sábado, 7 de diciembre de 2013

MEDIUMNIDAD CURATIVA


Es la capacidad que tiene ciertos médiums de curar molestias por sí mismos, provocando reacciones reparadoras de tejidos y órganos del cuerpo humano, inclusive las generadas por la influenciació n espiritual.
            Así como hay médiums que emitan fluidos propios para la producción de efectos físicos concretos (ectoplasma) , los hay igualmente para la emisión de aquellos que operan las reparaciones antes referidas.
            El fluido, en esencia, es siempre el mismo: sustancia cósmica fundamental, pero sus propiedades y efectos varían inmensamente, según la naturaleza de la fuente generadora inmediata, de la vibración específica y, en muchos casos, como por ejemplo, éste, de curación, según el sentimiento que presidió el acto de la emisión.
            La diferencia entre los dos fenómenos está en que en el primer caso (ectoplasma) , el fluido es pesado, denso, apropiado para la producción de formas o de efectos objetivos por condensación; mientras que, en el segundo, es sutilizado, radiante, apropiado para alterar las condiciones vibratorias existentes.
            El médium curador además del magnetismo propio goza de la aptitud de captar esos fluidos leves y benignos de las fuentes energéticas de la Naturaleza, irradiándolas, en seguida, sobre el enfermo, revigorizando los órganos, normalizando funciones, destruyendo placas y quistes fluídicos producidos por auto-obsesión o por influencia directa.
            Se pone en contacto con esas fuerzas orando y concentrándose, animado por el deseo de ejercer la caridad evangélica y, como la ley del amor es la que preside todos los actos de la vida espiritual superior, se coloca en condiciones de vibrar en consonancia con todas las actividades universales de la Creación; recibe fuerzas de alto poder terapéutico, que, entonces, pasando por él llegan hasta el enfermo quien, a su vez, por la fe o por la esperanza, se colocó en sintonía vibratoria para recibirlas.
            Los fluidos radiantes interpenetran el cuerpo físico, alcanzan el campo de la vida celular, bombardean los átomos, les elevan la vibración íntima e inyectan en las células una más intensa vitalidad que, en consecuencia, acelera los cambios (asimilación, eliminación), resultando de todo ello, finalmente, una alteración benéfica que repara lesiones o equilibra funciones. Esto en el cuerpo físico.
            Y actuando a través de los centros anímicas (órganos de ligazón con el periespíritu) alcanzan a éste, que también se beneficia purificándose con la aceleración vibratoria, tornándose así incompatible con las de más bajo tenor. En esta forma es que se operan las curaciones de perturbaciones espirituales en la parte que se refiere al perturbado propiamente dicho.
            Ya sabemos que la mayor parte de las molestias de fondo grave y permanente pueden ser curadas, puesto que son rescates kármicos en pleno desenvolvimiento, salvo cuando hay permiso de la Alto para hacerlo, mas en todos los casos tiene beneficios el enfermo, porque al menos ha de conseguir una atenuación del sufrimiento.
            En estos casos de curaciones se aplican las advertencias que hacemos cuanto tratamos de los pases y radiaciones, conviniendo consultar para ello el capítulo 20 de este libro.
 EDGARD ARMOND  DE SU LIBRO MEDIUMNIDAD

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La mente que se abre a una nueva idea jamás vuelve a su tamaño original.  Albert Einstein

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                                                       MENSAJE ESPIRITUAL

              3º Congreso Espirita Brasileño
Brasil /DF, 16 a 18 de Abril del 2010


Yvonne de Amaral Pereira
“Amigos y hermanos, os abrazo fervorosamente.

 En esta oportunidad, deseo compartir con los compañeros  un hecho relacionado  con el suicidio que resulto  en una serie de acciones, desarrolladas  a lo largo de 18 meses, aproximadamente, más cuyo resultado supero  todas las expectativas,  aun mismo las inimaginables.
Las regiones de sufrimiento donde viven los suicidas, de todas las categorías, son innumerables  y vastas en los planos del Espíritu.
Brotan de un día para otro,  pues los excesos de la Humanidad  han  reducido el tiempo  de reencarnación para un número significativo de personas.

Los atentados contra la manutención de la salud, mental y psicológica  alcanzan cifras realmente asustadizas.
La campaña “EN DEFENSA DE LA VIDA”  conducida por los Espiritas, es  acción que ameniza la situación.
Más algo más intenso y embargante, envuelve a la sociedad, urge ser desenvuelto.

Así pasamos a nuestro relato.

Localizamos en determinado  nicho, en nuestro plano, una  comunidad de suicidas viviendo en situación  precaria, en todos los aspectos.
Llamaba nuestra atención  que tal reducto de dolor  nunca reducía de tamaño.
Al contrario, contabilizábamos  un número creciente   día tras día.

Procurando analizar el problema por todos sus ángulos,  verificamos  que en el local, incrustado en el espacio de difícil acceso, existía  una especie de “ escuela” – si este es el nombre que se puede llamar-  cuyos  integrantes se especializarían  en inducción  al suicidio:  técnicas, recursos y equipamientos sofisticados eran desarrollados para que encarnados  cometiesen el suicidio.

El suicida era, entonces, conducido a la institución y, bajo tortura, el alma sufridora  ofrecía elementos  mentales que servían de alimento  para la manutención de diferentes desarmonías que conducen el hombre al desespero.

Fuimos sorprendidos por la existencia actual  de tal organización  y aterrorizados, delante de tal hecho, de cómo la alineación, asociada a la maldad, puede desestructurar al ser humano.

Después de tomar  conocimiento de los detalles, un plan de trabajo fue definido, después que un mensajero de elevada región vino hasta nosotros.

Durante algún tiempo luchamos  por ser  adecuadamente preparados,  inclusive aprendiendo a liberar vibraciones más sublimadas,  a fin de ofrecer a la materia mental y sentimientos puros que pudiesen erguir  un campo de fuerza energético alrededor del local.
Almas devotas estuvieron con nosotros permanentemente, instruyéndonos, fortificándonos  y revelándonos la excelsitud del amor.
 Entretanto, era preciso hacer algo más, deshacer la organización no representaría , en principio, mayores problemas;  el desafío  seria convencer  a los instructores   para no hacer más aquel tipo de maldad. Variadas tentativas  fueron enviadas, en este sentido.

Orientadores esclarecidos de la Vida Mayor fueron  rechazados y hasta ridicularizados.
Nada conseguíamos con los dirigentes de aquella institución, volcada para la práctica del suicido.

Más, la victoria llegó, gloriosa, al final de la tarde del último domingo (1) cuando, invitados a participar del cierre del Congreso, aquellos dirigentes presenciaron  la luminosidad del amor.

Amor
Consiguieron, finalmente, ver el significado de la vida,  su importancia y fundamentos.
 Fueron momentos de gran emoción que envolvieron a todos, cuando  una nesga luz descendió  sobre los encarnados y desencarnados en el exacto momento en que todos,  en ambos planos de la vida,  se dieron las manos  y cantaron en pro de la paz.

La ráfaga de luz se alargo, creció, envolvió a todos. La fuerza del amor broto plena  y, en sublime  explosión, rompió en el aire, circulo sobre  la cabeza de todos, se expandió como poderosa ola para más allá del recinto, llegando hasta la ciudad.

Brasil se inundo de luz, en el aire, en el suelo, en las aguas.
Nuestra  visión estupefacta y maravillada parecía  que una nueva estrella estaba surgiendo.
Los seres de la Creación, vegetales, animales y hominales, los elementos inertes, rocas y minerales, las construcciones humanas, construcción de edificios, avenidas, bancos, reparticiones públicas y privadas, residencias, todo en fin, fue bañado por luz pura y cristalina que  bajaba de lo alto.

Rápida, la bella luminosidad  se separó del corazón de la Patria para todos los rincones de Brasil, de las Américas, de Europa, África, más allá,  en el Extremo y Medio Oriente,   llegando a todos los continentes, países y ciudades.

Alcanzó los polos del Planeta, giró,  en  bailado sublime, por breves minutos alrededor de la Tierra y se prolongó  más allá, en dirección al infinito.

Jesús  se había aproximado al Planeta, en brevísima visita de luz, amor y compasión.
¡Jamás presencie tanta belleza y tanta paz!
Con afecto
Yvonne Pereira

Mensaje recibido por Marta Antunes de Moura en la Federación Espirita Brasileña el 22 de abril del 2010. Reformador Ago. 2010  (1) Domingo, 18 de abril 2010: (2) día de cierre del 3º Congreso Espirita Brasileño.
Todos los presentes cantaban, emocionados, la música por la paz
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 OBSESIÓN  Y       EVANGELIO



A quien diga que el Espiritismo crea obsesión en la actualidad del mundo, respondamos con los propios Evangelios.

En los versículos 33 al 35, del capítulo 4, en el Evangelio de. Lucas, señalamos al hombre que se hallaba en la sinagoga, poseído de un Espíritu inmundo, que se puso a gritar a Jesús, tan pronto notó su presencia: ¿"qué tenemos que ver contigo Jesús Nazareno"? Y el Maestro, después de reprenderlo, consiguió retirarlo, restaurando el equilibrio del compañero que sufría el asedio.
 Ahí tenemos la obsesión directa.

En los versículos 2 al 13, del capítulo 5, en el Evangelio de Marcos, encontramos el auxilio seguro prestado por el Cristo al pobre gadareno, tan íntimamente manipulado por entidades crueles, y que más se asemejaba a un animal feroz, refugiado en los sepulcros.
 Ahí tenemos la obsesión, seguida de posesión y vampirismo.

En los versículos 32 y 33, del capítulo 9, en el Evangelio de Mateo, leemos la noticia de que el pueblo trajo al Divino Benefactor a un hombre mudo, de un Espíritu en profunda perturbación y, apartado el huésped extraño por la bondad del Señor, el enfermo recuperó inmediatamente la voz.
 Ahí tenemos la obsesión compleja, alcanzando alma y cuerpo.

En el versículo 2, del capítulo 1.3, e3n el Evangelio de Juan, anotamos la palabra positiva del apóstol, aseverando que un Espíritu perverso había colocado en el sentimiento de Judas la idea de negación del apostolado.
 Ahí tenemos obsesión indirecta, en que la víctima padece influencia envilecida, sin perder la propia responsabilidad.

En los versículos 5 al 7, del capítulo 8, en los Hechos de los Apóstoles, nos informamos de que Felipe, transmitiendo el mensaje del Cristo, entre los samaritanos, consiguió que muchos cojos y paralíticos se curasen, de pronto, con la simple retirada de los Espíritus inferiores que los molestaban.
 Ahí tenemos la obsesión colectiva, generando molestias fantasmas.
 No nos detengamos delante de los críticos contumaces.
 Merchita
      




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