NO OS OLVIDEIS DEL PRÓJIMO
No seáis obstinados en el egoísmo. El os hará sufrir, con reflejos en el cuerpo físico, que padece con la concentración de elementos corrosivos.
El prójimo, que Jesús tanto amaba, precisa de vosotros, tanto como necesitáis de él. Ese intercambio es la vida de todos nosotros, uniéndonos en la vida de Dios. No os olvidéis del prójimo a despecho de vuestras obligaciones, porque cuando no tratamos de amar a alguien, inventamos disculpas de toda clase y nos distanciamos de mil formas y a través de varios disfraces. Acordémonos de lo que dijo el Divino Maestro, reduciendo los diez mandamientos en apenas dos: Amar a Dios por sobre todas las cosas, y al prójimo como a nosotros mismos.
El egoísmo, en forma de amor propio, nos induce a olvidar al prójimo, aquellos que conviven con nosotros en la gran jornada evolutiva. Si quisieres saber quien es vuestro prójimo, observaros a vosotros mismos porque él es vuestra continuación, que se extiende al infinito. Buscad dedicaros más a vuestros semejantes, dándoles más atención en lo que ellos representan, en lo que ellos dicen, hacen o escriben, porque podéis aprender mucho con los otros, a través del intercambio de experiencias. Seamos fieles a las leyes del Señor, comulgando con las leyes del amor y ambientándonos con el clima de la caridad, que el bienestar se allegará a nosotros, como fuerza divina, en la divina expresión de todas las cosas. ¿Ya observasteis mi hermano, lo mucho que vuestro prójimo os sirve?. En todos los caminos, se perciben sus manos ayudándonos a ayudar, ayudándonos a servir, ayudándonos a comprender. Ese prójimo merece nuestro respeto, nuestra estima y nuestro amor. Todos juntos formaremos la gran corriente de vida que sustenta la gran esperanza por un mundo mejor. Aquel interés que tenéis en demasía por vosotros mismos, gastando todo el tiempo en causa propia, en el propio sustento, en vuestro abrigo, sin pensar en los otros, os llevará a las Revista “Horizonte de luz” 119 profundidades del orgullo y de la vanidad y os hace olvidar que existe más gente viviendo en el mismo mundo en que vivís. Salid de dentro de vosotros mismos, aunque sea por instantes y observad lo que sucede a vuestro alrededor; contemplad las dificultades de vuestros compañeros de jornada y ayudadlos dentro de vuestras posibilidades, comprendiéndolos con el discernimiento y confortándolos con el saber. No debéis acumular sabiduría en forma egoísta. No debéis desperdiciar las fuerzas que os sobran, ni debéis reprimir el don de amar y la gentileza conquistada. Ese acervo de luces es para ser usado a favor de vuestro prójimo, pues cuanto más donéis, más tendréis en vuestro beneficio, de la Fuente Universal. Y quien se olvida de los compañeros, atrofia los valores del corazón, pasando a la condición de enfermo, por falta del intercambio de los tesoros divinos. Ajustaros a la ley, que ella se ajustará con vosotros, por el bien que debéis hacer. Sé que buscáis la salud, pues ella está donde permanece la armonía, aquella nacida del deber cumplido, de la alegría de ser útil a las criaturas de Dios.
Trabajemos de manos dadas y esforcémonos para comprender a nuestro semejante en todos los instantes y Dios hará todo lo demás que esté fuera de nuestro alcance. Acordémonos de nuestro prójimo, así como cuidamos de nosotros mismos, en cuanto él está en nuestro camino y Jesús estará sonriendo dentro de nuestro corazón.
LIBRO “SALUD” – ESPÍRITU MIRAMEZ
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En la excelente obra titulada " En el Mundo Mayor", en el capítulo 2- " La Conferencia de Eusebio", nos vamos a fijar en las actualísimas palabras del referido Instructor, alertando, hace 70 años, del grave problema de la alienación mental, del que, de hecho, la Humanidad parece estar acometida, ante la violencia y los comportamientos agresivos que, aun en los países más civilizados abundan entre los hombres.
" Por lo tanto existe- nos alerta el Instructor- una nueva amenaza en el domicilio terrestre: el profundo desequiibrio, la desarmonía generalizada, las molestias del alma que se ingieren, sutíles, y socaban la estabilidad. Vuestros caminos no parecen ser recorridos por seres conscientes, sino que se parecen a extrañas veredas, a lo largo de las cuales pisotean duendes alucinados.
(...) Ese vórtice enorme, mis hermanos, es el de la alienación mental, que no nos desintegra solamente los patrimonios celulares de la vida física, sino también nos alcanza el tejido sutil del alma, invadiéndonos el núcleo del cuerpo periespiritual".
Realmente, la falta de equilibrio emocional, rozando la locura, parece generalizarse, no solo en las demostraciones colectivas de locura, que podrían ser actos aislados de locura, pero principalmente, en las acciones individuales, cometidas en lo cotidiano por persnas aparentemente saludables.
Vemos algunos ejemplos:
- El vandalismo contra la Naturaleza.
- La depredación del patrimonio público,
- La violencia en el tránsito.
- La corrupción generalizada
- El comportamiento suicida de los jóvenes...
Claro que, felizmente, cuando nos referimos al comportamiento suicida de los jóvenes, existen excepciones, tanto como los otros items que anteriormente hemos visto- no obstante, es de veras alarmante, la situación de precariedad espiritual que la Humanidad atraviesa.
Ahora, recientemente, en Portugal, un incendio criminal que, prácticamente, se generalizó, destruyó buena parte de sus reservas forestales.
Aquí en Brasil, durante las Olimpiadas, sin ningún propósito de crítica destructiva, dos jóvenes atletas norte-americanos, forjaron un asalto para ocultar los actos de barbarie que, sin más ni menos, practicaron en un puesto de gasolina.
En los Estaados Unidos de América del Norte, con la población, casi toda armada, de cuando en cuando, alguien trastornado invade una repartición pública y practica asesinatos en serie.
En Brasil, un sidoso de más de 80 años, dentro de un ómnibus, sin ningún motivo aparente, tiró a un niño y apuñaló a otro que se había desmayado- ambos desencarnaron.
En Japón, días atrás, un hombre, armado de un machete, invadió un hospital y asesinó a diecinueve personas.
Aquí, en Uberaba, hasta enconces, pequeña ciudad del interior minero, en una lucha entre bandas de traficantes, en plena vía pública, de un populso barrio, un pequeño fue muerto a tiros de ametralladora y las casas de los moradores y vecinos fueron cribadas de los impactos.
El hombre, con facilidad, está pronto a transfigurarse en una fiera,y, realmente está exeriorizando su preocupante estado de alienación mental, manifestando lo inesperado, no son solo los "hombres bomba" del terrorismo islámico, sino que, repetimos, en su comportamiento diario, incluso dentro de su propia casa.
Y así, por ejemplo, en un país como Italia, en donde anda faltando un médico pediatra para cuidar a las criaturas refugiadas, que, abandonadas, vagan por las calles de las grandes ciudades, han de faltar psiquiatras para cuidar de tanta gente loca, cuando, incluso ellos mismos, los psiquiatras, en buen número, demuestran estar careciendo de tratamiento.
La Humanidad, casi al final de la segunda década de este Tercer Milenio, está viendose ante un dilema: o, realmente, se vuelve para las lecciones de Jesús, el Divino Médico de las Almas- ¡ no al Cristo que los pastores evangélicos andan predicando en sus templos en una locura de enriquecimiento ilícito!, o, infelizmente, veremos la Tierra transformarse en el mayor manicomio en que ella ya se revela.
Los encarnados, que creen en la sobrevivencia del espíritu después de la muerte del cuerpo carnal, ni de lejos tienen idea del número de espíritus que, casi en completa insalubridad, todos los días llegan al Mundo Espiritual, carentes de un tratamiento psiquiátrico de profundidad, ya que, infelizmente, aún no se revelan dispuestos a aceptar a Jesús Cristo en su corazón.
INÁCIO FERREIRA Uberaba – MG, 5 de setiembre de 2016.
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LA REENCARNACIÓN HUMANA Y SU PAPEL EN LA EVOLUCIÓN ESPIRITUAL.
- Aunque ya hemos hablado de ella, ¿podrías darme una definición exacta de lo que es la reencarnación?
- La reencarnación hace referencia a la multiplicidad de vidas físicas o encarnaciones, es decir, que un mismo ser o espíritu que ha animado un cuerpo desde el nacimiento hasta la muerte puede volver a encarnar en un nuevo recién nacido y vivir una nueva vida en el mundo físico.
- ¿Cuál es el objetivo de la reencarnación respecto a la evolución espiritual?
- El aprendizaje espiritual se asemeja al que tiene lugar en la escuela. En la escuela existe una alternancia de periodos de estudio con periodos de evaluación o examen, donde el alumno tiene que demostrar lo que ha aprendido. Lo mismo ocurre con el aprendizaje espiritual. En la etapa de desencarnado el espíritu estudia y se prepara espiritualmente. En el periodo de encarnado se trata de poner en práctica lo que se ha aprendido sin ningún tipo de coacción, es decir por voluntad libre del espíritu encarnado. Cada encarnación es una oportunidad de evaluación de un curso en particular. Si se supera esta evaluación se
pasará al estudio de un curso más avanzado, que se iniciará en el plano espiritual con el aprendizaje de nuevas enseñanzas espirituales. Cuando el espíritu está preparado y sus nuevos conocimientos asimilados, volverá a encarnar para afianzarlos en su interior con la práctica.
- Pues a mí me parece que hay personas que afrontan en la vida pruebas muy duras que yo no sé si sería capaz de superar.
- En cada encarnación cada espíritu afronta unas pruebas que son propias de esa encarnación y que están de acuerdo con su capacidad espiritual. El espíritu conoce antes de encarnar qué tipo de pruebas necesita para avanzar y se prepara concienzudamente para poder superarlas con éxito en el periodo en el que no está encarnado, al igual que el deportista que participa en una final de competición no llega a ésta por casualidad, sino que se ha entrenado concienzudamente durante todo el año, habiendo superado previamente diversas pruebas de calificación. Por tanto, a nadie se le enfrenta a pruebas que no
puede superar.
- El aprendizaje espiritual se asemeja al que tiene lugar en la escuela. En la escuela existe una alternancia de periodos de estudio con periodos de evaluación o examen, donde el alumno tiene que demostrar lo que ha aprendido. Lo mismo ocurre con el aprendizaje espiritual. En la etapa de desencarnado el espíritu estudia y se prepara espiritualmente. En el periodo de encarnado se trata de poner en práctica lo que se ha aprendido sin ningún tipo de coacción, es decir por voluntad libre del espíritu encarnado. Cada encarnación es una oportunidad de evaluación de un curso en particular. Si se supera esta evaluación se
pasará al estudio de un curso más avanzado, que se iniciará en el plano espiritual con el aprendizaje de nuevas enseñanzas espirituales. Cuando el espíritu está preparado y sus nuevos conocimientos asimilados, volverá a encarnar para afianzarlos en su interior con la práctica.
- Pues a mí me parece que hay personas que afrontan en la vida pruebas muy duras que yo no sé si sería capaz de superar.
- En cada encarnación cada espíritu afronta unas pruebas que son propias de esa encarnación y que están de acuerdo con su capacidad espiritual. El espíritu conoce antes de encarnar qué tipo de pruebas necesita para avanzar y se prepara concienzudamente para poder superarlas con éxito en el periodo en el que no está encarnado, al igual que el deportista que participa en una final de competición no llega a ésta por casualidad, sino que se ha entrenado concienzudamente durante todo el año, habiendo superado previamente diversas pruebas de calificación. Por tanto, a nadie se le enfrenta a pruebas que no
puede superar.
- No entiendo cuál es la necesidad de la reencarnación. ¿Por qué es necesario vivir más veces en el mundo físico?
- ¿Acaso un alumno acaba su formación en un solo curso? Aunque haya aprendido muchas cosas en un sólo curso, siempre habrá algo que no haya podido aprender y que requiera más tiempo. El espíritu en evolución es también un alumno y también necesita de más de un curso, es decir de más de una vida, para aprender todo lo que necesita y quiere.
- ¿No podría vivirse aquí una vez y luego pasar a otro plano de la existencia y seguir allí evolucionando sin necesidad de volver a la Tierra?
- Podría pero, al igual que sería un despilfarro tirar un vestido después de habérnoslo puesto una sola vez, sería una infrautilización del mundo material que sólo pudiéramos usarlo una única vez, unos 100 años como máximo que puede durar una de vuestras vidas físicas, con la de miles de millones de años que ha costado que se forme un planeta y que se hayan desarrollado las condiciones para albergar vida. Es una cuestión de optimización de recursos. ¿Acaso vosotros tenéis escuelas para un sólo año? En vuestro mundo, un alumno pasa al menos seis años en el mismo colegio sin necesidad de cambiar de centro. Por ejemplo, en un colegio de primaria, el alumno estará desde los 6 a los 12 años. Sólo
cuando el alumno completa su formación de primaria y pasa a la enseñanza secundaria, cambia de centro.
Pues lo mismo ocurre con el espíritu en formación. Vuestro planeta es como una escuela de primaria donde los espíritus en edad de primaria vienen a aprender. Cuando el espíritu haya aprendido todo lo que esa escuela, es decir, ese mundo, pueda enseñarle, podrá entonces pasar a otra escuela en la que se imparta una educación superior, es decir, podrá encarnar en otro mundo más acorde con su nivel evolutivo y necesidades de aprendizaje. Mientras, continuará evolucionando en ese mundo, o en otro de semejante nivel.
- Podría pero, al igual que sería un despilfarro tirar un vestido después de habérnoslo puesto una sola vez, sería una infrautilización del mundo material que sólo pudiéramos usarlo una única vez, unos 100 años como máximo que puede durar una de vuestras vidas físicas, con la de miles de millones de años que ha costado que se forme un planeta y que se hayan desarrollado las condiciones para albergar vida. Es una cuestión de optimización de recursos. ¿Acaso vosotros tenéis escuelas para un sólo año? En vuestro mundo, un alumno pasa al menos seis años en el mismo colegio sin necesidad de cambiar de centro. Por ejemplo, en un colegio de primaria, el alumno estará desde los 6 a los 12 años. Sólo
cuando el alumno completa su formación de primaria y pasa a la enseñanza secundaria, cambia de centro.
Pues lo mismo ocurre con el espíritu en formación. Vuestro planeta es como una escuela de primaria donde los espíritus en edad de primaria vienen a aprender. Cuando el espíritu haya aprendido todo lo que esa escuela, es decir, ese mundo, pueda enseñarle, podrá entonces pasar a otra escuela en la que se imparta una educación superior, es decir, podrá encarnar en otro mundo más acorde con su nivel evolutivo y necesidades de aprendizaje. Mientras, continuará evolucionando en ese mundo, o en otro de semejante nivel.
- ¿Por qué si hemos vivido antes, no nos acordamos de otras vidas?
- Es una necesidad del espíritu en vuestro actual estado evolutivo.
- Es una necesidad del espíritu en vuestro actual estado evolutivo.
- ¿Por qué necesitamos olvidar ese supuesto pasado de otras vidas?
- Es necesario para concentraros en los objetivos de la actual vida, sin que haya recuerdos propios o de otras personas que impidan que el espíritu actúe con libre albedrío, para que su actuación no esté condicionada por los actos del pasado.
V.G
- Es necesario para concentraros en los objetivos de la actual vida, sin que haya recuerdos propios o de otras personas que impidan que el espíritu actúe con libre albedrío, para que su actuación no esté condicionada por los actos del pasado.
V.G
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Desencarnar con esperanza
«Digo que la tumba, que sobre los muertos se cierra, abre el firmamento. Y lo que tomamos aquí por el término es tan sólo el comienzo.»
Víctor Hugo
«Un monje budista había vivido los últimos años de su ancianidad en completa paz. Se hallaba en su lecho agonizante, y sus compañeros de monasterio estaban llorando a su alrededor. De repente, el monje se rió con tres sonoras carcajadas.
– Hermano -dijeron en susurro los monjes ¿Cómo es que te ríes si nosotros estamos llorando?
– La primera carcajada ha sido por vuestro miedo a la muerte, la segunda porque no estáis preparados para afrontarla, y la tercera porque yo paso de la fatiga al descanso y vosotros en lugar de alegraros estáis gimoteando.
Dicho esto, cerró los ojos apaciblemente.»
La muerte forma parte de la vida. Una y otra se corresponden y se complementan. Es preciso no temerla, debemos esforzarnos en vivirla como algo natural, preparándonos para ello. La manera en que sepamos morir constituirá ya por sí misma una indicación de lo que será para cada uno de nosotros, la vida en el espacio.
Toda muerte es el principio de otra vida, es un renacimiento; entonces: ¿Por qué ese temor a la muerte? ¿Cómo vencerlo?
Hay culturas, especialmente las occidentales, que hacen todo lo posible para evitar la muerte; llegando incluso a considerar a aquellos que la aceptan con naturalidad como seres no demasiado civilizados ni evolucionados. ¿Ser civilizado es consagrarse a mantener un ser en vida al precio de los peores tormentos en vez de dejarle desencarnar en paz? ¿Por qué no aceptar más fácilmente la idea de la muerte, en vez de apegarse a la vida a cualquier precio?
El temor a la muerte es una insuficiencia del conocimiento de la vida futura, en la que se manifiesta la necesidad de vivir y el miedo a que la destrucción del cuerpo sea el fin de todo.
«Nacer es llegar, morir es volver.»
Tao-te-Ching
Para liberarse de este temor a la muerte, es necesario vislumbrar a ésta bajo su verdadero punto de vista, es decir, haber penetrado con el pensamiento en el mundo espiritual y haberse formado de él una idea lo más exacta posible. El hombre se interesa por lo exterior, no viendo una vida más que en el cuerpo, no está en su corazón ni en su alma el deseo de descubrir otros espacios, ni de ir hacia Dios, mientras que la vida real está en el alma. A medida que el ser comprenda mejor la vida futura, este temor disminuirá, a la vez que comprenderá mejor su misión aquí en la Tierra, la certeza en que la vida futura nos ofrece un nuevo impulso. Es importante decirnos cada día: «Es necesario que realice mi tarea, eso es lo que cuenta, el trabajo espiritual, el trabajo divino, lo único que merece la pena de ser ejecutado.» En ese momento el ser se sentirá libre de todas las inquietudes y tribulaciones, entonces comprenderá el verdadero sentido de la vida.
«La muerte no es más que un cambio de estado, la destrucción de una forma frágil que no proporciona ya a la vida las condiciones necesarias a su funcionamiento y a su evolución. Más allá de la tumba, se abre otra fase de la existencia, no es más que un eclipse de un instante en la evolución de nuestra existencia. »Los conocimientos espirituales que hayamos podido adquirir son de gran ayuda para nosotros, nos ofrecen esperanza y serenidad, facilitando considerablemente el desprendimiento del alma. Para prepararse útilmente a una muerte tranquila se precisa no tan sólo estar convencido de esta realidad, sino también comprender, y aceptar sus leyes, comprender las consecuencias beneficiosas de nuestro esfuerzo hacia el ideal moral, es decir, vivir dignamente, con sencillez, desprendiéndonos poco a poco de todo lo que nos liga a la materia, ocupando también nuestra mente en pensamientos elevados.»
“No tengáis miedo a morir; tened miedo únicamente de no poder terminar vuestro trabajo.”
Omraam Mikhaél Aivanhov
Despidámonos de las teorías que hacen de la muerte el conducto hacia la nada, demos paso a la ESPERANZA.
«La muerte no cambia en nada nuestra naturaleza espiritual, nuestros caracteres, lo que constituye nuestro verdadero yo. Sólo nos hace más libres, con una libertad que sólo está limitada por nuestro grado de adelanto. En un sitio como en el otro tenemos la posibilidad de hacer el bien o el mal, la posibilidad de avanzar, de progresar, de reformarnos. En todas partes imperan las mismas leyes, las mismas armonías, las mismas potencias divinas. El amor que nos llama a este mundo, nos atrae más tarde hacia el otro, mas en todos los lugares nos esperan amigos y protectores. »
Mientras aquí lloramos la partida de uno de los nuestros como si fuera a perderse en la nada; por encima de nosotros, seres etereogéneos glorifican su llegada a la luz, de la misma manera que nosotros celebramos la llegada de un recién nacido cuya alma viene de nuevo a la vida terrestre. ¡Los muertos son los vivos del cielo!»
Extraído de la revista “El espiritismo”
«Digo que la tumba, que sobre los muertos se cierra, abre el firmamento. Y lo que tomamos aquí por el término es tan sólo el comienzo.»
Víctor Hugo
«Un monje budista había vivido los últimos años de su ancianidad en completa paz. Se hallaba en su lecho agonizante, y sus compañeros de monasterio estaban llorando a su alrededor. De repente, el monje se rió con tres sonoras carcajadas.
– Hermano -dijeron en susurro los monjes ¿Cómo es que te ríes si nosotros estamos llorando?
– La primera carcajada ha sido por vuestro miedo a la muerte, la segunda porque no estáis preparados para afrontarla, y la tercera porque yo paso de la fatiga al descanso y vosotros en lugar de alegraros estáis gimoteando.
Dicho esto, cerró los ojos apaciblemente.»
La muerte forma parte de la vida. Una y otra se corresponden y se complementan. Es preciso no temerla, debemos esforzarnos en vivirla como algo natural, preparándonos para ello. La manera en que sepamos morir constituirá ya por sí misma una indicación de lo que será para cada uno de nosotros, la vida en el espacio.
Toda muerte es el principio de otra vida, es un renacimiento; entonces: ¿Por qué ese temor a la muerte? ¿Cómo vencerlo?
Hay culturas, especialmente las occidentales, que hacen todo lo posible para evitar la muerte; llegando incluso a considerar a aquellos que la aceptan con naturalidad como seres no demasiado civilizados ni evolucionados. ¿Ser civilizado es consagrarse a mantener un ser en vida al precio de los peores tormentos en vez de dejarle desencarnar en paz? ¿Por qué no aceptar más fácilmente la idea de la muerte, en vez de apegarse a la vida a cualquier precio?
El temor a la muerte es una insuficiencia del conocimiento de la vida futura, en la que se manifiesta la necesidad de vivir y el miedo a que la destrucción del cuerpo sea el fin de todo.
«Nacer es llegar, morir es volver.»
Tao-te-Ching
Para liberarse de este temor a la muerte, es necesario vislumbrar a ésta bajo su verdadero punto de vista, es decir, haber penetrado con el pensamiento en el mundo espiritual y haberse formado de él una idea lo más exacta posible. El hombre se interesa por lo exterior, no viendo una vida más que en el cuerpo, no está en su corazón ni en su alma el deseo de descubrir otros espacios, ni de ir hacia Dios, mientras que la vida real está en el alma. A medida que el ser comprenda mejor la vida futura, este temor disminuirá, a la vez que comprenderá mejor su misión aquí en la Tierra, la certeza en que la vida futura nos ofrece un nuevo impulso. Es importante decirnos cada día: «Es necesario que realice mi tarea, eso es lo que cuenta, el trabajo espiritual, el trabajo divino, lo único que merece la pena de ser ejecutado.» En ese momento el ser se sentirá libre de todas las inquietudes y tribulaciones, entonces comprenderá el verdadero sentido de la vida.
«La muerte no es más que un cambio de estado, la destrucción de una forma frágil que no proporciona ya a la vida las condiciones necesarias a su funcionamiento y a su evolución. Más allá de la tumba, se abre otra fase de la existencia, no es más que un eclipse de un instante en la evolución de nuestra existencia. »Los conocimientos espirituales que hayamos podido adquirir son de gran ayuda para nosotros, nos ofrecen esperanza y serenidad, facilitando considerablemente el desprendimiento del alma. Para prepararse útilmente a una muerte tranquila se precisa no tan sólo estar convencido de esta realidad, sino también comprender, y aceptar sus leyes, comprender las consecuencias beneficiosas de nuestro esfuerzo hacia el ideal moral, es decir, vivir dignamente, con sencillez, desprendiéndonos poco a poco de todo lo que nos liga a la materia, ocupando también nuestra mente en pensamientos elevados.»
“No tengáis miedo a morir; tened miedo únicamente de no poder terminar vuestro trabajo.”
Omraam Mikhaél Aivanhov
Despidámonos de las teorías que hacen de la muerte el conducto hacia la nada, demos paso a la ESPERANZA.
«La muerte no cambia en nada nuestra naturaleza espiritual, nuestros caracteres, lo que constituye nuestro verdadero yo. Sólo nos hace más libres, con una libertad que sólo está limitada por nuestro grado de adelanto. En un sitio como en el otro tenemos la posibilidad de hacer el bien o el mal, la posibilidad de avanzar, de progresar, de reformarnos. En todas partes imperan las mismas leyes, las mismas armonías, las mismas potencias divinas. El amor que nos llama a este mundo, nos atrae más tarde hacia el otro, mas en todos los lugares nos esperan amigos y protectores. »
Mientras aquí lloramos la partida de uno de los nuestros como si fuera a perderse en la nada; por encima de nosotros, seres etereogéneos glorifican su llegada a la luz, de la misma manera que nosotros celebramos la llegada de un recién nacido cuya alma viene de nuevo a la vida terrestre. ¡Los muertos son los vivos del cielo!»
Extraído de la revista “El espiritismo”
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SOMOS CO-CREADORES
Somos co-creadores: cuando pensamos mucho en algo, damos vida a ese algo. La energía se fortalece y se cristaliza en actos, comportamiento. Cuando enfocamos nuestro pensamiento en algo, atraemos ese algo para nosotros, como un imán que atrae el hierro. Según Allan Kardec, en La Génesis, capítulo 14, "El pensamiento y la voluntad son para el espíritu lo que la mano es para el hombre". Cuando deseamos mucho alguna cosa, atraemos eso para nosotros. Es la ley de sintonía, es la ley de atracción. Por eso, precisamos tener cuidado con lo que deseamos porque siempre tenemos afinidad con todo lo que ocurre en nuestra vida, aun cuando no tenemos consciencia de que estamos atrayendo. Cabe a cada uno analizar, percibir lo que aquella situación hace con lo que usted entra en contacto. Sea con algún aspecto suyo que precisa ser mirado y cuidado. La realidad de hoy fue atraída por pensamientos, actitudes que le dieran vida. Analicen si son positivas y lo que debe ser cambiado en el futuro. ¿ El qué debe ser cambiado ahora por ustedes para que el futuro sea diferente? Cabe a ustedes, ese análisis y esas elecciones. Cambie la frecuencia, proporcione su cambio con consciencia, inteligencia e haga parte de la creación. Todo cambio ocurre de dentro para fuera y no de fuera para dentro. Entonces, cambiense a ustedes mismos si quieren que todo cambie a su vuelta. Den el primer paso.
- Claudia Dantas -
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