miércoles, 23 de septiembre de 2015

Pase en animales

                  


                    EL ABORTO

Fisiológicamente, el aborto es la interrupción, involuntaria o 
voluntaria, de un proceso embriogénico. Pero en los casos humanos,la provocación del aborto, es una acción criminal, es una violación de las leyes de la Vida.
Desde el momento que la mujer ha concebido y comenzado la gestación, una nueva vida late en su seno. Y desde los 40 a 50 días de la fecundación del óvulo femenino, hay un cuerpecito ya formado;y que, a los dos meses alcanza ya la configuración humana completa,aunque diminuta, con todos los órganos; como puede apreciarse encualquier tratado de embriología.
Cuando la joven esposa o la joven soltera se sienta grávida, debe saber que en su seno 
está desarrollándose, no tan sólo un feto, no solamente está gestando una vida humana, sino que, hay un ser espiritual que encarna para ser su hijo o hija, y que puede haber sido
 alguno de los abuelos o padres en una vida anterior, o puede haber sido un hijo o hija, o hermano muy querido en otra vida pasada, y aun en la actual; como casos en que el autor de esta obra ha comprobado.
 Pues, en la mayoría de los casos, ese ser espiritual viene unido a esa madre o padre por lazos familiares o de afecto desde pasadas épocas.
Necesario es tener presente que, unido a ese feto, a ese cuerpecito y a esa madre, hay un alma que viene a la vida humana con un programa a realizar como humano, y cuya vida humana necesita para su evolución.
De lo expuesto, se desprende que, el aborto provocado es un crimen. 
Si bien casos hay de tipo terapéutico, los más son voluntarios, realizados por personas para evadir la responsabilidad paternal-maternal, dejándose dominar por las conveniencias humanas o por el sensualismo que arrastra a la concupiscencia degenerativa. -Y por 
desventura, es practicado por matrimonios ignorantes de la gran responsabilidad que contraen. Y dolorosamente, también por jóvenes solteras, huyendo de la maternidad, por su cobardía en afrontar las consecuencias de su debilidad o imprudencia al ceder a los impulsos del deseo sexual estimulado.
Si el Espíritu reencarnante es un ser de bondad, perdonará y buscará otro lugar donde le reciban; pero,si no lo es,quizá pueda llegar a tomar venganza y causar serios trastornos psíquicos, y hasta puede esperarles en el momento de su muerte física para vengarse.

Sebastián de Arauco.


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"Cuando te notes al borde del desánimo, acelera el paso al frente, prohibiéndote parar". 
- André Luiz


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MATAR  POR BENEVOLENCIA 
                                         
                                         Francisco Cándido Xavier

Antes de nuestra reunión pública, amigos de Guanabara nos mostraron dos reportajes recientemente lanzados sobre la eutanasia. Éramos un grupo de hermanos debatiendo asuntos de la actualidad y el problema propuesto despertó nuestra atención. Después de variadas opiniones en la conversación en curso, el horario nos llamó para las tareas de la noche.
Abierta nuestra reunión de estudios, El Evangelio Según el espiritismo, con sorpresa para todos, nos ofreció el ítem 28 del capítulo V, sobre la cuestión de la muerte aplicada en nombre de la benevolencia humana.
Diversos compañeros comentaron la lección, después de que Emmanuel, nuestro benefactor espiritual querido, al que compareció la pagina Eutanasia y Vida.

EUTANASIA Y VIDA·
 Emmanuel
Amigos de la Tierra preguntan frecuentemente por la opinión de los compañeros desencarnados, con respecto a la eutanasia. y acrecientan que filósofos y científicos diversos adhieren hoy la idea de apoyar legalmente la muerte administrada, o sea por imposición de recursos medicamentosos o por abandono del tratamiento.
Se declaran muchos de ellos doloridos ante los problemas de las criaturas que surgen desfiguradas en la cuna, o frente a los portadores de enfermedades supuestamente irreversibles, muchas veces en estado de coma en los recintos de asistencia intensiva. Algunos llegan a indagar si los pequeñitos excepcionales deben ser considerados seres humanos y si existe piedad en retrasar las limitaciones de los enfermos interpretados como criaturas semimuertas, insensibles a cualquier reacción.
Entretanto, imaginan eso por la escasez de los recursos de espiritualidad de que disponen para dilatar la visión espiritual para más allá del estado físico.
Es preciso recordar que, en materia de deformación, los complejos de culpa determinan inimaginables alteraciones en el cuerpo espiritual.
El hombre ve únicamente el carro orgánico en el que el espíritu viaja en el espacio y en el tiempo, buscando la evolución propia, más habitualmente no considera los retoques de mejoramiento o las dilapidaciones que el pasajero va imprimiendo en sí mismo, para efecto de evaluación de mérito y desmerito, cuando se le promueva el desembarque en la estación de destino.
A la vista de eso, el hombre común no conoce la cara psicológica de nuestros hermanos suicidas y homicidas conscientes, o la de aquellos otros que conscientemente se hacen pesadillas o flagelos de colectividades enteras. Debidamente reencarnados, en tareas de reajuste, no muestran sino el cuadro aflictivo que crearon para si mismos, una vez que todo espíritu desciende de las propias obras y revela consigo aquello que hizo de si mismo.
¡Delante de las criaturas en prueba o de los hermanos enfermos, imaginados irrecuperables, medita y auxílialos!
Nadie, por ahora, en las áreas del mundo físico, puede calcular la importancia de algunos momentos o de algunos días para el espíritu temporalmente internado en un cuerpo enfermo o deforme.
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Ante todos aquellos que se acercan a la desencarnación, compadécete y ayúdalos cuanto puedas.
Recuerda que la ciencia humana es siempre un acto admirable, en transformación constante, aunque respetable por los beneficios que presta. No en tanto, no te olvides que la vida es siempre formación divina, y por esto mismo, en cualquier parte será siempre un acto permanente de amor.

PIEDAD ASESINA
 J. Herculano Pires (Hermano Saulo)

La eutanasia es una cuestión de lógica. Si partimos de la premisa de que la muerte es el fin, llegamos naturalmente a la conclusión de que matar a un enfermo incurable o a un niño es un acto de piedad. Más si partimos de la premisa de que la muerte es apenas el fin de una existencia, nuestra piedad ser asesina. Una premisa falsa nos lleva a un raciocinio criminal.
Para razonar de una forma cierta disponer de datos ciertos sobre el problema que enfrentamos. El materialismo solo conoce el cuerpo y no toma en cuenta la existencia del alma. Ignora por completo el sentido de la vida. Su raciocinio sobre la eutanasia se funda en la ignorancia.
El espiritualista sabe que el alma sobrevive al cuerpo, más no todo espiritualista conoce el proceso de la vida. su raciocinio sobre la eutanasia puede llevarlo a un sofisma . Más el espirita sabe que la vida es un proceso de evolución y que cada existencia corpórea es el resultado de las fases anteriores de ese proceso. El espirita dispone de datos seguros y precisos sobre el fenómeno biológico de la muerte.
Esos datos, obtenidos en las experiencias científicas del espiritismo, están siendo hoy confirmados por las pesquisas parapsicológicas y físicas sobre el trance de la muerte. Basta el descubrimiento del cuerpo bioplasmico por los físicos y biólogos para advertir los espíritus sistemáticos de que pueden estar engañados.
Los inquisidores medievales quemaban a los supuestos herejes en nombre de la caridad, para librarlos del fuego eterno del infierno. Los materialistas actuales pretenden abreviar la muerte en nombre de la racional piedad. Ellas por ellas, tenemos el dogmatismo de la ignorancia tripudiando sobre los derechos de la vida.
El mensaje de Emmanuel es una advertencia a la razón esclarecida y debe ser meditada en todos sus términos. No basta leerla, es preciso estudiarla.

Artículo publicado originalmente en la columna dominical “Chico Xavier pide licencia” del periódico Diario de S. Paulo, en la década de 1970
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                               Alcoholismo
Sin detenernos en el examen de los factores socio psicológicos del alcoholismo generalizado, son de dos órdenes los engranajes que lo desencadenan –observado el problema desde el punto de vista espiritual.
Antiguos viciosos y dependientes del alcohol, cuando desencarnan no se liberan del habito, antes al contrario es más ruda la imposición.
Prosiguiendo la vida, aunque con la ausencia del cuerpo, los vicios continúan vigorosos, obligando a los que a ellos se aferraron a una necesidad enloquecedora. Atónitos y sedientos, los alcohólatras desencarnados se vinculan a las mentes irresponsables, de las que se sirven para dar larga a la continuación del falso placer, empujándolos poco a poco, del sorbito en el aperitivo al lamentable estado de embriaguez.
Los que caen en las redes, se tornan, por eso mismo, en verdaderos recipientes por medio de los cuales absorben los vapores deletéreos, cayendo, también, en total desequilibrio, hasta cuando la muerte adviene a la víctima, o las Leyes Soberanas recambian la materia, que padecerá de las dolorosas constricciones que le impone el cuerpo periespiritual…
Normalmente, cuando están reencarnados, los antiguos viciados recomienzan la actividad mórbida, sirviendo, su turno, de instrumento del gozo infeliz, para los que se demoran en la Erraticidad inferior…
Otras veces, los adversarios espirituales, en la ejecución de un programa n forzado por el odio, inducen a sus antiguos desafectos a la iniciación alcohólica, mediante pequeñas dosis, con las cuales con el transcurso del tiempo los conducen a la obsesión, desorganizándole el aparato físico-psíquico y dominándolos por completo.
En el estado de alcoholismo se hace muy difícil la recomposición del paciente, ya que exige de él un esfuerzo muy grande para la recuperación de la salud.
No apartándose la causa espiritual, se torna menos probable la liberación, desde que, cesados los efectos de cualquier terapéutica académicas, la influencia psíquica se manifiesta, insidiosa, repitiéndose la lamentable hazaña destructora…
La obsesión, a través del alcoholismo, es más generalizada de lo que parece.
En un contexto social permisivo, el vicio por la ingestión de alcohol se torna expresión de status, atestando a la decadencia de un periodo histórico que pasa lento y dolorido.
Por los idos de 1851, porque enjambrasen los problemas derivados de él alcoholismo, Magno Huss realizo, por primera vez, un estudio adecuado de la cuestión, promoviendo un levantamiento de los daños causados en el individuo y alertando a las autoridades para las consecuencias que produce en la sociedad.
Los que caen en la urdidura alcohólica, justifican el extraño placer, que al principio les agudiza la inteligencia, le faculta sensaciones agradables, liberándolos de los traumas y recelos, sin darse cuenta de que tal estado es fruto de las excitaciones producidas en el aparato circulatorio, respiratorio con elevación de temperatura para, luego además producir el nublar de la lucidez, la alucinación, el desaparecimiento del equilibrio normal de los movimientos…
Inevitablemente, el viciado sufre una congestión cerebral intensa o experimenta los dolorosos estados convulsivos que se tornan perfectos delirios epilépticos, dando margen a otros disturbios: digestivo, circulatorio, nervioso que pueden producir lesiones irreversibles, graves.
La dependencia y continuidad del vicio conduce al delirio tremens, resultante de la cronicidad del alcoholismo, generando psicosis, variadas alucinaciones que culminan en el suicidio, en el homicidio, en la irrecuperable locura.
Aun mismo en tal caso, la constricción obsesiva sigue su lamentable curso, ya que, no obstante despotricados los aparatos del cuerpo, el espíritu encarnado continúa siendo dominado por sus verdugos impenitentes en ajustes de cuenta de difícil narración…
Más allá de los daños sociales que el alcoholismo produce, engendrando la perturbación, la caída de la natalidad, la incidencia en variados crímenes, la decadencia económica y moral, es enfermedad espiritual que el vero Cristianismo erradicará de la Tierra, cuando la moral evangélica legitima substituirá la débil moral social, conveniente y torpe.
Al Espiritismo cumple el deber de realizar la psicoterapia valiosa junto a tales enfermos y, principalmente, la medida preventiva por las enseñanzas correctas de cómo vivir actitud acorde con las directrices de la Vida Mayor.
Por el Espíritu Víctor Hugo – Del Libro. Calvario de Liberación, Médium: Divaldo Pereira Franco   
                                                
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Pase en animales

Administrarlo a los animales enfermos caracteriza um acto benéfico, diferente de la atención médico-veterinario
¿Pase en animales?
¡Si!
Oigamos, de inicio, al Espíritu André Luiz, en “Conducta Espírita”, Ed. FEB, 1960, Cap. 33 – Ante los animales: “En el socorro a los animales enfermos, usar los recursos terapéuticos posibles, sin despreciar aún aquellos de naturaleza mediúmnica que aplique a su favor. La luz del bien debe brillar en todos los planos”.

Animales enfermos
Cierta vez, respondiendo a un cuestionario sobre animales, con preguntas formuladas por la revista espírita “Espiritismo & Ciencia”, me encontré con la siguiente pregunta, cuya respuesta transcribo a continuación:
R. — ¡No! La existencia de la medicina terrena, tanto para hombres como para animales (la veterinaria) es una bendición de la Divina Providencia. Sus avances fluyen de los planos superiores, inspirando e intuyendo investigadores dedicados, que cada vez más van produciendo nuevos fármacos y perfeccionando procedimientos de cura. Sin embargo, cito que en cuanto a la terapéutica espírita, caracterizada por la caridad a los animales por la donación de nuestras energías anímicas, revitalizadoras o curativas (a través de oraciones o pases), en mi opinión no tiene ninguna contraindicación. Por el contrario: es altamente recomendable, he ahí que se trata de un acto de amor. ¡Y el amor es todo!

Kardec y los medios de cura
Precediendo a la oración nº 78, en “El Evangelio según el Espiritismo”, es el propio Kardec que recomienda al enfermo el deber de buscar los medios de cura (la fluidoterapia, denominada por él de “magnetismo”, y la Medicina). (Subrayé)
Recientemente, Divaldo Franco, preguntado sobre las curas espirituales, declaró que: para los males del Espíritu, el Centro Espírita, y para los males del cuerpo, el hospital...
Por las reflexiones arriba deduzco que en el caso de los animales enfermos (que también poseen alma, si bien inferior a la del hombre*), a sus dueños compite el deber caritativo de proporcionarles amparo veterinario, y, en su caso, dentro de sus convicciones, simultáneamente, apoyo por el pase.

(*) – En “El Libro de los Espíritus”, preguntas 597 a 600.

Fluido magnético
1 – “El Libro de los Médiums” – Cap. XXII – De la mediumnidad en los animales:
El Espíritu Erasto discurre largamente sobre la imposibilidad de la mediumnidad en los animales con miras a que no hay fluidos similares entre los hombres y los animales. A continuación, registra el caso en que: El Sr. T..., se dice, magnetizó a su perro. ¿A qué resultado llegó? Lo mató, por cuanto el infeliz animal murió, tras haber caído en una especie de atonía, de languidez, consecuentes a su magnetización. En efecto, saturándolo de un fluido absorbido en una esencia superior a la esencia especial de su naturaleza de perro, él lo liquidó, actuando sobre el animal, a semejanza de un rayó, aunque más lentamente.
2 - Lo Pase, de Jacob L. Mello, Ed. de la FEB, 1992, Cap. X, Ítem 18 - Pases en plantas y animales:
El autor distingue “magnetismo” de “pase espírita”, concluyendo que a las plantas y a los animales solamente el magnetismo puramente físico (dirigido a través del pase magnético) puede ser transmitido. Citando Kardec y otros estudiosos espíritas, opina:
magnetismo = animismo humano;
pase espírita = de periespíritu a periespíritu, por lo que, en el caso de los animales, su envoltorio fluídico no soportaría los fluidos espirituales de “esencia superior”.
Apoyado en Erasto, Jacob concluye que el pase espírita fulminaría al animal enfermo.
3 – Atravesando lo Invisible, Yvonne A. Pereira, Ed. FEB, 1963, Cap. VIII – Sutilezas de la Mediumnidad: 
La inolvidable Yvonne A. Pereira (1900-1984), discurriendo sobre la psicometría (facultad mediúmnica de describir acontecimientos en torno a una criatura, en contacto directo con un objeto a ella perteneciente), narra que en desprendimiento parcial, cuando aún estaba encarnada, como Espíritu, “visitó” animales. Son sus palabras: Durante el desprendimiento parcial, hemos tenido ocasión de “visitar” animales como el buey, el caballo, el perro y el gato. Verificamos que el fluido magnético, el elemento etéreo en que se hallan ellos sumergidos, como seres vivos que son, son los mismos que penetran a los hombres, donde estos se agitan. De ahí esa correspondencia vibratoria, que hace al ser espiritual del hombre comprender al ser del animal, sentirlo, así como a los demás reinos de la Naturaleza... (...) La impresión que guardamos de las cuatro especies citadas fue profunda y enternecedora, como las semejantes nuestros. (Subrayé)

Fluido vital
Por oportuno, recuerdo la pregunta número 66 de El Libro de los Espíritus:
P: – ¿El principio vital es el mismo para todos los seres orgánicos?
R: – Sí, modificado según las especies.
Ahora, pregunto yo: — ¿Quién modifica el principio vital?
Reflejo, en respuesta, que en el caso de pases en animales (y en plantas...) es posible que la “donación socorrista” mediúmnica humana sea sometida, por Protectores Espirituales especializados, a procesos de compatibilización fluídica, para la debida asimilación del necesitado – animal o vegetal.

Conclusión
Por los ítems expuestos, la cuestión de los pases en animales presenta una aparente contradicción entre las reflexiones de arriba, de Erasto, André Luiz e Yvonne A. Pereira...
Erasto afirma que el pase en el animal lo fulminaría, por la diferencia fluídica;
Yvonne Pereira verificó la correspondencia vibratoria de hombres y animales, con miras al fluido magnético – el elemento etéreo – que a ambos penetra;
André Luiz proclama que los recursos terapéuticos y los de naturaleza mediúmnica para animales enfermos son un acto de amor.
Aún una vez sería prematuro radicalizar la cuestión, siendo plano que constituye una actitud cristiana socorrer plantas, animales o criaturas humanas, cuando son necesitados, con los recursos posibles – materiales y espirituales.
Delante de la encrucijada, me socorrió el añorado Prof. José Herculano Pires (1914-1979), dirimiendo la citada contradicción en su obra Mediumnidad – Vida y Comunicación, EDICEL, 6ª Ed., 1986, Cap. XI – Mediunidade Zoológica. Las reflexiones son cristalinas y por eso las registro abajo:
Nuestros días, contrabalanceando la necedad de la pretendida mediumnidad zoológica, comienza el amanecer en el campo mediúmnico un tipo de mediumnidad para el cual sólo algunos espíritas se vuelven esperanzados. El Prof. Humberto Mariotti, filósofo espírita argentino ya bastante conocido en Brasil por sus obras y sus conferencias, es un zoólfilo enamorado. En su último viaje a São Paulo intercambiamos ideas e informaciones acerca de lo que podemos llamar de Mediumnidad Veterinaria. No podemos elevar a los animales a la condición superior de médiums, pero podemos concederles los beneficios de la mediumnidad. Mariotti poseía, como poseemos, episodios importantes de su vivencia personal en ese terreno. La asistencia mediúmnica a los animales es posible y grandemente provechosa. El animal enfermo puede ser socorrido por pases y oraciones e incluso con los recursos del agua fluidificada. Los médiums veterinarios, médiums que se especializaron en el tratamiento de animales, ayudarían a la Humanidad a librarse de las pesadas consecuencias de su voracidad carnívora. Kardec se refiere, en El Libro de los Médiums, a los intentos de magnetizadores, en Francia, de magnetizar animales y desaconseja esa práctica en vista de los motivos contra la mediumnidad animal. Entiende que la transmisión de fluidos vitales humanos para el animal es peligrosa, en virtud del gran desnivel evolutivo entre las dos especies. Pero en la Mediumnidad Veterinaria, la situación se modifica.
El reino animal es protegido y orientado por Espíritus humanos que fueron zoófilos en la Tierra, según numerosas informaciones mediúmnicas. El médium veterinario, como el médium humano, no transmite sus fluidos en el pase por su propia cuenta, sino sirviendo de medio de transmisión a los Espíritus protectores. La situación mediúmnica es así muy diferente de la situación magnética o hipnótica. Al socorrer al animal enfermo, el médium dirige su oración a los planos superiores, suplicando asistencia de los Espíritus protectores del reino animal y poniéndose a la disposición de estos. Aplica el pase con el pensamiento vuelto para Dios o para Jesús, el Creador y el responsable por la vida animal en la Tierra. Fluidifica el agua de la misma manera, confiado en la asistencia divina. No se trata de una teoría o técnica inventada por nosotros, sino naturalmente nacida del amor de los zoófilos y ya contando con numerosas experiencias en el medio espírita. (Subrayé)
A continuación, el autor narra conmovedores episodios de socorro humano mediúmnico-veterinario a animales gravemente enfermos o desahuciados, que con eso se recuperaron.
No incurriendo en omisión, registro que desde niño (nací en 1934...) conviví con animales domésticos y vi a espíritas bondadosos aplicar pases en animales enfermos, en la mayoría de los caos prosperando la recuperación “de los pacientes”.
Igualmente, de mi parte, también muchas veces he dispensado pases a animales enfermos y gracias a Dios ninguno de ellos vino por eso a fallecer fulminado. En esas ocasiones, imploro a los Espíritus Protectores la cura de la enfermedad y, cuando eso ocurre, no sabría, sinceramente, afirmar si fue sólo por animismo... En el 99,99% de los casos, imagino que no: ¡el mérito es de ellos!
Deduzco que cuando un médium, no necesariamente “veterinario”, aplica pase en animales necesitados, Amigos del Plano Mayor, zoófilos, se encargan de modificar el fluido humano en fluido apropiado con la especie animal atendida, añadiendo los de la Naturaleza, además de los de ellos mismos.
Por oportuno, concluyo recordando que San Francisco de Asís, considerado “Padrino de los Animales”, el siglo XII, ya concedía bendición a los animales, desde los principios de su elevadísima misión en aquella existencia terrena.
Como tradición, hasta hoy las Iglesias católicas devotas especialmente a aquel santo igualmente conceden bendiciones a los animales, el día 4 de Octubre de cada año.
Como espírita considero que tal procedimiento caracteriza un acto benéfico a los animales, diferente de la atención médica-veterinario. La bendición del padre, a mi ver, de alguna forma tiene la misma intención caritativa del pase administrado por médiums zoófilos en nuestros hermanos más pequeños, siempre que se deparen con uno de ellos en estado de necesidad.
Autor: Eurípedes Kühl
 
Nota de la Redacción:
Sobre el asunto lea también el libro ANIMALES, NUESTROS HERMANOS, de Eurípedes Kühl, 1ª Ed. 1995, Editora PETIT, SP/SP.
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