RECUERDO HISTÓRICO DEL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS
Fue por vuelta de 1854 que Denizard Hippolyte León Rivail oyóhablar por la primera vez de las mesas parlantes al encontrarse conel magnetizador Sr. Fortier, que le narró tales hechos. No fue cético al extremo, pues conocía el magnetismo y sabía que el fluido magnético, una especie de electricidad, podía actuar sobre los cuerpos inertes. Pero poco tiempo después, en otro encuentro, al narrarle otros hechos sobre la mesa parlantecon el intuito de convencer a Rivail, este le respondió: “Sólo creeré viendo, ycuando me prueben que la mesa tiene cerebro para pensar, nervios para sentir y que puede volverse sonámbula.” (1)
A inicios de 1855, se encontró con un amigo que lo conocía hacía 25 años, el Sr. Carlotti, que le habló, también, de esos fenómenos. Como era ardiente y apasionado, además de ser poseedor de una bella alma, no se dejó de pronto convencer por la exaltación del amigo. Apenas le respondió: “No digo que no. Veremos más tarde.” (1)
Fue allí donde Rivailb presenció por la primera vez el fenómeno de las mesas parlantes que saltaban y corrían en condiciones indudables. Inclusive, presenció igualmente algunos ensayos, todavía imperfectos, de la escritura mediúmnica en una pizarra con el auxilio de un cesto.
Atento, entrevió en el fondo de aquella supuesta futilidad algo de serio, un hecho que debía tener una causa, podría estar allíla revelación de una nueva ley, y prometió a sí mismo que iría a investigar a fondo para encontrar la causa de esos acontecimientos sorprendentes.
En una de esas reuniones de la Sra. Plaineimaison conoció a la familia Baudin. Fue cuando el Sr. Baudin lo convidó para asistir a las sesiones que se realizaban semanalmente en su casa, en la calle Rochechouart. Surgía ahí una oportunidad para estudiar y observar más atentamente las causas generadoras de esos fenómenos. Rivail pasó a ser un frecuentador asiduo de esas reuniones asaz concurridas, ya que la entrada era franqueada a todo y cualquier interesado.
Dos médiums, hijas del Sr. Baudin, escribían en una pizarra con el auxilio de la cesta, llamada peonza, mostrada en la figura siguiente. La cesta, no es más que un porta-lápiz y un apéndice de la mano o un intermediario, entre la mano yel lápiz (2). Ese método requiere la participación de dos personas, excluyendo así la posibilidad de la influencia de las ideas del médium. Fue así que Rivail presenció comunicaciones seguidas de respuestas dadas a laspreguntas presentadas, inclusive a las preguntas que eran hechas mentalmente, haciendo entrever, con evidencia, la intervención de una inteligencia extraña actuando através del médium.
Conel tiempo la cesta peonza fue sustituida por una especie de mesa en miniatura, con tres pies, siendo uno de ellos el soporte del lápiz. Diversos otros dispositivos fueron desarrollados. Finalmente, se llegóa la conclusión de que los Espíritus podrían actuar directamente en la mano del médium (como generalmente escribimos), y ese método es usado hastalos días de hoy (ver figuras abajo) (2).
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Psicografía directa
El Espíritu que habitualmente se manifestaba daba el nombre de Zéfiro, completamente de acuerdo con su carácter yel de la reunión, donde los asuntos tratados eran generalmente frívolos, tratando de la vida mundana y del futuro de la vida material de cada uno de los presentes que lo consultaba.
Dijo Rivail que, apesar de todo, el Espíritu Zéfiro era muy bueno, yse declaraba protector de la familia, sabía hacer reír a los participantes, y,cuando era necesario, daba buenos consejos, muchas veces, con dichos satíricos y espirituosos.
En poco tiempo Zéfiro le ofreció pruebas de gran simpatía, donde más tarde, asistido por Espíritus superiores, lo ayudó significativamente en sus primeros trabajos espíritas.
Fue en esas reuniones, en la casa de la familia Baudin, que él desarrolló sus primeros trabajos importantes sobre Espiritismo, mucho más por la observación de que por las revelaciones.
Dijo Rivail sobre su trabajo inicial del Espiritismo:
“Apliqué a esa nueva ciencia, como lo había hecho hasta entonces, el método de la experimentación; jamás utilicé teorías preconcebidas: observaba atentamente, comparaba, deducía las consecuencias; de los efectos procuraba remontar a las causas, por la deducción y el encadenamiento lógico de los hechos, no admitiendo una explicación como válida sino cuando podía resolver todas las dificultades de la cuestión. Fue así que siempre procedí en mis trabajos anteriores, desde los 15 años de edad. Comprendí, desde luego, la seriedad de la exploración que iva a emprender; entreví, en esos fenómenos, la llave del problema, tan oscuro y tan controvertido, del pasado y del futuro de la Humanidad, la solución de lo que había procurado en toda mi vida; era, en una palabra, toda una revelación en las ideas y en las creencias; sería preciso, pues, actuar con circunspección, y no livianamente; ser positivo y no idealista, para no dejarse engañar.
Uno de los primeros resultados de mis observaciones fue que los Espíritus, no siendo otros sino las almas de los hombres, no tenían la soberana sabiduría, ni la soberana ciencia; que su saber estaba limitado al grado de su adelantamiento, y que su opinión no tenía sino el valor de una opinión personal. Esa verdad, reconocida desde el principio, me preservó del gran escollo de creer en su infalibilidad, y me impidió de formular teorías prematuras sobre el decir de uno sólo o de algunos.” (1)
El hecho de la posibilidad de la comunicación con los Espíritus, no importando lo que dijeran, probaba la existencia de un mundo invisible. Un campo inmenso a sus exploraciones que indicaban también ser la llave de una multitud de fenómenos inexplicados. Otro punto importante es que él podría conocer el estado de ese mundo bien como sus hábitos y costumbres. Rivail percibió en poco tiempo que cada Espíritu que se comunicaba, por su posición personal y por su conocimiento, cada uno, le desvendaba algún aspecto de ese mundo invisible, de la misma manera que se llega al conocimiento de un país entrevistando a los habitantes de todas las clases y condiciones sociales, con cada uno ofreciendo una información o una enseñanza.
Dijo sobre eso:
“Cabe al observador formar el conjunto con la ayuda de documentos recogidos de diferentes lados, coleccionados, coordinados y controlados unos por los otros. Actúa, pues, con los Espíritus, como lo habría hecho conlos hombres; fueron para mi, desde el menor al mayor, medios de informarme, y no reveladores predestinados.” (1)
La disposición adoptada por el profesor Rivail en sus estudios espíritas fue siempre seguir la siguiente regla: observar, comparar y deducir.
Si hasta entonces las sesiones en la casa del Sr. Baudin no tenían un objetivo determinado, Rivail, por su forma profesional y cuestionador, mudó naturalmente esa situación, pues en esas entrevistas con los Espíritus, antes frívolas, ahora se procuraba resolver problemas importantes y de gran interés bajo el punto de vista de la Filosofía, de la Psicología y de la naturaleza del mundo invisible: él iba a cada reunión con una serie de preguntas preparadas y metódicamente dispuestas, a los cuales los Espíritus le respondían con precisión, profundidad y lógica. A partir de entonces, si por algún motivo Rivail faltaba a alguna sesión, los participantes quedaban sin saber qué hacer.
Al principio, el profesor Rivail sólo tenía por objetivo instruirse; contodo, cuando percibió que aquellas informaciones formaban un conjunto y que tomaban proporciones de una Doctrina, resolvió tornarlas públicas para la instrucción de todos. Futuramente, esas informaciones, conpreguntas y respuestas, desarrolladas y completadas, constituirían la base de El Libro de los Espíritus.
“Todo fue obtenido por la escritura, por intermedio de diversos médiums.” Los primeros médiums que concurrieron para la elaboración de ese libro fueronlas Srtas. Baudin, cuya buena voluntad jamás les faltó:“casi todo el libro fue escrito por intermedio de ellas en presencia de numeroso publico que asistía a las sesiones conel más vivo interés.” (3)
En 25 de marzo de 1856, en la casa del Sr. Baudin, através de la médium Srta. Baudin, tuvo por la primera vez contacto con su guía espiritual. Días antes oyó batidas nocturnas repetitivas en el tabique que separaba su casa, situada en laCalle de los Mártires, 8, 2 piso, del cómodo vecino. En la sesión de aquel día, entonces, se entabló la siguiente entrevista:
“– P. ...¿podrías decirmela causa de esas pancadas que se oyeron con tanta persistencia (en mi casa)?
– R. Era tu Espírito familiar.
– P. ¿Con qué objetivo venía a golpear así?
– R. Quería comunicarse contigo.
– P. ¿Podrías decirme qué es lo que él quería de mi?
– R. Puedes preguntarle, porqué está aquí.
(...)
P. – ¿Mi Espíritu familiar, quien quiera que seas, os agradezco por haberme visitado; Podrías decirme quién sois?
– R.Para ti, me llamaré La Verdad, y todos los meses, aquí, durante un cuarto de hora, estaré a tu disposición.
(...)” (1)
En 17 de junio de 1856, aún en la casa del Sr. Baudin y a través de su hija médium, Rivail le pregunta al Espíritu (de la Verdad).
“P. – Una parte de la obra ya fue revisada. ¿Podrías tener la bondad de decir qué pensáis de ella?
R. – Lo que fue revisado está bien; pero, cuando todo termine, será preciso revisarla todavía, a fin de extenderla sobre ciertos puntos, y abreviarla en otros.” (1)
El 11 de septiembre de 1856, también, en la casa de los Baudin, después de haber hechola lectura de algunos capítulos del futuro Libro de los Espíritus, referente a las leyes morales, la médium Srta. Baudin escribió espontáneamente:
"Compreendistes bien el objetivo de teu trabajo; el plan está bien concebido; estamos contentos contigo. Continua, pero sobre todo, cuando la obra esté terminada, acuérdate de que nosotros te recomendaremos que la hagas imprimir y la propagues: es de una utilidad general. Estamos satisfechos y no te dejaremos jamás. Cree en Dios y camina". Este mensaje fué enseñado así: "Muchos Espíritus"(1)
En ese año de 1856, Rivail acompañó también las reuniones espíritas que sucedían en la Calle Tiquetone, en la casa del Sr. Roustan; la Srta. Japhet era la médium sonámbula. Aquí, las reuniones eran serias y ordenadas. Como el trabajo de Rivail estaba casi acabado, listo para un libro, él resolvió entrevistando a otros Espíritus mediante otros médiums. Inicialmente tuvo la idea de hacer objeto de estudio, pero al fin de algunas sesiones los Espíritus preferían verlo en la intimidad y, para ese efecto, marcaron ciertos días, en que trabajarían con la Srta. Japhet, con el fin de hacerlo con más calma, objetivando también evitar indiscreciones y comentarios prematuros del público. Con todo, Rivail no se contentó con esa verificación que los mismos Espíritus le recomendaron.
Así, Rivail procuró relacionarse con otros médiums y siempre que surgía una ocasión, aprovechaba para proponer algunas de las preguntas, principalmente las que le parecían más espinosas. Fue así que, en ese trabajo de revisión, más de diez médiums le prestaron asistencia. Eso sucedió a través de la comparación y de la fusión de todas las respuestas, coordinadas, clasificadas y muchas veces rehechas en el silencio de la meditación; Así se formó la primera edición de El libro de los Espíritus, que aparecería para el público el 18 de abril de 1857.
La parte esencial del trabajo de revisión fue hecha con el concurso de la señorita Japhet que se prestó, con la mayor complacencia y el más completo desinterés, a todas las exigencias de los Espíritus. La Sta. Japhet, que también era una sonámbula muy notable, tenía el tiempo de su vida particular completamente ocupado, pero comprendió la necesidad de la utilidad de ese trabajo en favor de la propagación de la Doctrina y se dedicó de buena voluntad a esa tarea. (3)
En esa obra Rivail usó el pseudónimo de Allan Kardec, sugerido por un Espíritu que se denominaba Z (como vimos anteriormente, Zéfiro), que le reveló que habían sido amigos viviendo entre los druidas en una vida pretérita, y que su nombre en aquella encarnación era Allan Kardec. Y con ese pseudónimo firmó todas sus obras espíritas.
En enero de 1857, cuando ya había enviado para la editora imprimir El Libro de los Espíritus, el Espíritu Z había prometido escribirle una carta por ocasión del Año Nuevo. En ese día, en la casa del Sr. Baudin, Z tenía algo de particular a decirle. Y aquello que escribió por la médium Srta. Baudin, en la intimidad, era ahora para Allan Kardec:
“Estimado amigo, no quise escribirte, el último martes, ante todo el mundo, porque hay ciertas cosas que no se pueden decir sino entre nosotros.
Quería primero hablarte de tu obra, la que haces imprimir (El Libro de los Espíritus estaba en la prensa.) No te canses tanto noche y día; tendrás más resultado, y la obra no perderá por esperar.
Según lo que veo, eres muy capaz de llevar a buen término tu empresa y tienes que hacer grandes cosas. Nada, sin embargo, de exagerar enalguna cosa. Observa y aprecia todo juiciosa y fríamente. No te dejes arrastrar por los entusiastas, ni por los muy apresurados. Mide todos tus pasos, a fin de que llegues al fin con seguridad. No creas en más de lo que aquello que veas; no desvíes la atención de todo lo que te parezca incomprensible; vendrás a saber al respecto más de lo que cualquier otro, porque los asuntos de estudio serán puestos bajo tus vistas.
¡ Mas, ay ! ¡la verdad no será aún conocida, ni creída, por todos, antes de mucho tiempo! No verás en esta existencia, sino la aurora deléxito de tu obra; será necesario que retornes, reencarnado en otro cuerpo, para completar lo que hubieres comenzado, y, entonces, tendrás la satisfacción de ver, en plena fructificación, la semilla que hubieres difundido sobre la Tierra.
Tendrás envidiosos y celosos que procurarán denigrarte y contrariar; no pierdas el coraje; no te inquietes con lo que se dirá o se hará contra ti; prosigue tu obra; trabaja siempre por el progreso de la Humanidad, y serás sustentado por los buenos Espíritus, mientras perseveres en el buen camino.
¿Recuérdas que, hace un año, prometí mi amistad a aquellos que, durante el año, fuesen de recta conducta? ¡Pues bien! te anuncio que eres uno de aquellos que escogí entre todos.
Tu amigo que te ama y te protege, Z.” (1)
Como vimos, Rivail había dicho que Z no era un Espíritu superior, pero muy bueno y benevolente. Dijo Allan Kardec sobre él: “Tal vez fuese más avanzado de que el nombre que tomó podría hacer suponer; si puede suponerlo a juzgar por el carácter serio y la sabiduría de sus comunicaciones, según las circunstancias. En favor de su nombre, podría permitirse un lenguaje familiar, propio al medio donde se manifestaba, y decir, lo que le sucedía frecuentemente, duras verdades bajo la forma alegórica del epigrama. Sea como fuere, siempre conservé de él un buen recuerdo y el reconocimiento por los buenos consejos que me dio y la amistad que me testimonió. Desapareció con la dispersión de la familia Baudin, diciendo que luego debería reencarnar.”
El 18 de abril de 1857, en la Galería D'Orleans, local de la Librería Dentu, era lanzado al público la primera edición de El Libro de los Espíritus. Que traía en su frontispicio las siguientes frases: “El Libro de los Espíritus, conteniendo los principios de la doctrina espírita acerca de la naturaleza, manifestacióny relaciones de los espíritus conlos hombres; de las leyes morales; de la vida presente, vida futura y porvenir de la humanidad. Escrito y publicado conforme el dictado ya la orden de espíritus superiores por Allan Kardec.”
La Galería D'Orleans fue el local de la Librería Dentu y del lanzamiento de El Libro de los Espíritus
Escribió Allan Kardec en la Revista Espírita de enero de 1858: "...declaramos desde el principio, y tenemos la satisfacción de reafirmar ahora, que jamás pensamos en hacer de El Libro de los Espíritus objeto de especulación: Su producto será aplicado en las cosas de utilidad general."
En marzo de 1860, cuando del lanzamiento de la segunda edición, através de la Revista Espírita de nº. 3 de ese año, escribió Allan Kardec sobre esta nueva edición:
En la primera edición de esta obra, anunciamos una parte a suplementar. Debía componerse de todas las preguntas que allí no pudieron entrar, o que circunstancias ulteriores y nuevos estudios deberían originar. Mas como todas se refieren a alguna de las partes ya tratadas, y de las cuales son el desarrollo, su publicación aislada no habría presentado ninguna continuidad. Preferimos aguardar la reimpresión del libro para incorporar todo el conjunto, y aprovechamos para dar la distribución de las materias un orden mucho más metódico, suprimiendo al mismo tiempo todo cuanto tuviese doble sentido . Esta reimpresión puede, así, ser considerada como una obra nueva, aunque no tengan los principios sufridos ninguna alteración, salvo poquísimas excepciones, que son antes complementos y esclarecimientos que verdaderas modificaciones. Esta conformidad con los principios emitidos, a pesar de la diversidad de las fuentes donde fueron agotados, es un hecho importante para el establecimiento de la ciencia espírita. Prueba nuestra propia correspondencia, que comunicaciones en todo idénticas, si no en cuanto a la forma, al menos en cuanto al fondo, fueron obtenidas en diferentes localidades, y eso mucho antes de la publicación de nuestro libro, lo que vino a confirmarlas y darles un cuerpo regular. Por su lado, la Historia atestigua que la mayoría de esos principios han sido profesados por los hombres más eminentes, de los tiempos antiguos y modernos.
Investigación: Elio Mollo
Investigación: Elio Mollo
LA FRAGILIDAD HUMANA
El libro Boa nova, psicografiado por el médium Francisco Cándido Xavier contiene la narración de varios pasajes evangélicos.
Algunos pequeños fragmentos del Evangelio son allí desarrollados de manera muy conmovedora y explícita.
Uno de los relatos se refiere a la negación de Pedro.
Consta que en la última cena Jesús dijo que Su hora se aproximaba y que en el momento supremo los discípulos se dispersarían.
Pedro deseó saber adónde iría el Maestro.
Afirmó que podría seguirlo en cualquier situación, a costo de la propia vida.
Jesús le contestó que antes que el gallo cantara en aquella misma noche, Pedro lo negaría tres veces.
Pedro se sintió ofendido y preguntó si el Maestro lo juzgaba malo y endurecido hasta ese punto.
Jesús dijo que no lo creía malo o ingrato.
No obstante, en aquella misma noche él aprendería que el hombre del mundo es más frágil que perverso.
Más tarde el Mesías fue arrestado y los Apóstoles se desbandaron.
Pedro empezó a considerar las maneras posibles de salvar a su Maestro.
Se dio cuenta que la situación política era desfavorable.
Las masas estaban siendo manipuladas y acusaban a Jesús de hechicero, traidor y hereje.
El Apóstol experimentó un frío angustioso en el corazón.
Pensó en sus familiares que dependían de él, en todos sus deberes de hombre y en los castigos a que se sujetaría si afrontase a las convenciones de Jerusalén.
En ese momento una mujer le preguntó si él era uno de los compañeros del profeta recién aprisionado.
Pedro negó vehementemente, bajo fuerte emoción.
Intentó justificarse ante su propia conciencia, con la alegación de que necesitaba permanecer libre para salvar a Jesús.
De nuevo fue abordado, ahora por un hombre que le preguntó si había venido socorrer a su Maestro.
Pedro dijo que nunca había considerado el detenido como maestro.
Finalmente, un soldado lo acusó directamente de ser un discípulo del Nazareno.
Por tercera vez Pedro negó con vehemencia.
En ese instante los gallos empezaron a cantar.
Pedro recordó las palabras del Cristo y se llenó de angustia infinita.
Miró hacia el lado donde se encontraban las celdas y vio el Maestro mirarlo serenamente por entre las rejas.
Profundamente avergonzado de su comportamiento, se alejó de todos y empezó a llorar.
Recordó su vida y la manera ruda que siempre condenara a los desviados a lo largo del tiempo.
Imaginó que jamás había logrado perdonar a las mujeres infelices.
Abatido bajo el peso de sus propios errores comenzó a comprender las experiencias dolorosas de sus hermanos en Humanidad.
De su interior se abrió una nueva fuente de consideraciones por los infortunados del Mundo.
Deseó ansiosamente arrodillarse ante Jesús y suplicarle perdón.
En ese momento sintió, en Espíritu, la presencia confortadora del Maestro.
Se recordó de lo que Él le dijera:
Pedro, el hombre del mundo es más frágil que perverso.
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En el trato con tus semejantes, busca tener en cuenta lo siguiente:
Todos los hombres tienen debilidades, incluso tú.
Nos es conveniente que hagas un juicio severo de tu prójimo, puesto que tampoco suportas una mirada crítica de tus debilidades.
Delante de las equivocaciones ajenas no vistas la toga de un juez severo.
Antes, preséntate como un hermano comprehensivo y generoso, para que también puedas merecer la generosidad cuando te equivoques.
Redacción del Momento Espírita, con base en el capítulo 26, del libro Boa nova, del Espíritu Humberto de Campos, psicografia de Francisco Cándido Xavier, ed. Feb, Brasil.
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DIOS ESCRIBE RECTO CON RENGLONES TORCIDOS
Partiendo de la teoría que Tomás de Aquino elaboró para poder probar la existencia de Dios, se puede afirmar que este refrán dice una gran verdad.
Tomás de Aquino parte de una serie de experiencias con las que podrá esta blecer la comprobación de la existencia de Dios.
Esto lo demuestra mediante cinco vías:
a) El movimiento del mundo.
b) Es la causa primera de todo lo que existe visible e invisible.
c) Es el Ser necesario. ( sin el no existiría nada...no existiríamos nosotros)
d) Establece un grado de perfección, estando Él en grado máximo. El es la medida perfecta a seguir.
e) Es Dios el que establece el orden del mundo. En el aparente caos el plan de Dios se está desarrollando en silencio.
Dios ha creado el mundo , es entonces cierto, que Dios ha creado el mundo como Él ha creído necesario (o justo). Todo lo que vemos a nuestro alrededor ha sido creado por Él, como Él ha creído más justo, y aunque nosotros no lo comprendamos todo lo que es, es así porque Dios lo ha pensado así. Entonces yo me pregunto, ¿Por qué Dios escribe con renglones torcidos y escribe bien?, pues muy sencillo, habrá ciertas cosas que nosotros no entendamos el porqué de su existencia de una determinada manera, pero eso no quiere decir que estén mal. Es entonces cuando yo me planteo la siguiente pregunta: ¿Quién soy yo (que ni mucho menos soy perfecto) para afirmar que esos renglones están torcidos y los que hago yo están rectos?; ¿No será justo lo contrario? es decir, que sean los de Dios los que están rectos y no los míos .Es pues que yo para concluir , piense que hay muchas cosas que el hombre, que aunque posee una gran inteligencia esta es limitada, no pueda alcanzar el porqué de todas las cosas que tiene a su alrededor. Es por esto por lo que yo opino que deberíamos ser más humildes; no deberíamos querer abarcarlo todo de una manera tan indisciplinada, porque aun lográndolo siempre se nos escapará una Cosa, un "Algo" por decirlo de alguna manera, ese "Algo" es el que nos ha puesto aquí, en este mundo y que por mucho que queramos conocerle siempre nos será un misterio científicamente inalcanzable.
Cuando recibimos agravios o incomprensiones, nos cuesta conservar la paz: Que el Señor nos de su Paz para saber esperar la solución que sin duda, llegará oportunamente desde lo ALTO. No aceptes la tierra que te tiraron, sacúdete y perdona los agravios, sigue subiendo y confía en Dios. No olvides que, como dice el refrán, muchas veces "Dios escribe derecho en renglones torcidos". También sucede, en ocasiones, que lo que nuestra limitada visión muchas veces juzga como "males", en realidad son beneficios en nuestra ruta hacia la Casa del Padre. Los sucesos que -a nuestro juicio- eran para sembrar la muerte, se convierten, en realidad, en el puente de nuestra salvación.
Así que Fe y adelante! Dios tiene reservado para ti LO MEJOR, dale tiempo, El está trabajando a su manera y a su tiempo.
- Reynaldo Formoso-
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Cirugias espirituales en las Casas Espíritas
Por: Raúl Texeira
Cuando hablamos de cirugías espirituales, tenemos que destacar aquello que los Espíritus hacen y de las que, muchas veces, no tenemos conciencia. Ellos trabajan en el campo periespiritual, utilizando los recursos fluídicos del mundo espiritual y del poder mediúmnico que tiene la casa, en función de su grupo de médiums, y del que a veces no nos enteramos. Cuando llegamos a saberlo, acostumbramos hacer en torno a eso un verdadero carnaval. Entonces, surgen polémicas, discrepancias, desentendimientos, juegos de intereses y ceremoniales plenamente innecesarios para dicha tarea.
Cuando se trata de cirugías con utilización de instrumentos de perforación o corte, la casa espírita deberá tener todo el cuidado posible porque esa no es la propuesta de la Doctrina Espírita. Con el debido respeto a los médiums curadores que utilizan cuchillos, navajas, bisturís, sierras, agujas, etc., es bueno que sepamos que esa no es la finalidad de un centro espírita, evitando, siempre que sea posible, semejantes prácticas en nuestras instituciones. Perforaciones, cortes, extirpaciones de órganos y todo lo demás de ese ámbito, son de la esfera de la medicina humana, y le debemos respeto a los facultativos, respeto a la ciencia.
Tenemos a nuestra disposición la fluidoterapia, que es una forma de tratamiento que los Espíritus nos enseñaron, conforme a las referencias de Allan Kardec en el cap. XIV, ítems 32 y 33, de La Génesis, lo que debe ser observado y realizado con profundo fervor, identificando los principios de la fluidoterapia con las perfectas leyes de la naturaleza.
Sin embargo, hay médiums con posibilidad de realizar esas actividades de cura espiritual, sin que pertenezcan a ningún centro espírita, pero cuando pertenecen, es común que haya mucha indisciplina en torno a ese tipo de actividad, por cuanto son raros los dirigentes que no se extasían ante esa expresión mediúmnica, pasando a consagrar a los médiums una peligrosa veneración y por eso no se sienten con el coraje para llamarles la atención hacia la indispensable vigilancia y la urgente renovación, mientras actúan en las labores de bien al próximo.
Sin embargo, hay médiums con posibilidad de realizar esas actividades de cura espiritual, sin que pertenezcan a ningún centro espírita, pero cuando pertenecen, es común que haya mucha indisciplina en torno a ese tipo de actividad, por cuanto son raros los dirigentes que no se extasían ante esa expresión mediúmnica, pasando a consagrar a los médiums una peligrosa veneración y por eso no se sienten con el coraje para llamarles la atención hacia la indispensable vigilancia y la urgente renovación, mientras actúan en las labores de bien al próximo.
Es mucha la gente que busca esa faceta mediúmnica, mucha que la desea y diversos son los médiums que se dedican a esas lides, pero que se sienten imposibilitados de vivenciar la disciplina que el Espiritismo propone, pasando, en nombre del ejercicio de la caridad, a dedicar un tiempo muy grande a esas prácticas, dejando de lado tiempo precioso para los estudios indispensables para reflexionar en torno de su propia actividad, y saber cómo actúan los Espíritus por su intermedio y que objetivos tienen ellos al prestar ese servicio; y por desconocer el sentido de la mediúmnidad para la vida de los médiums, menosprecian los esfuerzos de la autorrenovación, a pesar de que se apoyan, casi siempre, en una visión distorsionada de lo que es la práctica de la caridad. Ese es un aspecto peligroso de las prácticas quirúrgicas en los centros espíritas. Es cierto que los Espíritus dedicados al bien del prójimo realizan verdaderos prodigios sin que lo sepamos. Otros se dan a conocer, mas confieren recursos en la mejoría íntima de aquellos a los cuales ofrecen curas físicas, en nombre del Señor.
En Rio de Janeiro hay instituciones muy conocidas que, como el Templo Espírita Tupyara, realizan respetables trabajos de tratamiento físico, que se tornaron dignos de confianza por los resultados obtenidos, en razón de los médiums que trabajan en esa labor instados a la disciplina y la buena conducta, para ser merecedores de la ayuda de los Buenos Espíritus. Realizan tratamientos quirúrgicos a distancia sin que ningún médium necesite agujerear o cortar a los pacientes. Es común que las personas sientan los resultados de las curas realizadas, demostrando exactamente aquello que El Libro de los Médiums nos enseña, o sea, cuando hay mérito del enfermo y un médium en buenas condiciones para la realización del fenómeno de cura, ella se da.
Los indispensables cuidados que el centro espírita deberá tener son: primero, verificar si hay médiums con todas esas habilidades - que son raros - y, después, qué tipo de trabajo debe ser cancelado por la institución, en nombre del Espiritismo. El tratamiento de la salud ajena es algo de mucha responsabilidad.
-CENTRO DE ESTUDIOS ESPÍRITAS FRANCISCO DE ASÍS-COLOMBIA-
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