viernes, 5 de diciembre de 2014

Justicia y derecho natural



                                                                   

ARGUMENTOS ESPIRITAS SOBRE LA EXISTENCIA DE VIDA FUERA DE LA TIERRA

La vida y el universo son magníficos misterios. Dadiva de Dios, que no podemos, ni vamos,  a comprender de manera tan simple. Hace dos mil años, Jesús proclamo que “hay muchas moradas en la Casa de mi Padre”. (1) Actualmente no es difícil  que comprendamos que Dios creó Su Casa  (el Universo), en cuya morada están los incontables planetas. La cuestión fundamental es: ¿Nosotros estamos solos en el Universo?  Los astrónomos afirman que están próximos  a responder esa cuestión que siempre persiguió la humanidad, desde el inicio de la civilización.
El director del observatorio astronómico del Vaticano (2), padre José Gabriel Funes, afirmó que Dios puede haber creado seres inteligentes en otros planetas, del mismo modo  como creo el Universo y los hombres. “Eso no contradice nuestra fe, porque no podemos colocar limites a la libertad creadora de Dios”, acrecentó Funes, en  la entrevista al periódico L´Osservatore Romano, órgano oficial de prensa de Santa Sé”. (3)
Una de las ramas científicas que más han crecido, desde los años 50, haciendo audaces pesquisas, ampliando mucho el acervo de sus conocimientos, es la Astronomía. De ella derivan, o con ella intervienen, la Astrofísica, la  Astro química, la Exobiología (estudio  de la posibilidad de vida fuera de la Tierra). Simón “Pete” Worden, astrónomo, que lidera el Centro de Pesquisas Ames de la NASA, afirma que nosotros [en la Tierra] no estamos solos, pues hay mucha vida [por el Universo]. Desde 1995, la Astronomía registró  el descubrimiento de 400 nuevos planetas, pertenecientes a otros sistemas planetarios, mucho más allá  de este del cual formamos parte. En la conferencia anual de la Sociedad Astronómica Norteamericana, en cada descubrimiento,  envolviendo los planetas de fuera de nuestro Sistema Solar (ex planetas), apuntan para la misma conclusión:  orbes, como la Tierra, son probablemente, abundantes, a pesar del violento Universo de estrellas explosivas, buracos negros abrumadores y galaxias en colisión.
El hecho es que estamos en la Tierra, en uno de los nueve planetas del Sistema Solar. Sin embargo  pese a más de 6 sextilhões de toneladas  y presente una superficie de 510 millones de quilómetros cuadrados, ni por eso es el mayor de estos planetas que giran alrededor del Sol. Júpiter, por ejemplo, es 1300 veces mayor. Sobre este planeta, Kardec escribió que “muchos espíritus, que animaron  a personas conocidas en la Tierra, dijeron estar reencarnados en Júpiter” (4)
James Jeans, uno de los mayores astrónomos de nuestro siglo, afirma, en el libro The Universe Around Us (Universo alrededor de nosotros) que: el número de sistemas planetarios , en todo el Espacio, es inimaginablemente grande. Billones de ellos pueden constituir replicas, casi exactas, de nuestro  sistema Solar, y millones de planetas pueden constituir  otras replicas casi exactas a la Tierra. Ahora, porque solo existiera vida aquí en el orbe, un planeta que tiene un   volumen 1.300.000 veces menor que Júpiter; que dista  de la luna aproximadamente  380…  Km. “Marte, está distante de nosotros (en la Tierra)  cerca de 56.000.000 de km, en la época de su mayor aproximación; Capela es 5.800 veces mayor que nuestro [planetilla]; Canopus tiene un brillo ochenta veces superior al Sol”.  (5) Hay estrellas tan brillantes, cuya luz tiene una intensidad  1 millón de veces mayor  que la luminosidad solar.
El Sistema Solar posee 9 planetas con 57 satélites. En total, son 68 cuerpos celestes.  Y, para que tengamos noción de su insignificancia, ante  el restante Universo, “nuestro Sistema  compone un minúsculo espacio de pequeña Vía Láctea” (6), o sea, un aglomerado de, aproximadamente, 100 billones de estrellas, con, por lo menos, cien millones de planetas, que, según Carl Seagan,  en lo mínimo, 100 mil de ellos con vida inteligente y mil con civilizaciones más evolucionadas que la nuestra. (7)
Las últimas observaciones del telescopio Hubble (en órbita),  elevaron el número de galaxias conocidas. Se sabe, hoy en día, existen, por el Universo observable, por lo menos, 10 billones de galaxias. En 1991, en Greenwich, en Inglaterra, el observatorio localizó un quásar (posible nido de galaxias) con la luminosidad correspondiente a 1 cuatrillón de soles [eso mismo, 1 cuatrillón]. Creer que solamente la Tierra tiene vida es suponer que todo ese inmensurable Universo haya sido creado sin utilidad alguna,  y sería una imposibilidad matemática que, en un Universo tan inimaginable, no se hubiese desenvuelto vida inteligente, sino en este pequeño planeta. Más allá de eso, sería un incomprensible desperdicio de espacio.
Concretamente, la Tierra es, sin duda, el “único” local habitado que sabemos con certeza tener vida, pues, al final, estamos aquí. No en tanto, las pruebas materiales, da la posibilidad fuertísima de haber vida en muchos otros lugares, están en todo lugar: Astrónomos  descubrieron señales de materia orgánica en otro planeta; meteoros caen, a los montes, con variados compuestos orgánicos esenciales para la vida, siendo, tal vez, el más famoso de ellos  el meteorito de Murchison; y, ni precisando ir tan lejos, la Tierra, mismo, nos muestra que la vida existe, también, en los locales más inhóspitos  y sorprendentes y bajo las condiciones más hostiles, como se ve en el caso de las formas de vida extremadas,  presentes en ambientes extremos, como geiseres, mares polares fríos y lagos altamente salinos.
Según Allan Kardec, “repugna la razón creer que esos innumerables globos que circulan en el espacio no son sino masas inertes e improductivas.” (8) La Ciencia viene descubriendo, incesantemente, planetas situados  en otros sistemas solares. En el campo de investigaciones científicas “el Espiritismo jamás será ultrapasado, porque, si  nuevos descubrimientos  le demostraran que está en el error, acerca de un punto cualquiera, el se modificaría en ese punto. Si una nueva verdad se revelara, él la aceptaría.”(9)
La proposición de Kardec, de la pluralidad de los mundos habitados, continua tan actual como en la fecha de su  publicación. Por tanto, el Espiritismo corrobora con la tesis de la existencia de vida fuera de la Tierra. Se destaca que, antes que la ciencia humana y las religiones tradicionales admitiesen esa posibilidad, los Espíritus revelaron, en la cuestión 55, de Él l Libro de los Espíritus, “que son habitados los mundos que giran en el espacio y que la Tierra está  muy lejos de ser el único planeta que asila vida inteligente”. (10)
A propósito, el Espíritu Emmanuel confirma que, “en los mapas zodiacales, se observa, diseñada, una gran estrella en la Constelación de Cochero, que recibió, en la Tierra, el nombre de Cabra o Capela. Magnifico sol entre los astros que nos son más vecinos, ella, en su trayectoria por el infinito, se hace acompañar, igualmente, de su familia de mundos, cantando las glorias divinas de lo ilimitado. Su luz gasta cerca de 42 años para llegar  a la faz de la Tierra, considerándose, de ese modo, la regular distancia existente entre Capela y nuestro planeta. Hace muchos  milenios, uno de los orbes de Capela, que guarda muchas afinidades con el globo terrestre, habían llegado a la culminación de uno de sus extraordinarios ciclos evolutivos.” (11)
Reafirma, aun, Emmanuel que “algunos millones de Espíritus rebeldes existían allá, en el camino de la evolución general, dificultando la consolidación de las penosas conquistas de aquellos pueblos llenos de piedad y virtudes, más una acción de saneamiento general los alejaría de aquella humanidad, que  hiciera justicia a la perpetua concordia, para edificaciones de sus elevados trabajos. Las grandes comunidades espirituales,  directoras del Cosmos, deliberaron, entonces, localizar aquellas entidades, que se tornaron pertinaces en el crimen, aquí en la Tierra distante, donde aprenderían a realizar, con el dolor y con el trabajo penoso de su ambiente, las grandes conquistas del corazón e impulsando, simultáneamente, al progreso de sus hermanos inferiores.” (12)
Aquellos seres, explica el mentor de Chico Xavier: “angustiados y afligidos, porque dejaban tras de sí, todo un mundo  de afectos, no obstante sus corazones empedernidos en la práctica del mal, serian exiliados  de la faz oscura del planeta terrestre; andarían despreciados en la noche de los milenios del pesar y de la amargura; reencarnarían en el seno de las razas ignorantes y primitivas, recordando el paraíso perdido en los firmamentos distantes. Por muchos siglos, no verían la suave luz de Capela, más trabajarían en la Tierra acariciados por Jesús y confortados en su inmensa misericordia.” (13) Sobre eso Agustino afirmó en el siglo XIX que “no avanzar es retroceder, y, si el espíritu no se hubiera reafirmado bastante en la senda del bien, puede recaer en los mundos de expiación, donde, entonces, nuevas y más terribles pruebas lo aguardan”. (14)
 Jorge Hessen
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"El  Espiritismo  es una ciencia que trata de la naturaleza, el origen y el destino de los Espíritus, así como de sus relaciones con el mundo corporal. 
( Allan Kardec)
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JUSTICIA Y DERECHO
 NATURAL


1. –El sentimiento de la justicia viene de la naturaleza, o se forma por ideas adquiridas?
-“Si no viniese de la naturaleza, no os rebelaríais con el solo pensamiento de una injusticia. El progreso moral lo desarrolla, pero no lo otorga. Dios ha escrito en la conciencia del ser humano. Y por esto encontráis, frecuentemente, en las personas humildes y poco instruidas nociones de justicia más exactas que en aquellas de mucha doctrina”-.
2. –Si la justicia es ley de la naturaleza, cómo es que los seres humanos la entienden de modo tan diverso, y que uno encuentra justo lo que para otro es inicuo?
-“Porque también en esto, al igual que en casi todos los demás sentimientos naturales, se mezclan, con frecuencia, las pasiones que los alteran, dándole a las cosas una falsa visión”-.
3. –Cómo se puede definir la justicia?
-“El respeto de los derechos de cada quien”-.
-Quién determina estos derechos?
-“Antes de todo, la ley natural, y después, también, el Derecho Positivo. Los seres humanos han promulgado las leyes apropiadas a sus costumbres y carácter peculiar, y éstas han establecidos derechos que varían con el progreso de las luces. Observad si vuestras leyes actuales, sin ser perfectas, consagran los mismos derechos que los que regían en la edad media; y con todo, aquellos derechos anticuados, que hoy encontráis monstruosos, en aquel entonces parecían justos y naturales. El derecho establecido por los seres humanos no es, por lo tanto, siempre conforme a la justicia, y, por otra parte, no regla más que ciertas relaciones sociales, mientras que, en la vida privada, encontramos una multitud de actos que no pertenecen sino al tribunal de la conciencia”-.
4. –Fuera de los derechos consagrados por el Derecho Positivo, cuál es la base de la justicia fundada en la ley natural?
-“Jesús os lo dijo: -“Haced a los demás lo mismo que quisierais que se os hiciese a vosotros mismos”. Dios ha colocado en la conciencia del ser humano la regla de toda verdadera justicia, con el deseo de que, cada quien, vea respetados sus derechos.  En la duda de lo que deba hacer en relación a un semejante, en una determinada circunstancia, el ser humano se pregunte a sí mismo como quisiera que otros, en aquel caso, se comportasen hacia él. Dios no podía darle una guía más segura que la de su conciencia”-.
El criterio de la verdadera justicia es, de hecho, el de querer para los demás lo que, cada quien, quisiera para sí mismo, y no desear para sí aquello que se quisiera para los demás, por cuanto no se encuentra en la naturaleza que uno se quiera mal, de esta manera, tomando, cada quien, su deseo personal por tipo o punto de partida, es seguro que no querrá  más que el bien para el prójimo. En cada época y en todas las creencias, el ser humano ha buscado, siempre, la manera de hacer prevalecer su derecho personal sobre el de los demás. La sublimidad de la justicia consiste en tomar el derecho personal como base del derecho del prójimo.
5. –La intensidad de la vida social impone al ser humano obligaciones particulares?
-“Sí, y en primer lugar el de respetar los derechos de sus semejantes. Quien así obra será siempre justo. En el planeta tierra, donde tantos y tantos precisan practicar la ley de justicia en mayor grado, aún, aprendiendo a devolver el bien por el mal, para que nazcan la concordia y el orden en vuestra sociedad. La vida social otorga derechos e impone deberes recíprocos”-.
6. –Dado que el ser humano está sujeto a equívocos sobre la extensión de su derecho, qué le puede indicar su límite?
-“El límite del derecho que él reconocería en su semejante hacía él en idéntica circunstancia, y viceversa”-.
-Pero, si cada quien se atribuye los derechos de su semejante, qué se hace con la subordinación hacia los superiores? No habría anarquía?
_”Los derechos naturales son idénticos para todos los seres humanos, desde el más pequeño hasta el más grande. Dios no ha hechos a unos de una substancia más pura que la de los demás, y todos son iguales delante de Él. Los derechos naturales son eternos; los del ser humano terminan con sus instituciones. Del resto, cada quien siente muy bien su fuerza o la ausencia de ella, y no puede dejar de mostrar deferencia hacia quien la merece por virtud o por sabiduría. Es esencial dejar constancia de la manera en que deben comportarse quienes aspiran a granjearse la deferencia de los demás. La subordinación no correrá ningún riesgo cuando la autoridad sea conferida al mérito”-.
7. –Cuál sería el carácter del ser humano  que practicase la justicia en toda su pureza?
-“El del verdadero justo, como Jesús, porque practicaría, también, el amor al prójimo y la solidaridad. Sin estas virtudes no existe verdadera justicia”-.
- El Libro de los Espíritus-

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¿ Cómo es descrito el Mas Allá por los Espíritus que existen en él ?

Los Seres espirituales que están bastante mas evolucionados que el nivel medio al que llega el Ser humano actual, lo describen como un lugar muy bello y luminoso, semejante al nuestro, pero de una mayor perfección y belleza; un entorno luminoso que inspira a sus habitantes sensaciones de paz, armonía y amor. Los Espíritus que existen en ellos, permanecen en constante actividad , en función del sentido de fraternidad y de Amor que nos debemos entre sí todos los Seres espituales, encarnados y desencarnados. Así, conviven en una armonía fraterna, llena de verdadero amor, y continúan juntos aprendiendo lecciones espirituales que les ayudan a progresar y a aprovechar las experiencias humanas que cada uno ha vivido, conociendo que antes o después deberán regresar a la Tierra o al planeta que les corresponda, para seguir trabajando y evolucionando.
Como vemos, esto nada tiene que ver con ningún cielo de estática contemplación religiosa , ni con ningún nirvana o anonadamiento estéril e inútil, tal como lo presentan en sus particulares conceptos dogmáticos algunas religiones.

La misma descripción del Mas Allá hecha por Seres habitantes de una franja vibratoria inferior a la de la Tierra, describen sin embargo sobre el más allá que conocen, un entorno más triste y oscuro que el nuestro. (Ver en el libro de André Luiz Nuestro Hogar, la descripción de semejante panorama absolutamente deprimente y aterrador. Según el protagonista, la  principal pena es la desesperanza de sus moradores, cuyo sentido de culpa les atenaza cruelmente hasta el momento en que finalmente se rinden ante tanto sufrimiento y piden desesperada ayuda a Dios aun creyendo que están olvidados de Él ).

- Jose Luis Martín-

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"El Espiritismo realiza lo que Jesús dijo acerca del Consolador prometido: conocimiento de las cosas que hace que el hombre sepa de dónde viene, a dónde va y por qué está en la Tierra; recuerdo de los verdaderos principios de la ley de Dios y consuelo por la fe y la esperanza. ( Allan Kardec)








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