Hay personas admirables que, aunque son portadoras de graves anomalías físicas, aman vivir la vida en plenitud y superan obstáculos que desafían a la propia razón. Leí un reportaje sobre Fernando Xavier, una de esas criaturas extraordinarias. El sufre de esclerosis lateral amiotrofia – “ELA”, tambien conocida por la enfermedad de “Lou Gehrig” o mal de “Charcot”. Una patología neuro-degenerativa progresiva. A la medida que la molestia progresa, generalmente después de la perdida de las habilidades de locomoción, habla y de aglutinación, si no hay tratamiento inmediato, el enfermo desencarna en poco tiempo, debido a la incapacidad respiratoria advenida por la atrofia de los músculos asociados a la respiración. La expectativa de vida varia de individuo a individuo, más, en términos estadísticos, más del 60% de los enfermos solo sobreviven entre dos y cinco años.
Cuentan los especialistas que los portadores de la “ELA” son personas especiales y apasionantes, buscan esclarecimiento y nuevas posibilidades de tratamiento para la dolencia, y, sobretodo, luchan constantemente para sobrevivir. Para corroborar esa verdad, cuatro años a tras, Xavier fue internado en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) de un hospital de Ariquemes en el estado de Rondonia. Desde su internamiento habla de Dios, de amor y de optimismo en sus construcciones poéticas (escritas con auxilio de una cuidadora) pronunciando que adora vivir a lo que llama “vida maravillosa” y que es plenamente feliz en el hospital. (3)
Recuerdo al austero físico británico (William) Hawking, tal vez un enfermo no tan optimista como Xavier, sin embargo, es considerado uno de los más brillantes científicos del siglo 20. Ayudó a entender el origen del universo, la función de los “agujeros negros” y, de pensar mucho , escribió las 262 páginas del mayor best-seller de la ciencia para laicos: “Una breve Historia del Tiempo”. Consiguió tal hazaña sin conseguir mover el cuerpo. A los 21 años fue diagnosticado con “ELA”. Los médicos le dieron 2 años de vida. la enfermedad afecto al habla, cada vez más desarticulada, entretanto el conseguía comunicarse. Dictó a su secretaria el borrador del libro en el año 1984.
En 1985, sin embargo, Hawking tuvo una neumonía grave y precisó una traqueotomía de emergencia, lo cual lo llevó a perder definitivamente la voz. Mudo y casi del todo paralizado, pasó a levantar una ceja cuando alguien apuntaba para las letras. Más tarde adoptó el software Equalizer, que permite escribir frases seleccionando palabras de un menú con un movimiento sutil de la mejilla. Por fin, un sintetizador de voz instalado con el Equalizer trajo de vuelta el habla (electrónica). ). Hawking ocupo la cátedra de Isaac Newton en Cambridge hasta el año 2009 comunicándose apenas con imperceptibles movimientos de la mejilla.
En estas reflexiones me surgió a la mente la personalidad de António Francisco Lisboa, “el cojo”, víctima de una de una lepra desfigurada, eso no le impidió esculpir ante la Iglesia del Santuario del Señor Del Buen Jesús de Matosinhos, en Congonhas do Campo/MG, 66 estatuas del Viacrucis, en cedro-rosa y 12 estatuas de los profetas, en piedra de jabón, entre otras obras primas del barroco brasileño.
No podría dejar de citar a Helen Adams Keller, una de las diez mujeres más importantes de los EUA. Keller era escritora y conferencista en Norteamérica. Nació ciega, sordo muda y se volvió un símbolo de tenacidad en la superación de sus propias deficiencias. A los 6 años pasó a ser orientada por Anne Sullivan (joven irlandesa de 21 años de edad, recién formada por la Escuela de Ciegos Perkins, de Boston/EUA). La niña Helen y la joven Anne, ambas con impar perseverancia, realizaron un prodigio: gracias a la tenacidad fraternal de Sullivan, Helen aprendió a leer, escribir y pronunciar palabras, diplomándose en humanidades, con elogios en el Radcliffe College, Cambridge/EUA, en 1904.
Al final de estos argumentos, destaco la figura sobre humana de Jerónimo Mendoza Ribeiro, un orador y escritor espirita de primera línea, que junto a Chico Xavier, su amigo, trabajó por las causas sociales y por la divulgación de la doctrina espírita.
Nació en Ituiutaba (una pequeña ciudad de Brasil), en una familia con grandes dificultades materiales; tuvo una infancia. Hasta los 15 años, frecuentó la Iglesia Presbiteriana en la que hacía predicaciones. Después de la muerte de su abuelo, él sintió la necesidad de conocer más sobre la vida del más allá. Entonces fue cuando conoció la Doctrina Espírita de la que se hizo adepto, pasando a dirigir reuniones, visitando a los jóvenes.
Aunque totalmente ciego y paralizado en una cama ortopédica ( él estaba tetrapléjico), trabajaba duramente por la difusión del Espiritismo. Su viacrucis comenzó a los 17 años cuando fue acometido por una deformación de artritis reumatoide. A los 19 pasó a usar muletas y, sin encontrar un tratamiento médico posible, fue gradualmente impelido para una silla de ruedas y posteriormente sentenciado a una cama de ortopedia (prisión móvil). Como si eso no bastase tuvo también problemas cardiológicos. A pesar de las grandes dificultades, siempre mantenía el buen ánimo y daba consejos a millares de espiritas que lo visitaban para rogar ayuda.
Postrado en la cama ortopédica, después de perder el movimiento de las piernas, de los brazos y la visión, Jerónimo Mendoza, creó un grafico, escribió 05 libros, grabó 02 LPS y en 1983, fundó algunas instituciones espiritas , destacando la de el Hogar Espirita Aterrizaje del Amanecer, que atiende, desde entonces, 200 niños carentes diariamente.
Cierta vez un reportero le preguntó lo que es la felicidad. El respondió: “la felicidad, para mí, postrado hace tanto tiempo en esta cama sin poder moverme, seria poder girar de lado”. Jerónimo siempre con buen humor decía: “Me casé con la Doctrina Espirita por lo civil y con el dolor por lo religioso, (...) En esta batalla [contra el mal] es preciso luchar y vencer, jamás ser vencido. Mientras me hieren los grilletes me libero del hombre viejo que fui, entreviendo horizontes inimaginables (...) Donde la maestra del dolor me dará la emancipación merecida”.
Recibió de un gran amigo espirita una Kombi, a fin de poder ser reconducido a las conferencias que realizaba. No sería demasiado decir que consiguió transformar su “lecho-prisión” en una especie de tribuna ambulante (recorriendo todo el país) y por medio de ella consiguió realizar valiosos trabajos. Su voz siempre bien pronunciada, su ánimo inquebrantable, a pesar de los dolores que sentía en función de los problemas cardiacos y de la propia parálisis total de los miembros , lo hicieron conocer como “El Gigante Acostado”, respetado, querido y siempre invitado para importantes eventos espiritas.
En razón de los diversos viajes que hizo para divulgar la Tercera Revelación, Jerónimo susurro gustosamente:
“Mi madre es una mujer analfabeta de 82 años, pero es un espíritu muy inteligente. Un día se me acercó y dijo: ¿Vas a viajar otra vez?- Yo le dije: Si.
́Hijo mío, no lo entiendo. Estoy casi creyendo en esto de la reencarnación (ella no era espirita) de la que tanto hablas.
-Le dije: ¿Por qué, mama?
-¿Yo no tengo 9 hijos?-los tiene.
-¿De los nueve tú no eres el único paralitico? – Lo soy.
-Pues tu eres... el único que no para en casa!
- ¡Le dije...Madre! ¡ Pero yo no puedo ser paralitico del alma!
Paralitico del cuerpo es una cosa, sin embargo la más terrible parálisis es la parálisis del alma. Es el alma quien se siente inútil dentro de la vida...”
La cama ortopédica era su cruz y el dolor, su compañera inseparable, todavía, en Jesús el encontró el confort y el mejor ejemplo que siguió la vida entera. Muchas veces la presión arterial y la frecuencia cardíaca, en momentos de crisis, no conseguían ser medidos por los aparatos clínicos por su fragilidad.
Imaginar que Jerónimo Mendoza jamás paró de viajar, trabajar. Actuar. Su lema era “No perder la calma jamás”.
Jerónimo permaneció tetrapléjico y ciego; por más de treinta años consecutivos preso al lecho prisión hasta su desencarnación . Un hecho bastante intrigante aconteció durante el velorio. Sabemos que el lecho en que vivió postrado por más de 30 años, era una cama adaptada con varios pliegues, pues sus piernas no podían quedar bajadas. Cuando su cuerpo estaba en la funeraria los funcionarios quisieron serrar las piernas curvadas del “Gigante Acostado” para estirarlas, pues no había ataúd apropiado. Fue un episodio chocante y la ciudad de Ituiutaba entera se movió contra la decisión. Al final la funeraria tuvo que confeccionar un esquife adaptado para aquel cuerpo deforme, que fue templo de una de las más bellas almas del Universo.
Que estas historias nos sean ejemplo, para que en los momentos difíciles tengamos buen ánimo, superando nuestra tendencia natural a la autopiedad y a darnos por vencidos.
(Adaptación y traducción hecha por Jose Luis Martín,
del texto principal de Jorge Hessen con el apoyo y consulta
de Internet.)
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¿Los principios morales enseñados por Jesús también se aplican en el Espiritismo?
"El Espiritismo es la verdadera aplicación de los principios de la moral enseñada por Jesús, y es sólo con el objetivo de hacerla por todos comprendida, a fin de que, por ella, todos progresen más rápidamente, que Dios permite esta universal manifestación del Espíritu , venido a explicar lo que os parecía oscuro y explicar toda la verdad. "(Allan Kardec, Revista Espírita, mayo de 1866)
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HISTORIA GENERAL DE LAS CIVILIZACIONES
Puede decirse que el pensamiento de Dios irradia sobre la historia y el mundo; él ha inspirado a las generaciones en su marcha, sostenido y levantado a millones de almas desoladas. Él ha sido la fuerza, la esperanza suprema, el último apoyo de los afligidos, de los expoliados, de los sacrificados, de casi todos aquellos que, a través del tiempo, han sufrido la injusticia, la maldad de los hombres y los golpes de la adversidad.
Si evocáis el recuerdo de las generaciones que se han sucedido en toda la Tierra, veréis las miradas de los hombres dirigidas hacia esa luz que nada puede apagar ni aminorar.
Por eso os decimos: "Hermanos míos: recogeos en el silencio de vuestras moradas; elevad a menudo hacia Dios los anhelos de vuestro pensamiento y de vuestro corazón; exponedle vuestras necesidades, debilidades y miserias, y, en las horas difíciles de la vida, dirigidle el llamamiento supremo. Entonces, en lo más íntimo de vuestro Ser oiréis como una voz que os responde, consuela y auxilia. Esta voz os penetrará de una emoción profunda; os hará,
quizá, derramar lágrimas, pero os levantaréis fortificados, reconfortados".
Aprended a orar desde lo más hondo de vuestra alma y no con los labios; aprended a entrar en comunión con vuestro Padre, a recibir estas enseñanzas misteriosas reservadas, no a los sabios y poderosos, sino a las almas puras, a los corazones sinceros.
EL GRAN ENIGMA, DIOS Y EL UNIVERSO.
LEÓN DENIS
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