Hoy presentamos:
-La vida en otros planetas
- Todos los recuerdos de vidas anteriores son auténticos?
-¿ En la posesión, el Espíritu invasor está dentro del cuerpo del poseído?
- La meditación y la oración como factores evolutivos
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LA VIDA EN OTROS PLANETAS
Cuando hablamos de otros mundos en donde hay vida física más o menos parecida a la nuestra, significa que sus humanidades, a través del tiempo y como es normal, llegarán a una evolución humana, científica y moral que les permitirá mejorar sus condiciones de vida tanto particular como en general.
Debemos suponer que en todos los planetas habitados los procesos primarios, primitivos, han debido de ser muy similares a los nuestros, es decir, la manifestación en su origen de los instintos en el ser, para ir lenta pero progresivamente desarrollando con el tiempo, el intelecto y una moral hasta alcanzar cotas, que en nuestro actual nivel evolutivo no podríamos entender, aunque quizás si vislumbrar un poco . Nos estamos refiriendo, claro está, a humanidades mucho más antiguas y evolucionadas que la nuestra.
Como decíamos, si partimos de la base de que existen galaxias mucho más viejas que otras, con sus respectivos sistemas solares, etc., esto nos hace pensar que su evolución no ha podido ser la misma en todos los lugares. Y aunque las necesidades físicas imponen un trabajo y esfuerzo por la supervivencia y el bienestar, a fuerza de acontecimientos y de experiencias, el progreso siempre es inevitable. En unos llega antes que a otros, en base al libre albedrío y del esfuerzo tanto personal como colectivo, pero al final de todos los procesos existenciales se alcanza una madurez que aumenta la evolución de las humanidades y que repercute en unas pautas o reglas sociales más justas admitidas por la generalidad. Algo parecido a nuestro progreso social. Por poner un símil, las costumbres sociales que tenemos en la actualidad poco se parecen al hacer y a la mentalidad de otras épocas, por ejemplo la edad media. Cosas que en aquellos tiempos se consideraban normales e incluso como virtudes necesarias, ahora las observaríamos como comportamientos reprobables y primitivos. En definitiva, hemos ido cambiado la perspectiva, el orden de valores morales y sociales.
Pues bien, del mismo modo, intentemos imaginar unas sociedades que, en su desarrollo, nos llevaran de adelanto, siglos, o quizás miles de años. ¿Podemos hacernos una idea de cómo vivirán esas humanidades? ¿Sus relaciones sociales, la convivencia entre ellos será igual a la nuestra? ¿Habrán erradicado la pobreza, el hambre, las desigualdades humanas? ¿Habrán sido capaces de vivir en armonía y en verdadera fraternidad? Si miramos hacia nuestro interior; ¿de verdad creemos que hay cosas que son imposibles de cambiar? No olvidemos que ante la estrechez de miras, cualquier cambio nos parece una quimera, como ya nos lo ha demostrado la historia repetidas veces. Si miramos atrás comprobaremos como algunas comunidades científicas y religiosas en otros tiempos consideraban que habíamos llegado al cenit del progreso y que era imposible avanzar más, sin embargo la fuerza de los acontecimientos y el trabajo de seres audaces y preclaros desmentían una y otra vez esas sentencias erróneas con nuevos descubrimientos y nuevas ideas que aportaban avances significativos para la humanidad.
Por lo tanto, no es ninguna quimera afirmar que existen civilizaciones más avanzadas que la nuestra, por un simple cálculo matemático de probabilidades, tanto en el tiempo como en el espacio; atendiendo a las miles de millones de galaxias y diferentes edades entre unas y otras.
Nuestra estrechez de miras ya no puede soportar una evidencia como esta, hasta no hace mucho cuestionada, pero en la actualidad admitida por la mayoría. Pongamos un ejemplo; si el universo lo comparamos con una playa, y cada grano de arena es un planeta, ya no digamos una galaxia¿Es posible, por pura lógica, que se haya podido desarrollar, no sólo la vida en estado latente, sino la vida inteligente en un solo grano y en el resto de granos que componen la inmensidad de la playa no?
Esto es comparable a cuando se creía en la teoría geocéntrica, es decir, que la Tierra era el centro del universo, y que el sol y las estrellas giraban alrededor de él. Idea sostenida durante siglos, y que todavía hoy en día, es sostenida por algunos religiosos creacionistas fundamentalistas.
Volviendo al tema del desarrollo de esas humanidades, e imaginando un progreso, ya no sólo científico sino sobre todo moral en el devenir de muchos siglos, ¿cómo vivirán en la actualidad? ¿Habrán desarrollado sus capacidades mentales y espirituales? ¿Habrán desechado las pasiones, las taras morales, a saber: orgullo, vanidad, egoísmo, etc., y vivirán en perfecto equilibrio unos con otros, en armonía con la naturaleza? ¿Nos podemos imaginar una sociedad con unos valores de fraternidad, caridad, paz, respeto y sobre todo de amor? ¿A que debe de ser realmente maravilloso?
No, no es una quimera. Existen informaciones históricas (escritos, tradiciones orales, grabados, etc.) que hablan de “seres superiores”, “dioses”, que es así como los llamaban, venidos del exterior, que contactaban con pueblos de todo el mundo en un pasado remoto; demostrando, según cuentan dichas tradiciones, una sabiduría y una moral muy superior.
En nuestra época, a través de las facultades extrasensoriales y mediúmnicas hay personas que los han visto, han visitado sus humanidades por la facultad de desdoblamiento. También se han recibido comunicaciones a través de médiums sobre esas civilizaciones, aportando informaciones valiosas recogidas, sobre todo, en la codificación espirita. Y por último tenemos su testimonio visual; los avistamientos, dejando constancia de una realidad que está haciendo pensar y cambiando el modo de ver las cosas, ya sin tantas limitaciones y abriéndose a nuevas posibilidades que nos permitan entender que no estamos solos ni desamparados.
El tiempo corre a favor de las evidencias, las tenemos delante de nuestros ojos, pero hasta ahora muchas personas no se han parado a analizarlas. En general, el ser humano ve y observa aquello que le preocupa y le interesa, en base a sus creencias; lo demás, lo ignora o lo rechaza sistemáticamente. Pero la realidad es tozuda, y poco a poco la luz se abre paso a través de las tinieblas para dar paso a una nueva aurora de posibilidades como son las respuestas a los interrogantes que hemos planteado más arriba. ¿Es una utopía o una realidad? Crean que lo es, una verdadera realidad; y llegará un día, que no está muy lejos, en que será aceptado por una inmensa mayoría. Tiempo al tiempo.
José Manuel Meseguer Clemente
© 2014 Amor, paz y caridad
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¿Cómo se diferencia el recuerdo espontáneo de vidas anteriores, de los falsos inducidos por un caso de obsesión?
Es de subrayar que la Posesión, se refiere a un grado mayor de obsesión o de influencia espiritual negativa, pero la realidad de la misma nada tiene que ver con las posesiones diabólicas que admiten las religiones, porque estas se refieren a la posesión por “demonios” como seres condenados eternamente al mal, lo cual, no existe.
A veces puede parecer difícil diferenciar entre el caso de un Espíritu que estando encarnado como Ser humano, manifiesta espontáneamente o mediante hipnosis, recuerdos de vidas anteriores en donde se le manifiesta otra personalidad o personalidades si son varias las existencias humanas recordadas, y entre el caso diferente de un Espíritu desencarnado que ya está en el plano espiritual (mental) que le corresponde y se manifiesta a través de una mediumnidad, desplazando del todo o en parte al Espíritu de su víctima encarnada o médium, de un modo habitual y hasta constante.
La reencarnación y la posesión son las explicaciones alternativas para todos aquellos casos en que una personalidad aparece para ocupar o asumir la de otro sujeto. Hay que señalar que entre los casos de Obsesión o Posesión y los de Reencarnación existe una diferencia importante, y es que en los de Reencarnación, como más adelante veremos, el Espíritu siempre es el mismo Ser que para regresar a este mundo, lo hace cada vez bajo una nueva personalidad humana, tomando cada vez un cuerpo físico para encarnar una personalidad humana diferente, para poder relacionarse y evolucionar durante su vida en la Tierra. En esta clase de manifestaciones las personalidades que aparecen lo hacen sucesivamente en un tiempo pasado, en diferentes épocas, sin mezclarse unas con otras , ni con la actual de la persona que recuerda bajo trance sus vidas pasadas; sin embargo, en los casos de Obsesión, cualquiera que sea su intensidad, el espíritu obsesor manifiesta una personalidad humana diferente de la de su víctima y se suele mezclar en el presente con la personalidad de ella, apareciendo ambas indistintamente entremezcladas. En los casos de Obsesión más complejos, a veces son varios los espíritus que asedian, porque en esos casos raramente suele actuar uno solo.
El cuerpo físico del obsesado, como el de todo ser humano, fue diseñado y forjado solo para él, así como planificado para vivir una vida más o menos larga o corta en este mundo, por tanto nadie más que él, lo puede “habitar” hasta el momento de su desencarnación en que su cuerpo pasa a ser solo materia y ya no es habitable por nadie. Sin embargo en el poseído, la personalidad o personalidades extrañas del Ser que se manifiesta, nada tienen que ver con la de la persona poseída, no porque ocupen su cuerpo, sino porque la influencia vibratoria es tan grande, que el sujeto subyugado o poseído queda anulado, pero no desplazado de su cuerpo al que está ligado por lazos fluídicos que solo se cortan en el momento de la muerte.
La diferencia entre los auténticos casos de reencarnación y los de posesión, también estriba en que si es un caso de memoria del pasado, el sujeto recuerda los detalles de alguna existencia humana anterior, permaneciendo mientras tanto consciente de su personalidad presente, mientras que en el “poseido” no se manifiesta su propia personalidad, sino que lo hacen una o varias personalidades diferentes a la vez, en un tiempo presente y sin la consciencia personal de la víctima. Por otro lado, cuando la causa es la de recuerdos reencarnatorios, estos datos del pasado son susceptibles de ser comprobados o confirmados, pero cuando los datos son de un Espíritu extraño que está interviniendo sin permiso, sus historias suelen ser inciertas e incomprobables.
La posesión, como la subyugación, que son grados muy fuertes de obsesión, acontecen cuando un Ser desencarnado, por cuestiones de venganza hacia la persona poseída o hacia otras personas cercanas a la misma, es capaz de desplazar a la víctima de su propio cuerpo físico por tener mayor poder psíquico que él, pero nunca el desplazamiento del “poseído” es total, pues sigue unido a su organismo físico por el “cordón de plata” o lazo de energía que une su organismo periespiritual con el físico; si así no fuese y el desplazamiento de su cuerpo fuese total, sin ningún lazo de unión, la separación sería definitiva y le sobrevendría la muerte.
El Espíritu invasor, llevado por su malignidad y su mayor fuerza psíquica, se puede manifestar a través del cuerpo físico de la víctima, y normalmente lo hace de forma violenta y compulsiva, buscando dañarle psíquica y físicamente.
Los llamados “Exorcismos” que practican algunas religiones, funcionan en cuanto el Ente invasor crea y tema la eficacia del ritual religioso que se le aplique para echarlo; si no es así, el fracaso de estos rituales suele ser total. Lo único que puede hacer a un Espíritu obsesor dejar en paz a su víctima, es un adoctrinamiento moral impartido por alguien espiritualmente superior a él, que le ayude a razonar y lo sensibilice del error que comete con su acción malévola, enseñándole como el único camino cierto en su situación, el del arrepentimiento y la práctica del bien, como indispensable para alcanzar finalmente su propia felicidad.
“Las enfermedades mentales deben ser atribución de los filósofos y no de los médicos, porque ellas son enfermedades del alma”.
- Kant -
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¿En la “Posesión”, el Espíritu invasor está dentro del cuerpo del poseído?
Los términos “dentro” ó “fuera” se refieren a lo físico, pero en este caso, se trata de Espíritus, y ellos, siendo inmateriales, no están dentro ni fuera porque no ocupan un espacio físico. Lo que sí hay es una influencia o dominio mental de unos sobre otros. Si la influencia llega a ser total, el obsesor puede llegar a desplazar temporalmente de su organismo físico a su víctima, expresándose y manifestándose transitoriamente a través del organismo físico de la misma como si fuera su propio cuerpo. En este caso el espíritu del obsesado o poseído, no es que se vaya mientras tanto a ninguna parte, sino que permanece al lado de su cuerpo físico, desplazado de él pero unido a él, permaneciendo en un estado de anonadamiento.
Debemos tener en cuenta que a cada Espíritu corresponde un solo cuerpo físico cuando está afrontando una etapa en este mundo físico, y dicho cuerpo solo es abandonado completamente tras la muerte; por lo tanto ningún Espíritu obsesor puede echar a otro Espíritu fuera de su cuerpo para “entrar” y quedarse “dentro” del mismo, como el que expulsa fuera de un vehículo a su conductor para entrar y conducirlo momentáneamente él solo, aunque validando el símil, sí que puede desplazarlo a otro asiento para seguir conduciendo él.
Siguiendo con símiles, la Obsesión en sus diversos grados viene a ser comparable al que atraca a un conductor dentro de su coche y le obliga a maniobrar y a conducir según su propio deseo, y la posesión es como el que además coge los mandos del coche para conducir él mismo, mientras que el conductor ocupa el asiento trasero, pero en ningún caso pueden echar fuera al conductor, porque el vehículo se pararía de inmediato y dejaría de funcionar definitivamente.
- Jose Luis Martín-
“La palabra subyugación expresa perfectamente el pensamiento. De este modo para nosotros no hay poseídos en el sentido vulgar de la palabra, sólo hay obcecados, subyugados y fascinados”.
El Libro de los Mediums-
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La meditación y oración como factores evolutivos.
Ventajas de su práctica en la vida diaria.
Ventajas de su práctica en la vida diaria.
La meditación es el arte de examinar un asunto, analizándolo es sus diversos aspectos, mediante la concentración mental sobre el mismo, para conocerlo mejor. Y en esa concentración mental y en un análisis pausado y sereno, la mente humana puede entrar en contacto con la Mente Espiritual superior, donde radican las múltiples experiencias de las vidas pasadas, y puede llegar a percibir con mayor claridad el objeto motivo de la meditación. Para ello es necesario comenzar con una concentración durante unos minutos, concentración que debe hacerse con elevación, a fin de hacer contacto con la Mente superior.
Y para obtener los resultados benéficos deseados de la meditación, es necesario perseverar en ese propósito, sin desánimos en el comienzo, hasta establecer el hábito que facilita esa unión, la unión de la mente humana con la Mente espiritual. Pues, mientras no se produzca una buena concentración, mientras no se haya aprendido a rechazar los pensamientos extraños al objeto de la meditación, no podrá conseguirse la unión de la mente o conciencia humana con la Mente o Conciencia superior.
Y para que la meditación rinda los frutos deseados, requiere perseverancia en su práctica, a fin de establecer el hábito; pues en el comienzo, los pensamientos sobre los asuntos de la vida diaria suelen entorpecer la concentración plena, indispensable para conseguir la conexión referida. La práctica de la meditación es una necesidad para un más acertado actuar en la vida humana. Son múltiples los aspectos sobre los cuales podemos meditar con frecuencia, diariamente. Pero, a lo que debemos dar preferencia, si deseamos perfeccionarnos es a la naturaleza de nuestros sentimientos, pensamientos, deseos y reacciones. Analizar con frecuencia estos aspectos de nuestro carácter, nos permitirá ver nuestros puntos débiles, así como la necesidad de superarlos. Pues como fácil es comprender, nadie puede corregir ni superar una imperfección si la desconoce.
Y para obtener los resultados benéficos deseados de la meditación, es necesario perseverar en ese propósito, sin desánimos en el comienzo, hasta establecer el hábito que facilita esa unión, la unión de la mente humana con la Mente espiritual. Pues, mientras no se produzca una buena concentración, mientras no se haya aprendido a rechazar los pensamientos extraños al objeto de la meditación, no podrá conseguirse la unión de la mente o conciencia humana con la Mente o Conciencia superior.
Y para que la meditación rinda los frutos deseados, requiere perseverancia en su práctica, a fin de establecer el hábito; pues en el comienzo, los pensamientos sobre los asuntos de la vida diaria suelen entorpecer la concentración plena, indispensable para conseguir la conexión referida. La práctica de la meditación es una necesidad para un más acertado actuar en la vida humana. Son múltiples los aspectos sobre los cuales podemos meditar con frecuencia, diariamente. Pero, a lo que debemos dar preferencia, si deseamos perfeccionarnos es a la naturaleza de nuestros sentimientos, pensamientos, deseos y reacciones. Analizar con frecuencia estos aspectos de nuestro carácter, nos permitirá ver nuestros puntos débiles, así como la necesidad de superarlos. Pues como fácil es comprender, nadie puede corregir ni superar una imperfección si la desconoce.
Temario del conocimiento espiritual. Sebastian de Arauco.
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