Vivos exteriorizados

Sumario de temas presentados en este día:

- Examinémosnos a nosotros mismos
-Saber diferenciar a los Espíritus
-Vivos exteriorizados
-Entrega espírita




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              EXAMINÉMONOS A NOSOTROS MISMOS. 

El deber del espírita-cristiano es el de tornarse progresivamente mejor. 

Es útil, por eso, verificar periódicamente, mediante un riguroso examen personal, el estado cierto de nuestra condiciones íntimas. 

El espírita que no progresa en un lapso de 3 años sucesivos permanece en un estado estacionario. 

Analiza tu paciencia: ¿Estás más sereno, afable y comprensivo? 

Inquiere sobre tus relaciones de orden hogareño: ¿Conquistaste el más alto clima de paz en tu propia casa? 

Investiga las actividades que te competen en el templo doctrinario: ¿Colaboras con más entusiasmo en la obra del Señor? 

Obsérvate en las manifestaciones frente a los amigos: ¿Llevas el Evangelio más vivo en tus actitudes? 

Reflexiona sobre tu capacidad de sacrificio: ¿Notas en ti una mayor disposición de servir voluntariamente? 

Pesquisa vuestro propio desapego: ¿Te sientes liberado del ansia de posesiones e influencias terrenas? 

¿Usas con mayor frecuencia los pronombres “nosotros”, “nuestro” y “nuestra” y menos los singulares “yo”, “mío” y “mía”? 

Tus momentos de tristeza o de cólera reprimida, que en oportunidades sólo tú conoces, ¿son en la actualidad menos frecuentes? 

¿Disminuyeron los pequeños remordimientos ocultos en lo profundo de tu alma? 

¿Superaste antiguos desafectos y aversiones? 

¿Corregiste los lapsos crónicos de desatención y negligencia? 

¿Estudias más atentamente la doctrina que profesas? 

¿Comprendes mejor la función creadora del dolor? 

¿Cultivas todavía alguna discreta enemistad? 

¿Auxilias a los necesitados con más abnegación? 

¿Oras, realmente? 

¿Tus ideas evolucionan? 

¿Tu fe razonada se consolidó más segura? 

¿Tienes la palabra más indulgente, los brazos más activos y las manos más dispuestas a proteger? 

Evangelio es alegría en el corazón: ¿Estás, efectivamente, más alegre y feliz íntimamente en estos 3 últimos años? 

¡Todo marcha! ¡Todo evoluciona! ¡Brindemos nuestro rendimiento individual a la obra de Cristo! 

Valora la existencia hoy espontáneamente, viviendo en paz para que no te veas en la obligación de valorarla mañana, bajo el impacto del dolor. 

¡No te engañes! Un día que se fue es una cuota más de responsabilidad, un paso más rumbo a la Vida Espiritual, una oportunidad más aprovechada o perdida. 

Interroga a la conciencia en cuanto al aprovechamiento de tu tiempo, de tu salud y a las oportunidades de hacer el bien que dispones en la vida diaria. 

Haz esto ahora, mientas tienes la posibilidad de reconsiderar tu orientación corrigiendo los engaños con facilidad, pues cuando vengas para este lado ya será más difícil... 


Espíritu André Luiz en “Opinión Espírita”, psicografía de Francisco Cândido Xavier




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SABER DIFERENCIAR A LOS ESPÍRITUS


"Es sumamente fácil distinguir los Espíritus buenos de los malos. Pues, el leguaje de los Espíritus superiores es constantemente digno, noble, inspirado por la más alta moralidad, libre de toda pasión inferior; sus consejos exaltan la más pura sabiduría, y tienen siempre como objetivo nuestro progreso y el bien de la Humanidad. El de los Espíritus inferiores es, por el contrario, inconsecuente, con frecuencia trivial y hasta grosero; si dicen a veces cosas buenas y verdaderas; con más frecuencia las dicen falsas y absurdas por malicia o por ignorancia. Se divierten con la credulidad y se distraen a expensas de los que los interrogan, alardeando de su vanidad, alimentando sus deseos con falsas esperanzas. En resumen, las comunicaciones serias, en la total acepción de la palabra, sólo se obtienen en los centros serios, en aquellos cuyos miembros están unidos por una comunión de pensamientos para el bien." 
(Allan Kardec - El Libro de los Espíritus)

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                   VIVOS EXTERIORIZADOS

Mensajes escritos han sido dados, a grandes distancias, por vivos exteriorizados. Aksakoff refiere los hechos siguientes :

Mr. Thomas Everit, de Londres, obtuvo, por mano de su esposa, un mensaje de uno de sus amigos, médium, en camino para América.


El gran juez Edmonds, de New York, refiere que dos grupos espiritistas, reunidos a la misma hora, en Boston y en New York, correspondían por sus respectivos médiums.


Asimismo, dos grupos de experimentadores, reunidos en Madrid y en Barcelona, comunicaban por iguales procedimientos. Al terminar cada sesión, se redactaba en ambas partes un proceso verbal, que se remitía inmediatamente al correo. Los dos mensajes estaban siempre conformes.


Todos estos hechos establecen de una manera cierta, desde esta vida, la acción mental y recíproca de alma a alma y la intervención posible de los vivos exteriorizados en los fenómenos psíquicos. Para practicar la telepatía son necesarias dos condiciones. Éstas son, por una parte, en el operador, la concentración y la exteriorización del pensamiento. Para obrar mentalmente a distancia, es menester recogerse y dirigir con persistencia el pensamiento hacia el objeto elegido. De esta manera se provoca un desprendimiento parcial del ser psíquico y se crea una corriente de vibraciones que nos une a nuestro corresponsal. Por otra parte, se necesita en éste un grado suficiente de sensibilidad.


Estas condiciones no se encuentran con tanta frecuencia como se podría suponer. Es menester crearlas por una acción prolongada de la voluntad, y mejorarlas después mediante el ejercicio cotidiano de las facultades adquiridas.


En lo Invisible
León Denis

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                                  ENTREGA ESPÍRITA

        Si un atleta está bien dotado para el deporte, y quiere prepararse a fondo para una competición importante, no se decidirá por un plan de entrenamiento suave y sin esfuerzos, pues sabe que de esa forma no alcanzará nunca su objetivo. Al contrario, deberá emplearse a fondo, siendo consciente de sus auténticas posibilidades, enfrentando sacrificios y grandes penalidades por medio de largas marchas en rutas ásperas y escarpadas, continuas sesiones de gimnasio, exigiéndole a su cuerpo y preparándolo para conquistar la meta por la que lleva tanto tiempo luchando. Para alcanzar un desafío existencial hay que valorar las posibilidades, conocer nuestras capacidades y emplearnos a fondo. La vida de un espiritista tiene muchas similitudes con este ejemplo. Obsérvate, con calma y realismo, descubre cuál es tu situación a través del autoconocimiento y podrás trazar una hoja de ruta con objetivos sensatos y realizables, pero que, a la vez, necesiten de tu esfuerzo y tu voluntad. 
       Y esto es así porque si esperamos conquistar valores eternos del espíritu, algo debemos ofrecer, es decir, algo deberemos cambiar, sacrificar. Amigo, si vives un momento de dolor o de grandes penalidades, alégrate por tener el Espiritismo que te ofrece remedios y ayuda para que tú puedas solucionar los problemas que la vida te plantea. Acude a él en cada ocasión difícil, no permitas que la duda te inmovilice. ¿Te consideras desafortunado? Reflexiona profundamente sobre eso y observa a los que se encuentran en situación similar, o incluso peor, y no tienen el consuelo de la fe.No reneguemos del esfuerzo y del dolor que comporta nuestra creencia, no huyamos de los sacrificios reclamados por la fe, es necesario dar testimonio cada uno de nosotros, y como en toda obra común, cada uno en la medida de sus posibilidades.¡Somos espíritas! Si no damos nada, si no ofrecemos algo nuestro ¿Qué valor tiene nuestra fe? Las personas que disponen de dinero y lo utilizan para buenas obras tendrán la conciencia tranquila, porque han hecho un buen uso de sus pertenencias. Los que tenemos fe ¿podemos hacer menos? Tenemos la obligación moral de atravesar la puerta estrecha que separa la pereza del trabajo, la comodidad de la entrega y la duda de la decisión, ofreciéndoles el Espiritismo como soporte de sus luchas y bálsamo de sus dolores, a pesar de las críticas, de las chanzas y de las medias sonrisas que tantas veces recibiremos como pago. 
     No podemos olvidar que encontraremos, hoy igual que hace dos mil años, la mayor parte del tiempo, rechazo e incomprensión. No te angusties por eso, amigo espírita, es normal que esto suceda, sacude el polvo de tus zapatillas y sigue adelante, sin juzgar, sin criticar, pues muchas personas no pueden todavía comprender el mensaje espiritual. No es nuestro trabajo ni nuestra competencia enjuiciarlos, si no esperar más oportunidades, agradeciendo a Dios los obstáculos que nos ayudan a aprender y mejorar. 
      Las carencias afectivas y materiales, al ser aceptadas como pruebas de aprendizaje, y no como simples castigos o injusticias sin motivo aparente, nos ayudan a aceptar mejor esas situaciones y facilitan nuestra evolución psicológica hacia estadios de mayor conocimiento y plenitud. No te detengas ante los obstáculos, rodéalos o supéralos. Fe y esperanza. 

Revista Actualidad Espiritista · Octubre 2012

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