jueves, 4 de mayo de 2017

¿ Se puede conocer el futuro?

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Contenido de este blog en este día:

- El hombre biónico en la expectativa espírita
-Cada dia es un nuevo principio....
- ¡ El faro de los Siglos !
- ¿ Se puede conocer el futuro ?


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EL HOMBRE BIÓNICO, EN LA
EXPECTATIVA ESPIRITA


Jorge Hessen
Recientemente el Museo de la Ciencia de Londres exhibió un prototipo de “hombre biónico”, construido con órganos y miembros artificiales, provenientes de varias partes del mundo. Richard Walker, perito en robótica, afianza que diversas prótesis empleadas en el “hombre biónico”, pasaron por evaluaciones clínicas y son empleadas en la vida real, a fin de perfeccionar la vida de deficientes físicos. John Maguire, reportero de La BBC, describe que es posible oír las palpitaciones cardiacas del “hombre biónico” y ver sus órganos funcionando.
En Barcelona, hace tres años, Neil Harbisson creó la Fundación Ciborgue, a fin de auxiliar personas a lidiar con la incorporación de dispositivos tecnológicos (prótesis) en el cuerpo físico. Harbisson cree no haber nada más humano que usar la tecnología como parte del cuerpo. Hace diez años, él mismo, que sólo ve el mundo en blanco y negro, ha puesto un "ojo electrónico" (como una antena) acoplada a su cabeza, interligado a un programa de computador que identifica y describe los colores para el cerebro.(1)
El renombrado físico británico Stephen Hawkins fue diagnosticado, en 1963, con Esclerosis Lateral Amiotrofia (ELA) o “dolencia de Charcot”, molestia degenerativa que paraliza los músculos del cuerpo. En la década de 1980, fue capaz de usar pequeños movimientos del pulgar para mover un cursor de ordenador de forma para escribir frases. Su condición empeoró más tarde y hubo de cambiar para un sistema que detecta el movimiento en su infrarrojo instalado en sus ojos, que mide, a su vez, los cambios en la luz.
En 2011, Hawking permitió que analizasen su cerebro empleando un dispositivo llamado Brain (2), desenvuelto por la Neurovigil, con sede en el Valle del Silicio (EUA). Posteriormente, Intel anunció que había comenzado a trabajar en la creación de un nuevo sistema de comunicación para Hawking, después de un pedido del físico al cofundador de la empresa, Gordon Moore. El fabricante de chips desarrolló un nuevo software de reconocimiento facial en 3D para acelerar la velocidad con la que Hawking pudo escribir.
Imaginemos un brazo o una pierna biónico que puedan ser conectados enteramente en el sistema nervioso del hombre. Eso podrá admitir que el cerebro domine el funcionamiento de dispositivos tecnológicos y que su portador reciba impresiones detectados por él, como el calor de una llama o la comprensión de un apretón de manos. En verdad controlar un cursor en la pantalla de un ordenador usando apenas la mente y las descargas eléctricas del cerebro no es ninguna noticia inédita. Hay muchos usos para esa tecnología, incluyendo el desarrollo de técnicas para restaurar la comunicación de pacientes que perdieron el habla debido a daños cerebrales o a sus cuerdas vocales. Los investigadores ya utilizan los llamados implantes neurales para que los pacientes puedan “hablar” directamente con el ordenador.
Las interfaces cerebro-ordenador normalmente usan implantes colocados en el córtex motor – los pacientes mueven el cursor pensando en mover un brazo o una pierna, por ejemplo. Los chips neurales son implantados en la superficie del cerebro de personas con epilepsia para rastrear la fuente de los disparos neurales que causan las crisis. Si estuviésemos en la década de 1960, estaríamos asombrados con la tecnología actual. Permaneceríamos asombrados, seguramente, ante el avance científico dentro del cual la vida terrestre va velozmente marchando para un futuro prometedor.
“Todo se debe hacer para llegar a la perfección y el propio hombre es un instrumento del que Dios se sirve para atender Sus Fines. Siendo la perfección la meta a la que tiende la naturaleza, favorecer esa perfección es corresponder a las miras de Dios.”(3) Es evidente que la ciencia realiza hazañas sorprendentes en todas las esferas de la materia; con todo, urge que nuestros sentimientos permanezcan conectados con las leyes del amor que Cristo nos dejó. Los legítimos aspectos de la evolución científica no serán exclusivamente el de una automatización de la realidad social, sin embargo y principalmente, si será el de una sociedad más fraterna y tranquila, en la que el bien prepondere y en la que todos tengan la probabilidad de disfrutar de la tecnología.
La Doctrina de los Espíritus viene a cooperar en la deterioración del materialismo y en el mejoramiento moral del hombre, ya sea comprobando la vida espiritual, ya sea ofreciendo contenido revolucionario para la instauración de una sociedad construida con los alicientes del amor ante los nuevos tiempos que ya se inician.
Agradezcamos los bienes que Dios otorga para la comodidad y desarrollo material de la sociedad, entretanto no descuidemos la edificación moral, pues solamente con el esfuerzo y la disciplina moral obtendremos el sostén psicológico y espiritual para resistir los requisitos de esta Nueva era que ya toca las palmas en la puerta del Planeta.
De ese modo, es imperioso solidarizarnos y respetarnos unos a los otros, sin que el avance tecnológico y la comodidad terrena consistan en ser matriz de enfado o delito moral, y la conquista científica se levante en un esplendido castillo en el que seguiremos padeciendo bajo el guante del dolor y la mengua del amor. Valoremos la ética con la que será hecha la excavación científica y los beneficios que puedan traer para el hombre hoy y en el futuro.


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                 Cada día es un nuevo principio ... 


Cada amanecer es como un nuevo principio, de todas las cosas, y pudiera decirse que empezamos a vivir, pues tenemos enteramente en nuestras manos la vida de aquel día. Y cuando la mañana llega con su renovadora resurrección de la naturaleza, debiéramos dejar para siempre atrás todos los ayeres. Nos basta saber cómo la vida de ayer ha determinado en nosotros la de hoy. Y cuando otra vez vuelva el mañana con su renovadora resurrección de la naturaleza, todas la mañanas deberían ser mañanas por las cuales no nos preocupáramos, pues nos basta saber que nuestra vida de hoy determinará la de mañana. 

"Cada día es un nuevo comienzo. Cada mañana aparece el mundo como creado de nuevo. ¡OH! tú gimes bajo el peso de tus culpas y tristezas, ahí tienes una esperanza para tí; una esperanza para mí y para ti".

"Pasadas están las cosas pasadas, las acabadas labores y las lágrimas vertidas. Deja que el ayer cubra los errores del ayer, porque las heridas de ayer, su escozor y hemorragia, sanaron con la medicina que vertieron. Dejémoslos, ya que no podemos borrarlas ni desvanecerlos. ¡Dios en su gran misericordia los perdonará! Sólo es nuestro el nuevo día. El hoy es nuestro; sólo el hoy. Allí están los cielos de esplendor bruñidos; allí está la muerta tierra renacida; los cansados miembros revuélvanse ligeros de cara al sol y participan con la mañana del bautismo de rocío y de la frescura del alba. Cada día es un renovado comienzo. Escucha ¡OH! alma mía, los alegres cantos y desecha pasadas tristezas, viejos pecados, angustiosos presagios y posibles penas. Toma aliento con el día y recomienza tu tarea". 
Y recomiénzala a las primeras hora del nuevo día, con todas sus glorias y riquezas, con sus sublimes y eternamente determinantes posibilidades y hazlo así a cada hora siguiente, en cuanto llegue, pero no antes de que llegue. Este es el secreto de la formación del carácter. Por este sencillo método podrá llegar quien quiera a la más alta vida que cabe concebir, pues nada hay que por él no pueda realizarse, como quiera, doquiera y cuando quiera. 

Todos podemos alcanzar esta vida, porque en las posibilidades de todos está el alcanzarla y nadie hay que, al menos durante una hora, no pueda elevarse a tan alta vida si ardientemente lo anhela. Pero aun si con ahínco se esfuerza en elevarse a la vida superior, actuará en él la ley según la cual cada cosa engendra su semejante y lo capacita para irse acercando de hora en hora a ellas hasta que sin ulterior esfuerzo llegue a ser su natural y ordinaria vida. 

De este modo se llega al amor y alianza con lo supremo y óptimo del universo; y por consiguiente, lo supremo y óptimo del universo llega a estar también en alianza y amor con quien tan alta cumbre alcanza.



Rodolfo Waldo Trine.                                      
Extraído del Libro: "En armonía con el Infinito".
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             ¡ EL FARO DE LOS SIGLOS !
 Desde que los primeros pobladores de la Tierra se refugiaron en las profundidades de los bosques vírgenes y en las lóbregas cavernas escondidas en los senos de las montañas; desde que la raza humana, cumpliendo la divina ley de la reproducción, fue formando numerosas familias y los niños alegraron los bosques con sus gritos y los gérmenes de la vida universal fueron llenando los campos y se formaron  las tribus y los hombres comenzaron a disputarse los primeros frutos y a trazar las primeras líneas divisorias de las futuras ciudades, desde aquellos tiempos remotísimos, comenzaron a comunicarse los muertos con los vivos. ¿De qué modo?, ¿de qué manera?, ¡quién sabe! Pero es lo cierto que hubo profetas, adivinos, augures, magos, sibilas, seres superiores a la generalidad de los hombres, cuyos mandatos eran obedecidos fielmente y eran, puede decirse, los guías de aquellas multitudes que sentían ya la imperiosa e imprescindible necesidad de tener quien los guiara en el tormentoso mar de la vida. Pasaron los siglos, los hombres se fueron posesionando del vasto territorio de este mundo, las ambiciones levantaron su cabeza de águila, la lucha por la existencia se fue haciendo cada vez más empeñada y más cruel, se despertaron todas las innobles pasiones convirtiendo la Tierra en una verdadera casa de fieras donde vencían los más fuertes, los más sanguinarios, los más crueles, y no bastando ya las predicaciones de los profetas y de los oráculos, fueron viniendo sucesivamente los Enviados, los Mesías, los Elegidos, los seres verdaderamente superiores para encauzar los desbordados ríos de todas las concupiscencias, de todos los atropellos, de todas la crueldades imperantes en una sociedad donde aún no sabía apreciarse el valor de las virtudes, de los altruismos, de los sacrificios; era el caos con todos sus horrores. Pero en medio de aquel desorden, en medio de tan encontradas y diversas pasiones, no faltaba algún "inspirado", algún "iniciado" en el ocultismo del más allá, que reuniese en torno suyo a varios hombres de humilde condición; les hablaban de un mundo mejor donde las almas renacían de nuevo y desde su nueva morada protegían a sus deudos para que éstos, a su vez, practicando todas las virtudes, fueran merecedores de llegar a la "tierra de promisión" a gozar lo que no habían gozado en este destierro. Las guerras ensangrentaron la superficie de la Tierra, las ciudades más florecientes fueron pasto de las llamas; pero en medio de todas las hecatombes siempre resonaron las voces proféticas de los guías de la humanidad. La sombra de todas las monstruosidades ocultaba los rayos del sol; pero brillaba siempre el "faro de los siglos"; la comunicación de los "muertos" con los "vivos" jamás se vio interrumpida; el Espiritismo ejercía su acción moralizadora en todas las esferas sociales, unas veces envuelto en el mayor misterio, aterrando sus manifestaciones a la masa indocta del pueblo que no podía explicarse lo que ante sí se desarrollaba, y otras veces se juntaban en apretado haz hombres eminentes, y los sabios se esparcían por la Tierra fundando escuelas filosóficas, llenando el mundo con los resplandores de su ciencia, divulgando secretos ante sus numerosos discípulos, los cuales miraban todos a un punto, a la cumbre de una montaña elevadísima donde brillaba un faro alimentado por una substancia divina, un faro cuyos luminosos resplandores nunca palidecieron, porque el "faro de los siglos" tiene un torrero inmortal. ¿Cuándo brilló por vez primera? ¿Cuándo su vivísima claridad dominó las tinieblas terrestres? ¿Cuándo los primeros muertos se comunicaron con los vivos? ¡Nadie puede precisar la fecha! No hay números suficientes para formar la suma de los siglos que han transcurrido desde que la raza humana se enseñoreó y se posesionó de la Tierra; pero sí estamos plenamente convencidos de que cuando el sol brilló en Oriente, "el faro de los siglos" ya compartía con él su soberanía, puesto que los hombres siempre han estado sujetos a la ley de transformación. Se han ido sucediendo las civilizaciones; lo que ayer era misterioso e inadmisible, hoy se acepta como la manifestación más sencilla y más natural de la eterna vida del espíritu. Hoy estamos al habla, como dicen los marinos, con nuestra gran familia del espacio; hoy los sabios se confiesan vencidos y dicen, a pesar suyo, que el Espiritismo es una gran verdad. ¿Se puede negar que brilla el sol? No. Pues de la misma manera no puede negarse que los muertos hablan con los vivos. 
"El faro de los siglos" brilla en la cumbre más alta de las montañas del infinito. Su luz eterna no morirá jamás, y cuando llegue el momento en que la Tierra, cumpliendo las eternas leyes, quede reducida a un montón de ruinas, sobre sus piedras heladas irradiará aún la luz del faro eterno guardando las cenizas de las humanidades que un día vivieron protegidas por "el faro de los siglos", faro eterno cuya luz jamás se extinguirá, porque el torrero que se cuida de ella ¡es Dios mismo! 
Sí, ¡el Espiritismo es el faro de los siglos! ¡Bendita sea su inextinguible luz! ¡Benditas sean las comunicaciones de los muertos, pues ellas son la VIDA de los vivos!
 AMALIA DOMINGO SOLER
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           ¿SE PUEDE CONOCER EL FUTURO ?
   Hay clarividentes que, con independencia de que ellos lo deseen o no, pueden a modo de intuición, percibir a grandes rasgos acontecimientos futuros con el fin de poder cambiar a veces una realidad presente que pueda modificar ese futuro visto o intuido, ( Facultad de Profecía).
 El sentido de tiempo pasado, presente y futuro, lo tenemos en esta dimensión física nuestra, pero no así en el Plano espiritual, en el que todo permanece en un permanente y eterno presente.
     El tiempo no es algo que pasa y nos envejece, sino un camino más o menos largo que cada uno recorremos por la vida física, momento a momento, a través de un eterno y constante presente.
     El pasado supone el tramo del camino que ya hemos recorrido y al que ya no regresaremos nunca más, por lo que aunque existió cuando era el presente, en el instante siguiente ya solo es recuerdo pasado y nunca más realidad. El presente es el punto del camino en donde nos encontramos en cada momento, y el futuro es el tramo del camino que aún nos falta por recorrer pero que en realidad es algo que todavía no existe ni ha existido nunca. Sin embargo, ¡el camino que recorremos en la evolución como en la vida, es uno solo,¡ y siempre el mismo!.
Por eso en nuestra dimensión física solo conocemos el tramo recorrido al que ya no podemos retroceder, (pasado) y el tramo en el que transitamos ahora en este instante,(presente), pero no vemos el tramo que nos queda porque no existe aún; en realidad solo existe un eterno presente .
El auténtico Clarividente, no es un médium, aunque puede coincidir con otra facultad propiamente mediúmnica, pero en todo caso, sí que es un gran sensitivo que se puede conectar  algunas ocasiones con el futuro previsto, aunque solo a grandes rasgos, porque el futuro  depende de cada acto del presente.
Lo que resulta obvio es que si en nuestra dimensión y plano físico, el futuro nos está naturalmente velado y no se conoce, es porque si pudiésemos normalmente conocerlo, ello nos condicionaría y nos quitaría la libertad al perder la motivación por esforzarnos a crearlo en cada momento del presente.
Otra variante  parecida, es la conocida como Psicometría o Profecía por la que se “lee” o se penetra en el futuro de otra persona, percibiendo a grandes rasgos los acontecimientos que le pueden sobrevenir en el futuro.  Esta facultad es  bastante rara y puede ser activada tan solo por el contacto del “psíquico”, con el aura psíquica de otra persona, o incluso con un objeto personal de esa persona que se encuentre “impregnado” de su energía psíquica.
En todo caso, tengamos presente que el futuro a nivel individual lo tenemos cada uno en nuestras manos y depende de lo que hagamos en nuestro presente de cada día y cada momento. A nivel de sociedades, países y naciones, en todo el globo planetario, ese futuro será la resultante de los actos de cada día, de todos los seres humanos que poblamos el planeta. Así, no echemos la culpa a Dios si el futuro global o el individual son malos, porque eso será obra nuestra, y a su vez, si el futuro es feliz, agradezcámoslo a Dios, porque nos ha dejado el mérito de esa cosecha de felicidad que antes hemos tenido que sembrar en nuestro presente.
Siempre han existido y existen muchos charlatanes y embaucadores que intentan vivir del engaño haciendo creer a los demás en sus “poderes” falsos. Pero sin embargo, bien es cierto que han existido Profetas auténticos, que sin ellos pretenderlo, a veces les ha llegado a la mente como un “fogonazo” de imágenes o presentimientos que ni ellos mismos saben muchas veces interpretar . Es de resaltar que la mayoría de las veces, estas “visiones” o “profecías”, son de carácter negativo y catastrofista, como si con ellas se quisiera advertir al Ser humano para que rectifique sus pasos en el presente a fin de evitar esas traumáticas consecuencias de sus actos para el futuro. Este fenómeno no se sabe a qué mecanismo obedece, aunque tal vez algún  día la Ciencia encuentre las claves para su explicación.
       La facultad de Profecía, puede acontecer por razones mediúmnicas y también, más frecuentemente,  anímicas, cuando en este caso la persona no es un médium canalizador, sino un sujeto sensitivo que capta por sí mismo la frecuencia psíquica que hay en los ambientes físicos y no porque otro Ser ajeno a ella le transmita nada.
- Jose Luis Martín-

 “He aprendido que para ser profeta basta con ser pesimista”
              -Elsa Triolet (1896-1970),escritora francesa-
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