viernes, 11 de noviembre de 2016

PIEDAD FILIAL


                          
 PRESENTIMIENTO DEL FUTURO

                     20. La facultad de presentir los hechos futuros es uno de los  atributos del alma que se explica por la teoría de la presciencia. Jesús la poseía, al igual que todas las demás, en un grado sobresaliente.. 
Podía, por lo tanto, prever los acontecimientos que sobrevendrían a su muerte, sin que en ese hecho hubiera nada sobrenatural, pues vemos cómo se repite, delante de nuestros ojos, en las condiciones más comunes. No es raro que las personas anuncien con precisión el instante en que habrán de morir; eso se debe a que sus almas, en estado de desprendimiento, se encuentran como el hombre en la cima de una montaña  abarca el camino que habrá de recorrer y ve la meta. 

21. Es probable que en Jesús ese hecho se diera en un grado muy superior, si se considera que Él tenía conocimiento de la misión que había venido a cumplir, y sabía que la muerte mediante el suplicio sería necesariamente su consecuencia. La visión espiritual, que en Él era permanente, así como la penetración del pensamiento, debían de mostrarle las circunstancias y el momento fatal.- Por la misma razón, podía prever la destrucción del Templo y de Jerusalén, al igual que las calamidades que habrían de abatirse sobre sus 
habitantes y la dispersión de los judíos.

Predicciones del Evangelio 401 
EL GÉNESIS 
ALLAN KARDEC                             ************





EN LAS DENSAS TINIEBLAS

Mercedes Cruz 

El estudio  de la situación espiritual de la criatura humana, después de la muerte del cuerpo físico, no puede ser relegado a un plano secundario. Todas las civilizaciones que antecedieron a la gloria occidental en los tiempos modernos, consagran especial atención a los problemas del Más Allá.

La Tierra para el espirita  es una valiosa arena de servicio espiritual, así como un filtro en el que el alma se purifica  poco a poco en el curso de los milenios, adquiriendo cualidades divinas para la ascensión a la gloria celeste. Por eso, hay que sustentar la luz del amor y del conocimiento, en el seno de las tinieblas, tal como nos es necesario mantener el remedio en el foco de enfermedad.

La salvación solo es importante para el que desea salvarse.

Más allá del túmulo, se encuentran fieras humanas que habilitan en cuerpos carnales como las personas comunes. Si ellas fueran recogidas en los parajes de paz, sin la necesaria preparación, atacarían a los que allí moran espiritualmente, pues no debemos olvidar que el orden es la base de la caridad.

Las criaturas que se encuentran desprovistas después del túmulo tienen en su interior  un torbellino tenebroso, semejante a la tormenta externa  con motivo de los pensamientos  desorganizados de que se alimentan. Odian y aniquilan, muerden y hieren, alojarlos en los santuarios de socorro establecidos en el plano espiritual, equivaldría a introducir tigres hambrientos entre fieles que oran en un templo.

Semejante fase de inconsciencia y desvarío pasa  aunque persevere a veces por muchos años. Combatida por el temporal de las pruebas que le imponen el dolor de afuera hacia dentro, el alma se refunde, poco a poco, tranquilizándose hasta abrazar, por fin, las responsabilidades que creó para  si.

Las densas tinieblas, solamente son ocupadas  por las conciencias que se oscurecieron  en la práctica del crimen  deliberado,  apagando la luz del equilibrio de si mismas.  En esas regiones inferiores, no transitan las almas simples, sencillas, que  se encuentran sufriendo los errores  naturales  de las experiencias primitivas. Cada ser esta adherido, por imposiciones  de la atracción magnética, al circulo de evolución que  le es propio. Los salvajes, en su gran mayoría, hasta que no se desenvuelva en ellos el mundo mental, viven casi siempre confinados en la floreta que resume sus intereses y sus sueños, retirándose lentamente  del campo de la tribu, bajo la dirección de los Espíritus benevolentes y sabios  que los asisten….Las almas notoriamente primitivas, en gran parte, caminan al influjo de los buenos genios que las sustentan e inspiran, trabajando con sacrificio en las bases de la institución social y aprovechando los errores, hijos de las buenas intenciones, a la manera de enseñanzas preciosas que garantizan la educación de esas almas. En las zonas infernales propiamente dichas, apenas residen aquellas mentes que, conociendo las responsabilidades morales que les competían, se alejaron de ellas, deliberadamente, con el loco propósito de escarnecer al propio Dios. El infierno puede ser definido como un vasto campo de desequilibrio, establecido por la maldad calculada, nacida de la ceguera voluntaria y de la perversidad completa. Ahí viven esos espíritus, a veces hasta siglos. Espíritus que se bestializaron, fijándose en la  crueldad y el egocentrismo. 

Las criaturas perversas  están allí por muchos años;  almas extraviadas en la delincuencia  y en el vicio, que tengan posibilidades próximas  de recuperación permanecen allí  por periodos regulares  o ligeros, aprendiendo que el precio de las pasiones es demasiado  terrible. Las criaturas desencarnadas de este tipo que alcanzan el sufrimiento, el arrepentimiento  y el remordimiento, la dilaceración y el dolor, no obstante no hallarse  libres de las complejidades oscuras con que han sido arrojadas a  las tinieblas, las casas fraternales y de asistencia a los espíritus arrepentidos en el plano espiritual funcionan activas  y diligentes, acogiéndolos en todo lo que les es posible, y habilitándolos para que vuelvan a las experiencias  de  naturaleza expiatoria en la carne. 

Reconocemos  por tanto que la oscuridad es el molde que imprime brillo a la luz, el infierno, como región de sufrimiento y de desarmonía, es perfectamente posible,  constituyendo un establecimiento justo de filtración, al espíritu que se halla  en el camino de la Vida Superior. Todos los lugares infernales  surgen, viven y desaparecen,  con la aprobación del señor que tolera semejantes  creaciones en las almas humanas, como un padre  que soporta las llagas adquiridas por sus hijos, y que se vale de ellas para ayudarlos a valorar la salud. Las inteligencias consagradas a la rebeldía y a la criminalidad, aun admitiendo que trabajan para si, permanecen al servicio del Señor, que corrige el mal con el propio mal. Todo en la vida es movimiento hacia la victoria del bien supremo.

Esto nos lleva a la conclusión de que nuestras posibilidades de hoy, nos vinculan a las sombras del ayer, exigiendo de nosotros trabajo infatigable en el bien, para la construcción del Mañana  sobre las bases redentoras de Cristo.

Trabajo realizado por Merchita

Extraído del libro Acción y Reacción, De Francisco Candido Xavier


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                           PIEDAD  FILIAL

Sabéis  los mandamientos: No cometerás adulterio; no matarás; no robarás; no prestaréis falso testimonio; no haréis agravio a nadie; honrad a vuestro padre y a vuestra madre. (S. Marcos, cap. X,v,19; S. Lucas cap.XVIII,v.20; S.Mateo, cap. XIX, v 18 y 19).


Honrad a vuestro padre y a vuestra madre, a fin de que viváis largo tiempo en la tierra que el Señor vuestro Dios os dará. ( Decálogo: "Exodo, cap. XX,v.12)


"
El mandamiento: "Honrad a vuestro padre y a vuestra madre, es un corolario de la ley general de caridad y de amor al prójimo, ya que no puede amar a su prójimo, aquel que no ama a su padre y a su madre; pero, el término honrad, encierra un deber más para con ellos: el de la piedad filial.  Quiso Dios mostrar de esa forma que el amor se debe juntar al respeto, las atenciones, la sumisión y la condescendencia, lo que envuelve la obligación de cumplirse  para con ellos, de modo aún más riguroso, todo lo que la caridad ordena relativo al prójimo en general. Ese deber se extiende naturalmente a las personas que hacen las veces de padre y de madre, las cuales tanto mayor mérito tienen, cuanto menos obligatorio es para ellas el devotamiento. Dios sanciona siempre con rigor toda violación de ese mandamiento.

your Profile PhotoHonrar a su padre y a su madre, no consiste solo en respetarlos; es también asistirlos en la necesidad; es proporcionarles reposo en la vejez; y llenarlos de cuidados como ellos hicieron con nosotros en la infancia. Sobre todo para con los padres sin recursos, se demuestra la verdadera piedad filial. ¿Obedecen a este mandamiento los que creen que hacen gran cosa porque le dan a sus padres lo estrictamente necesario para no morir de hambre, mientras que ellos de nada se privan, o echándolos a las habitaciones más pequeñas de la casa, solo por no dejarlos en la calle, reservando para sí lo que hay de mejor y de más confortable?.. ¡ Afortunadamente, cuando no lo hacen de mala gana o no los obligan a comprar caro lo que les queda por vivir, descargando sobre ellos el peso del gobierno de la casa ! 

¿Serán entonces los padres viejos y débiles quienes tienen que servir a los hijos jóvenes y fuertes?.         
¿ Les vendía la madre su leche cuando los amamantaba?    ¿ Contó por ventura sus vigilias, cuando ellos estaban enfermos;  los pasos que dieron para obtenerles lo que necesitaban?. ¡ NO! . Los hijos no deben a sus padres  pobres, solo lo estrictamente necesario, sino que les deben dar también en la medida que puedan, los pequeños detalles superfluos, las solicitudes, los cuidados amables, que deberán estos recibir sin el interés de hacerlo como cobro de una deuda sagrada. Únicamente esa es la piedad filial grata a Dios.

¡ Ay pues, de aquel que olvida lo que debe a los que lo ampararon en su debilidad, que con la vida material le dieron la vida moral, y que muchas veces se impusieron duras privaciones para garantizarle el bienestar ! ¡Ay del ingrato!: ¡ será castigado con la ingratitud y el abandono !; ¡ Será herido en sus más caros afectos, algunas veces ya en la existencia actual, pero con certeza, en otra, en la que sufrirá lo que haya hecho sufrir a otros.


( de autoría desconocida).


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                        EXORCISMO.
El casi total desconocimiento de la vida espiritual o la ignorancia al respecto, son responsables de las extrañas prácticas de exorcismo desde épocas... remotas. La presunción y falso conocimiento de las personas que se creen capacitadas para imponer su falsa autoridad sobre otro, hacen que transfieran el mismo sentimiento a los espíritus sufrientes o perversos que embisten contra aquellos a quienes afligen con insistente crueldad.
La obsesión es el resultado del intercambio psíquico, emocional o físico, entre dos seres que se aman o se detestan. La raíz del fenómeno se encuentra, en la identificación vibratoria que facilita el proceso perturbador. Aquel que se sintió engañado o traicionado por su opositor, busca retribuir el mal que sufrió, imponiéndole la crueldad de la persecución sin cuartel, desde el mundo espiritual donde hoy se encuentra.
Disponiendo de mayor campo de comprensión mental y de técnicas sofisticadas para imponer su voluntad, sobre aquel a quien detesta y desea martirizar, establece el intercambio nefasto, que culmina con la instalación de disturbios, que se convierten en sufrimiento de corto o largo curso, siempre dolorosos. Otras veces, son vinculaciones amorosas de cualidad inferior, en las cuales ambos intercambian sentimientos vulgares, que los llevan a una convivencia mental de torpes satisfacciones o de deseos inconfesables, que la muerte de uno de ellos no permite realizar más.
La obsesión solamente se instala, porque hay receptividad del paciente, que lo envuelve en las mallas constrictoras. Cualquier tentativa de tratamiento, deberá iniciarse con el conocimiento de las razones que desencadenaron el acontecimiento infeliz. No hay razón para que alguien imponga su voluntad sobre la de otra, y especialmente en lo que respecta a las ingratas obsesiones, también, a nadie se le ha dado el derecho de afligir a su prójimo sin incurrir en la auto punición, de cara a las soberanas leyes que se establecen en la vida de todos.
La imprudencia y las pasiones que predominan en la naturaleza humana, lo llevan a desviarse en el cumplimiento de sus deberes, transformándose en insensato enemigo de su compañero de jornada, quien entonces, sufre la crueldad o persecución sistemática, afligiéndolo, y generándole situaciones embarazosas mediante las cuales se siente feliz…
Esa conducta nefasta, que muchas veces pasa inadvertida para la víctima, luego de su desencarnación pasa a entender lo que le ocurrió, y mediante procesos de sintonía y afinidad, se vincula a su verdugo, y al no poseer valores ético-morales para comprender el perdón, toma la maza de la justicia en sus manos y se cree con el derecho de desquitarse de aquel que tanto daño le hizo. Si tuviese otro conocimiento de la vida, de sus leyes y de la Justicia Divina, que jamás engaña o desvía, y se apoyara en el olvido del mal para tornarse feliz, se liberaría mentalmente de quien lo ha atormentado y ha sido responsable por su desdicha.
Sin embargo, la inferioridad moral de la víctima, cualidad peculiar en la mayoría de los temperamentos humanos, impone la venganza como el mejor mecanismo para cobrar el mal que padeció, tornándose, a su vez, en perseguidor, cuando podría continuar siendo creadora del respeto, en su condición de acreedor compasivo. Siendo así, la práctica del exorcismo resulta inútil, particularmente en lo atinente a los llamados gestos sacramentales y las palabras cabalísticas, que producen risa en los Espíritus perseguidores, más aún cuando los Espíritus burlones, se complacen acompañando al ridículo de aquellos que pretenden expulsarlos con comportamientos extraños, sin ningún requisito moral que los acredite en la terapéutica curativa.
Cuando ocurren resultados positivos en el tratamiento de la obsesión por medio de ese recurso, se debe a las cualidades espirituales del terapeuta y no a los rituales extraños que realiza, por cuanto, solamente las energías elevadas, que devienen de una conducta moral y mental, pueden apartar a los Espíritus infelices de aquellos que padecen la imposición penosa. A pesar de eso, para que el proceso curativo se de correctamente, son indispensables la transformación ética del paciente, en sus actividades de beneficencia y de fraternidad y en el compromiso con el amor y la oración, a fin de revestirse de valores elevados que le permitan la sintonía con otras fajas vibratorias, evitando la influencia de nuevas perturbaciones.
Es ahí el porque, en el tratamiento de las obsesiones, el diálogo con el enfermo espiritual se torna esencial, a fin de esclarecerlo en cuanto al mal que ejecuta, cuando podría ser feliz liberando a su opositor y entregarlo a su propia conciencia y a la Conciencia Divina. Prosiguiendo en la obstinación de hacer el mal a quien lo perjudicó, permanece sufriendo, afligiéndose sin cesar, cuando tiene el derecho de disfrutar de paz y renovación, ya que todos nos enrumbamos hacia la felicidad a la que estamos destinados.
El proceso de iluminación interior es la meta fundamental de todas las experiencias espirituales, por proporcionar direccionamiento saludable y equilibrado a quien experimenta el infortunio, resbalando por las rampas del odio y de las pasiones más primitivas.
Cuando Jesús, exhortaba a los Espíritus inmundos y a la Legión a que abandonasen a aquellos a quienes atormentaban, había en el Maestro la energía liberadora que interrumpía el flujo de la obsesión. Además, el Señor sabia cuando terminaba la deuda del antiguo verdugo, liberándolo del dolor. A su vez, las Entidades infelices lo veían aureolado de luz y se conmovían ante su irradiación, alterando su conducta y descubriendo la necesidad de cambio en su comportamiento.
A través de los tiempos, algunos seguidores de la doctrina cristiana, enfrentando a los Espíritus enfermos y vengativos, intentaron repetir las hazañas del Nazareno, muy distantes sin embargo, de las cualidades vibratorias indispensables para el acometimiento superior, fracasando de inmediato en sus objetivos. Y cuando eso acontecía sin poseer resistencias psíquicas propias, se irritaban, pasando a exigencias descabelladas, cuando no se entregaban a griterías y pugnas verbales injustificables con los obsesores, que se fortalecían en dichos combates.
Con el conocimiento del Espiritismo, gracias a las seguras informaciones ofrecidas por los mismos desencarnados, se pueden descubrir las saludables terapias para atender las obsesiones y sus víctimas, atendiendo no sólo al encarnado, sino también al hermano que sufre más allá de la cortina carnal, quien sufre la influencia perversa y continua, experimentando sinsabores y amarguras.
La criatura humana, sedienta siempre de novedades, y sufriendo las consecuencias de su conducta arbitraria, resbala en los profundos fosos de las obsesiones, pero deseando recibir ayuda sin el mayor esfuerzo, se adhiere a los procesos de exorcismo, en escenas grotescas de debates entre los presuntuosos terapeutas y los Espíritus, provocando admiración y creciente fascinación. Sucede que, en muchos casos, aquellos que aturden a los negligentes, a fin de volver a la carga posteriormente, fingen estar arrepentidos del mal que están practicando, y abandonan a su compañero espiritual, sólo por algún tiempo, volviendo después con mayor carga de aflicción y rebeldía.
En cualquier situación de enfermedad espiritual, las conductas terapéuticas a adoptar son la compasión y la caridad, el amor y el perdón en relación a la víctima, así como a su perseguidor, ambos incursos en los soberanos códigos de la Vida de los cuales ninguno consigue huir.


Espíritu: Manoel Philomeno de Miranda
Médium: Divado Franco

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       LOS COMENSALES DEL ASTRAL INFERIOR.

André Luiz en el libro Misioneros de la Luz, capítulo 11, nos presenta con una excelente explicación respecto a los ambientes de la Tierra:

"En poco tiempo, distanciándonos de los núcleos suburbanos nos encontramos en las inmediaciones del gran matadero.

Mi sorpresa no tenía límites, porque observé la actitud de vigilancia asumida por mi orientador, que penetró firmemente por la larga puerta de entrada. Por las vibraciones ambientales, reconocí que el lugar era de los más desagradables que conociera hasta entonces, en mi nueva fase de esfuerzo espiritual. Siguiendo a Alexandre muy de cerca, vi a numerosos grupos de entidades francamente inferiores que se alojaban aquí y allá. Ante el local en que se procesaba la matanza de los bovinos, percibí un cuadro estremecedor. Gran número de desencarnados, en lastimables condiciones, se atiraban a los borbotones de sangre viva, como si procurasen beber el líquido con sed devoradora.....
Alexandre percibiera el asombro doloroso que se apoderó de mi, y me esclareció con serenidad:
- ¿Está observando, André?. Estos infelices hermanos que no nos pueden ver, por la deplorable situación de embrutecimiento e inferioridad, están sorbiendo las fuerzas del plasma sanguíneo de los animales. Son hambrientos que causan piedad.

Pocas veces, en toda la vida, yo experimenté nunca tamaña repugnancia.
Las escenas más tristes de las zonas inferiores que, hasta allí, pudiera observar, no me habían impresionado con tamaño amargor.

¿Desencarnados en busca de alimentos de aquella especie?. ¿Matadero lleno de entidades perversas?, ¿Qué significaba todo aquello?. Recordé mis reducidos estudios de Historia, remontándome a la época  en que las generaciones primitivas ofrecían a los supuestos dioses, la sangre de toros y cabritos.

¿ Estaría allí, en aquel cuadro horripilante, la representación antígua de los sacrificios en altares de piedra?.Dejé que las primeras impresiones me calentasen el cerebro, al punto de sentir, como en otro tiempo, que mis ideas recorrían en estado de excitación.
Alexandre, con todo, solicito como siempre, se acercó más cariñosamente a mi y me explicó:
-¿ ^Por qué tamaña sensación de pavir, mi amigo?. Salga de sí mismo, quiebre la concha de la interpretación personal y venga para el largo campo de la justificación. ¿ No visitamos nosotros, ambos, en la esfera de la Costra, las carnicerías más diversas?. Recuerdo que en mi antíguo hogar terrestre, había siempre una gran alegría familiar por la matanza de los cerdos. La carcasa de carne y las grasas, significaban abundancia de cocina y confort del estómago. Con el mismo derecho, se acercan los desencarnados, tan inferiores como ya lo fuimos, de los animales muertos, cuya sangre humeante les ofrece vigorosos elementos vitales"
( Publicado por "Espiritismo Animais")

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