LA VIDA EN EL MUNDO ESPIRITUAL
Mientras que en un artículo anterior hablamos de un despertar feliz y glorioso, muy diferente es el encuentro con la cruda realidad para aquellos que, en el transcurso de su vida en la tierra, han llevado una vida a espaldas de toda regla de moralidad, y no han pensado nada más que en sí mismos, sin importarles las necesidades ajenas, o el mal y el daño que podrían infringir con su actitud y comportamiento al resto de la sociedad, permitiéndose además toda clase de licencias Para todo espíritu, cuando desencarna, es fundamental la ayuda, el auxilio y la asistencia que se recibe del plano espiritual, necesitamos del alguien que guíe y nos conduzca a nuestro destino, somos como un viajero que llega a un país desconocido, pero estas atenciones quedan supeditadas a los méritos adquiridos. Muchos de nosotros, llegamos al plano espiritual en completa soledad, nadie viene a esperarnos, a buscarnos, el egoísmo es un poderoso generador de soledad. Podemos tener seres familiares o amigos, que sepan de nuestro retorno, evidente que sí, sin embargo, no pueden ayudarnos, ni siquiera podemos verlos, psíquicamente estamos muy lejos de ellos y la ley recae con todo su peso sobre nosotros. Se hace necesario que el dolor elimine toda esa carga psíquica desequilibrante, que nos separa de los planos de luz, y estemos en otras condiciones para poder recibir la ayuda de manera eficaz. Desde el mismo momento en que dejamos la materia, comenzamos a recibir la cosecha, aquello que hemos sembrado con nuestras obras en la vida física. Mientras que las buenas obras, la predisposición hacia el bien, la humildad y la voluntad para seguir las “instrucciones de nuestra conciencia” son el pasaporte hacia los planos de luz y de bienestar, las malas obras, las inclinaciones hacia la maldad y el materialismo, el nulo esfuerzo por adquirir valores superiores y el desempeño puro del egoísmo, son el pasaporte hacia los planos de oscuridad, donde imperan la ley del más fuerte y los ambientes de penumbra y sufrimiento. El bien y el mal, están ligados al cielo y el infierno, que no son estados físicos o gaseosos, ni tampoco son estados eternos, son estados de conciencia, y la conciencia se puede convertir en un infierno, cuando ésta nos reprocha lo poco que aprovechamos la oportunidad de venir encarnados en una existencia para progresar, para liberarnos en cada una de esas vidas de las cargas acumuladas anteriormente, por falta de voluntad, de esfuerzo y por apartarnos de los consejos y enseñanzas vertidas por aquellos que, estando muy por delante de nosotros vienen a la tierra en misión de ayuda y sacrificio marcándonos el camino a seguir. Bajamos a la tierra y hacemos caso omiso tanto de la voz de la conciencia, “que todos la tenemos”, como de las reglas y enseñanzas que vamos recibiendo a lo largo de la vida. Hacemos uso de nuestro libre albedrío, y por negar, negamos hasta la existencia de Dios, pensamos que no hemos de rendirle cuentas a nadie, de nuestras obras y acciones, y vivimos la vida sin pensar en el mañana. Pero el mañana cuando llega, se presenta implacable y nos devuelve todo aquello que sembramos, que son nuestras auténticas pertenencias. Llegamos al mundo espiritual sin credenciales, los títulos, el patrimonio, los bienes acumulados quedan en la esfera a la que pertenecen, y nos llevamos grabado en el alma la única posesión que podemos atesorar, que no es otra cosa que aquello en lo que nos hemos convertido, nuestros sentimientos, pensamientos y acciones, y el resultado de todos ellos. También nos llevamos, los amigos y los enemigos, los cuales siempre están, los unos para cuando los necesitemos, pero los otros aparecen cuando menos queremos verlos, pero aparecen, antes o después, y sobre todo porque se quieren cobrar las deudas, y devolvernos aquello que consideran que nos corresponde: sufrimiento y venganza. Por ley de afinidad, nos vemos inmersos en un viaje hacia planos de vida en donde privan los valores iguales a los nuestros: el egoísmo salvaje, la ruindad, la mentira, la hipocresía, el orgullo, el despotismo, el afán por dominar a los más débiles, la burla, el miedo, la desesperación. Son planos de vida sin orden ni control, solamente hay un criterio, el que imponen los más fuertes e inteligentes. Si hemos padecido alguna enfermedad y sufrimientos, allí siguen manifestándose, porque estos tienen su origen en el periespíritu, seguimos sintiendo prácticamente las mismas sensaciones que en el cuerpo físico, necesidad de alimentación, de descanso, etc. Así como sentíamos la necesidad de satisfacer los vicios y tendencias que manteníamos, pero desprovistos del organismo, ¿cómo se podrán satisfacer? Todo lo llevamos en la mente, son necesidades y sensaciones que han terminado dominándonos, somos esclavos de las mismas, y el no poder satisfacerlas nos conducen a estados de animalidad y de rebeldía ostensibles. Nos vemos en un ambiente sumamente hostil, el que hemos creado por nosotros mismos, rodeados de seres semejantes a nosotros, nunca dispuestos a ayudar de manera fraterna y a cambio de nada, todo lo contrario siempre estudiando la manera de salir beneficiados y de abusar de los demás. Veamos un párrafo de la obra: Nuestro Hogar, de Chico Xavier en el que André Luiz, narra en síntesis como se encontraba tras dejar el cuerpo físico, en una región del mundo espiritual llamada “El Umbral” región esta mas cercana a la tierra, así nos haremos una idea general de cómo se percibe la existencia en estos planos, dice así: “En verdad, me sentía amargado duende en las rejas obscuras del horror. Con los cabellos erizados, el corazón dando saltos y un miedo terrible enseñoreándose de mí, muchas veces grité como un loco, imploré la piedad y clamé contra el doloroso desánimo que subyugaba mi espíritu; pero cuando el silencio implacable no absorbía mi estentórea voz, lamentos más conmovedores que los míos, respondían a mis clamores. Otras veces, carcajadas siniestras rasgaban la quietud ambiental. Algún compañero desconocido estaría, a mi ver, prisionero de la locura. Formas diabólicas, rostros deformes, expresiones embrutecidas, surgían de cuando en cuando, agravando mi asombro.” Al igual que en los planos superiores hay multitud de grados, según la evolución adquirida por las entidades que allí residen, en los planos inferiores también los hay, según la maldad y los grados de egoísmo, materialismo y de delincuencia y criminalidad, habiendo zonas que nos horrorizarían al comprender el grado de maldad, depravación, degeneración y perturbación y rebeldía, a los que se puede llegar. Por lo tanto son múltiples y muy variadas las situaciones y circunstancias que se pueden encontrar, cada uno hallará los frutos que haya sembrado. Las creencias en este aspecto, también son muy influyentes, pensemos en todos aquellos que han mantenido una vida ligada a un culto o religión, y que piensen que cumpliendo ciertos ritos y formalidades se han ganado el cielo y un estado de beatitud contemplativa, y sin embargo no tienen la credencial de las obras a su favor, tan sólo se han mantenido fieles a los ritos, ¡gran error! Cuando ingresan en el mundo espiritual no encuentran lo que esperaban; Dios y sus servidores no vienen a recibirlos, no encuentran el cielo esperado, se encuentran desnudos, ante sí mismos y ante el fruto de sus obras. En muchos de estos casos, estas personas, pierden toda la fe “que se suponía tenían, se sienten engañados y se vuelven en contra de los principios que sostenían, cuando no caen en la más absoluta rebeldía aliándose a las fuerzas negativas. Los ateos, incrédulos y materialistas, que han vivido sin escrúpulos y de manera libertina, que creen que con la muerte del cuerpo todo acaba, también sufren bastante, porque como no dejan de existir, creen que no han muerto físicamente, sin embargo, siguen viviendo y no comprenden lo que les pasa, muchos de ellos tardan bastante en adaptarse y en dar su pie a torcer. El orgullo les impide reconocer sus errores y falsas ideas, prefieren sufrir antes que reconocer sus equivocaciones, hasta que el dolor obliga y se les presenta la opción del cambio. Los malvados de cualquier pelaje, que se dedican al engaño, a la estafa, al abuso, que viven por y para sus vicios y pasiones, generan unas cargas psíquicas muy fuertes a su alrededor, energías que habrán de purgar en el plano astral mediante el dolor, ellos también viven etapas en ese otro plano muy dolorosas, hasta que la Ley de Evolución les impulsa a ir en busca de su regeneración y a ir devolviendo todo el mal que hicieron en su entorno. Deberán restituir a través del bien todo aquello de lo que abusaron, y esto debido a las tendencias tan arraigadas y a sus pasiones lleva muchos siglos y existencias hasta que la persona adquiere los valores necesarios para no reincidir. Cuando un espíritu entra en una espiral de delincuencia y criminalidad, y está completamente dominado por los defectos morales, puede llegar a extremos impensables, están rebeldes y son opuestos a toda practica del bien, y lo que es peor se hayan enfrentados a Dios, al pensar que ellos han sido creados así, culpan a Dios de sus males y sufrimientos y no quieren admitir que ha sido su libre albedrío y voluntad, la que a lo largo de los siglos los ha ido sumergiendo en esos grados de animalidad y barbarie tan grotesca. Una vez cruzan el umbral, se organizan en bandas, para sembrar el miedo, el terror y el dolor, creen ser los señores de los planos inferiores y no permiten (al menos eso creen) que los seres de luz visiten estos planos para ir rescatando a aquellos espíritus que, arrepentidos, claman con todas sus fuerzas ser liberados del yugo de estas entidades y que se les de la oportunidad de regeneración y vuelta al camino del progreso. Imaginemos por todo ello durante un instante como ha de ser la vida allí. Hacen todo lo posible por contrarrestar todo aquello que las entidades superiores nos transmiten, procurando entorpecer todo lo que pueden. Aún no han comprendido que no se pueden oponer a la ley del progreso y que antes o después la Providencia interferirá en su libre albedrío y les impondrá una serie de existencias con destinos muy concretos a fin de que poco a poco vayan eliminando, a través del dolor, las tendencias y defectos que les han conducido a esos estados de degeneración. El mal no es nada comparado con el bien, es como una manchita en la infinidad del Universo, sólo existe en dichos planos mencionados, y en los mundos de expiación y prueba como el nuestro, pero no es eterno, es temporal y sólo persiste hasta que Dios decide ayudar a estos hermanitos que por si mismos no son capaces de regenerarse. Son muchas las personas que no preparan convenientemente la partida a la patria espiritual, viviendo solo en el presente, olvidamos lo efímera que es la vida terrestre, y la infinitud de la eternidad, el pensamiento equívoco de que la vida son cuatro días, y de que sólo se vive una vez, nos juega una mala pasada, y sin darnos cuenta la vida efectivamente pasa rápida, y nos despertamos ante un nuevo paisaje, un nuevo escenario, plagado de criaturas y de escenas inimaginables, con un denominador común, oscuridad, soledad, terror, confusión, sufrimientos en definitiva. El conocimiento es luz, la ignorancia es oscuridad, Aprovechemos las luces que tenemos ahora a nuestro alcance para evitar esos estados de tinieblas y de dolor, ascendamos por la senda del progreso y conquistaremos los reinos de Luz, Paz y Amor.
-Fermín Hernández Hernández- © 2016, Amor, Paz y Caridad
************************
El despertar renovador de las virtudes
en la transición planetaria
" La virtud muy discutida no es saludable desde el punto de vista moral, pues precisa ser vivida y no discutida en vano.
La virtud es hermana del trabajo y con este se conjuga en ideal de servicio noble al bien, por eso mismo no se dedica a la discusión, sino al trabajo en la viña del Señor.
No debemos exaltar las propias virtudes, son hijas del bien, y abogan a nuestro favor en todos los lados de la vida, razón por la cual no necesita ser divulgada, pues ya es suficientemente conocida.
La mejor virtud es aquella que brota del alma, que nace de la tristeza de ver al semejante en sufrimiento, que reside en el deseo de servir a la causa cristiana, que predica la benevolencia para con todos.
No sería la virtud fruto de la caridad si no naciese en el corazón, sino que sería hija de la hipocresía que desea glorias del mundo en vez de las de los cielos.
Solamente será lícita la virtud hija del amor para con todos, aquella que camina delante de la vida con la nítida impresión de que se hace la luz en todos los rincones cuya oscuridad puede ser erradicada por su fuerza renovadora.
Cuando somos virtuosos desde el punto de vista moral, somos trabajadores de Cristo, pues estamos con Él edificando una nueva era de más paz y amor, que vendrá de la acción humana en dirección al bien.
Cuando más reine el bien en los corazones, más aparecerán las virtudes y mejor será el ambiente terrenal, cuya casa es hoy nuestra residencia.
Estamos todos contentos con la virtud que crece en todas las esquinas, que es la de la solidaridad, pues ya no es más posible el sufrimiento por el propio dolor, compadecer el sufrimiento ajeno es una bella virtud de amor al semejante.
Por eso, nos debemos colocar adelante con el plano de la divinidad, de la unión fraterna, para que seamos unos para otros la fuerza motriz a mover los pasos en dirección a la luz, caminando juntos, cada uno con sus pruebas y expiaciones, pero con el apoyo sereno del hermano que alivia el fardo y abrevia las pruebas.
El amor apaga nuestra multitud de pecados, Jesús nos enseñó claramente como podemos redimir nuestras deudas, o sea, por las virtudes que el amor nos puede hacer vivir.
Seamos benevolentes y caritativos y seremos al final agraciados con la paz.
Vivir el evangelio cristiano es colocar en movimiento constante sus lecciones y sus virtudes, siendo deseoso del bien y viviendo con actos aquello que las palabras nos educan.
Seamos virtuosos y seremos libres, seamos malos y viviremos en la propia prisión del remordimiento y del error.
Aquel que se aparta de Dios no impide el bien, solamente pospone su florecer en el corazón.
Dios sabe lo que cada hijo necesita y somos gobernados por un Hermano de infinita luz y bondad, seamos sus discípulos, evangelistas de fe y vida.
Deseosos del bien, estaremos en la nueva escala evolutiva, pues trazaremos un camino de luz y por él seremos alcanzados, tanto en cuanto el bien que hayamos practicado.
Nace una nueva era, vislúmbrese en el horizonte la paz, la vida es la regeneración poco a poco, es el momento de que escojas la hora impostergable de las virtudes.
Escoja el bien mi hermano, pues es fruto del amor de Cristo en cada uno de nosotros.
Viva feliz con la paz que el bien le traerá y conseguirá en el futuro gozar de verdadera y duradera felicidad.
Que el amor de Cristo nos ampare hoy y siempre.
Que así sea.
Lucia
"Asistida por el hermano Pedro Pablo”
************************
BUSCANDO A DIOS
Cuando la luz resplandece la
verdad se alcanza si quien la busca
está lleno de caridad, porque el
Cristo Interno se manifiesta en su
esplendor para contemplar la
grandiosa Bondad y Amor del Padre
Celestial.
Sucede que un día un monje
concibió la idea de buscar a Dios en
los lugares más festivos de mayor
vivencia, entre los felices y los
contentos y no pudo encontrarlo.
Busco a Dios entre los más sufrientes, los que sufrían las más horrendas
enfermedades y tampoco lo encontró. Lo busco en los recién llegados a la vida y
en los que estaban por abandonarla y tampoco lo encontró. Busca en los templos,
en los monasterios y en las sinagogas y no pudo encontrar a Dios. Ni entre los
opulentos ni entre los pobres estaba Dios. Conversó con los sacerdotes, con los
filósofos y los científicos, pero nadie podía encontrar a Dios.
Lo buscó en las ciudades, en los desiertos, en las montañas y en el mar.
Su vida se agotaba pero no perdía la idea de encontrar a Dios, hasta que un día en
un desolado pasaje encontró un anciano casi agonizando y le preguntó: “¿Qué
haces hermano mío?”, el anciano respondió: “! Busco a Dios ¡”. Replicó el monje:
“¿Cómo lo vas a encontrar si tienes los ojos cerrados y me parece que eres
ciego?”. “Efectivamente soy ciego porque los ojos no me han servido para
encontrar a Dios, ahora lo busco con los ojos del alma”, “¿Cómo puede ser eso?”.
Dijo el monje.
Ciertamente el hombre busca a Dios en las alturas y no sabe que el cielo
yace en el alma de cada ser y cuando la intención es buena, allí en lo íntimo de
vuestro ser, allí esta Dios. Pedid al Cristo Interno que os lleve al Dios que yace
en vuestro ser.
“Yo también busco a Dios”, dijo el monje y el anciano replicó: “Búscalo en
ti mismo, búscalo en tu prójimo, porque Dios nunca te abandonó y por estar tan
en ti mismo, lo búscate afuera”. El Monje agradeció al anciano y cuando quiso
abrazarlo el anciano desapareció. “! Dios mío, Dios Santo ¡. Hoy te he visto y te
he mirado, hoy te agradezco por haberte encontrado y nunca haberme
abandonado”.
Colaboración: CE Buscadores de la luz-Trujillo
- Revista Mensajero de Luz -
*****************
ACTUALIDAD ESPÍRITA
APROXIMACIÓN DEL CREDO CATÓLICO AL ESPIRITISMO
A colación de que Divaldo
P. Franco nombra al Papa Juan
Pablo II y al Padre franciscano
Concetti, al haber alzado sus
voces en sus días, en el seno
del catolicismo, poniendo de
manifiesto la existencia del
mundo espiritual y la comunicabilidad
con los espíritus,
creemos oportuno mencionar
brevemente las manifestaciones
efectuadas por este
último, cuya fuente ha sido
tomada de la Iglesia Católica
Carismática de Belén.
Puede el lector observar
que si bien la base de dichas
afirmaciones entra en conexión
con lo que el eminente
Codificador de la Doctrina
Espírita, Allan Kardec, desglosa
en El Libro de los Médiums,
existen todavía algunos puntos
de interpretación con
tintes personales del Padre
Concetti y/o del catolicismo
que son manifestados y que
no son exactamente concordes
con la Doctrina Espírita.
En todo caso, para su análisis
y a fin de evitar confusiones,
como siempre recomendamos
encarecidamente el estudio
profundo de la Codificación
Espírita, y en este caso en
especial, el estudio profundo
de El Libro de los Médiums.
Deseamos no detener el
examen en cada una de las
reflexiones aisladamente, sino
en su globalidad a fin de tener
conocimiento y hacer pública
la postura de la iglesia católica
en referencia a la comunicabilidad
con el mundo espiritual
en general y, en particular, a
ofrecer un sencillo testimonio
al respecto del cumplimiento
de aquello que afirman los
Espíritus Superiores en la contestación
a la pregunta 798 de
El Libro de los Espíritus formulada
por Allan Kardec.
Así, a continuación, reproducimos
un extracto de la
entrevista que realizó el periodista
Ilze Scamparini al Padre
Gino Concetti, uno de los teólogos más competentes del
Vaticano en el periódico oficial
del Vaticano, L’observatore
romano, que se efectuó en los
siguientes términos:
Ilze Scamparini: ¿Existe
comunicación entre los vivos
y los muertos?
Padre Gino Concetti: Yo
creo que sí. Yo creo y me baso
en un fundamento teológico
que es el siguiente: “Todos
nosotros formamos en Cristo,
un Cuerpo místico, en el que
Cristo es el Soberano. De Cristo
emanan muchas gracias,
muchos dones, y si estamos
todos unidos, formamos una
comunión. Y donde hay comunión
existe también comunicación”.
Ilze Scamparini: ¿Qué
piensa usted del Espiritismo?
Padre Gino Concetti: El
Espiritismo existe. Hay señales
en la Biblia, en la Sagrada
Escritura, en el Antiguo Testamento.
Mas, no es del modo
fácil como las personas creen.
Nosotros no podemos llamar
al Espíritu de Miguel Ángel o
de Rafael. Pero como existen
pruebas en las Sagradas Escrituras,
no se puede negar que
existe esa posibilidad de comunicación.
En noviembre de 1996, fue
publicado en el periódico italiano
Ansa otra entrevista al
Padre Gino Concetti que reproducimos
de forma parcial
en los siguientes términos:
“Según el catecismo moderno,
Dios permite a nuestros
queridos difuntos, que
viven en la dimensión ultraterrestre,
enviar mensajes para
guiarnos en ciertos momentos
de nuestra vida. Después
de los nuevos descubrimientos
en el dominio de la psicología
sobre lo paranormal,
la Iglesia decidió no prohibir
más las experiencias del diálogo con los antepasados, en
la condición de que ellas sean
llevadas con una finalidad seria,
religiosa, científica.”
Pregunta periódico Ansa:
Según la doctrina católica,
¿cómo se producen los contactos?
Padre Gino Concetti: “Los
mensajes pueden llegarnos
(…) por ejemplo, por los sueños, que a veces son premonitorios,
o a través de impulsos
espirituales que penetran en
nuestro espíritu. Impulsos que
se pueden transformar en visiones
y en conceptos”.
¿Todos pueden tener esas
percepciones?
P.G.C. Aquellos que captan
más frecuentemente esos
fenómenos son las personas
sensitivas, esto es, personas
que tienen una sensibilidad
superior en relación a esas
señales ultraterrestres. Me
refiero a los clarividentes y
a los médiums. Pero las personas
pueden tener algunas
percepciones extraordinarias,
una señal extraña, una iluminación
repentina.
Para interpretar esos fenó-
menos, ¿la Iglesia les permite
recorrer a los llamados sensitivos
y a los médiums?
P.G.C. Sí, la Iglesia permite
recorrer a esas personas particulares,
pero con una gran
prudencia y en ciertas condiciones.
Los sensitivos a los
cuales se puede pedir asistencia,
deben ser personas que
llevan sus experiencias, incluso
aquellas con técnicas modernas,
inspiradas en la fe. (…)
La Iglesia interdicta (sic) todos
los contactos de los fieles con
aquellos que se comunican
con el Más Allá, practicando la
idolatría, la evocación de los
muertos, la necromancia, la
superstición y el esoterismo;
todas las prácticas ocultas que
inciten la negación de Dios y
de los sacramentos.
¿Con qué motivaciones se
puede llegar al diálogo con
los antepasados?
P.G.C. Es necesario no
aproximarse mucho al diálogo
con los difuntos, a no ser
en las situaciones de gran necesidad.
A alguien que perdió
en circunstancias trágicas, su
padre o su madre, su hijo, o incluso
su marido y no se resigna
con la idea de su desaparición,
puede aliviarle el hecho
de tener un contacto con el
alma del querido difunto. Se
puede acudir igualmente a los
difuntos si se tiene necesidad
de resolver un gran problema
de la vida. Nuestros antepasados,
en general, nos ayudan y
nunca nos enviarán mensajes
ni en contra de nosotros mismos
ni en contra de Dios.
¿Qué actitudes conviene
evitar durante los contactos
mediúmnicos?
P.G.C. No se puede jugar
con las almas de los antepasados.
No se puede evocarlos
para motivos fútiles, para obtener
por ejemplo un número
de lotería. Conviene también
tener un gran discernimiento
al respecto de las señales
del Más Allá y no enfatizarlas
mucho. Se puede caer en la
más sospechosa y excesiva
credulidad. Antes de nada no
se puede abordar el fenómeno
de la Mediumnidad sin la
fuerza de la fe.
Xavier Llobet
Centro Espírita Irene Solans,
(Entrevista tomada de la Revista Actualidad Espiritista)
**********************
SUCESIÓN Y PERFECCIONAMIENTO DE LAS RAZAS
688 – En la actualidad hay razas humanas que disminuyen evidentemente; ¿llegará un momento en que hayan desaparecido ...de la Tierra?
– Es verdad, pero es que otras han ocupado su lugar, como otras ocuparán el vuestro algún día.
689 – Los hombres actuales, ¿son de nueva creación o son los descendientes perfeccionados de los seres primitivos?
– Son los mismos Espíritus que han vuelto para perfeccionarse en cuerpos nuevos, pero que están lejos aún de la perfección. Así, la raza humana actual que con su aumento, tiende a invadir toda la Tierra y a sustituir a las razas que se extinguen, tendrá su período de decrecimiento y desaparición. Otras razas más perfeccionadas la sustituirán, descendientes de la raza actual, como los hombres civilizados de hoy descienden de los seres brutos y salvajes de los tiempos primitivos.
690 – Bajo el aspecto puramente físico, ¿los cuerpos de la raza actual son de creación especial o proceden de los cuerpos primitivos por vía de reproducción?
– El origen de las razas se pierde en la noche de los tiempos,pero como pertenecen todas a la gran familia humana, cualquiera que sea la estirpe primitiva de cada una, han podido cruzarse y producir nuevos tipos.
691 – Bajo el aspecto físico, ¿cuál es el carácter distintivo y dominante de las razas primitivas?
– Desarrollo de la fuerza bruta en detrimento de la fuerza intelectual. Actualmente, sucede lo contrario: el hombre hace más con la inteligencia que con la fuerza del cuerpo, y por lo tanto, hace cien veces más, porque ha aprovechado las fuerzas de la naturaleza,lo que no hacen los animales.
692 – El perfeccionamiento de las razas animales y vegetales,¿es contraria a la ley natural? ¿Sería más conforme a esta ley dejar seguir las cosas un curso normal?
– Todo debe hacerse para llegar a la perfección, y el mismo hombre es un instrumento del que se sirve Dios para lograr sus fines.
Siendo la perfección el objeto a que tiende la Naturaleza, favorecerla es corresponder a esa finalidad.
– Pero generalmente el hombre no se esfuerza en el mejoramiento de las razas sino por un sentimiento personal y no tiene otro objetivo que el aumento de sus placeres; ¿eso no disminuye su mérito?
– ¿Qué importa que su mérito sea nulo, con tal de que el progreso se realice? A él toca hacer meritorio su trabajo por medio de la intención. Por otra parte, con semejante trabajo, ejercita y desarrolla su inteligencia, y es en este aspecto donde más aprovecha.
EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS. ALLAN KARDEC
******************
No hay comentarios:
Publicar un comentario