viernes, 21 de octubre de 2016

Aprovechar la vida





 LA ANCESTRAL FIESTA POR  LOS FINADOS

Según León Denis, el sentimiento del culto a los muertos fue moldeado a partir de una época bien remota y está extendido en casi todas las tendencias religiosas. Para el autor de "Después de la muerte", la conmemoración de los muertos es un legado de los celtas. Sin embargo los galeses"en vez de conmemorar en los cementerios, entre túmulos, era en el hogar donde celebraban el recuerdo de los amigos fallecidos, pero no perdidos, que ellos evocaban a la memoria de los espíritus amados que algunas veces, se manifestaban por medio de las druidisas y de los bardos inspirados".

Así, no veneraban los restos cadavéricos, sino el alma sobreviviente, y era en la intimidad de cada habitación donde celebraban el recuerdo a sus muertos, lejos de las catacumbas, diferentemente de los pueblos primitivos. La Fiesta de los Espíritus era de suma importancia para ellos, pues homenajeaban a Samhain, "El Señor de la Muerte", festividad, esa, iniciada siempre la noche anterior al 1º de noviembre, o sea, el día 31 de octubre.

Los romanos expulsaron y destronaron a los druidas, imponiendo el infame "cristianismo clérigo" (¿o colérico?). Ese periodo histórico de frenética agitación, más tarde fue mutilado por los bárbaros, sobreviniendo una noche  de diez siglos ( la indigesta Edad Média), que deshizo el espiritualismo y entronizó la superstición, lo sobrenatural, el milagro, la beatificación, la santificación y el decisivo entorpecimiento de la conciencia humana.

La historia oficial de la Iglesia romana registra que fue en el Monasterio benedictino de Cluny, en el sur de Francia, en el año 998, cuando el Abad Odilon promovía la celebración del día dos de noviembre en memoria de los muertos, dentro de una perspectiva catolicista. Solamente en 1311 fue sancionada en Roma, oficialmente, la memoria de los fallecidos, siendo Benito XV quien universalizó tal celebración, en 1915, entre ls católicos, cuya expansión de su religión, ayudó todavía más, la difusión de esa costumbre.

La legislación vigente en Brasil establece el día 2 de noviembre como fiesta nacional ( en España el día 1 dedicado a todos los santos y el dia 2 al resto), para que las personas puedan homenajear a sus "muertos". Obviamente debemos respetar a los desencarnados como un impositivo de amor y fraternidad, sin que precisemos consolidar esos nobles sentimientos ante los túmulos, ni que nuestros recuerdos u homenajes, sean realizados en un día especial, oficialmente establecido.

  En la actualidad, esa celebración se desvió, y mucho, del ritual "religioso", transportándose del foco sentimental y emocional, para el mercantil, una vez que la comercialización de flores, velas, medallas, escapularios y la eventual preocupación para la conservación de los túmulos ( normalmente solo son recordados en noviembre), responden por ese protocolo social.

  El esplendor de los túmulos fúnebres, determinado por parientes que desean honrar la memoria del fallecido, todavía componen el menú de la soberbia y del orgullo de los parientes, que psicológicamente  tratan primeramente de "honrarse" a sí mismos. Ni siempre es por el "finado", que se hacen esas demostraciones, pero por empatía, por aprecio al mundo y a veces para exibición de su riqueza. Ahora, es inútil al adinerado, aventurarse en eternizar su memoria por medio de grandiosos  mausoleos.

Recibimos sabias lecciones de los Benefactores sobre funerales y celebraciones en memoria de los "muertos", sino veamos: los Espíritus Superiores afirman que los llamados "muertos" son sensibles a la nostalgia de los que los amaban en la Tierra y que, de alguna manera, "su recuerdo les aumenta la felicidad,y si son infelices, les sirve de alivio".

Sin embargo, refiriéndose al día de los "finados", atestiguan que es un día como otro cualquiera, porque los espíritus son sensibles a nuestros pensamientos, no a las solemnidades humanas. En el día de los finados, ellos se reúnen en mayor número, porque es mayor el número de personas que les llaman. Pero cada uno solo comparece en atención a sus amigos, y no por la multitud de los indiferentes".

La tradicional visita al túmulo, en masa, no significa que eso venga a traer más satisfacción al "muerto", porque una sencilla oración hecha en su intención vale más. Es bien verdad que la "visita al túmulo es una manera de manifestar que se piensa en el Espíritu ausente: es la exteriorización de ese hecho(...), pero es la oración la que santifica el acto de recordar; poco importa el lugar si el recuerdo es dictado por el corazón. Conocemos muchas personas ( por otra parte muchas de ellas), que solicitan, antes de su muerte, que sean enterradas en tal o cual cementerio, Esa actitud, sin sombra de duda, demuestra una inferioridad moral. " ¿ Qué representa un pedazo de tierra, más que otro, para el Espíritu elevado?". 

Reflexionemos juntos: el día de "finados" es consagrado a los fallecidos liberados o a los muertos que aún están ligados a la vida material?. Existen dos posibilidades de los muertos: los que se sienten totalmente libres del esqueleto carnal, pero "vivos" para una vida espiritual plena, y los que permanecen con la sensación de que aún están encarnados, pero "muertos" para la vida física, pues solamente vivencian en la espiritualidad, la vida animal. "Para el mundo, muertos son los que dejaron la carne; para Jesús, son los que viven inmersos en la materia, ajenos a la vida primitiva, que es la espiritual. Y lo que explica aquella enseñanza evangélica, en que una persona se ofreció como voluntario para seguir al Maestro, pero antes quería enterrar a su padre que había fallecido, y Jesús exclamó: "Dejad a los muertos el cuidado de enterrar a sus muertos, tu sin embargo, vas a anunciar el Reino de Dios".

Es obvio que "tiene sentido rememorar con alegría y no con lástima a los que ya partieron, porque están plenamente vivos. Finados es una mezcla de alegría y dolor, de presencia- ausencia, de fiesta y  nostalgia. A los que quedamos por aquí, nos cabe reflexionar y celebrar la vida con amor y ternura, para después, quizás, no amargar el recuerdo. ¡ A los que partieron, nuestra oración, nuestra gratitud, nuestra nostalgia, nuestro cariño, nuestro amor"!."

 Si somos capaces de orar, con serenidad y confianza, transformando la nostalgia en esperanza, sentiremos la presencia de los parientes y amigos desencarnados entre nosotros, envolviéndonos el corazón con alegría y paz.

Por esta razón y muchas otras, hagamos del día 2 de noviembre un día de reverencia a la vida, recordando cariñosamente a los que nos antecedieron en el retorno a la patria espiritual, y también a los que con nosotros aún caminan cada día por los caminos de la existencia terrena.
- Jorge Hessen-

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                  PERDÓN Y OLVIDO
Es difícil entender que el mal que nos acontece siempre es por un bien. La comprensión del dolor que va implícito en la experiencia es un medicamento que le cuesta digerir al espíritu; que es amargo, pero necesario, que necesita de la paciencia resignada para que pueda evaluar más adelante los resultados de dicha experiencia.
El ser humano dispone de una herramienta valiosa en la lucha por alcanzar el perdón, por controlar el dolor inferido por otros, por encontrar la salida que lo libere de la mazmorra del rencor, para encontrar el perdón hacia el agresor: el olvido.
Se suele decir aquello de “Perdono pero no olvido”, una frase ya tópica en el diccionario humano, en el que se pretende ser bueno, pero ofreciendo la coletilla animal de una posible venganza abierta al futuro. No sirve, o se perdona, o no se perdona.
Dios nos ha dado la primera lección, permitiéndonos el olvido del pasado para poder afrontar cada reencarnación como si se tratara de la primera. Hace un borrón y cuenta nueva; nos ofrece un nuevo cuerpo, nuevas experiencias, para que la mente vieja de conflictos, pueda renovarse en cada amanecer existencial. Una gran prueba de amor, solidaria con el más pequeño, que somos todos, protectora con quienes arrastramos defectos animales, caminando a cuatro patas en el erguimiento espiritual. No saber de donde venimos nos ayuda a labrar el futuro y conocer a donde vamos.
Ensimismado en la ofensa, el ser potencia un recuerdo malsano que le arrastra a los abismos del rencor, produciendo una amargura que le aparta de la búsqueda de la felicidad, definiendo su rumbo en la necesidad de un resarcimiento, permaneciendo en el mal con deseos de venganza. No es fácil olvidar el mal, pero como todo hecho, necesita un entrenamiento que lo muscule y le permita la superación de las imposiciones inferiores del ego, el cultivo de las ideas optimistas y positivas son los factores que contribuirán a la superación de la crisis, permitiendo el olvido de los malos recuerdos.
El olvido del pasado es providencial, no recordar significa no encasillar, ni a los otros ni a nosotros. Es ofrecer alas para tener una nueva libertad de acción, liberar nuestras manos y nuestros pies de las ataduras de existencias pasadas.
La bondad divina no exime al individuo del pago de sus acciones, pero cada nueva existencia, es un oportunidad para redimirse. El inconsciente profundo es el reloj que determina el momento del pago, del perdón, del trabajo, del dolor y de la liberación. La falta de recuerdos anteriores constituye el gran benefactor que permite lograr el equilibrio emocional, sentir seguridad porque nadie conoce el pasado del otro que pueda humillarlo, y que en definitiva interferiría en el conjunto social que se vería gravemente afectado.
A medida que el espíritu prosigue se abre su percepción para que tenga la intuición de su pasado, esta vez con una madurez psicológica que contribuirá a su progreso, porque le permitirá sacar conclusiones analizando los hechos actuales. La madurez psicológica y emocional tiene lugar mediante el entrenamiento mental en el ejercicio del Bien, este esfuerzo acaba diluyendo todo pensamiento negativo y hace factible el olvido de las ofensas, teniendo lugar el proceso de concienciación.
Como tantas veces se ha dicho, la oración es el puente indiscutible para conseguir el cambio de conciencia en la percepción de las pruebas. Nos dicen los espíritus “Poseemos en nosotros mismos, por medio del pensamiento y de la voluntad, una potencia de acción que se extiende más allá de los límites de nuestra experiencia corporal...” (El libro de los Espíritus, 662)
Para Aristóteles potencia era la capacidad que se tiene para poder llegar a ser algo y que está comprendido en la esencia de la realidad en la que se vive. ¿Qué significa esto? El acto de orar capacita al ser para desarrollar un cambio en el trayecto vital, ofreciendo las circunstancias adecuadas para dicho cambio.
Encontramos en Gottfried Wilhelm Leibniz un exponente de cómo la filosofía ha intuido el establecimiento de las leyes divinas. Mediante su ley de la armonía preestablecida, el filósofo de Leipzig, asume una perspectiva de sentido común en la que afirma que de todas las cosas que podrían existir, Dios ha escogido las cosas que formaban la mejor combinación para llevarla a la existencia. Todo aquello que nos acontece es lo mejor para nosotros aunque no veamos los resultados rápidamente.
Jesús nos dijo: “Bienaventurados los que son misericordiosos, porque ellos mismos alcanzarán misericordia” (San Mateo, 5, 7), todo un alarde de temperamento, en el que sitúa la resignación y el perdón de aquello que no puede ser comprendido, por encima de las necesidades ególatras. Un prólogo, para que los cauces de la vida humana transcurran por las aguas de la tolerancia, teniendo en cuenta, que arrastramos un pasado lleno de culpas, sobre el que debemos aprender a perdonar para ser perdonados.

Autora :Longina Martinez
Artículo publicado en el nº 14 de Actualidad Espiritista Abril 2013 
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El espiritismo es fuerte porque se asienta sobre las mismas bases de la religión: Dios, el alma, las penas y las recompensas futuras
- El Libro de los Espíritus -
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                 APROVECHAR LA VIDA

¿Usted aprovecha la vida?
Es muy común oír a las personas, y principalmente a los jóvenes, diciendo que quieren aprovechar la vida. Y eso generalmente es usado como disculpa para eximirse de asumir responsabilidades.
Pero, al final de cuenta, ¿qué es aprovechar la vida?
Para unos es matarse poco a poco con comilonas, bebidas alcohólicas, tabaco y otras drogas.
Para otros es arriesgar la vida en deportes peligrosos, trasnochar en orgías, saciar sus deseos físicos.
Quizás esto suceda porque muchos de nosotros no sabemos por qué estamos en la Tierra. Y por esa razón desperdiciamos la vida en vez de aprovecharla.
Un cierto día, un joven que trabajaba en una oficina pública en compañía de otros compañeros que solían reunirse al fin de su jornada para beber y fumar a gusto, fue invitado a acompañarlos.
Él les agradeció y dijo que no bebía y que tampoco le agradaba el humo del cigarrillo. Los demás se rieron de él y le preguntaron, con ironía, si era la religión que no se lo permitía, y él les contestó: “mi inteligencia es la que me impide hacer eso.” ¿Y qué inteligencia es esa que no te permite aprovechar la vida? Le preguntaron los compañeros. El muchacho contestó serenamente: ¿ustedes piensan que yo gastaría el dinero que gano para envenenarme? Ustedes se consideran muy listos, pero están pagando para perjudicar su propia salud y acortar la vida, que para mí vale muchísimo.
Observando las cosas bajo ese punto de vista, podremos considerar que aprovechar la vida es darle el valor que le corresponde. Es invertir los minutos preciosos que Dios nos concede en actividades útiles y engrandecedoras.
Cuando dedicamos nuestras horas en saludable convivencia con los familiares, estamos aprovechando bien la vida.
Cuando hacemos ejercicios, nos distraemos en una recreación y en el esparcimiento saludable, estamos dando valor a la vida.
Cuando estudiamos, trabajamos, paseamos, sin intoxicarnos con drogas y excesos de todo tipo, estamos aprovechando de forma inteligente nuestra existencia.
Cuando realmente nos gusta algo, no escatimamos esfuerzos para preservarlo. Así también sucede con relación a la vida. Y no nos engañemos de que la estamos aprovechando si estamos terminando con ella.
Si es usted partidario de esa idea, vale la pena repensar con seriedad en qué consiste aprovechar la vida. Y si usted cree que los vicios no afectan la existencia, visite a alguien que esté despidiéndose de ella gracias a un cáncer de pulmón provocado por el cigarrillo.
Converse con quien entrega la fuerza física a una cirrosis hepática causada por las bebidas alcohólicas.
Oiga a un goloso crónico que esté aprisionado por el dolor a causa de las exageraciones en la mesa. Visite a un infeliz que perdió la libertad y la salud por las drogas que le consumen lentamente. Observando la vida a través de este prisma, quizás cambie su concepto sobre “aprovechar la vida”.

Redacción de Amor, Paz y Caridad

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“La vida es un poema de belleza, cuyos versos son constituidos de propuestas de luz, escritas en la partitura de la naturaleza, que le exalta la presencia en toda parte.
En consecuencia, la oportunidad de la existencia física constituye un cuadro aparte de encantamiento y conquistas, mediante cuyo aprendizaje el espíritu se embelesa y alcanza los altos planos de la realidad feliz.”
Vida: Desafíos y Soluciones – cap. Alegría de Vivir.)

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                     Salir de las ruinas 

¿Y? ¿Qué tal? ¿Cómo te fue en el fin de semana? 
Esta reflexión de hoy va dirigida a aquellos que no la han pasado nada bien. 
Quizá en este día lunes se combina el dolor por lo que sucedió, el cansancio, un día nublado, el desánimo y tantas otras experiencias más. 
Quizá se te hace difícil imaginar cómo Dios te ayudará a salir de este momento. Miras hacia adelante y no puedes construir en tu imaginación un futuro alentador. 
Quizá la angustia sea tal que te estés vinculado con tu lado más oscuro y con tus peores pensamientos. Tal vez ni siquiera tengas la intención de luchar contra tus ideas autodestructivas. 
Quizá ese dolor, más la falta de esperanza, sumando la autodestrucción, te tiente a sacar lo peor de ti para lastimar a aquellos que han provocado tu herida. 
Tienes todo a tu disposición para que ese proceso siga avanzando. Más dolor. Más desesperanza. Más rabia. 
Más errores… y también más consecuencias negativas para tu vida (y para los que te rodean).
Existe otro camino alternativo. 
Puedes recordar cómo Dios te sacó de otras situaciones complejas. 
Puedes elegir el sendero de la fe y confiar en que esto pasará. 
Puedes tomar la decisión de vivir un día a la vez. Ver muy a lo lejos traerá más desconcierto. Las fuerzas que tienes apenas alcanzan para este día. Será más sencillo enfrentar de a un día por vez. 
Puedes poner freno a la catarata de pensamientos destructivos. 
Puedes conectarte una vez más, una vez más, con el Amor de Dios. 
Puedes seguir siendo el mismo y no ponerte a la altura de tus agresores. Puedes callar aunque tengas todo a tu disposición para destrozar a tu adversario. Si decides destruir a alguien te estás volviendo contra la creación de Dios. 
Puedes este día lunes volver a empezar. 
Sí, quizá en medio de las ruinas, pero puedes volver a empezar. Cuanto antes comiences mejor. Si quieres vivir bien, es hora mi amigo. Vamos, Dios tiene un buen equipo de reconstrucción. Pero necesita que en este momento, ya mismo, tomes la primera decisión para estar bien. ¿Y? ¿Comenzamos? Un, dos, tres, ya, a trabajar… 
Dios te abrace bien fuerte en este momento con Su Amor! 

Extraído de Internet. 
Autor Desconocido por Mi.

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    EL ALMA Y LA REAFIRMACIÓN DEL 
                       ESPIRITISMO

Si los comienzos del Espiritismo han sido difíciles, si su marcha fue lenta y sembrada de obstáculos, desde hace diez años ha conquistado el derecho de ciudadanía. Se ha convertido en una verdadera ciencia, al mismo tiempo que en un cuerpo de doctrina, una filosofía general de la vida y del destino 
basada sobre un conjunto imponente de pruebas experimentales a las cuales vienen a sumarse cada día hechos nuevos. Esta ciencia, esta doctrina nos demuestra con evidencia la realidad de un mundo invisible e inconmensurable poblado de seres vivos que, hasta ahora, habían escapado a nuestros sentidos. He aquí que nuevos horizontes se abren y las perspectivas de nuestro destino se ensanchan. Nosotros mismos pertenecemos por una parte de nuestro Ser -la más importante- a ese mundo invisible que se revela cada día más a los observadores atentos. Los casos telepáticos, los fenómenos dedesdoblamiento, de exteriorización de los vivos, las apariciones a distancia tantas veces relatadas por Myers, Flammarion, Richet, los doctores Dariex, Maxwell, etcétera, son su demostración experimental. Las actas de la Sociedad de Investigaciones Psíquicas de Londres, son ricas en hechos de esta clase. 
Los espíritas creen que esta parte invisible e imponderable de nuestro Ser -asiento inalterable de nuestras facultades, de nuestro yo consciente, en una palabra, de lo que los creyentes de todas las religiones han llamado el alma- sobrevive a la muerte; que prosigue a través del tiempo y del espacio su evolución hacia estados siempre mejores, siempre más iluminados por los rayos de la justicia, de la verdad y de la eterna belleza. Esta alma, este yo consciente, tiene por envoltura indestructible, por vehículo, un cuerpo fluídico, cañamazo del cuerpo humano formado de materia sutil, radiante e invisible sobre la cual la muerte no tiene acción alguna. 
Aquí nos encontramos en presencia de una teoría, de una concepción susceptible de reconciliar a las doctrinas materialistas y espiritualistas, las que durante tanto tiempo se han combatido sin poderse conmover ni destruir recíprocamente. Según esta teoría, el alma ya no sería una vaga abstracción, sino un centro de fuerza y de vida, inseparable de su forma sutil, imponderable, aunque material. Hay en eso una base positiva para las esperanzas y aspiraciones elevadas de la humanidad. No acaba todo en esta vida: el Ser, perfectible siempre, recoge en su estado físico, sin cesar afinado, el fruto de los trabajos, de las obras y los sacrificios de todas sus existencias. 

LEÓN DENIS 


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