libros de la vida espiritual y, también, en nuestra conciencia para un rescate, muchas veces colectivo. Todo aquello que hagamos a los semejantes tendremos antes o después que rescatar por el amor o por el dolor rectificador, ya que nuestro planeta es de pruebas y expiaciones.
   Finalmente, cuando pasamos por estas pruebas, debemos entender que el Espíritu no muere. Que después del pago de la deúda, volveremos por la Ley de la Reencarnación al escenario terrestre para aprender y recomenzar en los planos material y espiritual, educándose en el Amor, para una nueva existencia llena de nuevas oportunidades de redención a fin de que lleguemos un día a la Plenitud del Reino de Dios.
  
João Batista Cabra

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