lunes, 2 de marzo de 2015

Estudio de los Espíritus


COMO ACTUAR DE ACUERDO CON LOS CONOCIMIENTOS ESPIRITAS

La instalación de los ideales superiores en el mundo físico encuentra diversos obstáculos comprensibles, en razón de su estructura  densa y conveniente para la preservación de la ignorancia y del parasitismo. Delante de nuevos emprendimientos  que alteraran la naturaleza del comportamiento, las resistencias de lo convencional, de lo aceptado, se levanta en forma de barreras impeditivas.
Son muchísimas las dificultades  para el bien, impidiendo  que haya alteración en aquello que hacemos conforme el placer general, concediendo comodidad para algunos en detrimento de los demás que lloran y que sufren , cuyas voces no son oídas, ahogadas por el ruido de aquellos que están alucinados e intoxicados por las fiestas vanas, en las cuales asfixian sus propias debilidades…..
Mientras tanto, nadie puede impedir la fuerza ciclópea  del progreso, ni frenar la marcha de la evolución, que siempre irrumpe cuando menos se espera y produce fisuras en el organismo del poder mentiroso, llevando a malograr su dominación.
Piedra a piedra en acción continúa, se levantan las obras  de la dignificación humana  y social, alterando el comportamiento ocioso y cómplice  de la indiferencia, que cede lugar a nuevos impulsos de las realizaciones incomparables, que tornan la vida más apetecible y el espíritu humano invencible por la fuerza de su idealismo.
El ser humano avanza hacia la Realidad, en la cual, lo quiera o no, se encuentra inmerso, por ser una centella viva e inextinguible. Lentamente, porque el progreso no se estanca, pasa la ola que lo avasalla por un momento, sucediendo a la otra, que también desaparecerá, la evolución se impone inevitable, y la búsqueda  del Si propiciará una conducta diferente, dando lugar a la autenticidad, para la interiorización, para el auto descubrimiento.
 Por mucho tiempo el predominio del mito en el inconsciente humano regirá su comportamiento, no obstante esa presencia, se diseñaran los programas de ascensión, mediante los sueños de belleza, de paz y libertad plena, que harán surgir los futuros arquetipos  que se inculparan en el inconsciente, procediendo  de las experiencias en el mundo espiritual, y revelándose en la Tierra, donde se desarrollan los programas de la evolución. 
Soñar con los ideales de engrandecimiento humano, empeñarse en su edificación y habitar los resultados  con cariño  y gratitud a Dios, constituyen los pasos gigantes que todos los individuos deben promover a favor de sí mismos y de la sociedad.
La religión debe poseer un contenido espiritual que libere al hombre de sus pasiones, en vez de estimularlas; que le ayude al esfuerzo de las transformaciones morales, antes que perjudicarlo; que sea una enseñanza filosofita que contribuya  al progreso moral y espiritual, impulsando a la vivencia del amor y del bien, demostrados en la vida cotidiana.
Cuando escasean los ejemplos de conducta, las propuestas teóricas pierden fuerza y vigencia.
Ante los resultados fallidos de los religiosos y creyentes, la fe dejó de ocupar lugar en el corazón y en la mente de las criaturas, que pasaron a considerarla  como inercia.
Por eso se dice que la fe religiosa es muy buena para los niños y los ancianos.
Para los niños, porque les atemoriza con relación a Dios y les ayuda en su educación; para los viejos, porque ya no teniendo nada más que hacer, pueden dedicarse a la meditación, a los cultos, para  arrepentirse de sus errores y quizás ganar el reino de los cielos, si tal existe…
Esta es una postura irónica e inoportuna.
La fe espiritual tiene por base el hecho de la inmortalidad del alma, que le sustenta el contenido de religiosidad. Esta fe no es impuesta, y se consigue a través del estudio, de la razón y de la meditación, dignifica al hombre y le impulsa a crecer, llenándole el intelecto de luces y el sentimiento de amor, gracias  a cuyos valores da sentido a su existencia terrena.
El hombre necesita de la fe espiritual para vivir con nobleza y no decaer ante situación alguna, por más terrible que se le presente.
El Espiritismo es una doctrina que reúne las condiciones propias para ello, puesto que no se envuelve en las cuestiones fútiles del mundo; estructuradas en realidades demostrables, conteniendo un contenido filosófico y de fácil asimilación, claro y optimista, que enfrentará a la razón en cualquier momento, sin desfallecimientos, manteniéndose al margen de los juegos e intereses materiales, consolando sin mecanismos de evasión de la realidad o haciendo promesas vanas, transfiriendo las cuitas de una  a otra posición, invitando al hombre al trabajo de su moralización, única forma de adquirir la paz.

Allan Kardec, orientado por los Espíritus Superiores, comprendió el problema y puso como primera  parte del programa filosófico del espiritismo a Dios, para el estudio y apreciación  en su condición de causa primera; para establecer en las leyes morales todo el conjunto de normas  y reglas que constituyen la base esencial para la vida digna.
El Espiritismo enseña un comportamiento saludable para el ser en relación consigo mismo, a su prójimo y a Dios.
Edifiquemos el reino de Dios dentro de nosotros, hagamos en la gran obra, la parte que nos corresponde, hace falta aroma evangélica en las realizaciones llamadas cristianas de la actualidad haciendo pensar en un Cristianismo al cual falta el espíritu enérgico y manso, suave y noble de Cristo.
Hacer hombres fuertes y puros,  “como las criaturas” es la meta del Espiritismo, tornándolos “Hoy mejores que ayer  y mañana mejores que hoy”.
Se hace necesario que repunten como primavera de bendiciones las simientes de la esperanza y surjan como antes, nuevos “hombres del camino”.

- Merchita -
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Buscando el bien de nuestros semejantes encontramos el nuestro. 
Platón

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                      ESTUDIO DE LOS ESPÍRITUS

El libro de los Espíritus nos muestra en el capítulo primero, libro segundo, el origen y la naturaleza de los espíritus, mundo normal primitivo, periespíritu y los diferentes órdenes de los Espíritus. Según la definición recibida por los espíritus en la codificación del Libro de los Espíritus, la palabra Espíritu es usada para designar a las individualidades de los seres extracorpóreos y no al elemento inteligente universal. Los seres inteligentes pueblan el universo dentro y fuera del mundo material, sin embargo el ser es inmaterial porque su esencia difiere de lo que conocemos como materia.  Los espíritus han empezado a existir desde el día de su creación, sin embargo a la pregunta de si esa existencia 
tiene fin, contestan que con el principio vital que dimana de la existencia, ésta es eterna. Pero tratando de la individualidad del ser, nos cuestionaríamos si pasado un cierto tiempo, más o menos prolongado, se disgregaría el elemento de que son formados y volvería a ser materia, como ocurre con los cuerpos materiales. Nos resulta difícil comprender que algo que tiene un principio determinado no tenga fin. Según la espiritualidad esto ocurre porque nuestra inteligencia todavía es limitada, lo que no justificaría el rechazo del principio de la eternidad.  Cada espíritu es una unidad indivisible, pero cada uno de ellos puede extender su pensamiento a lugares diversos sin necesidad de dividirse. En ese sentido debemos entender el don de la ubicuidad atribuido a los espíritus; de tal manera que el cuerpo, sin cambiar de forma o lugar, puede transmitir órdenes o señales a diferentes puntos a través del espíritu. El mundo de los espíritus tiene vida infinita, incluso si el mundo material se cesara, el mundo espiritual seguiría su trayectoria. Es preexistente y sobrevive a todo lo material. Los espíritus se encuentran por doquier, en cualquier rincón del espacio. Sin embargo no todos los espíritus pueden ir a todas partes a voluntad. El mundo espiritual consta de regiones que están prohibidas a los espíritus menos adelantados. Démonos cuenta que existen grandes diferencias entre los espíritus. Kardec nos aclara que los espíritus se dividen en diferentes órdenes, según el grado de perfeccionamiento que han alcanzado.   En la pregunta noventa y siete cuestiona si hay entre los espíritus un número determinado de órdenes o de perfección; y le contestan “Su número es ilimitado, porque no existe entre tales órdenes una línea fronteriza, de manera que es posible multiplicar o restringir a voluntad las divisiones. Considerando estas divisiones a grandes rasgos, se puede reducir a tres órdenes principales.  Es posible ubicar en el primer orden a aquellos que han llegado a la perfección: los Espíritus puros. Los del segundo orden han alcanzado la mitad de la escala: su preocupación es el deseo del bien. Los del tercer orden se hallan aún en la zona inferior de la escala evolutiva: son los Espíritus imperfectos; se caracterizan por la ignorancia, el  deseo del mal y todas las malas pasiones que retardan su desarrollo.”  

De la Revista "VISIO ESPÍRITA "

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Los ejemplos corrigen mucho mejor que las reprimendas .
Voltaire

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EMOCIONES PERTURBADORAS

“El hombre que se candidata para una existencia feliz, tiene la obligación de vigilar  sus emociones perturbadoras, con el fin de evitarse desarmonías perfectamente dispensables, en la economía en su proceso evolutivo.
Las emociones perturbadoras provienen del exceso de auto-estima, del apego a los bines materiales y a las personas, y del orgullo, entre otros factores negativos.
El exceso de consideración que el individuo se concede, lo lleva a la irritación, al celo, a la agresividad, toda vez que los acontecimientos se dan diferentes de lo que el espera o se cree merecer.
El apego responde por su inestabilidad emocional, trabajando su codicia, la soberbia y la ilusión por la posesión, que concede la falsa impresión de situarse por encima  de su prójimo.
El orgullo lo intoxica, llevándolo a la asunción  de la vida  creyendo ocupar una situación  privilegiada  y ser alguien especial, merecedor de homenajes  y honras, en detrimento de los demás.
Cualquier suceso que se presente contradictorio a esos señuelos generados por el ego insano,  y las emociones perturbadoras se le instalan, proporcionando desequilibrios  de largo porte, excepto si el se resuelve por dirigir la situación y cambiar de paisaje mental.
Superar tales emociones que tiene raíces en su pasado espiritual, es el gran desafío.
Por lo tanto, a el le corresponde hacer todos los esfuerzos para el autodescubrimiento y la aplicación de las energías en combatir la inferioridad que predomina en su naturaleza.
“No hay nada, que el hombre  no se acostumbre con el tiempo”, afirma un viejo refrán popular.
La liberación de las emociones perturbadoras es resultado de entregarse sin resistencia a los hábitos por  insalubres.
Tan común se hace en el individuo la generación de instintos inferiores, que este no se da cuenta del desequilibrio en el que vive.
Adaptándose al autocontrol, eliminará, poco a poco, la explosión de esas emociones perturbadoras.
Mediante el pequeño código de conducta, se torna fácil la asimilación de otros hábitos que son saludables y felicitan:
-considera la propia fragilidad que no te hace diferente de las demás personas;
-observa el esfuerzo de tu prójimo y valorízalo;
-ejercita la paciencia en los sucesos desagradables;
-reflexiona en cuanto a la transitoriedad de la posesiones;
-medita sobre la necesidad de estar solo;
-proponte la adaptación al deber, por más desagradable que se te presente;
-aprende a repartir, aun mismo en la escasez que caracteriza tus horas…
Un entrenamiento íntimo creará nuevas condiciones que te ayudaran en la formación de una conducta  dichosa y tranquila.
Fueron las emociones perturbadoras que llevaron a Pedro, temeroso, a negar al Amigo, y a Judas, el ambicioso, a venderlo a los enemigos de la Verdad.
El control de ellas, bajo la luz de la humildad y de la fe, proporcionó a la humanidad  el estoicismo  de Esteban, la dedicación hasta el sacrificio de Pablo – que las vencieron – y  a toda saga de amor y grandeza del hombre  abnegado  de todos los tiempos.”

Momentos de Felicidad – Joanna de Angelis -  Psicografiado por Divaldo Pereira Franco 

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