EL ABORTO
Fisiológicamente, el aborto es la interrupción, involuntaria o
voluntaria, de un proceso embriogénico. Pero en los casos humanos,la provocación del aborto, es una acción criminal, es una violación de las leyes de la Vida.
Desde el momento que la mujer ha concebido y comenzado la gestación, una nueva vida late en su seno. Y desde los 40 a 50 días de la fecundación del óvulo femenino, hay un cuerpecito ya formado;y que, a los dos meses alcanza ya la configuración humana completa,aunque diminuta, con todos los órganos; como puede apreciarse encualquier tratado de embriología.
Cuando la joven esposa o la joven soltera se sienta grávida, debe saber que en su seno
está desarrollándose, no tan sólo un feto, no solamente está gestando una vida humana, sino que, hay un ser espiritual que encarna para ser su hijo o hija, y que puede haber sido
alguno de los abuelos o padres en una vida anterior, o puede haber sido un hijo o hija, o hermano muy querido en otra vida pasada, y aun en la actual; como casos en que el autor de esta obra ha comprobado.
Pues, en la mayoría de los casos, ese ser espiritual viene unido a esa madre o padre por lazos familiares o de afecto desde pasadas épocas.
Necesario es tener presente que, unido a ese feto, a ese cuerpecito y a esa madre, hay un alma que viene a la vida humana con un programa a realizar como humano, y cuya vida humana necesita para su evolución.
De lo expuesto, se desprende que, el aborto provocado es un crimen.
Si bien casos hay de tipo terapéutico, los más son voluntarios, realizados por personas para evadir la responsabilidad paternal-maternal, dejándose dominar por las conveniencias humanas o por el sensualismo que arrastra a la concupiscencia degenerativa. -Y por
desventura, es practicado por matrimonios ignorantes de la gran responsabilidad que contraen. Y dolorosamente, también por jóvenes solteras, huyendo de la maternidad, por su cobardía en afrontar las consecuencias de su debilidad o imprudencia al ceder a los impulsos del deseo sexual estimulado.
Si el Espíritu reencarnante es un ser de bondad, perdonará y buscará otro lugar donde le reciban; pero,si no lo es,quizá pueda llegar a tomar venganza y causar serios trastornos psíquicos, y hasta puede esperarles en el momento de su muerte física para vengarse.
Sebastián de Arauco.
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"Cuando te notes al borde del desánimo, acelera el paso al frente, prohibiéndote parar".
- André Luiz
***************
MATAR POR BENEVOLENCIA
Francisco Cándido Xavier
Antes de nuestra reunión pública, amigos de Guanabara nos mostraron dos reportajes recientemente lanzados sobre la eutanasia. Éramos un grupo de hermanos debatiendo asuntos de la actualidad y el problema propuesto despertó nuestra atención. Después de variadas opiniones en la conversación en curso, el horario nos llamó para las tareas de la noche.
Abierta nuestra reunión de estudios, El Evangelio Según el espiritismo, con sorpresa para todos, nos ofreció el ítem 28 del capítulo V, sobre la cuestión de la muerte aplicada en nombre de la benevolencia humana.
Diversos compañeros comentaron la lección, después de que Emmanuel, nuestro benefactor espiritual querido, al que compareció la pagina Eutanasia y Vida.
EUTANASIA Y VIDA·
Emmanuel
Amigos de la Tierra preguntan frecuentemente por la opinión de los compañeros desencarnados, con respecto a la eutanasia. y acrecientan que filósofos y científicos diversos adhieren hoy la idea de apoyar legalmente la muerte administrada, o sea por imposición de recursos medicamentosos o por abandono del tratamiento.
Se declaran muchos de ellos doloridos ante los problemas de las criaturas que surgen desfiguradas en la cuna, o frente a los portadores de enfermedades supuestamente irreversibles, muchas veces en estado de coma en los recintos de asistencia intensiva. Algunos llegan a indagar si los pequeñitos excepcionales deben ser considerados seres humanos y si existe piedad en retrasar las limitaciones de los enfermos interpretados como criaturas semimuertas, insensibles a cualquier reacción.
Entretanto, imaginan eso por la escasez de los recursos de espiritualidad de que disponen para dilatar la visión espiritual para más allá del estado físico.
Es preciso recordar que, en materia de deformación, los complejos de culpa determinan inimaginables alteraciones en el cuerpo espiritual.
El hombre ve únicamente el carro orgánico en el que el espíritu viaja en el espacio y en el tiempo, buscando la evolución propia, más habitualmente no considera los retoques de mejoramiento o las dilapidaciones que el pasajero va imprimiendo en sí mismo, para efecto de evaluación de mérito y desmerito, cuando se le promueva el desembarque en la estación de destino.
A la vista de eso, el hombre común no conoce la cara psicológica de nuestros hermanos suicidas y homicidas conscientes, o la de aquellos otros que conscientemente se hacen pesadillas o flagelos de colectividades enteras. Debidamente reencarnados, en tareas de reajuste, no muestran sino el cuadro aflictivo que crearon para si mismos, una vez que todo espíritu desciende de las propias obras y revela consigo aquello que hizo de si mismo.
¡Delante de las criaturas en prueba o de los hermanos enfermos, imaginados irrecuperables, medita y auxílialos!
Nadie, por ahora, en las áreas del mundo físico, puede calcular la importancia de algunos momentos o de algunos días para el espíritu temporalmente internado en un cuerpo enfermo o deforme.
****************
Ante todos aquellos que se acercan a la desencarnación, compadécete y ayúdalos cuanto puedas.
Recuerda que la ciencia humana es siempre un acto admirable, en transformación constante, aunque respetable por los beneficios que presta. No en tanto, no te olvides que la vida es siempre formación divina, y por esto mismo, en cualquier parte será siempre un acto permanente de amor.
PIEDAD ASESINA
J. Herculano Pires (Hermano Saulo)
La eutanasia es una cuestión de lógica. Si partimos de la premisa de que la muerte es el fin, llegamos naturalmente a la conclusión de que matar a un enfermo incurable o a un niño es un acto de piedad. Más si partimos de la premisa de que la muerte es apenas el fin de una existencia, nuestra piedad ser asesina. Una premisa falsa nos lleva a un raciocinio criminal.
Para razonar de una forma cierta disponer de datos ciertos sobre el problema que enfrentamos. El materialismo solo conoce el cuerpo y no toma en cuenta la existencia del alma. Ignora por completo el sentido de la vida. Su raciocinio sobre la eutanasia se funda en la ignorancia.
El espiritualista sabe que el alma sobrevive al cuerpo, más no todo espiritualista conoce el proceso de la vida. su raciocinio sobre la eutanasia puede llevarlo a un sofisma . Más el espirita sabe que la vida es un proceso de evolución y que cada existencia corpórea es el resultado de las fases anteriores de ese proceso. El espirita dispone de datos seguros y precisos sobre el fenómeno biológico de la muerte.
Esos datos, obtenidos en las experiencias científicas del espiritismo, están siendo hoy confirmados por las pesquisas parapsicológicas y físicas sobre el trance de la muerte. Basta el descubrimiento del cuerpo bioplasmico por los físicos y biólogos para advertir los espíritus sistemáticos de que pueden estar engañados.
Los inquisidores medievales quemaban a los supuestos herejes en nombre de la caridad, para librarlos del fuego eterno del infierno. Los materialistas actuales pretenden abreviar la muerte en nombre de la racional piedad. Ellas por ellas, tenemos el dogmatismo de la ignorancia tripudiando sobre los derechos de la vida.
El mensaje de Emmanuel es una advertencia a la razón esclarecida y debe ser meditada en todos sus términos. No basta leerla, es preciso estudiarla.
Artículo publicado originalmente en la columna dominical “Chico Xavier pide licencia” del periódico Diario de S. Paulo, en la década de 1970
****************
Alcoholismo
Sin detenernos en el examen de los factores socio psicológicos del alcoholismo generalizado, son de dos órdenes los engranajes que lo desencadenan –observado el problema desde el punto de vista espiritual.
Antiguos viciosos y dependientes del alcohol, cuando desencarnan no se liberan del habito, antes al contrario es más ruda la imposición.
Prosiguiendo la vida, aunque con la ausencia del cuerpo, los vicios continúan vigorosos, obligando a los que a ellos se aferraron a una necesidad enloquecedora. Atónitos y sedientos, los alcohólatras desencarnados se vinculan a las mentes irresponsables, de las que se sirven para dar larga a la continuación del falso placer, empujándolos poco a poco, del sorbito en el aperitivo al lamentable estado de embriaguez.
Los que caen en las redes, se tornan, por eso mismo, en verdaderos recipientes por medio de los cuales absorben los vapores deletéreos, cayendo, también, en total desequilibrio, hasta cuando la muerte adviene a la víctima, o las Leyes Soberanas recambian la materia, que padecerá de las dolorosas constricciones que le impone el cuerpo periespiritual…
Normalmente, cuando están reencarnados, los antiguos viciados recomienzan la actividad mórbida, sirviendo, su turno, de instrumento del gozo infeliz, para los que se demoran en la Erraticidad inferior…
Otras veces, los adversarios espirituales, en la ejecución de un programa n forzado por el odio, inducen a sus antiguos desafectos a la iniciación alcohólica, mediante pequeñas dosis, con las cuales con el transcurso del tiempo los conducen a la obsesión, desorganizándole el aparato físico-psíquico y dominándolos por completo.
En el estado de alcoholismo se hace muy difícil la recomposición del paciente, ya que exige de él un esfuerzo muy grande para la recuperación de la salud.
No apartándose la causa espiritual, se torna menos probable la liberación, desde que, cesados los efectos de cualquier terapéutica académicas, la influencia psíquica se manifiesta, insidiosa, repitiéndose la lamentable hazaña destructora…
La obsesión, a través del alcoholismo, es más generalizada de lo que parece.
En un contexto social permisivo, el vicio por la ingestión de alcohol se torna expresión de status, atestando a la decadencia de un periodo histórico que pasa lento y dolorido.
Por los idos de 1851, porque enjambrasen los problemas derivados de él alcoholismo, Magno Huss realizo, por primera vez, un estudio adecuado de la cuestión, promoviendo un levantamiento de los daños causados en el individuo y alertando a las autoridades para las consecuencias que produce en la sociedad.
Los que caen en la urdidura alcohólica, justifican el extraño placer, que al principio les agudiza la inteligencia, le faculta sensaciones agradables, liberándolos de los traumas y recelos, sin darse cuenta de que tal estado es fruto de las excitaciones producidas en el aparato circulatorio, respiratorio con elevación de temperatura para, luego además producir el nublar de la lucidez, la alucinación, el desaparecimiento del equilibrio normal de los movimientos…
Inevitablemente, el viciado sufre una congestión cerebral intensa o experimenta los dolorosos estados convulsivos que se tornan perfectos delirios epilépticos, dando margen a otros disturbios: digestivo, circulatorio, nervioso que pueden producir lesiones irreversibles, graves.
La dependencia y continuidad del vicio conduce al delirio tremens, resultante de la cronicidad del alcoholismo, generando psicosis, variadas alucinaciones que culminan en el suicidio, en el homicidio, en la irrecuperable locura.
Aun mismo en tal caso, la constricción obsesiva sigue su lamentable curso, ya que, no obstante despotricados los aparatos del cuerpo, el espíritu encarnado continúa siendo dominado por sus verdugos impenitentes en ajustes de cuenta de difícil narración…
Más allá de los daños sociales que el alcoholismo produce, engendrando la perturbación, la caída de la natalidad, la incidencia en variados crímenes, la decadencia económica y moral, es enfermedad espiritual que el vero Cristianismo erradicará de la Tierra, cuando la moral evangélica legitima substituirá la débil moral social, conveniente y torpe.
Al Espiritismo cumple el deber de realizar la psicoterapia valiosa junto a tales enfermos y, principalmente, la medida preventiva por las enseñanzas correctas de cómo vivir actitud acorde con las directrices de la Vida Mayor.
Por el Espíritu Víctor Hugo – Del Libro. Calvario de Liberación, Médium: Divaldo Pereira Franco
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MATAR POR BENEVOLENCIA
Francisco Cándido Xavier
Antes de nuestra reunión pública, amigos de Guanabara nos mostraron dos reportajes recientemente lanzados sobre la eutanasia. Éramos un grupo de hermanos debatiendo asuntos de la actualidad y el problema propuesto despertó nuestra atención. Después de variadas opiniones en la conversación en curso, el horario nos llamó para las tareas de la noche.
Abierta nuestra reunión de estudios, El Evangelio Según el espiritismo, con sorpresa para todos, nos ofreció el ítem 28 del capítulo V, sobre la cuestión de la muerte aplicada en nombre de la benevolencia humana.
Diversos compañeros comentaron la lección, después de que Emmanuel, nuestro benefactor espiritual querido, al que compareció la pagina Eutanasia y Vida.
EUTANASIA Y VIDA·
Emmanuel
Amigos de la Tierra preguntan frecuentemente por la opinión de los compañeros desencarnados, con respecto a la eutanasia. y acrecientan que filósofos y científicos diversos adhieren hoy la idea de apoyar legalmente la muerte administrada, o sea por imposición de recursos medicamentosos o por abandono del tratamiento.
Se declaran muchos de ellos doloridos ante los problemas de las criaturas que surgen desfiguradas en la cuna, o frente a los portadores de enfermedades supuestamente irreversibles, muchas veces en estado de coma en los recintos de asistencia intensiva. Algunos llegan a indagar si los pequeñitos excepcionales deben ser considerados seres humanos y si existe piedad en retrasar las limitaciones de los enfermos interpretados como criaturas semimuertas, insensibles a cualquier reacción.
Entretanto, imaginan eso por la escasez de los recursos de espiritualidad de que disponen para dilatar la visión espiritual para más allá del estado físico.
Es preciso recordar que, en materia de deformación, los complejos de culpa determinan inimaginables alteraciones en el cuerpo espiritual.
El hombre ve únicamente el carro orgánico en el que el espíritu viaja en el espacio y en el tiempo, buscando la evolución propia, más habitualmente no considera los retoques de mejoramiento o las dilapidaciones que el pasajero va imprimiendo en sí mismo, para efecto de evaluación de mérito y desmerito, cuando se le promueva el desembarque en la estación de destino.
A la vista de eso, el hombre común no conoce la cara psicológica de nuestros hermanos suicidas y homicidas conscientes, o la de aquellos otros que conscientemente se hacen pesadillas o flagelos de colectividades enteras. Debidamente reencarnados, en tareas de reajuste, no muestran sino el cuadro aflictivo que crearon para si mismos, una vez que todo espíritu desciende de las propias obras y revela consigo aquello que hizo de si mismo.
¡Delante de las criaturas en prueba o de los hermanos enfermos, imaginados irrecuperables, medita y auxílialos!
Nadie, por ahora, en las áreas del mundo físico, puede calcular la importancia de algunos momentos o de algunos días para el espíritu temporalmente internado en un cuerpo enfermo o deforme.
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Ante todos aquellos que se acercan a la desencarnación, compadécete y ayúdalos cuanto puedas.
Recuerda que la ciencia humana es siempre un acto admirable, en transformación constante, aunque respetable por los beneficios que presta. No en tanto, no te olvides que la vida es siempre formación divina, y por esto mismo, en cualquier parte será siempre un acto permanente de amor.
PIEDAD ASESINA
J. Herculano Pires (Hermano Saulo)
La eutanasia es una cuestión de lógica. Si partimos de la premisa de que la muerte es el fin, llegamos naturalmente a la conclusión de que matar a un enfermo incurable o a un niño es un acto de piedad. Más si partimos de la premisa de que la muerte es apenas el fin de una existencia, nuestra piedad ser asesina. Una premisa falsa nos lleva a un raciocinio criminal.
Para razonar de una forma cierta disponer de datos ciertos sobre el problema que enfrentamos. El materialismo solo conoce el cuerpo y no toma en cuenta la existencia del alma. Ignora por completo el sentido de la vida. Su raciocinio sobre la eutanasia se funda en la ignorancia.
El espiritualista sabe que el alma sobrevive al cuerpo, más no todo espiritualista conoce el proceso de la vida. su raciocinio sobre la eutanasia puede llevarlo a un sofisma . Más el espirita sabe que la vida es un proceso de evolución y que cada existencia corpórea es el resultado de las fases anteriores de ese proceso. El espirita dispone de datos seguros y precisos sobre el fenómeno biológico de la muerte.
Esos datos, obtenidos en las experiencias científicas del espiritismo, están siendo hoy confirmados por las pesquisas parapsicológicas y físicas sobre el trance de la muerte. Basta el descubrimiento del cuerpo bioplasmico por los físicos y biólogos para advertir los espíritus sistemáticos de que pueden estar engañados.
Los inquisidores medievales quemaban a los supuestos herejes en nombre de la caridad, para librarlos del fuego eterno del infierno. Los materialistas actuales pretenden abreviar la muerte en nombre de la racional piedad. Ellas por ellas, tenemos el dogmatismo de la ignorancia tripudiando sobre los derechos de la vida.
El mensaje de Emmanuel es una advertencia a la razón esclarecida y debe ser meditada en todos sus términos. No basta leerla, es preciso estudiarla.
Artículo publicado originalmente en la columna dominical “Chico Xavier pide licencia” del periódico Diario de S. Paulo, en la década de 1970
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Alcoholismo
Sin detenernos en el examen de los factores socio psicológicos del alcoholismo generalizado, son de dos órdenes los engranajes que lo desencadenan –observado el problema desde el punto de vista espiritual.
Antiguos viciosos y dependientes del alcohol, cuando desencarnan no se liberan del habito, antes al contrario es más ruda la imposición.
Prosiguiendo la vida, aunque con la ausencia del cuerpo, los vicios continúan vigorosos, obligando a los que a ellos se aferraron a una necesidad enloquecedora. Atónitos y sedientos, los alcohólatras desencarnados se vinculan a las mentes irresponsables, de las que se sirven para dar larga a la continuación del falso placer, empujándolos poco a poco, del sorbito en el aperitivo al lamentable estado de embriaguez.
Los que caen en las redes, se tornan, por eso mismo, en verdaderos recipientes por medio de los cuales absorben los vapores deletéreos, cayendo, también, en total desequilibrio, hasta cuando la muerte adviene a la víctima, o las Leyes Soberanas recambian la materia, que padecerá de las dolorosas constricciones que le impone el cuerpo periespiritual…
Normalmente, cuando están reencarnados, los antiguos viciados recomienzan la actividad mórbida, sirviendo, su turno, de instrumento del gozo infeliz, para los que se demoran en la Erraticidad inferior…
Otras veces, los adversarios espirituales, en la ejecución de un programa n forzado por el odio, inducen a sus antiguos desafectos a la iniciación alcohólica, mediante pequeñas dosis, con las cuales con el transcurso del tiempo los conducen a la obsesión, desorganizándole el aparato físico-psíquico y dominándolos por completo.
En el estado de alcoholismo se hace muy difícil la recomposición del paciente, ya que exige de él un esfuerzo muy grande para la recuperación de la salud.
No apartándose la causa espiritual, se torna menos probable la liberación, desde que, cesados los efectos de cualquier terapéutica académicas, la influencia psíquica se manifiesta, insidiosa, repitiéndose la lamentable hazaña destructora…
La obsesión, a través del alcoholismo, es más generalizada de lo que parece.
En un contexto social permisivo, el vicio por la ingestión de alcohol se torna expresión de status, atestando a la decadencia de un periodo histórico que pasa lento y dolorido.
Por los idos de 1851, porque enjambrasen los problemas derivados de él alcoholismo, Magno Huss realizo, por primera vez, un estudio adecuado de la cuestión, promoviendo un levantamiento de los daños causados en el individuo y alertando a las autoridades para las consecuencias que produce en la sociedad.
Los que caen en la urdidura alcohólica, justifican el extraño placer, que al principio les agudiza la inteligencia, le faculta sensaciones agradables, liberándolos de los traumas y recelos, sin darse cuenta de que tal estado es fruto de las excitaciones producidas en el aparato circulatorio, respiratorio con elevación de temperatura para, luego además producir el nublar de la lucidez, la alucinación, el desaparecimiento del equilibrio normal de los movimientos…
Inevitablemente, el viciado sufre una congestión cerebral intensa o experimenta los dolorosos estados convulsivos que se tornan perfectos delirios epilépticos, dando margen a otros disturbios: digestivo, circulatorio, nervioso que pueden producir lesiones irreversibles, graves.
La dependencia y continuidad del vicio conduce al delirio tremens, resultante de la cronicidad del alcoholismo, generando psicosis, variadas alucinaciones que culminan en el suicidio, en el homicidio, en la irrecuperable locura.
Aun mismo en tal caso, la constricción obsesiva sigue su lamentable curso, ya que, no obstante despotricados los aparatos del cuerpo, el espíritu encarnado continúa siendo dominado por sus verdugos impenitentes en ajustes de cuenta de difícil narración…
Más allá de los daños sociales que el alcoholismo produce, engendrando la perturbación, la caída de la natalidad, la incidencia en variados crímenes, la decadencia económica y moral, es enfermedad espiritual que el vero Cristianismo erradicará de la Tierra, cuando la moral evangélica legitima substituirá la débil moral social, conveniente y torpe.
Al Espiritismo cumple el deber de realizar la psicoterapia valiosa junto a tales enfermos y, principalmente, la medida preventiva por las enseñanzas correctas de cómo vivir actitud acorde con las directrices de la Vida Mayor.
Por el Espíritu Víctor Hugo – Del Libro. Calvario de Liberación, Médium: Divaldo Pereira Franco
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Pase
en animales
Administrarlo
a los animales enfermos caracteriza um acto benéfico, diferente de la atención médico-veterinario
¿Pase
en animales?
¡Si!
Oigamos,
de inicio, al Espíritu André Luiz, en “Conducta Espírita”, Ed.
FEB, 1960, Cap. 33 – Ante los animales: “En
el socorro a los animales enfermos, usar los recursos terapéuticos
posibles, sin despreciar aún aquellos de naturaleza mediúmnica que
aplique a su favor. La luz del bien debe brillar en todos los
planos”.
Animales
enfermos
Cierta
vez, respondiendo a un cuestionario sobre animales, con preguntas
formuladas por la revista espírita “Espiritismo & Ciencia”,
me encontré con la siguiente pregunta, cuya respuesta transcribo a
continuación:
R.
— ¡No! La existencia de la medicina terrena, tanto para hombres
como para animales (la veterinaria) es una bendición de la Divina
Providencia. Sus avances fluyen de los planos superiores, inspirando
e intuyendo investigadores dedicados, que cada vez más van
produciendo nuevos fármacos y perfeccionando procedimientos de cura.
Sin embargo, cito que en cuanto a la terapéutica espírita,
caracterizada por la caridad a los animales por la donación de
nuestras energías anímicas, revitalizadoras o curativas (a través
de oraciones o pases), en mi opinión no tiene ninguna
contraindicación. Por el contrario: es altamente recomendable, he
ahí que se trata de un acto de amor. ¡Y el amor es todo!
Kardec
y los medios de cura
Precediendo
a la oración nº 78, en “El Evangelio según el Espiritismo”, es
el propio Kardec que recomienda al enfermo el deber de buscar los
medios de cura (la fluidoterapia, denominada por él de “magnetismo”,
y
la Medicina).
(Subrayé)
Recientemente,
Divaldo Franco, preguntado sobre las curas
espirituales,
declaró que: para
los males del Espíritu, el Centro Espírita, y para los males del
cuerpo, el hospital...
Por
las reflexiones arriba deduzco que en el caso de los animales
enfermos (que también poseen
alma,
si bien inferior a la del hombre*), a sus dueños compite el deber
caritativo de proporcionarles amparo veterinario, y, en su caso,
dentro de sus convicciones, simultáneamente, apoyo por el pase.
(*)
– En “El Libro de los Espíritus”, preguntas 597 a 600.
Fluido
magnético
1
– “El
Libro de los Médiums”
– Cap. XXII – De
la mediumnidad en los animales:
El
Espíritu Erasto discurre largamente sobre la imposibilidad de la
mediumnidad en los animales con miras a que no hay fluidos similares
entre los hombres y los animales. A continuación, registra el caso
en que: El
Sr. T..., se dice, magnetizó a su perro.
¿A
qué resultado llegó? Lo mató, por cuanto el infeliz animal murió,
tras haber caído en una especie de atonía, de languidez,
consecuentes a su magnetización. En efecto, saturándolo de un
fluido absorbido en una esencia superior a la esencia especial de su
naturaleza de perro, él lo liquidó, actuando sobre el animal, a
semejanza de un rayó, aunque más lentamente.
2
- Lo Pase, de Jacob L. Mello, Ed. de la FEB, 1992, Cap. X, Ítem 18 -
Pases
en plantas y animales:
El
autor distingue “magnetismo” de “pase espírita”, concluyendo
que a las plantas y a los animales solamente el magnetismo puramente
físico (dirigido a través del pase magnético) puede ser
transmitido. Citando Kardec y otros estudiosos espíritas, opina:
–
magnetismo = animismo
humano;
–
pase
espírita = de periespíritu a periespíritu, por lo que, en el caso
de los animales, su envoltorio fluídico no soportaría los fluidos
espirituales de “esencia superior”.
Apoyado
en Erasto, Jacob concluye que el pase espírita fulminaría al animal
enfermo.
3
– Atravesando lo Invisible, Yvonne A. Pereira, Ed. FEB, 1963, Cap.
VIII – Sutilezas
de la Mediumnidad:
La
inolvidable Yvonne A. Pereira (1900-1984), discurriendo sobre la
psicometría (facultad mediúmnica de describir acontecimientos en
torno a una criatura, en contacto directo con un objeto a ella
perteneciente), narra que
en
desprendimiento parcial, cuando aún estaba encarnada, como Espíritu,
“visitó” animales. Son sus palabras: Durante
el desprendimiento parcial, hemos tenido ocasión de “visitar”
animales como el buey, el caballo, el perro y el gato. Verificamos
que el fluido
magnético, el elemento etéreo en que se hallan ellos sumergidos,
como
seres vivos que son, son los mismos que penetran a los hombres, donde
estos se agitan.
De ahí esa correspondencia vibratoria, que hace al ser espiritual
del hombre comprender al ser del animal, sentirlo, así como a los
demás reinos de la Naturaleza... (...) La impresión que guardamos
de las cuatro especies citadas fue profunda y enternecedora, como las
semejantes nuestros. (Subrayé)
Fluido
vital
Por
oportuno, recuerdo la pregunta número 66 de El
Libro de los Espíritus:
P:
– ¿El principio vital es el mismo para todos los seres orgánicos?
R:
– Sí, modificado según las especies.
Ahora,
pregunto yo: — ¿Quién modifica el principio vital?
Reflejo,
en respuesta, que en el caso de pases en animales (y en plantas...)
es posible que la “donación socorrista” mediúmnica humana sea
sometida, por Protectores Espirituales especializados, a procesos de
compatibilización fluídica, para la debida asimilación del
necesitado – animal o vegetal.
Conclusión
Por
los ítems expuestos, la cuestión de los pases en animales presenta
una aparente contradicción entre las reflexiones de arriba, de
Erasto, André Luiz e Yvonne A. Pereira...
–
Erasto
afirma que el pase en el animal lo fulminaría, por la diferencia
fluídica;
–
Yvonne
Pereira verificó la correspondencia vibratoria de hombres y
animales, con miras al fluido magnético – el elemento etéreo –
que a ambos penetra;
–
André
Luiz proclama que los recursos terapéuticos y los de naturaleza
mediúmnica para animales enfermos son un acto de amor.
Aún
una vez sería prematuro radicalizar la cuestión, siendo plano que
constituye una actitud cristiana socorrer plantas, animales o
criaturas humanas, cuando son necesitados, con los recursos posibles
– materiales y espirituales.
Delante
de la encrucijada, me socorrió el añorado Prof. José Herculano
Pires (1914-1979), dirimiendo la citada contradicción en su obra
Mediumnidad
– Vida y Comunicación,
EDICEL, 6ª Ed., 1986, Cap. XI
– Mediunidade
Zoológica.
Las
reflexiones son cristalinas y por eso las registro abajo:
Nuestros
días, contrabalanceando la necedad de la pretendida mediumnidad
zoológica, comienza el amanecer en el campo mediúmnico un tipo de
mediumnidad para el cual sólo algunos espíritas se vuelven
esperanzados. El Prof. Humberto Mariotti, filósofo espírita
argentino ya bastante conocido en Brasil por sus obras y sus
conferencias,
es un zoólfilo enamorado. En su último viaje a São Paulo
intercambiamos ideas e informaciones acerca de lo que podemos llamar
de Mediumnidad Veterinaria. No podemos elevar a los animales a la
condición superior de médiums, pero
podemos concederles los beneficios de la mediumnidad.
Mariotti
poseía, como poseemos, episodios importantes de su vivencia personal
en ese terreno. La asistencia mediúmnica a los animales es posible y
grandemente provechosa. El animal enfermo puede ser socorrido por
pases y oraciones e incluso con los recursos del agua fluidificada.
Los médiums veterinarios, médiums que se
especializaron
en el tratamiento de animales, ayudarían a la Humanidad a librarse
de las pesadas consecuencias de su voracidad carnívora. Kardec se
refiere, en El Libro de los Médiums, a los intentos de
magnetizadores, en Francia, de magnetizar animales y desaconseja esa
práctica en vista de los motivos contra la
mediumnidad
animal. Entiende que la transmisión de fluidos vitales humanos para
el animal es peligrosa, en virtud del gran desnivel evolutivo entre
las dos especies. Pero en la Mediumnidad Veterinaria, la situación
se modifica.
El
reino animal es protegido y orientado por Espíritus humanos que
fueron zoófilos en la Tierra, según numerosas informaciones
mediúmnicas. El médium veterinario, como el médium humano, no
transmite sus fluidos en el pase por su propia cuenta, sino sirviendo
de medio de transmisión a los Espíritus protectores.
La
situación mediúmnica es así muy diferente de la situación
magnética o hipnótica. Al socorrer al animal enfermo, el médium
dirige su oración a los planos superiores, suplicando asistencia de
los Espíritus protectores del reino animal y poniéndose a la
disposición de estos. Aplica el pase con el pensamiento vuelto para
Dios o para
Jesús, el Creador y el responsable por la vida animal en la Tierra.
Fluidifica el agua de la misma manera, confiado en la asistencia
divina. No se trata de una teoría o técnica inventada por nosotros,
sino naturalmente nacida del amor de los zoófilos y ya contando con
numerosas experiencias en el medio espírita.
(Subrayé)
A
continuación, el autor narra conmovedores episodios de socorro
humano mediúmnico-veterinario a animales gravemente enfermos o
desahuciados, que con eso se recuperaron.
No
incurriendo en omisión, registro que desde niño (nací en 1934...)
conviví con animales domésticos y vi a espíritas bondadosos
aplicar pases en animales enfermos, en la mayoría de los caos
prosperando la recuperación “de los pacientes”.
Igualmente,
de mi parte, también muchas veces he dispensado pases a animales
enfermos y gracias a Dios ninguno de ellos vino por eso a fallecer
fulminado. En esas ocasiones, imploro a los Espíritus Protectores la
cura de la enfermedad y, cuando eso ocurre, no sabría, sinceramente,
afirmar si fue sólo por animismo... En el 99,99% de los casos,
imagino que no: ¡el mérito es de ellos!
Deduzco
que cuando un médium, no necesariamente “veterinario”, aplica
pase en animales necesitados, Amigos del Plano Mayor, zoófilos, se
encargan de modificar el fluido humano en fluido apropiado con la
especie animal atendida, añadiendo los de la Naturaleza, además de
los de ellos mismos.
Por
oportuno, concluyo recordando que San Francisco de Asís, considerado
“Padrino de los Animales”, el siglo XII, ya concedía bendición
a los animales, desde los principios de su elevadísima misión en
aquella existencia terrena.
Como
tradición, hasta hoy las Iglesias católicas devotas especialmente a
aquel santo igualmente conceden bendiciones a los animales, el día 4
de Octubre de cada año.
Como
espírita considero que tal procedimiento caracteriza un acto
benéfico a los animales, diferente de la atención
médica-veterinario. La bendición del padre, a mi ver, de alguna
forma tiene la misma intención caritativa del pase administrado por
médiums zoófilos en nuestros hermanos más pequeños, siempre que
se deparen con uno de ellos en estado de necesidad.
Autor:
Eurípedes Kühl
Nota
de la Redacción:
Sobre
el asunto lea también el libro ANIMALES, NUESTROS HERMANOS, de
Eurípedes Kühl, 1ª Ed. 1995, Editora PETIT, SP/SP.*****************
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