viernes, 5 de agosto de 2016

DIMENSIONES DE LA VERDAD (4)



DIMENSIONES DE LA VERDAD (4)

(Viene del anterior publicado).......

"Un día que Kristna oraba recostado contra un árbol, una tropa de
esbirros enviados por los sacerdotes, cuyos vicios habían descubierto, le asaeteó y colgó su cuerpo en las ramas para que fuese presa de las aves inmundas".

"La noticia de esta muerte llegó a los oídos de Ardjima, el más querido de los discípulos de Kristna, y corrió aquél, acompañado de una gran muchedumbre del pueblo, para recoger los restos sagrados. 
Pero el cuerpo del hombre Dios había desaparecido; sin duda había vuelto a las celestes moradas, y el árbol en cuyas ramas fue colgado, apareció repentinamente cubierto de grandes flores rojas, esparciendo a distancia el más suave de los perfumes".

"Los sacerdotes, que habían mandado asesinar a Kristna, fueron los primeros en sentir su influencia; pero sea por habilidad, sea por convicción, la aceptaron como la grande encarnación de Vischnú, prometida por Brahma al primer hombre, y colocaron su estatua en todos los templos".

Ahora bien: ¿No se asemeja esta historia a la historia de Jesús? ¿No hay grandes puntos de contacto en su nacimiento, en su vida, en su muerte y en su resurrección? ¿Por qué ese empeño total en no querer conceder a la Tierra más que un redentor? Cuando la humanidad terrena formada de "espíritus en turbación", como dice un joven pensador, olvidadiza por costumbre, ingrata por hábito, rebelde por condición, ignorante por pereza, necesita si fuera posible, un redentor por cada siglo. 

Tres mil años antes de la era cristiana, estaban codificadas las leyes indias, y Kristna dijo en aquellas remotas edades lo que más tarde repitió Jesús, y sabe Dios, si Kristna de qué otro Redentor lo repetiría. No es de hoy la moral de Jesús, no; escuchemos algunos versículos del Evangelio indio, que sus máximas sublimes alientan y fortifican, y hace más de cinco mil años que las almas enfermas beben el agua fuera de los textos védicos. Leamos:

"Los hombres que no tienen el dominio de sus sentidos, no son capaces de cumplir con sus deberes". 

"Es preciso renunciar a la riqueza y a los placeres, cuando éstos no son aprobados por la conciencia".

"Los males que causamos a nuestro prójimo nos persiguen como nuestra sombra a nuestro cuerpo".

"La ciencia del hombre no es más que vanidad, todas sus buenas acciones son ilusorias cuando no sabe referirlas a Dios".

"Las obras que tienen por principio el amor de su semejante, deben ser ambicionadas por el justo, porque serán las que pesen más en la balanza celeste".

"Por las buenas acciones en sí mismas, y no por la cantidad, es por lo que seréis juzgados".

"A cada uno según sus fuerzas y sus obras".

"No se puede pedir a la hormiga el mismo trabajo que al elefante".

"A la tortuga, la misma agilidad que a la cierva".

"Al pájaro que nade, al pez que se eleve en los aires".

"No se puede exigir al niño la prudencia del padre".

"Pero todas esas criaturas viven para un fin, y aquellas que cumplen en su esfera lo que ha sido prescrito, se transforman y se elevan según todas las series de emigración de los seres. La gota de agua, que encierra un principio de vida que el calor fecunda, puede llegar a ser un dios".

"Pero sabedlo todos; ninguno de vosotros llegará a absorberse en el seno de Brahma por la oración solemne, y el misterio monosílabo no borrará vuestras últimas manchas, sino cuando lleguéis al umbral de la vida futura, cargados de buenas obras, y las más meritorias entre esas obras serán aquellas que tengan por móvil el amor al prójimo y la caridad".

"El que es humilde de corazón y de espíritu, es amado por Dios; no tiene necesidad de otra cosa".

"Lo mismo que el cuerpo es fortificado por los músculos, el alma es
fortificada por la virtud".

"Así como la tierra sostiene a los que la pisan con los pies, y le desgarran su seno trabajándola, así debemos volver el bien por el mal".

"Los servicios que se prestan a los espíritus perversos, el bien que se les hace, parecen caracteres escritos sobre el agua, que se borran a medida que se les traza. Pero el bien debe cumplirse por el bien, porque no es sobre la Tierra donde hay que esperar recompensa".

"Cuando morimos, nuestras riquezas quedan en la casa; nuestros parientes, nuestros amigos no nos acompañan más que hasta la tumba; pero nuestras virtudes y nuestros vicios, nuestras buenas obras y nuestras faltas, nos siguen en la otra vida".

"El infinito y el espacio, pueden solos comprender al espacio y al infinito. Dios sólo puede comprender a Dios".

"El hombre honrado, debe caer bajo los golpes de los malos, como el árbol sándalo, que cuando se le derriba, perfuma el hacha que le ha herido".

"El justo que no se haga jamás culpable de maledicencia, de imposturas y de calumnias; que no busque querellas; que tenga constantemente la mano derecha abierta para los desgraciados, que no se vanaglorie jamás de los beneficios que haga".

"Cuando un pobre venga a llamar a su puerta, que lo reciba, le lave los pies, le sirva él mismo y coma de sus restos, porque los pobres son los elegidos del Señor. Pero, sobre todo, que evite, durante el curso de su vida, dañar en lo más mínimo a otro: amar a su semejante, protegerle y asistirle, de ahí derivan las virtudes más agradables a Dios". 

Sobre esta moral sublime está calcado el Evangelio de Jesús, su historia,con pequeñas variantes, es la misma de Kristna; así es que la regeneración social que realizó Jesús no es debida a un episodio de su historia; que si bien pudo servir de base para un gran misterio religioso, no es debido a la creación de ese misterio el desenvolvimiento progresivo de la humanidad. Este movimiento ascendente obedece al exacto cumplimiento de las leyes universales que rigen en la creación. 

Justo es que digamos que los espiritistas ni hacen descender al hombre a la triste condición del bruto, ni son tan osados y tan ilógicos que lo elevan a la suprema categoría de un Dios.

Para nosotros no hay más que un Dios, ¡Ese Dios que se siente y no se define!

¡Esa inteligencia suprema! ¡Ese algo misterioso que constituye un todo incomprensible, universal y eterno!...

¡Ese aliento divino!...

¡Esta savia generosa que alimenta a los lirios y a las cordilleras de los Andes! ¡A los infusorios de la Tierra, y a los mundos que en vertiginosa carrera se precipitan afanosos para sorprender los secretos de la eternidad!

Somos deístas racionalistas, y no le concedemos al hombre más que el fruto de su trabajo; por esta razón no podemos mirar en él, ni al bruto, ni a un Dios. Bruto no puede ser porque en su frente irradia un destello de la inteligencia divina; y a ser Dios no puede llegar, porque en el Universo no hay más que un Dios. ¡Luz más luz, produce sombra! Esto dijo un sabio y es la verdad.

Creemos, sí, que los hombres pueden llegar a ser grandes y buenos si quieren utilizar su inteligencia y su sentimiento, trabajando asiduamente en su mejoramiento moral e intelectual.

¡Pueden llegar a ser enviados providenciales!

Creemos que la moral de Jesús, es la moral de Dios; es la ley eterna  promulgada desde los primeros tiempos por legisladores divinos, que le han hablado a las humanidades en un lenguaje apropiado a su respectivo adelanto.

Las humanidades no han sido creadas para odiarse, no. Los hombres no han nacido para destruirse unos a otros como fieras sanguinarias. Su destino es más humanitario, su misión es más grande, su tendencia más armónica, por esto de vez en cuando, cuando la fiebre enloquece a los hombres, cuando las instituciones de este mundo flaquean, vienen enviados providenciales, preceptores divinos que sirven de catedráticos a las multitudes, y les enseña la moral de todos los siglos, les leen el Código de todos los tiempos, les hablan de ese Dios desconocido que está en la mente de todos los hombres. 

Jesús fue uno de esos profetas del Espiritualismo, y como su gran misión es regenerar a los pueblos, como había sonado la hora en el reloj eterno, para que comenzara a espiritualizarse el sentimiento de la humanidad terrestre; por esto su voz generosa resonó en la Tierra, resuena todavía y resonará eternamente, y esto aconteció, acontece y acontecerá: no porque el cuerpo de Jesús resucitase, o fuese fluídico, sino porque Jesús resucitó al cuerpo social; y le dijo al viejo mundo (inmenso cadáver encerrado en la sepultura del más grosero materialismo), ¡Levántate y anda, humanidad hipócrita y descreída, y busca a Dios por medio de las buenas obras, que harto tiempo has estado aletargada con el opio fatal de tus pasiones!

El mayor de los milagros que Jesús ha hecho y que acredita verdaderamente su superioridad, es la revolución que sus enseñanzas han hecho en el mundo a pesar de la exigüidad de sus medios de acción.

En efecto, Jesús, pobre, nacido en la más humilde condición, en un pueblo casi ignorado y sin preponderancia política, artística, ni literaria, sólo predica durante tres años. En este corto periodo de tiempo es conocido y perseguido por sus conciudadanos, calumniado y tratado de impostor: se ve obligado a huir para no ser apedreado; es vendido por uno de sus apóstoles, negado por otro y abandonado por todos en el momento que cae en manos de sus enemigos.

¿Hay mayor injusticia que la que los hombres le han hecho a Jesús y a su sagrada religión?... ¡Pobres seres los que envueltos en la luz del presente, cierran los ojos ofuscados por la claridad, y suspiran recordando las sombras del pasado; no queriendo comprender que los dogmas de la fe ciega han desaparecido ante la ciencia, como la niebla desaparece ante los rayos del Sol!.

No tenemos la arrogancia estúpida de creer que la escuela filosófica espiritista ha pronunciado su última palabra, y que tras de esta creencia no haya más problemas que descifrar. No lo creemos nosotros así, no; vemos en el Espiritismo un gran adelanto; porque su desenvolvimiento hoy se adapta al gusto dominante de nuestra época, que es la investigación y el análisis: por esto la doctrina espírita nos encamina por la senda del progreso, sin que por esto creamos que poseemos la perfección absoluta, porque esa sólo la posee Dios. 
Nosotros creíamos ayer, y creemos hoy: en un solo Dios, inteligencia suprema causa primera de todas las cosas, infinita, incomprensible en su esencia, inmutable, inmaterial, omnipotente, soberanamente justo, bueno y misericordioso. 

Creemos que el hombre, una de sus criaturas, debe a Dios una adoración infinita. ¡Las hermosas palabras del evangelio han resonado siempre en el mundo! ¡El eco ha repetido en todos los tiempos la voz de Dios! Mas, ¿De qué sirvió la predicación de Cristna? Se obtuvo el mismo resultado que con la de Jesús; los sacerdotes crearon las castas, los privilegios, y en nombre de éste o de aquel Redentor, la humanidad antropófaga por instinto ha devorado en el voraz apetito de su soberbia, cuando ha tenido la debilidad de dejarse destruir.
La historia del progreso es tan antigua como el mundo. El Espíritu de Dios ha flotado sobre todas las humanidades, y ha irradiado en todas las épocas. El cristianismo no es de hoy, es de ayer, es de siempre, y será de toda eternidad, porque su moral sublime es el compendido de todas las virtudes.

Jesús vino a la Tierra llamando la atención del pasado, del presente y del porvenir, planteó en su aparición un problema científico, la teología se apoderó de este problema y le cubrió con un velo misterioso; pero mientras el misterio exista la luz no puede lumbrar a la humanidad.

Jesús vino a la Tierra para dar una lección a los tiempos de los tiempos. ¡Pobres teólogos de todas las edades! ¡Cuán ignorantes habéis sido siempre! ¡Para vosotros no ha habido más que tiempo presente! ¡No habéis presentido el pasado! ¡No habéis adivinado el mañana! ¡Toda la vida la habéis encerrado en la gota de agua que habéis tenido delante!

¿Merecen llamarse cristianos los que miran en Jesús un enviado divino, y tratan de imitar en lo poco que pueden, y lo que su escaso entendimiento les permite, la humildad, la paciencia, la tolerancia, y la cariad del mártir del Calvario?.

Los espiritistas, pueden llamarse cristianos porque reconocen en Jesús, al primer legislador del mundo. Porque creen que la oración del Padre Nuestro fue su código universal; porque ven en Jesús, el Sol de la Tierra, y venerando sus divinas enseñanzas, siguen la senda que trazó su evangelio, bendiciendo su nombre, y tratando de perdonar a sus enemigos, como Jesús perdonó a los fariseos que le crucificaron.
Poco nos importa el nombre, lo que nosotros queremos son las buenas obras; pero es nuestro deber dejar consignado que los espiritistas tienen derecho a llamarse cristianos.

Si el llamarse cristianos quisiera significar que el que llevase ese nombre era un fiel traslado de Jesús, no habría en la Tierra ningún hombre que fuera digno de llamarse cristiano; pero siendo únicamente el nombre de su doctrina podemos llamarnos cristianos todos aquellos que tratamos de creer en ella. ¡Jesús ha vivido siempre! Desde el momento que el hombre, contemplando la bóveda estrellada en una noche de primavera cruzó las manos en señal de adoración, y su alma se puso de rodillas (como dice Víctor Hugo), el alma de Jesús murmuró en su oído: ¡Ama a Dios!

Cuando el hombre, más tarde, trató de leer en las profundidades del cielo, el Espíritu del Jesús de todos los tiempos le dijo a su razón: ¡Busca a Dios! ¡Llámale, que Él te contestará!

Cuando los hombres como San Vicente de Paúl recogen a los niños huérfanos, Jesús les estrecha entre sus brazos y les dice: ¡Venid conmigo, benditos de mi padre, venid para recibir la sonrisa inefable de Dios!

Amalia Domingo Soler
( Continúa y finaliza en el próximo )

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 LA ESCALERA DE 

          JACOB 

Nacimiento y muerte determinan el tránsito especial entre el Cielo y la Tierra. Día y noche, sin cesar, descienden y suben los Ángeles por la escalera simbólica de la visión bíblica de Jacob. Los Ángeles son espíritus, y el Apóstol Paulo esclareció que son mensajeros. Traen y llevan mensajes de un plano hacia el otro. Son mensajes de amor, de estímulo, de orientación y encorajamiento. Los mensajes son dados, en la mayoría, a través de intuiciones, en la Tierra, a los destinatarios encarnados. Mas habrá también las que son dadas por vía mediúmnica, a través de un médium, o por sueños. Esta comunión espiritual permanente se conoce desde las épocas más remotas. Mas solo en 1857, con la publicación de El Libro de los Espíritus, de Allan Kardec, en Paris, el problema fue encarado como positivo y llevado a la consideración de los sabios y de las instituciones científicas. Las Iglesias Cristianas, teniendo al frente la católica Romana, se levantaron contra esta posición, que decían simplista, de un grave problema teológico. Solo los clérigos y los teólogos, según ellas, tenían el derecho de tratar el asunto. Un siglo después, la cuestión estaba en las manos de las Ciencias y la Ciencia Espírita, fundada por Kardec, era colocada al margen del mundo científico, por no poseer un objeto legítimamente científico, material, al alcance de los sentidos humanos. Richet levantara, en la Metapsíquica, la tesis del sexto sentido, y Kardec sustentaba que los fenómenos mediúmnicos, por el hecho mismo de ser fenómenos, constituían el objeto sensible de la Ciencia Espírita. 

En 1830 los profesores Joseph Banques Rhine y William McDougall lanzaban en la Universidad de Duke, en Carolina del Sur (Estados Unidos de América) la nueva Ciencia de la Parapsicología, para la investigación de estos mismos fenómenos. Y en 1840 ambos proclamaban, con sus colaboradores, la prueba científica d la Clarividencia. De allí en adelante creció rápidamente en el mundo el interés por el asunto y surgieran pesquisas y cátedras en todas las grandes Universidades de América y de Europa. Hoy la cuestión es pacífica en el plano científico, y también en el religioso, puesto que la Iglesia aceptó la realidad de los fenómenos y se interesó efectivamente por las pesquisas. La Parapsicología avanzó rápidamente, siguiendo la trilla de la Ciencia Espírita, sin ningún desvío. 

      Vencida la barrera de los preconceptos y de las sistemáticas a que se apegaban numerosos científicos, la Parapsicología se definió como la Ciencia del Hombre. Rhine, al aposentarse en la Universidad de Duke, estableció la Fundación para la Pesquisa de la Naturaleza Humana. La Parapsicología sustenta la natura-leza espiritual del hombre y sus posibilidades de acción extensiva e intensiva en el plano físico y mental o espiritual. “La mente, que no es física, actúa sobre la materia por vías no físicas”, declaró Rhine, apoyado por grandes nombres de la Ciencia en todo el mundo. Esta declaración cambió el panorama cultural del planeta. Hoy ninguno duda, cuando nace una criatura, que se trata de un espíritu humano reencarnado biológicamente en la Tierra. Aunque aún existan sectores científicos reacios a la nueva Ciencia, se afirmó en el mundo de manera definitiva. Los científicos que la niegan o rechazan son considerados retrógrados o se definen a si mismos como pertenecientes a religiones que no deben aceptar los nuevos principios. 

     La muerte perdió el sentido de negación de la vida. Los fenómenos Tetha, uno de los últimos tipos de fenómenos paranormales pesquisados por la Parapsicología, nada más son las comunicaciones mediúmnicas. Más allá del tránsito entre la Tierra y el Cielo – el más movilizado del mundo – existe ahora la comunicación permanente entre los hombres y los espíritus. Los descubrimientos físicos en el plano de las pesquisas sobre la estructura de la materia demostraran que no vivemos en un mundo tridimensional, sino multidimensional. Los que mueren en la Tierra pasan hacia los planos de la esfera semimaterial, de materia rarefacta, que la circunda, y, conforme su grado evolutivo, para las hipóstasis espirituales entrevistas por Plotino, en la fase helenista de la Filosofía Griega. En las sesiones espíritas, en todo el mundo, millares de personas consiguen conversar con amigos y parientes muertos, que dan pruebas evidentes de su sobrevivencia después de la muerte. Las restricciones de los sistemáticos y preconceptuosos continúan, mas la realidad se impone de tal manera que estas restricciones han disminuido asustadoramente. La Tierra se espiritualiza, a pesar del materialismo de las religiones. Y la muerte ya no amedrenta a millares de millones de criaturas que muren todos los días. 

      Generalmente no se piensa en lo que esto representa para la Humanidad. Entregados a sus preocupaciones absorbentes del día a día, hombres y mujeres aún viven en la Tierra como hace millones de años. Cuidan de la vida sin preocuparse con la muerte. Esta posición anestésica es útil en la Tierra, mas desastrosa en los planos espirituales. En las manifestaciones de espíritus (fenómenos tetha) se puede evaluar el perjuicio causado a las criaturas por esta alienación a la materia. Embriagados por sus ansias de conquistas materiales, prácticamente tragadas por la vida práctica, la mayoría de los que mueren no tienen la menor noción de lo que es la muerte. Entran en pánico después del traspaso, apegándose después a personas amigas de sus relacio-nes, perturbándolas sin querer o procurando, a través de ellas, sentir un poco de la seguridad perdida en la Tierra. Además de estos prejuicios, la falta de educación para la muerte causa el perjuicio mayor de los desesperos, angustias existenciales y locuras que hoy barren la Tierra en toda su extensión. Por otro lado será preciso considerar los perjuicios inmensos producidos por la ignorancia de las finalidades de la vida. Las mismas Ciencias sufren de esta ignorancia, que les barra el camino de descubrimientos necesarios para la mejoría de las condiciones de la vida terrenal. 
     Por más atildados y dedicados que sean los científicos, si no tuvieren conocimiento de las leyes fundamentales que rigen al planeta y condicionan a la Humanidad, no podrán penetrar en las causas de los males y problemas que enfrentan. Será cuestión pacífica que la falta del conocimiento preciso y amplio del medio en que estamos nos deja entregados a peligros que no podemos prever. Es lo que ahora mismo acontece, en el caso de la polución peligrosísima del planeta por las exigencias del desenvolvimiento industrial. La falta de interés por la Ecología sumergió al mundo en una situación desastrosa, que aún no sabemos como podremos superar. La Ciencia se atiene a los efectos, dejando las causas por cuenta de la Filosofía y de la Religión. Esta última se cerró en dogmas ilusorios, mandando a los santos la cuestión fundamental de las causas. Entregados a los conocimientos empíricos de la realidad constatada en los efectos, los hombres consiguieran realizar la hazaña trágica de la polución total del planeta, con los más graves perjuicios para la vida humana, como también para los vegetales y los animales. Nos descuidamos de la muerte y perdemos la vida. Si no cambiamos urgentemente de actitud, transformaremos la Tierra en una Luna sin atmósfera. 

Nuestra insistencia en la consideración escatológica de la muerte, en su función esencialmente destructora – negándole el papel fundamental de controlador de la vida y la de renovador de las civilizaciones –, parece haber provocado una reacción en nuestra propia estructura óntica que nos transformó en nadifica-dores de nosotros mismos y de toda la realidad. El extraño privilegio que pretendemos, de ser los únicos seres condenados a la nada, un Universo en donde todo se renueva y se eleva, constituye la más espantosa contradicción de toda la Historia Humana. Esta contradicción monstruosa deforma la figura del hombre en el mundo que al contrario de imagen y semejanza de Dios, aparece como la fiera más temible del planeta, donde las fieras salvajes son sistemáticamente destruidas y devoradas por el animal dotado de inteligencia creadora, sentimiento, moral, comprensión de su espiritualidad y sensibilidad ética y estética. El humanismo apasionado de Marx, que soñaba sin saberlo con el Reino de Dios en la Tierra, se negó a si mismo al formular la teoría del poder totalitario y absoluto de una clase social contra las otras. Larissa Reissner, quien luchó por los bolcheviques de armas en la mano, se muestra desolada, en las páginas brillantes de su libro Hombres y Máquinas, al referirse a los campos de trabajos forzados de la URSS, en que antiguos y bravos compa-ñeros de lucha pagaban bajo el poder soviético el precio de sus ilusiones para el fortalecimiento del Estado-Leviatán de Hobbes. 

La terrible dialéctica de las revoluciones sociales materialistas, sin Dios ni corazón, llevó al Marxismo a la picota de la ley de negación de la negación, negándose a si mismo en el proceso histórico. Sin el respeto del hombre por si mismo, por su condición humana, todos los intentos de mejorar el mundo acaban en la asfixia de la libertad, nadificando al hombre después de transformarlo en objeto. Sería esta también la contradicción fundamental de Sartre en El Ser y la Nada y en la Crítica de la Razón Dialéctica. Mas es precisamente de las contradicciones entre la tesis y antítesis que podemos obtener la síntesis que nos da la verdad posible de cada problema Los ángeles que descienden por la escalera de Jacob, en la alegoría bíblica, representan la tesis de la proposición existencial – la verdad posible del Cielo, o sea, de los planos divinos, entendiéndose por divino aquello que supera la condición material. Mas son estos mismos ángeles que regresan para el Cielo representando la antítesis. El tránsito espacial resulta de la síntesis humana en que la propuesta terrena y la respuesta celeste se funden en el proceso existencial de la trascendencia. Por esto Kardec rechazó las revelaciones proféticas del pasado, individuales y exclusivistas, que generaran las religiones de la muerte, estableciendo el principio de las revelaciones conjugadas, de naturaleza científica, en que el mundo es la tesis, el hombre es la antítesis y la verdad es la síntesis. Esta síntesis, como acentuó León Denis, es la mundividencia espírita, de difícil comprensión para los ángeles que descienden y se quedan en la rutina terrenal, en el círculo vicioso de las reencarnaciones repetitivas. La verdad posible esta entredicha a ellos, no por condena divina, mas por opción propia. Cuando ellos rompieren el círculo vicioso podrían comprender esta verdad, la verdad posible, al alcance del hombre que supo transcenderse. 

En la dialéctica espírita el hombre propone la tesis, el espíritu responde con la antítesis y la Razón elabora la síntesis del conocimiento posible. La religión, como enseña Kardec, sería la consecuencia de la revelación espiritual fundida con la revelación científica. La verdad posible tiene su legitimidad y su validez precisamente en esta fusión. Los limites de la vida terrenal condicionan la realidad humana a las posibilidades cognitivas de la mente humana actualizada en la materia. El espíritu revela un principio espiritual y el científico revela la ley terrenal a ella correspondiente. Solo en este proceso de perfecto equilibrio el hombre podrá evitar los peligros del misticismo alineante, para vivir en la Tierra marchando hacia la trascendencia, a través de la Existencia. Es este el proceso que permite la fusión dialéctica de Ciencia y Religión, como fundamento de toda la verdad posible en la Era Cósmica. Por esto, no insistimos en el Espiritismo por sectarismo o proselitismo, mas por el hecho incontestable de que el solo nos ofrece los instrumentos conceptuales necesarios a la conquista de la realidad. Sin la fusión de la afectividad con la razón no podríamos alcanzar la síntesis del conocimiento general, en la fragmentación de los efectos sin el esclarecimiento de las causas. El método inductivo de la Ciencia nos permite reunir los efectos para la comprensión posible de la causa única y trascendente. 

J. Herculano Pires 

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       LA PUERTA DE ENTRADA

El procesos de la reencarnación tiene,en la cuna,su puerta de entrada,aureolada por las bendiciones del amor de Dios.
Allí continúan los compromisos y cuidados de un proyecto que tuvo inicio antes de la fecundación y que no se acabará cuando ocurra la muerte del cuerpo.
A través de ese admirable mecanismo,el del renacimiento,la cuna pasa a proporcionar a los que recomienzan en la experiencia carnal elementos tales como:crecimiento intelecto moral,reparación de faltas que le agobian en el orden espiritual,renovación del camino recorrido antes con insensatez,edificación de propósitos superiores en el mundo íntimo,olvido del mal,con el fin de adaptarse al bien,aprendizaje de las leyes de amor que lo fortalecen en lo profundo del ser,aún no consideradas,aproximación de adversarios para ampliar la comunidad fraternal,la conquista de la familia prueba o misión,de acuerdo con los títulos de ennoblecimiento o la deuda que se posean,pruebas de paciencia,de forma de poder comprender la grandeza del tiempo sin límite,desdoblamiento de recursos que yacen dormidos,y que ante las enseñanzas humanas,desatan ramilletes cargados con los tesoros de sabiduría y de luz...
La puerta de entrada es la respuesta de la vida,como misericordia a los náufragos de la vida.
El Espíritu fue creado por amor para la gloria estelar.
El tránsito por las vías del progreso le proporciona la explosión de todos los gérmenes que duermen en él,innatos,y que esperan el momento para la fecundación.
Cabe al hombre inteligente ofrecer desde la cuna sus valiosos esfuerzos,de manera que pueda formar una familia equilibrada y sabia.
La familia representa la célula fundamental del organismo social,que se convierte en la consecuencia natural de ese conglomerado de unidades que se necesitan...
En tal empresa,el amor,el conocimiento de sus finalidades,la responsabilidad y el respeto entre sus miembros,son de vital im portancia para que sean logrados los objetivos para los cuales es formada.
Mucho mas que un lugar para la permuta de hormona y placeres,de ternura y afectos de los cónyugues es el reducto santuario escuela para los hijos,que deben constituirse en la meta primera de la unión conyugal.
Cuando el hogar se engrandece con la presencia de los hijos,la familia educada en el bien y esclarecida,programa,por automatismo,la sociedad y el futuro mejor de la humanidad...
Con el fin de que se consigan óptimos resultados,la educación desempeña un papel de principal importancia,para la toma de conciencia de los individuos sobre las razones en las cuales ese encuentran en la tierra y preparándolos para las realizaciones del hogar,de la familia,su pequeño mundo,preparatorio del mundo mayor.
En un pesebre,que supo honrar Jesús encontró la puerta de entrada para conquistar los corazones y cantar las glorias del Padre, al enseñar el inconfundible poema de amor que libera y proporciona felicidad.
De ese modo santifica esa puerta,a fin de que resplandezca,rica de luz,al contagiar con la majestad de su realización,a todos aquellos que por ella pasen en dirección a la vida física.
Ennoblece la cuna hoy,para que antes de la tumba,mañana,el ser humano en camino por la tierra te bendiga.
Por fin,recuerda que,si la cuna es la excelente puerta de entrada para la reencarnación,la tumba es la puerta de salida,para la desencarnación,después de lo cual tu conciencia y la divina justicia te llamarán a rendir cuentas.
MOMENTOS DE CORAJE!!
( Publicado por Lidia Gómez )
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                  La Caridad y Tú
Crees que sólo la caridad puede redimir al mundo; entre tanto no te demores en la posición de comentarista. No nos digas que careces de recursos o que no estás en condiciones de contribuir a la campaña renovadora de la sublime virtud.
Si no veamos: Si cada cinco dosis, destinaras el importe correspondiente a una gaseosa o un aperitivo, según tus hábitos, a los servicios de algún hospital, al cabo de un mes habrá mayor cantidad de medicación decisiva para un determinado enfermo.
Si renunciaras al cine una vez de cada cinco, y enviaras el dinero respectivo a un hogar infantil, transcurridas dos o tres semanas la institución contará con más leche en bien de los niños necesitados.
Si suprimieras un atado de cigarrillos de cada cinco de tu consumo personal, y aplicaras el fruto de esa renuncia a una casa erigida para los hermanos apartados del confort doméstico, en breve tiempo el hospedaje que les corresponde será más agradable.
Si economizaras las prendas de vestir y guardaras el importe equivalente a una de ellas de cada cinco, para socorrer al prójimo desafortunado, concluido un año dispondrás de recursos suficientes para cubrir a alguien amenazado por la desnudez.
No esperes la bondad de los otros. Ten en cuenta la que tú puedes practicar. Posiblemente respondas que lo superfluo también se debe a tu propio sudor, que no nos concierne opinar sobre su utilización porque tanto la copa y la película como el cigarrillo y la moda están a tu cargo. Naturalmente estás acertado en tu manifestación y no seremos nosotros quienes te neguemos ese derecho.
La voluntad es un sagrado atributo del espíritu, una dádiva de Dios a fin de que decidamos por nosotros mismos cómo encauzar su destino. Aun así, nuestra recomendación es nada más que una sugerencia a los compañeros que confían en el poder de la caridad, pues sólo habrá en ella verdadero mérito si existiera algún vínculo entre la caridad y tú.
Andre Luiz
Francisco Cándido Xavier, Waldo Vieira

Libro “El Espíritu de la verdad”
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Cuando algo venturoso nos sucede- ¿debemos dar las gracias a nuestro Espíritu protector? 
- Agradeced sobre todo a Dios, ya que sin su permiso nada se consuma. Y en segundo lugar, dad las gracias a los buenos Espíritus, que han sido los agentes de Él. 

535 a. ¿Qué sucedería si nos olvidáramos de agradecer? 
- Lo que a los ingratos acontece. 
535 b. Con todo, personas hay que ni oran ni agradecen, y todo les sale bien… 
- Sí, pero hay que ver el final. Porque muy caro pagarán esa felicidad transitoria que no merecen, pues cuanto más hayan recibido, tanto más tendrán que devolver.. 

EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS 
ALLAN KARDEC 
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