Oración de Guerra Espiritual
Señor que en el día de hoy,
yo pueda acordarme de los que viven en guerra,
y hacer por ellos una plegaria de paz.
Que yo pueda recordar a los que odian,
y hacer por ellos una plegaria de amor.
Que yo pueda perdonar a todos los que me han herido, y hacer por ellos una plegaria de perdón.
Que yo recuerde a los desesperados,
y haga por ellos una plegaria de esperanza.
Que yo olvide las tristezas del pasado,
y haga una plegaria de alegría.
Que yo pueda creer que el mundo aún puede ser mejor,
y haga por él una plegaria de fe.
Estoy agradecido/a Señor
Por tener alimento,
cuando tantos pasan el año con hambre.
Por tener salud,
cuando tantos sufren en este momento.
Por tener un hogar,
cuando tantos duermen en las calles.
Por ser feliz,
cuando tantos lloran en la soledad.
Por tener amor,
cuando tantos viven en el odio.
Por mi paz,
cuando tantos viven el horror de la guerra”
Que Así Sea. Amén.
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ANIMISMO Y MEDIUMNIDAD
“No existe contradicción antagónica entre estas dos categorías de fenómenos, los hay anímicos, tanto como mediúmnicos”
- Lic. Jon Aizpurua –
La teoría del Animismo tiene varias acepciones, aunque en este caso se refiere a la actuación de la mente subconsciente o inconsciente de un sujeto en un estado psíquico especial provocado ante ciertos estímulos.
Los fenómenos anímicos los origina el alma de quien los causa.
Según Aksakof el término “animismo” se refiere a todos los fenómenos intelectuales y físicos debidos a una actividad extracorpórea del dotado psíquico que los causa, incluso a cierta distancia de su organismo físico. Así, hay fenómenos mediúmnicos que en realidad no lo son y se pueden explicar por la acción que un espíritu humano ejerce más allá de los límites de su cuerpo.
La idea se podría resumir en que el animismo comprende todas las manifestaciones supranormales del alma y sus respectivos efectos. Según esta teoría, es el inconsciente del propio médium, quien se manifiesta durante el trance o contacto mediúmnico, (en este caso, mejor se diría que falso contacto mediúmnico) y este es el causante de algunas manifestaciones psíquicas y físicas que se atribuyen erróneamente a los espíritus. Así los fenómenos, obedecen a un desdoblamiento de la personalidad del propio médium, que exterioriza y manifiesta de ese modo sus capacidades intelectuales y motrices de toda índole.
Esta teoría, aun siendo cierta en algunos casos, no es suficiente para desechar la autenticidad y la explicación de una intervención espiritual externa, en infinidad de casos y hechos mediúmnicos. La realidad de los fenómenos causados anímicamente, no supone el que para todos los fenómenos sea esta la única explicación. Además, si el propio espíritu del dotado anímico puede actuar fuera del cuerpo causando ciertos fenómenos, ¿ por qué ese espíritu mismo, cuando está definitivamente fuera de su cuerpo físico por haber desencarnado, no iba a poder actuar sobre la materia o en un medio material?. Si puede actuar desplazado fuera de su cuerpo, o sea, sin el cuerpo, ¿ por qué cuando está permanentemente en el plano espiritual, no iba a poder actuar por el hecho de no tener cuerpo material?. Y ahí es donde tiene que intervenir la mediumnidad, para aportarle la energía psíquica y la materia que necesita para su manifestación.
Hay muchos casos explicados por el animismo, pero este no puede explicar por sí mismo muchos otros, tal como el caso de las llamadas “correspondencias cruzadas”, que como ya se dijo anteriormente, son aquellos casos de mediumnidad de Psicografía en que fragmentos de un mismo mensaje son dados por separado a varios médiums diferentes, y como prueba de su autenticidad, el comunicado resultante y final no adquiere sentido hasta que no se juntan estos comunicados de distinta procedencia. Asimismo el animismo tampoco puede explicar los casos extraordinarios de psicografía invertida, en la que el médium escribe al revés, o sea, de derecha a izquierda, de modo que el resultado solo se puede leer mediante un espejo o si el papel es transparente haciéndolo por el reverso; si a esto añadimos que a veces lo hacen en un idioma que no es el del médium….la autenticidad es incontestable.
Para el Espiritismo, la idea del animismo supone la manifestación del alma del médium que se puede manifestar como cualquier otro espíritu, al gozar de cierto grado de libertad, recobrando sus atributos como ser espiritual libre, expresándose como tal y no como Ser encarnado.
Por lo expuesto, se pueden considerar anímicos los fenómenos en los que no intervienen otros espíritus del plano espiritual, tal como la precognición ( o premonición), la telepatía, la emancipación del alma, el desdoblamiento, la videncia, la clarividencia, la Clariaudiencia, etc. También pueden ser considerados como fenómenos de efectos físicos provocados por la propia energía del médium, tal como es el movimiento de cuerpos inermes (Telecinesia ), o como la transfiguración ( expansión del periespíritu que envuelve el cuerpo del sujeto psíquico), etc.
Efectivamente a veces es el propio espíritu del dotado psíquico quien transmite su propio mensaje; en otras ocasiones lo hace simulando personalidades que no fueron de la Tierra, o simplemente: que son falsas; a estos fenómenos, cuando así son percibidos se denominan como de “mixtificación” (falsedad y engaño). Por el contrario, los verdaderamente mediúmnicos son aquellos en los que claramente hay un intercambio de ideas con un Espíritu diferente al del médium.
- Jose Luis Martín -
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CUANDO ME AMÉ DE VERDAD
(Charles Chaplin)
Cuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia, yo estaba en el lugar correcto, en la hora correcta, y en el momento exacto. Y, entonces, pude relajarme. Hoy sé que eso tiene nombre…
AUTOESTIMA
Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional, no es sino una señal de que voy contra mis propias verdades. Hoy sé que eso es…
AUTENTICIDAD
Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente y comencé a ver que todo lo que acontece, contribuye a mi crecimiento.
Hoy sé que eso se llama…
MADUREZ
Cuando me amé de verdad, comencé a percibir como es ofensivo tratar de forzar alguna situación, o persona, solo para realizar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el momento o la persona no está preparada… inclusive yo mismo. Hoy sé que el nombre de eso es…
RESPETO
Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable… Personas, situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo. De inicio, mi razón llamó esa actitud egoísmo. Hoy sé que se llama…
AMOR PROPIO
Cuando me amé de verdad, dejé de temer tener tiempo libre y desistí de hacer grandes planes, abandoné los mega-proyectos del futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo. Hoy sé, que eso es…
SIMPLICIDAD
Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y, con eso, erré mucho menos veces. Hoy sé que eso se llama…
HUMILDAD
Cuando me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el pasado y de preocuparme con el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez. Eso se llama…
PLENITUD
Cuando me amé de verdad, percibí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme. Pero cuando yo la coloco al servicio de mí corazón, ella tiene un gran y valioso aliado. Todo eso es…
¡ SABER VIVIR!
No debemos tener miedo de confrontarnos… Hasta los planetas chocan… y del caos nacen las estrellas.
Charles Chaplin.
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PRIVACIONES VOLUNTARIAS. MORTIFICACIONES.
718 – ¿La ley de conservación obliga a proveer las necesidades del cuerpo?
– Sí, pues sin fuerza y salud es imposible trabajar.
719 – ¿Es censurable que el hombre busque el bienestar?
– El bienestar es un deseo natural. Dios no prohibe más que el abuso, porque el abuso es contrario a la conservación. No mira como un crimen que se busque el bienestar, si no es adquirido a expensas de otro, y si no contribuye a debilitar ni vuestras fuerzas morales, ni
vuestras fuerzas físicas.
720 – Las privaciones voluntarias con la mira de una expiación voluntaria también, ¿tienen algún mérito a los ojos de Dios?
– Haced bien a los otros y tendréis más méritos.
– ¿Hay privaciones voluntarias que son meritorias?
– Sí, la privación de los placeres inútiles; porque desprende al hombre de la materia y eleva su alma. Lo meritorio es, resistir a la tentación que solicita a los excesos o al goce de las cosas inútiles; disminuir lo necesario para dar a los que no tienen bastante. Si la privación no es más que un vano simulacro, es una irrisión.
721 – La vida de mortificaciones ascéticas ha sido practicada desde muy antiguo y en diferentes pueblos, ¿es meritoria bajo algún aspecto?
– Preguntad a quien sirve y tendréis la respuesta. Si sólo sirve al que la practica y le impide hacer el bien, es egoísmo, cualquiera que sea su pretexto. La verdadera mortificación, según la caridad cristiana, consiste en privarse y en trabajar por los otros.
722 – La abstención de ciertos alimentos, prescrita en diversos pueblos, ¿está fundada en la razón?
– Todo aquello de que pueda alimentarse el hombre sin perjuicio de su salud, está permitido; pero los legisladores han podido prohibir ciertos alimentos con un fin útil y para dar más crédito a sus leyes, las han presentado como emanadas de Dios.
723 – ¿La alimentación animal es contraria en el hombre a la ley natural?
– En vuestra constitución física la carne alimenta a la carne,pues de otra manera el hombre se debilita. La ley de conservación da al hombre el deber de mantener sus fuerzas y su salud para cumplir con la ley del trabajo. Debe, pues, alimentarse según lo exija su
organización.
724 – ¿Es meritoria la abstención de la alimentación animal o de otra clase como expiación?
– Si se priva por los otros, sí; pero Dios no puede fijarse en una mortificación cuando no existe en ella una privación seria y útil.
Por eso, decimos que los que se privan sólo en apariencia, son hipócritas. (720).
725 – ¿Qué pensar de las mutilaciones operadas en el cuerpo del hombre o de los animales?
– ¿A qué semejante pregunta? Por tanto, preguntad otra vez si una cosa es útil. Lo inútil no puede ser agradable a Dios y lo nocivo le es siempre desagradable; porque sabedlo bien, Dios no es sensible sino a los sentimientos que elevan el alma hasta él. Practicando su ley y no violándola, podréis sacudir vuestra materia terrestre.
726 – Si los sufrimientos de este mundo nos elevan según el modo como los soportamos, ¿también nos elevan los que nos creamos voluntariamente?
– Los únicos sufrimientos que elevan son los sufrimientos naturales, porque proceden de Dios. Los sufrimientos voluntarios para nada sirven cuando ningún bien reportan a los otros. ¿Crees que los que acortan su vida con rigores sobrehumanos, como los bonzos, los fakires y ciertos fanáticos de muchas sectas, adelantan en su camino?
¿Por qué no trabajan mejor en el bien de sus semejantes? Que vistan al indigente, que consuelen al que llora, que trabajen por el enfermo,que sufran privaciones para aliviar a los infelices, y entonces su vida será útil y agradable a Dios. Cuando en los sufrimientos voluntarios que se experimentan, no se mira más que a sí mismo, es egoísmo;cuando se sufre por los otros, es caridad. Tales son los preceptos de Cristo.
727 – Si no se deben crear sufrimientos voluntarios, que no tienen utilidad alguna para los otros, ¿debemos procurar preservarnos de los que se prevén o amenazan?
– El instinto de conservación ha sido dado a todos los seres contra los peligros y sufrimientos. Castigad vuestro espíritu y no vuestro cuerpo, mortificad vuestro orgullo, ahogad vuestro egoísmo semejante a una serpiente que os roe el corazón, y haréis más por
vuestro adelanto que no con rigores que ya no son de este siglo.
718 – ¿La ley de conservación obliga a proveer las necesidades del cuerpo?
– Sí, pues sin fuerza y salud es imposible trabajar.
719 – ¿Es censurable que el hombre busque el bienestar?
– El bienestar es un deseo natural. Dios no prohibe más que el abuso, porque el abuso es contrario a la conservación. No mira como un crimen que se busque el bienestar, si no es adquirido a expensas de otro, y si no contribuye a debilitar ni vuestras fuerzas morales, ni
vuestras fuerzas físicas.
720 – Las privaciones voluntarias con la mira de una expiación voluntaria también, ¿tienen algún mérito a los ojos de Dios?
– Haced bien a los otros y tendréis más méritos.
– ¿Hay privaciones voluntarias que son meritorias?
– Sí, la privación de los placeres inútiles; porque desprende al hombre de la materia y eleva su alma. Lo meritorio es, resistir a la tentación que solicita a los excesos o al goce de las cosas inútiles; disminuir lo necesario para dar a los que no tienen bastante. Si la privación no es más que un vano simulacro, es una irrisión.
721 – La vida de mortificaciones ascéticas ha sido practicada desde muy antiguo y en diferentes pueblos, ¿es meritoria bajo algún aspecto?
– Preguntad a quien sirve y tendréis la respuesta. Si sólo sirve al que la practica y le impide hacer el bien, es egoísmo, cualquiera que sea su pretexto. La verdadera mortificación, según la caridad cristiana, consiste en privarse y en trabajar por los otros.
722 – La abstención de ciertos alimentos, prescrita en diversos pueblos, ¿está fundada en la razón?
– Todo aquello de que pueda alimentarse el hombre sin perjuicio de su salud, está permitido; pero los legisladores han podido prohibir ciertos alimentos con un fin útil y para dar más crédito a sus leyes, las han presentado como emanadas de Dios.
723 – ¿La alimentación animal es contraria en el hombre a la ley natural?
– En vuestra constitución física la carne alimenta a la carne,pues de otra manera el hombre se debilita. La ley de conservación da al hombre el deber de mantener sus fuerzas y su salud para cumplir con la ley del trabajo. Debe, pues, alimentarse según lo exija su
organización.
724 – ¿Es meritoria la abstención de la alimentación animal o de otra clase como expiación?
– Si se priva por los otros, sí; pero Dios no puede fijarse en una mortificación cuando no existe en ella una privación seria y útil.
Por eso, decimos que los que se privan sólo en apariencia, son hipócritas. (720).
725 – ¿Qué pensar de las mutilaciones operadas en el cuerpo del hombre o de los animales?
– ¿A qué semejante pregunta? Por tanto, preguntad otra vez si una cosa es útil. Lo inútil no puede ser agradable a Dios y lo nocivo le es siempre desagradable; porque sabedlo bien, Dios no es sensible sino a los sentimientos que elevan el alma hasta él. Practicando su ley y no violándola, podréis sacudir vuestra materia terrestre.
726 – Si los sufrimientos de este mundo nos elevan según el modo como los soportamos, ¿también nos elevan los que nos creamos voluntariamente?
– Los únicos sufrimientos que elevan son los sufrimientos naturales, porque proceden de Dios. Los sufrimientos voluntarios para nada sirven cuando ningún bien reportan a los otros. ¿Crees que los que acortan su vida con rigores sobrehumanos, como los bonzos, los fakires y ciertos fanáticos de muchas sectas, adelantan en su camino?
¿Por qué no trabajan mejor en el bien de sus semejantes? Que vistan al indigente, que consuelen al que llora, que trabajen por el enfermo,que sufran privaciones para aliviar a los infelices, y entonces su vida será útil y agradable a Dios. Cuando en los sufrimientos voluntarios que se experimentan, no se mira más que a sí mismo, es egoísmo;cuando se sufre por los otros, es caridad. Tales son los preceptos de Cristo.
727 – Si no se deben crear sufrimientos voluntarios, que no tienen utilidad alguna para los otros, ¿debemos procurar preservarnos de los que se prevén o amenazan?
– El instinto de conservación ha sido dado a todos los seres contra los peligros y sufrimientos. Castigad vuestro espíritu y no vuestro cuerpo, mortificad vuestro orgullo, ahogad vuestro egoísmo semejante a una serpiente que os roe el corazón, y haréis más por
vuestro adelanto que no con rigores que ya no son de este siglo.
EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS. ALLAN KARDEC.
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Intereses morales y materiales.
17. ¿Pueden pedirse consejos a los Espíritus?
Sí, ciertamente; los Espíritus buenos jamás, rehúsan ayudar a aquellos que les evocan con confianza, principalmente por lo que concierne al alma; pero rechazan a los hipócritas,
aquellos que parece que quieren pedir la luz y se complacen en las tinieblas.
18. ¿Los Espíritus pueden dar consejos sobre las cosas de intereses privados?
Alguna vez, según el motivo. Esto depende de aquellos a quienes uno se dirige. Los consejos concernientes a la vida privada, se dan con más exactitud por los Espíritus familiares, porque se unen a una persona y se interesan por lo que le concierne; es el amigo, el confidente de vuestros pensamientos más secretos; pero a menudo les fatigáis con preguntas tan descabelladas, que os dejan. Sería también absurdo el pedir cosas
íntimas a Espíritus que os son extraños, lo mismo que si para esto os dirigierais al primer individuo que encontraseis en la calle.
Vosotros no deberías olvidar jamás que la puerilidad de las demandas es incompatible con la superioridad de los Espíritus.
Es también preciso tomar en cuenta las cualidades del Espíritu familiar que puede ser bueno o malo, según sus simpatías por la persona con quien se comunica. El Espíritu familiar de un hombre malo es un mal Espíritu, cuyos consejos pueden serle perniciosos, pero que se aleja y cede el puesto a un Espíritu mejor, si el hombre se mejora a sí mismo.
19. Los Espíritus familiares, ¿pueden favorecer los intereses familiares por las revelaciones?
Pueden, y lo hacen algunas veces según las circunstancias,pero estad seguros que los Espíritus buenos nunca se prestan a servir a la ambición. Los malos hacen reflejar a vuestros ojos mil atractivos para estimularla y en seguida mixtificaros por la decepción. Sabed también, que si vuestra prueba es de sufrir tal o cual vicisitud, vuestros Espíritus protectores pueden ayudaros a soportarla con más resignación y endulzarla algunas veces; pero en interés de vuestro porvenir no les es permitido el libraros de ella, De la misma manera que un buen padre no concede a su hijo todo lo que desea.
Observación. — Nuestros Espíritus protectores pueden en algunas circunstancias, indicarnos el mejor camino, sin que por esto nos conduzcan con la mano; de otro modo perderíamos toda iniciativa y no nos atreveríamos a dar un paso sin su socorro, y esto sería en perjuicio de nuestro perfeccionamiento. Para progresar, el hombre necesita a menudo adquirir la experiencia a sus expensas; por esto los Espíritus prudentes, aconsejándonos, nos entregan muchas veces a nuestras propias fuerzas, como lo hace un hábil preceptor con sus discípulos. En las circunstancias ordinarias de la vida, nos aconsejan por la inspiración y de este modo nos dejan todo el mérito del bien, como nos dejan toda la responsabilidad de la mala acción.
Sería abusar de la condescendencia de los Espíritus familiares y comprender mal su misión, el preguntarles a cada instante sobre las cosas más vulgares como lo hacen ciertos médiums. Algunos de estos por cualquier cosa toman el lápiz y piden consejo sobre las cosas más sencillas. Esta manía denota la pequeñez de las ideas, al mismo tiempo hay la presunción de creer que siempre se tiene un Espíritu a sus órdenes, no teniendo otra cosa que hacer que ocuparse de nosotros y de nuestros pequeños intereses.
Es además, aniquilar su propio juicio y reducirse a un papel pasivo, sin provecho para la vida presente y con seguridad perjudicial para el adelantamiento futuro. Si hay puerilidad en preguntar a los Espíritus por cosas fútiles, no la hay menos de parte de los Espíritus que se ocupan espontáneamente de lo que pueden llamar detalles caseros; pueden ser buenos, pero seguramente son muy terrestres.
20. Si una persona deja al morir sus negocios en confusión,¿puede pedirse a su Espíritu el que ayude a ponerlos en claro y se puede también preguntar sobre el haber real que ha dejado, en el caso que este haber no sea conocido, si es en interés de la justicia?
¿Vosotros olvidáis que la muerte es salir de los cuidados de la Tierra? Creéis vosotros que el Espíritu que es feliz por su libertad venga voluntariamente a volver a tomar su cadena y a
ocuparse de cosas que ya no le pertenecen, para satisfacer la ambición de sus herederos que pueden haberse alegrado de su muerte con la esperanza de que les será más provechosa? Habla de justicia; pero la justicia está en la decepción de su codicia; es el principio de los castigos que Dios reserva a su ambición por los bienes de la Tierra. Por otra parte, los enredos que algunas veces deja la muerte de una persona hacen parte de las pruebas de esta vida, y no está en el poder de ningún Espíritu el libraros, porque están en los decretos de Dios.
Observación. — La contestación anterior contrariará sin duda aquellos que se figuran que los Espíritus no tienen otra cosa que hacer que el servirnos de auxiliares lúcidos para guiarnos, no hacia el cielo, sino sobre la Tierra. Otra consideración en apoyo de esta respuesta. Si un hombre ha dejado durante su vida sus negocios en desorden por incuria, no es verosímil que después de la muerte tenga por ello cuidado, porque debe ser feliz de
haber quedado libre de las incomodidades que le causaban, y por poco que esté elevado les dará menos importancia como Espíritu que como hombre.
En cuanto a los bienes desconocidos que ha podido dejar, no tienen ningún motivo de interesarse por sus ávidos herederos que seguramente no se acordarían de él, si no esperasen sacar algún provecho, y si aun está imbuido de las pasiones humanas, puede tener un placer pernicioso por su contrariedad.
Si por interés de la justicia y de personas por las que tiene afecto,un Espíritu juzga útil hacer revelaciones de esta clase, lo hace espontáneamente, y para esto no tiene necesidad de ser médium, ni valerse de otro que lo sea; conduce al conocimiento de las cosas por circunstancias inesperadas, pero esto no es por las preguntas que se le hacen, considerando que esta pregunta no puede cambiar la naturaleza de las pruebas que deben
sufrir; sería más bien a propósito para agravarlas, porque casi siempre es un indicio de avaricia, y prueba al Espíritu que se ocupan de él por interés.
EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS. ALLAN KARDEC.
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