sábado, 30 de septiembre de 2017

Radiestesia y Espiritismo


Sumario de temas para hoy:

- El Periespiritu
- Cambio de ciclo evolutivo
- Radiestesia Y  Espiritismo
-






EL PERIESPÍRITU

DEFINICIÓN,ORIGEN Y NATURALEZA 

El periespíritu es  una condensación del fluido cósmico universal en torno de un foco de inteligencia, o Alma. Es el envoltorio semimaterial del Espíritu y el lazo que une el Espíritu a la materia del cuerpo. Por tanto,en los Espíritus desencarnados el periespíritu forma el cuerpo fluídico que ellos tienen, mientras que en los Espíritus encarnados es el órgano semimaterial que une el cuerpo físico al Espíritu, siendo de esa forma el órgano de transmisión de todas las sensaciones. Se dice que el periespíritu es semimaterial porque por su origen pertenece a la materia (Fluido Universal), y a la espiritualidad por su naturaleza atérea. Por su naturaleza, en estado normal, el periespíritu es invisible, por tanto, puede sufrir modificaciones que lo tornen perceptible y hasta tangible, o sea posible de ser visto y tocado.

El Espíritu extrae su periespíritu de los elementos contenidos en los fluídos ambientales de cada mundo, de donde se deduce que los elementos constitutivos del periespíritu varían conforme los mundos. La naturaleza del periespíritu está siempre en relación al grado de adelanto moral del Espíritu, por tanto conforme sea más o menos depurado el Espíritu, su periespíritu se formará de las partes más puras o más groseras del fluído peculiar del mundo en donde venga a encarnar.


PROPIEDADES

El perispíritu no se halla encerrado en los limites del cuerpo, como en una caja. Por  su naturaleza fluídica, es expansible,  irradia hacia el exterior y forma en torno del 
cuerpo una atmósfera que el pensamiento y la fuerza de voluntad pueden dilatar con mayor o menor intensidad. La Ciencia comprueba eso a través de fotografías con la máquina Kirlian.

Siendo el periespíritu de los encarnados de naturaleza idéntica a la de los fluídos del mundo espiritual, los asimila con facilidad, como una esponja se embebe un líquido. Actuando esos fluídos sobre el periespíritu, este a su vez, reacciona sobre el organismo material con el que se encuentra en contacto molecular. Si los efluvios son de buena naturaleza el cuerpo representa una impresión saludable; si son malos, la impresión es penosa. Si son permanentes y enérgicos, los malos efluvios pueden ocasionar desórdenes físicos; no es otra la causa de ciertas enfermedades.

En virtud de su naturaleza etérea, el Espíritu propiamente dicho, no puede actuar sobre la materia grosera, sin intermediario, esto es, sin el elemento que lo ligue a la materia. Ese intermediario que es el periespiritu, es el principio de todas las manifestaciones espíritas y anímicas, pues posibilita al Espíritu actuar sobre la materia.

El periespíritu es el intermediario por el que se procesa la transferencia de los fluídos, de la energía, en los procesos de curas y pases espirituales.

FUNCIONES

El periespíritu es el organismo que personaliza e individualiza al Espíritu y lo identifica en cuanto a la apariencia. El alma después de la muerte jamás pierde su individualidad. Ella comprueba esa individualidad, a pesar de no poseer ya el cuerpo material, a través de un fluído que le es propio, formado en la atmósfera de su planeta y que guarda la apariencia de su última encarnación; su periespíritu. A través de él que es un ser abstracto como el lo es el Espíritu, se torna un ser concreto, definido y aprensible por el pensamiento.
 
                                    Órgano sensible del Espíritu:

El periespíritu es el órgano de transmisión de todas las sensaciones del Espíritu. El cuerpo recibe una sensación que viene del exterior, el periespíritu que está ligado a ese cuerpo transmite esa sensación al Espíritu, que es el ser sensible e inteligente que la recibe. Y viceversa: cuando el acto es de iniciativa del Espíritu, el periespíritu transmite y el cuerpo ejecuta.

                           
                Principio de las Comunicaciones:

Para actuar en la materia, el Espíritu precisa de materia. Como ya fue dicho, en virtud de su naturaleza etérea, el Espíritu, propiamente dicho, no puede actuar sobre la materia grosera sin un intermediario que lo ligue a esa materia. Ese intermediario, que nosotros llamamos periespíritu, nos faculta la clave de todos los fenómenos espíritas de orden material. Por tanto, el periespíritu es el órgano de manifestación utilizado por el Espíritu en las comunicaciones con el plano de los espíritus encarnados.

SEDE DE LA MEMORIA Y DE LA SENSIBILIDAD

Es común encontrarnos algunos autores espíritas que confunden algunos atributos del Espíritu como si fuesen del periespíritu. La sede de la memoria es uno de ellos. Según Kardec, el Espíritu es quien posee la sede de la memoria, pues él es el ser inteligente, pensante y eterno. Sin el Espíritu, el periespíritu es una materia  inerte privada de vida y sensaciones. Es importante recordar que los Espíritus al pasar de un mundo a otro, cambian de periespíritu de acuerdo con la naturaleza de los fluídos ambientales. Si la sede de la memoria residiese en el periespíritu, el Espíritu la perdería cada vez que tuviese que cambiar la constitución íntima de su envoltorio fluídico.

La misma cosa se da cuando nos referimos a la sede de la sensibilidad. El Espíritu es quien ama, sufre, piensa, es feliz, está triste, o sea, en él residen todas esas sensaciones o facultades. El periespíritu apenas es un órgano que transmite todas esas sensaciones, por tanto es un instrumento al servicio del Espíritu, Luego, según Kardec, es incorrecto decir que en el periespíiritu quedan marcadas o grabadas ciertas memorias o actos del Espíritu durante su vida. Como ya vimos, el periespíritu es materia; no piensa ni tiene memoria. Eso son atributos del Espíritu.


MOLDE DEL CUERPO FÍSICO

Otra cuestión polémica es si el periespíritu es el molde del cuerpo físico. Analizando detenidamente la cuestión a la luz de la Codificación Espírita hecha por Kardec, llegaremos a la conclusión de que el periespíritu no es el molde, modelo o forma del cuerpo físico, Si es el principio director de la vida organizada, el elemento de la aglutinación, de organización de la materia obediente a las leyes biológicas y es comandado por el Espíritu. Citaremos solo tres pasajes de las obras de Kardec para demostrarnos lo expuesto:

" La Génesis"- cap. XI-11 :

" Para ser más exacto, es preciso decir que es el propio espíritu que moldea su envoltorio y loo adecúa a sus nuevas necesidades, lo desarrolla y le completa el organismo, a medida que experimenta la necesidad de manifestar nuevas facultades, en una palabra, lo talla de acuerdo con su inteligencia."


"La Génesis" - cap. XI - 18:

" Cuando el Espíritu tiene que encarnar en un cuerpo en vías de formación, un lazo fluídico que no es mas que una expansión del periespíritu, lo liga al germen que lo atrae por una fuerza irresistible desde el momento de la concepción. Bajo la influencia del principio vital material del germen, el periespiritu, que posee ciertas propiedades de la materia, se une, molécula a molécula, al cuerpo en formación, en donde se puede decir que el Espíritu, por intermedio del periespíritu se enraiza, de cierta manera, en ese germen, como una planta en la tierra.... "En el desencarne ocurre exactamente lo contrario : el periespíritu se desprende molécula a molécula, conforme se uniera al Espíritu, le es restituida la libertad. Así,  no es la partida del Espíritu la que causa  la muerte del cuerpo, y sí que, la muerte del cuerpo es la que determina la partida del Espíritu.

Finalmente, en "El Libro de los Espíritus", pregunta nº 356 :

P.- "Entre los nacidos muertos, ¿algunos habrá que no hayan sido destinados a la encarnación de Espíritus?"

R- "Algunos hay, efectivamente, a cuyos cuerpos nunca ningún Espíritu estuvo destinado. Nada había que hacerse para ellos. Tales criaturas solo vienen por sus padres", 

Pregunta nº 356-A: 

P- " ¿Puede llegar a término de nacimiento un ser de esa naturaleza?
R- "Algunas veces, pero no vive ".

Ahora, si existen cuerpos físicos en los que nunca ningún Espíritu estuvo destinado, obviamente no habiendo Espíritu, no habría periespíritu para servir de modelo, ¿ Y cómo conseguirían que finalmente las células se multiplicaran y diesen una conformación humana a ese cuerpo físico si no había periespíritu para servir de molde?. Eso nos lleva a la conclusión de que el periespíritu no es el molde o forma del cuerpo humano.

El molde, la forma o modelo se encuentra en los factores genéticos y hereditarios de cada ser, heredados del material genético donado por sus padres. "El cuerpo procede del cuerpo, pero el Espíritu no procede del Espíritu". "El Libro de los Espíritus", preg 207 y aun en Juan 3:6, Jesús dice: "Lo que es nacido de la carne es carne, y lo que es nacido del Espíritu es Espíritu"

Enfatizamos aún que el Espíritu se utiliza del periespíritu  como un lazo fluídico para ligarse al cuerpo en formación; este se desenvuelve conforme a los factores genéticos y hereditarios de cada ser heredado, como ya fue dicho, del material genético donado por sus padres ("La Génesis, cap.XI-item 18)

Siendo el Espíritu el arquitecto y condicionador de su cuerpo de manifestación, juntamente con las Leyes Naturales, no hay que hablar de que el periespíritu sea el molde del cuerpo físico y sí, ser el periespíritu en cada encarnación, el que se modela para el cuerpo físico.

Claudia E. y Helio Mollo

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         CAMBIO DE CICLO EVOLUTIVO

     Quien acompañe el curso actual de los acontecimientos, reconocerá que todo parece predestinado a abrirle paso. Esa generación será portadora de una fuerza doble, por la cantidad y por las ideas, además de la experiencia del pasado. 

.. La nueva generación marchará, pues, hacia la realización de todos los ideales humanitarios, compatibles con el grado de adelanto al que haya llegado. El espiritismo, al avanzar en dirección a los mismos objetivos, y al realizar sus propósitos, se encontrará con ella en el mismo terreno. Los partidarios del progreso descubrirán en las ideas espíritas un poderoso recurso, y el espiritismo hallará, en los hombres nuevos, espíritus plenamente 
dispuestos a admitirlo. Ante ese estado de cosas, ¿qué podrán hacer aquellos que pretendan oponérsele? 

.. El espiritismo no crea la renovación social, pues la madurez de la humanidad hace de esa renovación una necesidad. Por su poder moralizador, por sus tendencias al progreso, por la amplitud de sus miras, por la generalidad de las cuestiones que abarca, el espiritismo, más que ninguna otra doctrina, es apto para secundar al movimiento regenerador. Por eso es contemporáneo de ese movimiento. Surgió en el momento en que podía ser útil, puesto que también para él los tiempos han llegado. Si hubiese llegado antes, habría encontrado obstáculos insuperables; habría sucumbido inevitablemente, porque los hombres, satisfechos con lo que tenían, aún no sentirían la carencia de lo que él les trae. Hoy, nacido con las ideas que fermentan, encuentra el terreno preparado para recibirlo. 

Los Espíritus, hastiados de la duda y la incertidumbre, y horrorizados por el vacío que se abre ante ellos, lo reciben como un áncora de salvación, y supremo consuelo. 

26. Por cierto, el número de los retardadores es grande aún; pero ¿qué pueden hacer contra la marea que asciende, aparte de arrojarle piedras? Esa marea es la generación que surge, mientras ellos desaparecen junto con la generación que se marcha a grandes pasos cada día. Hasta entonces, sin embargo, defenderán el terreno palmo a palmo. Hay, pues, una lucha inevitable pero desigual, porque se trata de la lucha entre el pasado decrépito, que caduca cubierto de harapos, y el futuro joven. Es la lucha del estancamiento contra el progreso; de la criatura humana contra la voluntad de Dios, pues los tiempos que Él ha señalado ya llegaron. 

LEÓN DENIS. 

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RADIESTESIA Y ESPIRITISMO
Christopher chevalier

Desde el principio de los tiempos, el hombre ha practicado la radiestesia en diferentes campos tales como la búsqueda de minerales, de agua o la identificación de órganos enfermos. Si la radiestesia es practicada todavía hoy, es porque en su ejercicio ha permitido obtener numerosos resultados. Forzoso es comprobar que en este campo, como en otros, hay confusión cuando el radiestesista utiliza su péndulo para responder preguntas fútiles o para comunicarse con los muertos; se confunde entonces radiestesia y mediúmnidad. La radiestesia es una facultad física y psíquica que no hace intervenir a los espíritus desencarnados.
Debe ser objeto de un estudio serio y profundo. En el seno de nuestra asociación, los múltiples beneficios de la radiestesia fueron revelados rápidamente por los Espíritus. En este artículo vamos a ver cuáles son los elementos que entran en juego en este fenómeno y lo que una sana práctica experta permite lograr.
Relataremos también un caso concreto de trabajo radiestésico con Luc, que responderá algunas preguntas sobre su trabajo y su desarrollo en el seno del Círculo.
Ante todo veamos en el diccionario la definición de la palabra “radiestesia”: “Sensibilidad hipotética de los seres vivos a ciertas radiaciones, conocidas o desconocidas.
Procedimiento adivinatorio que permite ejercer esta sensibilidad por medio de una varilla (rabdomancia) o de un péndulo sostenido en la mano”. Y luego la definición y la explicación dada por los Espíritus: “La radiestesia es la clarividencia atómica con soporte material; pendular por medio de un material puro o de una aleación, equivale a ‘acordarse’ de la materia. Ahora bien, como actualmente ustedes son parte integrante de la materia, pendular equivale a hacer telepatía inconscientemente con la estructura atómica. Esta telepatía del espíritu con la materia, por medio del péndulo, permitirá al radiestesista ubicar a la vez la materia viva y la materia inerte. Es así como el péndulo podría determinar la localización de una enfermedad orgánica en su manifestación periespiritual pero también la localización de un material determinado, en su manifestación radiante inherente a la materia de su estructura Intentemos ahora una rápida síntesis de las dos definiciones.
Cuando el diccionario dice “sensibilidad hipotética a ciertas radiaciones”, el espíritu habla de telepatía con la materia viva e inerte en su estructura atómica. En efecto, la materia que nos rodea, cualquiera que sea, está compuesta de átomos que se aglomeran entre ellos para formar moléculas y así elaborar materiales y organismos de estructuras diferentes. Entonces esa misma materia compuesta por sus átomos posee formas geométricas distintas unas de otras, y esas mismas formas engendran vibraciones que les son propias. Este fenómeno es idéntico tanto para la materia inerte (la roca, por ejemplo) como para la materia animada, tal como el periespiritu, si la búsqueda se refiere a una enfermedad orgánica y su localización periespiritual. Lo que capta el radiestesista, de manera inconsciente pero sin embargo verdadera, son las vibraciones a pesar de que no conozca, o conozca poco, la composición y la estructura de la materia, objeto de su búsqueda.
¿Tiene el radiestesista una facultad “adivinatoria”?
El radiestesista no es médium y por extensión su facultad no es “adivinatoria”. No entra en comunicación con el más allá y ese mismo más allá no interfiere en los trabajos radiestésicos. Su sensibilidad particular es, de hecho, una disposición de un individuo para establecer una comunión con la naturaleza circundante, con sus múltiples formas de múltiples vibraciones.
El cuerpo físico del radiestesista es él mismo un “péndulo” que necesariamente debe hacer contacto con el suelo y con el espacio. Se convierte en una antena viviente que capta todas las vibraciones que emanan de la materia cercana. Esta facultad no es pues en absoluto un procedimiento adivinatorio, pues no “es ocultada a los sentidos y no predice el porvenir”. Muy por el contrario, la radiestesia recurre a la naturaleza física y a la capacidad telepática del radiestesista con la materia. Entonces, ¡nada que ver con el más allá! La causa de las creencias supersticiosas y las malas prácticas de la radiestesia es el desconocimiento de las leyes que rigen la materia. Es allí donde el espiritismo aporta respuestas a nuestras preguntas, pues lo que está “escondido” se explica por nuestras naturalezas espirituales y vibratorias, pero también por el hecho de que las circunstancias materiales que nos rodean también provienen del mismo principio inteligente, a saber, Dios. “Si la relación con la naturaleza está desprovista de toda espiritualidad, el trabajo del radiestesista es nulo y sin valor”, escribiría un Espíritu durante una sesión de escritura. La radiestesia es pues, ante todo, una facultad humana que puede ayudar al hombre a comprender mejor su entorno y su naturaleza espiritual.
¿Por qué la necesidad de un péndulo?
El péndulo puede ser fabricado con cualquier objeto: un cordel atado a una sortija, por ejemplo. Pero, materiales como el oro, el granito, el cobre y el cristal de roca son preferibles pues facilitan la acción de búsqueda. Estos son materiales “conductores” que permiten el intercambio de energía entre dos sistemas.
El péndulo es un instrumento, un soporte, que forma parte integrante del cuerpo del radiestesista, convirtiéndose en su prolongación. Su papel es traducir en movimientos, el contacto con la vibración emitida por el objeto de la búsqueda. Por ejemplo, el radiestesista puede entrenarse para buscar dentro de un mazo de cartas mezcladas, las cartas cuyas figuras son rojas. Sabe que debe encontrar las cartas rojas y establece inconscientemente un contacto telepático con las vibraciones emitidas por ese color. Es el péndulo el que, por sus movimientos, indicará la vibración que corresponde al objeto de su búsqueda.
¿Cómo son posibles esos movimientos? Para comprender, es necesario agregar una condición esencial, la necesidad para el radiestesista de crear una “convención” de funcionamiento entre él y su péndulo, es decir un sistema simple de respuesta, de comunicación, por “sí” o por “no” a las preguntas que le hace. Tal movimiento quiere decir “sí”, tal otro quiere decir “no”. Para ser eficaz, esta convención debe ser totalmente personal del radiestesista y seguir siendo la misma durante todo el tiempo de su práctica. Sin ella, el radiestesista no produciría nada sino un fenómeno anárquico e inexplicable. Vamos a ver concretamente el funcionamiento de esta convención en un caso dado por Luc.
Encuentro con Luc, radiestesista
¿Cómo desarrollaste esta facultad?
“Fue en abril de 2000 cuando mi guía, en un mensaje recibido en escritura, me propuso un trabajo conjunto de dos misiones, una de ellas de radiestesia. Quedé sorprendido pues nunca había sentido atracción particular por ella. El espíritu además completó sus palabras indicando que «esas funciones respondían al mayor bienestar del espíritu encarnado que, en sus frontera carnales y estrechas, ha olvidado su origen divino». Sin saber cómo tomarlo, mi primer reflejo fue documentarme, y en particular leer cierto número de libros que me prestó un espírita, él mismo radiestesista confirmado.
Cuanto más leía más me inquietaba ante la complejidad del asunto. Al cabo de cierto tiempo, me decidí por fin a pasar a la acción. Definí primero una convención mental para interpretar las respuestas indicadas por mi péndulo. Por ejemplo, decidí que la respuesta «sí» se expresaría en un giro en el sentido de las agujas de un reloj y el «no» en sentido inverso. Me inspiré luego en un pequeño libro de ejercicios prácticos y releí todos los mensajes recibidos en nuestro Círculo sobre el asunto. Podía tratarse de buscar un vaso lleno de agua disimulado entre otros que estaban vacíos, o bien buscar el comodín en una baraja o hasta la de un color, etc.”
¿Cuánto tiempo hizo falta para que te convirtieras en “operativo”?
“Muy pronto me di cuenta de que, independientemente de los ejercicios realizados, el psiquismo del radiestesista es muy importante. No hay que hacer por hacer. En efecto, antes de cada ejercicio, no hay que estar inquieto por cualquier preocupación o contrariedad. Rápidamente me di cuenta pues, para la época, como dirigente de un club deportivo, tenía que hacer frente a múltiples trámites o a proyectos que me atormentaban, lo cual me obligó a poner fin a mi mandato en 2005. Y fue a partir de aquel año, que pude comenzar a desarrollar esta facultad con regularidad y serenidad. En enero de 2010, el espíritu me indicó que mi radiestesia se volvía operativa. Me habían hecho falta, pues, varios años de entrenamiento y provocar las buenas circunstancias para llegar a ello”.
¿Cómo diriges tu radiestesia, es decir, trabajas en casos médicos y de búsqueda de personas desaparecidas?
“Los ejercicios simples eran enseñanza y verificados con justeza, yo fui atraído enseguida por la búsqueda de personas desaparecidas leyendo y seleccionando las fotos que la prensa local publicaba y sobre las cuales me ejercitaba. Los casos podían referirse a adolescentes o a adultos. En la mayoría de las situaciones, el periódico indicaba después el lugar donde la persona había sido encontrada y en qué condiciones. Al cabo de cierto tiempo, me di cuenta de que obtenía buenos resultados.
He trabajado ocasionalmente en casas cuyos habitantes estaban contrariados por la presencia de agua, de un nudo de Hartman u otros. De igual forma he efectuado, y muy puntualmente, una búsqueda en el campo médico para conocer el origen de un desorden físico. Eso resultó exacto”.
¿Cómo procedes tú? ¿Puedes relatarnos una de tus experiencias?
“Los casos más difíciles para mí son los hechos criminales. Debo neutralizar mi psiquismo pues siempre espero que los individuos todavía estén vivos y no fallecidos por agresión violenta. No debo ser informado de ningún elemento ofrecido por la prensa, ya que podría influenciar inconscientemente la búsqueda. Por regla general, trabajo en primer lugar sobre Europa para volver eventualmente a Francia y a la región de origen, para determinar luego con la mayor precisión posible la ciudad, el barrio y el sector donde se puede hallar el cuerpo.
Un ejemplo de búsqueda me conmovió mucho pues era la primera vez que se me presentaba un caso de homicidio.
Se trataba de una joven de treinta y dos años, desaparecida el 3 de julio de 2009. Fue su patrón quien alertó a los socorristas para que fueran a su domicilio en un municipio cerca de Nancy. Encontraron a su perro, mientras que su auto se había quedado en el garaje. Avisaron a la policía que lanzó un aviso de búsqueda difundido, por supuesto, en la prensa regional. El 16 de julio hice este ejercicio:
− ¿Está viva?: No
− ¿Fallecida por accidente?: No
− ¿Se trata de una muerte natural?: No
− ¿Fue secuestrada?: Sí
− ¿Se trata de un homicidio?: Sí
− ¿Su cuerpo está en Lorraine?: Sí
− ¿En la propia Nancy?: No
− ¿Cerca de la ciudad de Nancy?: Sí
Hice entonces una búsqueda sobre los municipios en la periferia de Nancy, entre ellos Essey-lès-Nancy donde ella estaba domiciliada. Las respuestas fueron negativas, con excepción de uno de ellos. Detuve allí mi trabajo, pues pensé en una pareja de amigos que vivía allí y yo podía ser influenciado inconscientemente. No obstante, el cuerpo fue encontrado algunos días después, en un campo cerca del municipio que yo había detectado”.
¿Analizas las respuestas del péndulo, y de ser así, cómo haces?
“Antes de llegar a la solución propuesta, es preciso analizar las respuestas obtenidas para asegurarse de su coherencia. Es también el manejo de la duda, pues una respuesta falsa puede arrastrar pronto a un radiestesista por otro camino. También me ocurre a veces que busco una coherencia por medio de preguntas complementarias que se cruzan con ciertas respuestas”.
¿Qué te ha aportado el espiritismo en el desarrollo de tu radiestesia?
“La realización de esta misión me proporciona muchas alegrías y emociones y participa en mi equilibrio. Sin el espiritismo, me hubiera perdido totalmente esta facultad. Además, esta misión, como todas las demás en nuestro Círculo, se ejerce siempre en provecho del prójimo.
No se ejerce por asuntos fútiles o esotéricos”.
LE JOURNAL SPIRITE N° 95 janvier 2014

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