¿El
espíritu desencarnado sufre cuando su cuerpo es quemado? ¿Cuáles
son los motivos que están haciendo cada vez más un número mayor de
personas a optar por la cremación? ¿Qué aconseja el Espiritismo?
Cuando
se estudia el comportamiento de la Humanidad a lo largo de los
milenios, se observa la nítida preocupación del hombre con su
futuro después de la muerte. Un individuo es declarado oficialmente
muerto en el momento que cesan sus funciones vitales. Como cada grupo
recibe la herencia social y religiosa de las tradiciones cultivadas
por las generaciones anteriores, cabe a los miembros del grupo que el
individuo pertenece cumplir los ritos tradicionales hasta la
instalación definitiva del cuerpo en su morada.
INHUMACIÓN
Y CREMACIÓN
La
Inhumación es el ritual más practicado. Consiste en el entierro del
cadáver en un nicho, generalmente en el cementerio de la comunidad.
La cremación, es el acto de quemar el cadáver reduciéndolo a
cenizas colocadas en una urna y enseguida sepultadas o esparcidas en
un lugar previamente determinado. Sin embargo, conocida y practicada
desde la más remota antigüedad por los pueblos primitivos de la
Tierra no es muy utilizada.
El
fuego pasó a ser utilizado por el hombre en la Edad de Piedra
Fragmentada y, por su pureza y actividad, era considerado por los
Antiguos como el más noble de los elementos, aquel que más se
aproximaba a la Divinidad. Con la eclosión de la religiosidad, el
ser humano fue descubriendo que había algo entre el Cielo y la
Tierra y el fuego pasó a ser utilizado en rituales religiosos.
Predominaba
la creencia que al quemar el cadáver, con él serían quemados todos
sus defectos y al mismo tiempo el alma se liberaría definitivamente
del cuerpo, llegando al cielo purificada y no volvería a la Tierra
en forma de “apariciones” asustando a los vivos.
La
cremación tuvo como base la fuerza purificadora del fuego. En los
últimos tiempos, en todo el continente europeo han sido encontradas
vasijas del Periodo Neolítico (Edad de la Piedra Pulida), llenas de
cenizas de los individuos. Esos indicios revelan que la cremación ya
era practicada en los principios de la Civilización de la Tierra.
Con
el paso de los siglos la cremación se fue volviendo una práctica
consagrada en el oriente (India, Japón, etc.), regiones de Grecia y
la Antigua Roma donde vivían civilizaciones adelantadas que
utilizaban el proceso gracias a los “status”. Entre los pueblos
ibéricos se hizo un rito generalizado, precedido de músicas, bailes
y hasta banquetes. Con estas ceremonias se esperaba obtener actitudes
benévolas de los dioses, buscando conducir las almas al Reino de los
Muertos y allí cuando llegara sería recibida y cuidada con cariño.
LA
INFLUENCIA DEL CRISTIANIMO
La
evolución natural de la Humanidad y el ciclo iniciado con Jesús
hace 2000 años modelando una nueva mentalidad, influenciaban
sensiblemente en las costumbres culturales y religiosas de los
pueblos. Con la expansión del cristianismo, en el intento de
solidificar la fe, se fueron estableciendo dogmas, entre ellos, el de
la Resurrección. Jesús, como descendiente de una de las doce tribus
de Judá, fue sepultado conforme las tradiciones de la Ley Mosaica.
La Iglesia proclamó como Dogma de fe que el Mesías resucitó en
cuerpo y alma.
Con
excepción de los países orientales donde la práctica es normal, el
rito de la cremación quedó olvidado hasta el año 1876, cuando en
Washington, en los Estados Unidos, en el intento de verificar el
proceso, fue establecido el primer horno crematorio de los días
actuales, provocando polémicas y controversias, sobre todo de la
Iglesia que se posicionó contra la destrucción voluntaria del
cadáver.
Sólo
a partir de 1963, mediante la propagación del proceso en diversos
países del planeta, el Vaticano a través del Papa Pablo VI presentó
una apertura, pero no posicionándose claramente cuando se expresó
que no prohibía la cremación, pero recomendaba a los cristianos,
una piadosa y tradicional costumbre de la sepultura. La
Iglesia tuvo sus razones para defender la Inhumación. Probar
plenamente la cremación sería negar el dogma por ella establecido.
En
esa secuencia histórica se observa que en la cultura religiosa de
todos los pueblos siempre flotó una nebulosa noción de
espiritualidad y en ella la preocupación del hombre con su destino
después de la muerte. Hasta que a mediados del siglo XIX, el francés
Allan Kardec, codificador de la doctrina espírita, lanzó una nueva
luz en los horizontes mentales del hombre cuando entreveía un mundo
de inteligencias incorpóreas.
Los
espíritus son los seres inteligentes de la Creación que habitan ese
mundo. Simples e ignorantes en su punto de partida, caminan para el
progreso indefinido reencarnando sucesivamente. En la encarnación,
la unión entre el periespíritu y el cuerpo es hecha a través de un
cordón fluídico. Siendo la existencia terrena una fase temporal,
después del cumplimiento de la misión moral, con la muerte del
cuerpo físico, el espíritu vuelve a su lugar de origen conservando
la individualidad.
LA
DESUNIÓN NO ES SÚBITA
Los
lazos que unen el espíritu al cuerpo se deshacen lentamente. De una
forma general todos sienten esa transición que se convierte en un
periodo de perturbaciones variando de acuerdo con el estado evolutivo
de cada uno. Para algunos se presenta como un bálsamo de liberación,
en cuanto que para otros son momentos de terribles convulsiones. El
desligamiento sólo ocurre cuando el lazo fluídico se rompe
definitivamente.
Delante
de la Nueva Revelación presentada por la doctrina de los espíritus
y teniendo en consideración la perturbación que envuelve el periodo
de transición, se preguntó: ¿incinerado el cuerpo cómo es la
situación del espíritu? Consultado, el mundo espiritual se expresó
así: “Es un proceso legítimo. Como espíritu y cuerpo físico
estuvieron unidos mucho tiempo, permanecen hilos de sensibilidad que
precisan ser respetados”.
Esas
palabras revelan que aunque el cuerpo muerto no transmita ninguna
sensación física al espíritu, sin embargo, la impresión de lo
ocurrido es percibida por este, teniendo la posibilidad de que surjan
traumas psíquicos. Se recomienda a los adeptos de la doctrina
espírita que desean optar por el proceso de incineración prolongue
el acto en un tiempo de 72 horas, después de la desencarnación.
Aunque
la Inhumación continúe siendo el proceso más utilizado, la
milenaria cremación, por mucho tiempo olvidada, volvió a ser
practicada en los tiempos modernos. Este procedimiento se viene
difundiendo ampliamente hasta en función de la falta de espacio en
las grandes ciudades. Con el crecimiento de la población las áreas
que antes eran destinadas para ser un cementerio se volvieron
escasas.
CREMACIÓN:
UNA CUESTIÓN DE ECONOMÍA
Adeptos
de todas las sectas están optando por la operación de la
incineración. Sus partidarios se fundan en diversas consideraciones.
Para algunos está ligada a factores sanitarios, porque algunos
cementerios pueden estar causando serio daño al medio ambiente y a
la calidad de la vida de la población, en cuanto que para muchos
usuarios de la cremación el proceso disminuye los encargos básicos
económicos, entre ellos, la manutención de la tumba.
Actualmente
Brasil cuenta con cuatro áreas de cremación y está en fase de
expansión. El área de la Vila Alpina, en la ciudad de Sâo Paulo,
fue fundada en 1974. Es la primera área de cremación del país y
cuenta con cuatro hornos importados de Inglaterra. Pertenece a la
Prefectura Municipal y lleva el nombre de su idealizador, Dr. Jayme
Augusto Lopes. Las otras tres áreas son particulares y están
localizadas en la ciudad de Santos, en el Estado de Rio de Janeiro y
en Estado de Rio Grande do Sur.
Según
la Ley, la cremación sólo será efectuada después de pasar 24
horas, contadas a partir del fallecimiento y, que sean atendidas las
exigencias prescritas. La prueba relativa a la manifestación del
fallecido en ser incinerado debe estar expresada en una Declaración
de documento público o particular.
Las
cenizas resultantes de la cremación del cuerpo serán recogidas en
una urna individual y la familia dará el destino que el fallecido
determinó. Muchos países ya cuentan con Jardines Memorables y
edificios llamados “Columbarios”, con unas cajas para ser
depositadas las urnas con las cenizas de los fallecidos pudiendo ser
visitadas por los parientes.
Kardec,
el codificador dijo: “El hombre no tiene miedo de la muerte sino de
la transición”.
A
la medida que hubiera madurez y comprensión para la extensión de la
vida, el ser humano sabrá valorar cada momento de la vida terrena y
dedicará al cuerpo el debido valor que el merece. A través del
cuerpo, el espíritu se iluminará. Se rescata el pasado, se vive el
presente y se prepara el futuro. En la desencarnación es restituida
la libertad relativa al espíritu en cuanto el cuerpo permanece en la
Tierra con otros bienes materiales.
El
espíritu preexistente y sobreviviente al cuerpo. Tanto inhumación
como cremación son formas de acomodar el cadáver. Expresan el libre
albedrío de cada uno. Los procesos destruyen el cuerpo. Para optar
por la cremación es necesario tener un cierto desapego a los lazos
materiales e incluso con la inhumación, en el caso que el espíritu
no estuviese debidamente preparado moralmente, menos dolorosa será
la separación.
Maria Aparecida Romano
(Revista
Cristiana de Espiritismo – Nº 06 – Año 01)
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Caros amigos, sed severos con vosotros mismos e indulgentes ante las flaquezas de los demás. Es esta una práctica de santa caridad, que muy pocas personas observan. Todos vosotros tenéis malas costumbres que vencer, defectos a corregir, hábitos a modificar; todos tenéis un fardo más o menos pesado para aligerar y poder subir a la cumbre de la montaña del progreso. ¿ Por qué, entonces, os habéis de mostrar tan clarividentes en relación al prójimo y tan ciegos en relación a vosotros mismos?
( El Evangelio Según el Espiritismo, Cap.10, item 18 (parte) – Dufêtre, Obispo de Nevers - Bordéus)
NOTA:
Los lunes, miércoles y jueves a las 22,30 podéis participar en el chat de la Federación Espírita Española.
Los viernes en la misma sala de chat a las 23,00 horas podéis asistir a una conferencia impartida por el grupo "Estudios espíritas sin fronteras", dirigido por Cárlos Campetti.
Los domingos a las 21,30 horas comienzan las clases de estudio de la Doctrina Espírita, a las que estáis todos invitados.
Recomiendo ver también:
Inquietudes espíritas- inquietudesespiritas.blogspot.com.es
El espirita albaceteño.- elespiritadealbacete.blogspot.com.es
kardeciano.blogspot.com
rinconespirita.wordpress.com/
marinamiesdeamor.blogspot.com
soyespirita.blogspot.com
boletin-nuevaesperanza.blogspot.com
ade-sergipe.com.br
elblogdeazucena.blogspot.com
espiritistas. es
Revista virtual: www.amorpazycaridad.com
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