jueves, 29 de septiembre de 2016

ENFERMEDAD MENTAL - ENFOQUE REENCARNACIONISTA:


                       EVOCACIONES
Ciertas personas se forman una idea muy falsa de las evocaciones. Las hay que creen que
consisten en hacer venir a los muertos, con el aparato lúgubre de la tumba. Sólo en los romances, en los cuentos fantásticos de aparecidos y en el teatro, se ve a los muertos desencarnados salir de sus sepulcros, tapujados con sábanas, y haciendo crujir los huesos. El Espiritismo no ha hecho nunca milagros de ninguna clase, y menos el de resucitar un cuerpo muerto. Cuando el cuerpo está en la fosa, está en ella definitivamente. Pero el ser espiritual, fluídico, inteligente, no ha quedado allí con su envoltura grosera, sino que se ha separado de ésta en el momento de la muerte, y una vez verificada la operación, no tiene nada en común con ella (¿Qué es el Espiritismo?, cap. II, n.º 48).
11. Nos hemos extendido en estas citas para demostrar que los principios del Espiritismo no tienen ninguna relación con los de la magia. Por consiguiente, ningún espíritu está a las órdenes de los hombres, no existe ningún medio de obligarles, ningún signo o fórmula cabalística, ningún descubrimiento de tesoros o procederes para enriquecerse, ningún milagro o prodigio, ninguna adivinación ni apariciones fantásticas. Nada, en fin, de lo que constituye el objeto y los elementos esenciales de la magia. No solamente el Espiritismo desaprueba todas esas cosas, sino que demuestra su imposibilidad e ineficacia. No hay, pues, ninguna analogía entre el fin y los medios de la magia y los del Espiritismo. Querer asimilarlos es demostrar ignorancia o mala fe. Pero como los principios del Espiritismo no tienen nada secreto y se formulan en términos claros y explícitos, el error no podrá prevalecer.
En cuanto a los hechos de curaciones, admitidos en la citada pastoral, debemos decir que el ejemplo está mal elegido para evadir las relaciones con los espíritus. Es uno de los beneficios que tocan más de cerca y que cada uno puede apreciar. Pocas gentes estarán dispuestas a renunciar a ellos, sobre todo después de haber apurado todos los otros medios, por el temor de ser curados por el diablo. Al contrario, más de uno dirá que si el diablo cura, hace una buena acción. (2)
2. Queriendo persuadir, a personas curadas por los espíritus, de que lo habían sido por el diablo, un gran número se ha separado de la iglesia, sin que antes pensaran salirse de ella.
12. “¿Cuáles son los agentes secretos de estos fenómenos y los verdaderos actoescenas inexplicables? Los ángeles no ares de estasceptarían estos papeles indignos, y no se prestarían a todos los caprichos de una vana curiosidad.”
El autor quiere hablar de las manifestaciones físicas de los espíritus. Entre ellas,  ciertamente, las hay que serían poco dignas de espíritus superiores. Y si a la palabra ángeles sustituís puros espíritus o espíritus superiores. tendréis exactamente lo que dice el Espiritismo.
Pero no se podrían poner en la misma línea las comunicaciones inteligentes por medio de la escritura, la palabra, la audición, o cualquier otro medio, que no son indignas de los buenos espíritus, como no lo son en la tierra de los hombres más eminentes ni las apariciones, ni las curaciones y una porción de otros hechos que los libros sagrados citan con profusión, atribuyéndolos a los ángeles o a los santos. Si, pues, los ángeles y los santos han producido en otro tiempo fenómenos semejantes, ¿por qué no los han de producir ahora? ¿Por qué los mismos hechos serían hoy obra del demonio en manos de ciertas personas, siendo así que son reputados milagros de los santos en las de otras? Sostener una tesis semejante es abdicar de la lógica.
El autor de la pastoral está equivocado cuando dice que estos fenómenos son inexplicables.
Al contrario, hoy es cuando se explican perfectamente, y por esto no se los mira como maravillosos y sobrenaturales. Y aunque no lo fuesen, no sería lógico atribuirlos al diablo, como no lo fue en otro tiempo el hacerle el honor de atribuirle todos los actos naturales que no se comprendían.
Por papeles indignos es necesario entender los papeles ridículos y los que consisten en hacer
el mal. Pero no se puede calificar así el de los espíritus que hacen el bien y conducen a los hombres a Dios y a la virtud. Pero el Espiritismo dice, precisamente, que los papeles indignos no pueden representarlos los espíritus superiores.
EL CIELO Y EL INFIERNO SEGÚN EL ESPIRITISMO. ALLAN KARDEC.
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LA PIEDAD

Mercedes Cruz Reyes
La piedad no siempre es la misma, hay diversos tipos de piedad, está la piedad convencional, que luego pasa,  tan pronto  se aparta el factor que inspira ternura.  La piedad humillante  para quien la recibe, por colocar a la persona  en posición inferior, y la que considera la dificultad no como una desdicha, sino como una experiencia de crecimiento interior.
La piedad es hija dilecta del amor, que surge en el hombre cuando este se eleva, alcanzando niveles de conciencia más acordes de su estado de conquistador del Infinito, que no cesa de servir.
Su manifestación es  de mil maneras, desde el dolor que aflige a aquel que lo sufre hasta las lágrimas que son vertidas sobre las heridas morales, balsamizandolas  o el medicamento que se coloca sobre las pústulas expuestas  por la degradación orgánica.
Es compasiva, eleva al alma que se amplia para vivir al lado del sufrimiento y disminuirlo, ofreciendo la linfa que mitiga la sed y el pan que elimina el hambre.
Cuando alcanza el foco oculto del sufrimiento intimo que dilacera  la esperanza y la alegría de vivir, es cuando se torna aun más grandiosa, convirtiéndose en silencio que sabe oir, palabra oportuna que esclarece y consuela, gesto de comprensión y participación como cirineo, auxiliando a conducir la cruz en un anonimato que dignifica.
Discreta y ungida de amor, no se permite jamás exhibir el sufrimiento de quien quiera que sea,  sabiendo disipar las sombras y acogiendo el amargor del prójimo con la luz de la alegría sin alarde.
Porque es espontanea, jamás se cansa, rica de paciencia, porque aprendió a convivir con elegancia con la propia dificultad intima, superándola. Siempre ve en si aquello que descubre en su hermano, realizando su parte, la piedad logra  que el ser vuelva  hacia dentro el pensamiento y considere cuanto le agradaría  recibir, en caso que se encontrase en el estado que deplora  en su prójimo, aumentando así la capacidad de ayudar jovialmente.
Antídoto eficaz  contra el orgullo y el egoísmo, porque nivela  a todos aquellos que siempre pueden ser sorprendidos  por sinsabores y fracasos, enfermedades y desencarnación…
Cuando somos víctimas de conflictos de culpa, de inferioridad o de presunción, que nos torna desdichados, pese a poseer la generosa fuente de la fraternidad, no solemos abrirnos para exteriorizar la piedad como deberíamos, pese a que nadie está exento de ese sentimiento piadoso.
La piedad manifiesta las dos naturalezas del ser , uniéndolas, identificándolas, armonizándolas en perfecta sincronía vibratoria.
Estar vivo es participar del movimiento humano no obstaculizando la marcha del progreso,  contribuir con nuestra parte, por mínima que se presente.
Jesús nuestro hermano Mayor, demostró su humanidad no eximiéndose nunca en participar de la vida activa de la comunidad de Su tiempo: las bodas de Cana, las actividades pesqueras en el mar de Galilea, las visitas a los enfermos, los cultos en las Sinagogas,  las visitas al Templo de Jerusalén, las fiestas tradicionales de Su País y de Su pueblo…
Nunca se desvió, con el pretexto de estar construyendo el reino de Dios, siempre que fue invitado a opinar, a  participar. Tampoco se negó  en el pago de los impuestos, no se presento como un ángel distante de las necesidades  inmediatas del pueblo: Alimento, convivencia, discusiones, cuestiones políticas y sociales, manteniéndose, eso si,  en la postura característica  de Su superioridad moral y espiritual.
Su piedad era señal de comprensión del proceso evolutivo, por el cual deberíamos pasar todos los hombres  que eran  merecedores de sufrimientos, pero que podríamos haber disminuido por el esfuerzo propio si nos entregásemos a los mecanismos.
…Y dio todo lo que El tenia para su sustento, enseñándonos  que a medida que más damos, más se enriquece nuestro corazón de piedad y de alegría de vivir.

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 LOS BIENES TERRENALES

Mercedes Cruz Reyes
Los bienes de la Tierra nos prenden y desvirtúan, así como nuestros ideales, incluso los más sagrados.  “Donde este nuestro tesoro allí estará nuestro corazón”.
Son muchas las personas muy ricas, poderosas y famosas que no logran la felicidad, porque extrañamente no descubren dentro de sí mismos todas las facultades y recursos de que disponen para serlo. Mientras otras que carecen de bienes materiales, riqueza y poder, pero encuentran en su ser interno los elementos para alcanzar la felicidad, logrando disfrutar de una vida plena y llena de regocijo.
La felicidad, no está en los bienes terrenales, no se compra ni se vende; es una conquista del alma,  paso a paso y día a día. Y si sabemos armonizarnos por dentro, lo que recibimos de fuera viene  por añadidura de misericordia.
Jesús es la personificación del Amor. ¡Él es el Amor! El Amor tiene variada ramificaciones en sus secuencias de luz, pero su misión es la de liberar al hombre  y conducirlo hasta Dios, el despierta todos los sentidos de las criaturas, de manera que todos los seres humanos  puedan comprender mejor la vida; conociéndose a sí mismos.  Cristo, en tres años, nos descubrió el Amor, pero la distancia evolutiva entre  Él y nosotros es tan grande, que necesitamos de varios siglos para comprenderlo y comenzar a vivirlo.
Si el hombre se desprendiera de todos los bienes de la Tierra y no tuviera Amor en su corazón, nada habría hecho aunque se hubiera resignado, si solamente pensamos en las cosas buenas, sin hacer el mal a nadie, nada habremos realizado, en el transcurso de las exigencias por las que cada uno pasamos; si trabajamos día y noche , y lo que ganásemos, lo donáramos a los que sufren, si no tuviéramos Amor, nada habremos hecho en la conquista de la verdadera paz; si ayunásemos, casi todos los días, a favor de los pobres, a favor de la colectividad, si no tuviésemos Amor, nada habremos hecho por el bien de las criaturas; si andamos por el mundo como verdaderos pobres, despojándonos de zapatos, de vestido, de comodidades a favor de los que nada tienen, y no tuviésemos Amor, no habremos hecho nada; si orásemos día y noche  a favor de los hermanos que sufren pruebas dolorosas , con toda la piedad que el sentimiento pueda expresar, si no tuviésemos Amor, nada habremos hecho para aliviar y confortar a nuestros hermanos, si desarrollamos el don de curar a todos los enfermos y los curamos sin la presencia del Amor, esa cura seria mera vanidad, sería una cura muerta, porque solamente el Amor está vivo y da vida, por provenir de la vida Universal.
El Amor es paz, el Amor es entendimiento, es Caridad en todos sus aspectos de educación y sabiduría.
Hemos de aprender a amar constantemente, sin exigir nada, para así conmover a todos aquellos que nos rodean, tenemos que aprender a vivir con el sufrimiento sin empeorar su radio de acción, procurando siempre aliviar al que sufre, de educarle para que sufre resignadamente, tolerantes, y confiando en Dios. El orgullo en el rico es de esperar, pero en el pobre es falta  grave, porque la pobreza ya es un instrumento para que el pobre  entienda el valor de la verdadera humildad. El egoísmo del rico es de esperar, pero el pobre egoísta comete falta grave, porque la pobreza en el sentido a que nos referimos, es para educarlo en las líneas del desprendimiento.
Hemos de amar la pobreza fielmente, pero no la inercia, amemos la pobreza, pero no la miseria ni la suciedad; amemos la pobreza pero no la ignorancia. Dios en el seno de la abundancia  de todo lo que necesitamos, con todo, en la fase que atravesamos, debemos aprender  a renunciar a lo que sobra, repartir lo que tenemos, dar lo que viene a nuestras manos para los que sufren y padecen en todas partes, para que Dios, en el mañana, nos coloque en el paraíso, donde nada nos faltará, porque aprendimos la lección del Amor.
 ¿Cómo podremos amar, sin comprender para que sirve el Amor? La masa humana es representada, en su gran mayoría por ignorantes, ¿De quién es la culpa?  Si aceptamos la evolución, y fuimos creados simples e ignorantes, sujetos al progreso, todo está sucediendo según la previsión de Dios y de Jesucristo. Ningún engranaje se salió  fuera de sus límites de acción. Por eso el Espiritismo concita a todas horas el amor, ella trabaja los sentimientos, en el templo del corazón. Nadie es dueño de la Verdad; ella se impone por si misma, por ley inevitable de la evolución. De nada nos valdría señalar los defectos de las otras religiones. Todas las religiones son rayos del mismo Dios, con esquemas variados, a fin de despertar en los hombres la naturaleza divina, programada en su interior, por las manos del creador.
Con la presciencia del plano espiritual, que enviará socorro, desviando las intenciones indignas,  y mostrando la personalidad de Cristo, el Consolador, el planeta será atendido en sus puntos más débiles, para reavivar el espíritu de lucha en aquellos que se dan por vencidos. En aquellos que piensan dejar la lucha, tocados por el desanimo, y la desesperación.
Todos tenemos el derecho de tener un techo, el derecho de alimentarnos,  de beber, distraernos de viajar y de confraternizar entre familias. Pero estos derechos abre  al hombre también un extenso derrotero de deberes que, a veces nos olvidamos de cumplir: el trabajo honesto, la educación constante, la disciplina diaria, el perdón incondicional, la amistad, el respeto a las leyes de Dios y de los hombres, de la paciencia con los ignorantes…. Y también los deberes mayores de hablar sin herir, de oír lo que no deseamos sin rebeldía, pensar en nobles  cosas, escribir paginas constructivas, respetar la naturaleza, amar a los animales, silenciar los males ajenos …
De que nos vale orar y orar, dar una buena imagen, si no toleramos un pisotón en el pie, una agresión enemiga, un insulto de los que nos rodean, un marido desequilibrado, una mujer nerviosa, un hijo depravado o un pariente que no nos tolera? Estamos dentro del Espiritismo para buscar fuerzas, razonamientos, para restablecer en nosotros y poder esclarecer a los que sufren  ante los infortunios y  ayudarles y ayudarnos  a vencer todos los obstáculos.
Bien sabemos que nuestra naturaleza es animal, que nuestros instintos son inferiores y agresivos, y que esa educación solamente  debe partir  de nosotros, pues los valores del alma, después que Dios nos los dio, son conquistas de nuestro propio esfuerzo de cada día.
Si leemos y entendemos el Evangelio en Espíritu y Verdad, encontraremos en él a Dios y el cielo, los Ángeles y el propio paraíso, todo está esperándonos aguardando que hagamos nuestra parte, para recibir el premio de la felicidad.
Extraído de mi sentir y del libro “Francisco de Asís   

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ENFERMEDAD MENTAL - ENFOQUE REENCARNACIONISTA:
Recomiendo la lectura de este artículo a todos los estudiosos del tema de la Reencarnación, pero antes quiero aclarar algunos conceptos:
ESPÍRITUS OBSESORES: Son espíritus que se quedan atrapados en el mundo material, acción que retrasa su proceso evolutivo. “Se quedan atrapados” debido a la ignorancia que tiene una gran mayoría sobre el tema de la reencarnación y sobre el proceso evolutivo del espíritu hacia niveles de consciencia más sutiles por los cuales debemos pasar todos. Dichas ataduras u obsesiones se dan por los apegos a las propiedades, a las personas, a los afectos, a las adicciones, a los odios y las venganzas… 
CENTROS ESPIRITAS: Son centros de estudios de la doctrina de Allan Kardec, que prestan ayuda gratuita a personas que se presentan problemas con espíritus obsesores.
MÉDIUM: Es una persona que ha desarrollado la habilidad para comunicarse con espíritus y que cuando sus acciones son acordes al respeto, a la empatía y al altruismo, pueden ser de mucha ayuda en los casos de obsesión.
DESOBSESIÓN: Sanar la obsesión espiritual.
PSICOTERAPEUTAS REENCARNACIONISTAS: Son los psicólogos, psiquiatras y terapeutas que se han especializado en terapias relacionadas con el tema de la reencarnación tales como las hipnosis regresivas.
Todos nosotros, los espiritualistas, sabemos que la mayoría de las dolencias mentales están causadas por la acción de los Espíritus obsesores. Y esto queda comprobado en los Centros Espíritas y Espiritualistas, donde la acción de dichos seres es observada. Pero la actual Psiquiatría, creyéndose científica, relega esas informaciones al campo de lo sobrenatural, de lo religioso, negando su existencia o minimizando su actuación. Cada vez más, la Psiquiatría lidia únicamente con el cerebro y con los desequilibrios de los neurotransmisores, en una actitud característica de la Medicina Alopática, de emplear medicamentos químicos para órganos puntuales, lo cual le da una buena actuación como paliativo, pero no a nivel de curación.
Debemos asimismo añadir la Reencarnación al razonamiento psiquiátrico. El rápido diagnóstico de esquizofrenia, paranoia, depresión, trastorno bipolar, poco a poco empieza a ser cuestionado en todo el mundo por profesionales de la salud, oficiales y alternativos, que ya no quieren contemplar la enfermedad mental sólo como desequilibrio de los neurotransmisores. ¿Y nuestras vidas pasadas? La enfermedad mental adquiere, así, una enorme expansión en su diagnóstico, en su análisis y en su tratamiento.
Todos nosotros estamos sintonizados en situaciones traumáticas de nuestro pasado transpersonal, pero los “peores momentos” son los que más influyen en nosotros.
Situaciones de vidas pasadas pueden estar “adormecidas” dentro de nuestro Inconsciente y despertar mediante un estímulo específico, que puede ser un trauma psíquico, una película, un libro, un viaje, el nacimiento de un hijo, etc. Ahí pasamos a vivir en otra encarnación concomitante a esta… Surgen las ideas extrañas, creencias difíciles de entender, manías, fobias, miedos inexplicables, rituales, pesadillas, visiones, el oír voces. Y si la persona se consulta con un psicólogo o un psiquiatra que no entiende de Reencarnación, podrá recibir un diagnóstico basado en sus síntomas, dentro de los criterios del DSM (Diagnóstico de Salud Mental). Con el diagnóstico recibirá un “tratamiento” con psicotrópicos que, además de no curar, traerán consigo terribles efectos colaterales.
La persona se cree enferma, lo mismo que sus familiares y amigos. El profesional que la atiende aumentará la dosis de los psicotrópicos, intentará con otros psicotrópicos, hará asociaciones de ellos, algunas veces podrá emplear el electrochoque, y así comienza el calvario de millones de personas internadas en Hospitales Psiquiátricos, la mayoría resultarán incurables… Mientras tanto, los Espíritus obsesores están allí, al lado, partiéndose de risa con todo aquello… Todo va exactamente como ellos quieren que vaya…
El cuadro característico de la enfermedad mental, el más conocido – y temido – el que más internamientos provoca, son las alucinaciones. La Psiquiatría siquiera contempla la hipótesis de que las alucinaciones puedan no serlo, ni tampoco trastornos orgánicos, sino hechos reales, que algunas personas perciben y otras no. Y ¿por qué? Porque esto no se enseña en las Facultades de Medicina ni en los Cursos de Especialización. Y ¿por qué no se enseña? Porque nuestra Medicina se encuadra en un Consciente Colectivo que generalmente olvida, tanto como sus instituciones oficiales, que somos un Espíritu; y que, cuando muere nuestra “cáscara física” salimos de ella, pudiendo subir a la Luz, ir al Umbral O QUEDARNOS AQUÍ. Los que se quedan aquí pueden perturbar a los encarnados, bien para perjudicarlos o para intentar ayudar, o por sintonía de costumbres (como sucede con los alcohólicos, los fumadores y los drogadictos).
La Psiquiatría del futuro deberá añadir la desobsesión a sus métodos terapéuticos. Sabemos que muchas veces un padre, una madre o un cónyuge, al desencarnar, permanecen en la casa en que vivían, a fin de ayudar a los que quedaron, continuar auxiliándolos, orientándolos, etc. … Esto ocurre, algunas veces, porque la persona desencarnada tenía realmente esa característica, o entonces por sentimientos de culpa, por no haber sido así mientras estaba “vivo”.
Y a menudo la persona “muerta” no se da siquiera cuenta de que “murió” hasta después de un tiempo, cuando percibe que nadie la ve, nadie la escucha. Si alguna persona de la casa puede ver al fallecido y decide consultar a un psicólogo o psiquiatra y contarle eso, recibe la “interpretación” de que se trata de saudade, de deseo de encontrarlo nuevamente o de carencia afectiva. O entonces se encara como resultado de una alucinación que debe ser tratada con psicotrópicos.
Esas situaciones emocionales – obviamente – existen, pero ¿y si la persona está viendo de verdad al ser que se desencarnó? ¿Y si no es una alucinación, sino un hecho real? En nuestra opinión, una persona que ve un ser o escucha su voz, debe ir a un Centro Espírita o Espiritualista para recibir orientación especializada sobre el asunto.
Es decir, esas personas que ven u oyen Espíritus deben acudir a los especialistas en la materia, y las personas que trabajan en Centros Espíritas están especializados en desencarnados. Los médiums tratarán de entrar en contacto con el desencarnado, tranquilizándolo, intentando encaminarlo hacia el Plano Astral, con el auxilio de los seres de allá. Después de esto, si la persona lo considerase necesario, puede acudir a un psicoterapeuta e instaurar un tratamiento psicológico para amainar la saudade, la carencia, etc.
Realizando primero la desobsesión, con el alejamiento del ser desencarnado, no recibirá el rótulo de esquizofrenia, ni será “tratado” con “antipsicóticos” o “ansiolíticos” y no sufrirá los terribles efectos colaterales de esas sustancias químicas. En fin, consultando en primer lugar a un Centro Espírita y resolviendo la cuestión del familiar desencarnado que se quedó en la Tierra, estará evitando una serie de inconvenientes en su vida.
Y si esa persona tiene la capacidad de ver y oír a los “muertos”, puede hacer cursos en una Escuela de Médiums y convertirse en trabajador en un Centro Espírita, ayudando a otras personas, a menudo consideradas esquizofrénicas, que también poseen esa capacidad. La mayoría de las personas internadas en manicomios son médiums que consultaron con psiquiatras, en vez de tratarse en Centros Espíritas, y fueron erróneamente “tratados”, hasta el punto de ser considerados incurables. Tras años o décadas de medicamentos químicos, electrochoques, varios internamientos, es realmente difícil recuperarlos, la Medicina los ha hecho crónicos.
La mayoría de las personas que afirman ver seres y/o escuchar voces está diciendo la verdad, pero los psiquiatras y los psicólogos afirman que no, que son alucinaciones, son síntomas. Los psicoterapeutas reencarnacionistas, con cualquier paciente que venga a una consulta afirmando ver u oír lo que no estamos viendo ni oyendo, en principio creemos a la persona, y la encaminamos a un Centro Espírita o Espiritualista. Sin duda, también es recomendable una consulta a un médico neurólogo para descartar una hipótesis orgánica, pues las epilepsias del lobo temporal, ciertos tumores y algunas enfermedades metabólicas pueden simular cuadros aparentemente psiquiátricos.
Un ejemplo personal: Una paciente me refería oír voces que decían que ella exhalaba un olor horrible, a podrido, y que eso sucedía cuando alguien cerraba una puerta o una ventana, y también cuando alguien la estaba mirando. Esto había comenzado hacía unos quince años y los diversos psiquiatras consultados le habían diagnosticado siempre lo mismo: esquizofrenia. Ella tomaba regularmente “antipsicóticos”, “antidepresivos” y “ansiolíticos”, aumentando la dosis o cambiando de droga cuando ya no le hacían efecto, o los efectos colaterales eran insoportables.
Había estado internada varias veces en Hospitales Psiquiátricos. Le comenté en la primera consulta sobre la posibilidad de que hubiese Espíritus obsesores diciéndole aquello y ella me informó de que ya había consultado en varios Centros Espíritas, siendo incluso trabajadora en uno, y que ya no había obsesores acompañándola.
Entonces le sugerí hacer una investigación en su Inconsciente para buscar la causa de ese trastorno. En la sesión, ella se vio en otra encarnación, aislada en un cuartito en la parte trasera de la casa en que vivía su familia, donde había sido colocada por presentar una enfermedad generalizada en la piel, ¡que exhalaba un olor horrible a podrido!
Algunas veces al día le llevaban comida y agua y ella oía a aquellas personas comentar sobre su mal olor. En cierto momento de la regresión, ella identificó a un familiar de allá como un vecino de su edificio en la vida actual. Al final de la sesión, ella, muy sorprendida, me dijo: “Doctor, esas voces entonces son reales, son de aquella vida. Luego yo no soy esquizofrénica, ¡esas voces existen de verdad!”. Estuve de acuerdo con ella, explicándole que ella aún estaba sintonizada con aquella situación traumática de la otra encarnación, de manera que a veces hacía una regresión espontánea a aquel cuartito, se sentía allí, y oía las voces de las personas comentando sobre el olor que exhalaba.
Le hice preguntas sobre aquella persona que había identificado y que residía en su edificio hoy día. Ella me dijo que él se había mudado para allí hacía unos quince años. Entonces fue cuando empezó su “esquizofrenia”. ¿Qué ocurrió? Cuando su inconsciente reconoció a aquella persona, reforzó su sintonía con aquella situación, y desde ese momento ella pasó a vivir en dos encarnaciones simultáneamente, ora estando aquí, ora estando allá. Cuando alguien cerraba una puerta, una ventana, o miraba para ella, hacía regresión automáticamente a aquel cuartito y oía las voces (reales) de allá. Después volvía a su vida actual y las voces cesaban. Como para la Psiquiatría oír voces es un síntoma de esquizofrenia, ella fue así rotulada, pasó a tomar medicamentos, fue internada varias veces, cuando, en realidad estaba viviendo en su Inconsciente aquella situación traumática, o sea, ella estaba viviendo dos encarnaciones concomitantemente.
Después de la regresión, el tratamiento psicoterápico con la paciente se encaminó a ayudarle a vivir sólo en esta vida, y empezó a tomar esencias florales para sus síntomas emocionales, a fin de ayudarle a desligarse completamente de aquel acontecimiento.
Cuando venía a las consultas, me informaba de en qué vida había estado más, si en aquella o en esta. Yo le enseñé que cuando percibiese que “estaba allá” y oyese aquellas voces, se dijese a sí misma: “Estoy en aquella vida, allí en aquel cuartito, oyendo aquellas voces, debo volver a mi vida actual”. Y así lo hacía, informándome de que cada vez se sentía menos allá, cada vez oía menos aquellas voces, hasta que llegó a un punto en que nunca más las oyó. Y así, nuestra “esquizofrénica” se curó. Si ella hubiese continuado únicamente tomando “antipsicóticos” y siendo internada, sería otro caso incurable más, hecho crónico por la Medicina Orgánica.
Lo mismo que ella, hay millones de personas, en todo el mundo, que están sintonizadas en situaciones traumáticas de otras encarnaciones, viviendo aquí en su Consciente, y allá en su Inconsciente, tratándose con psicólogos y psiquiatras sin preparación para comprender esto, haciéndose crónicos hasta convertirse en “casos incurables”.
Muchas personas consideradas esquizofrénicas están viviendo varias situaciones de su pasado, pero nuestra Psiquiatría no se entera de eso.
Es frecuente que niños relaten hechos que, para quienes lidian con la Reencarnación, son referentes a alguna encarnación pasada. Atendemos a niños que son Espíritus que, probablemente, estuvieron en la 1ª o 2ª Guerra Mundial, que pasaron por campos de concentración, y manifiestan un terror a alejarse de sus padres, siendo por lo regular muy difícil su ingreso en la Escuela.
Nunca se debe obligar a una criatura a entrar en la Escuela si ella refiere mucho miedo; hay que pensar que ella puede traer un trauma de alguna encarnación pasada, que aparece como fobia a lugares cerrados, a personas desconocidas, a los aviones, los cohetes, etc. Los padres de niños que presenten ese problema deben leer libros Espíritas para entender de esos asuntos. Los psicólogos y psiquiatras que atiendan a niños también deben hacerlo. Obligar a una criatura a enfrentarse a una situación en que siente mucho miedo es agravar su trauma inconsciente, es crear un futuro adulto fóbico.
(somostodosuno.com)
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                                                               .               Reflexión
EN LOS MOMENTOS DIFÍCILES ES CUANDO MÁS EVOLUCIONAMOS
Nuestra meta es progresar espiritualmente y desprendernos de nuestras imperfecciones, ser mejores seres cada vez.
La felicidad completa en la tierra no existe, este es un mundo de expiaciones y pruebas.
Si bien podemos tener momentos o épocas de una relativa felicidad, nunca es una felicidad continua, porque tenemos que pasar las pruebas, en ocasiones muy dolorosas y las expiaciones de faltas graves en otras vidas.
El sufrimiento no es el ÚNICO camino para evolucionar, en ocasiones también se evoluciona sin sufrimiento, pero no es menos cierto que cuando nos enfrentamos a una situación de sufrimiento, pueden ocurrir dos cosas, o bien se recurre a la rebeldía, o bien se evoluciona mucho, se hace un gran progreso espiritual.
Tal vez, con casi toda seguridad, sin este suceso de sufrimiento no nos hubiésemos planteado ni sido conscientes de infinidad de cosas, que ni no las plantearíamos, que nos hacen progresar y buscar a Dios, como también respuestas y conocimientos que nos ayudan a evolucionar.
Haz un examen y recuerda en que situación estabas cuando empezaste a plantearte cosas, hacerte preguntas, buscar a Dios, buscar conocimientos espirituales, etc, estas cosas que te incitan a progresar, casi de seguro este momento fue cuando tu vida dejó de ser Feliz y te encontraste de pronto con algún tipo de acontecimiento que te hacía sufrir.
Luego cuando ya progresaste algo y eres más consciente,también puedes progresar sin sufrimiento, como: ayudando a otras personas, empatizando con ellas, haciendo el bien, perdonando, intentando desprenderte de tus defectos etc.
Pero normalmente, si no en todos, en la mayoría de los casos, este progreso se hace después de haber sufrido y haberte hecho más consciente.
Indudablemente, Dios es amoroso, bondadoso y justo y no se siente feliz con el sufrimiento de nosotros, sus hijos, pero sabe que es necesario, estamos en un mundo de expiaciones y pruebas.
No estamos en un mundo feliz, aquí la felicidad, aunque no nos guste , no existe; podemos tener momentos, ó algún tiempo de felicidad, pero para nada es continua ni muy extensa.
Como ejemplo, es como el tratamiento doloroso que le tienes que dar a un hijo a consecuencia de una enfermedad, tu no te alegras porque tu hijo sufra con el tratamiento, pero consientes en dárselo porque sabes que es muy beneficioso para él y le ayuda a su curación.
En una comparación sería lo mismo. Dios no quiere ni se alegra del sufrimiento, pero sabe que en ocasiones es la medicina amarga que nos ayuda a evolucionar.
Angeles C.M.
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