domingo, 22 de octubre de 2017

Problemas familiares



Hoy os presento :

-  Clases de médiums
- El Alma y el cuerpo material.
- Problemas familiares
- ¿Diálogo esclarecedor o aleccionamiento?


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              CLASES DE MÉDIUMS

MÉDIUMS SONÁMBULOS. 

El sonambulismo puede ser considerado como una variedad de la facultad mediúmnica, o por mejor decir, son dos clases de fenómenos que se encuentran muy a menudo reunidos. 

El sonámbulo obra bajo la influencia de su propio Espíritu, es su alma quien en los momentos de emancipación, ve, oye, percibe fuera del limite de los sentidos; lo que él expresa lo saca de si mismo; sus ideas son generalmente mas exactas que en estado normal, sus conocimientos más extensos, porque su alma esta libre; en una palabra, vive anticipadamente de la vida de los Espíritus. El médium, al contrario, es instrumento de una inteligencia extraña, es pasivo, y lo que dice no viene de él. En resumen, el sonámbulo expresa su propio pensamiento y el médium expresa el de otro. Pero el Espíritu que se comunica a un médium común, puede también hacerlo con un sonámbulo; con mucha frecuencia el estado de emancipación del alma, durante el sonambulismo, facilita la comunicación. Muchos sonámbulos ven perfectamente a los Espíritus y los describen con tanta precisión como los médiums videntes; pueden hablar con ellos y transmitirnos su 
pensamiento; lo que dicen fuera del círculo de sus conocimientos personales, les es a menudo inspirado por otros Espíritus. 

47. MÉDIUMS INSPIRADOS. 

Estos médiums, son aquellos en que los signos de la mediumnidad son los menos aparentes; en ellos, la acción de los Espíritus es toda intelectual, toda moral, y se revela en las pequeñas circunstancias de la vida, como en las grandes concepciones: y bajo este concepto podemos decir que todo el mundo es médium, pues no hay persona que no tenga sus Espíritus protectores y familiares, que hacen los mayores esfuerzos por sugerirle pensamientos saludables. En el inspirado, es difícil a menudo el distinguir la idea propia de la inspirada; lo que caracteriza esta última, es, sobre todo, la espontaneidad. 

La inspiración es más vidente en los grandes trabajos de la inteligencia. Los hombres de genio de todas clases, artistas, sabios, literatos, oradores, son sin duda Espíritus adelantados, capaces por si mismos de comprender y de concebir grandes cosas; pues precisamente porque son juzgados capaces, los Espíritus que quieren la realización de ciertos trabajos les sugieren las ideas necesarias, y por esto son, con frecuencia, médiums sin saberlo. Sin embargo, tienen una vaga intuición de una asistencia extraña, pues el que pide inspiración no hace sino evocar; si no esperase ser oído, por que exclama a menudo: ¡Ven en mi ayuda, buen genio mío! 

48. MÉDIUMS DE PRESENTIMIENTOS

Son las personas que, en ciertas circunstancias, tienen una vaga intuición de las cosas futuras vulgares. Esta intuición puede provenir de una especie de doble vista, que permite entrever las consecuencias de cosas presentes, y la filiación de los acontecimientos; pero a menudo es fruto de comunicaciones ocultas, las cuales forman una variedad de 
médiums inspirados. 

49. MÉDIUMS PROFÉTICOS

Son igualmente una variedad de los médiums inspirados, los cuales reciben, con el permiso de Dios, y con más precisión que los médiums de presentimientos, la revelación de las cosas futuras de un interés general, que están encargados de hacer conocer a los hombres para su instrucción. El presentimiento es dado a la mayor parte de los hombres, en cierta 
medida, para su uso personal; el don de profecía, al contrario, es excepcional, e implica la idea de una misión en la tierra. 

Si hay verdaderos profetas, los hay falsos en mayor número, que toman los sueños de su imaginación por revelaciones, si es que no son engañadores que se hacen pasar por profetas por ambición. 

El verdadero profeta es un hombre de bien inspirado por Dios; se le pude reconocer por sus palabras y sus acciones: Dios no puede servirse de la boca de un mentiroso para enseñar la verdad. 

50. MÉDIUMS ESCRIBIENTES O PSICÓGRAFOS

Se designa con este nombre a las personas que escriben bajo la influencia de los Espíritus. Del mismo modo que un Espíritu puede obrar sobre los órganos de la palabra de un médium parlante para hacerle pronunciar palabras, puede servirse de su mano para hacerle escribir. La mediumnidad psicógrafa presenta tres variedades muy distintas: los médiums  mecánicos, intuitivos y  los semi mecánicos. 

ALLAN KARDEC.

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     EL ALMA Y EL CUERPO MATERIAL

La vida orgánica puede animar un cuerpo sin alma, pero el alma no puede habitar en un cuerpo privado de vida orgánica. 

– ¿Qué sería nuestro cuerpo si no tuviese alma? 
– Una masa de carne sin inteligencia, todo lo que queráis, menos un hombre. 


137 – ¿Un mismo Espíritu puede a la vez encarnarse en dos cuerpos diferentes? 
– No, el Espíritu es indivisible y no puede animar simultáneamente a dos seres diferentes. 


(Véase en El libro de los médiums, el capítulo: Bicorporeidad y transfiguración). 


Allan Kardec

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PROBLEMAS FAMILIARES


“Mejorar, sin desanimo, los contactos directos o indirectos con los padres, hermanos, tíos, primos y demás parientes, en los combates del mundo, para que la Ley no venga a cobrarle nuevas y más enérgicas experiencias en próximas encarnaciones. (André Luiz, libro, Conducta Espirita”, psicografia de Waldo Vieira)

La reencarnación es la abertura que la providencia divina concede a la criatura, para que emprenda nuevas experiencias y cuente con otras oportunidades de aprendizaje y lecciones, que puedan atestar, en el tiempo, mayor avance en la escala evolutiva, rumbo a la felicidad a que todos estamos destinados.
Nuestro nacimiento en la Tierra solo es posible mediante la participación de un hombre y de una mujer. No en tanto, para mayor seguridad en el proceso reencarnatorio, mirando crear todas las posibilidades necesarias al progreso del Espíritu reencarnante, decidió el Código Divino por el establecimiento de la familia, la célula primera de la sociedad.
Entonces, padres, hijos, hermanos, tíos, abuelos, primos y otros forman los lazos de la consanguinidad, creando estrictos hilos de compromisos unos para los otros. La familia, por tanto, precisa ser el nido acogedor donde podamos reposar nuestras esperanzas, sueños, propuestas, objetivos, buscando la concretización de las metas de crecimiento y prosperidad espiritual.
Por tanto el deber urgente de cada uno de nosotros, mirar la forma de contribuir decisivamente, para que nuestra familia consiga cumplir con sus responsabilidades, ósea, la de ofrecer recursos y mecanismos para la estabilidad de todos sus miembros.
¿Si Jesús, con su notable sabiduría, nos enseñó que es preciso amar asta aun misma a los enemigos, como entonces, no debe ser nuestro amor para con nuestros familiares?
Moisés, en el Decálogo, anotó que es indispensable honrar padre y madre, informó que no debemos cometer adulterio y aun nos advirtió para que no deseemos a la mujer de nuestro prójimo. Tres observaciones preciosas contenidas en los diez mandamientos que recibió del Creador, por vía mediúmnica, hablando exactamente de los compromisos y responsabilidades familiares.
De esa forma, menospreciar los lazos familiares, actuar de manera que comprometamos el reducto doméstico son comportamientos y actitudes extremadamente infelices, que más tarde o más temprano, responderán con las naturales consecuencias desagradables, generando desequilibrios y aflicciones.
Sabiendo eso y conociendo las orientaciones y las advertencias advenidas de la Providencia Divina seamos entonces en el contexto de nuestra familia el miembro participativo, fraterno, cariñoso, amigo y conciliador.
No esperemos que nuestros parientes piensen como nosotros, hagamos como nos gustaría que nos hiciesen, seamos como desearíamos que fuesen, pues a medida que consigamos convivir con las diferencias, respetando a cada familiar como el es, sin duda, sin duda, nuestros seres queridos sabrán, también, entender como somos nosotros.
Hagamos uso de la paciencia con aquellos que son intrigantes y obstinaciones, utilicemos el perdón con aquellos que nos ofenden y dañan, descubramos la fraternidad a favor de aquellos que saben y pueden menos que nosotros, extendamos las manos a los que no consiguen acompañarnos en el camino del progreso, aprendamos a respetar los puntos de vista y opiniones de aquellos que diverjan de nuestra manera de interpretar la vida y las situaciones, y, en todos los momentos y ocasiones, permitamos que el amor pueda nortear todos nuestros comportamientos y acciones, objetivando fortalecer, cada vez más, los lazos de cariño y ternura que precisan existir en el contexto de todas las familias.
Si las sabias leyes de Dios decidieron que nadie deba nacer solo es porque en el aislamiento, las oportunidades de victoria son menores, mientras tanto en el abrigo confortador de la familia, dentro de las funciones reales del grupo consanguíneo, tiene la criatura humana mayores y mejores condiciones de vencer todos los desafíos y obstáculos que surgen en el camino.
En la familia Dios unió a aquellos que por varios motivos precisan estar juntos. Contribuyamos, entonces, para la paz en el ámbito del hogar.

Todos en nuestra familia, tenemos serios compromisos, que atender, el núcleo familiar es nuestro lugar principal de trabajo, si este queda sin atención, los otros trabajos no nos eximirán del deber incumplido.

- Por Mercedes Cruz Reyes -

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¿Dialogo esclarecedor o aleccionamiento?

Siendo el Espiritismo síntesis del conocimiento metafísico universal puesto al servicio de la educación (moral y mental) del ser humano, es obvio que sus propuestas, por esencia supraelevadas, deben filtrarse y acomodarse al pensamiento común del hombre de mediana evolución que, en mayor o menor medida, somos todos. En este sentido y como es natural, la doctrina de los Espíritus es más grande que el propio codificador, que, a pesar de sus evidentes conquistas intelecto-morales, era una conciencia encarnada al fin y al cabo.

Pero también es cierto que Kardec fue el escogido por la pléyade de Espíritus superiores que, con la guía luminosa del Espíritu de Verdad, presidieron la Codificación. Y en este punto, toda objeción de minimizarlo bajo pretexto de estar superado solo expresa la infantilidad de nuestras almas, infladas de vanidad y fascinadas por una intelectualidad (presunta y subjetivamente) tan meritoria como para pretender juzgar aquello que nos supera.
Sin Kardec en los estudios y en la reflexión no podremos hablar de Espiritismo auténtico.

Y SIN EMBARGO…. A pesar de lo que hasta aquí hemos dicho en este tema del papel central del codificador (como en otros llamados “doctrinarios”), no podemos ser repetitivos, machacones y, lo que es peor, discutidores. No hay nada más monótono y poco esclarecedor que una reunión espírita llena de tozudos repetidores más preocupados en apuntar deslices doctrinarios que en compartir un espacio de paz y crecimiento.

Por supuesto es necesario conocimiento y lógica doctrinaria que aporten a cada sesión o encuentro unidad y coherencia, pero no podemos hacer de esto (sea Kardec u otra cuestión) un discurso de todos los días. La fijación es mala compañera… porque va asentando poco a poco un tic rígido… y la rigidez es un obstáculo para la comunicación (a menudo no nos damos cuenta, ya sea porque hemos estudiado mucho, tenemos “sobrada” experiencia o nadie se ha atrevido a indicárnoslo).

Los caracteres lineales, los apuntes sistemáticos y los aleccionamientos, terminan haciendo una doctrina dentro de la doctrina…y por supuesto acaban disgregando la atención y más tarde el interés; nada transformador puede salir de esto, por mucho que estemos hablando de grandes verdades.

Modifiquemos la pauta: no seamos apuntadores y sí dialogantes… Es la diferencia entre el mero discurso y el esclarecimiento.

Preocupémonos por ser claros, elucidamos errores, pero no caigamos en la trampa de ser “corregidores” todo el tiempo, so pena de caer en comportamientos panfletistas y dogmáticos. Si no consideramos esto, aquellos que nos visiten por primera vez no percibirán un ambiente mucho más diferente de una agrupación evangelista o una escuela esotérica con sus maestros sus aprendices aventajados y sus rituales.

El Espiritismo puede, y debe, adaptarse a la expresión de la cultura y sociedad contemporánea (sin modificar su esencia y propuestas, por supuesto), porque,además, está dotado para ello desde su génesis… esto es muy importante comprenderlo. Hacer repeticiones de textos doctrinarios, imitar discursos de gente conocida y no salirse nunca de un guión (aunque este sea implícito), no es lo mejor que podemos hacer como espíritas. Sin echar mano de enfoques dinámicos, matizar y contextualizar la información, hacer aproximaciones culturales con otras líneas  de pensamiento esclarecedoras (que nos ayuden a asimilar conceptos), etc., una reunión espírita carecerá de libertad, naturalidad y perspectiva, limitándose a estar cerrada en sí misma.

Mucho se equivocan los responsables de un grupo si, consciente o inconscientemente, creen que la reunión recibe a las personas para que estas sean aleccionadas.

Ser organizados y formales (no necesariamente serios, porque la seriedad por sí sola no es una virtud especial), no debería ser una disculpa para caer en el discurso repetitivo, desconfiado en esencia y circular (cerrado).

 La demagogia y la carencia de espontaneidad atrapan y distorsionan el mensaje.


Juan Manuel Ruiz Gonzalez
Fraternidad Espírita José Grosso (Córdoba)
( Tomado de la Revista El Ángel del Bien)

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